1. INTRODUCCIÓN
Vamos a tratar de analizar, necesariamente de modo incompleto dada la amplitud de nuestro trabajo de estudio, las claves históricas del fenómeno llamado ciencia. Trataremos de recorres el mismo sendero histórico por el que han caminado los científico, en origen codo con codo con la filosofía, independientes de ella más tarde.
Este tema corre el riesgo de convertirse en un aburrido listado de grandes pensadores o insignes científicos con sus cronologías y sus logros más destacables. Huyendo de ello vamos a dar más importancia a las claves que posibilitaron el avance y las rupturas en la concepción de la ciencia, para tratar de situar después, en este contexto, a aquellos científicos que jugaron un papel destacable en el suceso.
Este tratamiento del tema nos puede situar en una posición inmejorable para estudiar, por último, las relaciones de la ciencia y los científicos con la sociedad en que se insertan, como se influyen mutuamente, hoy a ritmo desenfrenado, en pos de lo que se ha dado lugar en llamar progreso o desarrollo.
Dado que en el tema 67 se analizarán más en detalle los momentos estelares de la B & G, su tratamiento aquí no es exhaustivo y solo se ofrecen breves notas de algunos autores de especial importancia y su contribución a estas disciplinas.
2. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE CIENCIA
2.1. Mitos y leyendas como explicación de la realidad
La curiosidad es el imperativo deseo de conocer y es una característica de algunos organismos vivos. La curiosidad llega con el fin de explorar el medio ambiente en busca de experiencias. Al hacerse más complejos los organismos, los órganos sensitivos se multiplican y adquieren mayor complejidad y lograron captar más información que a su vez influyó en el desarrollo de sistemas nerviosos más complejos.
Se establecieron analogías entre las cosas conocidas para ser comprensible y plausible.
Antiguamente se consideraba el proceso del descubrimiento como una inspiración de las musas o la revelación de los dioses. Las explicaciones dependían de las analogías.
De esta forma nace el mito. Las fuerzas de la naturaleza fueron deificadas y personificadas. Los mitos se transmitieron oralmente de una generación a otra. Los sucesivos relatores aumentaron y corrigieron, hasta que su origen quedó totalmente oscurecido. Algunos mitos degeneraron en historietas, mientras que otros ganaron en contenido ético, lo que fue suficiente para incorporarlos a la estructura de religiones mayores. Los mitos se mantuvieron por encanto estético o por su empleo para usos físicos.
2.2. Evolución de las ideas científicas
Los mitos griegos figuran entre los más estético y elaborados de nuestra herencia cultural, pero fueron los mismos griegos los que introdujeron el camino opuesto de la observación del universo.
Para los creadores de mitos, cada aspecto de la naturaleza era esencialmente humano, mostrándose caprichosos y volubles, adoptando actitudes altamente emotivas. Mientras el concepto de universo se encontraba en manos de seres tan arbitrarios y de reacciones tan imprevisibles que no había posibilidad de comprenderlo. Pero desde el nuevo punto de vista de los griegos más tardíos, el universo era una máquina gobernada por leyes inflexibles, por lo que intentaron desentrañarlas. Algunos de ellos fueron:
La ciencia, tal y como hoy día la conocemos, fue un producto relativamente tardío del desarrollo general de la civilización humana. Antes del período histórico moderno, no podemos decir que existiese algo así como una tradición científica distinta de la de los filósofos, por una parte, y la de los artesanos, por otra. Las consideraciones filosóficas, por ejemplo, limitaron los importantes logros científicos de los antiguos griegos, de manera que sus dos principales sistemas astronómicos chocaban con las observaciones conocidas en la antigüedad.
La ciencia tuvo sus raíces históricas en dos fuentes principales:
– La tradición técnica, en la que las experiencias y habilidades técnicas se transmitían y desarrollaban de una generación a otra.
– La tradición espiritual, en la que ideas y aspiraciones humanas crecían y se multiplicaban.
En las civilizaciones de la Edad de Bronce, ambas tradiciones parecen haber estado en gran medida separadas, perpetuándose gracias por un lado a los artesanos y, por otro, a las corporaciones de escribas sacerdotales, si bien estos últimos poseían algunas importantes técnicas utilitarias propias. Las matemáticas y la astronomía eran en gran medida técnicas utilitarias empleadas para llevar las cuentas, realizar mediciones y construir calendarios. Su ciencia no difería demasiado de las técnicas de los artesanos, excepto en que se trasmitían a través de registros escritos más bien que de boca a boca.
En las civilizaciones subsiguientes, ambas tradiciones permanecieron en general separadas, si bien ambas se diferenciaron, distinguiéndose el filósofo del sacerdote y del escriba, y el artesano de un oficio, de los de otros. En la antigua Grecia se dieron acercamientos ocasionales; tan sólo a final de la edad media y al comienzo de los tiempos modernos ambas tradiciones empezaron a converger, combinándose luego y produciendo una nueva tradición de la ciencia.
Los antiguos griegos realizaron un importante avance al generalizar el descubrimiento de que los hechos empíricamente conocidos pertenecientes a una clase particular podrían demostrase teóricamente, mostrando que se aplicaban a todos los casos similares. Los griegos usaban también la geometría para interpretar teóricamente sus observaciones astronómicas, de modo que los datos empíricos empezaron ahora a conferir una estructura cuantitativa a las teorías cosmológicas.
No obstante los sistemas del mundo dominantes entre los griegos, les llevó a preferir los sistemas geocéntricos, especialmente el homocéntrico y el epicíclico, los cuales en su forma acabada chocaban con hechos conocidos en la antigüedad.
Tampoco desarrollaron un método experimental ni extendieron la aplicación de la ciencia a nuevos campos, excepto quizá a la ingeniería militar y a la confección de mapas generales del mundo.
En las subsiguientes civilizaciones de Roma, el mundo árabe y la Europa medieval, la ciencia no superó los límites establecidos en la época griega, no siendo muy grande su influjo sobre dichas civilizaciones.
En el periodo histórico moderno, no obstante, la ciencia y las fuerzas que la promueven han desarrollado un poder de cambio histórico cada vez mayor. La investigación experimental, junto con los métodos cualitativo-inductivos y cuantitativo-deductivos discutidos a principios del siglo XVII, encontraron poco a poco su lugar y aplicación adecuados en todas las ciencias.
Aplicados inicialmente a la mecánica y la astronomía, dilucidaron el funcionamiento del Sistema Solar, aplicados luego a la electricidad, la química, la biología y otras ciencias, hicieron que estos campos se volviesen a su vez más precisos y fructíferos.
En el mundo moderno la ciencia ha llevado a la secularización del pensamiento y al desarrollo de sus aplicaciones útiles, pero también ha influido en los valores humanos. Algunos científicos, especialmente los biólogos, han tratado de derivar un código ético de la teoría de la evolución, pero posiblemente el método científico haya ejercido más influencia que ninguna teoría particular sobre las evaluaciones humanas.
El método científico descansa más sobre los argumentos racionales que sobre impulsos emocionales y sugiere que los elementos de juicio empíricos deberían decidir entre puntos de vista dispares, práctica que se ha tornado algo más general en las relaciones humanas de lo que lo era hace aproximadamente un siglo
No podemos considerar la ciencia como un fenómeno histórico plenamente autónomo ni como agente totalmente independiente del cambio histórico, por más que tenga una tradición e importancia propia. El desarrollo de la ciencia no ha sido más que uno más de los diversos movimientos históricos que han formado un complejo interconexo en el que la ciencia no ha sido hasta hace poco más que una fuerza menor.
3. REVOLUCIONES CIENTÍFICAS Y CAMBIOS EN LOS PARADIGMAS EN LA BIOLOGÍA Y LA GEOLOGÍA
La historia de la ciencia está basada en períodos de asimilación y crecimiento, bruscamente cortados por periodos de grandes rupturas, a los que de nuevo sigue un periodo de asimilación que nos sitúa, no en el punto de partida, que nos daría como resultado un ciclo, sino en un punto más arriba
3.1.Dinámica general del progreso científico
– Etapa mítico empírica: característica de las comunidades de la antigüedad, en las que aparece un conocimiento asistemático del medio en que se desenvuelven las actividades humanas. El desarrollo de los mitos corre parejo a la necesidad de encontrar explicaciones a los hechos y cataclismos que amenazan la existencia
– Ruptura: surgen en Grecia los primeros filósofos de la naturaleza. Por primera vez se intenta dar respuesta a hechos naturales desde la observación de los fenómenos
– Etapa racionalista: abarcaría desde el siglo V hasta bien entrado el siglo XVIII. Aunque históricamente abarca periodos bien diferenciados como la edad media y el renacimiento, con el referente del pensamiento, serían como la continuación del racionalismo griego, el principio de modo oscuro y muy matizado por el cristianismo, brillante y humanista al final
– Ruptura: la gran revolución astronómica y mecánica, lentamente cuajada a lo largo de los siglos, da al traste con la etapa racionalista. Es necesario un nuevo enfoque para entender el universo que ha desplazado al cosmos, nace así el método científico
– Etapa positivo. Experimentalista: ya no basta con la observación de la naturaleza, es necesario ir más allá su hemos de comprender los fenómenos. No obstante, en muchos casos solo interesa la descripción de los fenómenos y no sus causas finales.
– Ruptura: a finales del siglo XIX se produce una gran crisis de fundamentación que afecta a la física y las matemáticas, y que se va a dejar sentir en mayor o menor medida en los ámbitos de todas las demás ciencias.
– Etapa crítico-fundamentalista: en la que nos encontramos en la actualidad. En la que la ciencia ya no es solo el estudio de los fenómenos, sino que lleva implicado el ámbito de aplicación práctica o útil de ese estudio.
3.2. Los filósofos de la naturaleza
A las antiguas civilizaciones egipcia, babilonia, asiria o china hemos de reconocerles un alto nivel tecnológico que les permitió dominar, hasta cierto punto, el hostil entorno en el que vivían.
La observación y la recogida sistemática de datos debieron ser hechos normales en estos pueblos, como lo demuestran sus conocimientos prácticos sobre las regularidades celestes y la astronomía, las reglas de medidas y la agrimensura, pero siempre con fines prácticos o de dominio por parte de una poderosa casta sacerdotal. Nunca llegaron a elaborar explicaciones acerca de los fenómenos de su medio, dejando a la mitología y a los dioses el papel de justificar cataclismos, plagas, sequías o inundaciones.
Esta situación cambia radicalmente en el año 600 a.c., con la aparición de los filósofos de la naturaleza, pensadores que buscan leyes basadas en el estudio de la naturaleza para explicar los cambios que se producen a su alrededor. En su época era común la creencia en una materia primaria origen de todo. Importantes pensadores fueron tales de Mileto, Anaximandro o Anaxímedes, que situaron el origen de la materia en el agua.
Parmenides defiende que todo lo que hay ha existido siempre y que nuingun cambio verdadero es posible. No debemos fiarnos de nuestros sentidos: la razón es la que nos permite ver el mundo tal cual es. Había nacido el racionalismo. Heráclito por su parte, postula que todo fluye que existe una razón universal que rige todo lo que sucede en la naturaleza. Hemos de fiarnos de nuestros sentidos y sensaciones, es empirista.
Empedocles dice que la tierra, agua, aire y fuego eran los elementos originales y las fuerzas son la atracción (amor) y el odio (repulsión)
Anaxágoras, que opina que todo en la naturaleza está formado por piezas minúsculas, gérmenes, en las que pone orden el entendimiento.
Demócrito, bajo los cambios hay algo material, los átomos, eternos e indivisibles. Inicia los materialismos.
3.3. El esplendor de Atenas y el helenismo
El interés se desplaza de la naturaleza al hombre, con lo que sus ideas del entorno son meras conclusiones de estudios morales y sociales.
Platón: afirma que solo podemos estar seguros de lo que vemos con la razón, por lo que todos los fenómenos de la naturaleza son sombras de los moldes o ideas eternas. Esto le lleva a aportar ideas sobre astronomía, el geocentrismo y geoestaticismo y los movimientos de los cuerpos celestes que son circulares y no existe otra posibilidad de movimiento.
Aristóteles desplaza la balanza hacia la razón a los sentidos por lo que la observación y la experiencia vuelven a ocupar un lugar preeminente. En la historia natural hizo uso de la observación. Resumió todas las ideas de los filósofos de la naturaleza, puso orden en los conceptos y fundó la lógica como ciencia. En historia natural sentó las bases de la clasificación, realizó estudios de anatomía comparada, botánica y zoología. En física aceptó los cuatro elementos originales y añadió sus concepciones mecánicas, todo lo que se mueve es movido por otro, y la velocidad de un cuerpo es directamente proporcional al peso e inversamente proporcional a la resistencia del medio. En astronomía añade el concepto de éter. Era poco competente en matemáticas.
Alejandro magno con sus conquistas arrebato la hegemonía a Atenas, desplazando el centro a Alejandría. En Atenas la filosofía siguió su camino concentrada en el hombre y su adversidad y en Alejandría afloro el helenismo, alcanzando su máximo esplendor en las ciencias que se estudiaban en su famosa biblioteca. El mestizaje llevó el pensamiento más lejos.
La biblioteca era más bien una universidad, la primera del mundo. Organizada en departamentos. Trabajaron matemáticos como Euclides, elementos de geometría, aristarco de Samos astrónomo, proponía a la tierra un movimiento rotacional sobre su eje y traslacional alrededor del sol. Erastotenes midió el tamaño de la tierra. Médicos como hermofilo de calcedonia, disecciono en público, colocar el intelecto en el cerebro y separación de venas y arterias por el interior del cuerpo humano.
Ptolomeo sucumbió al ocultismo de los egipcios y la ciencia se tuvo que trasladar hacia rodas donde hubo astrónomos, en Siracusa Arquímedes, galeno, Dioscórides…
Roma tomó el relevo. Pero la ciencia no fue más que un pálido reflejo del pasado esplendor helénico. El espíritu práctico de los romanos les impulso a dedicarse más a los aspectos técnicos que a los meramente intelectuales.
3.4.La llegada del cristianismo y la edad media
La decadencia del imperio romano abrió el camino a la división de su mundo en tres grandes áreas de influencia:
– Europa occidental: sometida a los dictados de roma y con una cultura cristiana unificada por la lengua latina
– Europa oriental: donde Constantinopla sería la ciudad dominante y que mantuvo una cultura cristiana de lengua griega
– El norte de África: de donde nos llego hasta la península la cultura musulmana en lengua árabe, ultima depositaria de la ciencia y la técnica desarrollada en Alejandría
Estos tres ríos, que corren separados durante gran parte de la edad media, confluyen al final de la misma en el esplendor del renacimiento.
A menudo se ha dicho que la edad media fue una época oscura y casi sin interés para la ciencia, pero, si bien no se llevan a cabo grandes adelantos, si podemos considerarla como un periodo de crecimiento necesario y de asimilación del cristianismo: la cultura indoeuropea, politeísta y con un sentido de la historia circular ha de dejar paso a una cultura de raíz semítica, monoteísta y con un sentido lineal de la historia.
En este periodo se creó el precedente de nuestro actual sistema escolar, las universidades, catedrales y se continúo avanzando en la alquimia y la astronomía. Ahora bien, las perspectivas eran muy limitadas, la ciencia estaba dedicada mayoritariamente al esclarecimiento de las escrituras y fuertemente lastrada por las ideas de platón, cristianizado por san Agustín y de Aristóteles, asimilado por tomas de Aquino en la alta edad media.
Nos llegan adelantos como el papel, la pólvora, las técnicas de navegación, el telescopio, la imprenta…
3.5.La ruptura renacentista
Desarrollo de una economía monetaria, desarrollo de la burguesía. Condiciones similares a las del mundo griego, vuelven el pensamiento y el humanismo helénicos. Existe una revolución del pensamiento y el resultado es un nuevo modo de entender la naturaleza y acercarse al conocimiento.
Copérnico, publica el mismo día de su muerte el libro que va a inaugurar la revolución del pensamiento. El sistema astronómico ptolomeico estaba cada vez más necesitado de parches para dar cumplida la explicación a los hechos observados y era ya tremendamente complejo para las ideas de armonía y perfección del cosmos. Copérnico plantea la alternativa basada en la posición del solo como astro central e inmóvil del universo. Establece un nuevo orden de los planetas, la luna esta en órbita alrededor de la tierra, dota a la tierra de tres movimientos, coloca la esfera de las estrellas fijas mucho más lejos que en el modelo tradicional para explicar que no se observe el paralaje.
Tres autores más van a completar la revolución astronómica: Tycho Brahe, Keppler Galileo.
T. Brahe realizó observaciones sistemáticas de los cuerpos celestes que rozaron el límite de lo que es posible sin el uso del telescopio. Perfeccionó e invento instrumentos de medición.
Keppler, su aportación fundamental consistió en advertir de la necesidad de explicar no solo como se mueven los planetas, sino también en intentar explicar por qué lo hacen. Las órbitas plantaras son elípticas, con el sol en uno de sus focos, la velocidad orbital de cada planeta es igual a una línea imaginaria que una el centro del planeta con el solo barre áreas iguales a tiempos iguales, los cuadrados de los periodos de los planetas son proporcionales a los cubos de sus distancias medias al sol.
Galileo, quería solucionar el problema del movimiento violento y de la caída de los graves en la física aristotélica y demostrar que es físicamente posible que la tierra se mueva. Relatividad del movimiento, conservación del movimiento, composición de movimientos y existencia del vacío. Perfecciona el telescopio, lo dirige a los cielos para demostrar el heliocentrismo.
Newton, sentó las bases de la mecánica, de la gravitación universal, del cálculo diferencial e integral, de la dinámica y de la óptica. Hallo el modo de ordenar y dar coherencia a todos los descubrimientos realizador por lo nuevos científicos y unificarlos bajo unos principios generales de los que no solo podían derivarse todas las leyes formuladas hasta entonces, sino muchas nuevas.
Vesalio continua con la disección de cadáveres, Servet, describe la circulación sanguínea, Paracelso, revisa la terapéutica galénica, introduciendo en ella principios químicos.
Redi rebatió la teoría de la generación espontánea, Hooke, inductor del término célula, Malpighi.
3.6.La ciencia barroca
Periodo de la ciencia normal. En el mundo de la geología tienen lugar algunas de las grandes controversias que irían haciendo crecer esta ciencia. Los neptunistas, encabezado por Werner, discutirían el origen de los materiales terrestres a los plutonistas, encabezado por Hutton y Cuvier. Este último merece también ser considerado como padre de la anatomía comparada, dando inicio a otro de los campos de investigación característicos de la época.
Stenos sienta las bases de la cristalografía. Mientras que en biología es época de observación, encabezados por Leewenhoek y la polémica entre generación espontanea o no o su refutación tiene en Needhan y en Spallanzani respectivamente a su más caluroso defensor y a su más vivo detractor. La tradición aristotélica seguida por Harvey, hablaba del desarrollo de los organismos a partir de materia amorfa y homogénea, hasta lograr un organismo integrado por partes diferenciadas y heterogéneas. Tras el descubrimiento de los espermatozoides y los homúnculos, se formularon dos versiones de las teorías preformacionista: la prole se halla preformada en el huevo materno o se halla preformada en los espermatozoides.
Linneo, es digno representante de estos tiempos. Sistema naturae, obre monumental donde nacen, con la correspondiente deuda aristotélica dos disciplinas de la biología: taxonomía y sistemática.
Transformistas en el campo de la botánica y la zoología. Buffon, Darwin o Lamarck hablan de evolución. Choca de lleno contra las ideas fijistas o creacionistas.
Los artesanos construyen el cronómetro. Desarrollo de la minería, desarrollo de bombas. Transformación de energía térmica en mecánica…desarrollo astronómico, Lagrange y Laplace, teoría de la nebulosa, para explicar el origen independiente del sistema solar. Herschel descubrió Urano. Lavoisier la nueva química.
3.7.La crisis del siglo XIX y la ciencia moderna
Kant va a ser el detonante de una nueva forma de ver la naturaleza que cristalizará sobre todo en Alemania y que servirá de sustrato intelectual a la ciencia de los albores del XIX, el romanticismo, que será sustituida por el positivismo.
El romanticismo rechaza todos los métodos analíticos y experimentales desarrollados en los siglos anteriores. El positivismo de Comte se caracteriza por la influencia de la revolución industrial y la forja de los nuevos estados italiano y alemán, tanto por el colonialismo y el imperialismo que llevaran a la primera guerra mundial en el inicio del nuevo siglo. El positivismo plantea una jerarquización de las ciencias, desde aquellas que tienen un objeto de estudio menos complejo, hasta alcanzar el máximo de complejidad con matemáticas, astronomía, física, química, biología y sociología.
En una etapa corta a fin de siglo se desarrollo la etapa antipositivista, marcada por la reivindicación de la irracionalidad como forma de conocimiento y por la revisión crítica de los fundamentos de la ciencia, acabará con el siglo. Aquí destaca Nietzsche, Bergson o Schopenhauer y las revisiones de Mach de los principios de la mecánica, de la negación del principio observacional neutro de Durhem o la controversia entre necesidad y determinación suscitada por Boutroux.
Florecen las instituciones científicas, en Francia, Inglaterra, Alemania. Se desarrollan también las revistas científicas de la época, algunas de la cuales todavía se publica.
La ciencia del siglo XIX se abre con un marcado carácter experimentalista cuyos logros son: la evidenciación de la naturaleza ondulatoria de la luz, la pila eléctrica, y las leches electroquímicas de Faraday. Las leyes del campo electromagnético Ohm, los estudios del rendimiento de las maquinas térmicas, y el equivalente mecanismo del calor de Joule, el principio de conservación de la energía de Helmholtz. Teoría atómica de Dalton y Avogadro, teorías evolucionistas de Lyell y las observaciones de la célula de Schleiden y Schwann. Avance técnico sin precedentes, máquinas de vapor, barcos de vapor y la locomotora.
En una segunda revolución se desarrollaron los motores de combustión interna que llevarían directo al automóvil benz, dirigible de Zeppelin, avión de los hermanos Wright. Electricidad se descubre la corriente alterna, la turbina de vapor, el alumbrado por Eddison el teléfono y telegrafía de Bell y Marconi.
En el campo de la química los avances son espectaculares con Mendeleiev y la tabla periódica de los elementos, síntesis químico. Orgánica. En física se finaliza la síntesis electromagnética Maxwell, la síntesis astrofísica, síntesis termodinámica que liga la teoría cinética con la entropía. En biología la teoría celular Virchow y la síntesis biológico-evolucionista Darwin, a la vez que se abrían caminos en la ecología con Haeckel, fisiología, genética con Mendel, matemáticos, Klein finaliza la síntesis geométrica. En medicina se inicia el combate contra los microorganismos gracias a Koch y las vacunas antirrábicas de Pasteur o el cólera del español Ferrán.
La ciencia de este siglo se cierra con una etapa de crisis, descubrimientos no encajables en el marco teórico newtoniano: se evidencian las partículas subatómicas, la radiactividad natural, la constancia de la velocidad de la luz, el efecto fotoeléctrico, la expresión matemática de la distribución energética del emisor ideal por Plank y en matemáticas los trabajos de Cantor.
Por lo que respecta al siglo XX, sería demasiado complejo adentrarnos e cada materia tratando de desvelar sus claves particulares y demasiado prolijo enumerar las interminables listas de autores, pensadores y científicos que han contribuido al desarrollo de la ciencia. Si podemos verlo por encima.
Muy temprano en el siglo, la crisis de finales del XIX cristaliza en un nuevo marco teórico, la relatividad de Einstein. Éste con sus obras sobre la relatividad, especial en origen y general posteriormente, abre un nuevo camino a la física, la química, astronomía y provoca un enorme cambio conceptual en el resto de las disciplinas al reunir en su seno y dar cumplida satisfacción a todos los hechos experimentales que no encajaban en el seno newtoniano. Se abre el camino a los estudios sobre la física de las partículas y a sus implicaciones astronómicas. En astronomía se avanza en el estudio de los sucesivos modelos de universos evolutivos, con el big-bang como referente inicial casi unánimemente aceptado y con la vista puesta en los neutrinos como clave del destino del universo.
En biología se abre el camino a la genética y la ecología, dos de las ramas con resultados más espectaculares, no solo en su propio ámbito de estudio, sino también fuera del mismo por sus implicaciones médicas y éticas la primera, y sociales la segunda. Son destacables también lo avances en inmunología, bioquímica y fisiología, paralelos siempre a los avances en las técnicas de estudio y experimentación.
En geología es el siglo del desarrollo del gran paradigma unificador: la tectónica global y su visión dinámica del planeta frente a las visiones estáticas de siglos anteriores. Se avanza también en paleontología buscando completar el estudio sobre el desarrollo evolutivo de nuestra propia especie.
Paralelamente se maximiza un fenómeno que ya tuvo sus raíces en el siglo anterior, la ciencia avanza en paralelo a la técnica y a las demandas de la sociedad. El resultado es tan espectacular como lo fue en el siglo XIX, pero resulta ahora fuertemente condicionado por las dos guerras mundiales. Desde la bomba atómica a los ordenadores, desde el submarino al radar, de los equipos de transmisiones a los aviones supersónicos, desde los sofisticados misiles a la guerra de las galaxias, la ciencia se va a ver impregnada por los fenómenos sociales en que se incardina y trata de dar satisfacción a las demandas sociales a cada momento. La ciencia para planificar y dirigir, implicando a gobiernos e iniciativa privada en macroproyectos de investigación de rápida aplicación práctica.
Proyecto Manhattan con el que los aliados buscaron adelantarse a la Alemania nazi en el desarrollo de la bomba atómica. Los EEUU que toman el parel preponderante tras la II guerra mundial son, tal vez, el paradigma de este tipo de modelo de desarrollo dirigido y lo exportan rápidamente a Europa, donde se acepta aunque con ligeras variaciones. En la actualidad el Proyecto Genoma Humano, y la coordinación de los estudios contra el SIDA a escala internacional y la iniciativa de defensa estratégica en EEUU son los ejemplos más representativos de este modelo de planificación.
Al final del siglo a semejanza una vez más del siglo anterior se debate entre las crisis teóricas y sociales. Por un lado, el modelo económico desarrollista ha llevado a la gran crisis ecológica en que se halla sumida la ecosfera, por otro lado, de la controversia entre la relatividad y la mecánica cuántica, debe surgir un nuevo marco conceptual aun sin esbozar, pero ansiosamente buscado como S. Hawkins.
Para comprender la visión final de este siglo no podemos dejar de mencionar la revolucionaria teoría del caos que supuesto un revulsivo en los enfoques experimentales y teóricos de ciencias tan dispares como la física, las matemáticas, la química y la biología. La pretendida predecibilidad de la ciencia deja paso ahora al caos como motor de la naturaleza, pasando justo la característica opuesta: la impredecibilidad, a ser el sello de los procesos naturales.
4. LA CIENCIA COMO PROCESO EN CONSTRUCCIÓN: EL MÉTODO CIENTÍFICO
4.1.Método científico
Toda investigación nace de algún problema observado o sentido, de tal forma que no puede avanzar, a menos que se haga una selección en la materia que se va a tratar. Esta selección supone alguna hipótesis que guiará al mismo tiempo que delimitará el tema que se va a investigar. Por método entendemos el procedimientos sistemático y por proceso o técnica es la aplicación del plano metodológico y la forma especial del ejecutarlo. Se podría decir que la misma relación que existe entre estrategia y táctica, es la misma que existe entre método y proceso. El segundo está subordinado al método y es su auxiliar imprescindible.
4.2.Procesos del método científico
– Observación: aplicar atentamente los sentidos a un objeto para adquirir un conocimiento claro y preciso. De ella depende el valor de los otros procesos. Son la observación, el estudio de la naturaleza y de sus leyes se reduciría a simples conjeturas. Par el éxito de la observación, se necesitan ciertas condiciones:
o Condiciones físicas: instrumentos que ayuden a los órganos de los sentidos, ya que estos tienen obviamente unas limitaciones, como son el microscopio, telescopio…
o Condiciones intelectuales: curiosidad para no perder los detalles y sagacidad para discernir los hechos significativos.
o Condiciones morales: necesaria la paciencia para resistir la actitud de concluir rápidamente. El valor a veces es necesario. Respeto por la verdad y por los otros científicos
o Reglas de observación: debe ser atenta, exacta, completa y precisa.
– Hipótesis: equivale a una suposición verosímil, comprobable posteriormente por el análisis de las observaciones, que decidirá la falsedad o no de la hipótesis. La hipótesis puede ser la suposición de una causa o de una ley destinada a explicar provisionalmente un fenómeno hasta que los hechos vengan a contradecirla o invalidarla. Tiene una doble función:
o Práctica, ya que orienta al investigador dirigiéndolo en la dirección de la causa probable o de la ley que busca.
o Teórica, coordinando y completando los resultados ya obtenido, agrupándolos en un conjunto completo de hechos, para facilitar su estudio y comprensión.
La hipótesis puede obtenerse por deducción de resultados ya conocidos o por la experiencia. En este caso es inductiva si la causa supuesta del fenómeno es uno de sus antecedentes que parece reunir las características de antecedente causal o analógica cuando es inspirada por ciertas semejanzas entre el fenómeno que se quiere explicar y otro conocido. La hipótesis por otra parte, no debe contradecir ninguna verdad explicada y aceptada, debe ser simple, debiendo escogerse la que parece menos complicada y debe ser sugerida y verificable por los hechos.
– Experimentación: conjunto de procesos utilizados para verificar la hipótesis. Difiere de la observación porque obedece a una idea directriz y no simplemente porque implica la intervención humana para modificar los fenómenos. La observación puede presentar asimismo una intervención similar, pero entonces se llama observación activa y es anterior a la formulación de la hipótesis. Esencialmente, la hipótesis se basa en establecer una relación causa-efecto o de antecedente y consecuente entre dos fenómenos, se trata de descubrir si el efecto varía cada vez que lo hace la causa y si varía en las mismas proporciones. El principio general en que se fundamentan los procesos de experimentación es el de determinismo que implica que en las mismas circunstancias, las mismas causas provocan los mismos efectos.
– Inducción: se fundamenta en la generalización de propiedades comunes a cierto número de casis ya observados a todas las ocurrencias de hechos similares que se produzcan en el futuro. La inducción y la deducción son fenómenos que se complementa, por eso la inducción se refuerza con argumentos deductivos extraídos de otras disciplinas afines o relacionadas con la que trabajamos.
– Inferencia: se puede tomar la inferencia como equivalente del raciocinio. Mediante ella el investigador puede extraer conclusiones a partir de premisas conocidas. Es inmediata cuando llegamos a la proposición nueva, sin intermediarios y mediata cuando hay intermediarios. La inferencia es una operación mental que llega a concluir algo a partir de ciertos datos o antecedentes y si es el instrumentos mediante el cual los científicos consiguen generalizar los descubrimientos relacionados con los fenómenos observados y explicados en forma de leyes o fórmulas.
– Deducción: es la argumentación que vuelve explicitas verdades particulares contenidas en verdades universales. La técnica de esta argumentación consiste en construir estructuras lógicas mediante la relación entre antecedente y consecuente. El dominio de la deducción es la relación lógica que se establece entre proposiciones y su validez depende del hecho de que la conclusión sea siempre verdadera, siempre que las premisas también lo sean
– Análisis y síntesis: en su discurso del método Descartes formuló cuatro reglas generales e indispensables para cualquier trabajo científico:
o Nunca aceptar como verdadera cualquier coas, sin conocerla como tal, evitando la precipitación
o Dividir las dificultades que se van a abordar en el máximo número de partes, para resolverlas mejor
o Ordenar los pensamiento comenzando por los objetos más simples, ascendiendo gradualmente hasta el conocimiento de los más complejos
o Enumerar y revisar de la forma más completa posible, con el fin de no omitir nada
El análisis es la descomposición de todo en sus partes, mientras que la síntesis es la reconstrucción de lo descompuesto por el análisis. Estas técnicas son necesarias, ya que en la investigación científica el gran obstáculo a vencer es la complejidad de los objetos y por otro lado, la inteligencia humana no es capaz de extraer la complejidad de las ideas de los seres y de los hechos, las relaciones de causa efecto. Por ello no queda más remedio que dividir las dificultades para resolverlas mejor. Sin el análisis el conocimiento es confuso y sin síntesis, es incompleto.
– Teoría: se refiere al conocimiento en oposición a la práctica como acción. Es el resultado al cual tiende la ciencia y de esta forma las teorías científicas reúnen determinado número de leyes, bajo la forma de una ley superior universal. En otras palabras, un conjunto de leyes particulares, unidas por una explicación común, toma el nombre de teoría o sistema. Así pues una teoría designa una construcción intelectual que aparece como resultado del trabajo filosófico o científico. A partir de mediado del siglo XIX el valor de las teorías como inmanentes ha decaído, ya que estas orientan al científico, no siendo ni verdaderas ni falsas, sino simplemente cómodas, sirviendo para clasificar los hechos y las leyes.
5. LOS CIENTÍFICOS Y SUS CONDICIONAMIENTOS SOCIALES
La ciencia de una determinada época no sólo ha pertenecido a su propia tradición con sus propios métodos, valores y conocimiento acumulado, sino también a su propio período histórico en el que otros movimientos han dejado sentir sobre ella su propio impacto.
En períodos históricos relativamente estáticos, como la Edad Media, la ciencia no ha demostrado un desarrollo notable, mientras que en los períodos expansivos la ciencia ha medrado frecuentemente, aunque también sujetos a modas, dudas y cambios abruptos en su desarrollo.
Aparte de la ausencia de la Inquisición en los países protestantes, el predominio de los protestantes sobre católicos entre los grandes científicos de la Europa moderna, se puede atribuir a tres factores principales:
1. Congruencia entre e1 primitivo ethos ( moral ) protestante y la actitud científica.
2. Uso de la ciencia para la consecución de fines religiosos.
3. Al acuerdo entre los valores cósmicos de la teología protestante y los de las teorías de la primitiva ciencia moderna.
El alemán Leibniz ( 1646-1716 ), era de1a opinión que el nuestro era 1 mejor de los mundos posibles. Así, el sistema solar era una máquina autosuficiente, mientras que las especies orgánicas estaban fijadas para todos los tiempos en las diversas. formas en las que habían sido creadas originariamente. Es en este punto en el que terminó por producirse la ruptura entre la teología protestante y la ciencia moderna, ya que la llegada de las teorías evolutivas del XIX puso fin a la opinión de que el mundo y sus criaturas habían mantenido sus formas actuales desde toda la eternidad. La oposición a estas teorías evoluciol1istas fueron muy fuertes entre los protestantes. No obstante, la alianza duró siglo y medio, y durante este periodo el sistema físico-teológico de Newton se aceptó universalmente en los círculos intelectuales.
El avance que las ciencias experimentaban desde mediados del siglo anterior, conoció un impulso extraordinario á partir de la segunda mitad del siglo, contribuyendo a renovar y modificar la interpretación que tenía el hombre sobre el mundo. Se dieron una serie de condiciones favorables
a) La creencia en la deuda yen el progreso
El sentimiento religioso retrocede y la mentalidad romántica desaparece después de 1848. La estima por las ciencias se extiende: ” nosotros creemos en el dogma de! progreso, como un creyente en su fe ” ( Vachelot ). Los positivistas incluso tienen la pretensión de explicado todo científicamente. El hombre de ciencia llega a ser un hombre respetado.
b) La eficacia del Método Científico
Al racionalismo cartesiano basado en la intuición del espíritu, le sucede un racionalismo basado radicalmente en la experimentación. El siglo rechaza la lógica formal de los escolásticos y hmdal11enta el razonamiento en la inducción matemática que abre sin cesar sus caminos al descubrimiento. Si existe una intuición adivinadora, la experiencia pide una intuición de comprobación. EJ hombre debe tener en cuenta los hechos y las leyes que lo rigen, que le sirven a su vez para explicados.
c) Incremento de los medios
Los descubrimientos son cada vez más fruto del estudio: se ponen en mano de los científicos nuevos medios, laboratorios mejor equipados y la posibilidad de dedicarse por entero a su obra. Se intensifica y prestigia la enseñanza de las ciencias.
d) La especialización
Los avances de las ciencias hacen imposible abarcar el conjunto de los conocimientos. Ya no existen sabios universales como los hombres del renacimiento. En cada ciencia incluso surgen nuevas especialidades. La extensión de la prensa y las revistas científicas, al igual que los congresos, constituyen el medio de comunicación de los nuevos avances.
Tales acontecimientos indican que la actividad científica se ha orientado ahora por un. canal y antes por otro, y que en ocasiones se han relajado las fuerzas que promueven la ciencia, llegando incluso a invertirse. En general quizá se pueda decir que los problemas prácticos de un periodo histórico dado han ejercido un influjo sobre las investigaciones emprendidas por los científicos de la. época, mientras que los intereses intelectuales de la época han influido sobre la forma en que se expresaron las teorías científicas. La teoría de la selección natural se vio influida por la corriente laissez-faire presente en el pensamiento inglés durante el siglo XIX, influjo que Darwin ree-onocióindirectan1ente especificando su deuda con las opiniones del Malthus.
Con todo, la división no ha sido rígida. Los problemas prácticos han estimulado el surgimiento de nuevas teoría, a la vez que ciertas corrientes intelectuales han orientado la investigación científica por canales específicos, como en el caso de la ideología alemana romántica e histórica que promovía el estudio de la embriología entre los alemanes de finales del XVIII Y principios del XIX
En el pasado no se dirigían conscientemente las fuerzas que promueven el desarrollo de la ciencia, siendo visibles sólo .los resultados que producían, En tiempos recientes, la ciencia se ha visto orientada más consciente y directamente hacia campos específicos, cuya elección se ha escapado de las manos de los propios científicos. A medida que la investigación ha ido aumentando de complejidad, se ha ido profesionalizando y se dirige desde fuera, excepto en la esfera académica, mediante el establecimiento de instituciones de investigación regidas por cuerpos externos como las firmas industriales y los ministerios gubernamentales ( CSIC ).
En general, estos organismos Se han ocupado principalmente de las aplicaciones de la ciencia ,Y desde hace unas cuantas décadas han suministrado la mayor parte de los recursos dedicados a la investigación científica. Inicialmente se orientaban. sobre todo al fomento de la industria, agricultura y medicina; no obstante, después, se ha hecho cada vez más hincapié en las investigaciones sobre temas de interés militar.
Tales desarrollos han dejado sentir su efecto sobre la ciencia fundamental, creando demanda de determinados científicos. Asimismo han fomentado el conformismo intelectual de los científicos hacia los valores y puntos de vista del grupo dominante de la sociedad concreta a que pertenecen, tendencia que se ha visto acompañada por la asociación de algunas teorías científicas con una u otra de las ideologías opuestas en el siglo XX.
A lo largo de la historia, las teorías científicas se han visto favorecidas o han recibido oposición, aparte de por consideraciones basadas en los criterios de! método científico, de acuerdo con el grado en que dichas teorías han sido congruentes o divergentes de las creencias generalmente aceptadas en su tiempo y lugar. Tales juicios y las acciones basadas en ellos han resultado particularmente sonados en esos períodos históricos en los que dos grandes movimientos de fuerza comparable se han opuesto el uno al otro.
Durante el período de la Reforma protestante y la Contrarreforma católica, por ejemplo, las teorías copernicanas y ptolemaica se juzgaron frecuentemente con criterios completamente externos al método científico.
A mediados de los años cincuenta sucedió algo similar con las teorías genéticas, podemos considerar que aún perdura en el debate sobre la manipulación genética e Ingeniería genética.
No obstante, es un índice de la importancia histórica que ha tomado la ciencia en los tiempos modernos el hecho de que la revolución científica hiciese una muy pequeña contribución, si es que hizo alguna, a la fuerza de la Reforma o de la Contrarreforma, mientras que ahora se acepta universalmente que la ciencia ha pasado a ser uno de los determinantes importantes de la fuerza de uno de [os mayores movimientos históricos del siglo XX.
6. LAS ACTITUDES CIENTÍFICAS EN LA VIDA COTIDIANA
En cualquier ciencia resulta interesante conocer la evolución de los conocimientos a lo largo del tiempo, o sea, conocer la historia de la ciencia. Este aspecto, que podemos considerar humanístico dentro de una ciencia experimental, nos permite conocer el estado de los conocimientos en cada época deja historia del hombre, lijar los momentos de mayor avance de la ciencia, explicando las causas o razones, y siempre considerando al hombre como el promotor de este avance.
En la historia de cualquier ciencia, en una primera etapa, las ideas y teorías principales se pueden ligar a la labor de los pensadores o filósofos, fruto de su labor personal. En una segunda etapa, ql1e comienza en el Renacimiento, se empieza la diversificación de las ciencias, y es imposible que una persona domine todas sus ramas, con lo que empieza la especialización. Sin embargo,. los avances principales Se deben a trabajos científicos aislados. En el siglo XX, el gran desarrollo de las ciencias ha impuesto la necesidad de trabajos en equipo, lo que hace que raramente los avances de la ciencia se puedan deber a científicos individuales.
El desarrollo científico ha contribuido a instaurar una profunda secularización de la mente humana, ocupando la ciencia, con simpatía o antipatía, un lugar cada vez más importante en todos los sistemas generales de pensamiento y en los países industria1iiados, tiñendo las doctrinas ampliamente aceptadas relativas a la naturaleza del universo y el lugar que ocupa el hombre. También la aplicación de la ciencia trascendió los límites clásicos de la agrimensura la confección de calendarios, pasando primero la navegación y luego a la industria, la agricultura y la medicina.
Los cambios así producidos han contribuido notablemente a formar el carácter de la civilización moderna, disolviendo las viejas tradiciones y los viejos modos de vida, de modo que cuando hablamos de que la civilización moderna se ha expandido, estamos pensando principalmente en la difusión de la ciencia y sus aplicaciones.
Las consecuencias a largo plazo de las aplicaciones de la ciencia no han negado a ser aparecidas por la mayoría hasta los comienzos del presente siglo. James Watt difícilmente podría haber previsto la congestión urbana derivada de la adopción de su máquina de vapor en las fábricas. Tampoco Faraday podía haber entrevisto el remedio de dicha congestión producida mediante la construcción de suburbios gracias a en parte a la aplicación de sus investigaciones a los problemas del transporte público y a la transmisión de la energía industrial.
El carácter inesperado de los cambios a largo plazo producidos por la ciencia quizá se pueda ilustrar de manera sobresaliente por el hecho de que han comenzado a limitar las realización de los valores pertenecientes al periodo y a la sociedad que dio nacimiento a la ciencia moderna.
E1 individualismo de las personas de la época moderna así como el valor conferido al esfuerzo personal han suministrado gran parte de la fuerza motriz que está detrás de! desarrollo de la ciencia moderna, tanto directamente por el deseo de hacer una exploración personal de ]a naturaleza, como indirectamente por la concesión de la ciencia con los movimientos en los que esos valores hallaron expresión, como los viajes de descubrimientos geográficos y las revoluciones agrarias e Industrial. Pero el desarrollo de las aplicaciones de la ciencia ha significado cada vez más un límite a. la realización de esos valores. El individuo tuvo necesidad, ante el creciente industrialización, de formar parte de organizaciones complejas que circunscribieron sus actividades