1. INTRODUCCIÓN.
El proceso creador se puede resumir en dos tendencias observadas a lo largo de la historia de la literatura: los que sostienen que el acto creador es el resultado de una serie de fenómenos perfectamente interpretables y los que mantienen que es el fruto de un misterio insondable. Desde la Antigüedad (Platón y Aristóteles) y hasta el XVIII se considera que toda la creación poética se basa en una imitación o mimesis de la naturaleza externa o de la interior. A partir de la segunda mitad del siglo, la consideración de la poesía como imitación empieza a cuestionarse. El cambio de perspectiva se debe a la importancia que se va dando al acto de creación del artista, desplazándose la atención desde el objeto al sujeto. El ideal poético evoluciona desde la imitación de la naturaleza hasta la expresión de los sentimientos, deseos y todo el mundo interior del poeta, es decir, un proceso de la imaginación y de subjetividad. Contra esta teoría expresiva romántica surge una reacción encabezada por Poe y Baudelaire y por el parnasianismo al huir de la expresión de la vida intima del autor. En la poesía moderna, el rechazo de la teoria expresiva es continuo, poniendo el énfasis en la demostración de su falsedad y de sus nefastas consecuencias para la poesía.
2. SOBRE LA TEORÍA DE LOS GÉNEROS
La crítica de los géneros ha tendido a establecer tipologías funcionales, basadas en la observación empírica. La fijación de la triada clásica: lírica, épica y dramática que parte de Platón se asegura más o menos corregida en el Renacimiento, si bien no es hasta la crítica romántica encabezada por Hegel cuando se consolida por completo. Sin embargo la jerarquización genérica ha sido muy variada con el correr de los tiempos.
Por razones metodológicas, la tríada clásica, tan sistematizada en la Estética de Hegel, resulta operativa para clarificar la tipología genérica, sin embargo, siguiendo a otros autores añadiremos los géneros didáctico-ensayístico, que dan cabida prácticamente a casi todas las manifestaciones de la prosa escrita no ficcional, aunque en ella no se denota siempre una voluntad artística bien definida. Así las cosas tenemos cuatro grandes géneros:
§ Géneros poético-líricos.
§ Géneros épico narrativos.
§ Géneros teatrales.
§ Géneros didáctico ensayísticos.
Por otro lado, en lo que se refiere a la subdivisión de los grupos, fruto del hibridismo que la práctica de los géneros ha supuesto siempre, la única solución solvente es la clásica distinción de E. Von Hartmann de tres grados distintos en cada género:
LÍRICO 1. lírico-lírico 2. lírico-épico 3. lírico-dramático | ÉPICO 1. épico-épico 2. épico-lírico 3. épico-dramático | DRAMÁTICO 1. dramático-dramático 2. dramático-lírico 3. dramático-épico |
Se trata de una distribución que intenta dar cuenta de aquellos géneros cuya configuración es mixta, y por tanto, difícil de encajar en un solo grupo
A esto podemos añadir el subtipo de los géneros didáctico-ensayísticos:
ENSAYÍSTICOS 1. ensayístico-ensayístico. 2. ensayístico-narrativo 3. ensayístico-dramático 4. ensayístico-lírico |
La lírica es la poesía que enraíza en la revelación y en la profundización del propio yo, en la imposición del ritmo, de la tonalidad, de las dimensiones y todas las demás características de este yo a toda realidad. Por consiguiente, la lírica no representa el mundo exterior ni la interacción de éste con el hombre, como lo hacen la narrativa y el drama; al lírico le es imposible alejarse de su interior o, en palabras de Pessoa, otrificarse. Para el lírico, el mundo exterior solamente es valido a través de la interiorización.
El acercamiento al texto literario no se debe hacer desde el punto de vista de la acumulación de recursos, sino como una construcción, una forma integrada. Un texto, según Lotman, tiene una estructura, un límite espacio-temporal y una jerarquía interna de sus componentes. En el caso del poema, lo más evidente a simple vista es la delimitación construida sobre los signos gráficos y los estrófico-rítmicos pero, además, tiene una estructura y por el establecimiento de una jerarquía interna de dependencias.
Los formalistas rusos abogan por la necesidad de una retórica de la composición discursiva y postulan la necesidad de distinguir entre metro y ritmo, llegando a la elaboración del concepto de patrón o impulso rítmico. Los formalistas defienden que el metro no es la causa del ritmo (como decía la métrica tradicional), sino su consecuencia. El impulso rítmico es uno de los componentes de la estructura interna del discurso poético, pero tambien lo son los propios versos, las rimas, los tropos, las figuras, etc.
El discurso lírico se define como discurso recurrente alrededor de un eje de recurrencia constructivo. Para Jakobson en poesía existe un sistema de correspondencias continuas a muchos niveles: en la composición y la ordenación de las construcciones sintácticas, en la composición y ordenación de las construcciones sintácticas, en la composición y ordenación de las formas y categorías gramaticales, en las de los sinónimos léxicos… en fin, en las de las combinaciones de sonidos y de los esquemas prosódicos. Elementos que en la retórica lineal u horizontal eran fenómenos aislados (aliteración, isocolon, anáfora, antitesis, etc.) adquieren un nuevo significado al ser leídos tabularmente.
Existen dos modelos explicativos de la recurrencia del discurso poético:
· El emparejamiento es un fenómeno que otorga cohesión y representa un principio estructurador del lenguaje poético. Según Levin, los emparejamientos pueden definirse como la colocación de elementos lingüísticos equivalentes en posiciones tambien equivalentes o, inversamente, el uso de posiciones equivalentes como engaste de elementos fónicos equivalentes.
· Según Greimas, la isotopía es el conjunto de categorías semánticas redundantes que hace posible la lectura uniforme de una historia tal como resultado de las lecturas parciales de los enunciados después de resolver sus ambigüedades.
En definitiva, la lengua literaria de la lírica ya no puede solamente describirse como adición de recursos, figuras y tropos, sino como un constructo estructurado en el que es fundamental la estructuración en jerarquías internas y relaciones de dependencia.
3. LOS RASGOS DE LA LIRICA.
Los rasgos diferenciales de la lírica respecto a los demás géneros literarios:
a) La brevedad, desde el punto de vista histórico, porque se componían para acompañar con su canto actividades de poca duración, desde el punto de vista de su propia naturaleza lo importante no es la extensión, sino la intensidad de la conmoción que se produce en el interior del poeta.
b) La carencia de historia. En la lírica si existen las figuras, pero casi nunca se alude a situaciones temporales o espaciales y cuando se hace, jamás representan un soporte para una trama, sino de aspectos simbólicos sobre los que extender la sugerencia, la insinuación y el estimulo creativo.
c) Predilección por la instantánea. La función del poeta no es una argumentación coherente, sino la acumulación de sugerencias organizadas para profundizar en el único tema central.
d) Profundización. No existe la horizontalidad del drama o de la novela, sino la verticalidad en la emoción.
e) Función poética del lenguaje. En el género lírico es donde esta función prevalece por antonomasia, puesto que una parte de su estructura se basa en la adquisición de valor estético del sonido, de las palabras y de las oraciones, más que en la evocación de una realidad extraverbal.
f) Generalidad de versificación. Aunque no sea imprescindible la métrica, la mayor parte de la lírica se halla escrita en forma versificada, ceñida en mayor o menor medida a unas formas reglamentadas.
g) Ritmicidad. Estrechamente ligada con el verso, suele encontrarse la ritmicidad de la poesía lírica, aunque pueda evidenciarse tambien en la prosa.
h) Oralidad. El texto lírico nace con vocación de ser percibido mediante el oído, como forma más adecuada a su naturaleza rítmica y musical.
i) Musicalidad. El ritmo es una parte de la musicalidad y ésta no sólo se basa en la recepción periódica de grupos de tónicas y atonas, sino tambien en la melodía, la suavidad o dureza de las consonantes, las onomatopeyas, etc.
4. GÉNEROS LÍRICOS.
4.1. Visión general: Se suele distinguir entre una lírica cancioneril y sociable y otra, fonológica e intimista:
· La lírica cancioneril es la más antigua y se origina con la costumbre de cantar durante las actividades colectivas. Muy al principio ello se plasma de forma artística en la lírica coral griega y en el acompañamiento de las recitaciones con la lira, la citara o la flauta. En relación con este origen, es comprensible, pues, su recepción auditiva y no visual y que, a menudo, sea presentada por coros o grupos, de donde su abundancia de dialogización. Su temática comprende todos acontecimientos de la vida social, desde la cuna hasta la muerte, pasando por el trabajo, el amor, la guerra, las fiestas, etc. Su lenguaje es sencillo lo que influye en el léxico, la métrica y la sintaxis y hasta en la brevedad de su extensión, abundando los elementos de iteración, como los estribillos, el ritmo y las rimas, y el tono suele ser ligero, lúdico o satírico. Como su función es la de incitar al esfuerzo colectivo, tiene un carácter socializante, por lo que contrasta con el hermetismo de la poesía intimista.
· La lírica monológica o intimista es más subjetivista, individualista. Nace y renace siempre que se exalta el yo, como en el Idealismo y el Romanticismo. Se tiene afán de originalidad y de innovación, y siempre que se va en contra de lo establecido y de los modelos tradicionales. Es difícil de caracterizar con trazos esquemáticos uniformes y homogéneos. Aunque se cultivan formas tradicionales como la elegía, la oda, el himno, el epigrama, la gran mayoría de las composiciones pretenden ser originales. La concepción general es intimista. En lo temática lo abarca todo, desde la intrascendencia cotidiana a las más osadas reflexiones sobre los temas más profundos, pasando por lo insólito, lo lúdico o lo burlesco. En su lenguaje, coexisten las fórmulas convencionales más osadas hasta la renuncia al lenguaje coherente.
A pesar de que sea el género literario más antiguo, por tener un sentido individual y único, la lírica es el género literario más difícil de clasificar. Un modo de hacerlo es acercarse al problema mediante la distinción entre las tres actitudes líricas de las relaciones entre el yo y el mundo, postuladas por Kayser:
a) El yo del poeta contempla el mundo exterior, lo siente y lo interpreta y se expresa con una actitud que se podría considerar como enunciativa lírica. Da lugar a poemas que ofrecen la objetividad (un hecho, un paisaje, una idea, etc.) ante la que ha vibrado el poeta. Hay varias sub-formas: cuadro (expresión del sentimiento del poeta ante lo que contempla y del objeto contemplado), idilio (cuadro pequeño, forma poética breve que interpreta idealmente un aspecto de la naturaleza), égloga (aún de tipo bucólico o pastoril, se trata de un poema de mayor extensión), epigrama (expresa con brevedad, precisión y agudeza una única idea o pensamiento principal, generalmente de modo satírico o festivo), epitalamio (de porte corto, se dedica al deseo de felicidad y toda clase de buenaventuras a los recién casados), poemas lírico-narrativos, los lírico-filosóficos, las epístolas y las formas mixtas (fábulas, baladas y romances).
b) El yo poeta establece un dialogo con un tú personal, en actitud de apostrofe lírico. Este tipo presenta el tú en la conciencia del poeta y esta personalidad es la que desencadena la situación, la emoción, el afecto, etc. que se pueden matizar por el tono que manifieste el poeta ante el tú (elogioso, doloroso, etc.) y el tipo de tú de que se trate (una persona, una divinidad, unas fuerzas superiores, etc.), produciéndose diversas variantes:
Ø Oda: el poeta, henchido de entusiasmo, canta la vida de los seres humanos con grave entonación o tono placido y sereno, elogiando la amabilidad, el merito, la belleza…
Ø Himno: es la variante dedicada la tu de las fuerzas superiores, el triunfo de unos atletas, los ideales de un pueblo, el valor de los soldados, etc. Su tono es profundo y solemne. Destacan el ditirambo, cantando en las bacanales, el epinicio, dedicado al vencedor en las olimpiadas, el salmo, de naturaleza religiosa, etc.
Ø Madrigal: el tú es una persona y se trata de una poesía afectiva y delicada, que canta al amor o a la gracia.
Ø Sátira: poema generalmente con carácter critico, humorístico o cómico, que canta al amor o a la gracia.
Ø Elegía: poema surgido ante el estallido de dolor que causa la desgracia o la muerte de seres queridos.
Ø Dolora: composición sentimental y afectuosa, que evidencia la enseñanza de la vida y los azares del corazón
c) El yo del poeta se ha fundido en el tu-mundo y se expresa en una profunda emoción intima, produciendo la forma que se suele denominar canción, que encierra lo más hondamente lírico, subjetivo y sintético al anular la alteridad del eso y del tu y quedar solamente el poeta a solas con sus esencias. Los distintos poetas usan en los títulos de sus canciones otros nombres como poema, rimas, soneto, etc. lo que contribuye a dar mayor complejidad a su tratamiento.
4.2. Repertorio de los géneros más importantes.:
1. AFORISMO: Su rasgo definitorio es la extrema brevedad que no excede a la de una o dos oraciones, pero son notas conceptuales de gran importancia su carácter independiente y acabado, no se puede aislar una frase de un texto y convertirla sin mas en aforismo. El lenguaje de su elaboración es cuidadoso y cada palabra se sitúa en el sitio estratégico para producir el máximo efecto sugestivo y estético, se dice mucho con pocas palabras, de modo original y claro.
2. CANCIÓN:
· Canción popular o tradicional. Los rasgos comunes son la sobriedad y sencillez de los sentimientos y de su expresión. Es bastante frecuente la forma dialogada de contraste de opiniones. La sintaxis es sencilla y suelta, con yuxtaposición de sintagmas y juegos de palabras, adjetivación reiterada, paralelismos, etc. La métrica es variable, pero casi siempre de arte menor y abundantemente, en octosílabo. Son frecuentes los esquemas ternarios con un estribillo inicial (cabeza, letra o tema), un desarrollo (estrofa) y un cierre en forma de inicio, regresando a uno o varios versos de la cabeza. La temática es rica, con predominio del amor.
· Canción culta o petrarquista. Lo fundamental es su tono intimista, individualista, hermético, elitista y subjetivo. Suele ser mas larga que la popular, pese a su brevedad. Su métrica, variable tambien, esta mas preceptuada por las reglas. Un esquema típico es de entre 5 a 10 estancias de un numero indeterminado de versos de 11 y 7 silabas y una rima a elección del poeta, dejando suelto el primer verso generalmente (establecido el esquema estrófico, este se repite hasta la estrofa final, envió o tornata. El léxico es más selecto. La sintaxis es más compleja y recursos retóricos más sofisticados. Generalmente, cada estrofa se dedica a tratar un aspecto del tema, que suele ser el amor, muchas veces en forma de confesión.
3. EGLOGA: Se caracteriza por ser un cuadro campestre idílico, una especie de poesía costumbrista de la compenetración del hombre con la naturaleza. Se escribe en prosa y verso. Hay elementos narrativos, sobre todo al principio y al final. El estilo, el léxico y la sintaxis se adaptan al ambiente y a las figuras (labradores, pastores, pescadores, cazadores, etc. con gran cultura y rodeados por un ambiente idílico y bucólicos: locus amoenus. La temática versa sobre la vida campestre y su relajante tranquilidad, lejos del ruido de la ciudad, trasunto del beatus ille de Horacio o del Menosprecio de corte y alabanza de aldea de A. de Guevara.
4. ELEGIA: Adrados: la elegía es por antonomasia la poesía de la exhortación y de la reflexión sobre temas muy diversos. Se ha ido especializando en el misterio de la muerte, aunque no es su único tema. Su única constante estructural es su brevedad.
5. EPIGRAMA: Se crea a partir de una vivencia personal o de una cita ajena, que desemboca en una conclusión ingeniosa (único rasgo común). Abunda el tono sentencioso y con desenfado e ironía. La temática es inicialmente la loa y la alabanza.
6. HIMNO: Se caracteriza por su solemnidad, su sublimidad y la conmoción. Hay un sujeto lírico nosotros que se dirige a tu lírico. Sus elevadas motivaciones determinan el léxico y la sintaxis.
7. ODA: Tiene estrecha relación con la música, ya que en su origen era parte de la lírica coral griega. Su versificación es variable. El léxico es elevado, solemne y, a veces, festivo para corresponder con el tono apasionado. La temática, más concreta y próxima al poeta, es muy variada.
8. POEMA ESCÉNICO: Es de carácter lírico-dramático, tono satírico, tragicómico, burlesco, etc. representable de modo natural y sobrio. Predominan los endecasílabos y octosílabos. El lenguaje y la sintaxis deben simular la comunicación conversacional, dialogada, con exclamaciones, etc. No hay limitación temática.
9. SONETO: El originario, de Jacopo de Lantini, combina ocho endecasílabos con rima alterna (ABABABAB) y otro grupo de seis, con dos o tres rimas distintas en un solo bloque o en dos o en tres. A partir de Petrarca y Dante, se desarrolla en dos cuartetos (ABBA, ABBA) y dos tercetos con mayor flexibilidad de rima (CDE, CDE; CDC, CDC), constituyendo este tipo el soneto más clásico, a partir del cual se desarrollan muchas modificaciones. En general, mientras se conserve el numero de catorce versos, todo es posible; surgen los sonetos de alejandrinos, los de doce versos más un dístico (usados por Shakespeare); el soneto de arte menor con octosílabos y heptasílabos. A veces, los cuartetos se convierten en serventesios (ABAB). El lenguaje, estilo y temática se caracteriza por la variación es máxima.
5. APÉNDICE.
Aquí va la clasificación y la caracterización del género que viene en el TEMA 36.