“Una nación, una raza, un Dios”.
Este, fué el lema que definió el proyecto nacional creado hacia 1886 por el movimiento político-cultural que los conservadores y los liberales independientes formaron para establecer un Estado fuerte y centralizado.
Dicho movimiento fue conocido como el de la Regeneración, el cual con el fin de erradicar el legado del Radicalismo y de reemplazar la Constitución de Rionegro de 1.863, impuso nuevas políticas constitucionales, lo que desató durante un periodo de 15 años tres guerras civiles (1876, 1885, 1895). Luego de un proceso acumulativo de tensiones y conflictos, se llegó a finales del siglo a la más prolongada y sangrienta de las guerras civiles que sacudieron la incipiente república.1 La guerra de los mil días (1899-1902).
EL siglo XX fué saludado por la guerra de los mil días o guerra de los tres años, para esta época en Colombia no solo se respiraban cañones, machetes y espadas, también lo hacían la crisis social (niños en las filas de combate, reclutamiento forzado, crueldad extrema, etc.) y la crisis económica, esta última fue una de las peores que atravesó el país, debido a que ya no contaba con un crédito internacional, tenía bajísimos niveles de exportación, las condiciones económicas estaban deterioradas ante las oscilaciones del precio internacional del café y la utilización de los recursos del Banco Nacional para financiar al gobierno y a su ejército, las continuas emisiones de papel moneda generaron un proceso extremo de devaluación y la tasa de inflación para la época había alcanzado la más alta de la historia del país, debido a que el precio de los artículos aumentaron en un 398,9%1, lo que se entendería como un caso de hiperinflación pues la tasa de inflación mensual superó el 50%.
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1Instituciones y desarrollo agrícola en Colombia a principios del siglo XX
Salomón Kalmanovitz y Enrique López E.
“De hecho, todo ha subido enteramente 100% en precio en los últimos seis meses y yo pienso que es seguro decir que Bogotá es de lejos el sitio más caro en Sur América”
Francis B. Loomis, sept. 15, 1.902
La hiperinflación es un hecho catastrófico para la economía de un país, el caso más extremo que se ha presentado fue el alemán, este alcanzó el 1.000.000.000.000%, debido a que el tratado de Versalles surgido después de la I Guerra Mundial, los obligó a indemnizar a los ganadores 2.
En Colombia tuvo su más alto nivel hacia 1901, logrando alcanzar como se había mencionado anteriormente un 398,9%, esto se produjo en gran parte debido a que durante la guerra, los conservadores para cubrir los gastos militares, decidieron fabricar grandes cantidades de papel moneda, lo que originó una progresiva devaluación y un aumento del circulante monetario y al existir gran cantidad de billetes devaluados fue necesario aumentar los precios, ese aumento exagerado fue la hiperinflación.
Al país le costó un fuerte trabajo controlarla, los liberales y conservadores tuvieron que hacer una reforma en el campo económico de la política estatal para que el Congreso lo aprobara, luego de una fuerte presión por parte los partidos en 1903, la Ley 33 que buscaba enfrentar la crisis monetaria y económica con políticas radicales en contra de la emisión indiscriminada de papel moneda, fue aprobada. Dicha ley obligaba a la recolección del papel moneda circulante para su destrucción y remplazo3.
Si controlar la hiperinflación hace 110 años fue un fuerte trabajo ahora no es la excepción, la diferencia es que hoy ya no lleva el prefijo híper solo queda en inflación y que la moneda está estabilizada y controlada gracias a la exitosa labor del Banco de la Republica.
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Consecuencias de la Guerra de los Mil Días- Consecuencias Económicas
Es importante que se hayan mencionado brevemente aspectos de la guerra de los mil días y en especial acerca de la problemática económica que se vivió durante y después de ella, para poder facilitar e ilustrar mejor al lector acerca de las posibles experiencias que en la cotidianidad pudieron haberme ocurrido y la situación que hubiera vivido durante el periodo. Para facilitar su lectura utilizaré a Wilson Restrepo Mejía, un personaje que me representaría en la época.
Wilson es un joven de 15 años, sus padre es campesino y su madre una humilde artesana, ellos vivían en Bogotá como una familia muy unida y trabajadora que había padecido fuertes sufrimientos debido a las guerras civiles anteriores a la que estaban viviendo. Hoy es 12 de febrero de 1900, el siglo XX acababa de nacer, en Bogotá se vive el silencio característico del sufrimiento en medio de la guerra, pero es un silencio en el corazón de los bogotanos, silencio por no poder quejarse, silencio por padecer el sufrimiento, silencio por tener las manos atadas y no me refiero solamente a los que no podían hacer nada, me refiero a los que el secuestro y la muerte se las ató…
Este silencio, no fue la excepción en Wilson y para mayor desgracia en su familia iba acompañado de un sentimiento aun más cruel, la angustia. No solo por el temor de que su padre fuera reclutado a las filas de combate, también por el temor que el mismo Wilson las integrara. Pero la angustia no era estar en las filas, la angustia era dejar sola y con el corazón en silencio a su madre.
El ejército liberal estaba en la capital del país y junto al padre de Wilson, miles de campesinos más fueron reclutados en sus filas, Wilson también pudo haberlas integrado solo que la “compasión” ante el sufrimiento por la pérdida de dos seres queridos que una madre puede padecer, lo protegieron de enfrentar la realidad del país.
Pero ahora a Wilson le tocaba enfrentar una realidad tan o más difícil que la de tomar una macheta y matar a miles de compatriotas, le toca enfrentar la realidad de ser el hombre de su casa, proteger y cuidar a su madre.
Cosa que no es nada fácil, para cualquier joven sin su padre y menos durante la época que le tocó vivir a Wilson, una época donde la situación económica fue una de las peores que atravesó el país.
Lo que ganaba su madre haciendo collares, ollas, aretes y de mas artículos artesanales solo les alcanzaba para el almuerzo diario, que día tras día se iba haciendo más pequeño porque los productos del mercado se iban haciendo cada vez más caros.
Wilson no lograba entender por qué, solo se preocupaba por ayudarle a su madre buscando un trabajo para poder sobrevivir. (Su corazón silencioso y angustiado no entendería, que esto se debía a que los conservadores para costear la guerra, fabricaron papel moneda, lo que produjo la devaluación de la moneda y obligo el alza de todos los precios, afectando el bolsillo especialmente el de los más pobres)
En su casa, Wilson montó una carpintería, que aunque pequeña generó vitales utilidades para él y su madre, pero aun así el caos para él no terminaba, pues a pesar de sus incansables esfuerzos, los precios de los productos meramente necesarios para su hogar, cada vez se elevaban más y más, y para su desgracia, hacia 1901, se entera de la muerte de su padre. (Una más de las tantas muertes que ha sufrido el país en conflictos y batallas, por guerras bobas, porque de hecho todas las guerras lo son).
“la regeneración o la catástrofe”
Rafael Núñez, 1885
El día que Rafael Núñez dijo esta frase nació Wilson y sin pensarlo esta frase para él cambio su vida, puesto que para Wilson la regeneración fue su catástrofe. Y no sólo para el también lo fue para toda la generación, pues esta estaba padeciendo una de las peores crisis sociales y económicas que ha atravesado el país a lo largo de su historia.
El infortunio de Wilson hacia esa fecha, creció aun más con la hiperinflación de 1901, pues ahora no solo tenía que padecer el sufrimiento por la muerte de su padre, sino también la de su bolsillo, pues para esta fecha la inflación alcanzó un 398,9%, si a Wilson le hubiera tocado pagar los servicios funerarios de su padre lo mas probable, es que le hubiese costado el cuádruple de lo que costaba normalmente…
“Creo firmemente, señores, que todos cuantos estamos aquí y cuantos pertenecemos a esta generación infortunada, podemos jactarnos de haber visto la última guerra civil de Colombia”…
Rafael Uribe Uribe, dic, 1902
Para concluir, es importante resaltar la importancia de mantener estable la moneda en Colombia, de evitar la devaluación de la misma y la futura inflación en los precios que puede generar, porque a través de la historia hemos visto las graves consecuencias que esto trae. La guerra de los mil días y el caso particular de Wilson son motivos que invitan a reflexionar acerca de la importancia de mantener controlada la inflación.
En Colombia la entidad encargada de controlar este fenómeno, es el Banco de la República, quien ha librado una fuerte batalla por controlarla y de hecho lo ha logrado satisfactoriamente, logrando que miles de colombianos en especial los de más bajos recursos, no sufran por los cambios bruscos que sufre la moneda, es quizás por esto que dentro del logo del Banco de la República está la Mariana de la Libertad (símbolo de la revolución francesa) porque quiere liberarnos de fenómenos como la hiperinflación y el debilitamiento de la economía y para lograrlo tiene que enfrentar “una guerra contra la inflación”…