Tema 54 – La construcción de la Comunidad Europea.

Tema 54 – La construcción de la Comunidad Europea.

I. INTRODUCCIÓN

1.1 Justificación del tema.

Múltiples son las motivaciones que nos pueden llevar a considerar el tema de vital importancia. Pero quizás lo que más nos llegue sea la realidad cotidiana. Cada día más las decisiones comunitarias nos afectan de manera más directa.

La realidad de una Unión Europea que es la organización internacional de mayor éxito en este siglo,

No obstante vivimos todavía de espaldas a Europa. Votamos a los representantes en el Parlamento Europeo, pero la impresión es que todavía no nos creemos que sirva para algo, cuando no es extraño ver carreteras financiadas con fondos FEDER o que nuestros campesinos reciban ayuda del FEOGA. Debemos aprovechar las oportunidades que se nos abren.

Disponer de una información adecuada es la condición previa para formarse una opinión y la práctica del debate sobre las cuestiones de la política europea.

1.2 Relaciones con otros temas.

Si bien casi todos los temas del temario se pueden a su vez relacionar con media docena de ellos, hay algunos con los que esta relación es muy estrecha. En este caso la relación es clara con los siguientes:

– Tema 11, Los países de la CEE.

– Tema 51, Repercusiones de la II Guerra Mundial.

– Tema 66, Interdependencia y desequilibrios en el mundo actual.

1.3 Esquema seguido en la exposición.

El grueso del tema se desarrolla en los apartado III, IV y V.

En el III trataremos de desentrañar el proceso largo y no exento de dificultades que ha presentado la evolución de Europa hasta nuestros días. Este apartado lo subdividimos a su vez en dos grandes bloques: el bloque A) sobre el desarrollo de lo que se ha venido llamando las Comunidades EUROPEAS y el B) que se desarrolla a raíz del Tratado de la UE en el cual al sector estrictamente económico se añaden los matices políticos y sociales.

En el IV nos ha parecido de suma importancia estudiar como

se ha desarrollado esta integración específicamente en nuestro país , que ha sido uno de los que ha presentado unas conversaciones más largas debido a nuestras especiales circunstancias históricas y nuestra estructura económica.

En el V analizamos la situación actual y los problemas que se plantean derivados de la situación económica actual y la situación política internacional después de la caída del muro y la nueva pujanza económica del Pacífico que en los últimos meses se ha visto sometida a una crisis de fondo.

II. INTENTOS HISTÓRICOS DE UNA EUROPA UNIDA.

2.1 Intentos por la fuerza.

La Comunidad Económica Europea no es más, ni menos que el sistema de integración económica de buena parte de las naciones de occidente y sur europeos. Sin embargo, sus objetivos últimos y su forma de presentarse ante el mundo y ante los propios pueblos europeos desbordan dicho carácter sectorial, para aparecer como más tangible de la idea de Europa como entidad cultural y política y la realización del proyecto de su unidad largamente sentido y compartido. (Ramón TAMAMES en Estructura Económica Internacional)

Cabe no obstante subrayar que Europa y lo europeo son algo más que la CEE y existen países al margen de la integración cuya europeidad es indiscutible.

La primera matriz de lo europeo hay que buscarla en el mundo mediterráneo: en la cultura griega y su visión racional del mundo y en las capacidades técnicas y organizativas del imperio romano, base de posteriores ideas de Estado. A esto hay que unirle el monoteismo hebraico que constituyen el primer precedente de la unidad europea. Cuando a esta unidad se funda el matiz germánico de los pueblos del Norte se sientan las bases de lo que más tarde se conocería como el nacimiento de Europa. Rota esta unidad, por la disgregación del imperio y el expansionismo musulmán, da lugar a la diversidad y fragmentación medieval, sin embargo la noción de la unidad europea se presenta bajo la forma de la Cristiandad y su lucha contra el infiel. Esta idea se materializará en la coronación de Carlomagno en el año 800 como emperador de occidente. Cuarenta años más tarde Lotario recibirá la herencia del título imperial y unos territorios que en los tiempos contemporáneos serán la columna vertebral de la Europa de los seis. Esta idea y unidad continental será mantenida en la Edad Media por el Sacro Imperio Romano Germánico de los Otones y retomada y actualizada en la Edad Moderna por el Imperio de Carlos V en la República Christiana y Universal bajo la Autoridad del papa. Esta grandiosa pero irrealizable idea tuvo que ceder frente a las ideas modernas de la monarquía nacional y la Reforma que anunciaban una nueva época que surgirá del Renacimiento donde hunden sus raíces los fundamentos del mundo moderno. Monarquía nacional, protestantismo, individualismo, incipiente nacionalismo, son los nuevos valores que adoptan los europeos a partir del siglo XVI concibiendo el continente como un mosaico de Estados soberanos, independientes, no sujetos a ninguna autoridad supranacional y tendiendo a identificarse con unos espacios bien definidos y rasgos lingüísticos y culturales individuales. Estos Estados se relacionan entre sí en el llamado equilibrio europeo que se perfila en Westfalia y se organiza en Utrecht relegando la unidad europea al ámbito de lo Utópico o inalcanzable. A partir de aquí las nuevas potencias europeas vuelcan sus esfuerzos en sus territorios ultramarinos en lugar de dedicarse a una aproximación continental.

Será a principios del siglo XIX cuando Napoleón intentará de nuevo la unidad y durante un pequeño período de tiempo en verdad la consigue. De 1810 a 1811 su imperio abarcaba todo el continente europeo a excepción de la península balcánica. En todos los Estados, utilizando como instrumento de gobierno a su familia, tendía a repetir el mismo curso de acontecimientos: ocupación militar, instauración de un gobierno satélite con el apoyo de autoridades locales que cooperaban en la redacción de una Constitución. Esta especificaba los poderes del nuevo gobierno y sus relaciones con Francia. Venía a continuación una tercera etapa de grandes reformas y reorganizaciones internas. Intentaba pues Napoleón unir Europa bajo su cetro y los ideales debidamente matizados de la Revolución. Liberalismo, nacionalismo y romanticismo son la nuevas ideas de reafirmación del Estado nacional y las revoluciones del siglo XIX confirman el proceso de disgregación europeo.

En la primera mitad del siglo XX se escuchan en Europa las voces de revanchismo, paz armada, crisis… que se plasmarán en las dos guerras mundiales que desolarán el espacio europeo, perdiendo la hegemonía de la que había disfrutado durante siglos. El último intento de Hitler resultó pues de consecuencias devastadoras y paradójicamente sentó las bases para una nueva unificación bajo las bases de un mercado común de regímenes democráticos. Queda por tanto comprobado que los intentos por la fuerza de la unificación europea han terminado en desolación y disgregación de la idea de una Europa Unida.

2.2 Las ideas integradoras en base a un Pacto.

Ilustración.

Durante los siglos en que se ha ido configurando Europa como un mosaico lingüístico, cultural y político, se va conformando por el contrario la conciencia de los europeos de pertenecer a un todo común. Ya desde la misma Edad Media podemos ir rastreando esta idea en múltiples pensadores que apuntan hacia la unidad continental. En el siglo XVI es el español Luis Vives apunta la idea de una confederación europea de la quien la primera manifestación será una gran alianza antiturca. Pero es sobre todo a partir del siglo XVII cuando esta idea se manifiesta con más fuerza. Rouseau, Bentham, y Kant apuntan a un programa de Comunidad europea y organización supranacional que evite los conflictos que reiteradamente se desarrollan en el territorio europeo.

Los teóricos del siglo XIX

En el siglo XIX, paradójicamente durante la etapa en que se fraguan las últimas unidades nacionales y un nacionalismo exacervado se apodera de la burguesía, se forman las primeras teorías sobre la integración política y económica en el continente con un matiz teórico y utópico.

Pensadores como Prudhon, un firme partidario de una federación europea (Principio federativo), defensor de la igualdad y la libertad, afirma que para conseguir el equilibrio entre ambas, es necesario una solidaridad fraternal. Esta solidaridad se traduce en la esfera política en el federalismo y en lo social en el mutualismo. O Saint-Simón que junto al historiador Augustín Thierry publicarán en 1814 un folleto con un expresivo título “De la reorganización de la sociedad europea o de la necesidad y los medios de congregar a los pueblos de Europa en un único cuerpo político, conservando cada uno su independencia nacional”, en el que manifestaban el deseo de una Europa de pueblos republicanos en íntima cooperación frente a las monarquías absolutas de la Santa Alianza.

En la línea de unidad europea se manifiestan Giuseppe Mazzini o Víctor Hugo quien parece que utilizó por primera vez desde una tribuna la expresión de Estados Unidos de Europa.

De esta forma en círculos intelectuales y sociales cada vez más amplios se va abriendo camino la idea de una civilización europea. Pero no sólo desde un convencimiento teórico sino que cada vez más patente se pone de manifiesto el reconocimiento de la necesidad de una alianza, confederación u otra forma de alianza que frene la catástrofe en la que se sumía Europa a partir de 1870. Será necesaria la confrontación armada en dos devastadoras guerras para que esta idea se ponga en funcionamiento.

El movimiento europeista tras la II Guerra Mundial.

Es precisamente durante el período de entreguerras cuando se producen antecedentes del actual proceso de integración. En 1922 Kalergi lanza la idea de Paneuropa y en 1924 su Manifiesto Paneuropeo. En esos momentos en que se produce la Unión Económica Belga-Luxemburguesa a la que en 1943 se uniría Holanda dando lugar al BENELUX.

Es en 1929 cuando se fecha el antecedente más claro en la propuesta de Arístide Brian a la Sociedad de Naciones en su Proyecto para los Estados Unidos de Europa. El proyecto quedaría interrumpido por la crisis de 1929 y el empeño de Hitler de realizar la unión europea por la fuerza.

Será en 1948 en la Haya (Creación del Movimiento Europeo bajo la presidencia conjunta de Churchill, Blum, De Gasperi y Spaak) donde se constituya el Movimiento Europeo que propondrá la unidad europea que se lleva construyendo durante casi cicncuenta años.

El Consejo de Europa

Los acuerdos adoptados en el Congreso de la Haya fueron elevados a los distintos gobiernos de Europa Occidental y se llegó en 1949 a la firma de los Estatutos del Consejo de Europa. La variedad de tareas que se proponía era amplísima, pero ha actuado hasta la actualidad como un foro abierto para la discusión de cualquier problema y la adopción de una acción conjunta en los campos económicos, social, cultural, científico, jurídico y administrativo, así como la salvaguardia de los derechos humanos y las libertades individuales.

A los diez Estados fundadores se han unido todos los países con democracia liberal del continente, produciéndose una gran ampliación en 1990 con la caída del comunismo.

La Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)

Una segunda vía de integración surgió a raíz del Plan Marshall que exigió una Coordinación e intensificación de los intercambios comerciales entre las distintas economías europeas. Para la distribución de la ayuda americana se puso en marcha en 1940 la OECE. Entre sus logros TAMAMES señala la liberalización del tráfico de mercancías y la creación de la Unión Europea de Pagos, que permitió una gran agilidad en el tráfico de dinero.

Cumplida su misión fundamental, en 1960 fue ampliada a todos los países capitalistas industrializados y se convierte en la OCDE, y con el objetivo de favorecer la expansión económica a través del fomento del comercio mundial.

III. ETAPAS DE LA CONSTRUCION DE LA C.E.

A) LAS COMUNIDADES EUROPEAS.

3.1 Del Plan Marshall al Tratado de Roma. (1945-1957). Acuerdos e Instituciones.

Independientemente de los factores geográficos, culturales y el desarrollo histórico del continente, y además de la construcción de la idea europea analizada en el capitulo anterior, la unidad europea, que comienza a fraguarse después de la II G M fue fruto de la fuerte presión de las circunstancias. Al final de dicha guerra Europa estaba físicamente destruida, arruinada económicamente, desecha moral y culturalmente, y en una situación de debilidad política alarmante ante la emergencia de los EEUU y la URSS que como consecuencia de los Tratados de Yalta dividieron Europa en zonas de influencia. Sumado a esto, las divisiones internas y la situación prerrevolucionaria que se vivía en algunos países fueron razones más que suficientes para inducir a las clases dirigentes hacia la unidad por encima de las tendencias nacionalistas.

No obstante tampoco debemos subestimar la labor de políticos como Churchill, Adenauer o De Gasperi a los que hay que sumar a tres políticos que son tratados como los padres de Europa: Schuman, Monnet y Spaak.

– La Génesis del Mercado Común: Del BENELUX a la CECA.

Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda y la RFA constituyeron la CECA, que fue efectiva en 1953. Siguió un período en que todos los países se mostraban recelosos de Alemania. Esta posición era fuerte sobre todo en Francia que mantenía con Inglaterra un pacto militar al que se unieron en 1949 el BENELUX. En los primeros años de la posguerra EEUU, con Truman a la cabeza, tiende hacia una ruptura clara con la URSS y Alemania aparece como el escudo que podría defender a Europa de eventuales ataques de países comunistas. La actitud francesa con respecto a Alemania cambiará sobre todo debido a un movimiento europeista inspirado por Jean Monnet para evitar nuevas guerras, era necesario pasar de la Europa de las patrias a la Europa de los pueblos. Cada estado debía estar dispuesto a ceder parte de su soberanía a instituciones supranacionales. De esta manera se llega a la declaración del 9 de mayo de 1950 que toma su nombre del ministro de asuntos exteriores Robert Schuman y con el que se perseguían unos objetivos muy concretos: obtener un rápido aumento de la producción de acero, materia esencial para el desarrollo de cualquier economía industrial, y conseguirlo a los costes mas bajos posibles. Los estados debían ceder una parte de su soberanía a una Alta Autoridad que velara por el desarrollo de los yacimientos de hierro y carbón. Al extraer mayores cantidades los costes disminuirían al mismo tiempo que mejoraría las técnicas empleadas. Del mismo modo los estados renunciaban a cobrar derechos de aduana por los productos siderúrgicos. Todo ello produciría una bajada en los costes de tales productos. Por otro lado Francia con grandes reservas de hierro era deficitaria en carbón, circunstancia opuesta al caso alemán. Los industriales siderúrgicos no tardarían en adhiriese al pacto. Para evitar fuertes concentraciones que pudieran tentar al belicismo se impusieron limitaciones en la producción de las mayores industrias que eran vigiladas por la Alta Autoridad.

La CECA conoció pronto un notable éxito en el aspecto económico: en solo tres años la producción de acero aumento en un 50% al tiempo que los precios se reducían en todos los países comunitarios aunque se produjeron algunos desajustes de corta duración. Se obtuvieron resultados muy positivos en el terreno económico que se pensó en crear una comunidad que facilitara los intercambios no sólo en el sector siderúrgico sino también en los distintos campos de la economía.

-Integración militar: OTAN.

El 4 de abril de 1949 se firma en Washington la Alianza Atlántica por Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal y EEUU para ” salvaguardar la paz y la seguridad, y fomentar la estabilidad y el bienestar en la región del Atlántico norte”.

3.2 La Europa de los seis ( 1957-1973 ). Acuerdos e instituciones.

Como consecuencia de los positivos resultados obtenidos en el campo de la siderurgia, se pensó en crear asociaciones análogas en otros campos de la economía. Según el francés Monnet, era este el buen camino para llegar a una forma de unión política. En pocos años de vida comunitaria se había conseguido además, la prueba de que los gobiernos deseaban anteponer los intereses nacionales a los intereses comunitarios y que los reglamentos de la comunidad lograban impedirlo. Quizás por ello en el Tratado de Roma los gobiernos eligieron un lenguaje más diplomático y que permitía unas interpretaciones más divergentes. De otro lado también resultaba difícil reglamentar normas muy precisas. La nueva unión económica afectaba a los diferentes productos industriales y agrícolas. Por tanto en comparación con la CECA tiene un peso político bastante mayor y sus decisiones pueden influir de forma más directa en la vida de los diferentes países miembros. No dándose las condiciones para una unidad política se limito a expresarse intenciones.

En el Artículo dos se dispone: ” La Comunidad tiene por misión promover, mediante el establecimiento de un Mercado Común, el acercamiento progresivo de las políticas económicas de los estados miembros, un desarrollo armónico de las actividades económicas dentro de la Comunidad, una expansión continua y equilibradas, una estabilidad económica en aumento, una rápida elevación del nivel de vida, y unas relaciones mas estrechas entre los estados que comprende.”

Algunas líneas de acción están en e el Artículo 3:

a) La eliminación, entre los Estados miembros, de los derechos de aduana y de las restricciones cuantitativas a la entrada y salida de mercancías.

b) El establecimiento de tarifa aduanera común y de política comercial común frente a terceros países.

c) La abolición, entre los Estados miembros, de los obstáculos a la libre circulación de personas, de los servicios y de los capitales.

d) La instauración de una política agraria común.

e) La instauración de una política común de trasportes.

f) La creación de un Fondo Social Europeo con la finalidad de mejorar las posibilidades de empleo de los trabajadores y contribuir al la elevación de su nivel de vida.

Los objetivos del Tratado de Roma fijaban como horizonte a largo plazo la formación de un Mercado Común, de una autentica unidad económica, para ello se proponían una serie de plazos y calendarios para distintos sectores. En cualquier caso se concibió como un acuerdo-base a desarrollar con la finalidad última, aunque sin concretar, de lograr la unidad política.

Al mismo tiempo se decidía crear la Comunidad Europea para la energía atómica (CEEA), conocida por Euraton. No se propone fines económicos sino de investigación científica y aplicación pacifica del uso de la energía atómica. Coordina la difusión de nuevas técnicas, distribuye el material fisible y controla su uso pacifico.

Al principio Francia fue líder indiscutible del cual partían todas las iniciativas importantes, mientras Alemania se había convertido en potencia industrial y la talla política de Adenauer aumento notablemente el prestigio político de la RFA. En 1958 las elecciones francesas daban la presidencia a Charles de Gaulle. Hombre de fuerte personalidad, creía firmemente en la superioridad cultural de Europa en el mundo y de la francesa en Europa. Intentó organizar la participación francesa en al CEE de forma que el ideario de Francia se convirtiera en el de toda la Comunidad. De esta forma se negó en dos ocasiones al ingreso de Inglaterra. Asimismo el auge alemán entorpecía los deseos de superioridad de la línea francesa lo que se tradujo en graves dificultades y enfrentamientos en el Consejo de ministros de la Comunidad, sobre todo a raíz de la discusión de la armonización política de los estados miembros. Posteriormente ambos estados serían acusados por el resto de aprobar leyes comunitarias que les favorecían, sobre todo en el sector industrial alemán y el agrícola francés. Empezó a faltar la confianza entre los seis. Los representantes alemanes introdujeron el principio de la “sincronización” y los mecanismos europeos volvieron lentamente a funcionar. Dicho principio se puede traducir por compensación, cuando un Estado se ve obligado a aceptar un acuerdo que le es claramente desfavorable tendría un trato preferencial en otro tema que debía coincidir en el tiempo.

Los años 1964 a 1966 fueron los de mayor crisis ya que se discutía en que medida debían ser vinculantes las decisiones del consejo de ministros. A pesar de las dificultades anteriores, los avances conseguidos desde 1957 eran superiores a la etapa anterior. En 1968, con un año de adelanto se llega la abolición de los derechos arancelarios. El desarrollo económico también era superior llegando incluso a sobrepasar a los EEUU. La relación económica con las excolonias africanas era notable y se había madurado la adhesión del Reino Unido. Los relevantes éxitos en el terreno económico no se vieron acompañados por éxitos parangonables en el campo social y las diferencias regionales no habían disminuido.

En los años finales de esta etapa hay que señalar la apertura a nuevos miembros que comienzan negociaciones y la profundización en la integración creando recursos propios comunitarios y avances en los aspectos económicos y monetarios.

3.3 La Europa de los nueve. ( 1973-1981 ). Acuerdos e instituciones.

Al finalizar los años sesenta la Comunidad era un hecho, una realidad estable y capaz de funcionar de forma autónoma, pese a dificultades y problemas fundamentalmente de carácter social. En Francia Pompidou sustituye a De Gaulle, en Alemania se hacía cargo de la cancillería alemana Willy Brant y en Inglaterra Harold Wilson cedía el gobierno a los conservadores de Heath mas favorables a la CEE con lo que se abrían las posibilidades de adhesión. Las conversaciones se iniciaron en 1970 en Luxemburgo y en ellas participaron, además del Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, y Noruega.

En 1973 la CEE contaba con nueve miembros, Noruega no ratificó el tratado debido a resistencias de diverso carácter (emigración, pesca, petróleo, no perseguía un auténtico progreso social).

Esta etapa coincide plenamente con la crisis mundial que marcará decisivamente el desarrollo comunitario. Medidas de política energética y monetaria frente a la crisis y para la plena adaptación de los nuevos miembros constituye la actividad normal de la comunidad. Sin embargo el presupuesto comunitario, la financiación de la agricultura y la crisis de la siderurgia son entre otras fuentes de graves problemas.

Destacan en esta etapa tres hechos que avalan la integración en los distintos aspectos comunitarios:

– Se acordó la elección directa de los representantes en el Parlamento Europeo con las elecciones de 1979 a la vez que se intitucionalizaba la cumbre europea en un Consejo Europeo.

– Se llegó a un compromiso de la contribución del Reino Unido al presupuesto comunitario con lo que se superaron las cuestiones en torno a una renegociación que culminó con un referéndum favorable a la permanencia en la CEE.

– El tercer hecho que avanza en la línea de la unión económica fue la puesta en marcha en 1979 del SME (Sistema Monetario Europeo).

El ingreso de la Gran Bretaña proveniente no solo de las decisiones de los gobiernos cambiantes de Londres sino también de la crisis de la economía británica. Por ello más que “caballo de Troya” como diría De Gaulle vino a significar la presión de las tendencias disgregadoras dentro de la Comunidad.

3.4 La Europa de los doce (1981-1992). Acuerdos e instituciones: El Acta Única.

Con la ampliación griega en 1981, la española y portuguesa en 1986 se ha cubierto una etapa que como en las anteriores estuvo salpicada de avances y retrocesos en la construcción de la unión europea. A los problemas propios de una ampliación hacia el sur se unieron los ya clásicos de los ingleses por su contribución al presupuesto comunitario y los derivados de la PAC (Política Agraria Común).

Las notas características de este período son por un lado los esfuerzos en lograr una verdadera unión y coordinación en lo referente a la investigación tecnológica e industrial, que coloque a Europa de nuevo a la cabeza del mundo desarrollado y que supere los esquemas básicos del Euraton, en esta línea se han puesto en marcha varios proyectos de los que quizás sea Eureka el más conocido.

Por otro lado y más destacado es el esfuerzo referente a trazar las bases de una Europa Unida. En este aspecto cabe destacar los proyectos elaborados para mejorar las instituciones comunitarias y el establecimiento de política exterior común. En esta línea de integración el Parlamento europeo adopta un anteproyecto instituyendo una Unión Europea en 1983 por el que se reforzaría la supranacionalidad dándole más poderes al propio parlamento (poderes legislativos)

En 1982 la CEE se encontraba en una situación de incertidumbre y de crítica generalizada que no hacía avanzar en la integración europea. El esfuerzo para superar el bache se inicio en el Parlamento por el “Grupo Cocodrilo”. A este impulso se unió el Plan Delors que dio lugar al Libro Blanco de la Comisión que detallaba 300 medidas legislativas para llegar en 1992 al Mercado Interior Único (MIU).

El Acta Unica entró en vigor en 1987 modificando el Tratado de Roma en diversos aspectos:

-Reforzamiento del mecanismo de adopción de acuerdos por mayoría en el Consejo.

-Supresión de todas las barreras para el 31 diciembre de 1992.

-Avance hacia la unión monetaria.

-Políticas comunes de investigación y desarrollo tecnológico, medio ambiente, y asuntos sociales.

-Bases de cooperación política con reuniones de ministros de asuntos exteriores y un miembro de la Comisión.

El MIU se detalló en el Libro Blanco en tres acciones destinadas a eliminar otras tantas clases de fronteras: físicas, técnicas y fiscales.

-Las fronteras físicas eran un claro ejemplo de las deficiencias de la integración europea. Se propuso no sólo simplificar los trámites sino simplemente eliminarlas. A cambio se refuerzan las fronteras exteriores, se realizan inspecciones interiores y el incremento de la cooperación entre las autoridades nacionales de los Doce.

-Las fronteras técnicas abarca a un gran grupo de aspectos relacionados con la libre circulación de trabajadores profesionales, servicios y flujo de capitales sin trabas, adjudicaciones de concursos públicos en un mercado abierto, cooperación industrial, y armonización del derecho comunitario.

-Las fronteras fiscales obedecen a la armonización del IVA y los impuestos especiales.

B) DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS A LA UNIÓN EUROPEA

3.5 La Europa de los Quince: Cambio de rumbo.

Tratado de Maastricht: Unión Europea.

El Tratado de Maastrich es el más reciente acuerdo en el que se formula el proyecto de Unión Económica y Monetaria.

Los aspectos más importantes del tratado son los siguientes.

– Entre los grandes objetivos estarían el de Ciudadanía Europea, una entidad propia en el ámbito internacional y el desarrollo en los ámbitos de la justicia, el progreso técnico y social.

– Nuevas instituciones como el Tribunal de Cuenta, Defensor del Pueblo, y un Comité de las regiones. Se crea el Banco Central Europeo, núcleo de la Unión Monetaria y emisor de la futura moneda común.

– En política económica se avanza en la libre circulación de capitales, fiscalidad, política económica, etc, que han abierto el camino a la Unión Monetaria.

– Se constituye un fondo de cohesión Social y Fondos Estructurales que afectarán a los países mas pobres (Irlanda, Portugal, España y Grecia)

La realización de la unión económica y monetaria (UEM) ha sido uno de los objetivos más ambiciosos y controvertidos de la UE. Desde la perspectiva interna la creación de una moneda comunitaria ha reforzado el mercado interior, mientras que a nivel externo contribuirá al peso económico de la Unión.

El Tratado de Maastricht es una nueva fase en la historia de la política europea presentando un calendario para la realización del Plan Delors.

En resumen los tres pilares en la construcción de la Unión según el tratado son:

1. Unión aduanera, mercado interior, política agraria común y UEM.

2. Política exterior y de seguridad común.

3. Cooperación en los ámbitos de justicia e interior.

– Impacto y efectividad del Mercado Unico.

El mercado Unico es el centro neurálgico de la UE, su creación figuraba entre los principales objetivos del Tratado de Roma. El programa fijado para completarlo, que se prolongo durante ocho años, desde 1985 hasta 1992, fue la meta mas ambiciosa de todas las que se había fijado la Comunidad desde el inicio de su andadura. La apertura de quince mercados nacionales fundiéndose en uno solo, garantizando la libre competencia y preparando su ampliación a otros muchos países, podría definirse como el mayor ejercicio que ha conocido la economía mundial.

3.6 Cuarta ampliación: La vieja Europa toca techo.

1994 (Austria, Finlandia y Suecia).

Todas las ampliaciones han aportado valores a la construcción europea. La primera trajo la dimensión británica, la más controvertida. Si por un lado ha añadido la tradición parlamentaria, el pragmatismo económico y la responsabilidad política, por otro ha marcado el freno en múltiples ocasiones a la integración europea.

La segunda y tercera equilibraron una Europa eurocéntrica hacia el sur estableciendo el principio de cohesión y impulsaron la ciudadanía europea.

En 1994 se negocio la ampliación nórdica que supuso la incorporación de una sensibilidad social y medioambiental así como el impulso económico de la Unión Europea. Supuso la incorporación de países con una tradición democrática, de políticos cercanos al ciudadano e instituciones en defensa de sus intereses directos (ombusman) que quizás pueda llenar el criticado déficit democrático de la UE. La cuarta integración ha ido también acompañada de un acercamiento a los países del este con las miras puesta en una integración que tiene fijada su fecha para este año de 2004. Una Europa ampliada y ampliable que ha puesto de manifiesto que los antiguos mecanismo e instituciones apenas modificadas desde su creación han tocado techo. El año de 1994 en lo económico también reactivo en el terreno económico las discusiones sobre el paso a la tercera fase de la unión monetaria: la moneda única. El año sin embargo se cerró con la misma incógnita de los precedentes: la falta de liderazgo y la ausencia de una verdadera política exterior común puesta de manifiesto sobre todo a raíz de la crisis de Bosnia.

IV. PROCESO DE INTEGRACION DE ESPAÑA.

4.1 Breve Evolución Histórica.

La historia de nuestro país en los últimos siglos ha tenido las características del aislamiento en la esfera internacional a las que ayudaba la imagen que se ofrecía para muchos europeos de incomprensión, crueldad, retraso cultural y científico, imagen oscurantista de siglos anteriores que no se había conseguido lograr borrar y a la que el sistema político imperante no ayuda.

Al aislacionismo español que se configura desde el siglo XIX se une la política económica de proteccionismo del régimen franquista que da lugar a una autentica marginación que se empieza a romper con el plan de estabilización de 1958 y los nuevos aires librecambistas en su intento de crear vínculos de cooperación internacional.

Las negociaciones para la integración española han sido las más largos (Turquía) de la Comunidad, desde la primera solicitud en 1962, el Acuerdo preferencial de 1970 hasta la firma de la Adhesión en 1985. Las negociaciones coincidirán con la crisis económica del 73 que no favorecerán los aires integradores si bien la muerte del General Franco darían un vuelco radical a la relaciones entre España y la CEE.

La ampliación de nueve a doce miembros era la vez temida y deseada, pero coincidirá con otros factores que frenarán la unidad europea: La crisis económica del 73 que supone pasar de una etapa de crecimiento y bienestar a otra de crisis, inflación, paro y reconversión, así como el paso del centro neurálgico de la economía del Atlántico al Pacifico; y la crisis institucional y estructural de la CEE. Problemas que afectan sobre todo a la PAC (Política Agraria Común) que absorbe el 70/75 % del presupuesto comunitario y era necesaria una reforma.

A su vez la integración española suponía un grave perjuicio para la agricultura francesa e italiana.

– Los problemas pesqueros derivados del potencial español.

– La Problemática Regional de las nuevas regiones comunitarias que obligaban a un esfuerzo de solidaridad Norte/Sur.

Para España la principal dificultad estribaba en el sector industrial que con una larga carga de proteccionismo e intervención estatal no estaba en modo alguno preparada para competir la industria comunitaria.

4.2 El Tratado de Adhesión.

Se firma el 12 de Junio de 1985 y aunque la integración es inmediata, se plantean una serie de períodos transitorios en los sectores económicos y sociales. Podemos hablar de una integración diferida que se regula hasta 1993. Las medidas transitorias regulan los principales sectores económicos: Unión aduanera, libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales, agricultura y pesca, relaciones exteriores y disposiciones financieras.

4.3 Repercusiones de la Adhesión.

4.3.1. Plano económico

Ha sido el más discutido en nuestro país debido a las enormes repercusiones.

En el aspecto fiscal se establecen la libre circulación de capitales (Bolsa, valores mobiliarios…) lo que supone la armonización de la española y la concentración en busca de la competitividad. Aparece el IVA que será la base presupuestaria comunitaria. A su vez España será receptora de fondos comunitarios por su status de país renta inferior al promedio.

En los aspectos monetarios España se incorpora al SME en 1989, este organismo se crea con el Objetivo de estabilizar las monedas, esta estabilidad facilita el comercio, las inversiones y la política agrícola común. Se dota de unos mecanismos de cambios e intervención y el ECU. Los Bancos Centrales se comprometen a intervenir para mantener el cambio en unos tramos determinados. Esto ha ocasionado la salida de la libra y la lira, así como la intervención del Banco Central Español en el mantenimiento de la peseta. En la actualidad, con la adopción de la Moneda Única se han operado procesos de adaptación compartidos por todos los países.

En los aspectos aduaneros la bajada de aranceles se ha notado en las cifras de intercambio aumentando las importaciones de bienes de consumo y equipo.

En el sector agrícola y pesquero es donde se produjeron las principales diferencias con el resto de los países. España por un lado y los países comunitarios por otro pretendían proteger lo mejor posible sus productos. La agricultura y el potencial pesquero asustaban a los países comunitarios. Por otro lado estaban los propios problemas españoles: anacronismos, tamaño de las explotaciones, grado de mecanización, etc… Se han adoptado medidas para mejorar la agricultura española sobre todo en lo referente a los canales de distribución y redes comerciales. El sector ganadero ha recibido ayudas para su modernización. El sector pesquero suponía el incremento del tonelaje de la flota europea en un 70% (España es la tercera potencia mundial). Se reconoció el derecho a las aguas comunitarias y se establecieron cuotas de pesca. Los acuerdos con terceros países ya no son competencia del Gobierno Español sino de las instituciones comunitarias que negocian con las directrices de la política azul.

El sector industrial era el más dificultad entrañaba. La industria española se caracteriza por múltiples facetas no apropiadas para ponerse a la altura de la europea: pequeñas empresas con escaso mecanización y tecnificación, exceso de mano de obra, tenencia a la economía sumergida, escasa inversión, etc… La reconversión se planteaba difícil y los resultados lo confirman. Inversiones y mejoras técnicas son las soluciones con el objetivo puesto en la competitividad.

El sector de los servicios ha sido afectado sobre todo en sistema financiero con un proceso de concentración de bancos y cajas de ahorros.

4.3.2. Plano Político

Sesenta políticos españoles acceden al parlamento comunitario cada 5 años. Es el instrumento de control democrático de las actuaciones del Consejo y la Comisión si bien todavía carece de verdaderos poderes salvo en el caso del Presupuesto. La política exterior española ha salido reforzada aumentando su actividad y participación en los conflictos internacionales (Consejo de Seguridad de la ONU). La política de defensa y seguridad comunitaria es un terreno donde se ha avanzado poco. España pertenece a la OTAN desde 1982 y de la UEO, organismo armado de la comunidad. Pero ha demostrado su debilidad debido a las diferencias internas y que se han puesto de manifiesto de forma dramática en el caso de la guerra de la antigua Yugoslavia, así como en la reciente guerra en Irak. La seguridad interna también es objeto de planificación en materia de narcotráfico, criminalidad y terrorismo sobre todo desde principios de 1995 con la entrada en vigor de la libre circulación de ciudadanos firmantes del Tratado de Shegen. La política ambiental y de protección al consumidor ha sido beneficiosa para los españoles en cuanto a protección y prevención.

4.1.3. Plano Social

Los últimos años han dando a lugar a un crecimiento de la tasas de Europa y España no ha sido una excepción siendo el país con la tasa mas elevada por lo que las políticas sociales tienen gran repercusión en España. La repercusión ha sido positiva para los emigrantes españoles. La migración exterior también es asunto de preocupación pasando s ser España frontera europea frente a países terceros.

4.1.4. Plano cultural

En el campo cultural las ventajas son indudables. La participación española en los programas de investigación científico-técnicos ha ido en aumento. En Educación proyectos como el Erasmus/Séneca persigue el intercambio de estudiantes y profesores y la normalización en los títulos universitarios. También se posibilitan prácticas empresariales (Programa Leonardo) en distintos países europeos por lo que la integración no deja de ser favorable.

“Los primeros diez años de la integración de España en la UE han supuesto un salto cualitativo en las trasformaciones de nuestra estructura económica y en la creación de riqueza. Durante este decenio, España ha crecido a una tasa media de casi el 3% y la renta por habitante, en un 41%. Se ha producido una amplísima liberalización de nuestro comercio exterior, tanto en el interior de la UE como en relación con otras zonas del mundo…” “A través de los fondo estructurales y recientemente a través de los fondos de cohesión, se ha contribuido decisivamente al crecimiento espectacular de las infraestructuras. La renta agraria ha crecido en un 50%…. En definitiva ha sido dentro de la UE donde España ha encontrado los instrumentos y oportunidades para consolidar el progreso, sobre todo para consolidarse como un país más vertebrado, más solidario y más cohesionado.” (Artículo de Felipe González “Parte de una historia común” EL PAIS, Domingo 11 de Junio de 1995, Diez años en la UE).

Podemos concluir por tanto este apartado afirmando que el aislacionismo tradicional europeo ha sido superado, es indudable que el futuro de España pasa por la UE y el desarrollo de los acuerdos de Maastricht aunque las condiciones del mundiales no sean las mismas que en 1986, año de la integración española.

V. SITUACION ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO.

El epígrafe del apartado queda reflejado en el Tratado de la Unión Europea más conocido como Maastrchit. Dos son en síntesis los objetivos perseguidos como ya hemos apuntado.

Por un lado la Unión Económica y Monetaria que conlleva la total INTEGRACION aduanera y comercial que desembocar en la moneda única. Las dos primeras fase están ya cubiertas la tercera prevista para 1997 o 1999 parece que se retrasa a la última fecha. Para los países de renta más baja suponen ajustes duros que debilitan su economía.

El segundo objetivo persigue la Unión Política y Social se deja sin fecha concreta al interponerse un concepto básico como el de soberanía nacional y encuentra mayores dificultades.

La Unión Europea nace en unos momentos de particular dificultad e incluso diferente a los que se había previsto en la década pasada. Los cambios políticos operados en Europa con la caída del muro y la liberalización de los países del Este, el final de la Guerra Fría y la alteración del esquema defensivo de Europa Occidental, la reunificación alemana con un giro hacia el Este y la creación de una gran potencia centroeuropea, y el desmenbramiento de la URSS abren nuevos horizontes no despejados todavía.

La crisis económica ha afectado de manera desigual a los distintos países comunitarios introduciendo fisuras en la UE, las tormentas monetarias de los primeros meses de 1995 por la debilidad de las monedas frente al marco no facilitan precisamente la integración que se ha traducido en problemas a la hora de la ratificación de tratado se suman a los problemas de la política exterior común en los Balcanes. En el tema de Seguridad se sigue dependiendo de la OTAN.

El termino federal todavía no está maduro en la UE.

A las dificultades anteriores se suman las que se apuntaban con la última ampliación.

A pesar de todo ello la unión monetaria será un gran paso que alentará la unidad política irreversible consolidando el espacio político comunitario surgido a mediados de siglo.

5.1 Problemas de la moneda única: los criterios de convergencia y el EURO.

Con arreglo a lo dispuesto en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, la tercera fase de la unión económica y monetaria ha de comenzar el 1 de enero de 1999 y finalizar el proceso el 1 de Julio del 2002.

El escenario en el que se moverá el EURO es tan variopinto como el propio continente. Pero aun así el sueño de los padres fundadores de Europa sigue adelante. Para evitar saltos en el vacío, cada nación ha tenido que hacer sus deberes en los últimos años, en lo que se ha venido en llamar la convergencia. Un proceso que solo es nominal, aya que cumplir los criterios de Maastricht no implica necesariamente una mejora de los niveles de renta. De hecho, países como España o Portugal tienen mejores notas que Alemania o Francia.

Tres grupos de socios podemos establecer de cara al EURO:

1. Los que reúnen los requisitos de saneamiento económico: Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Irlanda, Finlandia, Austria, España, Portugal y probablemente Italia.

2. Los que los cumplen, pero aun no quieren lanzarse al EURO: Dinamarca, Suecia y Reino Unido.

3. Los países que no los cumplen: Grecia.

La unión monetaria va a ser la gran revolución y la punta de lanza de la reinvención de Europa. Por primera vez desde el Imperio Romano, vastos territorios del Viejo continente van a disponer de una moneda Unica. Y, en un mundo con libertad de capitales, los socios del EURO se verán obligados a converger en muchos mas aspectos. Las empresas reclamaran idénticas condiciones: impuestos, legislación eficacia judicial y policial.. Al mismo tiempo Europa se fortalecerá con la moneda única. Para el comisario europeo de Asuntos financieros, Yves Thibault, es la Unica forma de que los gobiernos puedan recuperar poder frente a los inversores ” El control ejercido por los mercados financieros ha reducido fuertemente el margen de autonomía de las políticas monetarias nacionales. La noción de soberanía, a la que muchos europeos esta legítimamente vinculados, es muy relativa. La llegada del EURO es la ocasión que nos permitirá reencontrar, colectivamente , lo que hemos perdido individualmente ” ( El Mundo 17 -2.1998 ). En su opinión el efecto protector del EURO ya se ha notado con la crisis asiática.

El EURO reequilibrará el sistema monetario mundial en el que el dólar tiene hoy por hoy un papel casi hegemónico. EEUU representa el 25% del PIB mundial, pero el dólar interviene en el 50% de la transacciones comerciales y el 80% de los cambios de divisas. Asimismo representa el 66 % de las reservas de los bancos centrales del mundo. En contraste la UE es la primera potencia económica y comercial.

Indudablemente también existen argumentos críticos respecto a los efectos económicos del EURO. El primero de ellos hace incapié en la posibilidad de que se produzcan crisis específicas en algunos países, que no puedan ser resultas a corto plazo por la perdida del instrumento del tipo de cambio y la ausencia de un presupuesto europeo de suficiente magnitud. El segundo de los argumentos señala el excesivo grado de independencia del BCE y el deseo de este de reforzar su credibilidad antiinflacionario podría hacer olvidar otros objetivos como el empleo como señala Paul Krugman.

5.2 Desintegración del Este de Europa: Futura Ampliación.

La Agenda 2000.

Constituye una obligación moral y un enorme desafío político de la UE ofrecer a los PECOS (Países de Europa Central y Oriental) un lugar en el proceso de construcción europea. A la vez es una oportunidad para Europa, ya que representa una inversión en la paz, la estabilidad y la prosperidad de todos los ciudadanos europeos. Supone el fin de la división de Europa y su Reforzamiento en la esfera internacional. La ampliación es un hito en el proceso de integración europea que debe ser superada de forma exitosa, que su fracaso afectaría al conjunto del proceso en marcha.

Ante la magnitud del reto la actual UE y los países candidatos deben preparase. En primer lugar, institucionalmente, la UE no está en condiciones de recibir a más miembros: un sistema diseñado para seis, que funciona con problemas con quince, puede correr el riesgo del bloqueo con veinticinco, se debe por tanto acometer la reforma una reforma institucional. En segundo lugar los países candidatos deben cumplir las condiciones fijadas para no menoscabar el grado de integración alcanzado, no puede diluir lo conseguido.

Estas condiciones se concretan en:

– Estabilidad de las instituciones que garanticen la democracia, los derechos humanos y el respeto y protección de las minorías.

– Contar con un economía de mercado en funcionamiento para afrontar la presión competitiva de las fuerzas del mercado dentro de UE.

– Capacidad para asumir las obligaciones de adhesión, incluida la observancia de la UEM. Teniendo en cuenta la situación económica no es difícil imaginar los considerables problemas de transición y desarrollo que deberán acometer.

Recientemente el consejo Europeo (12 y 13 de Diciembre de 1997 en Luxemburgo ) decidió la convocatoria en la primavera de 1998 de conferencias bilaterales con Chipre, Hungría, Polonia, Estonia, República Checa y Eslovenia. Asimismo se decidió agilizar la preparación de negociaciones con Rumania, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Bulgaria.

La UE es un proyecto, una idea pero hoy en gran medida es también una realidad. Tal vez convenga traer a colación una cita de Ortega y Gasset ” La Unidad de Europa, en el sentido que se le da a la expresión, es una cuestión política y de formas jurídicas, de

acuerdos precisos. A ella se irá – repito en una u otra forma – aunque no exista la voluntad espontánea, el deseo de ir a ella. Ese género de estructura históricas depende mínimamente de las voluntades particulares y máximamente de las necesidades o forzosidades. La vida humana es ciertamente libertad, pero también necesidad, si se quiere así, fatalidad “.

Los dos últimos años no han sido precisamente fáciles para la comunidad, a la difícil ratificación del tratado de la UE se sumó la recesión económica. En política exterior la intervención diplomática en la guerra de la ex-Yugoslavia tampoco ha tenido gran brillantez. En los primeros meses de 1995 las fluctuaciones monetarias han pospuesto la plena integración económica para 1999. Lo que podemos llamar la euromelancolía europea de ciertas etapas no debe llamarnos a error. El gran avance que se ha producido en los últimos años ha merecido la pena y estamos en un camino sin retorno si realmente se quiere que Europa retome el papel que le corresponde en el concierto internacional.

Se plantean así los retos de la Agenda 2000:

– Fortalecer y reformar las políticas de la UE, de manera que puedan encajar la ampliación y generar un crecimiento sotenido, un mayor empleo y una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos de Europa.

– Negociar la ampliación y al mismo tiempo preparar intesamente a todos los países solicitantes para el momento de la adhesión.

– Como financiar la ampliación, los preparativos y el desarrollo de las políticas internas de la Unión.