1.- Introducción.
Se introduce literariamente a través de Dante, Petrarca y Bocaccio. El influjo italianizante trecentista compite ya con la influencia caballeresca y cortesana de Francia.
Alfonso V de Aragón conquista Nápoles en 1443, Enrique de Villena traduce La Eneida, y Juan de Mena su Omero romançado (La Ilíada): la Antigüedad ya no es tanto ejemplo moral como modelo de perfección ideal: tales usos se reflejan en los rasgos lingüísticos de este tiempo.
2.- Fonética y Fonología. Grafías.
Se mantiene el establecido por Alfonso X, aunque persisten una serie de inseguridades en lo escrito que reflejan cambios en la lengua oral: aún alternan –t y –d fianles y f– y h– iniciales.
Todavía existen dobletes que parecían superados, especialmente en grupos consonánticos internos: dubda / duda; omne / hombre,… Del mismo modo, conviven formas cultas con patrimoniales: planto / llanto; flama / llama,…
Vacilación en el timbre de vocales átonas: sofrir / sufrir.
Aún existen casos de apócope de –e en verbos y pronombres enclíticos, pero, con todo, son escasos y ya tenidos como arcaísmos: fiz por hice, o nol por no le.
3.- Sintaxis latinizante.
El gerundio y la oración de relativo se sustituyen por el participio de presente: Fortuna triunphante es temerosa.
Se traslada la oración de infinitivo con sujeto en acusativo latina: Homerum caecus esse dicitur > Se dice Homero ser ciego.
Tanto en este periodo como en el preclásico, se trastoca fuertemente el orden habitual del español: el verbo se sitúa normalmente al final de la oración por influjo latino; el hipérbaton puede separar el sustantivo de su adjetivo, y éste se refuerza en su posición antepuesta como epíteto literario.
Predominan las estructuras paralelísticas: sinónimos coordinados y paralelismos de formas gramaticales en general.
En la Edad Media el ablativo absoluto indicaba anterioridad temporal , de ahí que en el XV exprese condición, quedando expresiones fosilizadas como bien mirado, especialmente en el refranero, hecha la ley,…
4.- Léxico.
Se introducen numerosos latinismos, aunque poco fiables: inorar, cirimonia, perfeción,…; galicismos: dama, paje, galán, corcel,…; e italianismos: galera, corsario, bonanza, piloto,…
A mediados del XV predomina no por non.
EL ESPAÑOL PRECLÁSICO (1474 – 1525)
1.- Introducción.
Las letras se introducen definitivamente en las cortes, se renuevan las universidades, se traen docentes italianos y humanistas en general. Elio Antonio de Nebrija, en su Gramática (1492) refuerza y sistematiza el español con un tratamiento impropio en lenguas romances, promueve la naturalidad selecta renacentista y reprueba los latinismos ajenos al español.
2.- Fonética y Fonología. Grafías.
Se resuelven muchas de las dudas de la etapa anterior: la –t final cae a favor de –d y se generaliza h– inicial por f– definitivamente en 1520.
Sin embargo continúa la vacilación de timbre de las vocales átonas, pero se reducen los grupos consonánticos interiores del español prehumanista.
Con todo, a pesar de la unificación lingüística llevada a cabo bajo el reinado de los RR.CC. y de las necesarias para la imprenta, y de las llevadas a cabo por Elio Antonio de Nebrija y otros, existen numerosas diversidades entre zonas:
Castilla, Aragón y León no aspiran la [ h ] ni confunde /b/ y /v/ -porque no pronuncian , mientras que sí lo hacen las zonas meridionales.
Pero la mayor diferencia estriba en el reajuste de sibilantes: Castilla, Aragón y León ensordecen todas las sibilantes, con la consiguiente confusión de grafías:
/ / s / y / z / > / s /: X, G, I, J, prepalatales, fricativas.
/ / s / y / z / > / s /: C+e,i; Ç, Z, dentales, africadas.
/ / s / y / z / > / s /: S, en todas sus posiciones, geminada o no. Son apicoalveolares y africadas.
Andalucía Occidental hace interdentales y fricativas las antiguas dentales africadas (/ s / y / z / : C+e,i; Ç, Z) y se confunden con las apicoalveolares (/ s / y / z / : S-, -SS-, consonante + S y –S-, y, por tanto, también sus grafías: estos cambios se irán extendiendo a Andalucía Oriental y, con los descubrimientos, a Canarias y América.
3.- Morfología.
3.1.- Adverbios.
También en estas fechas non cae por no de modo definitivo.
3.2.- Verbos.
Cualquier resto de verbos acabados en –ades, –edes e –ides, pasan a –áis, –éis, e –ís, respectivamente.
3.5.- Pronombres y otros.
La conjunción y desplaza a e.
Aún contienden os con vos.
Ya escasea el artículo ante adjetivo posesivo, aunque puede permanecer en lo escrito hasta finales de este periodo.
4.- Léxico.
Se continúa la línea marcada en la etapa anterior; pero, con el auge de las letras tradicionales y popularizantes, se intercalan numerosos consejos, sentencias, refranes,..