GONZALO DE BERCEO. ARCIPRESTE DE HITA.
El mester de clerecía.
Desde las primeras décadas del siglo XIII empieza a imponerse y establecerse la literatura en lengua vernácula. La Chancillería Real de Castilla, con la subida al trono de Fernando III en 1217, elevará el romance castellano a la categoría de lengua oficial paulatinamente, sustituyendo en cartas y documentos oficiales al latín.
El prestigio que irá adquiriendo la lengua romance castellana hará que sea cultivado por los clérigos en el nuevo mester de clerecía. Así, esta es la época en la que la prosa didáctica alcanzará un gran florecimiento (además de las obras del mester, las traducciones de otras lenguas (el árabe, por ejemplo) empiezan a hacerse directamente al castellano saltando el latín.
Existe una literatura religiosa y didáctica como las colecciones de ejemplos y algunos sermones, todos en lengua vernácula. También encontramos traducciones romances de la Biblia a las que la Iglesia no se opuso. Aparecen también las primeras colecciones de milagros marianos, tanto en castellano (Berceo), como en galaico-portugués, ya en el último tercio del siglo con las Cantigas de Santa María de Alfonso X.
No es ajeno a este surgimiento de la escritura en lengua castellana el Concilio IV de Letrán que favorece la predicación al pueblo en lengua vernácula. Lo cierto es que excepto clérigos y monjes, pocos entendían el latín hacia 1200 y carecía de sentido en obras de carácter didáctico, moral o religioso seguir escribiendo en una lengua ignorada por la mayor parte de la población.
Se conoce por mester (ministerio o servicio) de clerecía (realizado por clérigos, sinónimo de hombres cultos en aquella época) al conjunto de obras poéticas de los siglos XIII y XIV que posee unos determinados rasgos comunes como son el de una configuración narrativa, un tratamiento didáctico de los temas con preferencia por los de carácter moral o religioso y una renovación del lenguaje poético y de las formas métricas especialmente con uso de la cuaderna vía (estrofa formada por cuatro versos alejandrinos (versos de catorce sílabas de importación francesa según Menéndez Pidal) monorrimos.
Así, el mester de clerecía se distinguirá del de juglaría no sólo por sus autores (clérigos frente a juglares) sino en la rima (anisosilábica y asonante de versos irregulares en el de juglaría) y la temática ( de inspiración oral y popular en el de juglaría frente a las fuentes escritas o clásicas por las que optará el de clerecía y que hará constar).
Tampoco podemos dejar de ver las similitudes de ambos mesteres. Los dos utilizan la misma lengua romance, se dirigen a parecido público (aunque el de clerecía busca más directamente el adoctrinamiento) y el de clerecía usa técnicas o procedimientos propios del de juglaría para captar la atención del público. Por otra parte, no debemos olvidar que Berceo se dirige a Dios como “tu juglar”.
Ronda la treintena el número de obras en castellano del mester de clerecía que utilizaron la cuaderna vía, algunas de ellas hoy perdidas y de las que no se conserva más que el título. Entre las del siglo XIII se encuentran las de Berceo (Vida de San Millán, Vida de Santo Domingo de Silos, Milagros de Nuestra Señora, etc.), el Libro de Alexandre, el Libro de Apolunio y el Poema de Fernán González. Al siglo XIV pertenecen El libro del buen amor de Juan Ruiz, el Rimado de Palacio del Canciller Ayala y La vida de San Ildefonso.
Hay estudiosos como Deyermond y López Estrada que sostienen que sólo las obras del siglo XIII son propiamente de clerecía. Menéndez Pidal en cambio afirma que las de XIV también deben incluirse bajo esa etiqueta a pesar de que las poesías del siglo XIV no usan con tanta regularidad la cuaderna vía, introducen elementos líricos frente a la predominancia de lo narrativo en el siglo XIII y su didactismo no es tan claro, sino mucho más ambiguo, como veremos en el caso del Arcipreste de Hita.
Lo que sí es común a ambos periodos es que los temas, ya sean eclesiásticos o profanos están vistos desde una perspectiva cristiana y buscan más enseñar que deleitar. La función didáctica es importante, de ahí que los autores hagan gala de su cu erudición citando en muchas ocasiones las fuentes escritas de las que parten.
El Libro de Alexendre parece ser el primer poema del mester de clerecía. Escrito en el primer cuarto del siglo XIII, se conservan dos manuscritos (uno en Madrid y otro en París) que atribuyen la obra al clérigo leonés Juan de Astorga el de Madrid y a Gonzalo de Berceo el de París. La mayoría de los críticos siguen considerando el libro de autor anónimo. El libro trata sobre la vida de Alejandro Magno con una fuerte carga moralizadora. Se busca transmitir la enseñanza de lo que es un perfecto caballero cristiano, que une en su vida las letras a las armas.
Gonzalo de Berceo.
Nace en Berceo hacia 1196. Algunos documentos del cercano Monasterio de San Millán de Suso nos muestran su firma como diácono en 1221 y en 1237 como clérigo secular. La formación de Berceo es escolástica, procedente de la tradición latina de las escuelas altomedievales y las universidades del siglo XIII, si es que estudió en la Universidad de Palencia, como apuntan algunos críticos.
La tesis de un Berceo inculto, basada en el verso del propio Berceo (“ca no son tan letrado/por fer otro latino) está desacreditada hoy en día.
Los poemas de Berceo nos han llegado en dos códices. La difusión de sus poemas fue muy limitada y los códices fueron desconocidos salvo en San Millán, Silos y su entorno hasta que en el siglo XVIII se dieron a la imprenta.
Se suele presentar a Berceo como un poeta repetidor de tópicos literarios y teológicos, de escasa originalidad, pero lo cierto es que es un autor con voluntad de estilo, que domina su arte versificador. Su condición de poeta popular y el receptor al que dirige su escritura condiciona esta en cierta medida.
Berceo se dirige a la gente común “quiero fer una prosa en roman paladino/ con el cual suele el pueblo fablar a su vecino” y finge una rústica incultura para asemejarse al juglar, pero la maestría con la que maneja el alejandrino y su capacidad de síntesis teológica distan de la condición “iletrada” a la que afirma pertenecer.
Berceo sigue con rigidez las doctrinas poéticas del mester formuladas en la estrofa segunda del Alexendre. Cómputo silábico y rima consonántica y uso de la cuaderna vía.
Su obra se ha clasificado en hagiografías, poemas marianos y obras doctrinales.
Los poemas hagiográficos buscan moralizar a sus oyentes o lectores mediante la presentación de modelos de conducta. El didactismo no está exento de una fuerte carga propagandística, especialmente en relación con el monasterio de San Millán al que se refieren tres de las cuatro hagiografías (la de San Millán, la de Santo Domingo y la de Santa Oria).
La Vida de San Millán (escrita antes de 1236) y la Vida de Santo Domingo de Silos poseen claras semejanzas narrativas. La de Santa Oria difiere en parte de las anteriores. El Martirio de San Lorenzo tiene un final abrupto, que puede deberse a la enfermedad o muerte de su autor.
Loores de Nuestra Señora es un compendio de la historia de la Salvación, ya que comienza con la caída de Adán y Eva del paraíso, relata la vida de Jesús, y llega hasta el Juicio Final en el que se dan premios y castigos para justos y pecadores. Berceo trata de destacar el papel de María junto al de su hijo en la Redención. En las últimas estrofas canta los loores de la Madre de Dios.
“Milagros de Nuestra Señora” es una obra asociada a las colecciones es una obra asociada a las colecciones de milagros que aparecen ya en prosa latina desde el siglo XI. Berceo vierte la prosa latina a verso romance cobrando más relieve los personajes y actualizando los sucesos por medio del diálogo. Los milagros que narra son ejemplos del poder de María para interceder ante Dios por sus devotos.
Otros obras de Berceo son Del sacrificio de la misa y Los signos del Juicio Final.
Arcipreste de Hita.
Pocos son los datos biográficos que conocemos de de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita. Parece que nació en Alcalá de Henares (aunque algunos estudios apuntan que podría tratarse de otro Alcalá), tal vez estudió en Toledo y que el arzobispo Gil de Albornoz le puso en prisión, donde escribió parte de su obra.
Algunos estudiosos de su obra han entendido esta prisión como alegórica o metafórica (prisión terrenal frente al cielo) la mayoría de críticos consideran que se trata de una prisión real. El poeta repite merecer sin motivo el castigo y se siente víctima de la injusticia (lo cual no sería concebido tratándose de una prisión merecida por el pecado). La vida desenvuelta del poeta corresponde a la de un clérigo ajuglarado y la ambigüedad de la obra confirmarían esta hipótesis. Por esta época la Iglesia lamentaría y condenaría la práctica habitual de la barraganía entre los hombres de la Iglesia y es muy probable que ese fuera el motivo por el que el Arcipreste fue encarcelado, ya que muchos clérigos se negaron a separarse de sus barraganas como se les conminaba desde el arzobispado de Toledo.
Ninguno de los tres manuscritos conservados que recogen el mester del Arcipreste tiene título alguno. Aunque antiguamente se le conocía como Libros de los Cantares, Menéndez Pidal le daría el definitivo de Libro de Buen Amor, ya sugerido dentro de la misma obra.
El Libro de Buen Amor es un libro escrito por un clérigo, y clérigos son sus destinatarios. Posee una estructura cerrada, con un prólogo dirigido al elemento clerical con abundancia de sentencias latinas tomadas de la Biblia y de las Horas Canónicas.
Las intenciones de la obra están abiertas a las más diversas interpretaciones por parte de la crítica, desde aquellos que destacan su valor moralizante aunque sea para encubrir una vida licenciosa hasta aquellos que ven un carácter más bien cínico e hipócrita que piadoso y moralista por parte del autor. El didactismo moral va envuelto con ironías, lo que le separa o aleja del mester de clerecía del siglo anterior.
A pesar de ser un libro misceláneo que combina lo religioso con lo profano y lo lírico con lo satírico sí podemos apreciar una unidad que sigue las peripecias del protagonista (unas veces el mismo Arcipreste y otras Don Melón) en sus aventuras amorosas.
Dichas aventuras, salvo la de Doña Endrina, vienen marcadas por el fracaso o la muerte. En uno de los episodios amorosos aparece la figura de una alcahueta, Trotaconventos, que influirá en la Celestina de Fernando de Rojas.
Intercaladas dentro de las aventuras del narrador aparecen 32 fábulas de carácter didáctico y de variada procedencia (árabe, latina, francesa) que convierten al Arcipreste en el primer fabulista de nuestra historia.
Otros elementos que aparecen repartidos a lo largo del poema son comentarios y digresiones morales, la glosa del Arte de Amar de Ovidio, episodios alegóricos o burlescos y parodias épicas como la Batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma.
Desperdigados a lo largo del poema también encontramos una colección de poesías líricas religiosas, como loores y cantigas de María Santísima y otras profanas como las Cantigas de Serranas o las villanescas (en versos de arte menor).
Así, el conjunto de la obra estaría compuesto por piezas diversas que el autor se ha encargado de unir sin mayores miramientos, a pesar de que el hilo de su forma autobiográfica así como la personalidad de su autor le otorgan una unidad que no proporciona la estructura argumental de la obra.
Ignoramos si la estructura autobiográfica que aparece en el poema es puramente literaria o responde a la historia del autor.
La versificación predominante es la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo, casi siempre de 14 sílabas, si bien se alternan con estrofas de 16, y aún dentro de la misma estrofa se combinan ambos tipos de métrica. Algunos autores lo atribuyen a descuidos y errores del poeta, y otros a que Juan Ruiz buscaba romper la monotonía de la cuaderna vía por medio de la variedad. La mayoría de la rima es consonante. De los 8000 versos, sólo un centenar sería discutible, aunque al contrario que Berceo, Juan Ruiz admite sinalefas.
El lenguaje utilizado por el Arcipreste es rico y variado y supone un gran avance con respecto a los poetas del siglo XIII, debido al abundante uso de léxico, sin excluir el coloquial.
Enumeraciones, emparejamiento de sinónimos, uso del diminutivo para destacar algún rasgo femenino.
Rimado de Palacio de Pero López de Ayala será una de las últimas manifestaciones del mester de clerecía. 8200 versos escritos en su mayor parte en cuaderna vía.
MESTER DE CLERECÍA.
CONCEPTO Y PROBLEMAS GENERALES.
Escuela de autores cultos de los siglos XIII y XIV que se caracterizan por el uso de la cuaderna vía.
La segunda estrofa del Libro de Alexandre puede ser considerada como un manifiesto literario, pues en ella se contemplan las siguientes características:
Separación clerecía/juglaría. Aunque los dos mesteres, según Pedro Barcia, actúan sobre una misma tradición cultural, el de juglaría actúa sobre una tradición de carácter nacional y popular y el de clerecía actúa sobre una tradición de ámbito europeo y culta. Esto no impide que aspectos como el carácter narrativo, las llamadas al público, etc., se repitan en ambas escuelas.
Arte de clerecía. Es un arte inserto en el saber medieval de la época, de carácter eminentemente culto, con tema no extraído de la tradición popular y que utiliza recursos típicos de los clérigos (amplificatio y abreviatio).
Regularidad métrica. Cuaderna vía (aunque a veces con irregularidades atribuidas a los copistas) frente a tiradas monorrimas asonantes.
Román paladino. Aunque pretende crear una lengua usual no logran renunciar a cultismos y términos desconocidos a veces para el pueblo.
Fuentes escritas. Utilización de un texto que se toma como base para escribir; se le sigue fielmente aunque no de manera servil.
El didactismo. No se utiliza “el arte por el arte” sino que se une con el “deleitar aprovechando” del Siglo de Oro.
El auditorio. Postura ecléctica entre Pelayo y Pidal que postula que fueron compuestas para ser leídas en solitario y luego entregadas a los juglares para su popularización.
.- TEMAS Y TEXTOS.
Destaca la variedad temática dentro del aspecto religioso o de fuerte contenido moral. Según Pedro Barcia podríamos clasificarlas temáticamente en:
· Vidas De Santos. “Vida De Santo Domingo”
· Obras Marianas. “Milagros De Nuestra Señora”
· Obras Litúrgicas. “Del Sacrificio De La Misa”
· Asunto Religioso Diverso. “Martirio De San Lorenzo”
· Novelescas. “Libro De Alexandre” Y “De Apolonio”
· Épicas. “Poema De Fernán González”
· Didáctico-Morales. “Proverbios Morales” de Sem Tob.
· Misceláneas. “Libro De Buen Amor”.
ETAPAS Y EVOLUCIÓN.
SIGLO XIII. Las obras respetan las características anteriores y se tiende a la redacción de textos amplios y de marcado carácter narrativo, apegados en parte a la tradición juglaresca, de la que reciben notable influencia a pesar de que quieran distanciarse de ella.
SIGLO XIV. Los rasgos anteriores son más difíciles de descubrir, ya que aparecen otras estrofas, llega a desaparecer la referencia a las fuentes escritas previas, se hace difícil encontrar el didactismo de las obras, se acrecienta la crítica, se empieza a abandonar el teocentrismo y se sustituye por un creciente humanismo… Son tantas las diferencias que Deyermond niega la existencia del mester en este siglo.
– MESTER DE CLERECÍA EN EL SIGLO XIII: OBRAS ANÓNIMAS.
– LIBRO DE ALEXANDRE.
MANUSCRITOS. Uno en la Biblioteca de París (XV) y uno en la de Madrid (XIV).
AUTORÍA. Dependiendo de la versión se duda entre Juan Lorenzo Segura de Astorga y Berceo. La opinión más generalizada habla de estos autores como copistas y se mantiene el carácter anónimo.
DATACIÓN. Lo único seguro es que fue escrito antes del Poema de Fernán González de 1250, que lo cita.
FUENTES. Según el valor de las fuentes utilizadas se toma:
· El Alexandreis, de Gautier de Chatillon como fuente principal.
· Le Roman d’Alexandre, de donde extrae episodios e incidentes.
· Las Etimologías de San Isidoro.
ESTRUCTURA. Como hilo narrativo central destacan los sucesos de la vida de Alejandro Magno. Junto a esto se incluyen una serie de digresiones que, según la última crítica, con Deyermond a la cabeza, no rompen la estructura sino que están cuidadosamente entretejidas en el desarrollo del argumento, y contribuyen a acrecentar la importancia de la empresa alejandrina. Las tres principales se refieren a la Guerra de Troya, la Descripción de Babilonia y a la Descripción de Asia.
CARÁCTER DEL RELATO. Cabe destacar el carácter épico y caballeresco del relato.
SIGNIFICADO. El héroe es sacado de su época histórica y situado en la Edad Media con un claro carácter didáctico. Alejandro tras conseguirlo todo lo pierde en un momento como consecuencia de la muerte. En definitiva lo que se intenta transmitir es la idea de menosprecio del mundo.
– LIBRO DE APOLONIO.
Redactado hacia 1240 y de autor desconocido. Compuesto de 656 estrofas el manuscrito se conserva en el Escorial. Las fuentes son diversas y la trama gira en torno a las aventuras y viajes del rey Apolonio y los personajes tienen un claro carácter maniqueo.
La obra se estructura en torno al protagonista, a sus aventuras y a la finalidad, que no es otra sino la moralización.
La estrofa es cuaderna vía con abundantes irregularidades.
– POEMA DE FERNÁN GONZÁLEZ.
Unión de la juglaría y clerecía: tema épico en cuaderna vía con un claro propósito propagandístico en torno al Monasterio de San Pedro de Arlanza.
– CUMBRE DEL MESTER DE CLERECÍA EN EL XIII: GONZALO DE BERCEO.
MÓVILES DE SU CREACIÓN.
Propagandístico: Dutton que constata el interés por los santos relacionados con su monasterio.
Enseñanza y deleite. Defendido por Pidal sobre todo no es excluyente con el móvil propagandístico.
CARACTERÍSTICAS GENERALES.
No son escritos simples y sencillos, sino que hemos de considerar que la autodeprecación que observamos es un recurso común en la época que no tiene que ser, necesariamente, verdad. Para destruir la teoría de la sencillez idiomática conviene ver el estudio de Jorge Guillén, “Berceo: el lenguaje de la realidad total”.
4.1.2.1.- RASGOS ESTILÍSTICOS. Según Artiles.
· Realismo. A pesar de los Milagros hay que destacar el detallismo de la obra.
· Humorismo. Relacionado con el optimismo del creyente y con la necesidad de llegar al pueblo a través del humor.
· Presencia del autor. Al igual que juglaría el autor se convierte en un puente entre el público y la narración.
· La naturaleza. Con un claro componente alegórico está siempre en función de algo.
· Afectividad. A base de diminutivos, interrogaciones y admiraciones.
· Público. No es sólo el público de juglaría sino también el del Camino de Santiago.
· Pasión por la fuente. Dizlo la scriptura.
4.1.2.2.- RECURSOS LITERARIOS.
· Negaciones que afirman. Lítote que intensifica las afirmaciones.
· Anáfora. Intensificadora; repite al comienzo del verso, del 2º hemistiquio o de los dos.
· Comparaciones. Procedimiento tradicional religioso.
· Metáforas e imágenes. Tienen la misma base que las comparaciones.
· Aliteración. Una de sus principales innovaciones.
· Asíndeton y polisíndeton. Hay hasta 20 oraciones seguidas sin nexos copulativos.
· Diálogo. Aunque mantiene el verbo dicendi da viveza a la narración.
· Hipérbaton. Por conocimiento o influjo de la sintaxis latina.
· Métrica. Generalmente maneja rimas graves y agudas, a veces interna hasta formar una octava monorrima. A veces hay encadenamientos de 4 ó 5 estrofas con la misma rima.
– LOS TEXTOS.
OBRAS DOCTRINALES.
Del sacrificio de la misa.
De los signos que aparescerán antes del juicio.
Tres himnos. De no segura atribución a Berceo.
– OBRA HAGIOGRÁFICA.
Todas las vidas de Santos mantienen la misma estructura que tiene tres partes fundamentales:
I. – Vida del Santo.
II. – Milagros en vida.
III. – Milagros tras la muerte.
Vida de San Millán.
Santo Domingo de Silos.
Santa Oria.
Martirio de San Lorenzo.
4.2.3.- OBRAS MARIANAS.
Loores de la Virgen.
Duelo de la Virgen.
Milagros de Nuestra Señora. Es la obra más importante de Berceo.
Podemos dividir los milagros en tres grupos:
– Milagros en los que la Virgen premia y castiga.
– Milagros del perdón
– Milagros de la conversión o crisis.
Todos los milagros están ligados por la intervención de la Virgen, porque poseen un núcleo narrativo idéntico, poseen unidad de estilo y versos y estrofas que sirven de unión.
– POESÍA DEL MESTER EN EL XIV
Cambio de rumbo. Se sustituye el espíritu religioso ejemplarizante por un didactismo mucho más laico. Sin embargo continúa la etapa anterior con la Vida de San Ildefonso.
.- POESÍA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO.
Vida de San Ildefonso. Escrita por el Beneficiado de Úbeda muestra ya muchas irregularidades en la cuaderna vía.
.- POESÍA EN LA 2ª MITAD DEL SIGLO.
– LÓPEZ DE AYALA: RIMADO DE PALACIO.
Importancia de su figura en las letras medievales.
Rimado de Palacio.
Lenta elaboración. Entre 1378 y 1403
Carácter de cancionero: unidad profunda reforzada por la expresión en primera persona y la escasa variedad temática.
Estructura tripartita según Nicasio Salvador.
A) Invocación a la ayuda divina. Tópico de la época.
B) Diatriba contra la sociedad de su tiempo.
C) Glosa de los Morales de San Gregorio.
Fuentes: Bíblicas (Antiguo Testamento), clásicas (Tito Livio y Valerio Máximo), romances (Las Partidas, el LBA…)
Finalidad didáctico-moral con especial atención a los consejos políticos sobre el buen gobierno.
OTROS POEMAS DIDÁCTICO-MORALES.
Libro de Miseria de omne: Fuerte pesimismo. Se ha sustituido el alejandrino por el de 16 sílabas de claro origen romance.
Proverbios del rey Salomón. Fuerte intención moral, influencia del Eclesiastés y carga pesimista.
Coplas de Yosef.
Poema de Yusuf. Aljamiado
– CUMBRE DE LA POESÍA DEL XIV: JUAN RUIZ.
PERSONALIDAD DE JUAN RUIZ: EL AUTOR.
Aunque su nombre aparece citado en el libro en calidad de autor, son escasos los datos de su personalidad que poseemos, porque no hemos de olvidar que el libro es una autobiografía ficticia.
.- LIBRO DE BUEN AMOR.
Aunque mantiene en parte la cuaderna vía su espíritu está ya muy alejado del mester de clerecía.
– MANUSCRITOS, DATACIÓN Y TÍTULO.
Se conservan tres manuscritos denominados Gayoso (RAE), Toledo (Madrid) y Salamanca, que se suponen escritos entre 1330 y 1343 dependiendo de la versión. Muestran grandes divergencias, que en su día justificaron una teoría de doble redacción, hoy olvidada. El título, desconocido, lo puso Pidal basándose en las veces que lo utilizaba en el libro.
FUENTES E INFLUENCIAS.
Fuentes escritas (Biblia, cuentos, el Ars Amandi, cantigas y fuentes puntuales para diversos episodios…) y la propia experiencia. Aspecto claramente diferenciador de la clerecía del XIII.
Con respecto a las influencias que motivaron el carácter autobiográfico van desde las que las relaciones con las pseudobiografías eróticas cortesanas, hasta las que la relacionan con la costumbre de poner la narración en primera persona por parte de los predicadores, pasando por las que la atribuyen a influencia árabe.
ESTRUCTURA Y UNIDAD.
Según los distintos elementos que componen la obra se estructuraría así:
Relato amoroso autobiográfico. Es el eje central y mantiene en torno a sí la unidad.
Exiemplos. Formados por fábulas y cuentos y añadidas con un valor didáctico.
Sátiras. Contra el dinero, los clérigos…
Disquisiciones. Didácticas y morales sobre derecho civil, canónico…
Paráfrasis del pamphilus. Comedia latina del siglo XII.
Alegorías. Batalla de Don Carnal y Doña Cuaresma.
Composiciones líricas. Profanas y religiosas.
Introducción. Con una oración en verso, prólogo en prosa donde expones la intención con un tono muy ambiguo.
La unidad de la obra se manifiesta en el prólogo donde el Arcipreste concibe la obra como un todo y en el tono autobiográfico que se halla en la mayor parte de la obra.
ARTE DEL ARCIPRESTE: LENGUAJE, ESTILO Y MÉTRICA.
Según Carmelo Gariano gira en torno a los siguientes elementos:
· Realismo. Los elementos cotidianos hasta entonces no habían aparecido en literatura y dan un valor documental a la obra. Los textos utilizados son a su vez actualizados y la belleza se expresa a través de conceptos tangibles y no como un reflejo de la divina.
· Lenguaje mímico. Sobre todo a la hora de describir los encuentros amatorios.
· Amor humano. Tomado en un aspecto enriquecedor.
· Recato y pasión. Se recurre a menudo a los eufemismos y se intenta evitar el adulterio a menos que este sea merecido.
· La mujer y el amor. No será sólo un instrumento de placer, sino que la concibe como compañera. Destacar en este apartado la figura de Trotaconventos.
· Humorismo, ironía y parodia.
· Arte juglaresco. Tiene siempre presente al público y de hecho entrega a este su obra. Destacar la importancia de la oralidad en el libro.
· Tema de la muerte. La interpretación de Lapesa ante la muerte de Trotaconventos.
ESTILO.
Superposición de un estilo culto relacionado con la tradición retórica europea, con otro bajo y popular en el que dominan anacolutos, diminutivos, refranes…
MÉTRICA
Aunque en un 80% está escrito en cuaderna vía ya no se da el espíritu clerical del siglo anterior. Rompe con la monotonía del alejandrino introduciendo versos de 16 sílabas y a veces sustituye la consonancia por asonancia.
En las composiciones líricas domina el arte menor de estructura zejelesca característica de la poesía popular.
INTENCIONALIDAD Y SENTIDO.
Predomina la ambigüedad, ya presente desde el prólogo. Hoy la tesis más extendida es la que lo relaciona con el carácter ambiguo del mismo siglo. No es por ello extraño que algunos autores consideren que es un texto didáctico y otros que es un texto vitalista. Tal vez la postura más apropiada sea la ecléctica.