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Tema 9 – El español de América.

El español en el mundo. Situación y perspectivas de difusión.

(Tema completo siempre que hagas las lecturas y retengas parte de las mismas)

El español de América El español en el mundo Importancia de la lengua española. Su posición en el mundo La unidad del español

1. El español de América (Muy aconsejable la LECTURA 1).

A) Los orígenes :

==> Base del español americano = una “koiné”.

==> El andalucismo del español americano.

B) Influencia indígena : el quechúa, el araucano, el arahuaco y el guaraní.

C) Extensión y áreas : antillana, mexicana, andina, rioplatense (para la clasificación clásica); altiplanicie / tierras bajas (para Ureña); Norte : Méjico, Am. Central, Caribe, y Sur : Andes, Río de la Plata, Chile (para Cahuzac).

D) Rasgos lingüísticos :

• En Argentina : voseo, seseo, yeísmo y zeísmo (con acento circunflejo la 1ª “z”) en

Argentina. (Añadir otros rasgos).

• En Méjico : “h” aspirada, voseo, diminutivos (incluso en adverbios : “ahorita”), indefinido x perfecto, “ustedes”. Léxico : “favor de…”, “no más”, y préstamos anglosajones.

2. El español en el mundo

a) Extensión y número de hablantes (ampliar según cosecha). (Muy aconsejable la LECTURA

2).

b) Situaciones especiales : (ampliar según cosecha) :

==> Judeo – español o sefardí

==> Guaraní (Paraguay), situación bilingüe.

==> Puerto Rico, castellano como única lengua oficial a partir de los años 90.

==> Filipinas.

3. Importancia de la lengua española. Su posición en el mundo.

==> Cuarta posición, pero menos relevancia política, económica, (no es idioma de 1er orden en la ONU, aunque se intenta

que lo sea…).

(Ampliar según cosecha). (Muy aconsejable la LECTURA 3).

4. La unidad del español. (VER TAMBIÉN : LECTURA 4)

– Rufino : tarde o temprano el español de América verá el nacimiento de lenguas nacionales.

– Dámaso Alonso : desaparición inevitable de la unidad en la poshistoria. Peligro de léxico de nueva creación y extranjerismos.

– Los medios de comunicación y la Literatura favorecen la unidad.

– La Norma Hispánica debe ser compartida y equivalente entre América y España.

– Países Catalanes y Euskal Herria : posible evolución al monolingüismo a medio o largo plazo en estas nacionalidades. (Sin entrar en debate). No parece que ocurrirá lo mismo en otra áreas como la del aragonés, la del asturiano-leonés o la del gallego, o en el caso del gallego puede ser más lento dicho monolingüismo. En todo caso, en el actual Estado Español, entraríamos en un debate político-lingüístico, tal y como es quizás todo este epígrafe.

– Difusión : Instituto Cervantes, Universidades, profesores y profesoras de español por todo el mundo, TVE INTERNACIONAL, RNE INTERNACIONAL, INTERNET, TURISMO, etc…

LECTURA 1 :

Historia del español en América

El español en el mundo: datos y números

El español es, por número de hablantes, la tercera lengua del mundo. Pese a ser una lengua hablada en zonas tan distantes, hasta ahora todavía existe una cierta uniformidad en el nivel culto del idioma que permite a las gentes de uno u otro lado del Atlántico entenderse con relativa facilidad. Las mayores diferencias son de carácter suprasegmental, es decir, la variada entonación, fruto al parecer de los diversos substratos lingüísticos que existen en los países de habla hispánica. La ortografía y la norma lingüística aseguran la uniformidad de la lengua; de ahí la necesidad de colaboración entre las diversas Academias de la Lengua para preservar la unidad, hecho al que coadyuva la difusión de los productos literarios, científicos, pedagógicos, cinematográficos, televisivos, ofimáticos, comunicadores e informáticos.

Desde España se ha elaborado el primer método unitario de enseñanza del idioma que difunde por el mundo el Instituto Cervantes. El trabajo coordinado de las Academias ha cristalizado en la “Elaboración de la norma culta de las grandes ciudades”, que presta especial atención a la fonología y el léxico. Es el segundo idioma hablado en Estados Unidos, que cuenta con varias cadenas de radio y televisión con emisiones totalmente en español; asimismo, y por razones estrictamente económicas, es la lengua que más se estudia como idioma extranjero en los países no hispánicos de América y Europa.

Lejanos ya los tiempos en que fue considerada la lengua diplomática, cuando fue sustituida por el francés, hoy es lengua oficial de la ONU y sus organismos, de la Unión Europea y otros organismos internacionales. Ha sido incluido como idioma dentro de las grandes autopistas internacionales de la información como Internet, lo que asegura la constante traducción de las innovaciones informáticas, su difusión e intercomunicación. Donde aparece más incierto el futuro del idioma es en el continente africano, abandonado por razones políticas a la voluntad de sus hablantes; no hay que olvidar que todavía sirve de lengua diplomática junto al francés para el pueblo saharaui.

No obstante, todo parece augurar si así nos lo proponemos, que en el próximo siglo será una de las lenguas de mayor difusión, y quién sabe si en momentos de deseable mestizaje no dé lugar a una lengua intermedia que asegure la comunicación con el continente americano en su conjunto.

Es importante por lo tanto, que quienes tenemos la fortuna de hablarlo, realicemos todos los días la más fuerte defensa de sus principios y su preservación para continuar con el gran legado de hombres como Cervantes Saavedra, Octavio Paz, Nebrija, Borges, Nervo y tantos más que tan bién se expresaron con ella.

A continuación muestros algunos datos y números actualizados hasta 1999.

Las cinco lenguas más utilizadas en el mundo

Superficie millones kms2 % de superficie

Inglés 39.7 29.6

Francés 20.4 15.2

Ruso 17.4 13.1

Español 11.9 8.9

Chino 9.61 7.2

Total mundo 134

Usuarios del español en países donde es idioma oficial

Número de hablantes Población Hablantes %

población

Argentina 35,300,000 35,409,000 99.7

Bolivia 6,810,000 7,767,000 87.7

Chile 13,080,000 14,583,000 89.7

Colombia 35,850,000 36,200,000 99.0

Costa Rica 3,382,000 3,468,000 97.5

Cuba 11,190,000 11,190,000 100.0

Ecuador 11,100,000 11,937,000 93.0

El Salvador 5,662,000 5,662,000 100.0

España 38,969,000 39,323,000 99.1

Guatemala 7,270,000 11,242,000 64.7

Guinea Ecuatorial 443,000 443,000 100.0

Honduras 5,718,000 5,823,000 98.2

México 97,490,000 94,275,000 98.5

Nicaragua 4,112,000 4,632,000 87.4

Panamá 2,088,000 2,719,000 76.8

Paraguay 2,805,000 5,089,000 55.1

Perú 19,440,000 24,371,000 79.8

Puerto Rico 3,741,000 3,809,000 98.2

Rep. Dominicana 7,650,000 7,802,000 98.1

Uruguay 3,050,000 3,185,000 95.8

Venezuela 22,060,000 22,777,000 96.9

Total 332,610,000 351,706,000 94.6

Usuarios del español en países donde NO es idioma oficial

País Número de hablantes

Alemania 140,000 (en 1997)

Andorra 30,000

Antillas holandesas (Bonaire y Curazao) 189,602

Aruba 6,000

Australia 97,000

Bélgica 50,000

Belice 130,000

Brasil 43,901

Canadá 177,425

Estados Unidos 20,150,000

Francia 220,000

Filipinas 1,816,389 (en 1997)

Gibraltar 10,061

Guam 793

Israel 50,000 (en 1997)

Luxemburgo 3,000

Marruecos 20,000

Sáhara Occidental 16,648 (en 1970)

Suecia 56,000

Turquía 23,175

Islas Vírgenes 13,000

Suiza 123,708

Fuentes:

Instituto Mexicano del Seguro Social, Instituto Nacional de Estadísticas Geografía e Informática, Instituto Tecnológico de Monterrey, Secretaría de Gobernación, México, Britannica Book of the Year 1998 (events of 1997), United Nations Demographic Yearbook, Summer Institute of Linguistics, 1996, Enciclopedia Microsoft Encarta 1999, Calendario Atlante de Agostini 1997.

El español en el mundo

Una nueva edición del Anuario del Instituto Cervantes dedicada a la situación del español en Europa y en Australia.

Que el español va tomando cada vez puestos más sobresalientes en cuanto a su demanda como primera, segunda o tercera lengua extranjera en Europa, es algo que no pasa desapercibido. Es más, cada día se impone más y su situación es muy positiva. Pese a ello, no hay que dormirse en los laureles y creer que está todo conseguido. Muy lejos de esta consideración está la necesidad de aunar esfuerzos para lograr afianzar la tendencia positiva de su posición. Datos como que en la Unión Europea estudian español casi tres millones y medio de alumnos, de los cuáles el 60% se lo lleva Francia, el 15% es para Reino Unido y el 11% para Alemania, son cada día más mejorables.

Estos razonamientos son ejemplo de los muchos análisis que se desprenden de la última edición del Anuario del Instituto Cervantes “El Español en el Mundo” que acaba de ver la luz. Un anuario que en esta ocasión centra su quinta edición en la situación de la lengua española en Europa (profundizando en Francia y Alemania) y en Australia y que trae como novedad la inserción de una nueva sección “Textos recuperados”, que continuará añadiéndose en las ediciones siguientes y que pretende acercarnos textos históricos para el entendimiento del español. La edición del año 2002 incluye en su segunda parte una edición facsimilar de los “Diálogos familiares”, publicados en 1599 por John Minsheu. La intención no ha sido otra que la de rescatar del olvido esta obra, clave para la historia de la enseñanza en español.

La primera parte de este volumen la conforman seis estudios sobre diferentes aspectos de la situación del español en el mundo. Abre esta quinta edición un trabajo, de manos de Tom Burns Marañón, responsable del Grupo Comunicación Recoletos, centrado en la visión que los anglohablantes tienen hacia España en cuanto a lugar de interés por su lengua y su cultura, titulado “Los curiosos impertinentes y de mirada de otro”.

Sobre la adaptación de la lengua española al Marco común europeo profundiza el ensayo de Álvaro García Santa-Cecilia, del Instituto Cervantes, titulado “Bases comunes para una Europa Plurilingüe: Marco común europeo de referencia para las

lenguas”, es decir, los criterios para la elaboración de programas, exámenes, cursos y manuales de enseñanza de idiomas. Por su parte, de “La enseñanza del español como lengua extranjera en Europa”, trata el análisis de José Luján Castro, de la Consejería de Educación de la Embajada de España en Bélgica, en la que se desprenden datos como que el 44% de los estudiantes europeos de Secundaria y Universidad que estudian español lo hacen por razones de tipo afectivas; muchos otros por razones más expresivas e instrumentales, como que la consideran una lengua útil para encontrar trabajo. Por supuesto, las razones también varían en función de los contextos; los alemanes, por ejemplo, prefieren las expresivas: cultura, ocio, viajes…

Emilio Lamo de Espinosa, del Real Instituto Elcano, y Javier Noya, de la Universidad Complutense de Madrid, se centran en el análisis de demanda del español en Francia y Alemania en “El mercado de las lenguas: la demanda de español como lengua extranjera en Francia y Alemania”.

El valor comercial del español y las oportunidades de negocio que ofrece España e Iberoamérica por ello, son temas que aborda José María Davó Cabra, del Real Instituto Elcano, en “El español como recurso económico en Francia (una aproximación al marketing)”. Por último, Mario Daniel Martín, de la Universidad de Canberra, nos da cuenta de que en Australia hay cerca de 91.000 hispanohablantes procedentes de España, Uruguay, Chile y Argentina, por ello, el español es la octava lengua más hablada, tras el inglés, el italiano, las lenguas chinas, el griego, el árabe, el vietnamita y el alemán.

El español en el mundo.

Anuario del Instituto Cervantes 2002

Instituto Cervantes / Círculo de Lectores / Plaza & Janés

LECTURA 4 :

Julio César Ortega

Escribir español en Estados Unidos

Si al comienzo de la Modernidad, la lengua castellana fue la fuerza de unidad del naciente imperio español, en este nuevo siglo de un mundo globalizado por la fuerza económica, nuestra lengua adquiere una función sorprendente y fundamental: la de ser un principio de pluralidad. En Estados Unidos, en efecto, el castellano es muchas lenguas, pero sobre todo es el idioma de la cultura, la lengua franca se diría, del futuro. El ensayo social que hoy vive el mundo hispano en Estados Unidos tiene como historia el proceso conflictivo de las negociaciones entre las naciones del español y la fuerza de asimilación norteamericana; lo que se llama, desde el siglo XIX, la americanización. Pero tiene también, como horizonte, las poderosas olas migratorias, que, a pesar de la legislación, la desigualdad e incluso la discriminación, han demostrado su capacidad de resistencia y de respuesta, y ha logrado establecer su territorio cultural como una práctica de diferencias. La lengua española ya no es extranjera y se convierte en un instrumento de construir el futuro.

Al comienzo de la independencia americana, el venezolano Andrés Bello se alarmó de que el español pudiese fragmentarse en lenguas nacionales, tal como el mismo latín se había disgregado en las lenguas romances; y creyó que su monumental Gramática preservaría la unidad lingüística. Su temor fue infundado. Las diferencias sostuvieron los procesos de formación de las nacionalidades y, en los lenguajes de identificación, los hombres del XIX descubrieron los varios idiomas que traman la cultura. La Modernidad, en América Latina, fue el laborioso producto de la comunidad nacional.

En este fin de siglo, esas lenguas nacionales han excedido las fronteras al expandirse como nuevos umbrales, entre espacios de sanción. Con su capacidad de responder, han gestado

su propia historia social, hecha en la intemperie del exilio, en el albergue de la memoria, en su gusto formal y en su regusto irónico. Esa vocación de pertenencia da al español en los Estados Unidos el papel extraordinario de la intermediación. Contra todos los temores y las censuras, esta lengua promedia entre los migrantes y el sistema, y negocia la escena de la interlocución, donde los hispanos disputan su turno en el diálogo. Capaz de humanizar el espacio contrario, el español abre pasajes de concurrencia y celebración. Veinte, incluso diez años atrás, era una marca del origen marginal; hoy es la segunda lengua del país y la primera en la preferencia de los estudiantes norteamericanos. Es también un instrumento de trabajo, y hoy cualquier estudiante sabe

que una parte de su vida profesional futura tendrá que ser hecha en español.

Algunos se alarman por la suerte de la lengua en el territorio del inglés, pero olvidan que su capacidad de adaptación y de incorporación es parte de su libertad nomádica. Ninguna otra lengua ha demostrado ser más durable y resistente, y a la vez más abierta y audaz. En los Estados Unidos, el español adquiere nuevas e imprevistas funciones sociales. Frente a la normatividad del inglés, cuya economía demanda el intercambio estricto de una palabra por una cosa, el español propicia el ligero exceso de un intercambio de equivalencias, donde nombra y sobrenombra, derrocha y celebra. El español es aquí una plaza reciente.

Entre España, América Latina y Estados Unidos —en esta triangulación del español futuro—la novela latinoamericana ha hecho fecundo camino adelantado. Cada hispano que lee un cuento de Borges o de Rulfo, una novela de Gabriel García Márquez o de Carlos Fuentes, adquiere la ciudadanía cultural de su idioma. Cada muchacho norteamericano que aprende a leer en nuestros clásicos españoles y a hablar con nuestros contemporáneos de ambas orillas es mejorado por un lenguaje que lo torna en criatura del diálogo. La cultura hispánica, desde las varias vertientes del idioma, es hoy parte de la educación y la imaginación norteamericana.

El futuro de los Estados Unidos será hecho en la hibridez de las mediaciones hispánicas.

No sorprende, por ello, que más recientemente, la lengua española sea también capaz de ocupar el inglés. Escritores cubano- americanos, mexicano-americanos, pero también escritores hispanos afincados en este país, narran en un inglés enunciado desde el español. Precisamente, hace falta dialogar mejor con estas corrientes de creación literaria y de construcción cultural. La geografía literaria de esta producción reciente es un mapa de extremos, bordes, fronteras, umbrales y cruzamientos. Pero en todos los casos parece posible comprobar que el escritor hispano se sitúa en un lugar de intermediación, entre su origen hispano y su cotidianidad norteamericana, entre su español nacional y familiar y su inglés adquirido, entre su público español y su público anglosajón… Muchos de ellos escriben sólo en inglés, otros alternan los idiomas, otros son bilingües en el mismo texto, y no pocos, en fin, escriben solamente en español. Pero en todos los casos, se diría que su espacio nomádico es el inglés y que su término de referencia es el español. En esas mediaciones se produce una nueva literatura como un acto de diferencia, rico de texturas y poderoso de apelaciones. Estos nuevos objetos culturales rebasan las clasificaciones y exceden los orígenes: poseen la fuerza procesal de lo nuevo, que se proyecta hacia un debate en formación. Tal vez, la convergencia de

España y de América Latina sea capaz no sólo de demostrar las excelencias de nuestra tradición sino de apoyar, en este escenario, la formidable capacidad creativa de esos migrantes elocuentes.

En esta sesión del II Congreso Internacional de la Lengua Española, dedicada a escritores hispanos de los Estados Unidos, que me ha tocado en privilegio organizar, participan el más importante editor de la nueva «literatura latina», Nicolas Kanellos (Universidad de Houston), puertorriqueño, experto además en la historia cultural de esta corriente; la profesora Norma Klahn (Universidad de California, Santa Cruz), la más calificada experta en la narrativa de mujeres hispanas, especialmente las mexicano-americanas; Roberto Fernández (Universidad de Brandeis), cubano-americano, novelista de la comedia social migrante y los contrastes culturales; Alicia Borinsky (Universidad de Boston), novelista y poeta argentina, que escribe en español narraciones irónicas y desmitificadoras; Gustavo Pérez Firmat (Universidad de Columbia), también novelista de sagas amorosas y de ensayos autobiográficos de reconocido valor; Isaac Goldemberg (Hostos Community College), poeta y narrador peruano, que ha explorado la diáspora judía con humor; Graciela Limón, narradora y escritora mexicano-americana, cuyas novelas han sido recibidas con vivo interés; y Tomás Eloy Martínez (Universidad de Rutgers), ampliamente conocido novelista argentino. Ésta es la primera vez que este grupo se reúne en una mesa para hablar de su experiencia de escribir en los Estados Unidos.

(Fuentes : “CEN” & AAVV & DEFLOR.)

He aquí otro de los temas de centralimso espiritual castellano que tanto nos gusta a los nacionalistas. Je,je. ¡Que Vds. lo disfruten!

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