1. Introducción
2. La fuerza
2.1. Consideraciones teóricas y tipos de fuerza
2.2. Métodos para el desarrollo de la fuerza
2.3. Factores que influyen en su desarrollo
3. Tratamiento y criterios para el diseño de tareas para su desarrollo en el marco escolar
4. Conclusiones
5. Bibliografía
1. INTRODUCCION
La fuerza es una cualidad física básica, junto con la flexibilidad, resistencia y velocidad, que si bien en un principio parece ligada únicamente al aparato locomotor (músculos), guarda relación con el sistema de control del movimiento (Sistema Nervioso Central) y con los sistemas energéticos (Sistema Cardiovascular y Respiratorio).
La fuerza es una de las capacidades físicas básicas por lo que será necesario desarrollarlo como bien indica el currículo. El desarrollo de la condición física es un factor decisivo para el rendimiento deportivo y la mejora de la salud y calidad de vida. Y así, dentro de la materia de Educación Física se establecen unas líneas de actuación u orientaciones hacia las cuales deben dirigirse las actuaciones educativas, concretándose en:
· Educación para el cuidado del cuerpo y la salud.
· Educación para la mejora corporal.
· Educación para la mejora de la forma física.
· Educación para la utilización constructiva de tiempo de ocio.
De esta manera, el desarrollo de la condición física radica fundamentalmente en su relación con la salud y sus repercusiones sobre la eficiencia técnica en la ejecución de diferentes habilidades, es decir, en el marco educativo adquiere mayor relevancia la condición física relacionada con la salud.
En definitiva, resulta imprescindible conocer los Sistemas y Métodos de desarrollo de la condición física, en este caso los de la fuerza para poder aplicar adecuadamente actividades relacionadas con la mejora de las capacidades físicas básicas y el desarrollo armónico de la motricidad.
2. LA FUERZA
2.1 CONSIDERACIONES TEORICAS Y TIPOS DE FUERZA
La fuerza puede definirse como la máxima tensión desarrollada instantáneamente en una ocasión para superar un peso o una resistencia impuesta. También como la capacidad de una fibra o un conjunto de fibras de producir tensión y mediante ésta vencer u oponerse a una resistencia.
Numerosos autores han teorizado sobre los diferentes tipos de fuerza, pero en la actualidad se suele utilizar una clasificación que habla de 3 grandes manifestaciones de la fuerza: fuerza máxima, fuerza explosiva y fuerza resistencia, presentando cada una de ellas diferentes manifestaciones secundarias en función del tipo de contracción muscular, de la velocidad de ejecución, resistencia a vencer, etc.
Todas las actividades deportivas requieren ciertos niveles de fuerza y esto se logra gracias al aparato locomotor activo (músculos) y al sistema de dirección (S.N central) que envía las órdenes para la contracción.
Para poder comprender la manifestación de la fuerza máxima es necesario relacionarla con otros conceptos asociados a ella que constituirían sus manifestaciones secundarias. Estas son: la fuerza absoluta, la fuerza isométrica máxima, la fuerza excéntrica máxima y la fuerza dinámica máxima.
o Fuerza Absoluta: Es la capacidad potencial de fuerza dependiente de la constitución del músculo (su sección transversal, el tipo de fibras musculares, etc.). No se manifiesta de forma voluntaria en el entrenamiento o competición, sino en situaciones psicológicas extremas, con la ayuda de fármacos o por electroestimulación.
o Fuerza Isométrica Máxima, que se produce cuando el sujeto realiza una contracción muscular máxima para vencer una resistencia inmóvil. Constituye aproximadamente el 65% de la fuerza absoluta, denominándose al límite entre ambas “umbral de movimiento”.
o Fuerza Excéntrica Máxima, que tiene lugar cuando la tensión muscular se dirige a vencer una resistencia que se desplaza en sentido contrario al deseado por el sujeto, representando el 50% de la fuerza isométrica.
o Fuerza Dinámica Máxima, que es la expresión máxima de fuerza cuando la resistencia solo se puede desplazar una vez o a velocidad muy lenta, como por ej. en la realización de una sentadilla completa con el máximo peso.
Por su parte, la fuerza explosiva se podría definir como la capacidad de realizar una contracción muscular y vencer una resistencia en el menor tiempo posible. Según la bibliografía consultada, suelen utilizarse términos como fuerza rápida o fuerza veloz de manera sinónima. Contrariamente a como emplean algunos autores el término potencia, este haría referencia al producto que se obtiene de la relación entre fuerza y velocidad, por lo tanto no podría ser utilizado como sinónimo ya que es una capacidad física resultante de la combinación de estas. Las manifestaciones secundarias de la fuerza explosiva son:
o Fuerza Explosiva Tónica, que es aquella que se refiere a vencer una resistencia media o submáxima a la mayor velocidad posible con la sola acción del componente contráctil del músculo (p. ej. en el lanzamiento de objetos).
o Fuerza Explosiva Elástica, que se apoya en los mismos factores que la anterior pero añadiendo el componente elástico y, por tanto, la fase excéntrica del movimiento, como sería el caso de un salto con contramovimiento.
o Fase Explosiva Elástico-Reactiva, añadiéndose a la anterior un componente de facilitación neuronal, el reflejo miotático, debido a la mayor velocidad de transición del ciclo de estiramiento-acortamiento, como es el caso de los saltos pliométricos.
Consiste en vencer una resistencia, a diferencia de la anterior, durante un largo espacio de tiempo. Existen diferentes clasificaciones de esta manifestación, como la de Harre (1988), que hablan de fuerza resistencia estática máxima y submáxima y fuerza resistencia dinámica cíclica y acíclica. Otros autores distinguen entre fuerza resistencia aeróbica y anaeróbica.
2.2. MÉTODOS PARA EL DESARROLLO DE LA FUERZA
Una vez vistos los conceptos generales, los tipos y las diferentes clasificaciones, el siguiente aspecto a considerar será los métodos de desarrollo de la fuerza.
Así, comenzamos por una serie de consideraciones generales a tener en cuenta que darán paso al estudio de los diferentes métodos y medios de desarrollo de la fuerza.
Como hemos podido observar, para que se produzca una adecuada adaptación del organismo al esfuerzo, es necesario planificar y programar adecuadamente el entrenamiento con el claro fin de conseguir la mejora y desarrollo de la fuerza.
Para ello, además de atender a las características individuales y al momento en el que se encuentra el sujeto (dentro del plan de desarrollo de la fuerza), como requisitos primordiales, el docente deberá atender no solo a los riesgos intrínsecos del cualquier AF, sino también a los específicos de este tipo de trabajo, para lo que será imprescindible considerar los siguientes aspectos:
o Una revisión médica inicial.
o Realización de test de valoración funcional inicial.
o La realización correcta de los ejercicios en relación a la columna vertebral.
o El respeto del Principio de Aumento Progresivo de las Cargas.
o El fortalecimiento de la musculatura paravertebral y dorsal.
o Concienciar de la importancia de la corrección postural, entre otros aspectos.
Una vez evaluado inicialmente el nivel del sujeto, se pasaría a la planificación del entrenamiento, debiendo considerar las siguientes variables:
Variable Metodológicas, tales como:
o Determinar el nº correcto de ejercicios por sesión.
o Determinar el orden de los ejercicios (en líneas generales, grandes grupos musculares antes que los pequeños).
o Determinar el orden de la orientación del entrenamiento: primero fuerza explosiva, luego fuerza máxima y finalmente fuerza resistencia.
o Establecer la intensidad de las cargas, usando diferentes métodos como serían el índice de Wint, el % respecto a 1RM, el % respecto al número máximo de repeticiones, etc.
o Establecer la frecuencia de entrenamiento semanal, siempre en función del objetivo perseguido, como puede ser, por ejemplo, para sesiones de mantenimiento de la fuerza 1-2 sesiones semanales o para desarrollo 3-4 sesiones a la semana.
o Determinar las repeticiones y la velocidad de ejecución en función del objetivo.
o Establecer el nº de sesiones, entre 3 y 10.
o Establecer el descanso entre ejercicios, pudiendo ser inexistente en el caso del trabajo de fuerza resistencia o de varios minutos, en la fuerza máx.
Variables Auxiliares, llamadas por Grosser entrenamiento oculto, como son la vestimenta, la higiene, el calzado, etc.
Variables Materiales, tales como:
o Implementos, pequeños y grandes.
o El tipo de agrupación, pudiendo ser individual, en parejas, tríos, etc.
En cuanto a los métodos y medios de desarrollo de la fuerza, todas las variables y factores que intervienen en la mejora de la fuerza se organizan y estructuran en los diferentes métodos y medios de desarrollo de esta.
Existen distintos criterios de clasificación en función del parámetro observado, como pueden ser la manifestación de fuerza, objetivo o utilidad, tipo de contracción muscular, organización de las repeticiones, etc.
Como criterio de clasificación fundamental vamos a utilizar la manifestación de la fuerza a trabajar y el resto de parámetros se usarán para establecer subclasificaciones.
Así, distinguiremos 3 métodos principales:
Métodos para la mejora de la fuerza máxima.
Métodos para la mejora de la fuerza explosiva.
Métodos para la mejora de la fuerza resistencia.
MÉTODOS DE FUERZA MÁXIMA
El entrenamiento de la fuerza máxima requiere la utilización de cargas máximas o supramáximas, siendo la base de la fuerza explosiva y de la fuerza resistencia. Emplea casi exclusivamente el método de repeticiones.
González Badillo clasifica los métodos para el desarrollo de la fuerza máxima en función del tipo de contracción y de la vía energética utilizada. Así, habla de:
· Métodos en Régimen de Contracción Concéntrica: Los subdivide a su vez en:
o Aumento de la masa muscular, empleándose los Métodos de Repeticiones máximas o submáximas, y se centran en el nº de repeticiones (6 a 12), ya que su finalidad es llevar al músculo al agotamiento. Ej.: el body building.
o Mejora de la coordinación intramuscular, centrándose en la mejora de la sincronización del mayor número de UM posible. Supone también un aumento de la fuerza explosiva al actuar sobre las fibras de tipo II, debiendo combinarse con un adecuado trabajo de flexibilidad. Sus métodos se centran en una alta intensidad (sobre el 85% de 1RM) y no en el número de repeticiones, que suele ser pequeño (1 a 4). Da nombre al Método de Intensidades Máximas, usado en halterofilia.
o Para conseguir objetivos comunes, se utilizan métodos mixtos como son el entrenamiento en pirámide invertida, la escalera, etc., en los que se combinan en una misma sesión series cortas de alta intensidad y medianamente largas de baja intensidad.
· Métodos en Régimen de Contracción Isométrica: En estos métodos la fuerza muscular alcanzada es menor, ya que solo se produce en el ángulo de trabajo y no en todo el rango de movimiento. Es recomendable trabajar en, al menos, 3 ángulos de trabajo. Mejora, por tanto, la coordinación intramuscular, no la intermuscular. Distinguimos 3 métodos:
o Método de Contracción Isométrica Máxima, consistente en mantener la tensión muscular de 3’’ a 6’’ en varias series.
o Método de Contracción Isométrica Hasta la Fatiga, que pretende mantener la tensión muscular hasta el agotamiento (20’’ o más), trabajando al 60%-90% de la intensidad. Provoca algo más de hipertrofia.
o Método de Electroestimulación, consistente en colocar electrodos en los extremos del músculo o directamente en el nervio, permitiendo la estimulación selectiva del músculo, siendo diseñado para reclutar fibras musculares mediante impulsos eléctricos de un modo involuntario. La intensidad en Hertzios nos determinará qué capacidad se trabajará, influyendo también las repeticiones, el tiempo de contracción y las pausas.
MÉTODOS DE FUERZA EXPLOSIVA, entre los que encontramos:
· Método de Entrenamiento de la Fuerza Explosiva Tónica, en el que se evita el componente elástico del músculo y por tanto la fase excéntrica. Se utilizan los lanzamientos y saltos sin CEA.
· Método de Entrenamiento de la Fuerza Elástico-Explosiva, en donde sí es importante el componente elástico del músculo, utilizando por tanto movimientos que combinan la fase excéntrica con la concéntrica, como es el caso del ciclo estiramiento-acortamiento (CEA) de la pliometría.
En el deporte se denomina Método Pliométrico, consistente en realizar saltos dejándose caer desde diferentes alturas, para amortiguar y volver a saltar. El objetivo es mejorar la fuerza contráctil utilizando la energía potencial acumulada en la fase excéntrica del salto. También se usa en los lanzamientos.
· Método de Entrenamiento de la Fuerza Elástico-Explosivo-Reactiva, que sería similar a la anterior, pero realizando los ejercicios a mayor velocidad, utilizando el método pliométrico sin carga y sin apenas contacto con el suelo, con el fin de estimular el reflejo miotático y generar una contracción concéntrica reactiva.
MÉTODOS DE FUERZA RESISTENCIA
Para algunos autores, estos métodos estarían dentro de la capacidad de resistencia. Por su parte, Navarro (1991) distingue entre métodos cíclicos y acíclicos (aláctico o de corta duración, menor de 20’’; láctico o de mediana duración, de 20’’ a 2’; y aeróbico o de larga duración, mayor de 2’).
La forma más característica de su desarrollo sería el circuito, bien con rutinas de la especialidad deportiva, bien con diferentes ejercicios gimnásticos. Para su mejora se recomienda disminuir las pausas y aumentar las repeticiones de forma progresiva.
2.3. FACTORES QUE INFLUYEN EN SU DESARROLLO
Una vez vistos el concepto de FUERZA, sus manifestaciones, y métodos que garantizan su desarrollo, nos centramos en LOS FACTORES QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO DE LAS CFB, de gran utilidad para poder diseñar nuestro plan de intervención en el aula atendiendo a las características de la tarea y el nivel madurativo de nuestros alumnos.
Así, en líneas generales, según Piaget, en el desarrollo del ser humano intervienen 2 grandes factores: los factores hereditarios o relacionados con el propio sujeto y los factores del entorno.
· Respecto a los Factores Hereditarios, podemos distinguir a su vez entre factores hereditarios estables y lábiles.
o Los Factores Hereditarios Estables son aquellos innatos, en los que no se puede incidir, como son la talla, la longitud de las palancas, la envergadura, etc. Responden al término de “heredabilidad”.
o Los Factores Hereditarios Lábiles, a diferencia de los anteriores, sí son susceptibles de modificación por medio del entrenamiento. De ahí que respondan al término de “entrenabilidad”, encontrándose entre ellos las CFB.
· En relación con los Factores del Entorno, podemos encuadrar a aquellos aspectos que bien antes (prenatales), durante (perinatales) o después de nacer (postnatales) influyen en el desarrollo del ser humano. En concreto, dentro de los factores prenatales encontramos la nutrición, descanso o enfermedades de la madre; en el caso de los perinatales, todos aquellos relacionados con el parto; mientras que los postnatales serían aquellas actitudes que van a configurar el estilo de vida (alimentación, descanso, enfermedades, higiene, grado de actividad física, etc.).
Desde un punto de vista más específico y atendiendo esta vez a cada una de las CFB por separado, encontramos diferentes factores que las van a condicionar.
Respecto a la FUERZA, tenemos que considerar:
· Factores Estructurales o Analíticos, responsables de la fuerza máxima y/o absoluta, entre los que encontramos:
o La sección transversal del músculo, muy entrenable.
o El tipo de fibras musculares, hereditario y apenas entrenable.
o La ordenación de las fibras musculares, nada entrenable.
· Factores Neuronales, diferenciando entre:
o Coordinación intramuscular, entre las unidades motoras del músculo.
o Coordinación intermuscular, entre los diferentes músculos agonistas.
o Frecuencia del impulso.
o Orden de reclutamiento de las unidades motoras.
· Factores Biomecánicos, que junto a los anteriores son los responsables de la manifestación de la fuerza. Concretamente podemos distinguir la longitud de las palancas, el ángulo de la articulación, etc.
· Factores Hormonales, destacando el papel de la hormona anabolizante, siendo conocido su efecto similar al entrenamiento de fuerza, así como la hormona del crecimiento, insulina, etc. Se conoce su mal respuesta al entrenamiento.
· Otros Factores, pudiendo señalar aquellos que, aunque en menor medida, también influyen sobre la fuerza, como pueden ser la motivación, la edad, el sexo, la temperatura, la hora del día…
3.TRATAMIENTO Y CRITERIOS PARA EL DISEÑO DE TAREAS PARA SU DESARROLLO EN EL MARCO ESCOLAR
Pero, ¿qué aplicación tienen los conceptos tratados en este tema (concepto, clasificación, evolución, factores de influencia y fases sensibles) en el marco educativo? Son suficientes las dos horas destinadas a esta materia en el currículum para propiciar la mejora de las capacidades físicas básicas en nuestros alumnos/as?
Indudablemente (y lamentablemente), la respuesta es NO. Por ello, nuestro objetivo como docentes no es tanto que el alumno mejore cuantitativamente en las capacidades físicas básicas y, por ende, en su CF, sino más bien que mejore a nivel cualitativo. Esto es, en su percepción del esfuerzo, es decir, que sea capaz de valorar su nivel inicial y cómo por medio de una progresión lógica basada en los principios de individualidad, progresión, continuidad y variedad, entre otros, pueda diseñar su propio programa de CF fuera del horario lectivo. Es decir, nuestro objetivo debe ser dar toda la información necesaria, así como experiencias prácticas para conseguir motivar al alumno y que éste continúe su desarrollo de la CF en su tiempo libre y de ocio.
¿Cómo conseguir esto desde nuestras clases? Teniendo en cuenta una serie de CONSIDERACIONES PARA SU APLICACIÓN EN EL MARCO ESCOLAR DE LA ESO, así como la EVOLUCIÓN EN EL DESARROLLO MOTOR DE LOS ALUMNOS/AS DE EDUCACIÓN SECUNDARIA Y LAS FASES SENSIBLES DE TRABAJO DE LAS CFB que a continuación se exponen:
Cuando nos referimos al desarrollo de la C.F. en jóvenes (y con ello al desarrollo de las CFB que la componen), debemos considerar siempre sus posibilidades y limitaciones por edad, sexo, grupo, etc. El trabajo de la C.F. debe permitir y asegurar un normal y correcto desarrollo del alumno.
Junto a estas consideraciones generales, debemos conocer que los ritmos de desarrollo son distintos para las distintas capacidades físicas.
En líneas generales, Manno (1989), defiende que la fase de mayor evolución de las CFB se da entre los 12 y los 18 años, mientras que, en conjunto, el nivel de mayor rendimiento de estas se muestra sobre los 20 y los 30 años, siendo el momento de plenitud física. Es a partir de los 30 años cuando comienza el proceso involutivo a nivel general de las distintas capacidades.
Podemos señalar las siguientes características:
· La evolución de las CFB es paralela a la evolución del ser humano, con fases ascendentes, descendentes y de estancamiento o meseta.
· La evolución de las capacidades condicionantes es más lenta y extensa que la de las capacidades coordinativas, tanto en su evolución como en su involución.
· El desarrollo según el sexo experimenta tres etapas: desarrollo indiferenciado, desarrollo mayor en chicas y estancamiento en estos y desarrollo del sexo masculino.
· La evolución de cada una de las CFB va a estar en función de los procesos anatómicos, funcionales y estructurales requeridos por cada una de ellas. Al igual que ocurre con las manifestaciones secundarias, donde a groso modo podemos reseñar que:
o La velocidad de reacción se desarrolla antes que la velocidad de desplazamiento.
o La fuerza máxima y la fuerza veloz se desarrollan antes que la fuerza resistencia.
o La resistencia aeróbica se desarrolla antes que la anaeróbica.
Si atendemos a cada una de estas CFB por separado, encontramos la siguiente evolución:
· De los 7-8 años hasta los 11-12, todos los estudios coinciden en indicar un aumento constante en ambos sexos como consecuencia de la mejora de la coordinación neuromuscular y el aumento de masa muscular. A partir de este momento, se produce un estancamiento del sexo femenino y un desarrollo del masculino debido al aumento de la hormona sexual masculina, la testosterona.
· A los 14-16 años se alcanza el 90% del desarrollo de la fuerza debido al aumento del volumen corporal. Se trata de un buen momento para el trabajo de fuerza resistencia de forma dinámica (p. ej. mediante los circuitos). Aunque muscularmente se puede incidir en la hipertrofia, no es aconsejable por la falta de desarrollo del resto de estructuras corporales, como puede ser la columna vertebral.
· A partir de los 17 años se completa el desarrollo de la fuerza acompañado de la completa maduración corporal. Las actividades físicas pueden ser programadas atendiendo a tres aspectos:
o El tipo de carga, utilizando el propio peso, cargas livianas…
o Los implementos, no usando estos, usando pequeños implementos o implementos grandes.
o La agrupación, pudiendo ser individual, en parejas, pequeño grupo…
A la hora de programar un trabajo de fuerza en secundaria es importante incidir en el desarrollo de una correcta higiene postural y técnica del movimiento, evitando con ello posibles alteraciones en, principalmente, la columna vertebral, así como detectar patologías ya existentes, adaptando los ejercicios de fuerza a realizar por los alumnos.
Para tratar este tema a nivel educativo, tenemos que tener en cuenta cual es el objetivo que perseguimos. Como docentes no pretendemos crear deportistas de alto nivel, por lo que toda la base teórica nos tiene que servir para saber adaptar este planteamiento a nuestros intereses. Nuestro objetivo es dar a conocer diferentes formas del desarrollo de la condición física, hacer que el alumno experimente con los diferentes sistemas de desarrollo de la condición física, pensando que nosotros no estamos entrenando sino, educando y formando.
De esta manera, en la ESO, se trata de un bloque de contenidos que se trabaja a lo largo de toda la etapa, tanto de forma específica por medio de UD’s centradas en la mejora de las capacidades físicas, como de manera indirecta a través de la repercusión que tiene sobre estas el desarrollo de otras UD’s. En concreto, durante el 1r. Ciclo de la ESO se deberá continuar con el trabajo de primaria (trabajo generalizado y lúdico), solo que trabajando UD’s específicas de CF que mantendrán su carácter genérico y lúdico en lo posible. Por su parte, en el 2º Ciclo de la ESO se deberían programar UD’s específicas de cada una de las CFB, incorporando sus medios y métodos propios.
En Bachillerato se hará hincapié en la total autonomía del alumno en la práctica en clase y la gestión de su tiempo libre en la mejora de la salud, incorporando nociones básicas de primeros auxilios, técnicas de relajación y peligros potenciales de determinados hábitos de vida –consumo de sustancias dopantes y drogas, hábitos posturales, riesgos en la práctica deportiva, etc.-.
4. CONCLUSIÓN
La orientación de la condición física saludable y educativa ha ido evolucionando y tomando lo mejor de aquellas corrientes y tendencias, pasadas y actuales, que han ido marcando el carácter del ejercicio en cada época.
El alumno debe conocer claramente cuáles son los componentes de una condición física saludable y saber cómo ponerlos en práctica en su vida diaria. La E.F. escolar ha de educar al alumnado con situaciones de enseñanza-aprendizaje eficaces, educativas, útiles y motivadoras.
La importancia del desarrollo de la condición física y en definitiva de las capacidades físicas básicas, se centra fundamentalmente en la mejora de la salud y en el autoconocimiento de sus posibilidades y limitaciones, es decir, debemos incorporar al alumnado los conocimientos suficientes para que desarrolle, con la máxima autonomía, una actividad física adecuada a sus capacidades y necesidades personales, que le permita mantener una óptima calidad de vida. Para ello, debemos procurar que toda práctica vaya reforzada con los contenidos teóricos adecuados.
En este caso la fuerza, toma relevancia ya que el entrenamiento de la fuerza en niños ha sido, hasta hace muy pocos años, una actividad no aconsejable debido a las creencias erróneas que afirmaban que someter a un individuo preadolescente a una actividad con cargas externas pesadas, detenía o modificaba su estatura final. Gracias a toda la literatura científica, actualmente se reconoce el entrenamiento de fuerza en edades tempranas como una herramienta muy efectiva para paliar, e incluso evitar, muchas enfermedades comunes en nuestra sociedad, además de producir un amplio abanico de beneficios motores y psicológicos.
5. BIBLIOGRAFIA
ÁLVAREZ DEL VILLAR, C. (1987): La preparación física del fútbol basada en el atletismo. Ed. Gymnos. Madrid.
ANTÓN, J. L. (1989): El entrenamiento deportivo en la edad escolar. Junta de Andalucía (Colección Unisport). Málaga.
Investigación deportiva y educación física: ¿eres más bajito por haber levantado pesas durante tu etapa de crecimiento?.Alto rendimiento: ciencia deportiva, entrenamiento y fitness, (2004).
MANNO, R. (1989). Fundamentos del entrenamiento deportivo. Barcelona: Paidotribo.