1. NEOLÍTICO
La periodización de la prehistoria la realizan los arqueólogos europeos del siglo XIX. La denominación Edad de Piedra es debida a Thomsen. Siguiendo su ejemplo, en el año 1865, Lubock distinguió dos periodos diferentes, el de la piedra tallada o antigua al que llamó Paleolítico, y el de la piedra pulimentada o nueva al que llamó Neolítico. Hoy en día sabemos que los cambios tecnológicos fueron secundarios con respecto a los socioeconómicos, pero mantenemos el nombre por tradición. También sabemos que fue proceso largo y no homogéneo, por lo que la expresión de Gordon Childe de Arevolución neolítica@ debe ser matizada. Como definición actual de Neolítico podríamos decir: El hombre abandona una economía de depredación por otra de producción al domesticar plantas y animales, convertirse en agricultor y ganadero, haciéndose sedentario, inventando la cerámica, el comercio, la escritura, y formando al final sociedades urbanas.
2. Teorías explicativas sobre el origen del Neolítico
No está claro que pudo llevar a los grupos de cazadores-recolectores del Mesolítico, que habían logrado un alto grado de especialización e incluso con frecuencia mantienen poblados estables, ha convertirse en agricultores y ganaderos. Se han elaborado dos tipos de teorías, las llamadas medioambientales y las demográficas. Ninguna sirve para explicar de forma satisfactoria el proceso. En el primer caso porque la evolución de los estudios de paleoclima no aportan información específica sobre los lugares concretos donde surge el Neolítico. En el caso de las demográficas no hay forma de demostrar que la población del Mesolítico tenía un determinado tamaño.
El neocelandés Gordon Childe ofrece una de las teorías medioambientales, conocida como teoría de los oasis. Después del final de la última glaciación, hacia el 10.000 a. C. Hay una desertización del Próximo Oriente que obliga al hombre a recluirse en zonas más pequeñas donde observa y comprende los ciclos biológicos de plantas y animales. Al ser menores los recursos tiene que optar por controlarlos y hacerse ganadero y agricultor. Hoy parece que no está claro que se produjera esa desertización.
Entre las teorías demográficas destaca la de Binford, conocida como hipótesis de la zona marginal. Parte de la teoría de la zona nuclear de Blaidwood, según la cual, en una zona del planeta, identificada por él como el Próximo Oriente, se dio una concentración de animales y plantas debido a unas óptimas condiciones climáticas, que unido a la explotación de recursos marinos permitió establecer una población sedentaria y estable que vivía de la caza y recolección. Binford considera que esto produjo un aumento de la población y la necesidad de separar grupos que debían emigrar fuera, hacia zonas marginales. En estas las especies autóctonas no permiten vivir de la recolección y se hace necesario producir aquellas especies que tienen como tradición cultural.
3. Consecuencias de la Neolitización
Aunque no este claro como llega el hombre a configurar la cultura del Neolítico, sobre lo que no queda duda es a que dio lugar. Podemos sintetizar en cuatro las consecuencias de este cambio:
– Agricultura. Las primeras plantas en domesticarse son los cereales y las leguminosas, hacia el octavo milenio antes de Cristo, siendo sucedidos por el lino. Todo este proceso sucede en una región llamada el Creciente Fértil, que se extiende en forma de media luna entre los cursos de los ríos Tigris y Eufrates hasta la desembocadura del Nilo. En el extremo oriente se domestica el arroz, en América Central el maíz, aguacate y frijol, y la zona andina el tomate, pepino y calabaza.
– Ganadería. La domesticación de animales fue anterior a la de las plantas, siendo el perro el primer animal en ser domesticado, si bien está relacionado más con la vida nómada de los cazadores que con la de los ganaderos, ya que acompañaba al hombre, pero no era comido por él. Hacia el noveno milenio antes de Cristo se domestica el carnero, mientras la cabra y el cerdo lo son unos dos mil años después. De estos animales se aprovechaba la carne, la piel y la grasa, y ya en un segundo estadio cultural se aprovechan también los productos secundarios como la lana, leche, y con la domesticación de los bóvidos, el caballo y el asno, también como medio transporte y ayuda en las tareas agrícolas.
– Modo de vida. Al poder vivir de la explotación de un lugar concreto el hombre se hace sedentario. Empieza a configurarse una estructura política y social compleja debido a que se forman comunidades más amplias. Aparecen unas creencias religiosas uniformizadas que tiene como referente el culto a la fertilidad. El comercio surge de la especialización y los diferentes recursos de cada zona.
– Innovaciones tecnológicas. El invento más significativo es la cerámica, cuya fabricación consiste en elaborar recipientes de arcilla, primero secados al sol, y después ya cocidos en un horno a 450 1C, y que fue el elemento que acabó convirtiéndose en el fósil-guía más característico de las comunidades neolíticas. La utilidad de la cerámica reside en que se pueden cocer los alimentos a temperaturas mayores que en los recipientes de cuero, y a que sirve para almacenar productos alimenticios durante más tiempo. La importancia de la cerámica es tal que, dentro del Neolítico, se distinguen dos etapas: Neolítico precerámico y Neolítico cerámico. El telar implica un nivel elevado de especialización. La piedra pulimentada que uniformiza las piezas y es más funcional que la tallada.
4. Expansión del Neolítico
Los yacimientos neolíticos más antiguos, correspondientes a la fase precerámica son los de Jericó (Israel), Jarmo (Irak) y Mureybat (Siria) y están datados entre el IX y VIII milenio antes de Cristo. En el VII milenio ya hay cerámica en todo el Creciente Fértil. Según Moure hubo tres formas de transmisión:
a) Traslado de población en busca de recursos, llevando sus modos de vida. Responde al modelo de colonización.
b) Traslado de grupos reducidos que transmiten sus modos de vida a la población autóctona. Es el modelo de aculturación.
c) Contactos de grupos neolíticos con otro epipaleolíticos que adquieren algunos de los elementos propios de la nueva cultura, pero mantienen sus modos de vida no productores. Son llamadas las culturas subneolíticas.
Las especies animales y vegetales domesticadas en el Creciente Fértil serán exportadas junto con el modo de vida neolítico. Los cereales, leguminosas, ovicápridos y bóvidos no son especies silvestres de todas las zonas a donde llega el Neolítico. La expansión del Neolítico se dirige en varias direcciones.
a) Mediterráneo. Llevada por poblaciones de la región Sirio-Palestina por toda la costa Mediterránea hasta la Península Ibérica mediante navegación de cabotaje. El poblamiento es en cuevas, y se documenta una economía mixta, productora y depredadora. El elemento característico es la cerámica cardial.
b) Europa continental. Hay una difusión terrestre de un modelo agrícola y ganadero de tala y roza, con poblados construidos de una sola vez y reutilizados tras años de abandono. Se introduce por Grecia y los Balcanes, llegando al interior de Europa por las fértiles llanuras del Danubio, formando la Cultura Danubiana. Hay otra vía de penetración hacia el norte configurando el Neolítico Nórdico.
c) Norteafricana. Hacia el V milenio llega el Neolítico al valle del Nilo. Su evolución será rápida gracias a las especiales condiciones medioambientales de Egipto.
5. SOCIEDADES URBANAS
De acuerdo con Gordon Childe para poder identificar una cultura como sociedad urbana hay que buscar cinco características primarias y cinco secundarias. Las características primarias son:
– Tamaño y densidad de la población.
– Especialización del trabajo a tiempo completo.
– Concentración del excedente mediante modos efectivos de recaudación.
– Estructuración social en clases, con los sacerdotes, funcionarios y militares como clase privilegiada.
– Organización estatal, donde el individuo se identifica con el territorio y no solo con la familia.
Las características secundarias:
– Obras públicas monumentales como empresa colectiva.
– Comercio a larga distancia.
– Obras de arte normalizadas.
– Escritura.
– Aritmética, geometría y astronomía.
Para explicar como llegan a configurarse las primeras ciudades hay que recurrir de nuevo a las hipótesis basadas en las evidencias arqueológicas.
– Hipótesis hidráulica. Los agricultores de Mesopotamia deben coordinar sus esfuerzos para mantener unas infraestructuras hidráulicas y defenderlas de los grupos hostiles. Esto hace que surja una autoridad, primero religiosa y luego civil que concentra el poder y la recaudación de los excedentes. Hoy en día se descarta que el planteamiento de Wittfogel sea el origen de las sociedades urbanas, sino, siguiendo a Mitchell, las instituciones estatales crecen al ritmo al ritmo de las grandes obras pero estas no son el origen propiamente de estas instituciones.
– Hipótesis de la especialización artesanal. Antes del IV milenio antes de Cristo ya había artesanos a tiempo completo que llevaban una vida itinerante de unos poblados a otros. La mejora en la agricultura, ganadería y sistemas de almacenaje y transporte permitió que estos se asentaran en un lugar y configuraran el espacio urbano.
– Hipótesis de los conflictos poblacionales. Según Carneiro, debido al poco espacio cultivable en las sociedades antiguas, el crecimiento demográfico no podía paliarse con nuevas colonizaciones sino mediante la conquista y sometimiento de otros lugares. Surge así una clase militar dominante que precisa de instituciones estatales para mantener su dominio. Para Diakonoff las tensiones son internas, ya que ante la especialización surgen las diferencias de riqueza, las clases sociales y la necesidad de formar instituciones estatales que permitan mantener el dominio de las clases superiores sobre las inferiores.
– Hipótesis del comercio interregional. La falta de numerosas materias primas en la Mesopotamia meridional provoca que sea necesaria la concentración de los excedentes agrícolas para comerciar con regiones distantes. Esta será causa de la configuración de instituciones que gestionaran esta acumulación y tránsito de mercancías.
Sea por unas causas o por otras, la realidad es que hacia el IV milenio antes de Cristo existen en el Próximo Oriente y Egipto sociedades urbanas desarrolladas. Las condiciones de vida de la población no mejoraron con respecto a las del Neolítico, ya que compensan las mejoras con la exigencia de tributos. Si que podemos observar una notable mejoría en el sistema de comunicaciones gracias a la domesticación del asno, el caballo y el camello entre 2000 y 1000 a.C. La verdadera revolución en este momento sucede en la metalurgia, primero con el cobre, después el bronce y finalmente el hierro. El dominio de la tecnología será uno de los elementos primordiales para que unas sociedades se impongan sobre otras. Valga como ejemplo las frecuentes derrotas de los egipcios frente a los hititas en las dinastías XVIII y XIX por emplear unos armas de bronce y los otros de hierro. Entre otras cosas.
5.1. MESOPOTAMIA
La evolución política
El nacimiento de la civilización en Oriente Próximo se produjo en la región inferior aluvial de los ríos Tigris y Eúfrates (Sumeria), debido a la emigración de habitantes de las tierras altas occidentales vecinas de Irán hacia el año 4750 a.C. Eran agricultores que desecaron las marismas iniciando toda una serie de canales de drenaje y obtuvieron unas tierras fértiles que les permitieron crear el primer embrión de civilización urbana. Se encontraron con un suelo aluvial que carecía de piedra para construir y además sin madera adecuada. Se inventó el ladrillo, que hizo posible con el tiempo la construcción de grandes edificios y casas, encontraron otro sustituto para la madera, la caña, con la que podían construir cabañas y botes, las hoces se hacían de arcilla cocida y se obtenían pequeños contingentes de piedra para fabricar artefactos, mediante el comercio. Era la cultura de El Obeid que abarcó entre el 4500 a 3500 a.C., donde la comunidad más próspera era la de Eridu. Los restos que quedan de los cementerios y grandes construcciones publicas nos indican una gran expansión demográfica. Esto llevó a la recuperación de más tierras y a la fundación de nuevas aldeas, de manera que esta cultura se extendió hacia el norte ocupando la llanura entera de Mesopotamia. De todas formas ninguno de sus asentamientos puede considerarse una ciudad, ni por sus dimensiones ni por sus funciones, pero estaban echándose los cimientos del futuro. Tenían el modelo histórico característico de Mesopotamia, una comunidad dominada por el templo monumental, que desempeñaba el papel central de la vida económica de la comunidad, donde la mayoría de las tierras cultivadas pertenecían al templo, siendo cultivadas por los colonos de la deidad, aparceros o mano de obra campesina bajo supervisión de los sacerdotes, asegurándose el mantenimiento de los canales y diques . El templo era el depósito de los sobrantes, que eran transportados por la red de vías fluviales.
Las primeras ciudades sumerias (Segunda mitad del IV milenio-2350 a.C.). Los sumerios son un pueblo de origen foráneo desconocido que no forman una unidad política, sino que son un grupo de ciudades-estado independientes, con un Patési al frente. El centro de poder es el templo o el palacio, donde reside el Pateéis. Destacan las ciudades de Eridu, Ur, Uruk y Lagash. Se forman dinastías que consiguen controlar a las ciudades vecinas. De este período data el Código de Urukagina, rey de Lagash y Sumer.
El imperio acadio (2350-2150 a.C.). Los acadios son un pueblo semítico procedente de Arabia, Sinaí o alta Siria. Dirigidos por Sargón vencen a los sumerios, unifican políticamente Mesopotamia y asumen la cultura sumeria. Establecen un impero que va desde Armenia al golfo Pérsico y del Mediterráneo a los Zagros. La gran extensión se tradujo en debilidad, siendo invadido por los guti, pastores de los Zagros. Otro de sus grandes reyes fue Naransin.
Apogeo de los sumerios (2060-1950 a.C.). Tras la invasión de los guti, renacen las ciudades sumerias, lideradas por el patesi Gudea de Lagash. Continúa el apogeo con la III dinastía de Ur, estableciendo una monarquía religiosa y compilando un código jurídico.
La I dinastía de Babilonia (1850-1530 a.C.). Impone su hegemonía los amorritas de Isín instalados en Babilonia. Destaca en la dinastía Hammurabi, que unifica toda Mesopotamia. Los hititas invaden Mesopotamia, saquean Babilonia y convierten la región en tributaria.
Mitanni, la Babilonia casita y el reino asirio medio (segunda mitad del II milenio a.C.). Tras el declive de la I dinastía babilonia viene la equilibrada coexistencia entre Babilonia, Asiria y el reino hurrita de Mitanni en el norte. Es una época agitada con frecuentes alternancias en la hegemonía. Desde mediados del siglo XIV a.C. entra el expansionismo hitita que domina Mitanni. Los Pueblos del Mar acaban con el poderío de estas civilizaciones. Solo los asirios y los egipcios consiguen mantenerse replegándose a sus territorios.
El imperio asirio y el reino neobabilónico (primera mitad del I milenio a.C.). Roto el equilibrio anterior, los asirios con un ejército bien organizado establecen un gran imperio. Primeramente imponen tributos sin suprimir la autonomía de los estados (siglo IX – primera mitad del siglo VIII a.C.). Después se van convirtiendo los reinos indígenas en provincias asirias (desde mediados del siglo VIII). Se fijó la capital en Nínive. A mediados del siglo VII unifican el Próximo Oriente y Egipto. A fines del siglo VII los caldeos de Babilonia aliados con los medos, destruyen el imperio asirio, heredando estos primeros gran parte de su potencial. Aparece entonces el reino neobabilónico, que llega a su esplendor con Nabucodonosor II (604-562 a.C.). El fin del reino babilónico llega con el rey Persa Ciro, que en 539 a.C. invade Babilonia y convierte Mesopotamia en provincias del imperio persa.
La estructura socioeconómica
La tierra se explota por concesión del Estado o por arrendatarios a los que proveen de material los funcionarios reales. La agricultura es irrigada. Principalmente se cultiva trigo, cebada, hortalizas, dátiles y otros frutales. Se da la ganadería de cabras y ovejas, además de la de vacuno, burros, caballos y camellos, así como diversas aves de corral. La caza y la pesca son actividades complementarias. La artesanía también alcanzó gran desarrollo a pesar de carecer de materias primas. Para importarlas el comercio conoció un temprano desarrollo. Se utiliza la plata como patrón de cambio.
La religión en Mesopotamia
Se teme a los dioses y se les pide una vida larga y feliz. Es una religión esencialmente pesimista, que constantemente aplaca a los dioses. Cada ciudad tiene su propio dios-señor. El templo es la morada del dios, y solo acceden a él los sacerdotes. No inhumaban ni incineraban a sus muertos, sino que depositaban los cadáveres sobre las llamadas Atorres del silencio@, para que fueran devorados por los buitres. Los zigurats son los templos, que se elevaban en altura para poder dominar una amplia zona de terreno, que habitualmente era propiedad del templo y explotada por servidores del templo. Servían como observatorio astronómico.
EGIPTO
Se articula en torno al Nilo. Es un espacio cerrado, con una fuerte tendencia a la unidad política, si bien en los periodos de inestabilidad se separan el alto y bajo Egipto, es decir, la zona del delta del Nilo, del curso medio y superior. La organización territorial se basa en los nomos o provincias, al frente de las cuales está el nomarca nombrado por el faraón. Hay un sistema complejo de funcionarios de entre los que destaca el escriba. El unificador del alto y bajo Egipto fue Narmer, llamado por los griegos Menes.
La evolución política
Período tinita (primera mitad del III milenio a.C.). Unificación de alto y bajo Egipto con el faraón Menes, (I din.). Capital Menfis. Monarquía teocrática. Faraón es sacerdote, juez y jefe del ejército. Altos funcionarios van adquiriendo la condición divina. Enterramientos en mastabas.
Imperio Antiguo (segunda mitad del III milenio a.C.). Esplendor del rey-dios, se sitúa la capital en Menfis. Construcción de las grandes pirámides, destacando la escalonada de Saqqara del faraón Zoser, y las de Keops, Kefrén y Mikerinos. Las construcciones monumentales servían para mantener al campesinado ocupado en las épocas en que no había trabajo en el campo construyendo obras para Faraón, dios en la tierra. El comercio de metales lleva la influencia egipcia a Nubia y Sinaí. El aumento de poder de la casta sacerdotal lleva al cambio de la IV a la V dinastía, el debilitamiento del poder central, la secesión del bajo Egipto y la lucha entre nomarcas.
Primer período intermedio (fines III milenio-principio II milenio a.C.). Los problemas económicos del Estado y la descentralización propiciada por los pequeños señores, dejan un poder central débil. Ante esta debilidad pueblos beduinos invaden el delta del Nilo y el pueblo se rebela contra los nobles. La religión se democratiza entre los nobles.
Imperio medio (primera mitad del II milenio). Unos príncipes tebanos consiguen unificar todo Egipto. Capital Tebas, ciudad de Amón. Fuerte centralización y poder absolutista. Colonización de la baja Nubia, intensifican los contactos con Líbano y Palestina. Con Sesostris III se consigue la máxima expansión territorial. Pese a la construcción de fortificaciones en la zona oriental del Nilo, los Hicsos acaban por conquistar el poder.
Segundo período intermedio (mediados del II milenio). Vuelve a dividirse Egipto y el delta es invadido por los Hicsos, que introducen nuevos tipos de armas, el carro y el caballo.
Imperio Nuevo (segunda mitad del II milenio). Los reyes tebanos consiguen expulsar a los Hicsos. Política expansionista, llegando a la cuarta catarata con Tutmosis, además de anexionar Siria y Palestina. Administración central enérgica y potente ejército. Las victorias militares enriquecen a la casta sacerdotal del dios Amón. Amenofis IV intenta recortar el poder de estos, con el culto monoteísta de Atón. La revolución religiosa hace perder la hegemonía exterior. Faraones como Ramses II intentan recuperar este poderío mediante alianzas con los hititas. Al final del periodo suceden las invasiones de los Pueblos del Mar. Se pierden los territorios asiáticos y después el dominio de Nubia. El debilitamiento consiguiente hace que la casta sacerdotal adquiera mucho poder y acabe con los caudillos libios detentando el poder en Egipto.
Tercer período intermedio (fines del II milenio-mediados I milenio a.C.). La casta sacerdotal de Amón provoca la división. La unificación vino por los etiopes, pero dura poco, sucediéndose entonces las invasiones asiria, saíta y persa. Finalmente Egipto pasa a formar parte del mundo helenístico con la conquista de Alejandro y la posterior dinastía de los Ptolomeos. Pierde definitivamente su independencia cuando se convierte en provincia romana tras la guerra civil entre Augusto y Marco Antonio, en la cual Cleopatra apoyó al bando perdedor.
La estructura socioeconómica
La base de la economía egipcia es la agricultura del cereal basada en la fuerza motriz de los animales. Hay una ganadería bovina, ovina, caprina y de aves de corral. La caza es deporte y la pesca practicada por ganaderos.
De las actividades artesanales destacan orfebres, carpinteros, armadores de barcos, tejedores, carniceros, panaderos y cerveceros. La vía de comercio es el Nilo. Se exporta trigo y se importa madera del Líbano, productos exóticos del sur de África, lapislázuli de Afganistán.
El primero en la pirámide social es el faraón, luego los sacerdotes, militares y funcionarios, el resto de la población vive precariamente. La esclavitud no estaba muy extendida.
La religión egipcia
El faraón es el dios viviente sobre la tierra, único intermediario entre los dioses y el hombre. Solo los sacerdotes entran en los templos. La gente practica una religión popular que acaba degenerando en magia. Se practica el culto a los animales. Se da mucha importancia a la vida ultratumba. Practicaron la momificación porque consideraban que para la vida de ultratumba era necesario que el ka (alma) residiera en un lugar físico. Por esta misma razón hacían esculturas que representaban al difunto.
5.1.1. FUENTES ARQUEOLÓGICAS
Como definición, fuente arqueológica es todo resto material dejado por una civilización del pasado. Permiten conocer solo una parte concreta de lo que fueron estas civilizaciones, generalmente la tecnología y la economía. Acerca de las instituciones políticas o religiosas, ante la falta de documentación escrita, la fuente arqueológica solo puede facilitar conjeturas.
Una de las características más importantes de las fuentes arqueológicas es que solo tienen sentido dentro del contexto donde se obtienen. De esta forma un objeto que llega a nosotros sin referencia del sitio donde ha sido obtenido, muchas veces no tiene mayor valor que el de pieza de coleccionismo.
Ya que un yacimiento arqueológico solo puede excavarse una vez, es preciso tomar el mayor número de precauciones posible para no destruir las evidencias y para facilitar que los futuros arqueólogos puedan volver a utilizar nuestros datos.
BIBLIOGRAFÍA
CHILDE, G.: Los orígenes de la civilización. Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1979.
GARELLI, P.: El Próximo Oriente asiático desde los orígenes hasta las invasiones de los pueblos del mar. Barcelona, Lábor, 1982.
LEROI-GOURHAM, A.; BAILLOUD, G.; et.al.: La prehistoria. Barcelona, Lábor, 1987.
WILSON, J.A.: La cultura egipcia. Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1980.