INTRODUCCIÓN
Después de la publicación de la LISMI, que supuso un gran avance para las personas con discapacidad, y sigue plenamente vigente; hay que seguir trabajando por que aún persisten muchas dificultades para las personas con alguna discapacidad y no solo por sus limitaciones sino por las barreras que encuentra en la sociedad.
La OMS en la CIF 2001 (Clasificación Internacional del Funcionamiento) considera que las dificultades y desventajas de las personas dependientes no se deben sólo a sus propios déficit o limitaciones. Están causadas por las carencias, obstáculos y barreras arquitectónicas que existen en el entorno personal y social de las personas dependientes.
Por lo que hay que procurar que los entornos sean más accesibles mediante el diseño universal, eliminar barreras. En este tema aclararemos brevemente estos conceptos, en el que están incluidas las ayudas técnicas como medidas de acción positiva para la discapacidad.
Un avance muy importante se produce con la entrada en vigor el 1 de enero de 2007 de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia (Ley de Dependencia) nace un nuevo derecho para todos los ciudadanos y ciudadanas. Con el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) que la Ley crea, todas las personas mayores o con discapacidad que no puedan valerse por si mismas serán atendidas por las Administraciones Públicas, garantizándoles el acceso a los servicios sociales públicos y a las prestaciones económicas más adecuadas a sus necesidades.
Veremos las características generales que tiene que tener una vivienda para la utilización de personas con algún tipo de discapacidad, teniendo presentes los principios del diseño universal, para que siempre haya que realizar el menor número de adaptaciones posibles. Hay que aprovechar al máximo los avances tecnológicos para facilitar la autonomía de las personas dependientes.
Dentro de este tema caracterizar la profesión de ayuda a domicilio como persona encargada de la supervisión de los domicilios de las personas con discapacidad.
- AYUDAS TÉCNICAS PARA LA VIDA COTIDIANA SEGÚN EL TIPO DE CARENCIA O NECESIDAD: CARACTERÍSTICAS, USOS, CRITERIOS Y POSIBILIDADES DE ADAPTACIÓN.
La Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad prevé dos estrategias de intervención relativamente nuevas y que desde orígenes distintos van, sin embargo, convergiendo progresivamente. Se trata de la estrategia de lucha contra la discriminación y la de accesibilidad universal.
El movimiento en favor de una vida independiente demandó en un primer momento entornos más practicables. Posteriormente, de este concepto de eliminar barreras físicas se pasó a demandar diseño para todos, y no sólo de los entornos, reivindicando finalmente la accesibilidad universal como condición que deben cumplir los entornos, productos y servicios para que sean comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas.
La no accesibilidad de los entornos, productos y servicios constituye, sin duda, una forma sutil pero muy eficaz de discriminación, de discriminación indirecta en este caso, pues genera una desventaja a las personas con discapacidad en relación con aquellas que no lo son, al igual que ocurre cuando una norma, criterio o práctica trata menos favorablemente a una persona con discapacidad que a otra que no lo es. Convergen así las corrientes de accesibilidad y de no discriminación.
Entendemos por accesibilidad: características del urbanismo, la edificación y el transporte o los sistemas de comunicación que permite a las personas, independientemente de sus condiciones físicas o sensoriales acceder a ellos y usarlos.
Por lo que se tiende hacia el diseño para todos, que se define como: diseño de entornos, productos y servicios de manera que los pueda utilizar el mayor número de personas sin necesidad de adaptarlos ni rediseñarlos de un modo especial.
Sin embargo, la heterogeneidad de la discapacidad hace que esto no sea posible en un gran número de casos, especialmente para personas con múltiples deficiencias o con graves discapacidades. En consecuencia, es necesario utilizar una estrategia que consiste en desarrollar productos y servicios específicos para estos ciudadanos. A estos productos y servicios les denominamos ayudas técnicas de manera genérica.
Las ayudas técnicas según esta ley se pueden considerar medidas de acción positiva y se definen como aquellos apoyos de carácter específico destinados a prevenir o compensar las desventajas o especiales dificultades que tienen las personas con discapacidad en la incorporación y participación plena en los ámbitos de la vida política, económica, cultural y social, atendiendo a los diferentes tipos y grados de discapacidad.
Ayudas técnicas hay de muchos tipos:
§ Ayudas técnicas para las actividades de la vida diaria, para preparar alimentos, para comer, para vestirse y desvestirse, para coger cosas, etc.
§ Para la comunicación, sistemas alternativos y aumentativos de comunicación
§ Para la movilidad: grúas, grúas de piscina, andadores, bastones, sillas de ruedas, etc.
§ Para el aseo y cuidado personal: asientos fijos y móviles para la bañera, asientos elevadores de inodoros, ayudas para peinarse o lavarse, sillas de duchas ancladas o móviles, silla con cubeta inodoro
§ Para cuidado y seguridad personal
§ Órtesis: son dispositivos que mejoran el funcionamiento de una parte del cuerpo, disminuyen la deformidad, alivian el dolor o mantienen la alineación articular. Pueden ser para las diferentes partes del cuerpo.
§ Prótesis: son sustitutivos artificiales de partes corporales ausentes. Pueden ser de rodilla, de pie, de mano, de mama, etc.
Dada la enorme variedad de discapacidades y de ayudas técnicas aparecidas para mitigarlas, la tarea de agrupar los distintos productos resulta complicada. Para resolver este problema, la ISO (International Standard Organitation) ha intentado dar una solución en su Norma 9999. En este documento se establecen 10 grupos troncales que se van dividiendo en grupos cada vez más pequeños hasta llegar a identificar cada ayuda técnica.
Éstos grupos principales son: ayudas para el tratamiento y el entrenamiento; las órtesis y exoprótesis; ayudas para la protección y el cuidado personal; ayudas para la movilidad personal; ayudas para las tareas domésticas; el mobiliario y adaptaciones del hogar y otros edificios; ayudas para la comunicación, información y señalización; ayudas para la manipulación de productos y mercancías; ayudas y equipamiento para la mejora del entorno y, finalmente, las ayudas para el ocio y tiempo libre.
El CEAPAT tiene un catálogo de ayudas técnicas donde recopila información sobre productos de la tecnología de apoyo que se fabrican y/ o distribuyen en España, y los datos de contacto de las entidades que los comercializan
- VIVIENDA: CARACTERÍSTICAS GENERALES E INSTALACIONES DE RIESGO.
La insuficiente accesibilidad en el interior de los edificios y en sus accesos puede suponer una de las principales causas de discriminación hacia las personas con discapacidad, al verse privadas de poder utilizar los recursos básicos de la comunidad, comenzando por la escasez de viviendas adaptadas o con posibilidades de adaptabilidad., y continuando por los servicios de uso público de todo tipo. Las llamadas .barreras arquitectónicas limitan la actividad de las personas con movilidad reducida, ya sea por una deficiencia física o por las limitaciones en la actividad que impone una edad avanzada.
Es necesario diseñar estos espacios interiores pensando en todas las personas. Cada comunidad autónoma del Estado español ha desarrollado legislación específica en materia de accesibilidad arquitectónica. También han sido necesarias algunas reformas de a Ley de Propiedad Horizontal, para facilitar las reformas de los edificios.
La vivienda es un elemento fundamental en la vida de cualquier persona. Goza de gran importancia por ser el espacio donde la persona crea su propio ambiente y desarrolla sus relaciones interpersonales más cercanas. Pero no todas las viviendas son iguales. Una vivienda accesible garantiza la autonomía, la seguridad, la dignidad, el confort y el ahorro de tiempo, no sólo de las personas que la habitan, sino también de aquellas que la visitan. Una persona con discapacidad, además de encontrar una casa adecuada a su situación, debe poder acudir a cualquier reunión familiar o de amigos sin dificultad, lo que sin duda contribuirá a su plena integración social.
La aparición de las Normas DALCO como Norma UNE 170001-1: 2001, Accesibilidad global permite utilizar una serie de criterios para la revisión de la accesibilidad en las viviendas, relacionados con la Deambulación, Aprehensión, Localización y Comunicación.
Exterior de la vivienda: La numeración del edificio debe ser claramente
perceptible (de forma visual y táctil). Desde la calle hasta la puerta de entrada a la vivienda debe existir un itinerario accesible. Debe evaluarse la altura del timbre, del portero o videoportero automático y del buzón.
Entrada a la vivienda: A ambos lados de la puerta de acceso a la vivienda debe existir un espacio libre a nivel del suelo que permita inscribir un círculo de un diámetro de 1,50 m, para la maniobra de sillas de ruedas. Debe evaluarse la anchura y altura del hueco de entrada así como las características de los tiradores de la puerta.
Características generales del interior de la vivienda: Si se trata de una vivienda en planta alta habrá que contemplar la accesibilidad de escaleras, rampas y ascensores. Debe evaluarse la accesibilidad de la información relativa a la escalera, el número de planta, la letra del piso, etc.
Se debe valorar el espacio necesario si se utilizan ayudas técnicas específicas para la movilidad, como las grúas, que requieren espacio para el asistente además del espacio que ocupa la propia grúa.
Cada una de las dependencias debe contar con entrada y puerta accesibles, y debe estar conectada a través de pasillos que permitan la circulación de una persona con movilidad reducida y el acceso a dichas dependencias.
El interior de las dependencias debe contar con mobiliario e instalaciones cómodas, seguras, funcionales y de fácil manejo. Se debe evaluar la ubicación de interruptores, enchufes y termostatos, así como su fácil localización, para lo que contrastarán en color con los paramentos circundantes y dispondrán de un piloto luminoso que permita localizarlos en la oscuridad.
Para garantizar la máxima seguridad es conveniente que no existan elementos sueltos que puedan provocar tropiezos (por ejemplo alfombras, cables, etc.) o fijarlos muy bien al suelo mediante bandas de doble cara. También es conveniente la instalación de avisadores acústicos y/o luminosos y señales de emergencia en todas o algunas de las dependencias.
Conviene que las ventanas no sean pesadas, que sean de fácil apertura y a ser posible automatizadas, y que no invadan las áreas de circulación. Las persianas pueden ser de subida y bajada motorizada.
En algunos casos, como el de las personas sordas, puede ser interesante que la vivienda cuente con espacios abiertos y/o con superficies transparentes que faciliten la comunicación.
Algunos aspectos a tener en cuenta en las dependencias son los siguientes:
Þ Baño: Garantizar el acceso y el espacio libre suficiente para la movilidad de una silla de ruedas. Asegurar la ausencia de elementos que obstaculicen la aproximación frontal de una silla de ruedas al lavabo. Se debe evaluar el espacio de baño o ducha, el pavimento, las características de los pestillos, grifos, soportes y asideros, y la iluminación.
Þ Cocina: Se debe garantizar el acceso a la cocina y el espacio libre suficiente para la movilidad de una silla de ruedas; así como eliminar elementos que obstaculicen la aproximación frontal de la silla a los muebles de la cocina. Se debe evaluar la iluminación, las condiciones de seguridad, las características de los muebles y la oportunidad de utilizar mandos a distancia para los aparatos eléctricos.
Þ Dormitorio: Se debe garantizar el acceso al dormitorio y el espacio libre suficiente para la movilidad de una silla de ruedas; así como eliminar cualquier elemento que obstaculice la aproximación frontal de la silla a la mesilla, escritorio, armario, etc. Se debe garantizar la utilización del mobiliario a través de la instalación de adecuados cajones, tiradores, puertas, etc. Puede ser necesario instalar elementos que ayuden a la incorporación desde la cama y evaluar la iluminación.
Þ Salón: Se debe garantizar el acceso al salón y el espacio libre suficiente para la movilidad de una silla de ruedas; así como eliminar elementos que obstaculicen la aproximación frontal de la silla a los muebles del salón. Se debe evaluar la iluminación, las características de los muebles y la oportunidad de utilizar mandos a distancia para los aparatos eléctricos.
Þ Vestíbulo: Deberá garantizarse que sus dimensiones permiten el giro completo de una silla de ruedas.
Þ Terrazas: Se deberá garantizar el acceso a la terraza y el espacio libre suficiente para la movilidad de una silla de ruedas en su interior.
Se deberá valorar la posibilidad de crear instalaciones domóticas en la vivienda. Estas redes permiten controlar los aparatos de la vivienda desde el interior de la propia vivienda (mediante mandos a distancia, sensores del movimiento, sensores de voz, etc. o de forma automática) o desde su exterior (a través de un ordenador, un teléfono, etc.).
- PAUTAS Y NORMAS DE SEGURIDAD.
La certificación o marcado CE es el procedimiento por el cual un fabricante declara que su producto cumple las disposiciones legales y la normativa aplicable al mismo dentro de toda la Unión Europea, en cuanto a requisitos mínimos de seguridad y prestaciones se refiere.
Hay que decir que los productos que no posean marcado CE no son ilegales. El marcado CE no pretende ser una marca de calidad, sino un indicador de que el fabricante del producto lo declara conforme con las directivas que regulan la fabricación y comercialización del mismo.
Sin embargo, se aconseja adquirir productos certificados, ya que aporta como beneficio una mayor seguridad para el usuario, y la tranquilidad de que las autoridades sanitarias conocen y aprueban el producto, con la seguridad de que cualquier riesgo, aparente o no, que se manifieste durante la vida útil del producto, nos será notificado y se emprenderán acciones para subsanarlo, tanto desde la administración como desde el fabricante o distribuidor.
Siempre es aconsejable buscar el asesoramiento de un profesional cualificado y con experiencia, para que realice una valoración funcional del usuario y le ayude a decidir cuál es el producto más adecuado, según sus necesidades.
- DISEÑO DE LA ORGANIZACIÓN DE UN DOMICILIO EN UN CASO DE DISCAPACIDAD.
La domótica ayuda a gestionar las instalaciones de una vivienda de una manera más cómoda para los usuarios, mediante la automatización de determinadas tareas. De esta forma procuramos adaptar las instalaciones a las necesidades del usuario.
Domótica para personas con limitaciones funcionales
La automatización y control de elementos puede incluir, por ejemplo, la iluminación, persianas y toldos, puertas y ventanas, cerraduras, climatización, riego y el funcionamiento de electrodomésticos. Se pueden incluir alarmas de intrusión pero también alarmas técnicas y alarmas personales en caso de necesidad de ayuda urgente.
Además del control y automatización se pueden adaptar los interfaces a las necesidades y capacidades de las personas que van a utilizar el sistema; pueden ser pulsadores o commutadores, mandos a distancia o navegadores web. Estos dispositivos evitan la necesidad de desplazarse para controlar distintos dispositivos operativos en la casa.
También es posible utilizar interfaces de reconocimiento de voz para personas que lo necesitan. Incluso se puede utilizar el propio cuerpo como interfaz. Por ejemplo, se puede encender la luz cuando una persona está presente en una habitación o llamar a un ascensor cuando se acerca a la puerta. También se puede detectar si hay alguna puerta o ventana abierta y por ejemplo apagar todas las luces al salir de casa.
Domótica para personas con discapacidad intelectual
En estos casos el objetivo es facilitar las tareas diarias y garantizar la seguridad. Para facilitar las tareas diarias se pueden agrupar funciones para, por ejemplo, permitir al usuario pulsar un botón al salir de casa que apaga todas las luces, corta la electricidad de la cocina y activa el sistema de alarma, etc.
Para mejorar la seguridad puede ser interesante el uso de alarmas de escapes de agua y gas, alarmas de humos/incendios, etc. También es importante que las alarmas de agua y gas corten de forma automática el suministro y que todas las incidencias puedan, si es necesario, mandar un aviso a terceros fuera de la casa (familiares, vecinos, profesionales del servicio de teleasistencia) que puedan ayudar a resolver el problema.
También el servicio de videoconferencia puede ser de gran valor para personas con discapacidad intelectual. Por un lado, el hecho de poder ver y hablar con otras personas de confianza puede hacerle sentir más seguro estando solo sin que, a lo mejor, tengan que esperar hasta la visita del día siguiente o desplazarse a su casa para resolver pequeños problemas. Este servicio también permite la comunicación mediante lengua de signos con personas sordas.
Estos servicios facilitan la independencia de las personas con discapacidad.
La instalación de sistemas que controlen la ocurrencia de algún peligro (por ejemplo mediante alarmas predefinidas) puede disminuir la necesidad de asistencia personal por parte de monitores o terceras personas. Se puede, además, sustituir parte de la ayuda in situ necesaria para resolver pequeños problemas cotidianos por videoconferencia.
- PROCEDIMIENTOS DE SUPERVISIÓN DE LOS AUXILIARES DE AYUDA A DOMICILIO Y DE LOS NO PROFESIONALES.
El trabajo del auxiliar de ayuda a domicilio consiste en colaborar en la planificación y coordinación de los casos asistenciales con el equipo de profesionales, identificando las necesidades de la persona asistida, garantizando la cobertura de la misma en los ámbitos físico, psíquico y social y en aspectos como alimentación, higiene, sanitarios y administrativos.
En servicio de ayuda a domicilio se presta en el domicilio del usuario, para conseguir aumentar la calidad de vida de las personas dependientes y evitar el desarraigo familiar y social.
Se lleva a cabo una primera evaluación inicial para conocer las necesidades de la persona en los diferentes ámbitos, siempre potenciando al máximo sus capacidades (evitar actitudes sobreprotectoras).
Lo primero es asesorar a la familia sobre el tema de la vivienda para proporcionar un espacio adecuado para los cuidados y reforzar su seguridad y autonomía. Llevando a cabo reformas en la vivienda y el empleo de ayudas técnicas.
Después se señalan las actividades a realizar por el auxiliar de ayuda a domicilio, su actitud debe ser empática y comprensiva, es normal que se produzca una relación de afecto:
a Tareas de cuidado personal
a Tareas domésticas
a Cuidados específicos personales
a Relaciones interpersonales (paseos, comprar, leer, escuchar…)
a Asesoramiento sanitario (control y educación sanitaria, farmacovigilancia, gestión de citas y revisiones médicas, etc.)
Posteriormente se pasa a prestar la ayuda con un registro de las intervenciones concretas para poder evaluar el programa, para poder replantearlo en caso necesario.
- CONCLUSIÓN
El tema de ayudas técnicas se trabaja desde casi todos los ciclos y módulos de la familia de Servicios Sociaoculturales y a la Comunidad. Cuando se trabajo con sectores dependientes es fundamental el uso de ayudas técnicas para mejorar su autonomía e independencia.
BIBLIOGRAFÍA
Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad.
Guía: ¡Pregúntame sobre accesibilidad y ayudas técnicas! IMSERSO
El Libro Blanco de la I+D+I al servicio de las Personas con Discapacidad y las Personas Mayores. Instituto de Biomecánica de Valencia. 2003