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Tema 19 – Elementos lingüísticos para la expresión del tiempo, el espacio y el modo.

0. INTRODUCCIÓN

El enunciado del título se refiere al contenido semántico de los elementos cuya función es vehicular una información circunstancial precisa de tiempo, espacio y modo. Desde el punto de vista funcional, esos elementos pueden ir desde los más complejos a los más simples. Entre los primeros se encuentran los que tradicionalmente se denominan oraciones adverbiales, de las que también estudiaremos sus nexos. En un lugar intermedio, se tratan los diferentes tipos de sintagmas (preposicionales y nominales) que expresan esos tres contenidos. Además, se destacan algunos usos preposicionales. Los elementos más simples son los elementos léxicos de información circunstancial, sobre todo, los adverbios.

En cuanto al tiempo, destaca el hecho de que el verbo es el elemento léxico portador de mayor información temporal, sitúa al hablante en el momento de la enunciación, por lo que en el primer punto de la exposición se trata la información temporal que contienen las formas verbales, la cual nos servirá para el desarrollo posterior del tema.

Continuaremos con los sintagmas preposicionales y nominales de tiempo y finalizaremos este punto con los adverbios de tiempo. En el segundo apartado, veremos los elementos lingüísticos para la expresión del espacio, acto seguido, continuaremos con los sintagmas preposicionales y nominales con valor locativo y, finalizaremos con las oraciones subordinadas de lugar. En el último punto, se tratan los elementos lingüísticos para la expresión del modo, subordinadas, construcciones no personales, sintagmas preposicionales con valor modal y los adverbios de modo. (Añadir índice).

1. Elementos lingüísticos para la expresión de tiempo

1.1. Elementos lingüísticos mínimos

VERBO

En primer lugar hay que matizar que en una oración el tiempo, principalmente, viene marcado por los morfemas verbales de tiempo ya que situamos la acción en presente, pasado o futuro. Cada tiempo tiene sus morfemas que expresan un momento u otro.

El morfema de tiempo informa de si la acción de la que se habla es simultánea, fue anterior o será posterior al momento en el que se habla. Es decir, nos informa de una relación de dos puntos sobre el continuo del tiempo, imaginado a manera lineal, el de la enunciación y el del suceso.

El presente indica la coincidencia del tiempo, de la enunciación del hablante y del tiempo en que sucede el acontecimiento del que se habla: SIMULTANEIDAD.

El pasado indica la ANTERIORIDAD del tiempo del acontecimiento enunciado respecto del tiempo de la enunciación, que es posterior.

El futuro indica la POSTERIORIDAD del tiempo del acontecimiento enunciado respecto del tiempo de la enunciación, que resulta anterior a él.

Cada uno de estos tiempos puede presentarse con un aspecto determinado teniendo en cuenta si la acción ha acabado (aspecto perfectivo) o no ha acabado y está en un proceso en el tiempo (aspecto imperfectivo). Entremezclando tiempo y aspecto nos encontramos con diversidad de tiempos verbales más concretos, que no pasamos a analizar por corresponder al tema 15 del temario de oposiciones. Podemos resumir diciendo que los imperfectivos engloban los tiempos simples, excepto el pretérito perfecto simple, y los perfectivos a todos los tiempos compuestos, además del pretérito perfecto simple.

ADVERBIOS DE TIEMPO

La manera más adecuada de definir el adverbio es acudir a la vez a una categorización formal, funcional y significativa:

è FORMAL. El adverbio se muestra invariable a la modificación genérica y numérica, pero en algunos casos admite ciertos morfemas, como el grado y el morfema –mente.

è FUNCIONAL. La función predominante de esta categoría es la de CCT, pero también puede ser modificador de adjetivos, índices oracionales de modalidad, enlace o relacionante.

è SIGNIFICATIVAMENTE. Existen adverbios con significación plena y otros de significación vacía. Los adverbios conceptuales poseen sustancia semántica propia, invariable, y los pronominales poseen sustancia semántica ocasional.

DETERMINATIVOS: Su significado hace referencia a unas coordenadas concretas de espacio, tiempo, de cantidad o de modo: aquí, allí, allá, hoy, mañana, entonces, poco, mucho, así, etc. En su mayoría derivan de adverbios latinos.

CALIFICATIVOS: Son aquellos adverbios que derivan de adjetivos calificativos y acaban en -mente. A ellos se unen bien y mal

Son adverbios de tiempo: ahora, antes, después, luego, siempre, nunca, aún, ya, todavía, hoy, ayer, anoche, mañana, tarde, temprano, pronto, recién, mientras, cuando; de vez en cuando, de cuando en cuando; actualmente, previamente, recientemente, etc.

ü Actualmente asisto a clases de música.

ü Ayer no me fue muy bien.

1.2. Elementos lingüísticos no mínimos

SINTAGMAS PREPOSICIONALES

Las preposiciones son unos morfemas gramaticales libres e invariables que no tienen ninguna significación léxica y cuya única significación gramatical es su misma función: la de preceder y transformar cualquier elemento sustantivo (SN) en no-Sujeto; lo cual equivale, dicho positivamente, a transformarlo o en Adyacente dentro de un SN o en Complemento dentro del SV. Por esta función, la preposición es un elemento vacío cuyo valor está en ser un relacionante o transpositor. Cada preposición aporta un matiz significativo a su sintagma. Existen dos grupos:

Ø simples: a, ante, bajo, cabe, con contra, desde, en, entre, hacia hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras.

Ø agrupadas: de por, a por, de entre, desde por, para con, para de, para entre, por de… También existen las locuciones preposicionales: delante de, detrás de, desde que…

ü Fue en el siglo XIX. (simple)

ü Anduvimos por entre los pinos y nos pusimos perdidos de resina. (agrupada)

PROPOSICIONES SUBORDINADAS DE TIEMPO

Las proposiciones subordinadas de tiempo expresan la temporalidad del enunciado oracional: simultaneidad, anterioridad y posterioridad. Los enlaces son diversos: cuanto, apenas, tan pronto como, no bien, mientras, antes de, antes de que, antes que, después de, después de que, en tanto que, mientras que, a medida que…

De anterioridad:

Introducidas por adverbios y locuciones adverbiales: apenas, en cuanto (que), tan pronto como, siempre que, cuando, etc. Además de ser nexos subordinantes, funcionan como adverbios dentro de la proposición subordinada:

ü Cuando terminó todos aplaudieron.

ü Tan pronto como me vio, me saludó.

También se puede expresar anterioridad con el gerundio compuesto.

De posterioridad:

Introducidas por cuando.

ü Cuando lo anunciaron, yo ya lo sabía.

De simultaneidad:

Introducidas por cuando, mientras (que), conforme, según, entretanto, a medida que

ü A medida que hablaba, se iba alterando más y más.

ü Entretanto que ella lo buscaba por un sitio, él la buscaba por otro.

También mediante el gerundio es normal la construcción de proposiciones subordinadas adverbiales de simultaneidad.

ü Paseando por el parque, vi a tu padre.

El verbo puede ir en forma flexiva o no flexiva:

Con INFINITIVO: al, hasta, después, antes de, al tiempo de + INF.

ü Al amanecer salimos para Madrid.

Con PARTICIPIO: Puede aparecer en construcción adjunta y absoluta. Todo participio en construcción absoluta expresa anterioridad. Los más frecuentes son el modal, el concesivo, el causal y el condicional.

ü Admitidas las premisas, aceptamos la conclusión.

Con GERUNDIO: expresa una acción en su curso y duración. Puede formar frases adjuntas y absolutas.

ü Saliendo empezó a llover.

La función que desempeña la proposición subordinada temporal es la de CCT.

2. Elementos lingüísticos que expresan el espacio

Las claves para la expresión lingüística del espacio están en el subsistema de los pronombres adverbiales (aquí, ahí, allí), y en la peculiar organización del espacio que revelan una serie de adverbios y los usos locativos de muchas preposiciones.

2.1. Elementos lingüísticos mínimos

ADVERBIOS DE LUGAR

Sitúan la acción expresada por el verbo en el espacio: cerca, lejos, enfrente, detrás, arriba, abajo, afuera, aquí, allí, ahí, alrededor, etc.

è FORMA: Pueden llevar sufijos apreciativos (cerquita) y admiten el grado comparativo (más cerca que).

è FUNCIÓN: La función característica es la CCL.

è SIGNIFICADO:

Conceptuales: cerca, lejos, enfrente, delante, adelante, detrás, junto…

Pronominales:

Demostrativos: aquí, ahí, allí, acá, allá.

Relativos: donde, adonde.

Interrogativos-Exclamativos: dónde, adónde.

Indefinidos: dondequiera.

R. Lenz clasifica los adverbios deícticos de lugar en:

Subjetivos: que hacen una referencia más o menos clara a las tres personas gramaticales: aquí, allí, ahí.

Objetivos: que expresan situación o movimiento en el espacio: fuera, afuera, encima, arriba, atrás, detrás, delante, enfrente, abajo, debajo, dentro,…

SINTAGMAS PREPOSICIONALES

Al igual que con el tiempo existen preposiciones que anuncian un contenido espacial en combinación con otros elementos.

ü Visitamos el museo de enfrente.

Las preposiciones posicionales son:

Œ Eje vertical: BAJO, (SO), SOBRE.

 Eje visual: A, ANTE, CONTRA, TRAS.

Ž Eje lateral: (CABE)

 Casos especiales: EN (= dentro; = sobre), ENTRE (sirve para los tres ejes)

Preposiciones direccionales:

En cualquiera de los ejes se pueden expresar sintagmas preposicionales (S. PREP.) con función de CCL. Se trata de las preposiciones que también sirvieron para expresar “aspectos” temporales (incoativos, durativos o iterativos, terminativos). Los “aspectos” espaciales serán de origen y procedencia, de tránsito, y de destino o término.

Œ De procedencia: DE, DESDE.

 De tránsito: POR, EN, ENTRE.

Ž De destino: A, HASTA, HACIA.

2.2.Elementos lingüísticos no mínimos

PROPOSICIONES SUBORDINADAS LOCATIVAS

Señalan el lugar en el que se desarrolla la acción principal. Se introducen por el adverbio donde, precedido o no de preposición.

ü Estuvimos dónde nos indicaba el comunicado.

ü Dirígete hacia donde te hemos citado.

Lo que caracteriza finalmente a esta proposición es, además de la presencia de un verbo en forma personal y del sujeto y predicado, los enlaces: donde, adonde, por donde, hacia donde, hasta donde, en donde…

Su función es la de CC Lugar, donde el enlace funciona como mero nexo entre proposición principal y proposición subordinada.

3. Elementos lingüísticos para la expresión del modo

3.1. Elementos lingüísticos mínimos

VERBO

Hay que distinguir que, a la misma vez que los morfemas verbales nos indican tiempo, también presentan modo en cuanto a la actitud del hablante: indicativo, que puede considerarse dentro del plano de los hechos reales (tanto si son presentes como pasados o futuros); subjuntivo, que puede considerarse en el seno de los hechos pensados, sin que ello signifique negarlos o afirmarlos; e imperativo, que puede presentarlos ante un tú como unos hechos que desea que éste realice.

ADVERBIOS DE MODO

Algunos de estos son: bien, mal, despacio, deprisa, adrede, aparte, gratis, a priori, así, como, según, peor, mejor., y muchos acabados en -mente: fácilmente, injustamente…

è FORMA: Aunque se dice que el adverbio es una categoría gramatical invariable, pueden llevar sufijos apreciativos (despacito) y gradación (más deprisa que). El sufijo –mente es el responsable de que la categoría del adverbio sea un inventario abierto.

è FUNCIÓN: Los adverbios modales sólo pueden desempeñar la función de CC, marca que las define y diferencia. Algunos presentan características especiales.

è SIGNIFICADO:

Conceptuales: bien, mal, despacio, aprisa, apenas, a parte, hasta, tal, así…

Pronominales:

Interrogativo – Exclamativo: cómo.

Relativos: como,cual.

3.2.Elementos lingüísticos no mínimos

SINTAGMAS PREPOSICIONALES

Dentro del apartado nocional suelen agruparse distintos campos significativos muy diversos, entre los que se encuentra el modo, probablemente uno de los que más preposiciones usa: a, con, de, sin. Un chiste sin gracia.

Por otra parte, existen en la lengua común bastantes sintagmas prepositivos fijos con valor modal: de buenas a primeras, de golpe, en un santiamén, de memoria, de carrerilla, por las buenas, por las malas, a hurtadillas, a pie juntillas, etc.

PROPOSICIONES SUBORDINADAS DE MODO

Informan sobre la manera de realizar o de realizarse la acción principal. Se introducen por los adverbios: como, conforme, según…, y pueden conmutarse por el adverbio “así”: Contesté como tú me dijiste; lo hice conforme decían las instrucciones.

También el gerundio introduce adverbiales de modo: Enciéndelo pulsando el botón.

4. Otros Elementos

Por otro lado, también hay que hablar de los demostrativos (palabras variables, presentan género y número) que sitúan en la sucesión temporal y espacial al nombre, tomando como referencia a las personas gramaticales. En otras palabras, realizan dentro del discurso una labor deíctica. Los tres demostrativos son este, ese, y aquel (y sus respectivos plurales y femeninos). El neutro sólo funciona como pronombre. Distinguimos, siguiendo las pautas tradicionales, pronombres y determinantes.

ü Aquel muchacho es muy guapo.

ü Este niño es muy travieso.

Tampoco hay que olvidar que existen adjetivos calificativos que poseen cierta información en cuanto a tiempo, espacio y modo.

ü Mi mamá es guapa.

ü Tenemos un patio grande.

5. Conclusión

Como se ha visto a lo largo de la exposición de este tema, los elementos para la expresión del tiempo, el espacio y el modo son muy variados y plasman una pluralidad expresiva que muestra un matiz funcional concreto. Como hablantes sentimos cierta necesidad de concretar y orientar espacial, nocional y temporalmente a todo aquel que nos escucha a través de una serie de estructuras dadas y de formas lingüísticas que indican conceptos como tiempo, espacio y modo en todo acto comunicativo.

En ese sentido, todo este compendio podría definirse como la construcción de un sistema de referentes y referencias que permiten situarnos a unos en relación con otros y viceversa. Además, a través del uso de estas categorías podemos referirnos a cosas, acontecimientos u objetos cuya naturaleza temporal y espacial no puede ser determinada más que desde dentro del discurso que las contiene.

Así pues, por ejemplo, aquí y allá – lo lejano y lo cercano – queda concretado mediante las imágenes de percepción y el conocimiento de las circunstancias en las que se realiza una acción en relación con el espacio, la continuidad temporal o el modo en que se lleva a cabo lo expresado.

6. Conclusión

ALARCOS LLORACH, Emilio. (1994) Gramática de la lengua española. Espasa-Calpe: Madrid.

ALCINA FRANCH, JUAN y JOSÉ M. BLECUA. (1979) Gramática Española. Ed. Ariel: Madrid.

BOSQUE Y DEMONTE. (1999) Gramática descriptiva de la lengua española. Espasa-Calpe: Madrid.

MARCOS MARIN, F. (1980): Curso de Gramática Española. Cincel-Kapelus: Madrid.

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