INTRODUCCIÓN
Las tierras que forman la península ibérica no son simplemente terrenos emergidos que sobresalen del mar. A causa de su variada estructura no podemos decir que las tierras de España constituyen una meseta, una llanura o una serie de cordilleras, sino que son un conjunto de todas estas partes con una gran diversidad de paisaje.
Aunque con variados elementos, podemos destacar su forma maciza sin entrantes marinos ni digitaciones, por lo que a pesar de su borde marítimo, la península es una zona bastante maciza.
En lo referente a la propiedad agrícola cabe distinguir la extensión de las parcelas y la extensión de la propiedad, esta puede ser extensa y estar parcelada en distintas explotaciones agrícolas, pero por lo menos es seguro que en la pequeña propiedad la parcelación es muy grande. La fuerte división puede depender del relieve abrupto o en pendiente o de un fragmentamiento originado por herencias consecutivas de varias generaciones.
Las propiedades en los territorios cubiertos de montes y pastos son siempre más extensas, como corresponde a un tipo de explotación extensiva. Las regiones que tienen más proporción de finas superiores a las 50 hectáreas son la meseta de Andalucía.
- AGRICULTURA EN ESPAÑA
Es el arte de cultivar la tierra. Es la actividad del hombre para obtener bienes del suelo, principalmente alimentos, aunque también materias primas como fibras, fármacos, aprovechando la energía solar, directamente mediante el cultivo de plantas o indirectamente mediante la explotación de animales
La agricultura es la principal fuente de alimentos con que cuenta la humanidad. Esto explica que los individuos de una comunidad solamente puedan dedicarse a ocupaciones no agrarias cuando la agricultura libera mano de obra. De hecho, todo el perfeccionamiento de esta actividad ha tenido como finalidad disminuir la cuantía y el rigor del trabajo y aumentar los rendimientos.
La agricultura transforma el medio natural para hacerlo mas apto para el desarrollo de los vegetales escogidos por las personas. Su desarrollo esta condicionado por factores físicos, biológicos, técnicos y sociales.
Podemos diferencias varios tipos de agricultura en función del cultivo, espacio ocupado, tecnología y métodos empleados.
2.1. tipos de explotaciones agrícolas
– en función del tipo de cultivos:
o monocultivo: explotación de una única especie vegetal. Se da donde el espacio físico es homogéneo. Cereales, como avena cebada, centeno, leguminosas como lentejas o soja, algodón, girasol…su producción se destina al comercio.
o Policultivo: explotación de varias especies vegetales en un mismo espacio agrícola. Huerta, que combina frutales, pimientos, tomates, lechugas…tamaño de la población es pequeño o mediando y la producción se dirige al consumo familiar y a la alimentación del ganado si los excedentes son reducidos.
– En función del aprovechamiento del agua:
o Regadío: suministro de importantes cantidades de agua a los cultivos a través de diversos métodos artificiales de riego. Requiere grandes inversiones económicas y una cuidada infraestructura hídrica. Tomate, arroz…
o Secano: el suministro de agua es el que proporcionan las precipitaciones, ya sea en forma de nieve o lluvia. Trigo, vid, olivo…
– En función del aprovechamiento del suelo:
o Intensiva: se practica en terrenos fértiles y con especies de ciclo corto para obtener un alto rendimiento. Terrenos siempre en producción ya que unos suceden a otros, con el fin de obtener la máxima cantidad de producción por unidad de superficie.
§ Intensiva de gran productividad: por grandes inversiones de capital, cosechas con poco cultivadores: huerta valenciana
§ Intensiva de baja productividad: se emplea mucha mano de obra, pero no se invierte en capital, por lo que los resultados son limitados. Arroz asiático.
o Extensiva: no utiliza todos los recursos técnicos ni humanos disponibles para obtener la máxima producción. La ocupación de la tierra es incompleta. Producción destinada a mercado o al consumo familiar.
§ Extensiva de gran productividad: juventud del suelo, alta tecnología empleada y las grandes extensiones de territorio permiten obtener una elevada producción sin tener que cultivar todas las tierras. Llanuras de cereales de EEUU
§ Extensiva de baja productividad: desgaste de suelo impide cultivar la totalidad del territorio, técnicas empleadas rudimentarias y los resultados obtenidos son escasos, como ocurre en el sistema de rozas africanos.
– Agricultura de subsistencia: sistema de autoconsumo de la producción, se corresponde con un sistema de economía autosuficiente. Este tipo de agricultura se practica en países poco desarrollados.
– Agricultura de mercado: se caracteriza por su elevada capitalización, por el uso de técnicas modernas, alta productividad, especialización regional de los cultivos y comercialización de los productos, que genera que se desarrolle la infraestructura de los transportes.
– Nueva agricultura: incorporación de los últimos avances tecnológicos, ingeniería genética, control de plagas, mejora y variedad de plantas, técnicas productivas. Anticipación a la época de recolección de los productos con un alto valor comercial
2.2. el espacio agrícola español
es conocida la diversidad productiva de la agricultura española, consecuencia de las variadas condiciones climáticas y edáficas imperantes en las distintas zonas del territorio nacional, se cultivan desde especies propias del clima templado, hasta especies tropicales, pasando por los cultivos típicos mediterráneos: viñedo, olivar, cítricos, hortalizas…la producción hortofrutícola supone aproximadamente la mitad de la producción agrícola española, con una gran diversidad de productos, muchos de los cuales son partidas cuantitativamente importantes de exportación. Asimismo, tienen notable importancia desde diferentes puntos de vista el viñedo y el olivar.
La producción agrícola final española significa alrededor del 12% de la del conjunto de los estados miembros de la UE. Del análisis de la participación de los productos agrícolas en la producción final agraria de los diferentes estados miembros de la UE, se deduce que dichos productos significan más del 50% de la PFA, en general en todos los países mediterráneos mientras que la actividad agraria en los países del norte es predominantemente ganadera.
La diversidad climática y edáfica de las distintas zonas del territorio nacional implica agriculturas notablemente diferentes de unas a otras comunidades autónomas, con especializaciones productivas muy señaladas, entre las cuales pueden destacarse las siguientes: cornisa cantábrica ganadera, Cataluña y Madrid sectores agrícolas como vino, aceite, hortalizas…Andalucía, Murcia, canarias, baleares y valencia, hortofruticultura, el 80% del olivar y mas del 90% del algodón en Andalucía. Castilla la mancha y rioja, viñedo. Castilla t león, cereales, girasol y remolacha. Navarra y Extremadura equilibrio entre producciones agrícolas y ganaderas, en ambas comunidades destacan los cereales y las frutas.
la España húmeda: reciben más de 600 mm de agua anuales. Este valor es variable porque depende también de la evaporización. Un lugar de Andalucía que reciba esa cantidad de agua, no será lo mismo que otro de Galicia. El norte de España está la zona húmeda, zonas centrales de la meseta también. Cantabria llega a 1000 mm3 y 2400 en el cabo de Finisterre. Pirineos, norte de Cataluña, cordillera central. Nubes de otoño a primavera y además en verano precipitaciones.
La España seca: regiones con menos de 600 mm, dos terceras partes del país. Cantidad variable de lluvia. Murcia, Albacete y alicante no es tan seca como Almería. La distribución de las lluvias y las temperaturas dependen de los vientos secos o húmedos procedentes del norte europeo, del oeste atlántico o del sur africano. La región mas seca recibe los vientos atlánticos cuando ya han atravesado los núcleos montañosos penibéticos, donde han descargado gran parte de su humedad, en cambio, durante buena parte del año la dominan los vientos descendentes cálidos y secos procedentes del trópico. En la mancha, muy alejada del mar, cuando llegan las nubes han perdido la mayor cantidad de agua que contenían. Los periodos lluviosos se localizan en otoño y primavera, en el sur este periodo corresponde al invierno. Los periodos secos son largos.
2.3. principales cultivos en español
Ha sufrido grandes cambios a lo largo de los últimos 200 años.
cereales: secano, ha disminuido en las últimas décadas, sigue ocupando la mayor extensión cultivada. Debido al excedente de la UE y la competitividad se ha resentido su explotación, salvo por el trigo y la cebada. Hay cultivos de arroz en el delta del Ebro o las marismas del Guadalquivir y Extremadura en Vegas altas, en la actualidad se van introduciendo cultivos como la soja.
Olivares: después de los cereales el que más espacio ocupa. Aceitunas de mesa y las de aceite. Junto con Italia y Grecia, son los grandes productores de olivas. Para garantizar la calidad se crean las denominaciones de origen. Esto permite diversificar las rentas agrarias, atractivo de zonas rurales y posibilitan que los pequeños y medianos productores articulen propuestas exitosas en los mercados nacionales e internacionales.
Viñedos: 1millon de hectáreas. Recogida de la uva para ser consumida como fruta, pasas o producción de vinos. 58 vinos de calidad. La denominación de origen mas importante es la de la mancha seguida de la rioja, Cataluña 11, canarias 8 y castilla la mancha y Andalucía con 6. dentro de la UE representa 2/3 del comunitario.
Frutales: cítricos son los más cultivados. Podemos diferenciar entre frutos secos como la almendra que necesita pocos cuidados, fruta de huerta como melocotones, albaricoques, peras, fresas, cerezas, higos, plátano y cada vez más productos tropicales. Cultivos muy competitivos en calidad y precio dentro de l UE, debido a que en la comunidad es deficitario. No obstante es necesario una industria transformadora que pueda competir mejor con otros países.
Hortalizas: demanda alta en el mercado. Comercialización como fruta fresca, conservas y congelados.
Dehesas: pastizales seminaturales que se extienden por amplias áreas de suelos pobres del centro, oeste y suroeste de la península ibérica. Ecosistemas muy interesantes porque son un buen ejemplo de equilibrio entre explotación por el hombre y conservación de los recursos naturales. Las zonas de las dehesas estaban ocupadas por bosques. En tiempos pasados se eliminaron árboles y matorrales con talas, siegas, incendios…se abrieron claros en el bosque, que se mantuvieron. Las cabras se sustituyeron por el ganado vacuno, ovino y porcino. Los rumiantes en general que transforman el pasto en carne, leche y el cerdo la bellota en grasa. Se mantiene perfectamente con el pastoreo, aunque al haber menos ejemplares actualmente su mantenimiento es más complicado. Los árboles principales son la encina y el alcornoque, seguidos del roble y el quejigo. En las zonas soleadas abundas las leguminosas que pueden fijar n, mientras que en las zonas en las que hay que competir por la luz triunfan las especies con más rápido desarrollo, que son las gramíneas. El ganado mantiene estable la biomasa vegetal. Lo que se ha producido en la dehesa es lo que llamamos un proceso de coevolución en el que las interacciones mutuas entre plantas, herbívoros y microorganismos del suelo han llevado al ecosistema al mejor equilibrio posible. Se ha logrado que no haya descompensación entre producción, consumo, inmovilización temporal de nutrientes en el humus y descomposición de la materia orgánica, puesto que las deyecciones del ganado reciclan los nutrientes poniéndolos a disposición de las plantas. El pastoreo mantiene la dehesa en equilibrio ecológico. Si es excesivo acaba disminuyendo la resistencia de las plantas a la sequía, aumenta el pisoteo y termina por desnudar y erosionar el suelo. Si es escaso favorece la aparición de especies poco apetecibles para el ganado doméstico que son las propias de la sucesión natural del bosque. Estas prácticas de la ganadería extensiva en pastos seminaturales arbolados permiten un equilibrio entre explotación y conservación de valores naturales.
Otros cultivos: el cultivo de legumbres y patatas ha disminuido en los últimos años por la competencia de estos cultivos con los cultivos comunitarios centroeuropeos. Cultivos forrajeros como la alfalfa han ido perdiendo importancia. En estos cultivos se debe al cambio alimenticio dentro de la ganadería con piensos. Por el contrario las producciones de otros cultivos como el girasol se han visto favorecidos. La producción agroalimentaria de España se sitúa en el quinto lugar de la UE, con un 10,5% de la producción comunitaria. En la política alimentaria española se tiende a la producción de productos de alta calidad para, al tiempo que satisface las necesidades y exigencias de los consumidores, se resuelven los problemas de los mercados excedentarios.
- EL IMPACTO AMBIENTAL DE LA SOBREEXPLOTACIÓN
3.1. Concepto de impacto ambiental
Alteración que la ejecución de un proyecto introduce en el medio, expresada por la desigualdad entre la evolución de éste sin y con proyectos. Su interpretación en términos de salud y bienestar humanos es lo que define el impacto ambiental. Implica por tanto tres procesos:
– modificación de las características del medio
– modificación de sus valores o méritos de conservación
– significado de dichas modificaciones para la salud y el bienestar humano
Los efectos de la sobreexplotación se producen cuando se extrae al medio a un ecosistema bienes o servicios en cantidades superiores a las tasas de renovación interanual. Las actividades mas significativas en este aspecto tienen claros componentes agrarios tales como:
– pastoreo excesivo con gran cantidad de ganado o empleando técnicas inadecuadas
– extracción de recursos acuíferos superficiales sin respetar caudales ecológicos mínimos
– recolección espontánea e indiscriminada de especies aromáticas, culinarias y medicinales de terrenos naturales sin un control basado en un plan previo de aprovechamiento
– extracción abusiva de maderas, leña…de los bosques sin un plan previo que garantice su producción sostenida
– intensificación del cultivo sin contar con su capacidad de uso agrario
– caza y pesca de especies protegidas empleando técnicas y artes esquilmatorias en épocas no apropiadas.
3.2. evaluación del impacto ambiental (EIA)
La EIA responde a un principio básico de la política ambiental como es la prevención, la mejor manera de actuar en materia ambiental, es evitando el mal, en vez de a posteriori combatiendo los efectos perniciosos de una actividad. Siguiendo este principio, se publicó la directiva 85/337/CCE que pasó a nuestra legislación como RD legislativo 1302/1986 de 28 de Junio, en ella aparecía un listado de actividades en las que era necesario realizar este procedimiento, y en el articulado describía someramente dicho procedimiento.
Falta un cuadro
Con posterioridad a dicha ley se publicó el reglamento correspondiente RD 1131/1998 de 30 de septiembre, en el que se especifica con toda claridad como realizar el procedimiento, organismos que actúan, plazos, vigilancia, responsabilidad…
Posteriormente se observó que la directiva 85/337/CEE era insuficiente, motivo por el que se publicó la directiva 97/11/CEE que amplia sustancialmente el listado de actividades que debe someterse a la EIA, dicha directiva se plasmó en nuestra legislación, después de diversos intentos la ley 6/2001 de 8 de mayo, de modificación del RDL 1302/1986 de 28 de junio de EIA BOE nº 111 de 9 de mayo de 2001. La ley es de ámbito nacional, pero como contraposición de una directiva europea es similar a la del resto de países de la UE, las mayores diferencias afectan a los proyectos incluidos.
El paisaje debe ser considerado específicamente al proyectar una nueva actuación sobre el territorio puesto que es fácilmente susceptible a la alteración. La ley solo obliga a un cierto tipo de proyectos a someterse a la evaluación del impacto ambiental, sin embargo, la consideración de los factores del medio ambiente, incluyendo el paisaje, en la elaboración del proyecto, asegura una integración de la actividad proyectada en su entorno, que es deseable para cualquier actividad, sea o no perceptiva la evaluación del proyecto ambiental.
Hasta el momento, trece comunidades autónomas han desarrollado con cierta amplitud la normativa básica en materia de EIA, aumentando, en mayor o menor grado los supuestos establecidos en la normativa más general, en los que es necesario someter un proyecto o actividad a procedimiento reglado de EIA, en su ámbito territorial y señalando el órgano ambiental competente.
3.3. impactos de sobreexplotación
La predicción se orienta hacia la perdida de fertilidad del suelo, la cual puede concretarse en el descenso en la clasificación agrícola de dicho suelo.
Según la FAO, los procesos de deterioro del suelo son aquellos que rebajan la capacidad actual y potencial del suelo para producir cualitativa o cuantitativamente bienes o servicios, diferenciando estos tipos, erosión hídrica y eólica, exceso de sales, degradación química, degradación física y degradación biológica.
Como en el caso de los impactos de ocupación, son útiles tres tipos de indicadores:
– superficie del suelo que disminuye de categoría en términos de clases agrícolas
– cambio del precio del mercado del suelo
– cambio de rentabilidad potencial del suelo
Un aspecto muy interesante a considerar es la evaluación del impacto ambiental a través de la erosión que se desencadena en el suelo como consecuencia de su sobreexplotación, existen modelos matemáticos capaces de predecir la erosión del suelo desarrollado para evitar la desertización, fenómeno que afecta a España en gran medida.
3.4. el medio ambiente de las sociedades rurales tradicionales
Solo puede ser descrito convencionalmente a través de una geografía zonal y ampliamente regional, tan importante es el impacto de los datos bioclimáticos que afectan a las diferentes regiones del globo según latitud y su clima. Su característica es un sistema de adaptación a menudo sutil, pero dominado por las principales condiciones naturales.
A veces las economías extensivas, que en apariencia se adaptan más fácilmente a las condiciones naturales, se han opuesto a las economías intensivas, cuya adaptación es más difícil. Verdaderamente, lo que enfrenta a las economías intensivas y extensivas es la desigual atención que se presta al mantenimiento del equilibrio entre las modificaciones vitales que hacen el hombre y la conservación de las potencialidades de su medio.
3.5. la ambigüedad de la acción humana
La acción ejercida por el hombre en el medio que ocupa se clasifica en diferentes planos.
– el de acción intuitiva, encaminado a asegurar la cobertura de sus necesidades elementales o acrecentar la producción de acuerdo con el crecimiento demográfico
– el de acción defensiva contra las agresiones del medio y la lucha para conservarlas potencialidades amenazadas por los procesos destructivos o regresivos.
El primer plano procede de un empirismo sencillo que no implica un análisis explícito previo de la dinámica del medio, pero puede tenerlo en cuenta en la medida en que esta dinámica se impone con respecto a las iniciativas tomadas por el grupo.
El segundo plano supone una toma de conciencia de las contradicciones inherentes a la dinámica del medio, y reclama una política de acción de distribución del espacio y de intervención.
En primer lugar, se trata de una ocupación del espacio con fines fructíferos. Lo mas frecuente es que los hombres que intervengan para eliminarlas las plantas tóxicas o no aprovechables mediante el incendio, por sí mismo enormemente selectivo, estimulando con ello el crecimiento de hierba tierna. Generalmente, los límites de la zona de vegetación herbácea y de vegetación forestal se consideran como resultado de la acción de los ganaderos contra los bosques que rodean sus pastizales, por ser cobijo de animales carnívoros y obstáculo para la vigilancia del ganado, que puede extraviarse entre los árboles-
Con el aumento de la población, la prolongación de las estancias en los espacios cultivados y la reducción de los periodos largos de barbecho, los estragos alcanzan un nivel crítico mas allá del cual las posibilidades de explotación desaparecen, a no se que se produzca a tiempo u cambio radical de las técnicas. Aquí interviene la necesidad de tomar conciencia y tener en cuenta la dinámica del medio, en una palabra, proceder a una revolución agrícola que conduzca a una estabilización de las posibilidades productivas del medio, a un nuevo sistema de producción que además de asegurar la producción asegure el cuidado del medioambiente. Las mas frecuente es que el aumento de la población provoque la emigración de una parte de esa población que se trasladará a otro medio.
3.6. impacto ambiental de la producción intensiva
impactos derivados del vertido de productos químicos: en primer lugar, vamos a considerar la problemática actual del uso agrícola de productos químicos en los fertilizantes. Los fertilizantes se introducen a partir del siglo XVII, cuando se descubre que las plantas se alimentan de nutrientes que forman parte del suelo. Se realizan grandes avances en el campo de la fisiología vegetal que permiten ver la posibilidad de subsanar deficiencias de ciertos suelos con fertilizantes selectivos producidos industrialmente. Posteriormente se introducen los plaguicidas con sus múltiples variedades específicas, como fungicidas, insecticidas, herbicidas, molusquicidas…pero frente a los beneficios que presentan estos nuevos productos en las técnicas de cultivo, tanto por sus fines nutrientes como fitosanitarios, provocan importantes impactos ambientales de diversa naturaleza. Además de los efectos producidos en el medio concreto de aplicación, como es la alteración de la biocenosis propia de la superficie tratada, la contaminación de estos productos químicos se extiende o difunde a otros medios por distintas vías. Este tipo de contaminación acaba afectando a los seres humanos a través de la cadena alimentaria. Puesto que el fin último de la agricultura es la producción de alimentos, hemos de tener en cuenta, además de su impacto ambiental, su efecto sobre el producto final y las consecuencias sanitarias de la utilización de estas sustancias. El uso de plaguicidas está legislado en todos los países desarrollados. En España lo está desde el 87. en nuestro país el sistema de producción intensiva ha sido responsable del aumento de la producción. En los últimos años, ha sido llamativo sobre todo el desarrollo de cultivos de invernadero, principalmente de tipo hortofrutícola, con grandes connotaciones ecológicas.
Impactos derivados de los plásticos: se utilizan grandes cantidades en la construcción de invernaderos y cubrir ciertos cultivos. Además, son cambiados cada temporada o cada dos porque se deterioran. Una parte de estos plásticos se queman, produciendo grandes humaredas, con gases tóxicos. Una noticia favorable es la apertura de la primera planta mundial de tratamiento de plásticos agrícolas en la localidad andaluza de los palacios.
Impactos paisajísticos: los invernaderos producen también un importante impacto sobre el paisaje, dadas las grandes cantidades de hectáreas que ocupan. Muchos de ellos se deterioran en las propias explotaciones, se rompen en trozos que nadie recoge, ocasionando un grave deterioro del paisaje.
Impactos sobre la cantidad y calidad de las aguas: a pesar del reducido aporte de agua para regar debido al uso del riego por goteo, las extracciones de los acuíferos resultan muy elevadas en las regiones que se dedican a este tipo de agricultura, regiones que presentan un gran número de horas de sol al año, pero registran un número muy pequeño de precipitaciones-
Impactos en los suelos: se detecta salinización en los suelos sobre todo en aquellos casos en lo que no se utiliza el sistema de enarenado, sino que se cultiva sobre el terreno natural. En particular, se han observado en muchos casos grandes concentraciones de boro en las aguas, que llegan a producir intoxicaciones en las plantas por concentración excesiva de este elemento en el suelo. La mayoría de las instalaciones de cultivos forzados han de instalar enarenados para acondicionar el lecho del cultivo, habiendo de ser cambiado por lo menos cada dos años. El impacto indirecto que se produce en las zonas de extracción de estos materiales es irreversible, pues se consumen arenas y tierras en zonas cada vez mas alejadas de los cultivos.
Impactos por contaminación de productos fitosanitarios y fertilizantes: al uso de plaguicidas y desinfectantes muy agresivos, además del peligro que entraña para los agricultores de la zona, provoca la aparición de plagas resistentes a los productos fitosanitarios utilizados. Como consecuencia, se hace necesario emplear continuamente nuevos plaguicidas. Por otra parte, la gran cantidad de aplicaciones que se realizan hacen de difícil cumplimiento los plazos de seguridad que se exigen para la aplicación de estos productos. Las concentraciones de abonos químicos en el agua de riego ocasionan contaminaciones tanto de las aguas subterráneas como de las superficiales.
Impactos derivados de la agricultura: algunos de los más importantes impactos sobre el suelo derivados de acciones humanas pueden relacionarse principalmente con usos agrícolas y, en un sentido más amplio, con la problemática agraria.
– Roturación conlleva desestructuración y pérdida de fertilidad
– Exceso de regadío, perdida de fertilidad y salinización
– Fertilizantes minerales en vez de materia orgánica para abono acaba con la biocenosis, perdiendo la capacidad de aireación natural.
– Las purinas originan fermentaciones y reacciones anormales, destruyendo el carácter autodepurante del suelo cultivado
– El exceso de ganado en pastizales conlleva a la desaparición de la cobertura vegetal, que ocasiona desertificación por compactación del terreno y erosión.
– El uso del agua implica la construcción de una extensa red de embalses, trasvases, canalizaciones…impactos que generan en ecosistemas vecinos
– Perdida de biodiversidad en ecosistema lo que les hace mas frágiles frente a nuevos parásitos
Para hacer frente a los impactos ambientales de la agricultura, junto al problema de los excedentes, la política agraria de nuestro país dentro de la UE inició su reforma en 1992. Todo ello permite conjugar el mantenimiento de la población rural, apoyando y diversificando sus rentas. Las principales medidas fueron: disminución de la superficie cultivada para reducir excedentes, reforestación de superficies agrarias abandonadas, subvenciones para compensar la disminución de renta de agricultores, disminución de precios de garantía de los productos agrarios o prejubilación de los agricultores. Además se incentivaron medidas que apoyases al turismo rural, introducción a pequeñas industrias no contaminantes, actividades de protección del medio ambiente o apoyo a la agricultura biológica.
- NUEVAS ALTERNATIVAS PARA LA OBTENCIÓN DE RECURSOS ALIMENTICIOS
4.1. la producción de alimentos en la actualidad
Aunque las formas de alimentación varían considerablemente de unas regiones a otras, la estructura de la producción mundial es aproximadamente la siguiente: el 80% está compuesta por cereales y tubérculos, representando el resto, es decir, la leche, la carne, el pescado, los huevos, etc., una 5′ parte. En los cereales, es mayoritaria la producción de trigo, arroz y maíz (con el 80%), correspondiendo el 20% restante a una gama variada compuesta por la cebada, el centeno, la avena, el mijo, el sorgo, etc.Excluidos las cereales, las partidas más importantes pertenecen a ¡os tubérculos, seguidas de las hortalizas, las verduras y las frutas. Las leguminosas componen una proporción pequeña a pesar de su alto valor ecológico y su alto contenido en proteínas de origen vegetal.
La agricultura y la ganadería, desde su aparición, han estado siempre vinculadas entre sí. El incremento de la producción de alimentos agrícolas se ha debido a la utilización de los dos sistemas: el tradicional de extensión de cultivos y la intensificación de los mismo
4.2. La producción humana de alimentos como proceso en la biosfera
La población humana tardó dos millones de años en alcanzar la cifra de 1000 millones de seres, sin embargo, para pasar de los 3000 a 4000 millones solo se han necesitado 15 años, del 60 al 75. El enorme aumento de la demanda de alimentos provocado por este incremento demográfico, unido al aumento de los ingresos individuales, ha tenido graves consecuencias. Casi diariamente se advierten nuevos síntomas de desequilibrios en la biosfera- la constante expansión de la tierra cultivada y la evolución hacia una agricultura moderna con aplicación amplia de productos químicos están produciendo cambios amenazadores en la biosfera, no ya a escala local sino también, por primera vez en la historia a escala mundial.
Hoy en día, los cultivos que reemplazan la cobertura original de pastos o bosques ocupan unos 1200 millones de hectáreas. Esto representa casi un 10% de la superficie terrestre total y una fracción mucho mayor de la tierra capaz de mantener vegetación, esto es, la superficie que resulta después de descontar desiertos y regiones polares y de alta montaña
La agricultura moderna depende principalmente de cuatro tecnologías: mecanización, irrigación, fertilización y control químico de las malas hierbas y de los insectos. Cada una de estas tecnologías ayuda a aumentar la capacidad de la tierra para mantener a la población humana, pero han alterado los ciclos de la biosfera.
Irrigación: Como requisito para la producción de alimentos, el agua está tomando una importancia cada vez más decisiva; los aumentos proyectados de la población y de las necesidades alimenticias exigirán más y más agua, forzando al hombre a considerar intervenciones en la biosfera aún más masivas y complicadas. La desalinización del agua del mar para fines de irrigación sólo es una de las principales desviaciones de las prácticas tradicionales. La esperanza es que algún día el hombre pueda alterar conscientemente los modelos climáticos terrestres, lo que representaría una alteración aún mayor en la biosfera, desviando parte de la lluvia que ahora cae en los océanos hacia la tierra.
Fertilización: La tercera gran técnica que ha introducido el hombre para incrementar la producción de alimentos es el uso de fertilizantes químicos. Este avance se debe en sus orígenes al alemán Justus Von Liebig, que en el siglo XIX determinó las necesidades específicas de nitrógeno, potasio y otros nutrientes para el crecimiento de las plantas. Sin embargo, los fertilizantes no se utilizaron ampliamente hasta este siglo, cuando la presión de la población y la aparición de nuevas fronteras forzaron a los agricultores a sustituir la explotación de nuevas tierras para satisfacer las necesidades alimenticias por el uso de fertilizantes. La experiencia ha demostrado que en zonas de gran precipitación pluvial el uso de fertilizantes químicos, junto con otros sistemas y prácticas, en suelos intensamente cultivados puede llegar a duplicar, triplicar y aun cuadruplicar la producción. En Japón y en Holanda, donde los agricultores aplican hasta 350 kilogramos de nutrientes por año, se consiguen niveles de producción de este tipo.
– Nitrógeno En la naturaleza, el nitrógeno del aire es fijado en el suelo por ciertos microorganismos, tales como los de los nódulos de las raíces de las leguminosas. Los químicos han ideado distintas formas de incorporar el nitrógeno del aire en compuestos inorgánicos, haciéndolo utilizable en forma de fertilizantes nitrogenados. Estos procesos químicos producen fertilizantes mucho más rápida y económicamente que el cultivo de plantas leguminosas como el trébol, la alfalfa y la soja. Actualmente se sintetizan y se aplican al suelo anualmente más de 25 millones de toneladas de fertilizantes nitrogenados.
– Potasio y fósforo Estos elementos, al contrario que el nitrógeno., no se reponen mediante ciclos naturales relativamente rápidos. El potasio no presenta un problema inmediato; se estima que solamente los ricos campos de potasa de Canadá contienen potasio suficiente para abastecer las necesidades humanas durante muchos siglos. Sin embargo, las reservas de fósforo no son tan abundantes como las de potasio. Cada año, se lavan en el mar 3,5 millones de toneladas de fósforo, que queda en forma de sedimentos en el fondo del océano. Aunque finalmente saldrá a la superficie por los levantamientos geológicos, el hombre no puede esperar tanto tiempo. El fósforo puede ser una de las primeras necesidades que obliguen al hombre a empezar a minar el fondo del océano ya que quedan sólo reservas para 70 años más explotando las minas actuales de guano fosfato.
– Peligros del uso de fertilizantes La enorme expansión del empleo de fertilizantes en este siglo ha beneficiado mucho al género humano. Pero estos beneficios tienen una contrapartida: los lixiviados de los fertilizantes químicos en los ríos, en los lagos y aguas subterráneas provocan peligros dignos de consideración.
o Contaminación del agua potable. El exceso de nitratos puede causar el trastorno fisiológico llamado Metahemoglobinemia, que reduce la capacidad de transportar oxígeno de la sangre y es particularmente peligrosa en los niños menores de cinco años. Este es sólo un peligro local, y se puede contrarrestar encontrando otras fuentes de agua potable.
o Eutrofización: Los nitratos y fosfatos inorgánicos que se descargan en las aguas dulces proporcionan un medio rico para el crecimiento de las algas; pero, a su vez, este crecimiento masivo de las algas agota el oxígeno matando consecuentemente las formas animales, especialmente los peces. Al fin, la eutrofización o sobre-fertilización del lago o río provoca su lenta inutilización, transformándolo en un pantano. El ejemplo más importante de este proceso ya en marcha es el lago Erie, en América del Norte y en varios mares como el Mediterráneo y actualmente se cree que este fenómeno se asocia con el blanqueado de algunos arrecifes de coral.
4.3. Agricultura biológica
Uno de los métodos de cultivo que está tomando mucho auge en los últimos años es la denominada agricultura biológica, que se define como aquella agricultura donde no se utilizan productos químicos en todo el proceso de cultivo, recolección, manipulación y conservación. Todos los productos que se utilizan como fertilizantes y plaguicidas son de origen natural. De todos modos, estos productos naturales son a veces muy contaminantes
Las técnicas de cultivo que se utilizan en este tipo de agricultura son las mismas que las de cualquier otro sistema, pero suponen un mayor ahorro de nutrientes y un mejor control de las plagas. Son técnicas que en España coinciden con los modos de la agricultura tradicional, mientras que en Europa resultan innovadoras por haber dejado de utilizarse los métodos tradicionales hace ya varias decenas de años. Por ejemplo algunos de estos métodos son: enterrar los rastrojos para reutilizar sus elementos nutritivos o quemarlos si existen enfermedades, hacer rotaciones de cultivos (método muy utilizado desde la antigüedad para controlar las plagas y enfermedades), implantación del barbecho, técnica antiquísima que permite el cultivo en zonas pobres haciendo que el suelo regenere su fertilidad natural al dejar de cultivarle durante uno o dos años.
La no utilización de productos sintéticos no quiere decir que no se produzca contaminación ambiental. En los productos de origen no sintético normalmente no se conoce su composición exacta, lo que dificulta el cálculo de la dosis adecuada e impide conocer el contenido de productos dañinos.
4.4. Cultivos de nuevas variedades
Una mejora significativa incorporada a las especies vegetales es la disminución de la sensibilidad al fotoperiodo (duración del día). Esto es en parte el resultado de su origen cosmopolita: se obtuvieron a partir de variedades de diferente origen. Los ciclos biológicos de las variedades tradicionales de cereales estaban ajustados a ciclos estacionarios específicos, por lo que sólo se podían sembrar en una época del año; en caso del arroz, por ejemplo, era al terminar la temporada del monzón. Los nuevos trigos tienen un comportamiento bastante elástico en términos de variaciones estacionales y latitudinales: hoy en día se cultivan en países tan septentrionales como Turquía y tan meridionales como Paraguay.
La combinación de precocidad y reducción de las exigencias fotoperiódicas da nuevas oportunidades para el cultivo en regiones tropicales y subtropicales, donde el suministro de agua es adecuado, permitiendo a los agricultores conseguir dos, tres y, a veces, hasta cuatro cosechas por año.
Los nuevos trigos y arroces enanos son mucho más eficientes que las variedades tradicionales, en lo que respecta al uso de la tierra, agua, fertilizantes y mano de obra. Las nuevas variedades no son la solución definitiva del problema alimenticio pero están resolviendo la amenaza del hambre masiva a corto plazo. Se está ganando tiempo mientras se estabiliza la población, lo cual, a fin de cuentas, es la única solución a la crisis alimenticia. Esta “revolución verde” puede afectar el bienestar de mucha más gente, en un plazo más corto, que ningún otro avance tecnológico de la historia.
4.5. La lucha biológica
Esta forma de lucha contra las plagas se ha desarrollado mucho en los últimos veinte años. Consiste en la utilización de otro ser vivo para combatir determinada plaga (un parásito, depredador, etc.). En ocasiones se utilizan machos estériles que, al cruzarse con las hembras impedirán la reproducción. Actualmente, se combaten con éxito muchas plagas de cítricos y hortalizas utilizando este método. El desarrollo de estas técnicas ha sido el fruto de largas investigaciones y suponen una gran esperanza para el futuro. También hay que añadir el uso de las feromonas para eliminar las plagas de orugas.
4.6. Cultivos transgénicos
Las técnicas genéticas han permitido a lo largo de la historia de la humanidad la mejora de los alimentos. En un principio era la hibridación accidental la que originaba plantas con mejor y mayor producción. En la actualidad, los estudios de la reproducción vegetal van encaminados en aumentar rendimiento, fijándose en criterios como: mejor calidad, tamaño o peso, resistencia a enfermedades, tolerancia a metales pesados o climas extremos, etc. Gran parte de la agricultura del futuro va a depender de la biotecnología, y en este sentido, los cultivos transgénicos representan una de las primeras manifestaciones de lo que pueda producirse.
Los cultivos transgénicos son vegetales cuyas características genéticas han sido modificadas en laboratorio mediante técnicas de ingeniería genética para permitir los rendimientos indicados anteriormente.
Desde 1998, España es el único país de la Unión Europea que permite el cultivo comercial de estos productos modificados genéticamente. Según las últimas estimaciones, nuestro suelo cuenta con más de 60.000 hectáreas de cultivos de maíz Transgénico.
Se están cultivando cuatro productos: soja, maíz, colza (para la obtención de aceite) y algodón.
Ventajas
– Agrícolas: los genes modificados, permiten que el producto, en su etapa
agrícola resista condiciones ambientales agresivas y sobreviva a los herbicidas
y plagas de insectos, pues junto a la modificación de la semilla se crea un
herbicida específico que le permite resistir a todo y, a su vez, mata el resto De malezas y plagas que estén en el campo de cultivo. Esto tiene entre otras consecuencias que los cultivos requieran menos mano de obra, pues no hay que estar pendientes de fumigar, que sus sistemas de defensa, los herbicidas creados específicamente para ellos, afecten a otros cultivos causando daños importantes en el resto de seres vivos y cultivos.
– Comerciales: además de las ventajas agrícolas para sus productores, a la hora
de llegar al mercado, el producto transgénico tendrá una vida más larga, es
decir, aguanta más tiempo sin estropearse.
Inconvenientes
La utilización de transgénicos es en este momento uno de los debates más actuales, ya que algunos especialistas alertan del peligro potencial de estos cultivos, bien por la uniformidad genética que se crea, que permite una mayor vulnerabilidad ante una enfermedad, bien por la mayor dependencia que pueda crear a los países pobres de los desarrollados, a lo que además se suma el encarecimiento de la producción, debido a que las semillas son producidas por un número limitado de empresas que mantienen el control sobre dichas semillas (producen plantas no fértiles) aumentando por tanto la dependencia del agricultor de estas empresas y de su decisión sobre los costes.
En mayo de 2004 entró en vigor la llamada ley del etiquetado, que obliga a las empresas a indicar en sus envases si el producto contiene este tipo de sustancias, sin embargo, la ley no indica nada a cerca de sus derivados, y se dedica el maíz y la soja así obtenida principalmente a la alimentación animal.
4.7. Cultivos hidropónicos
Desde el punto de vista hortícola, la finalidad de cualquier medio de cultivo es conseguir una planta de calidad en el más corto período de tiempo, con costes de producción mínimos. En este sentido los cultivos sin suelo, también denominados cultivos hidropónicos, surgen como una alternativa a la Agricultura tradicional, cuyo principal objetivo es eliminar o disminuir los factores limitantes del crecimiento vegetal asociados a las características del suelo, sustituyéndolo por otros soportes de cultivo y aplicando técnicas de fertilización alternativas.
La Ciencia de los Sustratos alternativos tiene como base el cultivo de plantas sin utilizar el suelo, de forma que las raíces de las mismas se encuentren suspendidas en un soporte inerte (grava, arena, turba), lo que se conoce con el nombre de hidroponía, en la propia disolución nutritiva, lo que exige una recirculación constante de la misma, impidiendo un proceso de anaerobiosis que causaría la muerte inmediata del cultivo (hidroponía pura) o en el interior de una cámara de PVC o cualquier otro material, con las paredes perforadas, por donde se introducen las plantas; en tal caso, las raíces están al aire, crecen en la oscuridad y la disolución nutritiva se distribuye por pulverización a media o baja presión (este sistema recibe el nombre de aeroponía}.
Ventajas
Entre las ventajas de los cultivos hidropónicos se pueden destacar, el aumento de la productividad, el ahorro de agua, reducción del trabajo, mayor número de cosechas en el año.
Inconvenientes
Entre los inconvenientes se puede destacar el alto coste de la inversión, mayor conocimiento y dependencia técnica, así como los problemas medioambientales originados por los residuos de los materiales utilizados como sustrato.
5. BIBLIOGRAFIA:
– ALONSO, J.: Temas de geografía de España. Ed. UNED. Madrid, 1991.
– ESCRIBANO, M.; FRUTOS, 1., IGLESIAS, E.; MATAIX, C.: Elpaisaje. Ed. Secretaría General Técnica. (Centro de publicaciones del Ministerio de Obras Públicas y Transportes MOPT) Madrid. 1991.
– PIERRE GEORGE: El medio ambiente. Ed. Orbis. Madrid, 1983.
– SCIENTIFIC AMERICAN: La biosfera. Ed. Alianza Editorial. Madrid, 1972.