INTRODUCCIÓN
I. TÉCNICAS BÁSICAS DE CONFECCIÓN.
1. Definición del producto.
2. Previsión de recursos.
3. Proceso de fabricación: confección artesanal.
3.1. Obtención de patrones.
3.2. Trazado de patrones.
3.3. Cortado de piezas.
3.4. Hilvanado.
3.5. Sobrehilado.
3.6. Pespunte.
3.7. Cosido de dobladillos.
3.8. Colocación de los sistemas de abrochado.
3.9. Planchado.
4. Proceso de comercialización.
II. ÚTILES Y HERRAMIENTAS CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJO CON MATERIALES TÉXTILES.
1. Útiles de diseño.
2. Útiles para medir y trazar. Útiles para marcado de patrones.
3. Útiles para corte. Mesas de corte y sus complementos.
4. Herramientas de confección.
5. Herramientas de planchado.
6. Útiles complementarios.
CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN:
Desde los tiempos primitivos, la segunda necesidad básica después de la alimentación, ha sido el vestido. La humanidad probablemente empezó a llevar ropas hace más de 100.000 años. En el final del antiguo paleolítico (hace 25.000 años) la aguja fue inventada, posibilitando el coser pieles para formar ropas, comenzándose a fabricar hilos a partir de vegetales y tendones de animales.
La necesidad de tejidos ha favorecido a lo largo de la historia el intercambio cultural y económico. Como ejemplo más representativo de ello tenemos la Ruta de la Seda.
El momento cumbre en el cambio de modelo artesanal a semi-industrial llegó con la invención de la primera maquina de coser (realizada por Elías Howe- patentada en
1846- y las posteriores mejoras de Isaac Merritt Singer -que realizó la patente en 1851 pero perdió la batalla legal ante E. Howe, a pesar de que su modelo fue el que finalmente triunfó- tales como la introducción de un mecanismo accionado con los pies para mover el conjunto de maquina-tejido) ya que anteriormente a este momento, toda la costura se realizaba forzosamente a mano y las prendas se realizaban individualmente.
Sin embargo, la velocidad de la máquina de coser, que en 1900 alcanzaba varios miles de puntadas por minuto, hizo necesario acelerar el corte de patrones y otros procesos, preparando así el camino para el rápido crecimiento de la industria de la ropa confeccionada, siendo Gran Bretaña primero y después EEUU los centros mundiales de la industria y desarrollo de la confección.
El trabajo en las fábricas se organizó con una compleja subdivisión del trabajo instaurando el principio de cadena de montaje (desarrollado por Henry Ford en 1913): una prenda podía pasar por 50 manos distintas y diversa maquinaria hasta ser confeccionada totalmente.
Debido a los avances y perfeccionamiento de la maquinaria de esta industria se paso de la situación de 1900 en la que todo caballero o dama de alta o media clase tenían su sastre y costurera, a la de 1920 en la que la mayoría del mundo occidental industrializado compraba ropa confeccionada.
I. TÉCNICAS BÁSICAS DE CONFECCIÓN.
Los procesos de confección pueden ser artesanales o industriales:
– Los procesos artesanales son realizados por los modistas o los sastres. En ellos los patrones se obtienen a partir de las medidas de la persona que va a utilizar la prenda. Son vestidos únicos y personalizados. Se confeccionan de forma manual o empleando pequeñas máquinas y tienen un precio elevado.
– Los procesos industriales se realizan en talleres de confección, partiendo de patrones normalizados en los que las medidas de cada prenda vienen determinadas por las tallas. En estos grandes talleres se emplean máquinas especializadas para cada una de las operaciones y las prendas obtenidas resultan más baratas.
En cualquier tipo de industria el proceso seguido para la fabricación de un objeto es prácticamente el mismo y consta de las siguientes tareas:
– Definición del producto.
– Previsión de recursos.
– Proceso de fabricación del objeto.
– Proceso de comercialización.
1. Definición del producto.
Antes de fabricar un producto es necesario determinar qué necesidad pretende resolver y de qué forma lo hace. La respuesta a estas dos preguntas nos dará un enfoque para el proceso de confección, en este primer paso quedará reflejado: objetivo del producto, forma y materiales de confección.
2. Previsión de recursos.
Una vez definido el producto, se debe realizar un estudio para analizar la viabilidad del proyecto. La previsión de recursos comprende la determinación de los recursos materiales, humanos y técnicos necesarios y la planificación y documentación del trabajo.
3. Proceso de fabricación: confección artesanal.
Las principales operaciones en la confección de un vestido son: la obtención de patrones, el trazado de patrones, el cortado de las distintas piezas, el hilvanado, el sobrehilado, el pespunte, el cosido de dobladillos, la colocación de los sistemas de abrochado y el planchado.
3.1. Obtención de patrones.
Para obtener el patrón comenzaremos por tomar las medidas de la persona que después utilizará el modelo. Las medidas tomadas se dividen en:
– Verticales: que se anotan y dibujan tal como son en la realidad.
– Horizontales: que se dividen a la mitad o más partes, ya que el patrón es simétrico en estas medidas.
Las medidas se anotan como se indica.
Cuello |
Sexta parte |
Talle de espalda |
Medida real |
Caída |
Medida real |
Sisa |
Medida real |
Ancho de espalda |
Mitad |
Talle delantero |
Medida real |
Alto de pecho |
Medida real |
Separación de pecho |
Mitad |
Contorno de pecho |
Cuarta parte |
Contorno de cintura |
Cuarta parte |
Contorno de cadera |
Cuarta parte |
Largo de cadera |
Medida real |
Largo de falda |
Medida real |
3.2. Trazado de patrones.
Una vez obtenidas las medidas, se procede al trazado de los patrones. Para ello se tiene en cuenta que casi todas las prendas son simétricas, es decir, al doblar la tela por su eje central coincide su lado derecho y su lado izquierdo. Así, sólo se dibuja la mitad de cada pieza y al aplicar el patrón sobre la tela doblada se obtiene la pieza entera.
Los patrones se distribuyen sobre el tejido buscando el máximo provecho de éste. Si se trata de telas estampadas se procurará que el dibujo que forma la tela quede en la misma posición en las diferentes piezas. A continuación se marcan los patrones sobre la tela utilizando la tiza de sastre. En la industria, además, se numeran las piezas para facilitar su ensamblaje posterior.
3.3. Cortado de piezas.
Una vez trazadas las piezas, se cortan con las tijeras. En las grandes industrias se cortan con tijeras eléctricas o con máquinas de corte industrial, que son capaces de cortar gran cantidad de piezas a la vez.
Al cortar las distintas piezas se ha de dejar un trozo de tela alrededor de las marcas para poder coserlas sin problemas y poder rectificar las medidas en caso necesario.
Todas la piezas de tela pueden ser cortadas en tres sentidos:
– Al hilo. Es la dirección de la urdimbre y coincide con la longitud de la pieza de la tela.
– Al contrahilo. Es la dirección de la trama y coincide con la anchura de la tela.
– Al bies. Es la tela cortada en diagonal. Las piezas cortadas en esta dirección ceden.
3.4. Hilvanado.
Una vez cortadas las piezas, se sujetan con algunos alfileres y se unen con un
hilván. Después de hilvanadas las piezas se retiran los alfileres.
El hilván es una costura de puntos largos con el que se unen las prendas provisionalmente para poder probarlas. Los hilvanes también se emplean para hacer marcas en las telas que se van a coser. Esta operación suele realizarse a mano.
3.5. Sobrehilado.
El sobrehilado es el remate del borde de la tela para evitar que se deshile. Las puntadas se dan en diagonal, espaciadas uniformemente sobre los bordes recortados. También puede retratarse el borde utilizando un cestón abierto.
Esta operación puede realizarse a mano o con la máquina de coser. En la industria se emplean máquinas remachadoras.
3.6. Pespunte.
El pespunte es una costura con puntadas unidas que se realiza metiendo la hebra por el mismo sitio por el que salió en la puntada anterior. Se realiza cuando se ha probado la prenda y se han rectificado los errores, ya que es una unión definitiva. El pespunte puede realizarse manualmente, pero normalmente se realiza con la máquina de coser.
3.7. Cosido de dobladillos.
Los dobladillos se realizan en los bajos de las prendas para que los bordes queden rectos y bien terminados. Hay varios tipos de puntos para coser dobladillo, pero siempre que se realizan hay que cuidar que se vean lo menos posible. Este tipo de cosido puede realizarse a mano y a máquina.
3.8. Colocación de los sistemas de abrochado.
Todas las prendas de vestir llevan cierres para evitar que se abran o se caigan. Hay una gran cantidad de tipos de cierre; como botones y ojales; corchetes; lazos; cremalleras; cintas adherentes; cordones; etc., que utilizaremos en función del tipo de prenda o de las preferencias personales. La colocación de cierres puede hacerse a mano y a máquina. En las fábricas esta operación se realiza con máquinas especializadas.
3.9. Planchado.
El planchado es una operación que se realiza con la plancha caliente para estirar las prendas y darles brillo. Cuando se realiza una prenda de vestir se suele planchar varias veces: la primera vez se realiza sobre la tela antes de cortarla. La segunda suele realizarse sobre las costuras para estirarlas y sentarlas y finalmente se plancha la prenda ya terminada para darle el acabado definitivo.
4. Proceso de comercialización.
Una vez convertidas las material primas en productos terminados hay que desarrollar un proceso de comercialización que ponga el producto acabado a disposición del consumidor en el momento y lugar en que éste lo desee.
II. ÚTILES Y HERRAMIENTAS CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJO CON MATERIALES TEXTILES.
1. Útiles de diseño.
– CAD/CAM
– Software de diseño de patronaje.
2. Útiles para medir y trazar. Útiles para marcado de patrones.
– Regla.
– Escuadra.
– Cinta métrica.
– Aparato de cortar patrones.
– Aparato de perforar marcadas.
– Compás de puntas.
– Aparato tex-o-graph: aparato destinado al estudio científico de las marcadas, que ahorra a los confeccionistas los desperdicios del corte. Se compone, entre otras, de las siguientes unidades:
– Pantógrafo.
– Cortador.
– Máquina fotográfica.
Útiles para marcado de patrones.
– Alicates para hacer piquetas.
– Sacabocados de cilindro.
– Carboncillo.
– Trazadora de inyección.
3. Útiles para corte. Mesas de corte y sus complementos.
– Tijeras.
– Cúter.
– Cortadora vertical.
– Cortadora horizontal.
– Mesa cortadora automática.
Mesas de corte y sus complementos.
– Mesas de extendido manual. Características:
– Pinzas.
– Pesos.
– Escuadra.
– Regla.
– Jaboncillo de marcar.
– Soporte de piezas de tejido.
– Barras para mantener los extremos del colchón.
4. Herramientas de confección.
Existe gran variedad de maquinaria acoplada a cada una de las funciones a realizar, como:
– Hilvanadotas.
– Punteadotas.
– Cosedoras lineales de diferentes funciones.
– Ojaladoras.
– Cosedoras de cuellos.
– Cosedoras de mangas.
– Máquina jeans.
5. Herramientas de planchado.
El planchado puede ser manual o mecánico. En ambos casos se persigue la eliminación de arrugas a la vez que dar a la superficie del tejido un alisado uniforme y vistoso.
Según el tipo de materia a planchar existen dos sistemas de planchado: en seco y en húmedo o con vapor.
En el planchado en seco (materias tipo algodón) se mantiene el contacto directo con la prenda, no tienen agujeros para el paso de vapor.
En el planchado en húmedo o vapor se utiliza vapor a presión de 3 a 4 atm y 95-110ºC, con lo que garantizamos el no deterioro de la fibra.
6. Útiles complementarios.
– Tijeras.
– Alfileres.
– Agujas.
– Papel.
– Lápiz.
– Dedal.
– Lupa.
– Perchas.
CONCLUSIÓN:
La industria textil en España y en Europa atraviesa momentos difíciles debido a la liberalización del comercio de productos textiles, esto ha ocasionado uno de sus problemas más graves: la pérdida de competitividad. La eliminación desde el 1 de enero del 2005 de las cuotas a la importación de textiles ha sido la causa directa de los grandes incrementos en la entrada de textiles chinos en Europa y en España. Durante años estas cuotas fueron un instrumento de protección de Occidente frente a los países en vías de desarrollo y en este caso frente a China la 1ª potencia mundial en la producción textil.
Una de las consecuencias de ese aumento de las exportaciones chinas ha sido la crisis textil en el área de Magreb, sin olvidar otros países como Tailandia, Egipto o Bangladesh. Son especialmente graves las consecuencias en las exportaciones marroquíes que han caído en los primeros meses del año 2005 algo más del 22%. El sector textil, en parte por el impulso de los contratos con multinacionales francesas, españolas y británicas, proporciona en Marruecos 250.000 empleos, que se elevan a 700.000 si se contabiliza el empleo sumergido o irregular. Representa el 40% del empleo industrial y el 35% de las divisas por exportaciones.
En Túnez, el textil da empleo a más de 300.000 mujeres y representa el 45% de las ventas al extranjero de ese país.
La deslocalización del textil español hacia países del Magreb, que se intensificó en la última década, comienza a dudarse que sea la solución. Las grandes marcas y centros de distribución siguen pensando que es bueno diversificar las importaciones.
La eliminación de las cuotas de importación no es algo improvisado ni una acción imprevista ya que fue acordada 10 años atrás, en 1995. Según declaraciones del responsable de la política exterior Solana: “la abertura de mercados en el 2005, de conocía desde hace 10 años, se dio una etapa de adaptación. Unos países se prepararon mejor y otros peor, pero era algo que se sabía”.
Las empresas que no fabrican marca propia han sido las más perjudicadas ya que son incapaces de competir con China.
En estos momentos las empresas textiles españolas tendrán que adaptarse a la entrada masiva de mercancía textil procedente de China como principal productor, renovando sus procesos productivos, respondiendo a las exigencias de la demanda y apostando por el sector exterior aportando diseño, calidad y creatividad. El sector textil español es, todavía, un sector con poca exportación.
Aunque puede parecer una contradicción, también China puede ser un buen cliente de la confección textil española. Las prendas que produce China son hoy de baja calidad y ofrece 130 millones de clientes potenciales que buscan calidad y diseño, una cifra que representa a la nueva clase económica con capacidad de consumo y que es tan sólo el 10% de la población total china.
BIBLIOGRAFÍA:
– CORTE Y CONFECCIÓN 1. Ediciones CEAC.
– Fidalgo Sánchez, José Antonio; “TECNOLOGÍA INDUSTRIAL 1” Ed. Everest, 2002.
– Ciclos formativos: textil, confección y piel, MEC 1993
– Temario Tecnología Vol. II.. Ed. MAD
– “La liberalización del comercio de productos textiles. Ante el desafío del cambio” Discurso de Pascal Lamy. Seminario Grupo SPE. Parlamento Europeo.
– “Reflexiones ante la “invasión” de textiles chinos en España”. Pablo Rovetta.