EL ESPACIO Y EL MODO.
ESQUEMA.
- SINTAXIS Y SEMÁNTICA DE LOS COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES.
- RECURSOS LINGÜÍSTICOS PARA LA EXPRESIÓN DEL TIEMPO.
2.1. LOS COMPONENTES TEMPORALES.
2.1.1. TIPOS DE COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES TEMPORALES.
2.1.2. LOS ADVERBIOS DE TIEMPO.
2.1.3. LAS PROPOSICIONES SUBORDINADAS DE TIEMPO
2.2. DEIXIS TEMPORAL EN LOS DEMOSTRATIVOS.
2.3. EL TIEMPO Y EL ASPECTO EN EL VERBO
2.3.1. LAS PERÍFRASIS VERBALES ACTUALES.
- RECURSOS LINGÜÍSTICOS PARA LA UBICACIÓN EN EL ESPACIO
3.1. LOS COMPLEMENTOS LOCATIVOS.
3.1.1. TIPOS DE COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES LOCATIVOS.
3.1.2. LOS ADVERBIOS DE LUGAR
3.1.3. LAS PROPOSICIONES SUBORDINADAS ADVERBIALES DE LUGAR.
3.2. DEIXIS ESPACIAL EN LOS DEMOSTRATIVOS.
3.3. EXPRESIONES COLOQUIALES CON COMPLEMENTOS LOCATIVOS.
- RECURSOS LINGÜÍSTICOS PARA LA EXPRESIÓN DEL MODO.
4.1. LOS COMPLEMENTOS MODALES
4.1.1. LOS ADVERBIOS DE MODO
4.1.2. LAS PROPOSICIONES SUBORD ADVERBIALES DE MODO.
4.2. EL MORFEMA DE MODO EN EL VERBO
4.2.1. RELACIÓN ENTRE MODO VERBAL Y MODALIDADES ORAC.
4.2.2. LAS PERÍFRASIS VERBALES MODALES.
- SINTAXIS Y SEMÁNTICA DE LOS COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES.
El objeto fundamental de este tema parecen constituirlo los complementos circunstanciales de tiempo, de lugar y de modo (representados por un adverbio, por un sintagma nominal o por proposiciones subordinadas). Hemos de recordar que esta clasificación de los complementos circunstanciales es puramente semántica; por el contrario, la consideración de complemento circunstancial es propiamente sintáctica.
Constituye un típico error escolar, producto de esta mezcla de lo semántico con lo sintáctico, decir que el sintagma “en el patio” es complemento circunstancial en las cuatro oraciones siguientes:
Los alumnos están jugando en el patio.
Los alumnos solo piensan en el patio.
Los alumnos se encuentran en el patio.
No apruebo esta concentración en el patio.
Está claro que solo hay un complemento circunstancial en la primera oración. En la segunda es un suplemento, exigido por el verbo. En la tercera es complemento a medio camino entre circunstancial y suplemento. En la ultima oración, desempeña la función de complemento preposicional del nombre concentración, que es el núcleo del complemento directo.
- RECURSOS LINGÜÍSTICOS PARA LA EXPRESIÓN DEL TIEMPO.
2.1. LOS COMPLEMENTOS TEMPORALES.
Los complementos temporales pueden referirse a un nombre o venir exigidos por un verbo, casos en los que, naturalmente, no son verdaderos circunstanciales. También pueden venir representados por adverbios, sintagmas preposicionales u oraciones enteras, las denominadas subordinadas temporales, las cuales, por cierto, ofrecen una mayor variedad de formas que las de lugar.
2.1.1. Tipos de complementos circunstanciales temporales.
Bajo al etiqueta de complemento circunstancial de tiempo se comprenden en realidad diversos tipos, entre los que cabe destacar principalmente el situacional por una parte y el extensional por otra. Es el primero el complemento temporal típico, pues responde a la pregunta “¿Cuando?”, mientras que el segundo se refiere a la extensión de tiempo ocupada por la acción o proceso, esto es, a la duración, por lo que responde a preguntas como “¿desde o hasta cuando?”, “¿Cuánto tiempo?” o “¿en cuantas ocasiones?”. Por ejemplo:
Roberto tuvo clase esta mañana (situacional)
He dormido ocho horas seguidas (extensional)
La duración, por su parte, puede computarse interna o externamente, resultando así dos subtipos de complementos: durativos e iterativos. Como ejemplos de estos últimos tenemos: Va todos los días al trabajo. Se casó tres veces.
Los complementos de duración pueden ser delimitativos (Trabaja de ocho a tres) o cuantitativos (Trabaja ocho horas diarias). Estos últimos suelen expresarse sin ninguna preposición, aunque a veces suelen venir introducidos, por ejemplo: Estuvo asustado durante la explosión.
Por su parte, los complementos delimitativos pueden indicar el punto de origen de la delimitación o momento, o el término.
Volviendo a los complementos situacionales, hay que decir que pueden venir precedidos por alguna preposición o locución prepositiva. No es infrecuente que se construyan sin preposición. Este bar no abre los lunes. Iremos al cine este fin de semana.
La situación puede establecerse con relación a un tiempo o a un acontecimiento, relación que puede ser de coincidencia, o bien expresar anterioridad, posterioridad, aproximación, etc. Esto ocurrió por los años sesenta. Llegó antes del suceso.
A veces la situación temporal se realiza en términos de distancia, esto es, cuantificando el tiempo, ya hacia el pretérito, ya hacia al futuro. Por ejemplo: Vicente terminó la carrera hace tres años. Vicente terminará la carrera dentro de tres años.
Existen unos modificadores temporales, que son los adverbios ya y aun o todavía. Su idea consiste en expresar una idea de ruptura o continuidad temporal en relación con una situación anterior. Ya está lloviendo / Todavía está lloviendo. Así, estos adverbios, mas que el tiempo, lo que expresan es un aspecto en el desarrollo de la acción verbal, con una misión de establecer una relación con un enunciado anterior expreso o supuesto.
También habría que situar ciertos adverbios y expresiones temporales que tampoco pueden encasillarse en ninguna de las clases de complementos circunstanciales de tiempo, tales como de repente, de pronto, de golpe o de inmediato, al instante. Se encuentran a medio camino entre la expresión del tiempo y del modo, pues expresan mas bien la manera de realizarse la acción del verbo en el tiempo.
2.1.2. Los adverbios de tiempo.
Los adverbios suelen dividirse desde el punto de vista de su significación. Así, se clasifican en adverbios de lugar, de tiempo, de modo, de afirmación, de negación, etc. Esta clasificación es tan poco sistemática que hay adverbios que caben perfectamente en más de un grupo: esto ocurre por ejemplo con nunca y jamás, adverbios de negación y tiempo a la vez.
Marcos Marín los clasifica como conceptuales y pronominales. Los conceptuales tienen una significación propia, invariable. Son antes, después, luego, tarde, temprano… Los pronominales tienen, como pronombres, significación ocasional, que varía según el referente. Pueden dividirse en varios tipos:
a) Demostrativos: ahora, entonces, hoy, ayer, mañana…
b) Interrogativo y exclamativo: cuándo.
c) Relativo: cuando
d) Indefinidos: siempre, nunca, jamás…
2.1.3. Las proposiciones subordinadas de tiempo.
Todas aquellas oraciones que se dejan sustituir por una adverbio temporal o expresión nominal con valor temporal son subordinadas temporales de complemento circunstancial dentro de una oración compleja. Ejemplos:
Iré cuando sean las tres (Iré entonces)
Cuando llegue Juan, llámame (Entonces, llámame)
Pueden estar introducidas por diversos nexos. Su significado es de temporalidad y pueden dividirse en tres grandes tipos:
· Simultaneidad: una acción ocurre o se desarrolla al mismo tiempo que otra. Los nexos: mientras, cuando, según, conforme, al tiempo que…
· Anterioridad: la acción de la subordinada ocurre antes que la de la principal. Los nexos: cuando, tan pronto como, una vez que, nada mas que, en cuanto…
· Posterioridad: la acción de la subordinada ocurre después de la acción de la principal. La forma mas normal es con el adverbio cuando.
Algunos adverbios de tiempo son núcleos de grupos adverbiales, en los que una oración puede actuar de modificador del núcleo correspondiente. En estos casos, la función de complemento circunstancial no la ejerce la oración sino el grupo adverbial. Ejemplo: Ahora que me lo dices, no traigo dinero (“ahora” es el complemento circunstancial y “que me lo dices” una subordinada adjetiva que incide sobre el adverbio).
También hay oraciones temporales que se construyen con las formas no personales de los verbos: infinitivo, gerundio y participio. Son construcciones dentro del enunciado que se aíslan de la proposición principal mediante pausa, pero que se relacionan con ella por subordinación. El infinitivo, el gerundio y el participio constituyen verdaderos núcleos del predicado con un sujeto propio. Caminando Juan por la calle, se produjo una explosión.
2.2. DEIXIS TEMPORAL EN LOS DEMOSTRATIVOS.
Además de su valor anafórico, el demostrativo puede presentar una doble referencia espacial y temporal, muy relacionada con los adverbios pronominales demostrativos. En ambos casos, existe una triple posibilidad de acercamiento, siempre en relación con el hablante, expresada por la oposición este, ese, aquel.
2.3. EL TIEMPO Y EL ASPECTO EN EL VERBO
Según la definición tradicional, el verbo es la palabra con tiempo, al poseer formas temporales específicas.
El morfema de aspecto se asocia comúnmente al de tiempo en el verbo. Efectivamente, podemos dividir todos los tiempos verbales en prefectivos e imprefectivos: todas las formas simples (excepto “canté”) tienen aspecto imperfecto, y todas las formas compuestas tienen aspecto perfecto.
No conviene olvidar que el aspecto verbal a veces es una significación asociada al significado del verbo o al contexto: Hay actos que aparecen como momentáneos (saltar, chocar…); otros son reiterados (golpear, picotear…); otros interesan principalmente en su continuidad, sin que nos fijemos en su iniciación o su final (saber, vivir, querer…), etc.
2.3.1. Las perífrasis verbales aspectuales.
Debido a la imposibilidad de encontrar en la conjugación todos los matices de aspecto y modo posibles en la acción verbal, existen las perífrasis verbales. Las aspectuales informan sobre el desarrollo de la acción verbal, atendiendo a las diversas fases por las que puede pasar.
Podemos hablar de perífrasis aspectuales de diversos subtipos:
· Ingresivas: señalan la inminencia de la acción. Voy a salir con la bicicleta.
· Incoativas: señalan el momento en que se inicia la acción. Echamos a andar por el camino.
· Durativas: señalan la acción en su transcurso, intensificando su carácter durativo. Estaba escribiendo una carta.
· Terminativas: señalan el fin o bien la interrupción de una acción. Dejó de escribir.
· Resultativas: señalan el resultado que deriva de una acción previa. Llevo hechas varias camas.
· Reiterativas: señalan la repetición de un proceso. Vuelve a leerme esa carta.
· Habituales: señalan el carácter habitual del proceso. Suelo levantarme a las ocho.
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3.1. LOS COMPLEMENTOS LOCATIVOS.
Viene calcificándose tradicionalmente como circunstancial de lugar todo complemento, representado por un adverbio, sintagma preposicional o proposición, cuya misión es poner en relación con el espacio una acción, evento o proceso verbal.
El contenido de lugar viene dado por el propio complemento, que la mayor parte de las veces no posee ninguna marca especifica de su carácter locativo, pues aun en el caso de tratarse de un sintagma preposición, la preposición por si misma no indica lugar. Compárese: Nos vimos en Sevilla / Nos vimos en marzo.
La única posibilidad para distinguir el complemento circunstancial locativo es la de su sustitución en la correspondiente oración interrogativa por el adverbio ¿donde?, precedido o no de preposición. O dicho de otra manera, ver si responde a la pregunta en cuestión. ¿Dónde trabaja Sebastián?.
Otra prueba que puede servirnos es que todo complemento de este tipo es sintacticamente conmutable por una adverbio de lugar: Nos encontramos en París / Nos encontramos allí.
Los complementos locativos no siempre ocupan el mismo lugar en la estructura sintáctica de la oración. Depende, como es natural, de las circunstancias concretas del discurso.
a) Un complemento de este tipo a veces puede ser complemento de un sustantivo o adjetivo, situación en la que no se puede hablar propiamente de complementos circunstanciales. Mi estancia en Marruecos me sirvió para descansar.
b) Aun admitiendo la transformación interrogativa, puede que el locativo en cuestión venga exigido por las características semánticas del verbo, esto es, que sea régimen de este y, por lo tanto, se trate de un complemento argumental, con lo que no se tratará de un circunstancial, sino de un suplemento. Residen en Madrid.
c) Como complemento circunstancial propiamente dicho, el locativo puede referirse exclusivamente al verbo, como ocurre en Roberto come en el trabajo y cena en su casa.
Estas diferentes posibilidades de ubicación de los locativos en la estructura oracional son, al menos en algunos casos, las que posibilitan la compatibilidad de varios de estos complementos en una misma oración.
3.1.1. Tipos de complementos circunstanciales locativos.
Hay que observar que tales complementos no siempre expresan idéntica relación semántica con el verbo, el sintagma verbal o la proposición. Unas veces, efectivamente, se trata de situar en una lugar, que es lo que hacen los complementos locativos típicos; pero en otras ocasiones se establecen otras relaciones, generalmente de tipo dinámico, no la de situación. Distinguiremos entre:
– Locativos situacionales o posicionales, que sitúan la acción bien sea en coincidencia locativa con el lugar u objeto (Juan vive en Málaga) o en relación con él (Vive cerca de la estación).
– Direccionales, que implican un movimiento, orientación o perspectiva de origen o de destino. Los veo desde la ventana.
– Extensionales, que expresan la delimitacion o amplitud de un espacio mas o menos grande. El culto de Atenea se extendió por toda Grecia.
Terminaremos haciendo ver que un complemento situacional puede tomarse con frecuencia como término de una relación locativa de otro tipo, esto es, direccional o extensional. De aquí surgen las posibilidades de coaparicion de varias preposiciones. El vino se derramó por debajo de la mesa.
3.1.2. Los adverbios de lugar.
Un complemento locativo puede venir representado por un adverbio, un sintagma nominal con preposición y una oración.
En cuanto a los adverbios de lugar, según Marcos Marín, decimos que son conceptuales cerca, lejos, detrás, delante… Los pronominales se dividen en:
a) Demostrativos: aquí, ahí, allí, allá…
b) Interrogativos/exclamativos: dónde, adónde…
c) Relativos: donde, adonde…
d) Indefinidos: dondequiera, doquier.
3.1.3. Las proposiciones subordinadas adverbiales de lugar.
Las proposiciones adverbiales de lugar funcionan como complementos circunstanciales del verbo principal de una oración compleja. Indican lugar, por lo que pueden sustituirse por adverbios locativos. Siempre llevan como introductor el adverbio relativo donde. Fui donde estaba tu hijo (Fui allí).
No deben confundirse estas oraciones con las adjetivas con donde. Estas siempre llevan un sustantivo antecedente. Esta es la casa donde vivo.
Tampoco deben confundirse con las interrogativas indirectas con dónde (adónde), que son una clase de sustantivas. Ignoro por dónde caminan (Lo ignoro: subordinada sustantiva en función de complemento directo)
3.2. DEIXIS ESPACIAL DE LOS DEMOSTRATIVOS
Ya hemos dicho que el demostrativo puede presentar una doble referencia espacial y temporal. Así, en lo que se refiere a la deixis espacial distinguimos los siguientes usos:
– ESTE: para mostrar lo situado en la zona del hablante
– ESE: para mostrar lo situado en la zona del oyente
– AQUEL: alejado de ambos interlocutores.
3.3. EXPRESIONES COLOQUIALES CON COMPLEMENTOS LOCATIVOS
Los complementos locativos son usados en la lengua coloquial con diferentes valores expresivos, de los que destacaremos:
– Uso muy extendido de eufemismos derivados de nombres de lugar, tanto reales como imaginarios. Estar en Babia (estar embobado), Salir de Málaga y caer en Malagón (ir a peor el asunto), etc.
– Se usa aquí para aludir a una persona o cosa que se encuentra próxima al que habla: aquí este joven.
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4.1. LOS COMPLEMENTOS MODALES
Son así llamados por expresar el modo o manera como se lleva a cabo lo expresado por el verbo o sintagma verbal. Formalmente se caracterizan por admitir la sustitución por “¿cómo?” o “¿de qué modo, forma o manera?” en las correspondientes oraciones interrogativas. Los alumnos se portan mal – ¿Cómo se comportan los alumnos?.
Los complementos modales de tipo circunstancial pueden venir expresados no solo por adverbios, sino por locuciones adverbiales, sintagmas preposicionales y hasta por proposiciones u oraciones subordinadas.
Desde el punto de vista semántico, los complementos modales actúan como verdaderas calificaciones de la acción, cuyo contenido semántico restringen de un modo paralelo a como lo hacen los adjetivos respecto al sustantivo a que acompañan. Así, en Juan escribe muy bien, el complemento modal expresa una característica de la acción representada por el verbo.
En otras ocasiones, los complementos circunstanciales de tipo modal aluden mas bien a una característica o estado del sujeto de la oración, como corre, por ejemplo, en el ejemplo: Me recibió muy amablemente.
4.1.1. Los adverbios de modo.
Volviendo a la clasificación de Marcos Marín, los adverbios de modo conceptuales son: bien, mal, despacio, aprisa, apenas, tal y la mayoría de los terminados en –mente.
Los pronominales pueden ser de dos tipos:
a) Interrogativos y exclamativos: cómo, cuál.
b) Relativos: como, cual.
4.1.2. Las proposiciones subordinadas adverbiales de modo.
Las proposiciones subordinadas adverbiales de modo se pueden sustituir por el adverbio modal así. Semánticamente indican modo, forma o manera. He pintado la casa como me dijiste (La he pintado así).
El nexo introductor mas frecuente de estas oraciones es el adverbio relativo como, que, en ocasiones, se une a la conjunción si formando con ella un solo nexo complejo. Encontré a Juan como si estuviera enfermo.
También son nexos de este tipo según, conforme, cual, tal, como, según como.
Si las proposiciones modales se separan del resto del enunciado con una pausa, actúan de complemento circunstancial de toda la proposición principal, no solo del verbo. Tus amigos, como preveíamos, se fueron al cine.
4.2. EL MORFEMA DE MODO EN EL VERBO
En toda oración podemos distinguir entre el contenido de lo que se dice y la actitud del hablante ante el mismo: qué se dice y cómo se dice. Efectivamente, se trata de la llamada modalidad oracional, que se refiere a la actitud del hablante ante lo que dice.
Entre los medios gramaticales que denotan la actitud del que habla, se encuentran las formas de conjugación conocidas como modos. Con los modos expresamos nuestro punto de vista subjetivo. Empleamos el indicativo para pensar en el verbo como una acción que tiene lugar efectivamente y el subjuntivo para un acto mental nuestro.
El imperativo es en realidad una intensificación del subjuntivo optativo. Pertenece, como las interjecciones y los vocativos, a lo que hoy se llama función apelativa del lenguaje.
4.2.1. Relación entre el modo verbal y las modalidades oracionales.
Existen evidentes relaciones entre el modo verbal y la modalidad oracional:
– El modo imperativo se asocia claramente con la modalidad exhortativa: Cállate.
– El modo indicativo es mas propio de la enunciación: Tu hermano no ha llamado.
– El modo subjuntivo de la enunciación desiderativa: Ojalá llegue a tiempo.
Sin embargo, estos ejemplos no pueden entenderse como normas de forzoso cumplimiento. Por lo tanto, podemos concluir que la modalidad oracional se apoya en el modo verbal en ocasiones, aunque no exclusivamente, pues se vale también de otras procedimientos: entonación, presencia de algunos adverbios, etc.
4.2.2. Las perífrasis verbales modales.
Las perífrasis modales expresan las denominadas modalidades lógicas, es decir, clases de predicados presentados como posibles, probables, etc.
Los auxiliares de estas perífrasis son sobre todo los llamados verbos modales, que no admiten otro uso. La forma no personal que las constituye es siempre el infinitivo. Pueden expresar:
– Necesidad y obligación: Juan tiene que estudiar mas.
– Posibilidad y probabilidad: En este sorteo puedes ganar un coche.
- BIBLIOGRAFÍA
Alarcos Llorach, Emilio: Gramática de la lengua española.
Alcina Franch, Juan, y Blecua, José Manuel: Gramática española.
Gili Gaya, Samuel: Curso superior de sintaxis española.
Gómez Torrego, Leonardo: Gramática didáctica del español.
Marcos Marín, Francisco: Curso de Gramática española.