1. INTRODUCCIÓN
2. EL DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE EL FEUDALISMO.
2.1. DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE EL CONCEPTO
2.2. DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE EL ORIGEN
2.3. DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBR”£ LA NATURALEZA
3. LOS ORÍGENES DEL FEUDALISMO.
INSTITUCIONES TARDORROMANAS Y GERMÁNICAS: ENCOMENDACIÓN, PATROCINIO Y GEFOLGE
EVOLUCIÓN EN LOS REINOS GERMÁNICOS
EL REINO FRANCO MEROVINGIO Y CAROLINGIO
4. EL DESARROLLO DEL FEUDALISMO EN LA DINASTÍA CAROLINGIA.
VASALLAJE Y BENEFICIO
EL RITUAL FEUDO-VASALLÁTICCT
4.1. EVOLUCIÓN DE LAS INSTITUCIONES FEUDALES
4.2. LA CAPITULAR DE QUIERSY-SUR-OISE Y SUS CONSECUENCIAS
5. SOCIEDAD Y ECONOMÍA SEÑORIAL
5.1. SOCIEDAD FEUDAL.
5.2. ECONOMÍA SEÑORIAL
6. DESARROLLO DEL FEUDALISMO EN EUROPA
6.1. INGLATERRA.
6.2. ALEMANIA.
6.3. ITALIA.
6.4. ESPAÑA.
7. BIBLIOGRAFÍA
1 INTRODUCCIÓN
El concepto de feudalismo ha sido y sigue siendo uno de los mas complejos y debatidos de la historiografía de la historia europea. En sentido estricto, designa al régimen político-social propio de algunas áreas de los países del occidente europeo durante los siglos X, XI, XII y XIII. No obstante, se ha matizado mucho el .concepto, extendiéndose el concepto feudalismo a otras áreas en el mismo periodo o a otros momentos históricos. Así se ha hablado de feudalismo en la Edad Moderna, “como una de las características del Antiguo Régimen; también se emplea este concepto para designar a la estructura socioeconómica imperante en el Egipto de los periodos intermedios, así como en las culturas orientales (los samurais han sido considerados auténticos señores feudales). Nosotros, evidentemente, nos circunscribimos a la historia europea de la Edad Media. .
En primer lugar abordaremos el debate historiográfico en torno al tema. Posteriormente nos centraremos en el origen del feudalismo, para pasar seguidamente a analizar la sociedad y economía feudales. Por último trataremos el desarrollo del sistema y concluiremos con unas referencias bibliográficas.
2 EL DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE EL FEUDALISMO
2.1 EL DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE EL CONCEPTO
De modo muy general podríamos decir que el periodo en que el ve la luz el feudalismo en sentido estricto se caracteriza por:
Suponer una ruptura con el mundo de la Antigüedad Clásica (civilizaciones griega y romana).
Carecer de la idea de Estado, o bien mantener una idea muy peculiar del mismo.
Funcionar a través de un conjunto de instituciones que creaban y exigían obligaciones de obediencia y servicio (principalmente de carácter militar) por parte de un hombre libre (vasallo) hacia otro hombre libre (señor) a cambio de la entrega al primero, por parte del segundo, de un feudo. Estas relaciones de dependencia y jerarquización entre los hombres son las llamadas relaciones feudo-vasalláticas.
En general el término feudalismo es utilizado, según los casos y orientaciones históricas, ideológicas y metodológicas, para designar un largo periodo de tiempo que abarca desde el siglo X hasta el siglo XVIII, caracterizado por un tipo debelaciones sociales y una particular estructura económica (el modo de producción feudal) y por elementos de diversa naturaleza (políticos, jurídicos, militares e ideológicos) que lo completan, acepción ésta que, pese a su amplitud, se encuentra a medio camino entre algunas más restringidas y otras de carácter bastante más amplio que contrastan con el significado inicial de los conceptos y de las realidades feudales, lo que hace prácticamente imposible el consenso entre historiadores. Todas las acepciones tienen una cierta legitimidad de uso proporcionada por la práctica historiográfica o por un lenguaje corriente poco preciso, ya que, además de en Historia Medieval, los estudios de Historia Antigua, Moderna, Contemporánea, Sociología o Economía Histórica, utilizan con frecuencia la palabra feudo y sus derivados. Para algunos autores, feudal y señorial no son sinónimos, del mismo modo que el término feudalismo no es útil para designar cualquier tipo de estructura económica y social precapitalista ni para referirse a cualquier relación social caracterizada por la prepotencia despótica de unos y la obediencia ciega de otros.
Los historiadores marxistas encuentra el feudalismo en un determinado tipo de organización de producción fundamentalmente agrícola y que reposa sobre el “dominio”. En la actualidad, numerosos historiadores marxistas proponen reemplazar el concepto “modo de producción” por el de sistema social que engloba todo un conjunto de estructuras que, más allá de la exclusiva relación de explotación, integra las dimensiones política, ideológica, institucional y económica.
Algunos historiadores, sensibles a la importancia que tuvieron en la sociedad feudal los lazos de dependencia, tienden a denominar feudal a toda sociedad en la que descubren una importante nómina de estos lazos, aunque se posterior y, en este sentido asimilan, por -ejemplo, el feudalismo atacado por la Revolución Francesa y el feudalismo medieval como si la imagen de la Edad Media fuera similar a la sociedad rural y a las jerarquías sociales del siglo XVIII.
En tercer lugar hay autores que, partiendo del fraccionamiento de la autoridad propio del feudalismo, se inclinan a llamar feudal a todo régimen en el que encuentran una yuxtaposición de pequeños principados, un desmembramiento de poderes que en otras partes dependerían de un estado centralizado. Por último algunos autores hablan de feudalismo siempre que encuentran una fuerte aristocracia militar superpuesta a una masa de individuos.
2.2. DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE EL ORIGEN
El feudalismo nace en uno momentos precisos del Medioevo y va a prolongar su existencia hasta otros instantes determinados de esa misma época histórica, la cual sería rebasada por la institución señorial que es anterior al feudalismo y lo superará con enorme amplitud.
La postura más clásica respecto al origen de la Edad Media y el mundo feudal, era aquella que hacia arrancar este periodo a partir de la caída del Imperio Romano: sería pues el año 476, cuando los hérulos invadieron Roma, el inicio del mundo feudal-medieval.
Para el planteamiento clásico marxista el modo de producción feudal se inserta cronológicamente entre el periodo esclavista del fin del Imperio Romano y el capitalismo moderno traído por las revoluciones burguesas de los siglos XVII y XVIII.
Cuando Henri Pirenne sacó a la luz su obra “Mahoma y Carlomagno” (1927) estas ideas clásicas se tambalearon frente a lanueva teoría presentada por este autor, que revolucionaría el panorama medievalista contemplado hasta entonces. Pirenne plantea que la verdadera ruptura con el mundo antiguo se produce a raíz de dos hechos: Las invasiones musulmanas (año 700), y no las germánicas, pues estas ultimas serían, según el autor, continuadoras de las formas socioeconómicas del mundo tardo-romano; y, en segundo lugar, el hundimiento del imperio carolingio (año 900), ya que este imperio siguió, mientras existió, las bases del antiguo imperio romano, aunque lo hiciera a través de la renovación cristiana.
Dentro de la escuela de los Annales y en la línea de Pirenne, M. Bloch y G. Duby fechan el inicio del feudalismo entre el 900 y el año 1000, periodo de tiempo según los autores, en que se desintegran las fuerzas que habían fundamentado el estado carolingio.
2.3. DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE LA NATURALEZA
Son muchos los autores que han discutido y matizado la naturaleza de las relaciones y el modo económico que impera en este periodo. En general, los estudios constituyen aportaciones diversas y enfoques sobre lo que el feudalismo fue o supuso. Aquí comentaremos las más destacadas:
Ya en el siglo XIX, Marx y Engels dedicaron tiempo e interés al estudio del feudalismo y su vinculación con la aparición del capitalismo. Especialmente Marx en uno de los capítulos de su gran obra “El Capital” (1867), titulado “Formaciones económicas precapitalistas” plantea entre .otros temas, cuestiones respecto al feudalismo sobre las que se continua trabajando actualmente, como son el feudalismo como modo de producción, la conceptualización del termino feudalismo, las relaciones feudales entre los que poseen la tierra y los que la trabajan, las jerarquías feudales y relaciones políticas de la nobleza dominante y la ideología de contenido religioso en la época feudal. El marxismo considera el feudalismo como una formación económica-social. En la base de esa formación se hallaría el denominado “modo de producción feudal” cuyas características fundamentales serían una economía de base agraria, la existencia de grandes propiedades territoriales en manos de un reducido grupos de personas, una abundante masa de campesinos, bajo la dependencia personal de los señores o adscritos a la tierra, y de cuyo trabajo extrae la aristocracia amplios recursos bajo las más diversas formas. En estrecha conexión con ese modo de producción estarían todos los aspectos políticos, jurídicos e ideológicos del sistema, de manera que el vasallaje, el feudo y la desintegración del poder público serían, desde este punto de vista, importantes pero en cierto modo secundarios. El feudalismo, desde esta óptica, no se agota en la sociedad europea de los siglos X al XIII, sino que su ámbito es mucho más amplio, tanto en sentido espacial como temporal, pues se trata de una formación económico-social de carácter universal, cuya génesis, en el caso europeo, abarca desde la crisis del Imperio Romano hasta la desintegración del de Carlomagno, alcanzó su plena madurez entre los siglos X y XIV, comenzará su declive a partir de esa última centuria y permanecerá vigente hasta las revoluciones burguesas de los siglos XVII en Inglaterra y XVIII en Francia.
Frente a la idea de algunos historiadores de que el feudalismo se caracteriza por ser una época en la que se carece de la idea de Estado (visión más aceptada), para un grupo de autores liderados por Von Below, en el feudalismo se da una forma peculiar de Estado, en el que el poder, en lugar de ^estar concentrado en la figura del monarca, se concentra en las manos de unas cuantas, familias que habían establecido una malla de relaciones de dependencia feudal en los territorios administrados por ellos.
Otra tendencia importantes es la que se refiere a una comprensión del feudalismo en un sentido estricto, técnico o jurídico. El feudalismo es, según uno de sus más lúcidos estudiosos y de mayor prestigio,-F.L. Ganshof, un conjunto de instituciones que crean y rigen obligaciones de obediencia y servicios por parte de un hombre libre, llamado vasallo, hacia un hombre libre denominado señor, y obligaciones de protección y sostenimiento por parte del señor respecto al vasallo, dándose el caso de que esta última obligación tuviera la mayoría de las veces como efecto la concesión por parte del señor al vasallo de un bien llamado feudo. En su obra “Qu’est-ce que la Féodalité?” (editado en 1957; hay traducción españolad/ Feudalismo, Ariel, 1978), plantea la idea de que la sociedad feudal esta caracterizada por los siguientes aspectos: un gran entramado de lazos de dependencia entre los hombres, una jerarquía de guerreros que son la alta casta militar, una fragmentación extrema del derecho de propiedad sobre la tierra y en base a ella se establece toda esa red de dependencias hombre-hombre, un poder central debilitado y una jerarquía de instituciones que ejercen en propio interés todos los poderes que habitualmente se atribuyen al Estado. Dentro de esta concepción, la clave del feudalismo se asienta sobre el sistema de relaciones feudovasalláticas, de manera que sólo sería feudal aquella sociedad en la que se dieran la prestación del homenaje por el vasallo y la concesión de un feudo en beneficio por parte del señor. Tal modelo se edificio tomando como base la sociedad establecida sobre los territorios del que fuera Imperio de Carlomagno, de manera que el feudalismo puro solamente se dio en ciertas regiones de Europa Occidental y su vigencia fue muy corta (s. X-XIIÍ). Por influencia suya, otras regiones europeas llegarán a desarrollar instituciones feudovásallática en un conjunto que podría compararse con el modelo puro franco-alemán. Elementos aislados-parafeudales- germinarían en los más diversos rincones de Europa, pero nunca formarían una auténtica sociedad feudal. ‘
La Escuela de los Annales plantea una particular visión intermedia del-feudalismo. Autores como M. Bloch (La Sociedad Feudal -1939-) y G. Duby, destacan la idea de que la sociedad feudal estaba en un proceso de cambio y evolución constante (• opuesta a una visión de la Edad Media como una época inmovilista).
3 LOS ORÍGENES DEL FEUDALISMO
En el proceso que lleva a la formación de la sociedad feudal concurren diversos factores como la regresión económica del mundo occidental desde el siglo III, la influencia de las invasiones germánicas y el pensamiento cristiano. Los orígenes del-sistema feudal parecen remontarse a ciertas instituciones propias del Bajo Imperio; Romano o en la antigüedad germánica. Poco a poco se fue generalizando cada vez mas la situación de hombres libres en estado de dependencia. Esta dependenda era una situación a la que se acogían voluntariamente a través de dos instituciones que en esta época final del imperio, se fueron consolidando: la encomienda y el patrocinio.
La encomendación fue usada por los campesinos ante el ambiente de inseguridad política, militar y civil creciente en estos últimos tiempos anteriores a la-definitiva caída del Imperio. Los campesinos buscaban protección por parte de algún poderoso (fundamentalmente protección fiscal por los abusos) ofreciéndole a cambio del pago de sus impuestos, la propiedad de sus tierras. El campesino quedaba ligado a la tierra, que aunque ya no era suya, estaba obligado por ley a trabajarla.
El patrocinio era la forma en que estos poderosos (encomendadores de campesinos) buscaban los medios para protegerse a sí mismos y a los que a ellos se habían encomendado. Patrocinaban clientelas armadas a cambio de su colaboración como guerreros y de su sumisión personal. Este patrocinio consistía en proveerles de armas, vestido, alimento y regalos, que casi siempre eran tierras.
Por otro lado, los pueblos germanos ya contaban con una institución similar al patrocinio, llamada gefolge. Cuando los germanos fundaron las primeras dinastías en Europa se mezclaron ambas instituciones.
El sistema fue fraguándose en las diferentes unidades políticas que van surgiendo tras el debilitamiento del poder romano y las invasiones germánicas. La ruralización del Imperio y la amena exterior provocan el desarrollo de fórmulas parafeudales. Cuando, por ejemplo, los visigodos formaron un nuevo reino en la Península Ibérica en el año 507, la nobleza hispano-romana y la nobleza hispano-visigoda se fundieron en una misma clase de la tierra. Se generalizó la encomienda y los comitatus (modelo de asociación de la población bajo el patronazgo de un noble). Además, el noble disponía también de guerreros profesionales algunos de los cuales estaban unidos al señor por un juramento de fidelidad (bucelarii). El señor les concedía en pago a su vinculación una finca con trabajadores incluidos que conservaría mientras viviese y mantuviese su fidelidad.
Pero fue en la época merovingia cuando las instituciones feudo-vasalláticas comienzan a establecerse y en la época carolingia cuando adquirieron las características de su época de mayor auge (s.IX-XII). Al desmembrarse el más alto poder soberano en varios” escalones, en cierto modo independientes, pero que colaboraban entre sí «por razones de Estado, según su propio juicio, y no según normas estipuladas previamente» (Delbrück), surgió el sistema denominado feudal. Mas no siempre fue rápida e inmediata la instauración del sistema feudal. Hubo zonas en las cuales se advierte la existencia de una fase intermedia, que cabría llamarpre-feudal, en la cual se procedió a organizar confederaciones de comunidades rurales bajo jefes electivos, designados por dichas comunidades. Y tampoco debió de ser raro el caso en que los descendientes de estos jefes lograran repartirse el territorio y convertirlo en dominio feudal propio, al verlo confirmado por los reyes, pasando de jefes locales a señores feudales.
4 EL DESARROLLO DEL FEUDALISMO EN LA DINASTÍA CAROLINGIA.
En la sociedad franca carolingia se desarrolló un proceso de jerarquización y sumisión de las instituciones de vasallaje y beneficio. Sin embargo esta documentado que estas dos instituciones no eran correlativas en tiempos de Carlomagno, sino que eran independientes la una de la otra y el acogerse a la primera no implicaba la obtención de la segunda, ni viceversa.
Francia era la región central del gran Estado de los Francos. En época de Carlomagno este estado quedaría constituido por Francia, Burgundia, Alemania, Sajorna, Aquitania y la Marca Hispánica.
Las continuas guerras internas y externas hacían necesario el disponer de guerreros fíeles y bien armados. Para garantizar la manutención del vasallo empezó a hacerse frecuente la entrega de un lote de tierras, un caballo e incluso a veces, se le entregaban soldados que pasaban a depender del primero. Así fue como durante todo el siglo VIII se produjo la elevación del nivel social del vasallaje entre los francos, y como pasó a ser una institución socialmente honorable y en consecuencia, buscada.
Desde mediados del siglo VIII por lo menos, el vasallo (vassus o vassallus), que recibía un beneficio (lote de tierras) de su futuro señor, debía encomendarse a él en el acto del homenaje. El encomendado, que no perdía su condición de hombre libre (ingeniáis), quedaba bajo la protección (mundeburdis) y autoridad del señor, a quien debía: servicio, ayuda, obediencia, consejo y respeto (auxiliwn et consilium), a cambio de protección y manutención.
La base de las relaciones feudovasalláticas eraja fidelidad (fides) mutua. El rey y el señor feudal estaban tan vinculados y obligados por lafidelitas como sus vasallos. Violar un juramento de fidelidad equivalía a convertirse en perjuro, hecho de una importancia muy grande en una sociedad impregnada de fe. Los nobles, por ejemplo, prestaban juramento a los reyes carolingios para participar en las distribuciones ds bienes y poseerlos en propiedad, en tenencia o en beneficio. Los esclavos (serví) no podían prestar juramento y sólo debían servir a su señor.
Entre los vasallos, los del rey (vassi dominici) gozaban de gran consideración social en los tiempos carolingios. Existía una jerarquía feudal, por lo menos teórica, en cuya cúspide seguía figurando el rey, pero ú poder era ejercido por los señores locales y por sus oficiales, mucho más que por funcionarios de un Estado centralizado.
El ritual del homenaje quedó precisado ya en el siglo VIII, por lo menos en sus elementos esenciales. Para «encomendarse» a un señor, el vasallo que recibía un beneficio o feudo debía arrodillarse ante él, juntar con él sus manos (inmixtio manuum o Handgebárde) y prestarle el juramento de fidelidad. El ritual se acompañaba, a veces del beso en la boca (ósculo). El juramento de fidelidad se prestaba de pie, ante el señor sentado, tocando con la mano derecha un objeto sagrado (res sacra). La cesión del beneficio al vasallo se efectuaba en el acto simbólico de la investidura, mediante la entrega de un emblema (bastón de mando, báculo,1anillo, lanza, espada, o un simple puñado de tierra). El vasallo que deseaba seguir disfrutando del beneficio al fallecer su señor, debía encomendarse (se commendare) a su sucesor y ser reinvestido por éste. El contrato feudal, pues duraba mientras vivían ambas partes contratantes, señor y vasallo, si no era revocado, y a la muerte de una de ellas debía renovarse.
La ruptura (comiso) del contrato de vasallaje podía producirse por una serie de razones (falta de protección, servicios injustos, incumplimiento de los deberes ofelonía, etc.) El vasallo quedaba libre para buscar un nuevo señor. La fidelidad entre el señor y el vasallo debe ser recíproca Si el vasallo no cumplía sus deberes feudales, el señor podía confiscar el feudo y entregarlo a otro vasallo.
El señor (sénior, patronus o dominus) quedaba obligado a velar por la vida, honor, familia y bienes de sus vasallos, debía proteger y mantener a sus vasallos, hacerles justicia y garantizarles la integridad de los bienes que les cedía (el feudo no podía parcelarlo una vez entregado al vasallo; en cambio, éste podía subinfeudar una parte del mismo). La manutención podía ser directa, haciendo el señor que el vasallo viviera consigo, o podía ser indirecta, concediéndola unas tierras (beneficium), parte de su propio señorío, para que cuidara de su cultivo y viviera de sus frutos, sin pago de censo alguno y en. plena propiedad (en alodio) o “en condiciones muy ventajosas (en feudo) a pesar de que el concedente se reservaba el-dominio directo (proprietas).
El beneficio, que comprendía casas y tierras, se concedía a veces también en pago (stipendium) por el desempeño de cargos públicos (comitatiis, episcopatus, etc.) u honores, de ahí que la voz «honor» pasara, de significar el «cargo», a ser sinónima de «beneficio» o conjunto de tierras que se entregaban con el cargo. :
Carlomagno utilizó el vasallaje y el beneficio para establecer una alianza entre el poder público y la aristocracia territorial. Los grandes propietarios se hacían vasallos directos del rey a cambio de privilegios, cargos públicos y nuevas tierras. Por otro lado se incitaba a los medianos y pequeños propietarios a entrar en vasallaje con los grandes. De esta forma la autoridad real se ejercía, a través de estas redes, sobre toda la población directa e indirectamente. Este sistema tuvo éxito en vida de Carlomagno debido a su fuerte personalidad y a la entrega de tierras. Cuando la disponibilidad de estas llegó a su fin, el sistema se resquebrajó.
4.1 EVOLUCIÓN DE LAS INSTITUCIONES FEUDALES
Después de Carlomagno sí que se estableció una correlación entre vasallaje y beneficio. La primera institución se convirtió en condición indispensable y motivo para la segunda. A lo largo del siglo X la transformación de los derechos del vasallo sobre el beneficio dio lugar a que cada vez fuese mas difícil, sino imposible, para el rey, ejercer el derecho a disponer de los beneficios concedidos a la muerte del vasallo, aún cuando en el contrato de vasallaje no se mencionaba para nada la idea de que este pudiese ser hereditario. La razón de esto esta relacionada con la costumbre de que el señor aceptara la encomienda del hijo de su difunto vasallo y le fuese concedido a este el mismo beneficio tenido por su padre.
Durante la época de Carlomagno los derechos que el vasallo obtenía sobre su beneficio eran siempre de usufructo y no de propiedad. En tiempos de sus sucesores, el obtentor del beneficio u honor procurará adquirir su propiedad íntegra y convertirlo en alodio, tras la debilitación del poder superior concedente. La tenencia surgió, en algunos casos, de la parcelación del «gran alodio» concedido en origen cuando el señor se hizo con la propiedad del mismo y lo repartió entre sus fieles servidores y vasallos, convirtiéndoles en grandes terratenientes.
Los beneficios usurpados a la Iglesia, a través de la obligación impuesta a las abadías de que recibieran a guerreros en vasallaje y les concediesen beneficios de su Patrimonio, fueron convirtiéndose en propiedades de los vasallos beneficiarios. -Al sur de la Galia, en la Marca Hispánica y en Septimania se generalizó un tipo de tenencia llamada aprisio. Según esta institución los derechos de un vasallo sobre una aprisio se convertían en hereditarios. Esto dio lugar a que acabase siendo una propiedad plena.
A lo largo del siglo IX, el sistema de relaciones feudales —con sus aspectos «personal» y «territorial»— empezó a evolucionar y a extenderse a todas las clases sociales. La debilitación progresiva del poder central facilitó la adquisición de prerrogativas por parte de los señores y vasallos. La tendencia a convertir los beneficios en bienes hereditarios no es más que un ejemplo de esta evolución.
4.2 LA CAPITULAR DE QUIERSY-SUR-OISE Y SUS CONSECUENCIAS
La capitular de Quiersy-sur-Oise (877) prescribía respetar dicha tendencia, en el caso concreto de los condados, ante las circunstancias difíciles que atravesaba la realeza carolingia, permitiendo que a los condes les heredaran sus hijos. Esta concesión circunstancial, hecha en ocasión de la marcha de Carlos el Calvo a Italia, venía a favorecer las aspiraciones de los magnates a que sus bienes fueran heredables, pero venía a implicar, no obstante, una restricción importante en el derecho del señor (en este caso el rey) a disponer de sus bienes, cuando le privaba de facto de sus tierras concedidas en beneficio, aunque de iure, en derecho, le siguieran .perteneciendo. R. Boutruche llama a esto la fase decisiva en la que se reunieron los elementos clave hasta entonces mal conjuntados (Seigneurie et Féodalité. Le premier age des liens d’homme a hommé). Como es obvio, el heredero del señor tampoco pudo privar a sus vasallos, y a los hijos de los mismos, de sus beneficios, mientras respetaran los términos del contrato feudal. Con los condados carolingios, los restantes honores (cargos públicos y «beneficios» que constituían su dotación) tendieron también a hacerse hereditarios. Y los grandes funcionarios pasaron a convertirse en grandes terratenientes.
Cuando los condes se apropiaron las tierras que habían recibido del rey en pago a sus servicios, solieron dividir el honor o alodio condal en tenencias, repartiéndolas entre sus fíeles. Y éstos, convertidos a su vez en señores, pudieron procurarse otros vasallos, concediéndoles enfeudo, parte de sus tenencias, o seasubinfeiidándolas.
La multiplicación de relaciones feudovasalláticas modificó sus obligaciones y, a la larga, vino a arruinar el sistema feudal. El deseo de deteríar varios beneficios, con objeto de conseguir rentas mayores, llevó a algunos (a fines del siglo IX) a hacerse vasallos de varios señores, y a subinfeudar luego las tierras conseguidas, creando una clase feudal inferior (vassi pauperiores) y dando lugar más tarde (siglo XI) a la aparición de los valvasores (vasallos de vasallos, vassi vassorum).
La insuficiencia y la debilidad de los cuadros del Estado en la última etapa carolingia explican el éxito y desarrollo del sistema feudal en la Europa de Occidente. A los señoríos territoriales tendremos que unir los jurisdiccionales: cuando el rey ya no tiene tierras que donar, cederá funciones que hasta ese momento les correspondía. El establecimiento de colonias de vasallos en los lugares que requerían una mayor vigilancia (en Aquitania, Baviera, Italia) fue una de sus aplicaciones, más importantes, contribuyó a la expansión del sistema y significó la implantación en éstas del sistema, adoptando variantes o peculiaridades locales.
A partir del siglo XI el sistema feudal empezó a desintegrarse. La famosa Constitutio de feudis (1037), dada por Conrado II a raíz de la situación de Milán-lucha del arzobispo, señor de la ciudad, y de sus grandes feudatarios, contra los burgueses apoyados por el Emperador- era una concesión circunstancial (como antes lo fue la capitular de Quiersy), pero reconocía a los valvassores, o simples caballeros, la posesión hereditaria de sus feudos. Y no tardó en ser invocada como precedente. El vasallo pretendió siempre dejar en herencia el feudo a sus hijos, tendió :además a adquirir múltiples feudos de diversos señores, y a escapar a sus obligaciones. Fue ya entonces, en dicho siglo XI, cuando se hizo precisa la búsqueda de soluciones para salvar el sistema. A causa de generalizarse el vasallaje a varios señores, en caso de lucha entre éstos, el vasallo podía escoger libremente entre no ayudar a ninguno o acudir en auxilio del que más le convenía. Los señores podían verse desasistidos-cuando más falta les hacía la ayuda de sus vasallos. Para evitar esto, se arbitraron los conceptos de «hombre ligio» (homo ligius) y de «homenaje-ligio» o ligantia, superior a los demás que pudieran contraerse y a cuyas obligaciones el vasallo que se convertía en «hombre-ligio» de un señor, no podía sustraerse, puesto que debía anteponerlas a todas las demás.
5 SOCIEDAD Y ECONOMÍA SEÑORIAL
5.1 SOCIEDAD FEUDAL
Tal y como venimos comentando, los diferentes estamentos de la sociedad feudal estaban vinculados entre si a través de relaciones jerarquizadas de dependencia.
En la base de la estructura feudal esta un amplio campesinado estable. Dentro de esta capa la circunstancia de ser libre o esclavo no marcaba demasiadas diferencias entre ellos. Dentro del grupo campesino se pueden distinguir diversos grupos como los esclavos, los colonos o los fruncí (campesinos pobres pero libres y propietarios)
Por encima de este variado grupo de campesinos estaban el estamento délos nobles o ricos hombres constituido por hombres libres que se distinguían de todos los demás por que poseían riquezas. Esta clase, que estaba por debajo del rey, también estaba jerarquizada internamente (señores, barones, condes, príncipes…).”
La Iglesia, institución bastante autónoma, poseía enormes riquezas. Los grandes obispos procedían de la aristocracia, vivían como laicos distinguidos, ocupaban cargos políticos y solían vivir cerca de la Corte.
La cúspide de la pirámide feudal estaba ocupada por el rey , que no era sino un señor feudal más y no siempre el más poderoso. No tenia acceso político directo al conjunto de la población, ya que dicho acceso estaba mediatizado “.por otros niveles de subfeudalización.
5.2 ECONOMÍA SEÑORIAL
Durante más de un siglo el desarrollo económico estuvo frenado por las invasiones de normandos, sarracenos y húngaros, pero a partir del 950 se inicia un renacimiento de la actividad económica, y en los decenios que preceden al año 1000, se extienden por las campiñas europeas una serie de invenciones técnicas de fecundas consecuencias. Algunas son antiguas, pero su aplicación hasta entonces había sido muy limitada. Aunque los textos dan pocos detalles, debió ser una especie de revolución agrícola, puesto que aumentó la producción disminuyendo el trabajo.
La economía entre los siglos X y XIII fue básicamente agrfcola y la unidad básica de explotación de la tierra la constituía el feudo. El feudo o dominio se compone de tres partes principales:
Curtís o casa fuerte del señor con almacenes y dependencias para sus domésticos.
Terra indominicata o tierra de labor explotada directamente por el señor mediante esclavos y los campesinos de los mansos, más los prados y bosques de uso comunal
Terra dorninicata o tierras de labor divididas en mansos (manar en Inglaterra). El manso es la unidad tributaria básica constituida por la explotación unifamiliar.
El campesino recibía del señor el manso en usufructo a cambio del pago de una renta en especies y de trabajar unos días a la semana en la indominicata. Había dos grandes tipos de mansos según la condición jurídica de los campesinos: los libres (campesinos que habían donado su propiedad al señor a cambio de protección) y los serviles (esclavos manumitidos por el señor, a quienes donaba las tierras). El sistema de cultivo predominante se basaba en la rotación trienal, con la división del campo en tres hojas (barbecho, cereal de invierno y cereal de primavera). El principal cultivo era el cereal. Los campesinos tenían que pagar una serie de cargas o censos por hacer uso de algunos servicios privativos del señor: horno, molino, bosque, puentes, etc.
En el dominio se producía casi todo lo necesario para el abastecimiento de sus habitantes. La sociedad feudal era, pues, una economía autárquica y cerrada, con un escaso excedente de producción para comercializar, aunque a partir del sglo XI la mejora de las técnicas con el empleo de la collera permitió utilizar el caballo como animal de tiro en sustitución de los lentos bueyes y con la utilización del molino de agua mejoraron los rendimientos, lo que llevaría a un aumento del comercio y a la consiguiente evolución del feudalismo hacia otras estructuras económicas.
Como consecuencia del aumento de la producción y de la población, los intercambios se animaron, rompiéndose aquella economía casi totalmente cerrada que existió en muchas comarcas. Al aumentar la producción aumenta sobre todo l’a riqueza de los señores, por lo que cada vez adquieren más productos de lujo que son traídos de Oriente o de tierras musulmanas con las que se intercambian tejidos, cereales y vinos. Un cierto número de trabajadores abandona la tierra y se dedique a la artesanía y al comercio para satisfacer las demandas de los ricos. Se establecerán intramuros en la ciudad y cuando no haya espacio allí crearán los burgos. Nacerá entonces la burguesía, que tanto tuvo que ver en el final definitivo del régimen señorial.
Como estos bienes se tienen que comprar y vender va aumentando la circulación monetaria, se van haciendo acuñaciones. El comercio tuvo también su influencia en el campo. En algunas áreas surge una economía más especializada y racional. La región flamenca se especializa en la fabricación de paños, las abadías cistercienses inglesas en la producción de lana, los lombardos, trigos y vinos para exportar, etc. Como los caminos y el ejercicio del comercio están llenos de peligros, los comerciantes se suelen agrupar en caravanas para desplazarse. A veces agrupan sus capitales surgiendo las guildas y hansas. En principio son sólo para una campaña, pero luego suelen durar más. Para facilitar los intercambios se organizan ferias que gozan de una paz especial garantizada por el señor del territorio quien cobra, por ello, una pequeña tasa.
6 DESARROLLO DEL FEUDALISMO EN EUROPA
El feudalismo no fue un fenómeno uniforme en Europa, como tampoco fueron idénticas las circunstancias históricas de cada feudalismo europeo, ni su evolución.
6.1 INGLATERRA
Antes de la conquista normanda siguió un proceso evolutivo muy particular. Sin herencia romana clara ni carolingia, la sociedad germánica estable y aislada caracterizada por la fuerte solidaridad de las comunidades campesinas retrasó el régimen vasallático al estilo franco. Se mantiene muy viva la idea de libertad personal y de igualdad entre los hombres libres dependientes directamente del soberano. Pero las delegaciones de poder y jurisdicción concedidas por el rey consolidó el poder de los grandes señores. Pero los lazos de dependencia serán muy laxos y carecieron de una definición precisa hasta la llegada de los normandos.
El régimen señorial, llamado memorial en Inglaterra (manor, finca solariega), quedó reforzado a partir de la conquista normanda en 1066. Ésta significó la sustitución de la clase dirigente anglosajona por los conquistadores normandos, plenamente feudalizados, y si bien no implicó un cambio global, motivó una evolución en dicho régimen. La estructura social de los miembros del manor así lo refleja.
6.2. ALEMANIA
Los territorios alemanes quedaban fuera de las fronteras de la antigüedad clásica y siendo corno fue, el elemento romano, el ingrediente fundamental para la síntesis feudal, en estas tierras la feudalización fue débil. La sociedad rural germánica conservaba su carácter primitivo comunal, y esto impidió que se reprodujese el feudalismo francés. En Baviera, Turingia, Suabia y Sajonia existía un campesinado libre y una nobleza por clanes que no estaba organizada en ninguna red de vasallaje y que mantenía un débil grado de control sobre estas regiones. Continuaron en la línea de la tradición ideológica y administrativa del imperio carolingio, eligiendo un monarca formal (dinastía de los Otónidas inaugurada con Otón I el grande) sin las complicadas jerarquías de dependencia. Hasta entrado el siglo XII no se estableció en Alemania un auténtico feudalismo.
6.3. ITALIA
La sociedad Italiana medieval se distinguió por un derecho original (iure lagobardorum por oposición al iure francorum) y por el predomino de las ciudades. La sociedad rural fue muy heterogénea. Desde los Alpes a Sicilia las ciudades se mantuvieron como centros de toda la vida política y socioeconómica. En ellas tenían sus casas, sus clientelas y sus bienes raíces los poderosos, oficiales de todo tipo y guerreros, que pronto ejercieron en ellas una intensa actividad mercantil. La Italia meridional, bizantina durante mucho tiempo, se verá poco afectada por las instituciones feudales hasta la llegada de los normandos. Pese a la conquista lombarda y a la ocupación carolingia, también las estructuras políticas y sociales del centro y norte de Italia deferían profundamente de las de los países francos. Los grandes vasallos del emperador afirmaron muy pronto el carácter hereditario de sus feudos.
6.4. ESPAÑA
El problema planteado sobre el feudalismo en la Península Ibérica merece mención aparte. Los autores más destacados como Sánchez Albornoz o García de Valdeavellano {Las instituciones feudales en España) parten del concepto más clásico y estricto del término, y así, con la excepción de Cataluña, se dice que España no se feudalizó, pues la invasión musulmana y el consiguiente proceso de reconquista y repoblación truncaron el camino feudal de la sociedad hispano-visigoda. Se desarrolló un régimen señorial y existieron elementos aislados del feudalismo europeo, pero nunca se constituyó un modelo acabado de sociedad feudal. Los estudios de S de Moxó y P. Vilar entre otros cuestionan estos supuestos y consideran que hay que adoptar un concepto más amplio de feudalismo. Estiman que en la península hubo feudalismo y que los diversos estados medievales tuvieron sus propios modelos de sociedad feudal.
El prefeudalismo hispano de la fase final del imperio visigodo quedó barrido con la invasión musulmana en el 711. La reorganización de los reinos cristianos y el peculiar proceso de conquista de las tierras de Al-Andalus, hacen del feudalismo hispano algo no-homologable al feudalismo del resto de Europa. Cataluña (la Marca Hispánica) es el único territorio de la Península Ibérica que vivó el feudalismo al estilo francés (Código de los Usatges), al menos mientras estuvo en poder del imperio carolingio, cayendo el campesinado en una degradación similar a la que vivieron los campesinos franceses a causa de un sistema señorial muy desarrollado.
En el resto del territorio español, la peculiaridad de la lucha contra los musulmanes dieron lugar a que en las fronteras entre cristianos y árabes se establecieran comunidades de campesinos libres, dueños de sus tierras y con garantías y privilegios otorgados por las cartas pueblas o forales.
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