– Tenderemos a ver los tipos de elementos regidos y regentes de un texto, las valencias sintácticas y las concordancias. En principio, si el texto presenta solecismos, o errores de concordancia, pertenecerá a un nivel no elevado.
– El orden de las palabras, que tiene cierta libertad en español, puede indicarnos cómo el elemento dislocado del orden lógico Suj. + P.V/P.N. (Vbo. + Complementos) es el que desea destacarse como rema de la oración: A las once te espero, ¿eh? a las once,. Es lo que llamamos orden envolvente, frente al orden lineal: Te espero a las once. Podemos relacionar este aspecto con algunas de las conclusiones parciales que hayamos extraído de la enclisis y la proclisis al tratar los grupos de intensidad.
– Las relaciones sintácticas que mantengan entre sí las oraciones serán objeto de comentario: cuanto más sean las coordinadas y las yuxtapuestas –es decir, la parataxis-, más se delatará la imposibilidad del emisor de construir juicios complejos. Aunque pudiera ser que estemos ante un estilo intencionadamente escueto, que señala distanciamiento del emisor respecto a lo narrado.
– La subordinación –esto es: la hipotaxis- y el uso variado de nexos nos indica un dominio de los juicios que se desean expresar y, por tanto, será propio del lenguaje elaborado. Por el contrario, el empleo de subordinadas unidas a su subordinante mediante nexos plurivalentes desvelará un emisor de un código restringido: Le digo yo algo y (por entonces) dice…
– En este sentido, la elipsis, o abundancia de elementos omitidos, es propia de la urgencia, y se relaciona con los textos dialógicos de cualquier registro, aunque en los códigos restringidos son mayoritarios y con implicaciones anacolúticas. En los textos narrativos podemos encontrar casos de monólogos interiores, estilos directo e indirecto,…
– Muchos de los anacolutos pueden ser intencionados con valor epifonemático, es decir, con intención de que sea el receptor quien complete la información. Pero es más común que aparezcan en los códigos restringidos como prueba de una sintaxis deslavazada: circunloquios, frases hechas e incompletas, vocativos, incisos aclaratorios,…
– En cuanto a la estructura del predicado debemos estar atentos a los valores estilísticos de las oraciones recíprocas, reflexivas, transitivas, impersonales, de verbos pronominales, las de dativo ético y las pasivas, reflejas y perifrásticas. Igualmente nos interesará el predominio del P.N. en textos con tendencia a las definiciones, p. ej.
– Este punto se va a relacionar especialmente con los casos semánticos de las construcciones: resultativos, agentes, pacientes, instrumentales,…
– Reiteraremos la modalidad en este apartado viendo cómo se subraya ésta desde el punto de vista sintáctico.