1. INTRODUCCIÓN
2. LA SOCIEDAD CHINA.
2.1. LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA.
2.2. DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN.
2.3. INTERACCIONES ENTRE LA DEMOGRAFÍA Y LA ECONOMÍA.
2.3.1. LA POLÍTICA DEMOGRÁFICA BAJO EL SOCIALISMO.
2.3.2. INCIDENCIA DE LA POLÍTICA DEMOGRÁFICA SOBRE EL PROGRESO
2.4. EL FENÓMENO SOCIOURBANO.
2.4.1. EVOLUCIÓN Y TIPOLOGÍA URBANAS 2.4.3. LAS ESTRUCTURAS URBANAS
3. LA ECONOMÍA CHINA.
3.1. ACTIVIDAD AGRARIA.
3.2. ACTIVIDAD INDUSTRIAL.
3.3. ACTIVIDADES TERCIARIAS.
3.4. CONCLUSIONES ECONÓMICAS.
4. BIBLIOGRAFÍA
1 INTRODUCCIÓN
Uno de los primeros dignatarios internacionales en visitar China tras los sucesos de Tiannamen fue Felipe González, que insistió a Den Xiao Ping en la necesidad de respetar los derechos humanos y las libertades. El mandatario chino respondió diplomáticamente que por encima de todo su máxima preocupación cada mañana era la de asegurar cada día un plato de arroz a más de 1200 millones de bocas.
El Estado chino, con sus 1.221 millones de habitantes, que representaba el 22% del total mundial, es el más poblado del mundo. Cada año la población china crece en torno a 15 millones de habitantes y se calcula que se producen unos 9 millones de nacimientos clandestinos, dadas las férreas políticas antinatalistas. La densidad media es de 121 habitantes por km2, aunque este dato esconde una desigual distribución.
El estado chino está organizado política y económicamente a través de un sistema colectivo comunista que ha permitido dotar a su cuantiosa población de los bienes y servicios mínimos y necesarios, haciendo desaparecer problemas demográficos y sanitarios inherentes a otros países subdesarrollados. Esto no quiere decir que China se cuente entre los países desarrollados, ni que no plantee una seria problemática social a otros niveles, y de integración en la esfera internacional, como tendremos ocasión de ver mas adelante. Su lejanía de Europa, su exotismo y nuestro desconocimiento sobre ella, así como el hecho de que sea la potencia hegemónica del comunismo mundial, hacen de su estudio, un tema de especial interés.
2 LA SOCIEDAD CHINA
2.1. LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
Hasta el censo de 1953, realizado por el gobierno de Mao Tse-Tung tras el triunfo de la revolución comunista en China, no tenemos datos fiables, pero a partir de este momento la evolución demográfica del país vendrá determinada por la política que el gobierno llevase a cabo en cada momento. La respuesta social automática a los dictados del gobierno es algo que cuesta comprender y que solo se explica por el control del régimen sobre la sociedad y por la propia idiosincrasia oriental.
Los últimos cuarenta años de su historia demográfica van a estar marcados por dos características:
1- Progresiva reducción de la natalidad.
2- Oscilación de los valores de la natalidad según el signo de la política practicada en cada periodo. Los periodos son los siguientes:
1949-1953: Expansión de la natalidad
1954-1958: Política de control demográfico.
1959-1962: Coincidiendo con el II Plan Quinquenal del “gran salto adelante”, expansión natalista.
1962-1966: Política realista y control de la natalidad.
1966-1968: Coincidiendo con la “revolución cultural” el periodo optimista fomenta la natalidad.
Desde 1969 la demografía china ha seguido un paulatino descenso de la natalidad. En 1981 hubo una campaña radical de control de la natalidad que llevó a penalizar a las parejas que tuviesen mas de un hijo. En 1994 la tasa anual de crecimiento era del 1,1% (15 millones más de habitantes cada año).
Una de las características más llamativas de la demografía china es precisamente este control de la natalidad, que lo diferencia radicalmente de otros espacios subdesarrollados.
2.2. DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN
A pesar de la gran masa de población, la gran extensión del país (9.600.000 Km2) da lugar a que la densidad de población tenga un valor medio en relación con los países de la Europa occidental. No obstante esta población esta muy desigualmente repartida, concentrándose la mayor parte de ella en las provincias orientales marítimas (densidades superiores a 700 hab/Km2), mientras que la China interior (10 hab/Km2), las altas mesetas del Tibet y los desiertos de Gobi y Takla Makan (1 hab/Km ) son auténticos vacíos demográficos.
Por otro lado, la distribución de la población urbana y la rural es también un rasgo definitorio de la población china, así como el atípico “éxodo urbano” del que hablaremos mas adelante.
2.3. INTERACCIONES ENTRE LA DEMOGRAFÍA Y LA ECONOMÍA
En el caso de la nación china, la población es al mismo tiempo motor y freno para el desarrollo económico. La numerosa mano de obra permite un desarrollo económico basado en el capital humano gracias al cual China se ha desarrollado sin dependencias exógenas (los demás países subdesarrollados se caracterizan por su dependencia externa).
En el otro lado de la balanza, las consecuencias que acarrea esta numerosísima población es la necesidad de generar ocho millones de empleos anualmente e ingentes inversiones sociales.
De todas formas en mayor o menor medida China asume y resuelve estos problemas especialmente en el campo de la alimentación, ya que partiendo de una situación de hambre crónica, ha conseguido superar el mínimo de calorías recomendado por la OMS.
2.3.1. LA POLÍTICA DEMOGRÁFICA BAJO EL SOCIALISMO
Toda la planificación económica social y territorial de China se ve mediatizada por el enorme peso de sus efectivos poblacionales y por su distribución desigual en el espacio. Esto no es casual, sino que obedece al desarrollo de la civilización china. Así pues, tanto en la etapa histórica antigua como en la contemporánea, la población se acumulo fundamentalmente en el Este del país, donde se localizaron también las principales ciudades.
Ahora bien, el desarrollo urbano de China, ha sido escaso, y sólo representa un 13’2% del total, aunque en términos absolutos es inquietante. El territorio nacional se encuentra dividido en 21 provincias, 5 regiones autónomas y 3 municipalidades urbanas dependientes del gobierno central.
La población China, antes de la Revolución socialista sufría una situación similar a la de otros países tercermundistas: Comportamiento pronatalista (estaba en torno al 37 por mil); mortalidad aproximada del 18 por mil; y un crecimiento demográfico del 1,9% anual (la alta mortalidad se compensaba con una elevada natalidad).
China experimentó continuas oscilaciones durante los 20 años siguientes a la Revolución, orientándose posteriormente hacia un control radical de la natalidad, a pesar de estar todavía muy lejos del crecimiento cero que pretenden conseguir los dirigentes chinos hacia el año 2.010.
a) Una política demográfica cambiante. Hay continuas modificaciones experimentadas por la política demográfica hacia 1.969, fecha a partir de la cual se inicia un drástico control de la natalidad, potenciado a partir de 1.979 con una campaña en pro de la familia de hijo único. Estos vaivenes se explican por las singulares coyunturas experimentadas con la revolución de 1.949 (signo poblacionista) que se mantendrá hasta 1.954. En 1.954, se comienza una campaña en favor de anticoncepción hasta 1.958. Desde 1.958 a 1.962 supone una marcha atrás. En 1.962 se propugna el control de la natalidad hasta 1.966. A partir de 1.966 hay una liberación del control de nacimientos. La fragilidad económica del país obliga a tomar en serio la disminución de la natalidad, que se convierte en tarea prioritaria.
b) Los medios o los resultados. La más eficaz es el retraso del matrimonio (23 y 26 años en mujeres y hombres respectivamente).
El número de hijos, 2 o a lo sumo 3, espaciados. A partir de 1.979 se desata la campaña por el hijo único.
Extensión de técnicas anticonceptivas.
La sociedad china ha logrado, así, cambiar una moral sexual y un comportamiento demográfico dominados durante milenios. Los progresos, en cualquier caso, han sido más rápidos en las áreas urbanas que en las rurales. El ritmo actual de caída de la natalidad es menor en la ciudad que en el campo, dadas las bajas cotas alcanzadas en ésta.
La Ley de 1° de mayo de 1.950, la igualdad jurídica entre los cónyuges, ha significado una promoción real de la mujer, que ha exigido un menor número de hijos, como ha sucedido en la práctica.
2.3.2. INCIDENCIA DE LA POLÍTICA DEMOGRÁFICA SOBRE EL PROGRESO ECONÓMICO Y SOCIAL
La alimentación y la vivienda, la educación y el empleo aparecen como los cuatro puntos cardinales que orientan la política de desarrollo.
Alimentación: progresos sustanciales, eliminando el hambre y llegando a satisfacer las necesidades alimentarias totales. Parece ser que las recientes medidas liberalizadoras del mercado favorecieron este auge espectacular. Pero a pesar de esto, se producen ciertas carencias dietéticasm como las deficiencias en sales minerales.
Vivienda: Avances decisivos. En las ciudades, el Estado ha tenido que invertir enormes sumas de capitales para erradicar las chabolas y bidonvilles.
Educación: En función del número de analfabetos (80% en 1.949), escasez de profesores y centros han tenido que hacer grandes esfuerzos para su solución. En 1979, se ha rebajado hasta un 34%.
2.4. EL FENÓMENO SOCIOURBANO
El primer fenómeno a destacar es la magnitud de la urbanización en términos absolutos, que contrasta vivamente con su pequeñez relativa. En 1983, sólo un 13’2% de la población china es urbana, equivalente a unos 135 millones en 1983. Casi dos décadas después, 500 millones de chinos viven en ciudades, aunque en términos relativos el fenómeno urbano no adquiere las dimensiones de los países desarrollados. La evolución urbana ha tenido etapas claramente contradictorias:
Etapa de expansión urbana. Coincidiendo con el I Plan Quinquenal (1953-57) basado en la expansión industrial de las ciudades que atrajo cantidades ingentes de población y serios problemas de congestión urbana.
Etapa del éxodo urbano (1958-1980). Ante la situación anterior tiene lugar un cambio en la política industrial, potenciándola ahora en el mundo rural. Esto provocó una inversión en el flujo migratorio que se ha denominado “éxodo urbano”. En esta etapa crecieron más las ciudades intermedias en detrimento de las grandes urbes. Pero la industrialización rural no aporta más que una mínima parte del producto industrial, y esto acarreó graves problemas de adaptación y la mayor parte de los emigrados al campo han regresado a la ciudad.
Auge urbano en las dos últimas décadas, desarrollándose especialmente las grandes metrópolis.
El fenómeno urbano chino se diferencia del urbanismo tercermundista e igualmente del urbanismo de los países desarrollados. Ha logrado frenar y erradicar la aparición de suburbios carentes de infraestructura urbana y ha solucionado el problema de la vivienda huyendo de los movimientos especulativos urbanos.
La ciudad china, administrativamente hablando, incluye un elevado porcentaje de población dedicada al sector primario. Las tres ciudades más pobladas del país son Shangai, Pekín y Tientsin. El número de ciudades que superan el millón de habitantes sobrepasa las dos docenas.
2.4.1. EVOLUCIÓN Y TIPOLOGÍA URBANAS
El desarrollo urbano de China arranca de épocas lejanas, que han dado lugar a la consolidación de las grandes ciudades actuales ya desde principios de siglo.
El legado prerevolucionario y el proceso urbanizador posterior. La ciudad tenía un emplazamiento en la llanura. Su trazado era totalmente ortogonal. Hoy se conserva ese trazado en algunas grandes ciudades históricas, aunque con anomalías. Cambiaron desde finales de siglo XIX, con el auge de los imperialismos. Surgieron así tres grandes tipos urbanos: las ciudades-puerto; las ciudades comerciales y mineras; y, finalmente las ciudades manchúes.
El desarrollo de estas ciudades se acompañó de un marchamo claramente occidental. En todas estas ciudades se apoyó el gobierno comunista para llevar a cabo la estrategia de industrialización durante el I y II Plan Quinquenal. Esta política de desarrollo de polos regionales se mantiene incluso actualmente, pero han conocido más fracasos que éxitos.
2.4.3. LAS ESTRUCTURAS URBANAS
El crecimiento urbano después de la revolución ha dado lugar al nacimiento de ciudades totalmente nuevas y, junto a éstas se ha producido un rejuvenecimiento general de las históricas. Evidentemente, existe un factor decisivo: la propiedad social del suelo.
Los gobernantes chinos, acuciados por la carencia de capitales y de medios técnicos, orientaron los esfuerzos hacia inversiones productivas, en tanto que el sector de la vivienda, considerado como improductivo, no recibió suficientes atenciones, con lo que la penuria de materiales y de medios, unido al deseo de suprimir las desigualdades sociales, favoreció la construcción masiva de alojamientos de dimensiones extraordinariamente reducidas. En función de esta parquedad dimensional de las viviendas, ha crecido a un ritmo lento y conforme a una previa planificación.
Es así como las ciudades chinas disponen de un anillo rururbano muy desarrollado. Las ciudades chinas no sobresalen por los grandes conjuntos arquitectónicos, debido a la pobreza de medios. El espacio industrial y el residencial quedan separados por zonas verdes. Responden a planos perfectamente ordenados.
Los edificios suelen tener entre 3 y 6 plantas, quedan dotados con equipamientos comerciales, culturales y sociales. También se tiende a asentar en ellos las actividades económicas de tipo artesanal o similar a fin de evitar al máximo los desplazamientos de población. Las viviendas, por lo general, son propiedad del Estado.
3 LA ECONOMÍA CHINA
La economía china sigue enmarcada dentro de la órbita comunista, aunque, como la vietnamita, ampliamente reformada introduciendo elementos del libre mercado (doctrina de “un país, dos sistemas”), frente a la ortodoxia comunista anterior que sólo se mantiene en Cuba y Corea del Norte. El desarrollo económico de China se basó en:
la potenciación del sector agrario y la explotación de los abundantes recursos naturales.
Una marcada autarquía.
Desarrollo de la industria básica (siderurgia, minería, cemento y química básica).
3.1. ACTIVIDAD AGRARIA
Como la mayor parte de la población habita el campo, los medios rurales son áreas de singular importancia en el territorio nacional.
Históricamente se mantuvieron dos tipos de propiedad, la estatal, que era entregada por el Estado a los campesinos para su cultivo; y la privada, que condujo a graves desequilibrios (4% de los propietarios disponían del 50% de la tierra), contra los que se alzó el campesinado. La revolución comunista en China rompió con la situación de absentismo de los latifundistas y su práctica de usura a los arrendatarios y aparceros.
Por ello la propiedad colectiva, preconizada por los comunistas antes de la Revolución, no resultaba algo exótico, sino más bien familiar y deseado por la gran mayoría de la población.
Ante esta situación, el gobierno promulgó la ley de reforma agraria de 1.950. Pero esta reforma no resolvió los problemas del campesinado; el minifimdismo cundió, y desmembró antiguas explotaciones bien gestionadas y se entregaron a campesinos sin equipar, por lo que los medios de producción se colectivizaron, como respuesta más adecuada. La reforma agraria que se llevo a cabo, fue el verdadero soporte económico y social de la revolución. La ley de Reforma agraria de 1950 fue el inicio de un proceso que prácticamente finalizó en 1952 y que supuso la expropiación de los latifundios de los propietarios absentistas (50%) y su repartición entre 300 millones de campesinos, respetando las propiedades de los que vivían de la tierra. El segundo paso de esta reforma fue el proceso de colectivización progresiva, que comenzó con los “equipos de ayuda mutua” pasando por la “cooperativa socialista” (1956) y cristalizando definitivamente con la “comuna” (1958).
El progreso de la colectivización se aceleró con las cooperativas de producción semisocialistas, que se expandieron principalmente en el año 1.955. Cada una reunía a unas 30 ó 40 familias y todavía se conservaba una pequeña parcela en propiedad individual: los utensilios, los animales de tiro y los árboles frutales.
En la fase siguiente se paso a cooperativas socialistas. Se extendieron aceleradamente en 1.956. En ellas quedó abolida la propiedad privada de los medios de producción. Agrupaban en torno a 100 y hasta 300 familias. Se dividían en brigadas (20-40 familias) y equipos (6-8 familias).
Pero el nivel máximo de socialización no se alcanzó hasta la creación de la comuna en 1.958. A finales de 1.958, se trataba de propiciar al máximo unas relaciones de producción socialistas, el cual se consideraba la base del desarrollo industrial. La comuna, creada en 1958, se organizó en base a las brigadas de producción con 200 a 300 familias. La comuna fue pensada como una unidad de integración económica. Asociaban agricultura, industria y comercio. Esto servia para eliminar las diferencias existentes entre la ciudad y el campo. Se buscaba ser un foco de propaganda política.
El desarrollo de la organización comercial corrió parejo con el desarrollo agrario general. El “código de los ocho puntos”, durante los años 50 y 70, sirvió de norte para la gran masa de campesinos que tenían conocimientos técnicos. Hechos tan elementales como la conservación de las aguas y de los suelos, el abonado, la selección de semillas, la plantación intensiva, la protección de las plantas y modernización del utillaje y mejora de la gestión se convirtieron en una de las causas del avance del campesino chino.
Todo este conjunto de hechos ha dado lugar a un aumento espectacular de los rendimientos, pero ha sido insuficiente. Este proceso general se ha realizado en el marco de la comuna, que difiere sensiblemente de unas regiones a otras.
La comuna, sin embargo, resultó demasiado distante y poco operativa para el campesinado. En 1.962 se tomó la decisión de reducir las dimensiones de las comunas para hacerlas más manejables. Dentro de la comuna, la célula más pequeña corresponde al equipo de producción, que integra a unas 34 familias, y que comparten un lote de unas 15 a 20 hectáreas de tierra. El producto bruto obtenido se reparte entre los miembros del equipo de acuerdo con un sistema de puntos de trabajo.
A un nivel superior se encuentra la brigada de producción, integrada por unos 7-8 equipos. La principal misión de la brigada es coordinar la labor de varios equipos para trabajos comunes.
En el escalón más alto se encuentran las colmenas, integradas por unas 12-13 brigadas de producción, equivalentes a unas 15.000 personas, que disponen de una superficie media de 1.800 hectáreas. Cuentan con: educación secundaria, pequeño hospital, medios de transportes, servicios de créditos.
La diversidad comunal obedece, ante todo a la diferente presión demográfica y a la variedad de condiciones ecológicas. En la China oriental predomina ante todo, el cultivo del arroz, que se complementa con otros cultivos. En el dominio septentrional de la China del Este se da igualmente el policultivo. En ambos dominios de la China oriental, el ganado más .común es el porcino, si bien la ganadería intensiva de vacuno se ha extendido por numerosísimas comunas. Las piscifactorías han adquirido gran importancia. Frente al sector, oriental, la China del Oeste tiene un neto predominio ganadero y con una ganadería totalmente de caprino. Como conclusión, el mundo rural chino ha sido profundamente transformado a fin de hacer frente a las necesidades de una ingente masa de población en auge.
A partir de la muerte de Mao, y con la llegada al poder de Den Xiao Ping se inicia un proceso de crisis y reforma del sistema comunal, de forma que la comuna irá perdiendo sus funciones, y se irá introduciendo la ley de oferta y demanda y la liberalización de precios. Esto provocó la subida del coste de artículos básicos, una gran inflación y el descontento popular durante la década de los ochenta y noventa.
El aumento de la producción agraria a raíz de la revolución tiene su demostración más evidente en la satisfacción alimenticia de los más de 1.200 millones de personas que pueblan el país. De hecho, podemos afirmar que China es una superpotencia agraria.
Se ha extendido el regadío de forma que actualmente más de la mitad de la superficie cultivada esta bajo el mismo. Las técnicas y los abonos empleados dan lugar a que los rendimientos por Ha sean más elevados aquí que en muchos países desarrollados. Es primer productor mundial de trigo, tabaco, maíz, arroz y algodón y está entre los cuatro primeros en otros productos como mijo, soja, azúcar, caucho, té, plátanos, lana y yute.
3.2. ACTIVIDAD INDUSTRIAL
China es uno de los pocos países del mundo que ha mantenido el crecimiento de su producción industrial en tasas del 10% anual durante un largo periodo, superior a 25 años (entre 1.952-1.979 y durante los noventa). Salvo las ciudades de Shanghai, Hong-Kong, Cantón, Pekín, Tientsin y las de Manchuria, el resto del territorio chino constituía un desierto industrial.
El punto de partida podría resumirse en: escasez de infraestructuras y abundancia de materias primas. Con anterioridad a 1.949 los japoneses habían desarrollado una infraestructura viaria importante. Al Nordeste se sumará un sector costero bien servido, mientras el resto del país permanecía más o menos aislado. No existía una red viaria nacional, sino unos elementos ferrocarril, carreteras, cursos de agua navegables, desvinculados entre sí. La política general tendió a desarrollar el transporte interior. Se reforzaba el de la China oriental, pero basándose fundamentalmente en el ferrocarril.
La construcción de una red nacional de ferrocarriles conectando todas las regiones del país ha sido un logro, aunque suele desplazar pequeñas mercancías que en otros países circulan por carretera. La red de carreteras ha pasado de unos 100.000 Km. en 1.949 a 900.000 Km en 1.979, pero la mitad de esas carreteras son pistas de tierra y la otra mitad calzadas empedradas. La carretera, en cualquier caso, ha sido marginada; tiene poca densidad y mal firme. El transporte fluvial ha tenido una gran incidencia económica, de modo que actualmente cuenta con un número considerable de km de vías navegables, si bien la mitad de ellas no alcanzan un metro de calado.
La revolución de 1949 permitió el despegue industrial de China partiendo de un nivel 0. Este despegue fue posible gracias a la abundancia de materias primas, potencial hidroeléctrico-energético y mano de obra. El resultado es que China es hoy una potencia industrial en el contexto mundial.
El proceso de industrialización comenzó con la construcción de una red básica de transporte, especialmente localizada en la expansión del ferrocarril a vapor, siendo este el principal medio de transporte del país. El segundo en importancia es la red fluvial, sobre todo el río Yangtsé. El uso del automóvil privado es prácticamente inexistente y la carretera es un elemento secundario en el sistema de transportes. El transporte aéreo es testimonial e irrelevante en el proceso industrial.
En cuanto a las materias primas, dado el estado de atraso de la geología y de toda la ciencia china antes de 1.949, han conocido una constante reevaluación. Los trabajos geológicos posteriores han hecho aparecer recursos minerales “tan importantes que parecen que van a hacer de China una de las primeras reservas mundiales de materias primas”. La riqueza en minerales muy diversos es realmente importante, tanto en minerales ferrosos como en no ferrosos (estaño, molibdeno; oro, plomo, bauxita…) así como carbón y petróleo. La energía disponible es abundante, las reservas de hulla son prácticamente inagotables y los recursos petrolíferos son abundantes.
El proceso de industrialización chino ha pasado por diversas etapas:
1. Periodo inicial (1949-58). La industrialización se basó en las directrices soviéticas, y el resultado fue el desarrollo de la industria pesada en detrimento de la ligera y la de transformación. Con ello tuvo lugar una fuerte polarización industrial y crecimiento urbano.El desarrollo fue concentrado sectorial y espacialmente
2. Periodo autárquico (1958-79). En 1960 tiene lugar la separación Pekín/Moscú y a partir de entonces la industrialización china se caracterizará por un elevado grado de autarquía y un progresivo control estatal. La propiedad privada desaparece totalmente, se inicia la diversificación industrial, tanto en relación con la producción (industria para el consumo) como en relación con la localización (industrialización del mundo rural a través de la instalación de pequeñas fabricas que funcionaran como un factor productivo auxiliar de la agricultura). La segunda fase armonizó el desarrollo de la industria pesada e industria ligera: “marchar sobre las dos piernas ” (1958-79). Apoyándose sobre los grandes complejos y sobre la pequeña industria, los grandes complejos industriales continuaron la expansión iniciada anteriormente. Esta expansión se logró tanto a través de las propias técnicas como por medio de la compra de equipos a los soviéticos. Se estimularon las pequeñas empresas y fábricas dispersas por el campo. Cada distrito debía poseer acerías, plantas de hidroelectricidad y de producción de carbón, de cemento y finalmente, de maquinaría y talleres. La idea de industrialización rural fue consolidándose y ha adquirido carta de naturaleza. El afianzamiento de este tipo de industrias rurales tuvo lugar durante los años sesenta, en buena medida como respuesta dado por los gobernantes a las malas cosechas de los años 1959 a 1961.
3. Periodo aperturista (1979-2001). Desde 1979 se ha impulsado la industria ligera. Una tercera etapa de desarrollo industrial ha comenzado en 1979. La nueva política industrial busca, por una parte, la apertura a los capitales y técnicos extranjeros para realizar grandes proyectos y por otro, llevar a cabo una transformación total de la industria ligera. A partir de este momento China buscará atraerse las inversiones extranjeras e introducirse en los mercados mundiales. Para conseguir estos dos nuevos objetivos se crearon en el sur del país cuatro zonas francas industriales (Shanghai, Cantón, estrecho de Formosa y 14 ciudades costeras) con regímenes fiscales óptimos para los inversores. Estas inversiones se realizan mediante la creación de empresas mixtas (capital y tecnología extranjera y terreno y mano de obra chinas). Los resultados de esta etapa están siendo crecimiento de la industria de consumo y aumento de la inversión extranjera.
Con estos elementos y basándose en una abundantísima mano de obra, los gobernantes de la República Popular plantearon un desarrollo industrial que afectaría tanto a los medios urbanos como a los rurales.
A pesar de los cambios de rumbo en la política industrial, China, ha buscado una plena independencia en este campo; lo cual ha significado el rechazo de las inversiones de capital occidental por una parte, y el rechazo de la división internacional del trabajo entre los países socialistas. En cualquier caso, el desarrollo industrial ha resultado impresionante. Este crecimiento ha sido fruto de una política industrial específica, que no ha afectado por igual a todas las regiones.
Estos logros, sin embargo, no han eliminado, la dualidad de la estructura industrial. La dualidad de la estructura industrial china se asienta en la coexistencia de grandes empresas modernas y tecnificadas con alta densidad de capital frente a pequeñas industrias rurales con alta intensidad de trabajo. Las primeras se asientan en centros urbanos importantes, en las ciudades que actuaron de polos industriales, en el I y II Plan Quinquenal, las segundas se encuentran dispersas por las cabeceras de distritos y por los centros comunales.
También continua manteniéndose el desequilibrio espacial entre los antiguos centros industriales y el resto del país. El desarrollo industrial se ha centrado principalmente en las ciudades, las cuales han experimentado un crecimiento totalmente singular.
La distribución espacial de la industria en China está aún hoy muy marcada por la herencia soviética de la 1a etapa en la que hubo una fuerte polarización industrial en las grandes urbes, a pesar de que posteriormente, como ya hemos tenido ocasión de ver se manifestaron tendencias de difusión y diversificación industrial. Las principales regiones industriales son:
Región costera. Desde Harbin hasta el sur de Shanghai, con Tianjín y Pekín.
Región central. Hubei y Hunan (industria textil)
Cantón. En relación con Hong-Kong es un foco industrial de vocación exportadora.
La importancia económica de la industria china es grande ya que, actualmente tiene el rango de potencia mundial. En 1992 fue el primer productor de carbón, de estaño y de antimonio. Fue el segundo productor mundial de mineral de hierro y de manganeso. Ocupó el cuarto lugar en la fabricación de acero y está entre los seis principales productores de petróleo del mundo.
En su propia economía, el 47,6% de su PIB es generado por la industria, aunque solo ocupa al 19% de su población activa.
3.3. ACTIVIDADES TERCIARIAS
El sector servicios presenta una buena rentabilidad de producción por mano de obra empleada, pero tiene muy poco peso en términos absolutos: 19% del PIB y 16,2% de la población activa. Esta atrofia del sector servicios sitúa a China entre los países subdesarrollados. Otra característica de este sector es la practica ausencia del terciario privado (comercio, gestión, hostelería, ocio, etc.) estando representado prácticamente por subsectores públicos (defensa, sanidad y enseñanza).
3.4. CONCLUSIONES ECONÓMICAS
Como conclusión podemos decir que China participa de características propias del mundo desarrollado, pero también tiene claros rasgos definitorios de país subdesarrollado. Entre los primeros estarían su importante producción industrial y el alto nivel de los servicios públicos. Entre los segundos estaría el excesivo peso del sector primario en el total de la economía, la insignificancia del sector servicios y los bajos niveles de renta y consumo, a lo que habría que añadir de paso su falta de respeto como régimen político hacia los derechos humanos.
Podemos decir que se consiguen rendimientos europeos con técnicas tercermundistas.
Las reacciones internacionales al brutal golpe de timón dado por el gobierno y el grupo de “revolucionarios octogenarios” fueron, en junio de 1.989, particularmente claras. El sentimiento de horror ante la intervención de los tanques en la plaza de la Paz Celestial o de Tiannamen fue seguido de inmediato, en las cancillerías, de una gran inquietud por la posterior evolución de China y las relaciones con sus vecinos. Ciertamente, los operadores de comercio internacional, los bancos y algunas empresas, japonesas en particular, volvieron, a partir de otoño, a los contactos interrumpidos con las autoridades chinas. Pero, en su conjunto, el riesgo chino ya no ha vuelto a aparecer como “bueno”. Muchos hombres de negocios estimaban que los nuevos retrasos que sufrirá China en su modernización harían probablemente muy costosa la “penetración del mercado chino”. La implosión, en esos mismos momentos, del sistema soviético en Europa del Este, y las grandes esperanzas surgidas de la política de Mijail Gorbachov tendentes a introducir en la U.R.S.S. la economía de mercado, han orientado las mentes hacia unas beneficiosas relaciones ampliadas ahora con esa “nueva Europa”.
En el ámbito político, el conjunto de evoluciones en el mundo, incluida Suráfrica, han hecho que pareciese aún más retrógrado el comportamiento de los dirigentes de China. Las relaciones chino-soviéticas , que acababan de restablecerse en abril de 1.989, fueron de hecho congeladas, ya que los soviéticos tienen igualmente sus problemas internos y dado que las autoridades chinas consideran abiertamente a Mijail Gorbachov como un “liquidador del comunismo”. Asia del Sureste, en su conjunto, vio reforzados sus “temores seculares. Hong Kong, devuelto a China en 1.997, pierde cada mes miles de sus cuadros, aunque es la mejor puerta de entrada o nexo de unión entre el sistema político férreo y totalitario comunista y el sistema económico de mercado pseudocapitalista.
Al mismo tiempo que se produce este cambio se desarrollo una gran agitación anticolonial o nacionalista en numerosas áreas chicas. Todos los observadores que habían visitado Xinjiang en los años anteriores, habían visto crecer la impaciencia de las poblaciones turcas musulmanas. Las reivindicaciones nacionalistas, calificadas de separatistas, siguen siendo temidas por el ejercito chino que ocupa Xinjiang y vigila la frontera con la U.R.S.S. Las minorías esperan hoy el momento adecuada para manifestarse de forma más ruidosa que por medio de las explosiones esporádicas que sacudieron la provincia desde 1.981. Fueron necesarios varios meses de estado de emergencia, la intervención masiva, aunque camuflada, del ejército y de la policía secreta para detener el incremento de las manifestaciones independentistas llevadas a cabo desde 1.988 no ha tendió el efecto deseado. Los cambios de régimen emprendidos en Mongolia plantearon de nuevo la cuestión del comportamiento de los mongoles de China, aparentemente subyugados por la presencia masiva de colonos chinos en el codo del rio Huang ho (Amarillo) y a lo largo de las fronteras meridionales de la región “autónoma”. En el sur de país, las minorías nacionales se hallan aparentemente sumisas a Pekín.
Una de las causas del retraso que ha sufrido el país desde los años cincuenta ha sido la permanente agitación mantenida por la “revolucionarizacion” maoísta, los brutales cambios de política, tanto interior como exterior, y la violencia de los enfrentamientos. La renacida China postmaoista, en 1.980, ocupaba el número 113 en el mundo por su PIB por habitante, en 1.988, aún era uno de los 18 países más pobres del mundo en renta por habitante. La prosecución de la política llevada a cabo después del 4 de junio de 1.989 pudo retrasar aún más de desarrollo chino, relegando la esperanza de una mejora sustancial, que situaría a China en el nivel actual de los países avanzados, conseguido a través de importantes reformas que económicas que han asegurado tasas de crecimiento superiores al 10 % en los años 90.
Actualmente China vive una espectacular expansión de su economía que ha propiciado una visible mejora del nivel de vida de sus habitantes. Con la devolución por parte de Portugal e Inglaterra de las colonias que retenían el dominio administrativo sobre todo su territorio vuelve a ser un hecho. Falta la provincia rebelde: Taiwán.
El crecimiento económico aunque importante es desequilibrado y fuertemente inflacionista. Los mejores resultados se registran en las actividades industriales, así como el incremento de las exportaciones permite el superávits en la Balanza Comercial.
China evoluciona hacia el capitalismo a través de la descentralización económica, la autonomía provincial y las inversiones extranjeras.
Las primeras brechas fueron abiertas por Den Xiao Ping con la reforma que acabó con el sistema comunal y colectivista. En 1994 ya existían mas de 100.000 empresas privadas y zonas económicas especiales donde el capital extranjero y la empresa privada jugaban un papel creciente en importancia.
Sin embargo China carece aún de infraestructuras modernas y de un sistema financiero adaptado a su realidad actual, amen de los desequilibrios territoriales que presenta. Las diez provincias costeras realizan las tres cuartas partes del comercio internacional.
El vigor económico y la fragilidad política dan lugar a un desequilibrio interno que solo su evolución futura podrá hablarnos de su destino. Pese a todo, China tiene reservada una plaza entre los grandes espacios económicos del siglo XXI.
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Centro de Información de China en Internet, actualizado y muy completo:
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Revista mensual china de información general: http://www.chinatoday.com.cn/hoy/index.htm
Embajada de la República Popular China en España: http://www.embajadachina.es/esp/index.html
Fundación Casa Asia (ver apartado Asia Pacífico, con información temática y por países):
http://www.casaasia.org/index2.html
Equipo Asia Formación, cursos para el conocimiento del mundo asiático: http://www.geocities.com/equipasia/eaf esp.htm
Asociación Española de Estudios del Pacífico: http://www.aeep.es/
Centro de Estudios de Asia Oriental (Universidad Autónoma de Madrid):
http: / / www.uam.es/ otroscentros / asiaoriental/especifica/
Apuntes sobre aspectos geoeconómicos de China en lafacu.com: http://www.lafacu.com/apuntes/geografia/china vis geoec/default.htm
China Viva, guía del viajero: http://www.chinaviva.com/esp/