1. INTRODUCCIÓN
Como resultado de las estructuras económicas predominantes en el mundo, y de un «orden» económico internacional intrínsecamente injusto y caracterizado por su probado perjuicio sobre el medio ambiente, la humanidad atraviesa en la actualidad por serios problemas globales de difícil solución. Dichos problemas tienen la característica de ser más estructurales que coyunturales, lo que implica que su solución debe pasar por la modificación de las estructuras y sistemas que sostienen la economía mundial como un todo. El medio ambiente, y en definitiva, los recursos naturales son, ya bienes escasos y, por lo tanto, valiosos. Y precisamente esa escasez, ese valor, explica la existencia de conflictos entre crecimiento económico y medio natural. Existe una estrecha interdependencia entre medio ambiente y salud, y de ahí surge la preocupación sobre el daño medioambiental, pues sus repercusiones sobre la salud humana deben ser motivos de interés por todos los Organismos, que de una forma u otra, son responsables de la Salud Pública humana. Ante una crisis que es fundamentalmente cultural, se hace necesario y urgente desarrollar programas y actuaciones de carácter educativo que inciten y provoquen un cambio profundo y progresivo de las escalas de valores, Se trata, en definitiva, de transmitir un nuevo estilo de vida individual y colectivo, más integrado y respetuoso con los procesos naturales.
2. ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE.
Dentro del concepto de medio ambiente suelen distinguirse dos categorías, el medio ambiente físico y el medio ambiente social.
El medio ambiente social es el marco de vida en el que el hombre desenvuelve su existencia. Por lo tanto, éste exige un nivel mínimo de bienestar y la satisfacción de las necesidades humanas.
El medio ambiente físico, desde la perspectiva económica, puede considerarse como un factor de producción y como un bien en él mismo, proporcionándole todas aquellas materias primas y sirviéndole de depósito de residuos procedentes de los procesos de producción y consumo. Dos grandes economías: economía de los recursos naturales y economía de la contaminación. Es la existencia de una actividad económica de producción y consumo lo que está en la base del proceso del deterioro ambiental
2.1.Interrelaciones entre actividad económica y medio ambiente.
El medio ambiente ha servido para proveer recursos y como vertedero.
La relación entre medio ambiente y actividad económica tiene lugar a través de un flujo de materiales que circulan entre ellos. Los materiales utilizados del medio ambiente deben ser devueltos al medio por medio del reciclaje. Principio de balance o equilibrio, primera ley de la termodinámica, la materia ni se crea ni se destruye
Hay que tener en cuenta de que todos los residuos no son nocivos y que la naturaleza tiene cierta capacidad de autorregeneración. En el momento de que esta autorregeneración sea superada empieza la contaminación. El medio ambiente se hace escaso comparado con la cantidad de demanda que tiene de ahí que se califiquen unos lugares de vertederos de residuos y otros protegidos por ser escasos.
En el caso de los recursos no renovables, económicamente aparece la amenaza de deterioro del medio ambiente, cuando se vislumbra la posibilidad real de su agotamiento.
2.2.Protección ambiental.
Según los Informes sobre el Estado del Medio Ambiente elaborado por la OCDE, el estado general del medio ambiente se está degradando lenta pero inexorablemente, pese a las medidas que se han venido adoptando en las últimas dos décadas, sobre todo en los países industrializados.
La corrección de los deterioros ambientales, la depuración de las aguas y gases residuales, el control y tratamiento de los residuos urbanos, industriales, ganaderos, hospitalarios, mineros, tóxicos y peligrosos: la reposición de la cubierta vegetal para evitar la erosión y la desertificación de nuestros suelos y tantas otras acciones precisas para mantener los procesos biológicos y conservar la flora y fauna singular, requieren una enorme cantidad de recursos económicos, tanto para su destino en inversiones como para los costos de explotación y mantenimiento de las instalaciones de tratamiento.
Los costos de la protección ambiental
En los últimos años el gasto público español destinado a la defensa del medio ambiente ha crecido notablemente. El crecimiento, absoluto y relativo, de la inversión pública en medio ambiente y, en general, de los gastos medioambientales públicos y privados es, por otra parte, una tendencia cuya continuación en los próximos años es, además de deseable, fácil de pronosticar: la gran demanda social de calidad medioambiental, los grandes deterioros existentes y la propia necesidad de adaptación a la exigente disciplina comunitaria, previsiblemente producirán en el futuro inmediato aumentos significativos en el volumen de recursos asignados por la sociedad española al objetivo de protección del medio ambiente.
2.3. Instrumentos y mecanismos económicos y fiscales para la gestión ambiental.
A los instrumentos económicos y fiscales se les asigna dos funciones importantes: la primera es de incentivo para reducir la contaminación y la segunda para incitar la investigación y el desarrollo de las tecnologías limpias.
El Principio de Causalidad o «quien contamina, paga» es el fundamento en el que se basan los instrumentos económicos de lucha contra la contaminación.
El principio procura la internalización de los costes externos ambientales por medio de diferentes procedimientos dentro del sistema de mercado, rechazando en consecuencia, una intervención general del Sector Público que asuma la responsabilidad total de la degradación ambiental. De esta forma el Estado centrará su intervención marcando objetivos de calidad y normas de emisión o vertido, controlando su aplicación y sancionando cuando corresponda. Lógicamente este principio no resuelve todos los problemas en materia ambiental ya que de un lado, se limita al problema de la contaminación y por otro, tiene algunas dificultades de aplicación cuando no queda claramente definido quién contamina.
La regulación directa
Con este sistema se obliga a las actividades ambientalmente perjudiciales a ajustarse a una reglamentación específica, dentro del marco jurídico administrativo convencional, que determina los límites del ejercicio de tal actividad, en base a la legislación aplicable tanto a nivel local o regional como a nivel nacional o comunitario. Se fijan niveles de emisión y de calidad del agua receptora del vertido. La administración fija unos límites legales, basados en consideraciones de salud, ecológicos, urbanísticos, etc., que el potencial contaminador debe cumplir para desarrollar su actividad.
Incitaciones al respeto de las normas.
Las incitaciones al respeto de las normas, como las sanciones por no respetar las mismas y los permisos de ejecución, están ligados a la reglamentación directa. Las sanciones por no respetar las normas penalizan a los contaminadores que sobrepasan las normas ambientales prescritas. Los títulos de ejecución son pagos a las Autoridades que son reembolsadas una vez demostrado que el contaminador ha respetado las normas que le han sido impuestas.
Cánones, impuestos sobre efluentes. Gravamen sobre vertidos.
Este sistema es muy utilizado. Consiste en establecer un gravamen sobre los contaminantes vertidos al medio, ya sea el agua o el aire.
La Administración fija un impuesto por unidad de contaminación, con el fin de forzar al contaminador a internalizar los costes sociales derivados de su actividad, de tal forma que para minimizar sus costes tenga que decidir disminuir la contaminación que origina. La reducción del volumen de vertidos y carga contaminante le resultará beneficiosa al contaminador hasta un punto donde el coste marginal de reducción de contaminación (descontaminación) sea igual al gravamen fijado.
El mecanismo de la negociación.
Las opciones mercantiles controladas son de tres tipos: «burbuja», «compensaciones» y «depósitos».
– El «efecto burbuja» se refiere a la consideración de varias fuentes de emisión en una planta como si fuera una sola y también a considerar un conjunto de focos como una fuente integrada de emisión.
– El concepto de «compensaciones» significa que se puede lograr una autorización de nuevas emisiones de contaminantes si al mismo tiempo, se efectúa una reducción semejante o mayor de la contaminación originada en instalaciones existentes. Es un mecanismo muy eficaz y muy útil en el caso de los efluentes líquidos.
– El mecanismo de «depósito de emisiones» es en realidad una prolongación del programa de compensaciones y tiene una gran flexibilidad, pero es difícil de implantar. Si una empresa reduce sus emisiones o vertidos por debajo de los límites exigidos por la Legislación puede «depositar» estas reducciones y tenerlas en reserva, en algo así como una cámara de compensación, para negociar con ellas en un futuro próximo. Este mecanismo puede ser muy útil en el sector energético.
Derechos de contaminación.
Se basa en la utilización de unos Títulos o Derechos de emitido por el Estado, susceptibles de ser transferidos y que permiten a su poseedor contaminar hasta el punto que le autorizan sus derechos de propiedad.
La venta de Derechos se efectuaría mediante una subasta anual en la que se ofrecerían, por parte de la Autoridad, los Derechos de Contaminación referentes al próximo año. Los contaminadores harían sus ofertas hasta que se alcanzase el precio unitario al cual se venderían el total de los derechos. Posteriormente durante el año, si los contaminadores cambiasen sus planes, podrían ofertar los Derechos que no fuesen a utilizar, o demandar Derechos adicionales si pensasen que su actividad de vertidos iba a ser mayor que la planificada, de forma que después de celebrada la subasta oficial en la que se asignasen todos los «Derechos», aparecería un mercado para los Derechos que no se usen.
Sistema de consignación. Caución-reembolso.
En un sistema de caución-reembolso, una cantidad o caución es abonada por los productos potencialmente contaminantes, como los envases y los embalajes. Una vez que la contaminación ha sido evitada mediante la recuperación de los productos o de sus residuos, se produce el reembolso de la cantidad desembolsada inicialmente.
Ayudas, subvenciones y otros estímulos.
La subvención, por ser un procedimiento contrario al principio general de contaminador-pagador, ha recibido fuertes críticas y en años pasados se ha reducido notablemente. Actualmente, ante el agravamiento de los problemas ambientales, se están fomentando los Programas de ayuda al equipamiento, con importantes subvenciones.
En muchas Autonomías se propicia este tipo de ayudas, tanto para las industrias como para las explotaciones ganaderas, ya que las exigentes medidas de la CEE así lo aconsejan, si se desea alcanzar un cierto grado de cumplimiento de la normativa ambiental en pocos años.
2.4. Aplicación de los instrumentos económicos en los sectores ambientales.
Se puede efectuar un acercamiento sectorial basado en los diferentes medios naturales, y considerar las aguas, los residuos y la atmósfera como problemas distintos. Resulta igualmente posible referirse a los sectores económicos, como la energía, el turismo, los transportes, la agricultura y la industria. Las recomendaciones en cuanto concierne a la aplicación de los Instrumentos económicos combinan estos dos enfoques, si bien el acento está puesto preferentemente en los medios naturales, es decir, el enfoque sectorial.
Contaminación de las aguas.
Uno de los componentes más importantes de la política ambiental es la protección de las aguas contra la contaminación, la conservación de los recursos hídricos y la utilización racional del agua.
La lucha contra la contaminación de las aguas tiene como fin preservar, todo lo posible, la calidad natural de las aguas superficiales y de las subterráneas, proteger la biocenosis que depende de estas aguas (fauna y flora) y reducir los niveles de contaminación existentes, con objeto de proteger la salud pública y permitir satisfacer las necesidades que dependen de las aguas, en las mejores condiciones económicas y en cantidad suficiente para atender los diversos usos.
A través de la Ley de Aguas de 1985 y de la Ley de Costas de 1988 se ha implantado el canon de vertido con carácter general. La experiencia ha demostrado, en los países que lo han implantado, que el establecimiento de tarifas o precios reales por el suministro de agua ha conducido a un uso mucho más racional del agua.
Igualmente deben utilizarse los estímulos económicos y fiscales adecuados para convencer o disuadir a los contaminadores de contaminar e incitar a verter los menos contaminantes posibles y poner a punto técnicas nuevas menos contaminantes, como la construcción de plantas depuradoras, estrategias de lucha que prevean la adopción de medidas preventivas en las fases más previas posibles de un proceso de producción y el empleo de tecnologías con pocos desechos o sin desechos y especialmente el reciclado.
Es preciso también organizar una estructura administrativa suficiente y eficaz. Sin ella, tampoco será posible el ordenamiento ambiental del uso de los recursos hídricos y deberá estar dotada de los equipos humanos, instrumentales y laboratorios precisos.
Contaminación atmosférica.
La lucha contra la contaminación atmosférica presenta dos vertientes: una referida a la defensa de la calidad del aire, con criterios higiénico-sanitarios, a través de la exigencia de los correspondientes niveles de inmisión; y la otra corresponde al establecimiento de unos límites máximos de emisión de contaminantes en los focos emisores, constituidos fundamentalmente por instalaciones industriales, calefacciones y vehículos automóviles.
La gestión de la calidad se apoya en cuatro tipos de actuaciones:
– Información completa sobre las emisiones de contaminantes, lo que requiere disponer de Inventarios y Auditorías Ambientales bien hechos.
– Conocimiento de las relaciones entre el volumen y la naturaleza de las emisiones por una parte, y por otra, del costo de la lucha contra la contaminación, es decir, las funciones de costo de las actividades de reducción de la contaminación o de prevención de la misma.
– Evaluación del impacto ambiental de estas emisiones, es decir, análisis de la incidencia de los penachos sobre la calidad del aire en el entorno, contando con la capacidad de difusión y transporte de la atmósfera.
– Conocimiento de los efectos sobre el medio (sobre todo sobre la flora) y sobre la salud, de los contaminantes en sus diversas concentraciones, tanto solos como combinados con otros, es decir, empleo de modelos del medio que relacionan las dosis con los daños o efectos. Si no es posible una valoración cuantitativa monetaria, sí se pueden obtener resultados cualitativos importantes.
Gestión de residuos.
Los problemas ecológicos causados por los residuos se deben especialmente a su volumen, su contenido de sustancias peligrosas o su débil grado de aptitud para el reciclaje. Esto se debe al uso de muy diversos materiales o a la deficiencia de gestión de los desperdicios y su tratamiento.
La CEE propone políticas encaminadas a resolver los problemas de los desechos basándose en tres líneas:
– En primer lugar, siempre que sea posible ha de evitarse producir residuos.
– Los residuos deben reutilizarse o reciclarse en la mayor medida posible.
– Aquellos residuos que no pueden ser tratados deben ser eliminados de manera segura.
Estas reglas se han enumerado por su orden de prioridad. La prevención es preferible al reciclaje y éste a su vez es preferible a la eliminación.
Se entiende por gestión de residuos el conjunto de operaciones encaminadas a dar a los residuos producidos en una zona el destino global más adecuado desde el punto de vista ambiental y especialmente en la vertiente sanitaria, de acuerdo con sus características, volumen, procedencia, coste de tratamiento, posibilidades de recuperación y de comercialización y directrices administrativas en este campo. La gestión de los residuos comprende las fases de preparación, recogida, transporte y tratamiento de los mismos.
Desarrollo sostenible
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992, ha girado en torno al tema más fundamental que tiene planteado hoy en día la comunidad mundial, a saber: como reconciliar la actividad humana con las leyes de la naturaleza. En muchos sentidos, la Cumbre de la Tierra fue un fracaso y, en todo caso, una gran desilusión ante las esperanzas concebidas por los más optimistas, aunque sólo el hecho de su celebración fue un acontecimiento positivo sorprendente. La Declaración de Río refleja al menos el grado de consenso actual sobre unos principios inspiradores de la acción, aunque muy lejos de la Carta de la Tierra inicialmente prevista. Los Convenios sobre el Cambio Climático, así como sobre la Biodiversidad, han quedado cojos por falta de objetivos y plazos concretos. Pese a todo, el salto cualitativo más importante ha sido la adopción del desarrollo sostenible como indisolublemente ligado a la protección del medio ambiente.
Lo difícil ahora es establecer la definición adecuada de desarrollo sostenible y la estrategia concreta de su aplicación práctica generalizada, así como lograr movilizar la voluntad política de todos los gobiernos, además de la participación activa de todos los ciudadanos del mundo.
Desarrollo sostenible es aquel que promueve y alcanza el mayor bienestar material y social para todos, adaptado a las aspiraciones concretas de las respectivas identidades culturales, a la vez que reconoce el grave deber de no poner en peligro similares aspiraciones de las futuras generaciones que habiten nuestro planeta. Esto exige una estrategia global en consecuencia, unos mecanismos o instituciones con autoridad universal para evitar cualquier exceso, abuso o desequilibrio en la explotación de los recursos naturales, la contaminación emanada por la producción agrícola e industrial, la manipulación desordenada del comercio y de las finanzas internacionales.
Reconocer que el sistema socioeconómico actual no se puede mantener y que, de seguir así, nos orientamos hacia el colapso, es la única forma para poder decidir el cambio del sistema. Por otra parte, el desarrollo sostenible sólo se logrará a condición de modificar el estilo de vida imperante, los actuales hábitos consumistas desordenados, reconociendo que los parámetros del tipo de vida actualmente más extendido son insostenibles y no se corresponden con los de la calidad de vida que merece ser propugnada. Esto supondría una profunda metamorfosis del sistema actual a modo de una gran transición, análoga a la que supuso la revolución industrial frente a la agrícola, en la que se necesita hacer una afirmación del hombre frente a la industrialización a ultranza.
También el reciente informe sobre desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo apunta, con razón, que el previsible «clamor por un desarrollo sostenible no es simplemente una llamada a la protección ambiental, ya que implica también un nuevo concepto de crecimiento económico que provea justicia y oportunidades para toda la gente del mundo y no sólo para unos pocos privilegiados, sin destruir aún más los recursos naturales finitos del mundo ni poner en entredicho la capacidad de sostenimiento de la Tierra».
Estamos, pues, ante la necesidad de una gran revolución humana desde la educación y la cultura. Tenemos que pasar de la visión del hombre conquistador y explotador de la naturaleza al hombre administrador de la naturaleza, sobre bases viables y sostenibles. Pero ello conlleva no sólo aspectos intelectuales y morales sino también la revisión de los concretos intereses de las estructuras de poder a todos los niveles. Debemos tratar de crear una nueva conciencia humana, una estructura ética para la supervivencia y el progreso sostenible, tomando lo mejor de la sabiduría de todos los pueblos y culturas del mundo.
3. CONCEPTO ECOLÓGICO DE SALUD.
Existen múltiples definiciones de salud que parten de las siguientes concepciones: subjetiva, objetiva, etiológica y social.
La concepción subjetiva es la percepción de ausencia de malestar y de dolor y depende de cada persona. Desde esta concepción la O.M.S. definió la salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo como la ausencia de enfermedad.
Desde el punto de vista de concepción social, se considera la salud como el grado de aptitud para realizar los roles sociales, y en función de lo que vale la salud y lo que cuesta la enfermedad.
La concepción objetiva es la aplicación de criterios de medida a una serie de parámetros de tipo: físicoquímico, biológico, fisiológico y sociocultural. La Real Academia define la salud como el estado en el que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones.
La concepción etiológica se basa en el origen natural de las enfermedades y de los factores que intervienen en el desarrollo de la enfermedad, de tipo genético, ambiental, social y asistencial. De esta manera la salud es la adaptación del hombre al medio ambiente físico y social.
El modelo ecológico de salud determina que éste es un proceso dependiente de la biología humana, del medio ambiente, del estilo de vida y del servicio sanitario.
El estilo de vida es el determinante que más influye en la salud y tiene un porcentaje de gastos mínimos. Mientras que el medio ambiente presenta importantes interacciones con el hombre:
La O.M.S. marca las siguientes orientaciones para establecer la relación entre salud y calidad de vida:
– Evaluación del riesgo de cada contaminante.
– Sistemas integrales de vigilancia y medición
– Bases de datos sanitarias y ambientales.
– Medidas de intervención y control.
– Educación ambiental
3.1. Identificación de los factores de riesgos ambientales.
Los factores de riesgo del medio son todas aquellas variables sobre las que se puede actuar para mejorar la calidad de los elementos constituyentes del ambiente, tanto físico como social, y con ello disminuir los problemas de salud y del propio ambiente. De forma esquemática puede expresarse el medio como el conjunto de interrelaciones entre el individuo, los recursos y la estructura social, todo inmerso en el soporte común que constituye el medio físico. El medio físico son los factores biogeoclimáticos que actúan sobre una comunidad o un organismo y determinan su forma y su supervivencia. Desde el punto de vista didáctico este medio se divide en dos aspectos:
– Por una parte el medio natural, que está compuesto por los recursos de aire, agua, suelo, flora, fauna y energéticos. La identificación de los factores de riesgo y de peligro real para la salud de la población existentes en cada ambiente de vida humano, es indispensable para la planificación de programas de prevención y de fomento de la salud.
– Por otro lado, el medio modificado está compuesto por su equipamiento (vivienda, trabajo, recreación, salud), su infraestructura (servicios, energía, transporte) y la ordenación de su espacio (usos del suelo).
El medio social es el conjunto de condiciones económicas, sociales, políticas y culturales, incluyendo los recursos y las estructuras (legislación, hábitos y costumbres) que influyen en la vida de la comunidad y del individuo.
Todo este conjunto de elementos que a veces pueden diferenciarse claramente y otras no, en cuanto a ser generadores directos o indirectos de procesos de enfermedad, constituyen los factores de riesgos a los que está expuesta en distintos grados y formas la población,
La probabilidad para el conjunto de los individuos de que ocurra o se concreten los riesgos específicos de enfermar o morir dependerá del juego entre susceptibilidad y exposición al riesgo.
Aunque a efectos prácticos se consideran como integrantes del medio dos grandes áreas, las cuales se han diferenciado en la mayoría de las ocasiones, el medio local y físico aparecen entretejidos dentro de una maraña de influencias cooperadoras procedentes de distintos tipos de fuentes que se influencian y se superponen entre sí.
3.2.Contaminación ambiental.
Según la OMS, la contaminación ambiental de tipo físico, químico y biológico se produce por la presencia en el aire, en el agua y en el suelo, de factores y sustancias en cantidad, concentración, y durante un período de tiempo tal, que causan molestias, amenazan la vida, o la salud de las personas, animales, o plantas, dañan los bienes u obstaculizan el disfrute razonable de vidas y haciendas en zonas afectadas por ellas.
Por tanto, la contaminación ambiental puede afectar a la atmósfera, a las aguas, a los seres vivos y a los alimentos, y por las radiaciones: contaminación nuclear. Según la naturaleza, las principales clases de factores y elementos contaminantes del medio ambiente son:
3.3.Vehículos y ambientes de contaminación .
El medio humano ambiental supone también un ambiente sociocultural y psicosocial dada la enorme influencia que tienen las condiciones económicas, sociales y culturales que nos rodean en el modo de ser y de vivir, en relación con lo que ocurre y existe a nuestro alrededor; de ahí la importancia de realizar un estudio detenido, ya que el hombre es un animal social, y tenemos que tener muy en cuenta que muchos problemas de salud mental, anomalías de la conducta o comportamientos irracionales, se producen por factores sociales (hacinamiento, falta de descanso etc.), que en ocasiones están entrelazados con factores biológicos. Si a esto se le une la aguda crisis económica por la que atravesamos, los factores sociales vinculados con la economía van a incrementar su acción sobre la salud de todos los ciudadanos. Hay que hacer una mención especial al problema del paro y su repercusión a nivel individual, familiar y social, ya que los parados muestran cambios fisiológicos, físicos y psíquicos.
Los más importantes son los siguientes:
– Las aguas, contaminadas por orinas y heces de procedencia humana o animal, productos tóxicos, pesticidas o radiactivos residuales de origen humano, agrícola o industrial. Todas aquellas procedencias pueden contaminar aguas de pozos, fuentes, acequias, arroyos, pantanos, ríos y mares.
– El aire, que es contaminado por humos, gases, polvo y polen, ruido y olores; procedentes de procesos industriales, de la vida doméstica, de vehículos de transporte, de volcanes, de plantas.
– El suelo, que se contamina mediante las aguas residuales, plaguicidas, basuras, aguas industriales, productos radiactivos, plásticos, cadáveres, excretas, o con productos de animales que intervienen en la transmisión de enfermedades.
– Los alimentos, que se contaminan mediante sustancias tóxicas, cancerígenas, mutagénicas o infecciosas procedentes del medio ambiente o por aquellas personas que los manipulan, almacenan, procesan o venden; de ahí que deban de ser inspeccionados y saneados. Dicha contaminación se puede producir en origen o ulteriormente, directa o indirectamente, voluntaria o involuntariamente.
– La vivienda, si no reúne las condiciones adecuadas (insalubre) puede producir hacinamiento, humedades, confinamiento, la convivencia con animales domésticos, con roedores o algunos artrópodos y con la aparición de variados y frecuentes accidentes.
– Ambiente laboral, donde se producen accidentes, enfermedades del trabajo, enfermedades e intoxicaciones profesionales etc… Estas situaciones ecológicas especiales precisan de eminentes actuaciones preventivas.
– Ambiente rural, en el que debido a su dispersión, escaso potencial económico, difícil acceso a una cultura elemental, etc., tienen más difícil solución los problemas que allí se plantean, como son los traumas, accidentes, infecciones, intoxicaciones, que en las zonas urbanas.
– Ambiente urbano, con sus problemas de roedores en el subsuelo, acumulación de basuras, locales de reunión y de recreo, que pueden ser un medio de difusión y propagación de enfermedades transmisibles o de dependencias; actividades molestas, nocivas, insalubres y peligrosas: aire impuro, ruidos, trastornos afectivos, o irritabilidad, muertes o invalideces.
3.4.Importancia de la prevención de la contaminación.
Se va a conseguir el saneamiento del medio mediante el dominio, control y regulación de todos los factores que en el medio ambiente de la vida humana ejerzan o puedan ejercer acción nociva sobre el desarrollo, salud física, mental o social, supervivencia y bienestar.
Va a ser la Sanidad Ambiental la que se va a preocupar de aquellos factores del medio ambiente que constituyan un riesgo para la salud, llevando a cabo las acciones institucionales que sean necesarias para conseguir la salubridad del medio.
De ahí que el saneamiento del medio sea necesario para evitar la degradación y contaminación del medio, pues hay que abandonar la actitud que anteriormente seguían los ecólogos de “conservar la naturaleza” y adoptar una actuación dinámica para evitar la alteración del equilibrio ecológico, por lo que el sanitario debe de conocer mejor la ecología humana (conjunto de todos los factores y circunstancias que existen en el lugar que residimos y con los que andamos en íntima relación). El ambiente de una comunidad es un condicionante de su bienestar social, sanitario y económico tanto para su bien, como para su mal.
Tanto los dirigentes del sector salud como los especialistas en ambiente tendrán que potenciar al máximo las acciones preventivas para evitar los daños que los riesgos del medio están acumulando sobre nosotros.
Las áreas-problemas específicas de la salud ambiental pueden agruparse en seis grupos principales: recursos hídricos, contaminación del aire, alimentos y medicamentos, ionizaciones y otras radiaciones, núcleos urbanos y residenciales, residuos sólidos y saneamiento general. Cada uno de estos grupos tienen unas características especiales, que merecen destacarse cuando se determina un curso de acción para encarar los múltiples problemas de salud.
3.5. Principios básicos y marco legal sobre medio ambiente.
– Evitar la contaminación de aguas continentales y marítimas. Limitar y controlar el vertido de materias de desecho o tóxicas en los cursos de agua y en el terreno.
– Controlar y mejorar la calidad del aire.
– Respetar al máximo los ecosistemas naturales.
– Fomentar la información y educación sanitaria de los individuos. Definir responsabilidades de personas o entidades que actúen negativamente sobre el medio ambiente.
– Establecer el principio de solidaridad de todos los países. Fortalecer las colaboraciones intersectoriales.
En función de estos principios, el marco legal en el que España sustenta estas actuaciones está contenido en:
– En la Constitución Española, que establece en su art. 45, el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de las personas así como su deber de conservarlo.
– En la Ley General de Sanidad que en varios de sus artículos considera la Sanidad Ambiental como uno de los pilares fundamentales de las actuaciones sanitarias del sistema de salud
La política del Ministerio de Sanidad y Consumo en materia de Sanidad Ambiental, se enmarca en una de las cuatro grandes áreas que componen la estrategia de salud para todos, el área de prevención de riesgos ambientales.
– En la Ley de Bases de Régimen Local (cap III) Los Municipios podrán solicitar de la Comunidad Autónoma la dispensa de la obligación de prestar servicios mínimos.
4. LA EDUCACIÓN AMBIENTAL.
4.1.calidad de vida y educación ambiental
La calidad de vida es el objetivo común de gobiernos y poblaciones. En siglo XXI, se reconoce que uno de los obstáculos más importantes para el mantenimiento o la mejora de la calidad de vida es el deterioro de los sistemas vitales, de los que depende la existencia de la especie humana en el planeta.
El efecto invernadero, el agujero en la capa de ozono, la desertización, el agotamiento de los recursos… La pobreza, el reparto injusto de la riqueza, la desigualdad en las relaciones entre los pueblos… Son sólo algunos de los graves problemas que hacen inviable, para muchas personas, o amenazan, en nuestro caso, el disfrute de una vida digna. La percepción social es que nos enfrentamos a realidades casi incomprensibles y por lo tanto, inmanejables. La respuesta más común es el desconcierto, la inhibición.
Sin embargo, estos problemas son resultado de acciones concretas. Un mosaico de pequeñas o grandes acciones de contaminación, de aprovechamiento excesivo o de descuido, de destrucción. Acciones determinadas por los modelos de producción y consumo y por los hábitos de vida, especialmente los de la sociedad occidental.
Resolver los problemas ambientales o, mejor aún, prevenirlos implica la necesidad de ir cambiando cada acción, de manera que se modifiquen los efectos de nuestra actividad individual y colectiva, para obtener un nuevo mosaico de fuerzas encaminadas en una dirección distinta: la sostenibilidad.
La educación ambiental nace con la vocación de colaborar en la mejora ambiental desde una perspectiva muy amplia, que incluye la necesidad de aclarar, para cada nación y con arreglo a su cultura, el significado de conceptos básicos tales como “calidad de vida” y “felicidad humana”, como señala la “Carta de Belgrado” (Naciones Unidas, 1975).
La educación ambiental se debe potenciar tanto en la actuación administrativa como en el sistema educativo, la gestión empresarial y las organizaciones ciudadanas. No es que la educación pueda resolver por sí misma los problemas ambientales, pero es imprescindible para alcanzar el objetivo último: la mejora de la calidad de vida.
4.2.Definición de Educación Ambiental
La educación ambiental es una corriente de pensamiento y acción, de alcance internacional, que adquiere gran auge a partir de los años 70, cuando la destrucción de los hábitats naturales y la degradación de la calidad ambiental empiezan a ser considerados como problemas sociales. Se acepta comúnmente que el reconocimiento oficial de su existencia y de su importancia se produce en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972), aunque ya aparezcan referencias explícitas en documentos de años anteriores.
Aunque es difícil encuadrar la educación ambiental dentro de una definición, dada la diversidad de planteamientos y de prácticas concretas bajo tal etiqueta, podemos partir de la propuesta en el Congreso Internacional de Educación y Formación sobre Medio Ambiente (Moscú, 1987):
“La educación ambiental es un proceso permanente en el cual los individuos y las comunidades adquieren conciencia de su medio y aprenden los conocimientos. Los valores, las destrezas, la experiencia y también la determinación que les capacite para actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas ambientales presentes y futuros”.
El reto de la educación ambiental es, por tanto, promover una nueva relación de la sociedad humana con su entorno, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo personal y colectivo más justo, equitativo y sostenible, que pueda garantizar la conservación del soporte físico y biológico sobre el que se
sustenta.
4.3.La Educación Ambiental en España
En lo que podría llamarse la “historia oficial” de la educación ambiental en nuestro país cabe diferenciar tres períodos:
– Los inicios son distintos en cada comunidad autónoma. Las aportaciones
que se realizan desde la educación formal y la no formal son muy diversas y
marcan el desarrollo que tendrá la educación ambiental en cada comunidad.
La expansión definitiva coincide con la transición democrática y la apertura al
asociacionismo que, en el campo ambiental, tiene una importante participación
desde el movimiento ecologista, conservacionista y excursionista. Cabe
destacar, en el ámbito escolar, el Movimiento de Renovación Pedagógica,
continuador de una rica tradición que, ya desde el siglo XIX, abogaba por una educación basada en la experiencia del medio y en la aproximación del alumnado a su entorno inmediato. Por último, hay que subrayar el papel de los pioneros: colectivos, empresas y cooperativas de educación ambiental, que han sido decisivas para su impulso inicial y posterior desarrollo en nuestro país.
– Una fase de institucionalización, durante los años 80, que acompaña a la
creación y desarrollo del Estado de las Autonomías, con la multiplicación de
unidades administrativas de medio ambiente. Se generaliza la puesta en marcha
de actividades, programas y equipamientos, públicos y privados, como granjas-
escuela, aulas de naturaleza o centros de interpretación. Dos acontecimientos
marcan esta década: las Primeras Jornadas de Educación Ambiental (Sitges.
1983), donde se realizó un primer balance de las iniciativas existentes hasta el momento, y las Segundas Jornadas de Educación Ambiental (Valsaín, 1987), que permiten constatar el dinamismo experimentado por la educación ambiental e inauguran una etapa de madurez. Otro hecho relevante es la gestación de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), finalmente aprobada en 1990, que incorpora la educación ambiental, como tema transversal, dentro del curriculum y que supone un reconocimiento oficial a la actividad del profesorado comprometido en esta tarea
– Una etapa de replanteamiento crítico, ya en los 90, que llega a exigir criterios de calidad en los programas y actividades, y subraya la necesidad de una educación ambiental que llegue a toda la sociedad y profundice en los principios de la sostenibilidad. Una conclusión importante de esta revisión sitúa, de un modo realista y menos ingenuo, el papel de la educación ambiental dentro del conjunto de recursos de los que disponemos para afrontar la crisis socioambiental. La educación ambiental es una herramienta, no la herramienta. La imprescindible armonía entre educación y gestión ambiental es una consecuencia práctica de lo anterior.
4.4. Objetivos de la educación ambiental
Del 14 al 16 de octubre de 1977 se celebró en Tbilisi (Georgia) una magna conferencia sobre educación ambiental promovida por la UNESCO. En dicha conferencia se llegó al acuerdo de que los objetivos de la educación ambiental son los siguientes:
Objetivos generales:
– Que el ser humano comprenda la naturaleza compleja del medio ambiente resultante de la interacción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales y culturales.
– Que perciba claramente la importancia del medio ambiente en las actividades del desarrollo económico, social y cultural.
– Mostrar con claridad las interdependencias económicas, políticas y ecológicas del mundo moderno, en el que las decisiones y comportamiento de todos los países pueden tener consecuencias de alcance internacional.
Objetivos en cuanto al conocimiento:
– Hacer comprender la relación entre los factores físicos, biológicos
– y socioeconómicos del medio ambiente, así como su evolución en el tiempo y su modificación en el espacio.
Objetivos con respeto a los valores:
– Insistir en las diferentes opciones en materia de desarrollo, teniendo en cuenta la necesidad de mejorar el medio ambiente.
De todos estos principios es necesario destacar algunas cosas importantes:
· Se aprecia como objetivo la educación ambiental, una de las bases de la ecología y la que le da un sentido, como es considerar la naturaleza como resultante de la interacción de diferentes leyes de carácter físico, químico, biológico, etc. Este análisis ecológico del medio ambiente es muy útil a la hora de orientar el estudio de éste, y nos proporciona un elemento globalizador en cuanto a las técnicas pedagógicas se refiere.
· Basar la educación ambiental en un intento de crear nuevas actitudes y un sentido crítico hacia su medio.
· Esta característica nos relaciona con una de las bases de la pedagogía activa en la cual se sustituye el sistema tradicional de clases pasivas por el de crear los elementos necesarios para que el educando genere su propio criterio.
· Se une la educación ambiental con las características económicas, políticas y ecológicas del mundo. Dando por sentado que la pedagogía no es un elemento de carácter aséptico, sino que va a depender de la aplicación que se haga de ella, con las connotaciones políticas, sociales, religiosas o económicas, es evidente que la educación ambiental estaría también limitada por estas cuestiones. Pero, teniendo en cuenta que las decisiones sobre medio ambiente, y en ecología en general, tienen consecuencias internacionales, es imprescindible hacer de la educación ambiental una materia de carácter universal donde están implicadas todas las naciones.
Aunque los objetivos de la educación ambiental llevan implícitos algunas de las características principales, es necesario resaltar algunas cuestiones.
La educación ambiental viene caracterizada de manera general por dos puntos:
· Su carácter interdisciplinario.
· Su orientación hacia la resolución de problemas ambientales.
La educación ambiental debe orientarse a los siguientes grupos diferenciados:
· Todos los ciudadanos en general. Lo que se denomina vulgarmente hombre de la calle.
· Profesionales del medio ambiente o personas relacionadas con él (biólogos, paisajistas, geólogos, etc.).
· Profesionales cuya actividad tenga incidencia sobre el medio ambiente (arquitectos, ingenieros etc.).
· Los que tienen a su cargo la toma de decisiones (políticos, diputados etc.).
· Educación formal (escuelas, institutos, universidades etc.).
Dentro de la educación ambiental dirigida al gran público se encontraría fundamentalmente el papel que deben jugar los medios de comunicación, con programaciones o contenidos que eleven el nivel informativo de las personas en materia medio ambiental y que creen un sentido crítico de la realidad que les rodea.
Otro de los medios que debe utilizar la educación ambiental para el público en general, debe ser la apertura de las escuelas de barrio o pueblo por medio de actividades (charlas, coloquios, etc.) que lleguen a un amplio número de personas.
Asimismo, a este nivel informativo, los grupos ecologistas cumplen un importante papel, ya que tienen la capacidad para organizar actividades vinculantes de un gran número de personas sobre problemas concretos que afecten a la población, y con la información al respecto que den cuerpo a tales actividades.
Para el grupo de profesionales, parece obvia la necesidad de tener unos medios de educación permanente que les haga mantener sus competencias sobre sus respectivas profesiones.
Todas aquellas profesiones que tienen un efecto sobre el medio ambiente deberían incluir materias que les adviertan de esta incidencia. Además, sería imprescindible tener un control exhaustivo del desarrollo del trabajo de estos profesionales y sus posibles interacciones con la conservación del medio ambiente.
El gran reto de la educación ambiental lo constituye su presencia en la enseñanza formal o escolarizada. La coordinación entre este tipo de enseñanza y la enseñanza no formal o extraescolar será lo que posibilite que una y otra tengan su razón de ser y en definitiva su eficacia. La enseñanza de la biología y las enseñanzas medio ambientales deben estar basadas en la observación y en el trabajo experimental, complementándose con el estudio teórico básico.
5. BIBLIOGRAFÍA:
– Calvo. Ciencias de la tierra y medioambientales. Ed. Mc graw hill, 2004
– FAUCHEUX, S. y COLS: Las amenazas globales sobre el medio ambiente. Ed. Talasa. Madrid, 1992.
– Naredo y parra. Economía, ecología y sostenibilidad en la sociedad actual. Siglo XXI de España. Editores S.A: 2000
– Pérez arriaga. Energía y desarrollo sostenible. Academia de ingeniería. 2003