TEMA 1: EVOLUCIÓN DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL EN EUROPA : DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN Y DEL MODELO MÉDICO A LA NORMALIZACIÓN Y AL MODELO PEDAGÓGICO.
Comenzaremos el tema destacando que la atención y consideración que por parte de la sociedad se ha prestado a las personas que presentaban algún tipo de discapacidad (física, psíquica o sensorial) ha estado en permanente cambio a lo largo de la historia, experimentando importantes y sustanciales transformaciones. Existen muchos indicadores que confirman la existencia de estos cambios.
En este sentido se puede afirmar que, al menos en la cultura occidental, se ha pasado de la era de la institucionalización, predominante desde el siglo pasado a la primera mitad del actual, a la era de la normalización propia de las dos últimas décadas de este siglo. Estas dos etapas responden a una actitud determinada que se corresponde con dos modelos: el médico y el pedagógico , respectivamente.
En el tema, expondremos los antecedentes de la E.E. posteriormente analizaremos estas dos etapas, sus modelos y los momentos de transición, entre ambas. Para terminar, concretaremos los principios que regulan la Educación Especial en la actualidad, el principio de normalización y el de integración.
A continuación paso a exponer los
ANTECEDENTES DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL:
Si hacemos un recorrido por la historia de las civilizaciones y nos remontamos a la Antigüedad Clásica como punto de referencia, conocemos por el tratamiento que reciben, que las personas con discapacidades no tenían consideración social. Es más, se les consideraba seres que no merecen vivir y que eran arrojados por el Monte Taigeto en Esparta o la Roca Tarpeia en Roma. No obstante, desde la filosofía, la medicina, la literatura o la leyenda, se intenta establecer una causa y también una especie de diferenciación entre los distintos perfiles que se encontraban en estas personas. También junto a un diagnóstico diferencial parece encontrarse, incluso en el Talmud (escrituras hebreas) cierta respuesta a la diversidad: “No equipareis al sordo y al mudo en la categoría de los idiotas o de aquellos individuos de irresponsabilidad moral, porque pueden ser instruidos y hechos inteligentes”(citado por Perello).
Ya en la Edad Media, aquellos que de algún modo eran considerados anormales, eran olvidados, rechazados e incluso temidos.
Se va configurando así un concepto de la anormalidad y del defecto que conduce al rechazo social, al temor y hasta la persecución, tanto por parte de los poderes civiles como religiosos, por confundirlos con locos, herejes, embrujados, delincuentes, vagos, maleantes.
El paso al Renacimiento trae consigo un trato más humanitario hacia el colectivo de personas marginadas en general. Desde las órdenes religiosas se da un paso adelante al considerar a los deficientes como personas, si bien con los deficientes sensoriales que con los mentales.
Hasta prácticamente el siglo XVIII no podemos hablar de la existencia de una Educación Especial propiamente dicha, anteriormente las personas deficientes estaban condenadas a la mendicidad, a la miseria y, en muchos casos, a la muerte. Pero, esta situación generalizada no impide que existan iniciativas particulares en pro de la Educación Especial.
No obstante, las primeras iniciativas dentro de la Educación Especial, las encontramos en el campo de la educación de los sordos. Es en el siglo XVI cuando Ponce de León escribe un libro sobre la educación de los sordomudos. En el siglo XVII Pablo Bonet escribe “La reducción de las letras y el arte de enseñar a hablar a los mudos”. Ambos proponen métodos orales puros para la educación del niño sordo. Ya en el siglo XVIII L´Epée funda una escuela para sordomudos de carácter público, que más tarde se convertiría en el Instituto Nacional de Sordomudos, e inventa el lenguaje de los gestos. Su influencia es decisiva para el cambio de la enseñanza de sordos, que pasa de ser privada a pública.
Será durante el siglo XVIII cuando encontremos iniciativas organizadas para atender a los niños con discapacidades:
n Se funda en París la primera escuela para niños ciegos. Un alumno de esta institución fue Luis Braille (s.XIX) que inventó el alfabeto que lleva su nombre.
n El hallazgo de un niño salvaje en el bosque de Aveyron dió lugar a que Gaspar Itard diseñara un programa educativo, recogido en el libro “El niño salvaje de Aveyron”. Itard no logró convertir a Víctor en una persona normal, pero demostró que un programa sistemático de entrenamiento es efectivo en algunos casos. Un discípulo suyo, Seguin, escribió “Método Fisiológico” el primer tratado sobre deficiencia mental, el objetivo del cuál es el desarrollo de habilidades motoras y manuales.
A continuación paso a exponer
El período de la institucionalización y el modelo médico-clínico:
A partir del siglo XIX encontramos tres etapas dentro de la Educación Especial:
n La etapa de las Instituciones
n La etapa de la Educación Especial (Centros específicos)
n La etapa de la normalización
Poco a poco la sociedad toma conciencia de la necesidad de atender a las personas con deficiencia, aunque esta atención se concibe de forma asistencial no educativa.
Las instituciones se construyen a las afueras de las ciudades, con verjas y jardines. La creación de las instituciones tranquilizaba la conciencia colectiva; se estaba proporcionando cuidado y asistencia, sin que la presencia de los discapacitados ofendiera a la comunidad. La sociedad, que ha hecho un esfuerzo económico para construir y dotar a las instituciones, lo hace en cumplimiento de un deber religioso, como consecuencia de ello se adoptan nombres religiosos para estas instituciones.
Existe además, la idea de que es necesario proteger a la sociedad de lo no normal, al tiempo que se cree igualmente beneficioso para estas personas, el alejarles de los peligros de la sociedad. Consecuencia de estas actitudes, el deficiente es discriminado, segregado y acogido en instituciones, en las que en principio se acogen a personas con discapacidades heterogéneas.
De esta etapa se destacan especialmente el importante cambio experimentado por la sociedad, los trabajos desarrollados por distintos médicos y educadores que demuestran la educabilidad del discapacitado. De este modo, ya en el siglo XVIII se empieza a hablar de la Educación Especial.
Con el nacimiento de los nuevos métodos de valoración de la inteligencia y la importancia adquirida por la función diagnóstica dentro de la Psicología, se organiza una atención para las personas con deficiencias, basada en aspectos médico-asistenciales y de adiestramiento. Desde este modelo, las deficiencias siempre tienen una causa biológica innegable aunque, a veces, oculta. Le interesa conocer que alteraciones presenta el sujeto y de que tipo son. Se añade muy poco a la labor rehabilitadora y sanadora. Las consecuencias del uso de este modelo, llevan a etiquetar a los alumnos y se consolida una red de centros paralela a la ordinaria.
Para concluir la etapa de la institucionalización podemos destacar dos ideas, la primera , que la Sociedad progresivamente toma conciencia de la necesidad de atender a las personas con deficiencias, pero tal atención se concibe generalmente en términos asistenciales y no como un proceso educativo y de desarrollo personal. Y la segunda, que la actitud se debe a que el modelo teórico y terapéutico imperante era el modelo médico, que trataba a las deficiencias desde la perspectiva de enfermedad y curación.
Paso a desarrollar
Los momentos de transición entre las dos etapas principales, la cual la podemos considerar la Etapa de la Educación Especial en Centros Específicos.
A finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX se produce un cambio importante en la concepción teórica y práctica de la atención de los discapacitados , los centros no tienen un objetivo meramente asistencial, sino educativo. El niño deficiente puede ser educado y puede aprender.
Pero los centros se van a ir especializando en función de los tipos de discapacidades que atienden (ciegos, sordos, deficientes mentales…). Por lo que asistimos a la proliferación de centros específicos con características diferentes, según el tipo de discapacidad. Empieza así la educación segregada.
Entre los factores que contribuyen a la proliferación de estos centros encontramos:
1. La aparición de la Psicología Evolutiva como disciplina científica. El conocimiento del niño y de su comportamiento en las distintas edades, influyó en un movimiento pedagógico renovador como fue la Escuela Nueva. Autores destacados de este movimiento como Montessori y Decroly renovaron los métodos pedagógicos de los niños normales como consecuencia de su preocupación por los niños discapacitados. Los principios que defiende este movimiento son:
n Individualización de la enseñanza.
n Paidocentrismo
n Aprendizaje activo y por descubrimiento.
n Respeto a la libertad y dignidad del niño
2. El desarrollo de una nueva rama de la Psicología preocupada por la medición de la psique, la Psicometría. El desarrollo y utilización de instrumentos de medición o test permite realizar una clasificación de los sujetos, según sus capacidades.
El concepto de edad mental y coeficiente intelectual permitió clasificar a los sujetos en: decientes mentales (profundos, severos, ligeros), normales y superdotados. Todo ello permitió realizar programas educativos y organizar los centros en función de las características del niño.
Decroly fue uno de los pioneros en la utilización de los test mentales, como instrumento para organizar los alumnos en clases homogéneas. Propuso la creación de aulas para niños retrasados, normales y aventajados.
3. La influencia de la teoría de Taylor en la organización escolar. Defendía que la eficacia en la organización depende de la organización científica del trabajo. El trabajador debe realizar aquellas actividades para la cuáles tiene una especial habilidad; esto permitirá un a mayor satisfacción del mismo, pues se consigue un mayor rendimiento con un menor esfuerzo y fatiga del trabajador. Se propugna la utilización de los sistemas de selección del personal, basados en las capacidades y habilidades de los sujetos.
En el marco escolar de la organización escolar en grupos homogéneos ( con la misma capacidad) permite diseñar las actividades de enseñanza – aprendizaje adecuadas para ellos y que los docentes se especialicen en la enseñanza de los niños con diferentes discapacidades.
El criterio fundamental de esta organización se basa exclusivamente en el criterio de la eficacia en el trabajo, en este caso, en las tareas de enseñanza – aprendizaje.
4. La extensión de la escolarización en la población infantil y en algunos países la obligatoriedad de la educación de los niños deficientes, sobre todo de niños ciegos y sordos.
Esta extensión de la escolarización permite detectar una serie de niños que tienen una dificultad para seguir el ritmo de aprendizaje de sus compañeros. Estos niños no tenían grandes minusvalías, pero presentaban un aprendizaje anómalo ya que no aprendían a leer ni sabían las nociones elementales de cálculo. Por otra parte al hacerse graduada la enseñanza, estos niños no pueden adaptarse al nuevo sistema escolar. Por lo que se hizo necesario fundar escuelas especiales para atenderlos adecuadamente.
Así la educación especial empieza a organizarse como un subsistema educativo, dentro del sistema general de enseñanza, para proporcionar una educación adaptada a los niños con diferentes discapacidades, mediante programas específicos.
Proliferan escuelas para todo tipo de niños discapacitados, ciegos, sordos, deficientes mentales, autistas, paralíticos cerebrales, con dificultades de aprendizaje…
Por último voy a exponer La etapa de la normalización y el modelo educativo.
En la década de los 70, se dan una serie de factores que cuestionan los supuestos de los servicios de atención a los deficientes. Entre los que nos encontramos:
– Los avances experimentados por la Biología, Medicina, Psicología y Pedagogía, que ofrecen perspectivas más optimistas sobre la capacidad de aprendizaje y desarrollo de las personas deficientes.
– La progresiva implantación de otros modelos de prestación de servicios a las personas deficientes ofrecidos por las comunidades donde viven y no en instituciones separadas y exclusivas para determinados sectores de la población.
– La toma de conciencia por parte de la sociedad, en general, de la baja calidad y la deshumanización existente en las grandes instituciones para deficientes y del progresivo incremento de los costes económicos para mantenerlos. Relevante es el artículo de DUNN, publicado en la revista “Exceptional Children”, titulado “¿Se puede justificar realmente una educación especial para los deficientes mentales moderados?“, en él expresa su disconformidad con las prácticas pedagógicas usuales a las que considera moral y educativamente incorrectas.
– Las investigaciones sobre las actitudes negativas de la comunidad hacia los sectores marginados muestran la responsabilidad que tales comportamientos tienen en el origen y mantenimiento de la marginación misma.
– La Declaración de los Derechos Generales y Especiales del deficiente mental , (adoptada el 24 de Octubre de 1966 en la Asamblea de la Liga Internacional de Asociaciones protectoras de Deficientes Mentales, durante el IV Congreso Internacional celebrado en Jerusalén, y asumido pro la ONU, el 20 de diciembre de 1971 ), que reconoce los derechos de los deficientes a una atención médica y recuperación física adecuada, a una educación que les permita desarrollar al máximo sus aptitudes y a una seguridad económica.
– El desarrollo del asociacionismo de padres. Este movimiento defiende los derechos de las personas como deficiencias como seres humanos.
– Los nuevos principios e ideales a la hora de abordar la atención a sujetos con deficiencias: los principios de normalización, integración, sectorización e individualización.
En el campo de la atención especial a los discapacitados. Dinamarca en 1959, de forma incipiente empezaba a incorporar a su legislación sobre deficiencia mental, el concepto de normalización, enunciado por primera vez por Bank–Mikkelsen: se pretendía potenciar desde la Administración danesa, el desarrollo de una existencia lo más normal posible para el deficiente. En estos inicios se ponía especial énfasis en los resultados que se deseaban conseguir, más que en los métodos o procedimientos a utilizar.
En 1969, Suecia asumía y desarrollaba en su legislación el principio de normalización propuesto por Bank-Mikkelsen ocupándose principalmente de los aspectos metodológicos para su implantación.
A finales de la década de los 60, el concepto de normalización se fue extendiendo y ampliando por los distintos países de Europa y América, a la vez que coincidía con los movimientos de renovación pedagógica que defendían una escuela capaz de dar respuesta a las necesidades individualizadas de los alumnos. En Canadá, el Instituto Nacional sobre Deficiencia Mental publicó el primer libro sobre normalización, en el que Wolfensberger definía el término como: el uso de los medios lo más normativos posibles desde el punto de vista cultura, para establecer y/o mantener comportamientos y características personales que sean de hecho lo más normativas posibles.
Junto a estos avances en el campo de la atención normalizada a los deficientes, merecen especial mención las experiencias de integración (en el sistema educativo ordinario) de alumnos con necesidades especiales, llevadas a cabo por Inglaterra, Italia y Estados Unidos, países que cuentan desde los inicios de los años 70 con una legislación avanzada y que han ayudado a potenciar inciativas e investigaciones tanto en su propio país como en el resto de países occidentales.
En España, como en el resto de los países latinos, los movimientos de renovación psicopedagógica y el modelo humanista han inspirado la integración escolar, desde los inicios de los años 60. Existen abundantes revisiones que ponen de manifiesto el sustancial cambio que ha experimentado nuestro marco legal. Así, por ejemplo, según la legalidad vigente es inconstitucional que existan alumnos en edad escolar obligatoria sin escolarizar. El derecho a la educación de todos los ciudadanos se encuentra recogido en el artículo 27 de nuestra Constitución de 1978, no contemplándose ninguna excepción: igualmente recoge en el artículo 49 la obligación de los poderes públicos de promover una política de integración de los ciudadanos con minusvalías en todas las áreas sociales y, por lo tanto, también en el terreno educativo.
En la misma línea surge el Plan Nacional de E.E: (1979) con el fin de paliar los principales problemas que planteaba la Educación Especial. En dicho Plan se incluyen referencias a los principios de normalización de servicios (incluso el de integración escolar), sectorización de la atención educativa e individualización de la enseñanza.
Posteriormente, en 1982 se promulga la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI) de 7 de abril que constituye el instrumento normativo básico, mediante el cual el Estado español ha desarrollado las previsiones constitucionales sobre integración social de los disminuidos físicos, psíquicos y sensoriales, al tiempo que incorpora a nuestro ordenamiento jurídico las declaraciones y resoluciones organizaciones internacionales relativas a derechos de protección de los minusválidos.
Tanto en el denominado territorio MEC como en las diferentes Comunidades Autónomas con competencia educativa se ha llevado a cabo un profundo desarrollo normativo. En el área de competencia del MEC es el R.D. de ordenación de la Educación Especial de marzo de 1985 el encargado de desarrollar la LISMI. Este R.D. se caracteriza por realizar un importante avance a favor de la normalización.
Posteriormente, la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) promulgada en 1990, se convierte en un importante refuerzo de la integración de los alumnos con NEE. Puesto que propugna un modelo de escuela abierto a la diversidad y lo suficiente flexible para ofrecer la respuesta educativa más ajustada a cada alumno.
Por último, el RD 696/1995, 28 de abril, de ordenación de la educación de alumnos con NEE, viene a regular los aspectos relativos a la ordenación, planificación de recursos y organización de la atención educativa a alumnos con NEE.
En el sistema educativo, la atención a las n.e.e. está regulada
En esta etapa de la normalización, que arranca fundamentalmente de 1959 en Dinamarca, se desarrolla presidida por un nuevo modelo educativo. En el que los alumnos con necesidades educativas especiales verán ajustados los tratamientos educativos para que puedan llegar al máximo desarrollo personal. De este modelo se desprende toda la nueva concepción de la educación especial, de los alumnos con necesidades educativas especiales y de las estrategias educativas más adecuadas a los sujetos con tales necesidades: las adaptaciones curriculares. Por tanto se deduce que hoy en día la educación especial forma parte de la educación general.
Los Principios que Rigen los cambios que se están produciendo en la educación especial en los diversos países son dos fundamentalmente: el de NORMALIZACIÓN Y EL DE INTEGRACIÓN.
Comenzaremos hablando el de NORMALIZACIÓN: aunque en sus orígenes el principio de normalización se aplicó para referirse a mejorar las situaciones educativas, sociales, personales y profesionales de los deficientes mentales; este principio no se circunscribe a la deficiencia mental. Puede y debe aplicarse a toda persona afectada por otros tipos de discapacidad y también a sectores y grupos marginados y minoritarios.
Conforme a este principio de normalización, las personas con NEE, no deben utilizar, ni recibir servicios excepcionales más que en las situaciones y casos estrictamente imprescindibles, beneficiándose en la medida de lo posible, del sistema ordinario de prestaciones generales de la comunidad. En el terreno educativo, la normalización indica la necesidad de no ofrecer servicios y recursos didácticos específicos, salvo excepcionalmente en el caso de que no puedan beneficiarse de los ordinarios. El principio de normalización introduce la integración escolar y da pie a un nuevo concepto de Educación Especial.
Con el principio de normalización se consigue que las personas con NEE se beneficien de los servicios y los recurso ordinarios siempre que sea posible; el siguiente paso , es conseguir que puedan participar activa y responsablemente en todos los sectores de la vida social, situación que persigue el PRINCIPIO DE INTEGRACIÓN.
Si conducimos el principio de integración hacia el terreno educativo, la podemos definir como: “El proceso a través del cual el ACNEE participa en la escuela ordinaria y es atendido educativamente en la misma mediante la provisión de los recursos didácticos necesarios para alcanzar con éxito los objetivos propuestos en el proceso de enseñanza-aprendizaje”.
Ahora bien, los principios de normalización, integración y sectorización se concretan en el capítulo V de la LOGSE (Ley 1/90) donde se habla de l atención a los alumnos con n.e.e. Esta norma encuentra su desarrollo en el decreto antes mencionado (696/95).
Por otra parte la atención a estos alumnos exige la definición y concreción de sus rasgos diferenciales mediante la denominada evaluación psicopedagógica y el posterior dictamen de escolarización (O.M. 14 de febrero de 1996). A partir de aquí la atención y escolarización pretende que los alumnos desarrollen sus capacidades dentro del sistema educativo ordinario (principio de normalización).
La integración va a suponer un cambio radical de las condiciones en las que tiene lugar el proceso educativo de los alumnos con discapacidades respecto a las etapas anteriores.
La integración escolar en algunos países europeos, en 1995, el Real Patronato de educación y atención a deficientes hizo público el documento: Integración escolar de los deficientes: Panorama Internacional. En él, se recogen distintos aspectos sobre la integración de los alumnos con necesidades educativas especiales. Dadas las características del tema nos centramos en los países europeos. En Francia, por ejemplo, existe un sistema educativo flexible y articulado entre cuyas soluciones se encuentra la integración, al tiempo que reconoce la importancia de los servicios y los apoyos a los alumnos con NEE dentro y fuera del centro. Por su parte Inglaterra, a raíz de la Ley de Educación de 1981, establece que las Autoridades Locales son las encargadas de proporcionar la Educación que precisan los niños con necesidades educativas especiales, requiriendo de servicios de educación especial para responder a sus necesidades. En Italia, la legislación actual reconoce la integración de forma generalizada, Por último, en Suecia, sobre las bases de normalización e integración se establece el actual marco educativo del deficiente.
La LOCE, Ley 10/2002 en su capítulo VII continúa con los planteamientos de la LOGSE manteniendo los principios de la integración establecidos en la LISMI dentro del nuevo sistema educativo. En Asturias la organización de estos alumnos dentro del sistema educativo está regulado por la resolución de 6 de agosto de 2001 y de 27 de mayo de 2002.
Para concluir, haremos una síntesis de los aspectos fundamentales del tema:
En este tema hemos tratado de ofrecer la evolución que el concepto de E.E. ha tenido hasta el momento actual, lo cual implica un cambio terminológico además de conceptual. Por esto, empezamos el tema hablando de los antecedentes históricos, en los que más bien se va hacer referencia a los pioneros de la E.E., entendida como atención a personas con algún tipo de deficiencia sobre todo sensorial. Sigue la complejización del proceso en cuanto que aparece ya como fundamento de esta atención la colaboración medicopsicopedagocia como intervención directa en personas con diferentes tipos de deficiencia mental, física o sensorial en diferentes instituciones, junto al que empiezan a recibir los retrasos escolares en el medio normal. Puede hablarse ya de la configuración de un corpus científico, una disciplina o un modo de intervención, que es la Pedagogía Terapéutica, en la que se considera el tratamiento medicopsicopedagógico y social en los diferentes grupos de deficiencia en diferentes centros especiales y con diferentes profesionales altamente especializados.
Coincide la aparición y generalización del término de Educación Especial frente al de Pedagogía Terapéutica con el paso de la frontera de la segregación a la normalización. Además, junto al concepto de E.E. en sentido restringido se perfila el concepto de E.E en sentido amplio, que incluye alumnos que en la escuela ordinaria presentan problemas del aprendizaje o problemas de la conducta, con lo cual se amplía el radio de acción no sólo a los centro de educación especial sino a los de educación ordinaria. A partir de este momento, hablar de educación especial es hablar de de integración escolar, de una nueva filosofía, de toda una constelación de servicios de apoyo a la escuela, de todo un marco legal que se mantiene vigente hasta el momento actual, de una educación adaptativa inmersa en el sistema educativo general.