1. INTRODUCCIÓN
2. NORMAS DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TALLER
3. CRITERIOS DE ACTUACIÓN EN CASO DE ACCIDENTE
4. PRIMEROS AUXILIOS EN CASO DE ACCIDENTE
4.1. Primer contacto con la víctima
4.2. Estado de muerte aparente y/o mantenimiento de las funciones vitales
4.3. Consideraciones sobre transporte de accidentados
4.4. Traumatismos y heridas
4.5. Hemorragias
4.6. Quemaduras
4.7. Lesiones oculares
4.8. Envenenamiento o intoxicaciones
1. INTRODUCCIÓN
La salud la podemos definir como: equilibrio y bienestar físico, mental y social.
Los factores agresivos para la salud pueden ser:
Factores mecánicos que originan accidentes de trabajo
Factores físicos que originan enfermedades por agentes físicos
Factores químicos que originan enfermedades por agentes químicos
Factores biológicos que originan enfermedades por agentes vivos
Tensiones psicológicas
Tensiones sociales estas dos últimas causantes de fatiga, estrés,
insatisfacción y otras incidencias sobre otras enfermedades psicológicas
La eficacia y seguridad en las operaciones industriales mejoran notablemente con una planificación cuidadosa del emplazamiento, diseño e instalación del taller, ya que se evitan accidentes y enfermedades profesionales.
Los trabajos en los talleres emplean técnicas, equipos y productos que intrinsecamente representan un riesgo para la seguridad de quienes los utilizan, que en ocasiones llegan al accidente, en estos casos también es necesario saber qué hacer, es lo que se denomina primeros auxilios, no hay que olvidar que de la atención que reciba un herido en esos momentos puede depender su vida y su situación física futura.
2. NORMAS DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TALLER
Los daños que se pueden sufrir por el hecho de trabajar:
Accidentes de trabajo
Enfermedades profesionales (patologías, ambas, especificas del trabajo)
Fatiga
Envejecimiento y desgaste prematuro
Insatisfacción
La seguridad en el trabajo es el resultado de una actividad que tiende a prevenir los accidentes y las enfermedades profesionales.
– Los hechos imprevistos cuyos resultados inmediatos, de acción mecánica o traumática son llamados accidentes laborales.
– Los hechos, en algunos casos previsibles, si bien no pueden ser evitables, que deterioran o afectan gradual y lentamente a la salud del trabajador por el hecho de estar expuesto a las condiciones en las que se desarrolla su trabajo, son las llamadas enfermedades profesionales.
Se amplia el concepto de accidentes de trabajo, que son definidos como toda lesión corporal que sufre el trabajador con ocasión o a consecuencia del trabajo. Además de las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y en el lugar de trabajo, la Ley de la Seguridad Social considera también accidentes laborales situaciones como: Las sufridas con ocasión o a consecuencia del desempeño de cargos electivos sindicales, las sufridas al ir o volver del trabajo “in itinere”, o las sufridas al realizar una tarea ordenada por un superior, las ocurridas en actos de salvamento relacionados con el trabajo, las enfermedades padecidos con anterioridad pero agravados por el trabajo actual, o por una lesión producida en el actual trabajo.
Existen los incidentes: es el suceso que NO ha producido daños a las personas, es decir, puede potencialmente producir un daño, interesa conocer también su estadística.
La definición técnica de enfermedad profesional: Es aquel deterioro lento y paulatino de la salud del trabajador, producido por una exposición crónica a situaciones adversas, sean éstas producidas por el ambiente en que se desarrolla el trabajo o por la forma en que éste está organizado. El cuadro de enfermedades profesionales está publicado en el R.D. 1995/1978 de 12 de mayo, modificado por el R.D. 2821/1981 de 27 de noviembre.
Para distinguir entre accidente y enfermedad profesional diremos:
Intoxicación… aguda… DOSIS x tiempo….. accidente
Intoxicación… crónica… dosis x TIEMPO… enfermedad profesional
En el accidente la dosis es lo importante, y en la enfermedad es el tiempo.
Los factores responsables de que se produzca una enfermedad profesional son:
– Concentración del agente contaminante en el ambiente (valores máximos tolerados)
– El tiempo de exposición (límites referidos a jornada normal y a vida laboral)
– Características laborales de cada individuo(reconocimientos médicos)
– Relatividad de la salud (evitar los efectos negativos y potenciar los positivos)
– La presencia de varios contaminantes al mismo tiempo (sinergismo)
Las técnicas de lucha contra los riesgos profesionales son:
Preventivas Medicina Preventiva (Riesgos personales)
Higiene Industrial (Enfermedades profesionales)
Seguridad en el Trabajo (Prevención Accidentes laborales)
Medicina del Trabajo
Ergonomía y Psicosociología Aplicada.
Asistenciales (asistirlo una vez producido el daño)
Rehabilitadoras (técnicas para ejercitarse, después de un accidente)
Recuperadoras (labores de recuperación para el trabajo)
Además de estos daños prioritarios, la salud de los trabajadores puede verse afectada como consecuencia de la carga del trabajo y de los factores psicosociales y organizativos generando fatiga, estrés, insatisfacción y envejecimiento prematuros. Veamos los que nos quedan:
La fatiga: Es el desgaste producido a consecuencia de una carga de trabajo inadecuada sin ser compensada con el descanso. La carga de trabajo está determinada por el conjunto de exigencias físicas (esfuerzo muscular, posturas de trabajo, manipulación de cargas) y mentales (cantidad de información, complejidad) de la tarea en relación con la capacidad de la persona que la realiza.
El estrés: Se manifiesta cuando el esfuerzo de adaptación a las exigencias del entorno donde se desarrolla la actividad es excesivo manifestándose diversos síntomas (ansiedad, depresión, agresividad, frustración…)
El envejecimiento prematuro: Es un proceso regresivo de la persona que se inicia por una fatiga crónica.
La insatisfacción: No es estrictamente una enfermedad. Es la sensación de falta de gratificación que siente la persona con respecto a sus funciones y entorno de trabajo. Si se mantiene durante largos períodos de tiempo, incide en la salud psíquica de los trabajadores y en su rendimiento.
Las que en este momento nos interesan son:
La Higiene Industrial: Es el conjunto de técnicas que se ocupan de identificar, medir y evaluar los peligros o agentes de riesgo, que puedan existir en el medio ambiente, así como de tomar medidas correctoras necesarias. Su objeto es prevenir las enfermedades profesionales.
La Seguridad en el Trabajo: Es el conjunto de técnicas y procedimientos que tienen por objeto eliminar o disminuir el riesgo de que se produzcan los accidentes de trabajo.
La Medicina del Trabajo: Es la técnica preventiva que se ocupa de promocionar la salud en el trabajo colaborando con las demás disciplinas, y encargándose de la curación de las enfermedades y de la rehabilitación.
La Ergonomía y la Psicosociología aplicada: La ergonomía se encarga de adaptar el trabajo a las personas, para que el sistema resulte seguro, eficiente y confortable. Previene la fatiga física y mental y los trastornos musculoesqueléticos. La Psicosociología aplicada se ocupa de prevenir el riesgo de insatisfacción laboral y el estrés psicosocial.
Los contaminantes que afectan a la higiene industrial son:
– A) Físicos (energía) Ruido, vibraciones, calor, frío, radiaciones, electricidad etc.
–
– C) Biológicos (seres vivos) Bacterias, virus, etc.
Se han visto en el tema 18, por lo que no es necesario verlos aquí. De igual forma en los temas anteriores se ha visto, el diseño, las instalaciones y las instalaciones para servicios de personal.
El botiquín debe contener de forma imprescindible:
– Antisépticos (contra infecciones): agua oxigenada, mercuro-cromo, jabón ácido germicida y alcohol etílico.
– Gasas estériles.
– Vendas.
– Esparadrapo.
De forma opcional:
– Cinta elástica (goma) para torniquetes en caso de hemorragias.
– Tablillas para inmovilización en caso de fracturas.
– Camilla plegable para el traslado de accidentados.
Legalmente, los botiquines, deben contener otros productos, (jeringuillas, vasodilatadores, etc.) pero es preferible el no usarlos, por personal poco o nada cualificado y en momentos de agobio y prisas, a fin de no acarrear consecuencias irreparables.
3. CRITERIOS DE ACTUACIÓN EN CASO DE ACCIDENTE
Al producirse un accidente, se debe actuar con rapidez, pero con serenidad, los primeros auxilios que se puedan dar a los heridos pueden ser importantisimos, el saber lo que hay o no hay que hacer supone tiempo que a veces se necesita para evitar una muerte o un mayor desastre económico.
El accidente ha debido ser previsto y tener una serie de respuestas como son:
– Conocer a que servicio médico u hospital, se evacuarán los heridos.
– Tener a mano(cerca del teléfono) los números del médico y la ambulancia.
– Percatarse de entre los heridos, los que necesitan ayuda rápida: hemorragias, asfixia y envenenamiento.
– Evitar la propagación del siniestro, por medio de cortes de energía eléctrica, extintores de incendios y material de salvamento.
– Retirar a los lesionados y heridos de la zona de influencia y abrigarlos.
– Hay que manejar al herido con precaución, siendo importante el tranquilizarlo y animarlo.
– Hay que retirarle cualquier prenda que pueda oprimirle o taparle una herida.
– No se le debe administrar bebida si está inconsciente.
– A veces es mejor requerir al médico, que tratar de transportar al herido.
Los primeros auxilios son simples y sencillos pero requieren cierto conocimiento previo y su misión es asistir al paciente para que se encuentre en las mejores circunstancias y condiciones posibles cuando un médico le atienda, por tanto, buscar una adecuada asistencia médica lo más pronto posible, debe ser la primera meta.
Así, si se pretende ayudar a un herido, hay que tener en cuenta que es preciso:
– No producir ninguna clase de daños a quien se intenta socorrer.
– Limitarse a prestar las medidas más urgentes, necesarias e imprescindibles no perdiendo de vista el triple objetivo de los primeros auxilios:
- Mantener al paciente con vida
- Aliviar en lo posible el dolor o malestar
- Evitar que empeore
– Intentar conocer o sospechar el posible mal de que se trata para poder tomar medidas en consecuencia
– Conseguir, cuanto antes, un médico o un hospital.
4. PRIMEROS AUXILIOS EN CASO DE ACCIDENTE
Se entiende por primeros auxilios el tratamiento inmediato y provisional que se presta en caso de accidente o enfermedad repentina, antes de poder disponer de los servicios de un médico. Esta primera asistencia debe tener dos objetivos importantes:
- Mantener la vida en las mejores condiciones.
- Prevenir las complicaciones que pueden producirse por unos primeros auxilios inadecuados.
Además de la primera asistencia, debemos incluir en el concepto de primeros auxilios el traslado del accidentado al centro sanitario más próximo.
4.1. Primer contacto con la víctima
La primera condición es no mover al accidentado hasta conocer las lesiones que presenta; solo si hay riesgo de mayores daños se le retirará del lugar del accidente, evitando eso sí, los movimientos bruscos. La primera acción a realizar es una evaluación del estado de la víctima. Para ello, debe recoger la información que pueda proporcionar la propia víctima, si es posible, los testigos y, por último, la que se obtenga del estudio sistemático del accidentado.
La segunda condición es no pensar que las lesiones más evidentes son las únicas existentes.
Dentro del estudio sistemático, lo primero es diagnosticar y corregir los problemas de importancia vital. Las funciones vitales del sujeto son:
Función vital
|
Comprobaciones |
Signos |
Consciencia |
Valorar estado de consciencia |
Respuesta a estímulos (habla, sensibilidad). |
Respiración |
Permeabilidad vías aéreas Función respiratoria |
Vías aéreas libres (puede hablar o está consciente) Movilidad tórax, sentir salida de aire |
Circulación sanguínea |
Valoración de la circulación Hemorragias severas |
Late el corazón Salida al exterior de la sangre |
4.2. Estado de muerte aparente y/o mantenimiento de las funciones vitales.
El estado de muerte aparente es aquél en que han desaparecido todas las funciones de la vida de relación y los de la vida vegetativa (respiración, circulación reflejos nerviosos, etc.) se encuentran gravemente comprometidos.
La causa más frecuente de muerte aparente es la asfixia, o sea la perdida del conocimiento producida cuando el oxigeno necesario para la vida no puede llegar a las células (supresión de la función respiratoria).
Otros estados de muerte aparente son debidos a la perdida de conocimiento producidos por fallos en el sistema nervioso o en el circulatorio que vamos a describir primeramente englobados en:
a) El enfermo parece muerto. Su respiración es muy superficial, está muy pálido, apenas de le nota el pulso, está cubierto de un sudor frío. Estas circunstancias se dan en:
La lipotimia
El síncope
El colapso (angina de pecho e infarto de miocardio)
b) El enfermo parece dormido. , incluso al respirar suele producir ronquidos. Comprende este grupo al estado denominado coma.(embolia, trombosis o hemorragia cerebral)
c) El enfermo tiene convulsiones. Se debe pensar en un ataque de epilepsia o en histerismo.
En los casos vistos hasta aquí, debemos colocar al paciente echado, boca arriba, con la cabeza algo ladeada y declive, es decir algo más baja que los pies, si es posible, si se puede sospechar que pueda ser algo más importante, sin perdida de tiempo se trasladará al centro médico.
d) El enfermo tiene asfixia. Las causas que producen la asfixia son muy variadas, y la sintomatología varía según la etiología. No es necesario una privación total del oxigeno sino que por debajo de los 13% de oxigeno en el aíre comienzan a notarse efectos de falta de oxigeno. Puede producirse también asfixia por gases, gases que al ser respirados bloquean el transporte de oxigeno a las células (CO) y por obstrucción de las vías respiratorias, o por fallos nerviosos que bloquean los movimientos respiratorios o los circulatorios.
O por obstrucción mecánica de las vías respiratorias (Cuerpos extraños, ahogados por sumersión, sepultamiento, estrangulación, etc.) En estos casos se anulará la causa obstructiva si es posible y se procederá rápidamente a la reanimación.
Si la asfixia es por gases, que bloquean el transporte de oxigeno por la sangre; pueden ser gases inertes o gases irritantes, Generalmente es el monóxido de carbono (CO), el tratamiento debe ser rápido, apartando al intoxicado de la fuente de gas, haciéndole la respiración artificial y de vez en cuando oxígeno hiperbárico., cuando se trata de gases irritantes, se debe trasladar al hospital, ya que pueden llegar a presentar el edema pulmonar al cabo de un tiempo, se trata con reposo y oxígeno.
Se pueden dar asfixias por paro cardio-respiratorio, debido al paro de los músculos respiratorios o por parálisis cardiaca, caso de los accidentes eléctricos o de los ahogados blancos, sin tragar agua, para su restablecimiento es necesario una reanimación rápidisima.
La asfixia sea de la clase que sea, presupone una rápida intervención, ya que es la forma de salvar la vida, después los médicos procurarán que la reanimación obtenida sea duradera.
Veamos como se lleva a cabo una reanimación y una respiración artificial:
– En primer lugar se debe hacer una hiperextensión de la cabeza hacia detrás, para dejar las vías respiratorias libres, frecuentemente, con esta simple maniobra, se inicia espontaneamente la respiración, de lo contrario se sigue.
– Colocar a la víctima en posición de decúbito supino (boca arriba), con los brazos estirados; la superficie sobre la que esté tumbado el paciente ha de ser dura, pues si fuera blanda el masaje cardiaco externo perdería su eficacia.
– El auxiliador se colocará arrodillado, a la altura de los hombros de la víctima, mirando a ésta. Pasará una mano por el cuello de la víctima y la otra mano en la frente de la víctima, levantando el cuello de la víctima y presionando sobre la frente se produce la hiperextensión del cuello y una separación de la base de la lengua de la pared posterior de la faringe, de esta forma cesa la obstrucción anatómica
– .Si se sospecha una lesión de la columna cervical, no se realizará esta maniobra.
– Liberación de la vía aérea de cuerpos extraños: se introduce en la boca de la víctima el dedo índice en forma de gancho, procediendo a la extracción de cualquier cuerpo extraño que pueda detectarse.
– Comprobar la existencia de respiración espontánea: el auxiliador acercará su oreja a la nariz del enfermo, a fin de oír la salida de aire, al tiempo que mira al pecho de la víctima, para observar los movimientos del mismo causados por la respiración. Si la víctima mantiene respiración espontánea, se procede a colocarla en posición lateral de seguridad.
– Si el accidentado no respira, se comienza la ventilación artificial mediante la
técnica del boca a boca.
La respiración boca a boca: El auxiliador colocará una mano en la parte posterior del cuello de la víctima, mientras que con el pulgar e índice de la otra mano pinzará la nariz de la víctima; esta mano presionará asimismo sobre la frente con objeto de mantener la cabeza siempre en hiperextensión.
El auxiliador debe entonces, abrir bien su boca, tomar una inspiración profunda, aplicar firmemente su boca a la de la víctima, y soplar vigorosamente su aliento en ella, cuidando evitar fugas de aire por la nariz o por la boca de la víctima.
Seguidamente el auxiliador separará algo su cabeza y permitirá que la víctima exhale pasivamente, observando al mismo tiempo cómo desciende el tórax. Este ciclo se repetirá una vez cada cinco segundos mientras persiste el paro respiratorio. Excepto las tres o cuatro primeras que deben ser rápidas y contundentes sin esperar a la fase de espiración entre ellas.
La respiración boca-nariz. Se realiza cuando, no se puede abrir la boca de la víctima, cuando es imposible insuflar aire por la boca, o cualquier otro caso que se prefiera este.
En esta técnica, el auxiliador mantiene la cabeza de la víctima en hiperextensión con una mano presionando sobre la frente y con la otra levantando la mandíbula inferior hacia arriba. Así los labios queden sellados. El auxiliador entonces inspira profundamente, coloca sus labios firmemente alrededor de la nariz y sopla vigorosamente hasta que nota la expansión de los pulmones de la víctima. El auxiliador separa su boca permitiendo y observando la espiración pasiva y el consiguiente descenso del pecho de la víctima.
Puede ser necesario a veces abrir la boca o separar los labios de la víctima para facilitar el escape de aire durante la espiración, ya que el paladar blando puede obstruir la nasofaringe. Este ciclo se repite cada cinco segundos.
El masaje cardiaco externo. El paciente estará siempre en posición horizontal, la elevación de las extremidades inferiores, puede promover la circulación de retorno y aumentar la circulación artificial durante el masaje cardiaco por compresión.
La compresión será necesaria y suficiente para deprimir de 3 a 5 cm la mitad inferior del esternón de un adulto. Para que la compresión sea efectiva, la víctima ha de yacer sobre una superficie firme: suelo, piso, etc. Si el paciente está en la cama, una tabla de madera, preferiblemente ancha, será colocada en la espalda. No obstante, el masaje cardiaco no debe ser diferido por la búsqueda de este soporte.
El auxiliador se coloca al lado de la víctima, coloca la parte superior de la palma de una mano sobre la línea media de la mitad inferior del esternón. Coloca entonces la otra mano sobre el dorso de la primera, pudiendo entrelazar los dedos de ambas; coloca su cuerpo con los hombros perpendiculares al esternón de la víctima , los brazos estirados, y presionando casi verticalmente sobre la mitad inferior del esternón, para deprimirlo de 3 a 5 cm. La compresión ha de ser regular uniforme e ininterrumpida. Cada compresión ha de ir seguida de relajación inmediata, y ambos momentos, de compresión y relajación, han de ser de igual duración.
Puesto que la circulación artificial siempre ha de ir acompañada de respiración artificial será preferible, siempre que sea posible, dos auxiliadores. En este caso la frecuencia de compresión será de 60 por minuto, y la de las insuflaciones 12 por minuto, es decir la relación de 5:1, sin pausas intermedias.
4.3. Consideraciones sobre transporte de accidentados
Una vez más hemos de decir que la primera intervención que reciba un traumatizado depende en gran parte el porvenir del mismo. Por tanto, una asistencia en los primeros momentos, esto es, en el punto de producción del accidente, con juicio lógico y claro y cierta habilidad, puede conducir al éxito, o sea, , salvar al herido.
No se trasladará de cualquier manera a un puesto de socorro u hospital, por próximos que estén, sin garantizar su traslado correcto.
Con relación a la recogida y transporte de accidentados hemos de distinguir tres apartados diferentes:
1º Transporte en camilla.
2º transporte por medios improvisados
3º transporte a brazo.
4.4. Traumatismos y heridas
Aquí podemos distinguir: Traumatismos: Fractura, esguinces, luxaciones y heridas: contusión de primer grado, segundo y tercero y heridas propiamente dichas que pueden ser: punzantes, incisas y contusas.
La fractura es la rotura de uno o varios huesos, generalmente por caída o sobreesfuerzo. Pueden ser cerradas o abiertas.
Esguince o torcedura se produce la rotura de uno o varios ligamentos. Suelen ser debidas a sobreesfuerzos o movimientos forzados o violencias exteriores.
La luxación es cuando existe una mayor rotura de ligamentos separándose las superficies articulares, generalmente son debidas a movimientos forzados.
Para distinguir entre ellos, si existe fractura, el miembro lesionado no se puede mover, existe un dolor al nivel de la lesión y llega a existir una deformación del miembro.
En cualquiera de los casos, seria recomendable, inmovilizar al herido (en la zona afectada) y transportarlo al centro médico. Usar para limpiar la herida y dar calmantes. Si se trata de la cabeza o la columna vertebral, es preferible, acomodar al herido y avisar al centro médico para su asistencia y traslado por personal especializado.
Las contusiónes son heridas cerradas o traumatismos cerrados, producido por el choque de instrumentos contra determinadas partes de nuestro cuerpo. Se clasifican por grados según su gravedad, la menos grave, es la de primer grado, es una herida que produce un cardenal, se alivia con aplicaciones de agua fría y alcohol; la de segundo grado es más intensa que la anterior y produce un hematoma (chichón); y la de tercer grado cuando aunque no lo parezca si se ha afectado la piel interna.
Las heridas son lesiones traumáticas en las que se interrumpe la continuidad de la piel, pueden ser debidas a muy diversas causas, las más generales son las punzantes, incisas (cortantes) y contusas (golpes).
Las heridas se clasifican según su posible repercusión, en leves o graves. Las primeras pueden curarse con el contenido del botiquín, las segundas, preferiblemente visitar al médico, y en los dos tipos, es fundamental, el lavarse y desinfectarse muy bien las manos, disponer de material estéril y realizar una primera cura, limpiando la zona y poniendo mercuro-cromo, si sangrase, es preferible agua oxigenada, no es aconsejable el poner ningún tipo de pomadas.
4.5. Hemorragias
Las hemorragias son la salida de la sangre de su camino natural, los vasos. Toda hemorragia debe cohibirse, puesto que si no, puede dar lugar a estados graves, colapsantes o anémicos, dependiendo de la intensidad o el tiempo.
Las hemorragias pueden ser externas o internas, los auxilios, deben guiarse hacia el bloqueo de la hemorragia y el traslado del herido al centro médico, teniendo interés en que la cabeza esté más baja que del resto del cuerpo y el herido esté bien abrigado.
Si la hemorragia es importante, debe recurrirse al torniquete, debe pensarse que los torniquetes son traumatizantes, y solo pueden usarse en hemorragias graves, deben avisar de la hora en la que se les puso y deben ser puestos por personas con suficiente formación.
4.6. Quemaduras
Se entiende por quemaduras, las lesiones producidas en la piel y mucosas por la acción directa de una serie de agentes (físicos, eléctricos y químicos) que justifican su gravedad y determinan la conducta a seguir.
Los agentes físicos, son todos aquellos que, por su temperatura en un momento determinado pueden entrar en contacto con la piel o las mucosas y producirles una herida e incluso destruirla. Los eléctricos: son debidos al contacto entre el cuerpo humano y un elemento eléctrico bajo tensión. Su gravedad depende del tiempo de exposición, intensidad, superficie de la piel. Etc. Los agentes químicos son substancias que independientemente de la temperatura, pueden afectar a la piel o mucosas alterándola o destruyendola.
Todas las quemaduras admiten una clasificación para su estudio y esta es:
A: Causa o agente.(físico, eléctrico, químico)
B: La intensidad de las lesiones provocadas.
De primer grado o eritema.
De segundo grado o flictemas (ampollas).
De tercer grado o necrosis
C: La gravedad.
Leves: afectan hasta un 10% de la superficie corporal.
Graves: afectan hasta un 30% de la superficie corporal.
Muy graves: afectan hasta el 50% de la superficie corporal.
Mortales: si afectan a mas del 50% de la superficie corporal.
Las quemaduras de 2 y 3 grado son heridas, su peligro es la infección, producen dolor y contra esto hay que luchar, por medio de una limpieza exhaustiva de la zona afectada, utilizar gasas asépticas, y poner gasas mojadas en alcohol y un vendaje compresivo. Se aconseja, no poner pomadas, aceites o antisépticos si necesita ser vista por un médico. Las quemaduras por frío son de la misma naturaleza que las de calor, la forma de actuar es dar pequeños baños locales con agua cada vez más caliente (sin llegar a la temperatura de 35ºC).. Las quemaduras eléctricas se tratan como las de calor.
4.7. Lesiones oculares
En la vida diaria los ojos pueden ser objeto de toda clase de agresiones: contusiones, heridas, quemaduras, cuerpos extraños, causticaciones, irritaciones, etc., pero posiblemente las más frecuentes sean las inclusiones de cuerpos extraños y las contusiones, con hematoma, de párpados y los agresivos químicos.
Los primeros auxilios para los cuerpos extraños, que pueden estar libres o enclavados, si se trata de libre, se limpia, y se procura sacar el objeto extraño, con una gasa estéril (la punta). Si el cuerpo está enclavado, siempre será preferible llevarlo a un especialista. Si de lo que se trata es de causticación traumatismo etc. el lavado o la ducha de agua abundante es el mayor alivio.
4.8. Envenenamiento o intoxicaciones
Se entiende por intoxicación la penetración en el organismo de una sustancia externa capaz de provocarle alteraciones estructurales. Esta definición es incompleta pues no incluye las intoxicaciones debidas al mal funcionamiento de algún órgano (riñón, hígado).
El tratamiento de urgencia de una intoxicación por ingestión, es evacuar, el tóxico ingerido o neutralizarlo con un antídoto.
Ante la ingestión de ácidos y cáusticos, se administrará un vaso de agua en primer lugar como diluyente; seguidamente se neutralizaran los posibles restos de estas sustancias.
– Si son ácidos con agua bicarbonatada.
– Si son cáusticos, agua con zumo de limón o vinagre.
– En general y para ambos casos, se puede administrar leche con albúmina.
Una vez neutralizado puede proceder a provocar el vómito. Para ello existen varias formas: tocando la “campanilla” con los dedos, o haciendo ingerir al intoxicado un vaso de agua caliente o café negro en el que se han disuelto 3 cucharaditas de sal o agua jabonosa al 2%. Como regla general, el intoxicado suele colapsarse y desmayarse, en tanto el traslado a un centro médico, debe tenérsele acostado, bien abrigado y vigilado para colocarle su cabeza vuelta a un lado si pierde el conocimiento y continua vomitando.
Si la intoxicación es por inhalación lo fundamental es extraer a la víctima del foco de contaminación, que generalmente yace en el suelo sin conocimiento, y hacerle respirar aire puro del exterior, pero esta operación no debe realizarse sin tomar antes una serie de precauciones, sin las cuales, es muy posible que el auxiliador sufra igualmente las emanaciones del gas.
Es recomendado el tener en los lugares de trabajo la relación de productos tóxicos con los que se trabaja, así como sus antídotos más directos y reseñas bibliográficas de cada uno de ellos.