INTRODUCCIÓN.
Con los nuevos descubrimientos y avances tecnológicos, nuestra sociedad se ha vuelto cada vez más automatizada, lo cual ha supuesto que muchas actividades y tareas cotidianas requieran menor esfuerzo físico. Esto ha contribuido a un mayor sedentarismo que, unido a factores como la sobrealimentación, y por tanto el sobrepeso, influyen decisivamente a la hora de enfrentarse a cualquier actividad diaria ya que muchas personas tienen disminuida su condición física. Por otro lado, el aumento de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, las cardiopatías coronarias y la obesidad, está en gran medida provocado por nuestro modo de vida próspero y fácil.
El docente será un eslabón importante a la hora de transmitir a los alumnos, desde una edad temprana, la importancia de las capacidades físicas y de sus beneficios en el aspecto motor del ser humano, todo ello enfocado con perspectivas de presente y futuro.
Este tema se relaciona con los diferentes elementos que conforman los currículos de EF para la región de Murcia. Centrándonos en el Decreto 112 por el que se establece el currículo para la etapa de Secundaria Obligatoria, encontramos una relación con el objetivo general de etapa 15 que habla acerca del conocimiento del cuerpo humano así como del funcionamiento del mismo, y concretamente con los objetivos generales de área 1, 2, 3, 4 y 5, que hacen referencia a la práctica sistemática de la actividad física y a los beneficios que ésta puede aportar al alumno, así como también plantea la importancia que su mejora aporta tanto para el aumento del rendimiento motor como para conseguir un estilo de vida saludable.
En cuanto a los contenidos, en todos los cursos aparece el bloque de Condición Física y Salud, partiendo desde un conocimiento global hasta uno más especializado y profundo de cada área de las capacidades conforme se va progresando de curso.
Por último, también hace referencia a diversos criterios, los cuales se citan a continuación. Estos tienen una relación casi directa con las capacidades físicas, cuya práctica compromete al alumno a realizar actividad físico–deportiva desde el punto de vista saludable y teniendo en cuenta los beneficios de los que puede valerse.
CURSO | BLOQUES DE CONTENIDO | CRITERIOS DE EVALUACIÓN |
Primer ciclo | Condición física y salud | 1, 2, 3, 4, 5 |
Segundo curso | Condición física y salud | |
Tercer curso | Condición física y salud | 1, 2, 3, 4, 6, 12 |
Cuarto curso | Condición física y salud | 1, 2, 4, 5, 9, 11 |
Por lo que respecta al Decreto 113 que regula el currículo para la Etapa de Bachillerato, debemos hacer referencia al objetivo general de etapa número 11: “Consolidar estilos de vida saludables utilizando la actividad física y el deporte, y otras alternativas de tiempo libre que favorecen un desarrollo personal equilibrado”.
1. CONCEPTO.
Los conceptos como Condición Física, Aptitud Física, Forma Física, Preparación Física, Eficiencia Motriz, Capacidad Motriz, etc., son términos que se emplean indistintamente para referirse a una misma realidad.
1.1. Condición Física. Perspectiva higiénica.
Este concepto parte de 1916. Es una traducción del término inglés “Physical Fitness”, Clarke (1967), lo define como la habilidad de realizar un trabajo diario, con vigor y efectividad, retardando la aparición de la fatiga, realizándolo con el menor gasto energético y evitando lesiones. En general designa la vitalidad de una persona y su aptitud real para las acciones que emprende. La buena condición comprende todas las dimensiones de la personalidad y todos los campos en los que emprende su acción. Su fin es higiénico (prevención de la salud) y está orientado hacia la actividad normal.
Clarke resume en tres los componentes de la condición física:
– Fuerza muscular.
– Resistencia muscular.
– Resistencia cardiovascular.
La propia OMS, define la Condición Física o “Physical Fitness” en la terminología anglosajona, como bienestar integral corporal, mental y social. Diccionario de las Ciencias del Deporte (1992).
1.2. Condición Física. Perspectiva de rendimiento.
La condición física, según Grosser, Staischka y Zimmermann, se define como “la suma ponderada de todas las cualidades físicas importantes para el rendimiento y su realización a través de los atributos de la personalidad”. El objetivo del entrenamiento es mejorar el nivel de condición física.
Los términos cualidad física y capacidad física son sinónimos. Nosotros emplearemos el término capacidad física preferentemente.
Las capacidades física son los factores que determinan la condición física de un individuo y que posibilitan que, mediante el entrenamiento, un sujeto desarrolle al máximo su potencial físico.
La condición física puede referirse a:
– Condición física general. En relación con una capacidad física general, independiente de la actuación deportiva en una determinada disciplina. Se caracteriza por un nivel de desarrollo lo más elevado y regular posible de todos los componentes de la condición física, y comprende: fuerza, flexibilidad, velocidad, resistencia, coordinación, destreza y habilidad.
– Condición física especial o específica. Referida a una disciplina deportiva concreta. Se caracteriza por el desarrollo óptimo de los factores que determinan la actuación en esa disciplina. Ejemplo: no es necesario considerar el desarrollo de la resistencia aeróbica para la evaluación de la condición del saltador de longitud, sin embargo la velocidad y la fuerza muscular de los músculos extensores de las piernas son imprescindibles.
1.3. Conceptos relacionados.
– Capacidad Motriz. Los términos Capacidad Motriz y Eficiencia Motriz definen los niveles de aptitud en la capacidad de movimiento que posee una persona. La Capacidad Motriz es la que determina el aspecto cuantitativo, mientras que la Eficiencia Motriz se refiere a su aspecto cualitativo. Las distintas capacidades motrices, constituyentes de la capacidad motriz en general, son factores que condicionan la actuación motriz humana. Las capacidades motrices están determinadas por parámetros fisiológicos y neurofisiológicos, se pueden registrar por métodos físico, fisiológicos, por test motores, etc.
– Aptitud Física. Este concepto implica una relación entre la tarea a realizar y la capacidad para ejecutarla. Se entiende como la presencia en un sujeto de las condiciones previas necesarias que le permiten ejecutar ciertas actividades deportivas sin demasiado riesgo. Se entiende en dos acepciones: la noción estática de talento, la capacidad para la actuación viene determinada genéticamente, aparece como herencia, como algo que no puede modificarse; en la noción dinámica de aptitud hay una acción recíproca de la genética y del medio ambiente, las capacidades innatas se ven favorecidas por el entrenamiento. Los test de aptitud miden ésta en función de la capacidad de actuación real.
– Condición Biológica. Es un término que se refiere a los factores fisiológicos (capacidad aeróbica, capacidad anaeróbica, etc.) y morfológicos (composición corporal) que se tratan en biología.
– Forma Física. Implica el nivel adquirido en las capacidades físicas o condicionales.
1.4. Condición Física-salud versus Condición física-rendimiento (Devís y Peiró).
La actividad física es un concepto amplio que aglutina muy diversas prácticas, pero todas no son iguales desde el punto de vista de la salud. Unas son más seguras y otras comportan más riesgos, unas nos comportan más satisfacción personal y otras pueden resultan en una experiencia apática e incluso traumática. Para tener de “actividad física relacionada con la salud”, tendremos en cuenta los siguientes epígrafes:
– El papel de la actividad física en relación con la salud. La promoción de la salud y la actividad física exige conocer previamente, y de forma amplia, las relaciones entre la actividad física y la salud. Son distintas las formas de entender el papel que juega la actividad física en relación con la salud: 1) como un elemento rehabilitador; 2) como un elemento preventivo; y 3) como elemento de bienestar (Devís, 2000).
El papel rehabilitador considera que la actividad física actúa como un medicamento, es decir, un instrumento mediante el cual puede recuperarse la función corporal enferma o lesionada y paliar sus efectos negativos sobre el organismo humano. Ejemplo: ejercicios físicos que manda el médico después de una operación quirúrgica.
El papel preventivo utiliza la actividad física para reducir el riesgo de que aparezcan determinadas enfermedades o se produzcan lesiones. Este rol se corresponde con el cuidado de la postura corporal y la seguridad en la utilización de los ejercicios físicos, así como de la disminución de la susceptibilidad personal a enfermedades modernas como la osteoporosis, la depresión, el exceso de colesterol, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, a través de la actividad física.
El papel orientado al bienestar consiste en tomar a la actividad física como un elemento de desarrollo personal y social, independientemente de su utilidad para la rehabilitación de o prevención de las enfermedades o lesiones. Nos referimos a la práctica de actividad física porque sí.
– La relación entre los beneficios y los riesgos. Es fundamental conocer los beneficios y los riesgos de la realización de actividad física, pero de forma relacionada, o al menos lo más relacionada posible, y no por separado como suele ser habitual porque lo realmente importante es el efecto global de la actividad física sobre la salud de las personas. Obviamente, la estrategia clave de actuación sobre este tema consiste en aumentar al máximo los beneficios y reducir al mínimo los riesgos. Se trata de una idea clara, aunque problemática porque la relación riesgo-beneficio depende de factores muy diversos que interactúan entre ellos mismos.
Uno de estos factores es la cantidad de actividad física que, a pesar de no estar definida, podemos contar con orientaciones derivadas de la literatura. Así, por ejemplo, los mayores beneficios saludables se obtienen cuando se pasa del sedentarismo a niveles moderados de actividad y los beneficios disminuyen cuando se pasa de niveles moderados a altos niveles de actividad.
El tipo o naturaleza de la actividad es otro factor a tener en cuenta porque influye en la intensidad, el control, el medio y el ritmo de ejecución, así por ejemplo no es lo mismo correr (puede realizarse a niveles de intensidad distinta son controladas en gran parte por los participante y el medio no es inestable o cambiante) que practicar un deporte colectivo (exige alta intensidad, cambios de ritmo, control de objetos y oponentes, así como otros aspectos psicológicos y sociales asociados a la competitividad).
El Colegio Americano de Medicina del Deporte clasifica las actividades atendiendo al nivel de variabilidad de la intensidad, de tal manera que las del grupo 1 son cíclicas y exigen una intensidad que puede mantenerse constante durante largo tiempo por distintos tipos de personas. En cambio, el mantenimiento de un ritmo constante en las actividades del grupo 2, a pesar de que también pueden ser cíclicas, exige una intensidad variable a los participantes en función de la habilidad o dominio técnico individual. Y las actividades del grupo 3, debido a que implican cambios de ritmo y condiciones cambiantes, son muy variables en cuanto a la intensidad que exigen a los participantes.
Tipo de actividades (ejemplos) | Mantenimiento de la intensidad. | Variabilidad intensidad entre personas. | |
Grupo 1 | – Pasear. – Ir en bicicleta. – Carrera suave. – Etc. | – Más o menos constante. | – Poca. |
Grupo 2 | – Nadar. – Esquí de fondo. – Etc. | – Más o menos constante para experimentados. | – Depende de la habilidad. |
Grupo 3 | – Bailar. – Baloncesto. – Frontón. – Etc. | – Poco o nada constante. | – Mucha. |
– Las relaciones entre la actividad física, la condición física y la salud. La relación directa y lineal con que se creía conectados estos tres elementos ha dado paso a una relación más compleja que tiene en la actividad física al elemento más relevante porque posee una doble influencia en la salud, una directamente y otra indirectamente a través de la condición física. Lo que resulta destacables es que la actividad física puede influir en la salud haya o no haya mejora en la condición física, y que la actividad física está al alcance de todos porque todos pueden hacer algún tipo de actividad, mientras que la mejora de la condición física no siempre se consigue debido a su dependencia genética.
– La actividad física y el bienestar para todos. Si la actividad física se orienta al bienestar y no sólo a la ausencia de enfermedad, se amplían sus relaciones con la salud más allá de su carácter biológico porque incorpora, también, el carácter experiencial y el social. Entonces es cuando la actividad física puede convertirse en un elemento saludable con gran repercusión en la vida de todas las personas, sea cual sea su capacidad física, como término genérico, no es únicamente para campeones o deportistas consumados, sino para todos. Ésta debe adaptarse a las personas a partir de la diversidad de prácticas existente y las formas y niveles tan distintos de realización. De ahí que todas las personas puedan realizar algún tipo de práctica de la que puedan obtener beneficios saludables o experimentar bienestar (Devís, 1998 y 2000).
2. CLASIFICACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LAS MISMAS.
A lo largo de la historia del entrenamiento deportiva, varios autores han hacho diversas clasificaciones de las capacidades físicas. A continuación exponemos las más significativas.
2.1. Bellin de Coteau (1800).
Pertenece a la escuela francesa, fue un discípulo de Amorós. Es el primero que define las capacidades físicas básicas que se necesitan para el rendimiento deportivo, y que el deportista debería desarrollar. Las llama Características Motrices Básicas, y las divide en: Fuerza, Velocidad, Resistencia y Destreza. Como destreza incluye: Flexibilidad, Coordinación, Habilidad, Agilidad y Equilibrio. Es decir todo lo que no es Fuerza, Velocidad, Resistencia o Fuerza.
2.2. Seashore (1942).
Diferenció los componentes de la capacidad motora estableciendo una clasificación entre “capacidades motoras finas y gruesas”.
2.3. Gundlach (1968).
Propuso una clasificación que ha sido ampliamente aceptada en Europa. Para este autor las capacidades motoras están divididas en dos apartados:
1. Capacidades condicionales. Este tipo de capacidades nos informan de la eficacia de los mecanismos energéticos, para lo cual se debería prestar atención a la cavidad metabólica de músculos y aparatos. Dentro de este apartado se encuentran la fuerza, la resistencia y la velocidad. Estas capacidades hacen referencia a las cualidades orgánicas y musculares anteriormente comentadas y propuestas por Bouchard.
2. Capacidades coordinativas. Están determinadas por la capacidad de regular el movimiento. Dentro de este apartado se debe hablar según Harre, Zaciorskij, Morehause y Millar (1970: 47), de la Destreza; según la Escuela Rusa, de la Capacidad de Control del movimiento; según Bouchard y para la escuela canadiense, de la Capacidad Perceptivo–cinética.
Como se puede observar tras el estudio de esta clasificación, algunas de las capacidades citadas por otros autores no aparecen. Nos estamos refiriendo a la velocidad y a la flexibilidad. La explicación que da Gundlach (1968) a esto es que dichas capacidades poseen características intermedias entre un grupo y otro, por ello se debería establecer un tercer apartado, que sería el que se presenta a continuación:
3. Capacidades motoras “intermedias”. Este tipo de capacidades comparte características de las dos anteriores. Las más destacadas son: la velocidad y la flexibilidad.
2.4. Claude Bouchard (1974).
Considera que los factores que conforman la Condición Física de un individuo pueden agruparse en tres subgrupos: el de las estructuras, el de las cualidades físicas y el de los actos motores. Dentro del subgrupo de las cualidades físicas, que es el que nos interesa en este momento, distingue tres apartados:
- Condiciones físicas orgánicas.
- Condiciones físicas musculares.
- Condiciones físicas perceptivo-cinéticas.
Álvarez del Villar (1983:189), teniendo en cuanta esta clasificación, nos dice que el significado que éstos tienen es el siguiente:
– Dentro de las cualidades orgánicas: resistencia orgánica (aeróbica).
– Dentro de las cualidades musculares: fuerza, resistencia muscular (anaeróbica), potencia y flexibilidad.
– Dentro de las cualidades perceptivo-cinéticas: velocidad de reacción, frecuencia, coordinación y equilibrio, habilidad y destreza.
2.5. Hollman y Hettinger (1976).
Nos habla de característica motrices y distingue las siguientes:
1. Fuerza.
2. Velocidad.
3. Resistencia.
4. Flexibilidad.
5. Coordinación.
2.6. Peter Tschiene (1986).
Clasifica las capacidades físicas en función de lo que para él es el objeto principal del entrenamiento deportivo, la técnica deportiva. Clasifica las capacidades físicas en función de conseguir la técnica deportiva perfecta dependiendo de la modalidad deportiva y de las necesidades individuales.
Técnica deportiva
2.7. Porta, Jordi (1988).
Habla de tres tipos de capacidades:
A) Capacidades Motrices, que serían aquellas que no presuponen un proceso de elaboración sensorial muy elaborado. Nos estamos refiriendo a flexibilidad, resistencia, velocidad y fuerza.
B) Capacidades Perceptivo-motoras. En este caso nos referimos a aquéllas que sí precisan de un proceso de elaboración sensorial muy elaborado y además están muy interrelacionadas entre sí y con las anteriores. Nos estamos refiriendo a la coordinación.
C) Capacidades Resultantes. Son aquellas que aparecen como consecuencia de interacciones de todas las capacidades anteriormente reseñadas. Nos estamos refiriendo a habilidad y/o destreza y agilidad.
2.8. Letzelter.
2.8.1. Fuerza.
§ Fuerza máxima: es la mayor fuerza que el sistema neuromuscular es capaz de desarrollar por medio de una contracción máxima voluntaria (Letzelter, 1990). La fuerza máxima puede manifestarse tanto de forma estática como dinámica:
§ Fuerza velocidad: es la capacidad del sistema neuromuscular de vencer una resistencia a la mayor velocidad de contracción posible. Permite al deportista imprimir a una masa una alta velocidad.
– Fuerza de sprint.
– Fuerza de salto.
– Fuerza de lanzamiento.
§ Fuerza resistencia: es la capacidad de mantener una fuerza de nivel constante durante el tiempo que dure una actividad deportiva.
– Fuerza resistencia de sprint.
– Fuerza resistencia de lanzamiento.
– Fuerza resistencia de tracción.
– Fuerza resistencia de propulsión.
2.8.2. Velocidad.
§ De reacción: Es la capacidad de reaccionar en el menor tiempo posible frente a un estímulo. Diferenciamos reacciones sencillas (ejemplo: una salida) y reacciones selectivas (ejemplo: tenis de mesa, esgrima, boxeo, portero).
§ Acíclica: es la capacidad de realizar movimientos acíclicos (movimientos únicos) a velocidad máxima frente a resistencias bajas. Ejemplo: golpe de tenis, golpe de bádminton.
§ Cíclica: es la capacidad de realizar movimientos cíclicos (movimientos iguales repetidos) a velocidad máxima frente a resistencias bajas. Ejemplo: skippings.
2.8.3. Resistencia.
§ General: es aquella resistencia al cansancio independiente del deporte, cuyo objetivo es el de adquirir una capacidad de soporte general e inespecífico sobre el que se pueda sustentar posteriormente un trabajo más acorde con la especialidad deportiva. No implica mejora del rendimiento salvo en deportistas noveles y de baja cualificación.
– De corta duración: 3-10 min.
– De media duración: 10-30 min.
– De larga duración: + de 30 min.
§ Específica: es la capacidad de adaptación a la estructura de carga de un deporte/modalidad de resistencia en situación de competición. Está determinada por las particularidades del deporte y del nivel de rendimiento. Esta resistencia está encaminada a la mejora del rendimiento y se realiza dentro de los patrones técnicos del modelo competitivo o muy próximo a éste, además de implicar a los sistemas energéticos que se utilizan en competición. Todos los factores que se trabajan están orientados hacia la obtención de rendimiento en la competición.
– Resistencia al sprint: capacidad que permite la repetición de varios esfuerzos realizados a intensidades máximas o submáximas (intensidades del 98-100%) o esfuerzos aislados con las mismas intensidades.
– Velocidad-resistencia: Capacidad que permite mantener una velocidad submáxima durante tiempos prolongados entre 30-90´´ aproximadamente.
2.8.4. Grupo de coordinación.
§ Flexibilidad.
– Estática: es la máxima amplitud alcanzada de forma gradual mediante la relajación de la musculatura o por la acción de una fuerza externa a la articulación, ejercida por nosotros o por otra persona.
– Dinámica: es la máxima amplitud alcanzada por la fuerza de la musculatura, de forma voluntaria y muy rápida. Se consigue mediante técnicas pendulares, llegando a la máxima amplitud gracias a la inercia que se alcanza con la aceleración del segmento en cuestión. Es el tipo de flexibilidad más observado en la práctica deportiva. La amplitud alcanzada no puede ser mantenida durante mucho tiempo.
– Activa: amplitud alcanzada mediante movimientos realizados por los grupos musculares agonistas.
– Pasiva: amplitud alcanzada por la intervención de otra persona u otro grupo muscular de la misma persona.
– General: es la observada en todos los movimientos de una persona englobando todas sus articulaciones.
– Específica: es la referente a una articulación o algunos movimientos realizados en determinadas articulaciones. Ejemplo: flexibilidad de la columna en la extensión en una gimnasta.
§ Destrezas y habilidades:
– Aprendizaje motor: modificaciones estables de conducta (motoras) como consecuencia de la práctica.
– Adaptación: es la capacidad que tienen los seres vivos de mantener un equilibrio constante sobre aquellos estímulos que les atacan y desequilibran, para volver a equilibrarse (homeostasis). La conducta humana se organiza en esquemas de acción elaborados por el sujeto a partir de su experiencia individual que pueden coordinarse variablemente en función de una meta intencional y formar estructuras de conocimiento de diferente nivel.
– Adaptabilidad: cualidad de adecuación a las nuevas condiciones y cambios en la organización.
– Control: capacidad de intervención de los procesos de recepción y procesamiento de la información, así como del control de la ejecución para determinar los mecanismos de control del movimiento.
– Destreza general: capacidad adquirida en el dominio de aquellos movimientos y acciones que requieren el concurso de todo el cuerpo o de gran parte de él.
– Destreza específica: capacidad adquirida para acciones en las cuales una parte del cuerpo o varias, realiza acciones diferentes o la misma acción en distinta dirección, plano o distinto ritmo.
2.9. Carlos Álvarez del Villar (1987).
2.9.1. Fuerza.
§ Pura:
– Isotónica: aquella en la cual se produce una contracción en el que la fibra muscular, además de contraerse, modifica su longitud. En este tipo de contracción la tensión necesaria del músculo para elevar un peso se obtiene pasivamente en el elemento elástico. Esta tensión permanecerá constante durante toda la contracción, mientras que exteriormente el músculo se acorta visiblemente. No hay que olvidar que la tensión desarrollada en él corresponde exactamente a la magnitud de la carga.
Cuando durante la contracción la longitud del músculo disminuye, estamos ante una contracción isotónica concéntrica, en la cual se produce un acortamiento, una aceleración y un aumento del trabajo que es positivo. Asimismo, se desarrolla mayor energía.
Cuando, por el contrario, durante la contracción aumenta la longitud, estamos ante una contracción isotónica excéntrica, durante la cual se produce un alargamiento, un frenado y un trabajo negativo.
– Isométrica: tienen lugar cuando el músculo ejerce fuerza contra un peso u objeto inamovible. El músculo conserva la misma longitud y, desde el punto de vista técnico no realiza ningún trabajo. Su tensión va aumentando hasta elevarse a su valor máximo.
§ Relativa:
– Potencia: cociente entre la fuerza muscular absoluta y el peso corporal del deportista.
§ Explosiva:
– Aplicación del gesto: vencimiento de una resistencia no límite, pero a la máxima velocidad. Kuzniecow diferencia, en la fuerza estática, el carácter pasivo o activo con que se manifieste. En el primer caso se refiere a aquellas tensiones en las que las fuerzas externas actúan extendiendo el músculo que trabaja. En el segundo se refiere a aquellas tensiones en las que no se manifiesta la extensión del músculo.
2.9.2. Velocidad.
§ Rapidez:
– Agilidad: entra en juego el factor tiempo.
– Habilidad: el factor principal es la intensidad y aceleración de los movimientos.
§ Desplazamiento: distancia recorrida en la unidad de tiempo o también el tiempo que se emplea en recorrer una distancia determinada.
§ Tiempo de reacción: estímulo-respuesta: tiempo que un sujeto tarda en reaccionar a un estímulo y es igual al llamado tiempo latente (Zatsiorskiy). Etapas del tiempo de reacción:
– T1: comienzo del estímulo en el receptor. El tiempo depende principalmente de la capacidad de concentración (visual, auditiva), así como de la capacidad de la visión periférica del individuo dado. Dichos factores pueden someterse a entrenamiento y pueden participar perfectamente en el proceso de entrenamiento.
– T2: transmisión del estímulo al sistema nervioso central. Dicho tiempo está relacionado con la relativamente constante rapidez de conducción de los nervios sensoriales; en principio no se someten al entrenamiento.
– T3: transcurso del estímulo por los centros nerviosos y formación de la señal de ejecución. Depende de la movilidad de los procesos nerviosos y parece ser el más largo y el que más diferencias tiene en la magnitud del segmento de tiempo que decide acerca del tiempo general de reacción. Estructurando y dirigiendo bien los ejercicios, dicho tiempo se puede reducir considerablemente.
– T4: pase de la señal del sistema nervioso central al músculo. Es relativamente estable y está relacionado con la rapidez de la transmisión por las fibras motrices.
– T5: estímulo del músculo, cambio de su tensión y comienzo del movimiento. Se relaciona entre otros con la fuerza muscular, que supera al iniciarse el movimiento la inercia del cuerpo por medio de contracciones de los tejidos musculares, así como por el propio trabajo de coordinación del músculo. Existe la posibilidad de reducir relativamente también este tiempo, así como este componente del tiempo de reacción por medio de ejercicios.
2.9.3. Resistencia:
§ Aeróbica (orgánica): capacidad del organismo que permite prolongar el mayor tiempo posible un esfuerzo de intensidad leve, es decir, cerca del equilibrio de gastos y aporte d O2 con una deuda de O2 insignificante.
§ Anaeróbica (muscular): capacidad del organismo de resistir una elevada deuda de O2, manteniendo un esfuerzo intenso el mayor tiempo posible, pese a la progresiva disminución de las reservas orgánicas. Dentro de este tipo de resistencia se distingue la anaeróbica aláctica, llamada así porque el proceso de utilización del ATP de reserva en el músculo se lleva a cabo en ausencia de O2 y sin producción de residuos, y la anaeróbica láctica, en la que existe formación de ácido láctico, ya que la degradación de los azúcares y grasas para resintetizar el ATP a través de una serie de reacciones químicas se realiza también en ausencia de O2.
2.9.4. Elasticidad muscular.
El músculo, a medida que se va estirando, cede, es decir, a medida que se le aplica una fuerza se va estirando; es decir, la propiedad llamada extensibilidad del músculo, y cuando deja de actuar sobre él dicha fuerza, éste vuelve a su posición o estado primitivo, siempre y cuando el alargamiento no haya sido exceso. Esta es la llamada elasticidad. A esa capacidad de estiramiento del músculo también se le llama elasticidad viscosa o amortiguadora.
La elasticidad muscular es distinta del concepto general que se tiene de la elasticidad. Es una elasticidad amortiguada.
El músculo en reposo, cuando está caliente, se acorta y aumenta la tensión. En cambio, cuando está frío se alarga y tiene una menor tensión.
El músculo, al estirarse, se alarga y alcanza un grado de tensión, hasta llegar a cierto punto en que se suaviza. Esto sólo es posible gracias a la composición del sistema elástico muscular.
La composición del sistema elástico muscular es la siguiente:
– Elemento pasivo en serie: es el tendón, situado en los dos extremos del músculo.
– Elemento pasivo en paralelo: está formado por los elementos elásticos del músculo que no son tendón (epimisio, perimisio, aponeurosis); son del tejido conjuntivo.
– Elemento activo: es el más importante. Se halla en los sarcómeros donde se encuentra la miosina (en las bandas A). Es contráctil y tienen función amortiguadora.
2.9.5. Flexibilidad articular.
El término flexión quiere decir doblar una parte del cuerpo o acercar las partes distales de los distintos segmentos corporales, teniendo íntima relación con la posibilidad de movimiento de las articulaciones y con la capacidad de extensibilidad y elasticidad de la musculatura, todo lo cual va a determinar la ejecución de los movimientos con la debida agilidad y destreza. Podríamos definir, por tanto, la flexibilidad como aquella cualidad que con base en la movilidad articular y extensibilidad y elasticidad muscular permite el máximo recorrido de las articulaciones en posiciones diversas, permitiendo al sujeto realizar acciones que requieren gran agilidad y destreza.
La flexibilidad es una característica global, y tanto los muy flexibles como los rígidos tienden a serlo en todos los niveles de su sistema motor; no obstante, los deportistas en general tienen características de movilidad típicas de los deportes que practican.
La edad también influye en la flexibilidad. Esta tiende a disminuir la movilidad de las articulaciones, fenómeno que es reversible parcialmente. Es posible recuperar parte de la flexibilidad perdida mediante ejercicios físicos adecuados en articulaciones tan básicas como hombros, rodilla y cadera.
Mediante los ejercicios de elongación muscular y de movilidad articular, cualquier deportista estaría en mejores condiciones para realizar los movimientos deportivos con la mayor eficacia y seguridad.
2.10. Mora (1989).
Denomina Bases del rendimiento a las cualidades responsables del comportamiento motor del individuo y nos dice que el resultado de dicho comportamiento es responsabilidad de tres grandes complejos biológicos, es decir, “que para la realización de cualquier movimiento se requiere la participación del sistema de movimiento, del sistema de alimentación y del sistema de dirección”. En función de la mayor intervención de un sistema u otro, establece dos grandes grupos:
– Bajo la responsabilidad de los sistemas de alimentación y movimiento: dentro de este apartado incluye las cualidades que hacen referencia a características de acción muscular, es decir, la fuerza (máxima, rápida, de resistencia), la resistencia (aeróbica y anaeróbica), la velocidad (reacción y desplazamiento) y la flexibilidad (movilidad articular, elasticidad muscular).
– Bajo la responsabilidad de los sistemas del sistema de dirección: Dentro de este apartado incluye aquellas cualidades que hacen referencia a procesos de control motor (sistema nervioso), es decir, la percepción espacio-temporal, la percepción kinestésica y el equilibrio.
A pesar de esta división hemos de tener en cuenta que ambos aspectos son inseparables, no hay subordinación de uno a otro y se dan múltiples superposiciones y compenetración en el movimiento.
3. EVOLUCIÓN DE LAS CAPACIDADES FÍSICAS EN EL DESARROLLO MOTOR DE LOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE ESO.
3.1. Aspectos generales.
3.1.1. Fases sensibles.
Para determinar los objetivos y contenidos del entrenamiento deportivo en la edad infantil, es necesario conocer las fases sensibles. Aunque el individuo pueda ser entrenado en todas las épocas y en todas las capacidades, la eficacia del entrenamiento es distinta en cada una de ellas.
Existen momentos en los cuales hay una sensibilidad particular, y más favorable hacia ciertos estímulos del entrenamiento, lo cual favorece la eficacia del trabajo de esa capacidad. Blanco (1995) define las fases sensibles como periodos ontogénicos con una predisposición (o entrenabilidad) muy favorable para el desarrollo de una determinada capacidad motriz. Martín (1997) añade la condición de una rápida y abundante reacción ante determinados estímulos. Baur (1998) citado por blanco (1995), diferencia entre fase sensible periodo de tiempo donde hay una reacción más intensa a los estímulos externos) y fase crítica (dentro de la fase sensible, es el momento donde deben ser aplicados los estímulos externos, y según Martín momento en el que se deben aplicar los estímulos si se quiere obtener los efectos de desarrollo deseados y no restringir las máximas posibilidades de progreso de los individuos.
Vamos a estudiar las diferentes capacidades físicas y su evolución a lo largo del periodo escolar. Vamos a optar por estudiar las capacidades físicas condicionales y coordinativas según las propuestas de Lizaur, Martín y Padial (1989):
§ Coordinación:
Esta capacidad se va desarrollando de forma natural. A los movimientos simples, le van sucediendo cadenas de movimiento simples, que se convierten en complejas. La coordinación constituye para este mismo autor uno de los elementos esenciales en la adquisición y desarrollo de habilidades y destrezas motrices básicas, que se convertirán en genéricas y específicas. Para Grosser (1992) los niños de estas edades, entre 10 y 12 años, poseen una elevada plasticidad del sistema nervioso central, fruto de una alta excitabilidad y de una baja inhibición diferenciadora, lo que para él produce un perfecto momento para el aprendizaje motor.
Hahn (1988), es más preciso y afirma que hasta el cuarto año de la vida, los estímulos que se presentan durante este periodo favorecen la calidad del comportamiento motor posterior. Y entre 4 y 7 años se experimentan las mejoras coordinativas mayores. Hasta la pubertad, 11-12 años sigue existiendo una buena disposición en la mejora de la coordinación. A partir de este momento, el desarrollo de esta cualidad se hace más lento o no mejora.
§ Fuerza.
Dentro de esta capacidad es conveniente distinguir las fases sensibles de cada una de sus manifestaciones. Para la fuerza veloz, y la fuerza resistencia, encontramos su fase sensible desde los 8 a los 12-13 años, para trabajos de baja sobrecarga y alta velocidad de ejecución o alto número de repeticiones.
La fuerza máxima no es una capacidad adecuada para ser trabajada en la etapa prepuberal, Hann (1989), Hegudüs (1988), Baur (1990), Grosser, Starischka, Zimmermann (1988). Sin embargo, tiene su fase sensible durante la pubertad, Blanco (1995) y Martín (1997).
– 11 a 13-14 años en las chicas.
– 12 a 13 años en los chicos.
Para Blanco (1995) y Hahn (1988), los ejercicios de fuerza en la infancia provocan una adaptación basada en una mejor coordinación intra e intermuscular, y no en hipertrofia, así como una rápida maduración del sistema nervioso. En la adolescencia o periodo postpuberal es el momento en el cual esta cualidad tiene su momento óptimo de trabajo, cuando la testosterona, la hormona de crecimiento y la tiroxina reaccionan sensiblemente a las cargas de entrenamiento, ocasionando una mayor hipertrofia muscular.
§ Velocidad.
Parece lógico comenzar a trabajar la velocidad a edades muy tempranas, no descuidando su preparación, debido a la maduración de las estructuras del sistema nervioso Hann (1989), Grosser (1992) y García (1998). Por tal motivo no debe extrañarnos que la velocidad de reacción y la frecuencia de movimientos, sean sensibles al entrenamiento desde el primer momento de la edad escolar, de 6 años, y se prolongue hasta los 11-12 años, comienzo de la pubertad.
Según Blanco (1995) la velocidad gestual acíclica, la capacidad de aceleración, y la velocidad cíclica o de desplazamiento, por necesitar niveles de coordinación y fuerza apropiados, tienen sus fases sensible de los 8 a 11-12 años en chicas y 8 a 14-15 años en chicos debido principalmente a los cambios que se producen en la pubertad.
§ Resistencia.
La capacidad aeróbica se debe trabajar desde la edad preescolar, y durante todo el periodo de desarrollo, es decir, desde los 5 a los 18 años. Martín (1997), citando a otros autores Manno (1991), Grosser y colaboradores (1998), habla del inicio de la fase sensible a los 7 u 8 años. La aparición de la pubertad favorece la mejora aeróbica por el incremento de los órganos responsables: capacidad cardiaca. Navarro (1998) dentro de la misma línea, afirma que existen mejoras significativas en el umbral anaeróbico en niños de entre 9 y 11 años. Para Blanco (1995), el final de la fase sensible, 18 años, es un momento muy propicio para este tipo de trabajo, pues en él se dan valores de consumo máximo de oxígeno muy elevados.
Navarro (1998) respecto al trabajo de la capacidad anaeróbica láctica, opina que se puede entrenar con escasa eficacia durante la infancia. Es preciso esperar a trabajarla después de la pubertad, desde los 13-14 años. Parece ser que el incremento de peso, el aumento de la testosterona, incremento de la enzimas metabólicas…iniciado en la pubertad, favorece la entrenabilidad de la resistencia aeróbica.
§ Flexibilidad.
Martín (1997), Blanco (1995), Grosser (1998) distinguen entre dos tipos: pasiva y activa. Grosser (1998), cuando habla de los factores que mejoran o limitan la flexibilidad, movilidad según su terminología, tan sólo afirma que trabajar esta capacidad antes de los 14 años es favorable.
Para los otros autores, la fase sensible de la pasiva, comienza en los primeros años de vida, y termina con el inicio de la pubertad. La activa comienza más tarde, tiene una fase de 8 a 11-12 años en niñas y hasta los 12-13 años en niños.
Se cree necesario continuar estudiando más sobre las fases sensibles de la flexibilidad, ya que hemos encontrado diferencias significativas en función de las articulaciones: Hahn (1988), Manno (1991), Weineck (1983). Esta perturbación se traduce en:
3.1.2. Perturbación temporal del desarrollo motor.
Se puede afirmar (Meinel, 1971: 236 a 238) que para muchos jóvenes la pubertad trae consigo un deterioro cualitativo de sus funciones motrices, observándose una perturbación temporal del desarrollo motor. Esta perturbación se traduce en:
§ Primer ciclo (12-14 años).
– Tosquedad de movimientos que se manifiestan en una pérdida de la habilidad adquirida en el periodo anterior y que da como resultado, por un lado, una perturbación en cuanto al ritmo y fluidez de movimiento, y por otro, una merma o pérdida de rendimiento.
– Disminución de la capacidad de control y una cierta inseguridad: los movimientos de las extremidades son con frecuencia desordenados y no se ajustan al movimiento general.
– Derroche de movimientos con acciones inútiles que acompañan a los movimientos normales.
– Perturbación dinámica que se manifiesta por la falta de correlación entre la tarea motriz y la fuerza utilizada para efectuarla; así podemos observar cómo en algunos momentos realizan movimientos con un empleo desmesurado de la tensión muscular y en oros con escasa fuerza. Esto, unido a la falta de seguridad, da la sensación de cierta indiferencia o apatía.
– Disminución de la capacidad motriz que trae consigo que el alumno tenga más dificultades en el aprendizaje de nuevas destrezas. También aparecen con mayor insistencia inhibiciones de movimiento, incrementándose la dificultad de los nuevos aprendizajes.
– Comportamiento contradictorio de toda la actividad motriz. En la conducta de los alumnos llama la atención una cierta inquietud de movimientos que se manifiesta en acciones que ellos hacen de manera inconsciente. Un ejemplo de esto serían las muecas, ciertos movimientos con las manos, etc. Así mismo, podemos observar una apatía y pesadez de movimientos que puede ser entendida como pereza.
§ Segundo ciclo (14-17 años): disminución de las perturbaciones.
– Una disminución gradual de las perturbaciones anteriormente reseñadas, que se manifiesta en una mejora cualitativa de la ejecución motriz que pasa a adquirir el mismo nivel que tenía antes de comenzar la pubertad.
– Empiezan a manifestarse estilos personales en la ejecución de movimientos, es decir, los alumnos se apropian de ciertos gestos técnicos dándoles un sello personal.
– Comienzan a aparecer de manera gradual los rasgos masculinos y femeninos del movimiento, así podemos observar cómo los movimientos de los chicos son por norma general más rectilíneos y con un componente grande de fuerza; mientras que los de las chicas se caracterizan por una mayor plasticidad, son movimientos más rítmicos, suaves, redondeados, etc…
– Comportamiento contradictorio de toda la actividad motriz. En la conducta de los alumnos llama la atención una cierta inquietud de movimientos que se manifiesta en acciones que ellos hacen de manera inconsciente. Un ejemplo de esto serían las muecas, ciertos movimientos con las manos, etc. Así mismo, podemos observar una apatía y pesadez de movimientos que puede ser entendida como pereza.
3.2. Evolución de la resistencia.
3.2.1. Cambios que se producen.
– Aumenta la capacidad de soportar cargas.
– Aumenta la capacidad de recuperación post-ejercicio.
– Aumenta la capacidad para llenar los depósitos de energía durante la actividad.
– Máximo rendimiento de las vías para la restitución del ATP.
– Utilización de menor energía para un mismo esfuerzo (economía de movimiento).
– Capacidad de cambiar de forma rápida entre las distintas vías en función de las exigencias de cambios de intensidad durante el ejercicio.
3.2.2. Justificación biológica de los cambios:
§ Aspectos Cardiovasculares.
– Hipertrofia del miocardio.
– Aumento del volumen sistólico.
– Disminución de la FC en reposo.
– Disminución del periodo de recuperación de la FC.
– Aumento del número de capilares por FM.
– Disminución la tensión arterial.
– Aumento del volumen sanguíneo (hipervolemia).
– Aumento del número de glóbulos rojos.
§ Aspectos del metabolismo energético.
– Aumento del número y tamaño de las mitocondrias.
– Aumento de la concentración de enzimas oxidativas.
– Aumento de los depósitos de glucógeno en el organismo.
– Aumento de los depósitos de triglicéridos en los músculos.
– Aumento de la maquinaria oxidativa: disminución de la producción de LA.
3.3. Evolución de la fuerza.
3.3.1. Cambios que se producen.
– Hipertrofia Muscular.
– Mejora la fuerza máxima.
– Mejora la coordinación intra e intermuscular.
– Mejora la elasticidad muscular.
– Mejora la eficiencia mecánica de los movimientos.
3.3.2. Justificación biológica de los cambios:
§ Aspectos del aparato locomotor.
– Aumento del número y tamaño de las miofibrillas.
– Desarrollo del tejido conectivo.
– Aumento % de fibras de contracción rápida.
– Aumento de la vascularización.
§ Aspectos energéticos y hormonales.
– Aumento del contenido muscular de ATP, PC y glucógeno.
– Incremento de la actividad de las enzimas glucolíticas.
– Aumento de los niveles de testosterona.
3.4. Evolución de la flexibilidad.
3.4.1. Cambios que se producen.
– Aumento de la extensibilidad de los tejidos conectivos en músculos y articulaciones.
– Reducción de la tensión muscular y mayor relajación.
– Mejora de la coordinación de los segmentos corporales: fluidez en los gestos deportivos.
3.4.2. Justificación biológica de los cambios:
§ Aspectos del aparato locomotor y el crecimiento.
– Aumento del número de fibras colágenas.
– Mejora la activación de los husos musculares.
– Inhibición del reflejo miotático.
3.5. Evolución de la velocidad.
3.5.1. Cambios que se producen.
– Mejora la coordinación intermuscular e intramuscular.
– Incremento de la fuerza máxima y submáxima.
– Aumento de la sección transversal del músculo.
3.5.2. Justificación biológica de los cambios:
§ Aspectos del aparato locomotor y sistema nervioso.
– Mejora la sincronización de unidades motoras.
– Disminución de la actividad antagonista.
– Aumento del reclutamiento de UM y de la frecuencia de estimulación.
– Predominio de las enzimas del metabolismo anaeróbico.
– Aumento de las fibras de contracción rápida.
3.6. Cambios generales.
– Aumento en el peso y tamaño del corazón.
– Aumento en el tamaño de los pulmones.
– Disminución del metabolismo basal.
– Aumento de la masa muscular, crecimiento óseo, desequilibrio entre el crecimiento en longitud de piernas y tronco.
– Disminución de la grasa corporal; especialmente en los chicos.
– Cambios hormonales: testosterona, estrógenos.
CONCLUSIONES:
Cada día es mayor la evidencia de que la inactividad física y la falta de ejercicio están relacionadas con el desarrollo de diferentes trastornos de salud, y son una causa importante de muerte prematura y de incapacidad en los países desarrollados. Además, en un reciente estudio realizado a lo largo de varios años,, se ha demostrado que un nivel moderado de condición física supone una reducción del número de muertes por todas las causas, especialmente al disminuir las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Convienen hablar en este aspecto de la condición física saludable, considerando ésta como un estado dinámico de energía y vitalidad que permita a los alumnos llevar a cabo sus tareas diarias habituales, disfrutar de su tiempo de ocio y afrontar las emergencias imprevistas sin una fatiga excesiva.
BIBLIOGRAFÍA
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