Tema 63 – Ocio y tiempo libre en la sociedad actual. Estimación de la importancia del ocio en la sociedad actual. Justificación de las demandas y las necesidades de ocio y tiempo libre en función de distintos colectivos.

Tema 63 – Ocio y tiempo libre en la sociedad actual. Estimación de la importancia del ocio en la sociedad actual. Justificación de las demandas y las necesidades de ocio y tiempo libre en función de distintos colectivos.

63.1 INTRODUCCIÓN: Importancia Del ocio y del tiempo libre en la actualidad.

63.2 OCIO Y TIEMPO LIBRE

· Concepto de ocio.

· Funciones del ocio

63.3 ANIMACION SOCIOCULTURAL

· Concepto y finalidad

· Características y objetivos

· Públicos objetivos.

63.4 EMPRESAS O INSTITUCIONES DEDICADAS A ACTIVIDADES DE TIEMPO LIBRE Y SOCIOCULTURALES

· Concepto.

· Características

· Funciones

· Algunas modalidades: Parques temáticos.

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63.1 INTRODUCCIÓN: Importancia Del ocio y del tiempo libre en la actualidad.

En la sociedad actual en la que todos son prisas, estrés y vida a un ritmo vertiginoso, para muchos de nosotros, cada vez cobra más importancia el ocio y el tiempo del que disponemos para disfrutarlo. Tanto es así, que las actividades de ocio y recreativas, se realizan en muchas ocasiones formando parte de terapias “antiestrés” o de relajación.

Pero la importancia del ocio y el tiempo libre en la sociedad actual es tal que, incluso el tema ha llegado a tratarse y discutirse en foros internacionales. Ejemplo de ello fue el Congreso Tiempo Libre en la Sociedad Globalizada (Sao Paulo, octubre 98) en el que se discutieron y revisaron las diferentes visiones de cada sociedad referentes al ocio y la recreación. En este congreso se analizaron y apoyaron artículos referentes a temas que aún hoy siguen estando candentes y, entre los que destacan:

– El ocio es un ámbito de libertad para el disfrute de experiencias placenteras y significativas en armonía con las reglas y valores que subrayan el desarrollo individual y social.

– Todas las personas tienen derecho al ocio y la recreación, por medio de acciones políticas y económicas sostenibles e igualitarias.

– Todos los gobiernos deben garantizar que las políticas y las normas legales defiendan el ocio y la recreación para todos.

– Los sectores públicos y privados deben garantizar que sean formuladas políticas para desarrollar programas educativos en escuelas y comunidades, así como programas para entrenar y preparar profesionales y voluntarios relacionados con el ocio y la recreación.

63.2 OCIO Y TIEMPO LIBRE

· Concepto de ocio

El termino ocio etimológicamente proviene del latín “otium”, que significa reposo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992), ocio es el tiempo libre, fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales.

Pero para llegar a una adecuada comprensión del concepto de ocio, es imprescindible diferenciarlo tanto del tiempo libre, como del tiempo liberado (Cuenca 2000).

El tiempo libre se considera y contempla como el periodo de tiempo no sujeto a obligaciones. El hombre de hoy posee más horas libres de las que es consciente. Aproximadamente, las personas que realizan un trabajo de cuarenta horas semanales y con treinta días de vacaciones al año, pueden disfrutar del 29,5% de tiempo libre, en función del número total de horas que tiene el año.

Sin embargo, en el tiempo libre se realizan una serie de actividades, que aunque no son propiamente laborales pueden llegar a ser obligatorias, tales como las tareas domésticas cotidianas, los desplazamientos sobre todo en las grandes ciudades, las compras de primera necesidad, etc.

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El tiempo liberado es una parcela de tiempo, con unas dimensiones que dependerán de la situación específica de cada individuo, en la que la persona no tiene que realizar ninguna actividad de forma obligatoria y se encuentra en disposición de elegir libremente lo que desea realizar

El ocio surge cuando se realizan las actividades satisfactorias y gratificantes que posibilita el tiempo liberado, de forma libre, decididas por uno mismo y gestionadas autónomamente (Cuenca 2000).

Manuel Cuenca, profesor de la Universidad de Deusto (Bilbao), contempla y define el ocio como el tiempo libre fuera de obligaciones habituales, que descansa en tres pilares esenciales:

· Percepción de libre elección en función de preferencias

individuales.

· Sensación gratificante y placentera.

· Autotelismo: Es un término generado y adoptado por la Cátedra de Ocio y Minusvalía de la Universidad de Deusto, que tras los trabajos llevados a cabo por Cuenca (1995, 2000b), Madariaga (1996, 1998), Gorbeña (1999) y Lázaro (1997) entre otros, caracteriza al ocio como un conjunto de actividades que tienen un fin en sí mismas y no como actividades terapéuticas. Además este ocio autotélico se manifiesta en seis dimensiones: lúdica, deportiva, festiva, creativa, ecológica y solidaria.

La vivencia del ocio aumenta al incorporarse el tiempo para el recuerdo, el sentimiento que permite recordar una experiencia que se ha vivido de forma positiva y que, por tanto, pasa a convertirse en elemento motivador de una nueva experiencia. Es decir, el ocio propugna un dinamismo que permite vivir de forma gratificante un pasado, un presente y un futuro.

Otros autores españoles han reflexionado también sobre el ocio. Para Argyle (1996), el ocio es el conjunto de actividades que una persona realiza en su tiempo libre, porque desea hacerlas, sin presiones externas, con el objetivo de divertirse, entretenerse y desarrollarse a sí mismo.

Mundy (1998) y Dattilo (1998), consideran el ocio como un espacio en el que ha de estar presente la libre elección para el logro de una autorrealización, como un derecho de la persona y como un medio para la mejora de la calidad de vida.

Según Caride (1998), el ocio ha sido conceptualizado desde tres enfoques diferenciados:

1. Dimensión básica de la vida cotidiana de la persona en función de los hábitos y comportamientos socioculturales de su comunidad.

2. Derecho que ha de ser garantizado por las políticas de servicios sociales con el objetivo de reducir la inactividad y las conductas antisociales que puedan aparecer en el tiempo libre de las personas.

3. Factor de desarrollo integral de la persona humana, valorado como ámbito de expansión cultural idóneo para promover experiencias con fines formativos o terapéuticos.

· Funciones del ocio

Las funciones del ocio se pueden dividir en dos grandes bloques:

1. Las funciones individuales de descanso, diversión y desarrollo personal.

2. Las funciones sociales de comunicación, integración y productividad.

63.3 ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL

· Concepto y finalidad

Lo primero para hablar de la animación es intentar definir qué es esto de la animación y la animación sociocultural.

Sin embargo, no resulta sencillo de definir, ya que se trata de una disciplina relativamente nueva y en la que se da cabida a intervenciones de muy diversas formas y características (territorios de actuación, grupos o colectivos destinatarios, tipos de actividades y objetivos concretos, etc) y que, a su vez, agrupa a varias y nuevas categorías profesionales.

Ciertamente, el referente más cercano a cómo entendemos la animación sociocultural, aquí y hoy en día, nos permite situar su origen en Francia de la posguerra, extendiéndose a España en los 60 y 70, para llegar a su pleno desarrollo en los años 80, cuando se producen

Cambios en las estructuras sociales y económicas, la real valoración del tiempo libre y, por tanto, de los problemas culturales y las nuevas demandas sociales que necesariamente conlleva.

Por otro lado, tampoco hay porqué establecer una definición cerrada y absoluta, ya que estaríamos obviando todas las conexiones e interacciones que se dan con otras materias y, también, la continua evolución de la intervención sociocultural y de las propias realidades sociales con las que se realizan.

Pero, para comenzar, podemos hacerlo con una definición poco reciente ya, la verdad, pero que es de un organismo multinacional como la UNESCO:

“La ASC es el conjunto de prácticas sociales que tiene como finalidad estimular la iniciativa y la participación de las comunidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica global de la vida sociopolítica en que están integradas”.

Esta definición sintoniza con el propio significado de la palabras:

“animación” (entendida como dinamización, impulsión, activación, puesta en marcha)

“social” (porque siempre se hace referencia al trabajo con grupos de personas, comunidades o sectores sociales) y

“cultural” (tomando el hecho cultural como la construcción social que envuelve la organización, la vida y las interacciones de esos grupos humanos y las sociedades en que se inscriben, coherentemente con el punto de vista global e integrador con que se plantean las acciones desde la propia animación).

Así pues, cuando hablamos de animación, tenemos que hacer referencia a otras cosas como la promoción de los grupos humanos y las personas, a través de la práctica social crítica y la participación de los/as ciudadanos y ciudadanas. Hablamos entonces de cambio social, de la transformación activa desde la base, en sintonía con la idea de democracia que legitima también a los llamados “estados de derecho”.

Con estos referentes ideológicos democráticos, la animación surge en las últimas décadas como un tipo de acción social adecuado a las sociedades post-industriales, a fin de afrontar los nuevos problemas y retos de los rápidos cambios del mundo contemporáneo.

Desde el punto de vista general, por encima de la heterogeneidad a la que antes hicimos referencia, la animación puede definirse, fundamentalmente, por constituir un conjunto coherente de métodos y técnicas: una metodología.

Una forma de trabajar más o menos común en todas sus variantes y que podría ser lo que define en realidad la animación.

ALGO SOBRE LA METODOLOGÍA:

Para acercarnos a la animación y a cómo se plantea la intervención desde la

animación sociocultural, debemos partir de una concepción dinámica de la sociedad y de los movimientos sociales, culturales, etc.. Una concepción en la que también la vida de los individuos y los grupos son entendidas como procesos.

Por otro lado, si hemos dicho que la finalidad de la animación es la participación, por pura coherencia, la forma de intervenir y de actuar ha de favorecerla y propiciarla en todo momento.

Debe ser el grupo, la comunidad, los actores principales de la obra, quiénes hagan y también quiénes evalúen y decidan, permitiendo la expresión individual y utilizando la discusión y el consenso en un clima de respeto y solidario.

De esta forma, la corresponsabilidad favorece la motivación y la implicación en el proceso de construcción colectiva.

Llegando a este punto, hay que pararse en el papel del/a animador/a. Bien está que una consecuencia de su actuación debe ser el contribuir a satisfacer unas demandas sociales y, normalmente, a solucionar problemas, más o menos concretos.

Pero no debemos perder de vista que su finalidad principal no es esa, su labor como bien dice la palabra es la de “animar”, impulsar, facilitar, etc.

Así que, en mi opinión (y no creo ser tan original ), debe mirar más allá y tender hacia la puesta en marcha de procesos sociales de desarrollo y de iniciativa civil, mecanismos y actitudes de participación de las personas de la comunidad o el grupo.

· Características y objetivos de la animación sociocultural

Son características propias de la animación sociocultural las siguientes:

· Priorizar la libertad y la iniciativa propia de los grupos y sus personas, por encima de intervenciones externas.

· Utilizar métodos activos, creativos, dinámicos y experimentales.

· Priorizar los procesos estables y permanentes frente a iniciativas puntuales.

· Vincular los procesos y actividades a los problemas, necesidades y situaciones concretas del grupo.

· Requiere la asistencia de agentes motivadores, surgidos del propio medio o totalmente comprometidos con él.

Los objetivos que se persiguen a través de esta actividad son:

· Crear una visión y una conciencia de la propia realidad social. Adquisición de una actitud crítica y constructiva ante esa realidad.

· Despertar en las personas la necesidad de informarse para el logro de distintos objetivos.

· Fomentar que las personas se organicen con otras de su mismo grupo y que por ende, persiguen los mismos objetivos.

· Promover el acercamiento y la creación de la propia cultura.

· Impulsar la participación activa de las personas en todos los ámbitos de la vida: social, político, cultural, etc.

· Públicos objetivos en la animación sociocultural

Cada área de la animación sociocultural posee unos públicos objetivos determinados, que condicionarán a las empresas/instituciones de tiempo libre o socioeducativas en aspectos como:

– TIPO. Los habitantes de un barrio marginal precisarán las empresas/instituciones de animación para el desarrollo comunitario; mientras que los de una zona rural, deprimida y que se esté revitalizando económicamente, gracias a los turistas rurales, deberán organizarse para ofrecer a dichos turistas actividades acordes con su entorno y con las posibilidades del mismo.

– UBICACIÓN. Las empresas/instituciones dedicadas a la animación para el desarrollo comunitario, se enmarcan en áreas cercanas a focos de marginación. Por otra parte, las organizaciones dedicadas al desarrollo cultural, surgen en ámbitos urbanos. Y las dedicadas a la animación turística, se consolidan en núcleos turísticos receptores.

– DIMENSIÓN. Existirán empresas/instituciones que, por tener públicos objetivos en el ámbito nacional, tendrán formas jurídicas societarias (SA, SL). Por el contrario, habrá pequeñas empresas que se ocupen de grupos reducidos como Asociaciones de Vecinos y otras.

– ASPECTOS ORGANIZATIVOS. Como el número de animadores, la formación y especialización de éstos, horarios de trabajo, etc.

– ASPECTOS ECONÓMICOS. Presupuestos, salarios, dotaciones económicas, subvenciones, etc.

– RECURSOS. Mobiliario, locales, instrumentos para aplicar las técnicas de animación, talleres, etc.

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63.4 EMPRESAS O INSTITUCIONES DEDICADAS A ACTIVIDADES DE TIEMPO LIBRE Y SOCIOCULTURALES

· Concepto.

Se trata de “Empresas e Instituciones”; es decir, a la existencia de dos fórmulas constitutivas, presentes en nuestra sociedad, dedicadas a la animación sociocultural:

– Por un lado, las empresas privadas que ofrecen sus servicios a cambio de precio y según diferentes modelos de contratación (alquiler de equipos, prestación de servicios de animación, preparación de profesionales del sector…)

– Y por otra parte, las instituciones o equipos de animación sociocultural, presenten en determinados organismos de la Administración Pública. (Asuntos sociales).

· Características de estas empresas e instituciones

Características de este tipo de empresas son las siguientes:

a) Su actividad se enmarca en el sector terciario, dentro del subsector servicios a la comunidad.

b) En España este subsector económico es relativamente de reciente implantación, por tanto las tasas de crecimiento del mismo son y se espera que aún sigan siendo altas. Esta novedad conlleva problemas al ser una actividad económica que no está plenamente consolidada en las estructuras políticas, sociales y económicas, desde la tramitación administrativa, hasta la petición de un crédito bancario, pueden suponer una difícil tarea.

c) Este tipo de organizaciones, como se ha comentado anteriormente, entidades, tanto de naturaleza privada y con ánimo de lucro, como de naturaleza pública o semi- pública sin ánimo de lucro.

d) Al ser tan amplio su campo de acción, nos podemos encontrar con parcelas de interés general, que son intervenidas por diversas instituciones u organismos públicos. Estos son los casos de : colectivos de presos, toxicómanos, disminuidos físicos y psíquicos, inmigrantes, infancia, juventud, tercera edad, mujeres, etc.

Aunque hemos de insistir en que algunos de estos campos de actuación también pueden ser abarcados por particulares con finalidades únicamente lucrativas (ocio de masas en cualquiera de sus modalidades o vertientes).

A pesar de que el tiempo libre está reconocido universalmente como un derecho generalizado, es bien cierto que no todas las personas disponen de él en igual cuantía y forma.

En la sociedad actual existen una serie de condicionantes que limitan el acceso al ocio, bien de una forma cuantitativa, bien de forma cualitativa, como son sexo, edad, nivel cultural, situación social o nivel económico..

Las empresas o entidades de tiempo libre y socioeducativas, para el diseño de su oferta de actividades de ocio, deben analizar el entorno y determinar el público objetivo al que se dirigirán, precisando las necesidades de ocio y demandas del grupo en cuestión.

Todas las fases siguientes en el diseño de su oferta (programación, organización, dinamización, ejecución y evaluación) deberán tener en cuenta esas necesidades y demandas detectadas.

· Funciones de las empresas/instituciones de animación sociocultural

Las funciones de estas empresas abarcan muchos campos:

– función de relación (socialización, inserción social)

– función de organización (planificación de actividades, secuenciación)

– función de intervención directa sobre los grupos (motivando, integrando, evaluando)

– función de intervención sobre las actividades (informando, preparando, realizando y evaluando)

– función de dirección (coordinación y control).

La realización correcta y adecuada de estas funciones, conlleva la necesidad de especialización en los miembros del equipo de animación. Así nos encontramos con animadores-monitores especializados en :

+ Actividades físico-deportivas.

+ Artes.

+ Integración social.

+ Programadores.

+ Difusores.

+ Directores.

+ Coreógrafos, etc.

En base a las funciones a desarrollar, se crean las estructuras necesarias para su puesta en marcha.

Tanto a nivel público como privado, es tal la funcionalidad de las actividades desarrolladas en este sentido, que se puede hablar de esfuerzo de inversión en todos los niveles:

· Público: con la creación de estudios especializados en el tratamiento de las actividades de cada sector del público objetivo, incluso con rango universitario.

· Privado: ya que este nuevo sector de servicios, encuentra un basto campo de aplicación de las oportunidades de negocio. Se da la aparición de escuelas y centros especializados en esta materia; o bien, inclusiones de ésta en centros privados financiados por empresas. Inversión en nuevos mercados. Esta es la clave: “el ocio es negocio”.

PARQUES TEMÁTICOS

Son empresas representativas del disfrute del ocio y tiempo libre, nacidas en los EEUU en la década de los 70 y de reciente implantación en Europa.

Su actual proliferación y su indudable impacto cultural y económico, las convierte en un fenómeno social digno de estudio.

El parque temático, puede definirse como “cualquier espacio de ocio y comunicación de masas, construido en torno a un tema o varios, temas que a su vez, sirven de guión y nexo de unión al conjunto de ofertas que dicho espacio brinda a sus visitantes”.

Cualquier tema susceptible de interesar a gran cantidad de gente y capaz de promover recursos humanos hacia un destino concreto, desarrollado con fines de comunicación, educación y diversión, puede convertirse en el “leit motiv” de un parque temático.

El énfasis en este tipo de instalaciones se pone en la idea del ocio, siendo este sin duda, el componente fundamental del éxito de los parques temáticos, requisito imprescindible en una sociedad como la actual definida como “civilización del ocio”.

Los parques actuales pueden considerarse como herederos de dos tradiciones de las que han sacado sus mejores ideas:

– Los parques de atracciones, orientados únicamente al ocio y que aún se pueden encontrar en algunas ciudades.

– Las exposiciones, que también permanecen en plena vigencia y se anuncian periódicamente en los medios de comunicación.

Dentro del contexto de la educación, se pueden reconocer dos tipos perfectamente diferenciados de modelos educativos (se analizan a continuación grosso modo) con la única intención de que se entienda a qué nos referimos al decir que los parques temáticos también tienen un objetivo educacional. La educación formal cuyos contenidos están

perfectamente organizados y definidos por la normativa general y cuyos destinatarios están perfectamente clasificados por niveles; y la educación no formal , cuya estructura es más flexible y en la cual no es preciso organizar a sus destinatarios. Los parques temáticos, al igual que las exposiciones y los museos, son perfectos ejemplos de situaciones educativas no formales.

Un cuidadoso estudio de públicos objetivo, de sus intereses y expectativas, permite definir objetivos alcanzables que se plasman en propuestas de comunicación lo suficientemente atractivas para captar a los colectivos a los que van dirigidas.

El espacio educativo se materializa en una escenografía en la que se integran las propuestas de comunicación y que representa contextos, reales o imaginarios, coherentes con las mismas.

Pero un parque temático no puede ser considerado únicamente como un espacio de ocio y comunicación, ya que estos parques son también, un fenómeno social y económico de primer orden, una aventura infraestructural y económica importante para su promotores y para el territorio o región que los alberga.

Como fenómeno de masas, el parque temático va más allá del simple negocio, para convertirse en un agente económico y social que modifica sustancialmente el entorno. Como tal, asume una importancia sociológica, administrativa e incluso política, que lo configura como uno de los elementos definitorios de la cultural occidental del ocio actual.

En España contamos con diversos ejemplos de parques temáticos:

· Isla Mágica (Sevilla)

· Port-Aventura (Tarragona)

· Terra Mítica (Benidorm)

· Warner Bross (Madrid).

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Bibliografía:

MANUAL DE ANIMACIÓN TURÍSTICA. David Pena Castro. (1985).

Dinámica y técnica de grupos. Alfonso Francia y otros. Edt. CCS.

o Interbook (Bibliografía sobre Animación socio-cultural)

o Interbook (Bibliografía sobre Técnicas de Animación y Dinámicas de Grupos)

o www.zoom.es