Lecturas seleccionadas para completar o adaptar el tema:
1. Los modelos pedagógicos de la educación infantil desde una perspectiva histórica.
2. Las teorías psicológicas del aprendizaje. Sus implicaciones pedagógicas.
LECTURAS RECOMENDADAS |
Los modelos pedagógicos de la educación infantil desde una perspectiva histórica |
Los modelos pedagógicos. Su relación con el currículo.
El problema fundamental de la educación es responder al interrogante de qué tipo de hombre y de sociedad se pretende formar.
Ello supone que en el devenir histórico de la humanidad todas las teorías pedagógicas han tenido que dar respuesta a este planteamiento, por lo que se puede afirmar que no existen pedagogías neutras, ya que la labor educativa presupone necesariamente una concepción del hombre y de la sociedad.
Toda concepción, a su vez, exige abordar y comprender al ser humano en toda sus dimensiones, sin embargo cada teoría lo ha abordado teniendo en cuenta alguno o algunos de los aspectos, pero aún así, en la forma de hacerlo, subyace una postura sobre el hombre como individuo y como ser social y cultural.
A partir de estas dimensiones, psicológica, social y antropológica, se elaboran las teorías pedagógicas.
Por ello, sin una teoría psicológica que explique el aprendizaje, la formación de intereses y la personalidad; sin una teoría que aborde al individuo como ser social y que explique sus relaciones con la sociedad; y sin una teoría antropológica que perciba al hombre como un ser cultural, no es posible elaborar una teoría pedagógica.
De esta forma las teorías pedagógicas, de acuerdo a las diferentes concepciones del ser humano y del tipo de hombre y de sociedad que se quiere formar, le asignan a la educación distintas funciones.
Por lo tanto, para que una teoría se convierta en un modelo pedagógico tiene que responder a las siguientes preguntas: ¿Para qué?, ¿Cuándo? y ¿Por qué?
Un modelo pedagógico, por tanto, debe tomar una posición determinada ante el currículo que incluye delimitar en sus aspectos más esenciales: los propósitos, los contenidos y sus secuencias y brindar las herramientas necesarias para que estos puedan ser llevados a la práctica.
De ahí que los modelos pedagógicos aborden la reflexión sobre los propósitos, los contenidos y las secuencias; en tanto que la metodología, los recursos y la evaluación se derivan, en sus aspectos fundamentales, de los primeros.
Evidentemente los modelos pedagógicos resuelven las mismas interrogantes que los currículos, solo que a un mayor nivel de generalidad y abstracción, por
lo que en los mismos se establecen los lineamientos sobre cuya base se derivan posteriormente los propósitos y los objetivos.
Un aspecto importante que aborda todo modelo pedagógico es la relación entre el educador, el saber y el educando para establecer sus principales características y niveles de jerarquización. También debe delimitar la función de los recursos didácticos que se requieren para llevar a cabo su implementación.
Principales tendencias pedagógicas
Según J. De Zubiría estas reflexiones nos permiten definir tres grandes grupos de modelos pedagógicos de acuerdo a su propósito fundamental:
Ø Los modelos tradicionales, que se proponen lograr el aprendizaje mediante la transmisión de información.
Ø Los modelos activos o de la escuela nueva, que ponen el énfasis del aprendizaje en la acción, la manipulación y el contacto directo con los objetos.
Ø Los modelos actuales que proponen el desarrollo del pensamiento y la creatividad como finalidad de la educación, transformando con ello los contenidos, la secuencia y los métodos pedagógicos vigentes.
Los modelos pedagógicos en la educación infantil.
El propósito de este tema es hacer un breve recuento de cómo la pedagogía infantil se fue estructurando a través del tiempo con el aporte de muchos.
Uno de nuestros objetivos es poner de manifiesto la riqueza, flexibilidad y heterogeneidad que caracterizan los modelos pedagógicos en la educación infantil desde sus mismos inicios.
Con este fin hemos seleccionado algunos autores que a nuestro juicio son los más representativos por su contribución a establecer los principios, los objetivos y las características de la educación en las primeras edades.
Para ello nos referimos brevemente a los antecedentes históricos de los precursores de la pedagogía infantil en los postulados fundamentales de Comeniu, Rousseau y Pestalozzi y profundizaremos en los modelos pedagógicos de Froebel, Montessori, Agazzi y Decroly cuya vigencia encontraremos en los modelos más actuales.
Antecedentes históricos
La educación preescolar en su estado actual, tiene sus antecedentes en la historia de la pedagogía, fundamentalmente ligada a los nombres de J. A. Comenio, J. J. Rousseau y J. E. Pestalozzi.
Las ideas pedagógicas de estos pioneros en la educación de los niños, difieren entre sí en aspectos como la educación libre o la educación dirigida, la educación familiar o la educación social, los métodos de educación y enseñanza en las primeras edades. Sin embargo todos ellos subrayaron la enorme importancia que tiene la educación de los niños en las edades tempranas y su vinculación con todo su posterior aprendizaje y desarrollo.
¨ Juan Amos Comenio (1592 – 1670).
En él se anudan todos los intentos de reforma pedagógica del siglo XVII: pastor de la iglesia protestante de Oravia, Comenio publicó su Didáctica Magna (1657) con lo cual contribuyó a crear una Ciencia de la Educación y una teoría de la Educación. En esta obra expone sus ideas fundamentales: la de una naturaleza creadora de formas y la del paralelismo entre el trabajo humano y el de la naturaleza.
La obra literaria de Comenio tiene dos aspectos: uno práctico y el otro teórico. El primero lo forman libros y manuales dedicados a la práctica docente; el segundo, los opúsculos de su doctrina acerca de la enseñanza y la educación.
La obra teórica más importante de Comeniu fue “La Magna Didáctica” que ofrece el completo arte de enseñar a todos, editada en 1638.
Junto al nuevo contenido que fija a la educación, el gran pedagogo presenta un nuevo método, cuyas tres ideas fundamentales forman la base de la nueva didáctica: naturalidad, intuición y autoactividad. La mejor marcha didáctica toma en cuenta la naturaleza del niño, se orienta conforme las leyes del espíritu, toma en cuenta la aparición y desarrollo de sus facultades, pues el ser del hombre (naturaleza subjetiva) se encuentra en perfecta armonía con el universo (naturaleza objetiva). El método natural trae consigo rapidez, facilidad y consistencia en el aprendizaje.
El sistema educativo de Comenio se organiza a partir de su consideración de que “el cuerpo se desarrolla hasta los 24 años” y que a tal crecimiento ha de “corresponder un período igual para la formación del alma”.
En un libro especial Comenio se ocupa de la Escuela Materna (1638). Este es un trabajo especial sobre educación de los niños en edad preescolar. Fue el primer programa y manual sobre educación infantil en el mundo. En él exhortaba a preocuparse por la salud y el desarrollo físico de los niños. Dio indicaciones sobre el modo de vida de las mujeres embarazadas. Propuso
recomendaciones sobre el cuidado del recién nacido, la alimentación, la ropa del bebé y el régimen de vida.
Consideraba que la enseñanza de los niños pequeños debía ejecutarse en forma de conversaciones en las cuales los padres explican a los niños los fenómenos del mundo circundante de manera comprensible para ellos y que el desarrollo del lenguaje en los niños es una tarea de los padres.
Comenio estudió los problemas de la enseñanza-aprendizaje desde el punto de vista del sensualismo-materialista. Al luchar contra el dogmatismo, el verbalismo y la vieja escuela escolástica, expuso la idea del “sentido natural” de la educación, argumentó el valor principal de la familiarización con el medio y de la amplia utilización de los métodos intuitivos en el trabajo docente- educativo con los niños, proponiendo tener en cuenta la experiencia y las particularidades por edades y pasar de lo simple a lo complejo.
Por primera vez en la historia de la pedagogía, Comenio brindó una especial atención a la educación de los niños pequeños. Sus ideas acerca de la educación de éstos en la familia, de la necesidad de desarrollar su percepción, lenguaje e ideas claras durante la preparación para la escuela influyeron considerablemente sobre el desarrollo ulterior de la pedagogía infantil y no han perdido su valor actualmente.
Consideraba la educación inicial como un período de preparación para la enseñanza sistemática en la escuela. Su trabajo acerca de la educación de los niños pequeños constituyó el primer programa para los niños preescolares.
En la periodización que elaboró le daba gran importancia al período inicial de desarrollo de los niños en sus primeros 6 años de vida. Consideró que en este período tiene lugar un intenso desarrollo, que debía aprovecharse para educar a los niños en las escuelas maternas, en la familia, dirigidos por las madres preparadas pedagógicamente.
En la escuela materna Comenio establece juegos y entretenimientos que dan conocimientos a los niños y, además, conversaciones y ejercicios.
¨ Juan Jacobo Rousseau (1712 – 1778)
A mediados del siglo XVIII se abrió paso una doctrina que pronto entró en conflicto con el racionalismo. En el ámbito educativo el nuevo movimiento es el naturalismo de Rousseau. Es el primero que se opone al intelectualismo de la Época de las Luces.
También es el primero que proclama el valor de la infancia, quien destierra la idea de ver en el niño un hombre en miniatura, un estadio transitorio y provisional de la vida. En este sentido descubre propiamente la infancia, los derechos del niño. Reclama la necesidad de comprender al niño.
Desde Rousseau la doctrina educativa impuso la exigencia de “partir del niño”, de ver en él centro y fin de la educación; en otras palabras, se llegó al concepto de la educación paidocéntrica.
De modo sencillo plantea otra idea de valor: “Dejad madurar la infancia en el niño”. Como el niño no es el mismo en todas las etapas que recorre, los recursos educativos han de adaptarse a las sucesivas etapas de su desenvolvimiento, a los cambiantes intereses y aptitudes de su desarrollo; la educación, en suma, debe ser gradual. El educador debe esperar con alegre confianza la marcha natural de la educación e intervenir lo menos posible en el proceso de la formación.
Los principios de la didáctica de Rousseau son:
a. Enseñar por el interés natural del niño y no por el esfuerzo artificial.
b. Educación activa, o mejor dicho, autoactiva.
c. Enseñanza intuitiva.
d. Que en el aprendizaje se vayan relacionando las diversas representaciones que activamente surgen en la conciencia del educando (principio de la correlación didáctica).
Las obras pedagógicas de Rousseau están impregnadas de un verdadero humanismo, un sincero amor hacia los niños y de una profunda comprensión del papel de la educación para el niño durante los primeros años y para todo el desarrollo posterior del hombre.
Muchas de sus ideas no han perdido vigencia, por ejemplo:
· Lo referido a la influencia de la experiencia sensitiva directa adquirida durante los primeros años, en el desarrollo posterior del niño.
· La importancia de la educación física y posteriormente de la educación sensorial.
· La necesidad de familiarizar al niño directamente con la naturaleza y con el trabajo de las personas.
· La no admisión de una reglamentación excesiva de la conducta de los niños.
· Las ideas sobre el papel principal de la actividad práctica y cognoscitiva independiente del niño en su desarrollo espiritual.
¨ Juan Enrique Pestalozzi (1746 – 1827).
Pestalozzi concibió la educación desde el punto de vista social. “El objeto de la educación es preparar a los hombres para lo que deben ser en la sociedad”. Sólo por la obra de la educación se alcanza la naturaleza humana. Su pedagogía está concebida en función de la familia, de la escuela popular, de la muchedumbre desamparada, de la comunidad de hombres, en suma, de la vida social.
Al igual que Rousseau, Pestalozzi le concedió una gran importancia a la educación inicial, afirmando que “la hora del nacimiento del niño es la primera hora de su enseñanza”. Pero a diferencia de Rousseau, Pestalozzi consideraba que el niño no se desarrolla por sí mismo, ni espontáneamente. Solo una educación adecuada “hace del hombre un hombre”, aplastando sus viles inclinaciones animales y desarrollando sus capacidades y altas cualidades morales.
Pestalozzi hizo un gran aporte a la creación de una teoría científicamente argumentada y de la metodología de la enseñanza elemental, tratando, como él mismo escribió, “de hacer posible un correcto desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales y morales hasta el último pobre”.
Realizó un trabajo experimental dedicado a la formación en los niños pequeños, de representaciones de la forma y de la cantidad y al desarrollo de su lenguaje.
Sobre la base de la experiencia acumulada por él, Pestalozzi propuso crear “aulas infantiles” adjuntas a las escuelas para preparar mejor a los niños de edad mayor para la enseñanza escolar. Brindó gran atención a la elaboración de tareas, del contenido y métodos de educación del niño en la familia.
Hizo un valioso aporte al estudio de las bases de la didáctica infantil, de los problemas del contenido y de los métodos de la educación elemental del niño en la familia, de las cuestiones de la preparación del niño para la escuela y de la sucesión entre la educación inicial y la escolar.
Los precursores de la Escuela Nueva.
Diversos factores de orden histórico, científico y pedagógico coincidieron para crear condiciones que produjeron cambios en la concepción de los enfoques pedagógicos que condicionaron el surgimiento de la Escuela Nueva. Entre ellos pueden mencionarse la Revolución Francesa, el darwinismo y la teoría de Gestalt.
Bajo el tema de la defensa de los derechos humanos, la libertad y el individuo, se inauguró en la historia un nuevo período.
La Escuela Nueva se nutrirá de estos principios filosóficos y de las críticas a la educación noble y autoritaria vigente.
En la pedagogía es Comenio con su Didáctica Magna, quien inició el tránsito hacia la acción y reivindicación de lo natural en la enseñanza. Comenio le asigna un papel preponderante al maestro, abandonado por Rousseau después.
Pestalozzi centra la preocupación pedagógica en la familia. Promotor de las Escuelas Tutoriales, sentó las bases del método naturalista e instructivo basado en el conocimiento sensible de la realidad.
Dadas estas condiciones surgió un nuevo enfoque pedagógico que convertirá al niño en sujeto, y no en objeto, de la práctica educativa: la pedagogía de la acción, que se levantó contra el mecanicismo, el autoritarismo y la falta de actividad de la escuela tradicional.
La Escuela Nueva en franca oposición con la escuela tradicional, defenderá la acción como condición y garantía del aprendizaje.
Veamos ahora como se expresa este nuevo enfoque a través de sus principales precursores.
* El modelo de F. Froebel (1787 – 1852).
Federico Froebel creó la primera proposición curricular institucional en la edad inicial con un enfoque teórico-práctico. La mayor influencia pedagógica la recibió de Pestalozzi, con quien trabajó durante un tiempo, de forma que puede afirmarse que la obra de F. Froebel fue la aplicación de las ideas de Pestalozzi.
En el mundo entero, su modelo pedagógico tuvo una significativa difusión, no solo porque ofreció un currículo específico para trabajar con los niños, sino por el valor que le dio a la educación infantil. En muchos países comenzaron la educación inicial a través de esta modalidad o el aporte decisivo de algunos de sus planteamientos.
Aún hay muchos de sus fundamentos y principios, materiales y actividades, así como el uso de diversos recursos están vigentes en todas las modalidades curriculares que consideran al niño como un agente activo, motivo por el cual permite reconocerlo en calidad de modelo con determinada vigencia, como si estuviera detenido en el tiempo.
He aquí lo más perdurable de este ilustre pedagogo que creó los Jardines Infantiles, los Kindergarten.
¨ Fundamento teórico.
El modelo froebeliano centra su atención en el juego como procedimiento metodológico principal, creando materiales específicos con el fin de transmitir el conocimiento, a los que denomina “dones” o regalos, y que están constituidos por una serie de juguetes y actividades graduados.
Concibe la educación como la posibilidad de promover la actividad creadora, espontánea y libre del niño.
¨ Fundamento pedagógico.
La teoría pedagógica desarrollada por Froebel, adquiere especial relevancia porque, por haber sido planteada con relación a una concepción muy abierta y activa del niño, ha tenido un carácter de permanencia que ha trascendido el modelo que él mismo planteó.
Principios generales de su pedagogía:
a) Individualidad: cada educando es singular, y por tanto corresponde que la educación genere formas de atención que consideren efectivamente esas peculiaridades.
b) Libertad: el ambiente educativo que se estructure debe respetar y preservar la libertad del niño, que es propia del hombre, para lo cual se deben ofrecer diferentes alternativas.
c) Autoactividad: es fundamental que el niño realice su propia experiencia a través de su actuar, el que será siempre interrelacionado, ya que solo de esta manera se favorece efectivamente su desarrollo, y se satisfará su necesidad de ser actuante.
d) Relación: llamado también cooperación social, socialización o apertura. Se plantea que en el niño hay una tendencia natural a relacionarse con los demás, y que el mundo de relaciones en que él vive es el mejor medio que estimula un actuar en ese sentido, y que por lo tanto corresponde favorecer esta disposición, que le permitirá también actuar, crear y producir junto con los demás.
e) Unidad o unificación: la labor fundamental del hombre y de la escuela es hacer conciencia de la interrelación que hay entre todo lo que existe, dado esto justamente por el espíritu divino (Dios) que está siempre presente.
Principios específicos de su pedagogía:
· La importancia de una educación temprana.
Se plantea la importancia de preocuparse educativamente del niño desde sus primeros años de vida, ya sea ofreciéndole estímulos adecuados, o favoreciendo tendencias y actitudes de curiosidad que existen en ellos.
Esta temprana educación es fundamentada tanto por la relación y dependencia que existen entre las diferentes etapas de desarrollo, como por lo importante que es en sí este período en la vida del ser humano.
· El valor educativo del juego.
Froebel rescató y valorizó el juego como la actividad propia del niño pequeño, demostrando los diferentes beneficios que reporta, tanto para el niño, como para los adultos, desde un punto de vista educativo.
Recomienda favorecerlo, destacando las profundas implicaciones que este tiene en la vida del niño.
¨ Factores y elementos del modelo froebeliano.
El ambiente humano:
El ambiente humano en la institución lo conformaban adultos y niños organizados de forma tal que:
· Los grupos de niños eran mixtos, integrados por niños de 1 a 6 años, los cuales compartían algunas actividades, pero después se separaban para trabajar con los dones formando tres subgrupos: grandes, regulares y pequeños.
· Los adultos estaban compuestos por un educador principal o directora del jardín y un grupo de ayudantes y educadoras, que era el verdadero rol que Froebel le asignaba a la mujer por el potencial educativo que le otorgaba: “Ambos extremos deben ser nuevamente reunidos; espíritu femenino y atenta observación de la infancia deben volver a ser una misma cosa”.
En resumen, puede decirse que Froebel concebía el Jardín Infantil como un centro eminentemente formativo que debía favorecer básicamente un actuar coherente entre la naturaleza del niño y la familia ya que uno de los objetivos fundamentales que se planteaba era respecto al potencial y la responsabilidad educativa de los padres con relación a los hijos.
En este sentido consideraba al Jardín Infantil un gran medio para que comprendieran su importancia y la de la observación de la naturaleza infantil.
De esta forma recababa del aporte de todos los que participaban en la vida del niño, concibiendo el Jardín Infantil abierto hacia la comunidad, lo cual continua siendo una aspiración de las instituciones infantiles en la actualidad.
Ambiente físico:
Froebel planteó desde un principio la importancia de un espacio exterior organizado próximo a la edificación, pero junto con ello el aprovechamiento intencionado del entorno total -especialmente del natural- que rodeaba el
Jardín Infantil. Sin embargo, para él el medio físico no era lo fundamental, sino lo que se producía a partir de ese ambiente.
En fuentes secundarias se señala: “para un kindergarten bien organizado, se necesita a lo menos una sala para juegos, otra para ocupaciones y un jardín o patio”.
Enfatiza la importancia de una iluminación natural y buena ventilación.
Organización del tiempo diario:
Cuando se revisan las diferentes obras de Froebel no se hace explícita ninguna referencia sobre el desarrollo de una jornada de trabajo.
Algunos períodos básicos eran:
– De trabajo con los dones y en función a las diversas ocupaciones.
– De orden.
– De juegos gimnásticos.
Planificación:
Analizada la planificación desde un punto de vista actual, podríamos decir que esta estaba básicamente compuesta por objetivos específicos y un conjunto de sugerencias metodológicas y actividades de los niños, incluidas estas últimas en un relato común.
La planificación debía atender a ciertos criterios generales:
– Diferenciación: “hay que fijarse en la edad y en el desarrollo físico e intelectual de los niños” para sobre esa base formar secciones para dar ocupaciones diferentes.
– Variedad o equilibrio: “las ocupaciones que exigen trabajo intelectual deben alternarse con aquellas que exigen actividad física: la que exige estar sentado debe alternarse con la que exige movimientos libres”.
– Flexibilidad: “la duración de la clase depende del ramo que se trata, pero si a la lección objetiva sigue un juego, se aumenta la duración de la clase, según el juego y el ánimo de los niños”. También expresó que hay que considerar la estación del año.
Actividades, materiales y recursos intangibles:
Una parte importante del desarrollo del modelo froebeliano depende del uso de una serie de actividades y recursos, que fueron creadas por Froebel y que son sin dudas uno de sus grandes aportes a este nivel educativo, denominados dones y ocupaciones. De hecho, muchos de ellos se mantienen en la
actualidad, diseminados en los distintos currículos, lo que es un claro indicador de esta afirmación.
La creación de este conjunto de materiales y ocupaciones fue el producto de un trabajo de búsqueda e investigación en el que invirtió una gran cantidad de años. De hecho, para él resultó evidente que para llevar a cabo sus propósitos educativos, requería del apoyo de materiales especialmente preparados para ello.
De esta manera postuló como objetivos con relación a este material, que denominaba para la “autoeducación”, que estos debían:
a) Servir como elementos complementarios y de desarrollo, al ser aplicados.
b) Ofrecer la observación sensible de la vida y de todas sus partes y fenómenos, especialmente la observación de la naturaleza sensible.
c) Llevar al educando al presentimiento, observación y comprensión de la unidad y uniformidad de todos los fenómenos vitales y naturales.
Entre los recursos intangibles que aportó Froebel a la práctica de la educación parvularia, cabría mencionarse en forma especial lo que hoy llamaríamos cantos alusivos, es decir, canciones cuyas letras van relacionadas con actividades que paralelamente va realizando el niño. Estos cantos los creó Froebel con relación a sus dones, pero hoy en día se han generalizado, y son habituales en relación a cualquier tipo de actividad del Jardín Infantil.
¨ Aportes principales.
En lo que se refiere a los diferentes factores y elementos que considera en su modelo, es necesario destacar que:
a) Resulta particularmente interesante en cuanto al ambiente humano, que se haya trabajado con una organización de grupos que hoy llamamos de tipo mixta, la cual presenta numerosas ventajas.
b) La visión que tuvo Froebel en plantear que es importante tratar de hacer un medio adecuado para el niño, pero que en el caso de no darse todas las condiciones, no debe limitarse el actuar, ya que el recurso humano puede obviar algunas de estas limitaciones. En este sentido resulta particularmente novedosa la organización de zonas externas, que desde esta modalidad se inició.
c) La organización diaria del tiempo, si bien es cierto que como estructura presenta hoy muchas variaciones, es necesario señalar cómo muchos de los períodos con que contaba siguen estando igualmente presentes. Entre ellos, resulta especialmente importante el período de trabajo en el Jardín.
d) La planificación, si bien es cierto que es incipiente, aporta los criterios que son importantes en la realización de las actividades y en la selección de los materiales.
Las actividades y los recursos, son quizás los elementos más criticados, teniendo en cuenta la abstracción de varios de ellos, y lo dirigido de ciertas actividades.
* El modelo pedagógico de Rosa Agazzi (1886-1959) y Carolina Agazzi (1870-1945).
Las hermanas Agazzi, educadoras italianas, inician su trabajo en la educación infantil en un Jardín de estilo froebeliano, comenzando después a dirigir instituciones de este tipo. Es de esta forma que poco a poco comienzan a estructurarse las bases y las características esenciales de lo que sería su modelo, el cual plantea en su ideario pedagógico que el niño es una totalidad y constituye el centro del proceso educativo.
Desde este punto de vista el centro infantil ha de concebirse del niño, para el niño y según el niño, enfatizando el carácter individual de la enseñanza. A diferencia de Montessori, utiliza material inestructurado para las actividades con los niños.
¨ Fundamento pedagógico.
Los fundamentos pedagógicos de este modelo se pueden reunir en un conjunto de conceptos, principios y objetivos esenciales.
Uno de los conceptos fundamentales con relación al niño es que este se concibe como un “germen vital que aspira a su entero desarrollo”, por lo que se pretende que crezca “sano, robusto, ordenado, inteligente, civilizado y bueno”. De estos conceptos se deducen principios educativos tales como:
· La autoactividad, que se ratifica de los modelos anteriores, enfatizando así el carácter dinámico que debe tener la vida del niño.
· La libertad,la cual aparece con un énfasis marcado.
· El de relación o comunidad que expresa que el niño es un ser “en contexto”, que se desarrolla en un ambiente determinado, que es, fundamentalmente en esta etapa, la familia.
· El de juego y orden, dejando sentado que esta es la actividad por excelencia del niño, pero que requiere de una cierta ordenación que responda a la propia necesidad del niño y que le permita una liberación de energía.
Su concepción de una educación integral se expresa en el propósito fundamental de “estimular, promover y orientar la potencialidad del sujeto”.
¨ Fundamento religioso.
Ocupa un lugar importante dentro de este paradigma la educación religiosa y moral, también concebida en una estrecha relación con la vida misma y por tanto con los demás.
Estos fundamentos religiosos son un elemento que le da una perspectiva especial a este currículo, como parte del concepto de educación integral en que se sustenta, y que se requiere tener presente para su comprensión cabal.
¨ Factores y elementos del modelo agazziano.
Ambiente humano:
Los grupos de niños se dividen en subgrupos: de 3 a 4 años, de 4 a 5 años y de 5 a 6 años.
Se considera esencial la presencia de una maestra, una institutriz y una cocinera para 30 niños.
Ambiente físico:
El centro debe poseer diferentes espacios interiores y exteriores, incluyendo jardín y además un museo didáctico, aspecto importante para la actividad del niño. Se enfatizan cuestiones relativas a la higiene en su sentido más amplio.
Organización del tiempo:
La jornada diaria plantea 4 horas de actividad física, de recreación, juegos, cantos, cuentos, conversaciones, dibujos y diferentes labores, que incluye en verano la jardinería.
Planificación:
Expresa una determinada selección de objetivos y de graduación de actividades.
Actividades y recursos:
Las actividades son variadas, entre ellas incluyen las de la vida práctica, lenguaje, canto y diferentes labores.
Como recurso para el orden y la ubicación de los objetos de los niños utiliza distintivos.
Se destaca la realización de actividades prácticas en el museo, en labores manuales y la jardinería y sus manualidades.
¨ Aportaciones principales.
El ambiente humano refleja una preocupación bastante explícita sobre la importancia de una determinada proporción adultos-niños que para la época significó un avance, ya que la proporción era mucho mayor.
En el caso del ambiente físico, hace un llamado a velar por determinadas condiciones higiénicas básicas, las que hoy están presentes en toda institución infantil. También llama a tener en cuenta una cierta proporción de metros cuadrados por niño, tanto en espacio interior como exterior.
De particular interés resultan las actividades de la vida práctica, las cuales favorecen la acción del niño en todo momento, y no sólo en los períodos variables como en otros modelos.
Es innegable el aporte sobre el uso de las contraseñas o distintivos. Si bien es cierto que hoy en día existen muchos criterios diferentes en cuanto a cómo deben ser, dependiendo de cada modalidad, lo cierto es que están presentes en todo currículo preescolar.
El modelo pedagógico de María Montessori (1870-1952).
María Montessori desarrolló su modelo pedagógico a partir de 1907, después de la experiencia de haber organizado escuelas para niños, las Casas del Bambini. Esto le permitió descubrir las posibilidades del niño y estructurar una nueva concepción pedagógica aplicable en la educación general y especialmente en la educación infantil.
Actualmente su propuesta curricular sigue vigente tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo, junto a otras más actuales.
Su modelo se basa en los planteamientos de Rousseau, Pestalozzi y Froebel que hicieron hincapié en el potencial innato del niño y su capacidad de desarrollarse en el medio con libertad y amor.
¨ Fundamento bio – psicológico:
La relación biología-psicología que establece María Montessori con la educación no se queda solo en el plano teórico, sino que se concreta en la práctica.
Hay dos planteamientos esenciales en su marco teórico que son la base de toda su proposición, y que es indispensable destacar. Uno de ellos es el de los períodos sensitivos.
Define el período sensible como la etapa del niño donde se absorbe una característica del ambiente y se excluye a las demás. En consecuencia plantea
que es necesario atender el interés que el niño demuestra, pues si no se pierde el logro.
Así define los siguientes períodos sensibles:
1. Orden (primeros meses y segundo año de vida): plantea la necesidad de un régimen de vida y de la formación de hábitos, especialmente los de orden.
2. Uso de manos y lengua: conocimiento de las cualidades de los objetos y desarrollo de las estructuras neurológicas que facilitan el desarrollo del lenguaje. La lengua y las manos son instrumentos de la inteligencia.
3. Marcha: permite el carácter activo en la búsqueda del conocimiento.
4. Interés por objetos diminutos. Manifiesta curiosidad intelectual.
5. Intenso interés social.
El otro planteamiento se refiere a la consideración permanente de la psicología del niño, y cómo deriva a partir de ello una teoría de aprendizaje, por lo que establece cómo a partir del estudio del niño se desprende un sistema pedagógico.
Montessori consideró que para que el niño pudiera autoconstruirse era necesario un patrón de desarrollo psíquico desde antes de su nacimiento, que permite el conocimiento mediante la relación integral con el medio y la libertad.
¨ Fundamento pedagógico.
Entre sus principios educativos se destacan: el de la libertad, el de actividad, el de independencia y el de la individualidad.
Metodológicamente los niños trabajan individualmente, sobre tapetes en el suelo o mesas, el mobiliario está ajustado a la talla de los niños, sin muebles que jerarquicen al educador. No hay un programa final que divida la jornada en períodos. El horario es elegido por el niño y es requisito indispensable el orden y la disciplina.
¨ Fundamento religioso.
Consideraba la religión como algo esencial al hombre, que nace con él y por lo tanto no puede estar ausente de una educación realmente integral.
Además de este ambiente físico que apoye este encuentro del niño con Dios, y del apoyo a la liberación de su naturaleza, considera como factor esencial “la preparación espiritual del maestro”.
¨ Factores y elementos del modelo montessoriano.
En el modelo montessoriano son componentes claves el medio ambiente, que incluye los materiales y ejercicios pedagógicos, y las educadoras, que preparan ese medio ambiente. El medio es diseñado por el educador para satisfacer las necesidades de autoconstrucción del niño, revelar su personalidad y sus patrones de crecimiento, pero el educador debe abstenerse totalmente de participar de este proceso, y deslizarse como una “sombra” en lo que los niños aprenden por sí solos.
Los materiales Montessori son especialmente creados para posibilitar el proceso de apropiación del conocimiento.
Los materiales Montessori no pretenden enseñar habilidades, sino ayudar a la autoconstrucción y el desarrollo psíquico. Desde este punto de vista no se pretende un “uso correcto” sino la ejercitación. Los mismos han de presentarse en un momento adecuado del desarrollo y, aunque hay niveles determinados por la observación de la maestra, su enfoque es individual y se varían de acuerdo con las particularidades del niño.
Estos materiales no deben ser sobreabundantes, y no hay secuencia de introducción.
Los niños plantean la localización del error o la dificultad en una sola pieza del material, que el niño por sí solo debe aprender a descubrir, y están diseñados para preparar al niño o a la niña para su futuro aprendizaje.
Desde este punto de vista, el control del error está en el propio material, no en la maestra, y en que el niño controla él mismo su propio error, y si no lo logra detectar, esto indica que no está maduro para dicho aprendizaje. En algunos casos, el control puede estar ubicado en otro material subsiguiente.
Se diseñan de lo más simple a lo más complejo, y de lo concreto a lo abstracto. Los materiales Montessori abarcan cuatro líneas fundamentales:
1. Ejercicios de la vida cotidiana (cuidado físico de la personalidad y medio ambiente).
2. Materiales sensoriales.
3. Materiales académicos.
4. Materiales culturales y artísticos.
Los ejercicios de la vida diaria son preparados por la maestra, y aunque cada uno está dirigido al dominio de una habilidad, su propósito principal es ayudar a la construcción interna de la disciplina, la organización, la independencia y el propio respeto, lo que se logra mediante la concentración de la atención, en un ciclo de actividad preciso y completo.
Los materiales sensoriales comprenden lo visual, lo táctil, lo auditivo, lo olfativo y gustativo, lo térmico, lo básico, lo esterognóstico y lo cromático. La clave de estos materiales parte de que el desarrollo de la inteligencia depende de la organización y la clasificación de las percepciones sensoriales, dentro de un orden mental interno.
Los materiales académicos se refieren al lenguaje, la escritura, la lectura, las matemáticas, la geografía y las ciencias, y se organizan desde un material sensorial concreto, a uno cada vez más abstracto.
Los materiales artísticos y culturales están relacionados con la autoexpresión y la comunicación y abarcan la música (amor a la música, ritmo y ejercicios motrices, armonía y melodía, escritura y lectura de la música), el dibujo, el modelado, la pintura y la escultura. Estos materiales se introducen por la maestra, y luego el niño trabaja libremente con ellos.
¨ Aportaciones principales.
Su gran aporte fue la incorporación de una base bio-psicológica explícita, en los autores que la antecedieron. Su ideario pedagógico ratifica los principios y planteamientos de una educación activa, al igual que sus precursores.
Son notorios los aportes, en especial en cuanto a un mobiliario acorde a las características físicas del niño, cuando aborda el ambiente físico que debe existir en la institución.
También se valoran como aportes la organización del tiempo diario, de las actividades de la vida práctica y el trabajo.
Montessori reforzó el papel de la familia como base del desarrollo del niño y dio a los padres la responsabilidad primaria de los hijos, particularmente el papel de la madre a la cual le concede una atracción y flujo magnético en la relación con sus hijos.
El método Montessori fue en su tiempo un enfoque progresista contra la educación tradicionalista centrada en el educador, que ofreció al niño la posibilidad de actuación y de convertirse en el eje central del proceso educativo. Además señaló una actitud diferente ante el trabajo del niño, y enfatizó el enfoque ecologista del método de contacto con la naturaleza.
El modelo pedagógico de O. Decroly (1871–1932).
Ovidio Decroly nació en Bélgica. Estudió Medicina, especializándose en enfermedades nerviosas. Ello lo relaciona con la atención de niños anormales. De ahí surge su interés por la educación de estos niños y su iniciativa de fundar (en 1901) un instituto de educación especial para ellos, y de elaborar una pedagogía que respondiera a la variedad de cosas que observaba. Así, funda
también una escuela para niños normales con el fin de aplicar sus ideas pedagógicas.
Sus ideas se difundieron por el mundo a través de sus colaboradores y comenzaron a aplicarse a la práctica pedagógica.
Su mérito fundamental es la introducción, dentro de la acción pedagógica, de los centros de interés en los que debe desenvolverse la actividad del niño, postulando que la educación en estas edades es preparar al niño y a la niña para la vida, en un concepto de modelo global para la educación.
¨ Fundamento teórico.
En cuanto a la organización de las actividades educativas, expresa que “se procede de manera que los asuntos comprendan tres grupos de ejercicios diferentes, teniendo en cuenta los tres grupos de procesos psíquicos fundamentales:
a) La impresión y la percepción.
b) La asociación y la generalización; la reflexión y el juicio.
c) La expresión y el acto (la voluntad), desprendiendo a partir de ello su planteamiento sobre los Centros de Interés.
¨ Fundamento pedagógico.
Su objetivo no es establecer una teoría pedagógica nueva ya que se adscribe básicamente a los planteamientos de la Escuela Activa, sino aplicar sus postulados.
Principios educativos:
a) Principio de Realidad:
Expresa su énfasis en un lema que tiene directamente relación con este principio: “Escuela para la vida por la vida“. La iniciación a ella puede dividirse en dos partes:
1. El conocimiento del ser vivo en general, y del hombre en particular.
2. El de la naturaleza, comprendiendo en ella la especie humana considerada en tanto que grupo formando una parte del medio.
b) Principio de Unidad, Globalización o Concentración:
Este principio en que se sustenta el Programa de Ideas Asociadas y los Centros de Interés, es enunciado por Decroly en diferentes referencias, como las siguientes:
“Esta manera de proceder se inspira, en suma, en la tendencia natural del hombre, y más aún del niño, de referirlo todo a sí mismo”.
“Conforme con la psicología infantil, los mecanismos del espíritu no trabajan de manera aislada, sino simultáneamente, o al menos en una sucesión rápida”.
c) Principio de Individualidad:
Uno de los aspectos que más enfatizó Decroly, fue el de diferenciación, debido a su experiencia en el trabajo con niños anormales.
d) Principio de Relación:
La integración del niño con los demás también es considerada e incorporada como parte importante del Programa de Ideas Asociadas. Por tanto, junto con el respeto a la individualidad del niño, se visualiza como esencial su relación progresiva con los demás.
¨ Factores y elementos del modelo decroliano.
Ambiente humano:
Los niños forman grupos mixtos homogéneos en cuanto a características comunes (edad mental) con libertad para moverse.
La maestra juega un papel de consejera, de ayuda, en estrecha relación con la familia.
Ambiente físico:
Concibe a las instituciones en contacto directo con la naturaleza, con salas, tipo talleres o laboratorios con materiales que los niños ayudarán a organizar, y otra, para comedor.
Organización del tiempo:
La jornada de trabajo diario se organiza en los diferentes horarios teniendo en cuenta las actividades a realizar por el niño y el lugar, dedicándole especial atención a los centros de interés y a la participación activa del niño en la actividad.
Planificación:
Postula los centros de interés como forma de organizar las actividades, así como las leyes fundamentales del trabajo pedagógico: “Ir de lo concreto a lo abstracto, de lo simple a lo complejo, de lo conocido a lo desconocido”; así como la importancia de considerar al niño como centro.
Actividades y materiales:
Las actividades las desarrolló a partir de materiales que denominó Juegos Educativos, que clasificó en:
– Juegos visuales (entre ellos están las loterías decrolianas).
– Juegos visuales – motores.
– Juegos motores y auditivos – motores.
– Juegos de iniciación en aritmética.
– Juegos que se refieren a la noción de tiempo.
– Juegos iniciales en la lectura.
– Juegos de gramática y de comprensión de lenguaje.
– Otras actividades como canto, rítmicas, jardinería, horticultura y cuidado de animales y las que se derivan de esos centros de interés.
Materiales decrolianos:
a. Para la percepción de formas y colores combinados:
Los jarros: seis jarros de perfil recto y seis de tipo curvo, ambos de seis colores diferentes. El niño debe identificar el que es igual a uno que se presenta como patrón.
b. Para la percepción de formas y direcciones:
La mesa y la pelota: el niño debe identificar la posición que es igual a la del modelo.
¨ Aportaciones principales.
Sobre el ambiente humano, son importantes todos los aportes que se hacen con relación a la conformación de los grupos de niños. Estos se conciben coeducacionales, homogeneizados y con una matrícula limitada.
Esa homogeneización se sustentaba el desarrollo mental de los niños, debido a su preocupación por los que presentaban determinadas limitaciones.
Es importante destacar el trabajo educativo correlacionado que se planteaba con la familia, e incluso su participación en la gestión administrativa de la escuela.
Si bien es cierto que el ideal de Decroly, de que las escuelas fueran trasladadas al campo en búsqueda de ese contacto con la naturaleza, fue y continúa siendo imposible, constituye un aporte haber ratificado que gran parte de las actividades deben surgir de situaciones de la vida diaria, como la jardinería, la horticultura, el cuidado de los animales, etc.; así como su concepción de las salas – talleres, con la participación de los niños en su ordenación y decoración.
Hace un llamado a no dividir el tiempo diario en períodos tan establecidos, sino en dejar que fluyan las actividades acorde a las etapas a través de las cuales un niño se pone en contacto con algo de su interés: la observación, la asociación y la expresión.
Los juegos, y en particular los materiales que creó, son actualmente la base de muchos de los recursos gráficos que hoy se utilizan para el apresto que tienen su valor en la medida en que sean el proceso final de un conjunto de vivencias concretas con esas nociones o aspectos que se desean favorecer.
Finalmente, es necesario destacar el concepto de evaluación diagnóstica que introdujo Decroly en la educación infantil relacionada con su preocupación por homogeneizar los grupos.
Los modelos pedagógicos actuales en la educación infantil.
Tendencias actuales en la educación infantil.
No existe un modelo pedagógico único que permita agrupar el conjunto de propuestas que se han nutrido de los avances de la psicología y de las teorías del aprendizaje realizadas durante la mitad del siglo. Estos han permitido explicar las limitaciones de la educación actual y evidenciar las potencialidades de la del futuro.
Por otro lado la sociedad ha cambiado. La revolución en las telecomunicaciones y en la biotecnología, así como la conformación de una economía mundial globalizada en el futuro plantean a la educación nuevas y mayores demandas que respondan a sus expectativas en la formación de profesionales con un gran desarrollo de las operaciones de pensamiento, un alto nivel de creatividad y de habilidades para el trabajo conjunto.
La educación infantil, por ser el primer eslabón del sistema de educación, no puede estar ajena a este análisis, por el contrario, es la encargada de crear las bases del desarrollo para que puedan satisfacerse las exigencias que la sociedad contemporánea le plantea a la escuela.
No sería demasiado concluyente plantear que ninguno de los modelos que se corresponden con el enfoque de la pedagogía tradicional o con el activismo pueden responder a los requerimientos que la sociedad contemporánea le plantea a la educación.
El predominio que adquirió en la escuela tradicional el aprendizaje de las informaciones específicas y singulares la colocó en una recta totalmente contraria al desarrollo del pensamiento y al trabajo en comunidades científicas.
El activismo tampoco logra constituirse en alternativa a los problemas planteados por el peso que le da al aprendizaje por descubrimiento y a la espontaneidad, lo que impide contribuir al desarrollo de las operaciones intelectuales y a la asimilación de los principales conceptos científicos.
Actualmente es amplia la gama de modelos que se aplican lo que le proporciona al educador mayor riqueza de opciones en función del niño. El problema está en que no todos cuentan con un marco teórico explícito, sino
que se sustentan en una práctica reiterada, apenas evaluada, que no les permite un nivel de reflexión que explique y fundamente lo que se está haciendo, cuestión esencial cuando se asume una responsabilidad como es la de educar.
En su libro “El currículo en el Jardín Infantil”, María Victoria Peralta hace una proposición de clasificación de las modalidades curriculares en la educación infantil, dividiéndolas en dos grandes categorías:
1. Pasivos, estáticos o rígidos o cosificantes.
2. Humanizantes, activos o flexibles.
En este sentido plantea que los que más interesan desarrollar son los activos, ya que son los que han estado presentes desde que se aplicó el primer currículo preescolar. Pero que no se puede pensar en currículos totalmente pasivos o totalmente activos, ya que en ambos casos actúan las características de las personas que los aplican. Enfatiza en que de todas formas van a tender a ser de tipo pasivo o activo, y que por lo tanto la superación de los pasivos debe ser una meta de cualquier país por lo dañino que son, especialmente para la dignidad del niño y del que lo aplica.
Sin embargo es del criterio que, aunque no se ha realizado una investigación dedicada especialmente al asunto, por diferentes antecedentes se puede afirmar que los currículos pasivos existen en una proporción importante. Así en la referencia bibliográfica aparece que “un elemento que permite detectar ciertas características de los currículos que se aplican en América Latina es la producción de una gran cantidad de materiales gráficos, llenos de plantillas a colorear, con todo tipo de instrucciones ya determinadas y bastante alejadas de una experiencia concreta; de aplicarse así en los jardines infantiles, estaríamos ante la presencia de un indicador importante de currículos tradicionales”.
A partir de aquí se hace una análisis de lo dañino que resulta para la formación de la personalidad y en particular, para la autoestima del niño, ser tratado como un objeto que actúa sólo cuando se le dice y de una determinada manera, cuando lo que necesitamos es formar pueblos con iniciativa creadora, que asuma sus derechos y deberes con dignidad.
Sugerimos a los educadores aplicar los criterios planteados por M. V. Peralta para analizar el currículo que se desarrolla y detectar hacia donde se tiende más, para hacer la adecuación pertinente.
Aspectos comparativos |
||
Pasivos, estáticos o rígidos o cosificantes |
Humanizantes, activos o flexibles |
|
Fundamentos: Ø General es (con relación a los principios). Ø Propios. |
No se aplican o se hace parcialmente, o desvirtuados. No hay una reflexión al respecto, por lo que no hay explicitación de ellos. |
Se aplican todos correctamente, complementándose unos con otros. Hay explicitación, como producto de todo un proceso de búsqueda, estudio y definición, los que actúan como base de todas las decisiones curriculares que se hacen. |
Rol del niño. |
Pasivo, básicamente receptivo; es objeto de la educación. |
Activo, es agente o sujeto del currículo que se está desarrollando, por tanto, participa en todo momento de acuerdo a sus posibilidades. |
Rol del educador. |
Directo, impositivo, centro de todas las acciones. |
Orientador, facilitador, acogedor de aportes y sugerencias. |
Relación educador – niño. |
Básicamente vertical, unilateral, distante. |
Horizontal, cercana; hay interrelación, calidez. |
Ambiente físico. |
Estático, poco estimulante, en función al adulto básicamente. |
Estimulante, acogedor, en función del niño, participativo. |
Tiempo diario. |
En función al adulto, rígido, normativo, incambiable. |
En función al niño, por lo que se hace en función a sus necesidades, lo que implica a su vez que se va renovando. |
Planificación. |
Escasa, repetitiva, poco creativa. |
Permanente, creativa, flexible, en base a satisfacer necesidades e intereses de los niños. |
Evaluación. |
Casi no existe: si la hay, se basa en medir pero sin que haya una clara decisión al respecto. Considera sólo los aprendizajes. |
Se da todo el proceso evaluativo, y se realiza en función a todos los agentes y elementos del currículo. Es participativa. |
Desarrollo del currículo (planificación, puesta en marcha y evaluación). |
Hay desarticulación entre sus tres etapas, si estas existen. |
Hay coherencia e interrelación entre todas sus etapas, las que están siempre presentes. |
Concluye haciendo un llamado a enfocar la educación desde una perspectiva humana, activa, cualquiera que sea su tipo.
Los movimientos de renovación pedagógica.
La escuela popular de Celestin Freinet.
La pedagogía del maestro francés Celestin Freinet se sitúa bajo el lema de la Escuela Moderna y no de la Escuela Nueva o Activa, porque según sus propias palabras “insistimos mucho menos en el aspecto de la novedad que en el de la adaptación a las necesidades de nuestro siglo”. Por otro lado expresa: “Podría dar a entender que el esfuerzo de renovación provendrá de la introducción en las escuelas de una actividad manual de trabajo o juegos, que será como una reacción al excesivo intelectualismo de la Escuela Tradicional”.
“No pensamos que la actividad por ella misma, sea el elemento primordial de una pedagogía válida”. Freinet se refiere precisamente que no basta para que la escuela se pueda considerar activa que en ella se vea al niño ocupado.
Tampoco es determinante que se realicen muchos trabajos manuales o que se impregnen las clases de movimiento.
La Escuela Moderna, según él, significa que el niño actúa como agente y sujeto principal del trabajo escolar de un modo responsable y eficaz, que realiza la vida armónicamente, con libertad, pero en función de sus necesidades vitales y en un ambiente adecuado, en el que surgen motivaciones atrayentes, donde su interés individual se halla perfectamente integrado al interés de los demás, en virtud de la cooperación y ayuda mutua de alumnos y maestros.
En España exponente más destacado de la pedagogía de Freinet fue el inspector de primaria Herminio Almendares.
Celestin Freinet resumió sus reflexiones sobre la práctica escolar en una serie de principios, que por ser estables y seguros los considera como invariantes pedagógicas. Estas se refieren a la naturaleza del niño, a sus reacciones y a las técnicas educativas.
a) Sobre la naturaleza del niño, expresa que la personalidad del niño hay que verla de un modo dinámico con necesidades materiales y espirituales del mismo tipo que el adulto, pero en grado muy peculiar, que las diferencian sobre todo en sus fines. En este sentido plantea tres cuestiones esenciales:
§ Ponerse en lugar del niño, pues considera que situarse en su punto de vista es la actitud correcta para conocerlo y comprenderlo mejor.
§ Suprimir la posición de superioridad del adulto, ya que considera que el educador debe situarse al mismo nivel que los educandos para reducir la distancia y permitir una convivencia más adecuada.
§ Relacionar el comportamiento del niño en la institución con su estado fisiológico, orgánico, constitucional. Por ello, recomienda, ante una conducta irregular indagar las causas que la provocan que pueden estar dadas por su estado de salud, la ruptura de su equilibrio emocional o por dificultades ambientales.
b) Sobre las reacciones del niño: considera que “todo mandato autoritario es un error”, ya que las leyes de las relaciones humanas rechazan los mandatos de este tipo. De ahí la necesidad de ofrecer sugerencias múltiples y un conjunto variado de actividades para que el niño pueda escoger la dirección a seguir, dentro del plan general adoptado por el educador, ya que las posibilidades de selección se deben ver en relación con los propósitos educativos del grupo.
Al adulto le corresponde:
1. Orientar, en vez de mandar.
2. Sugerir, en vez de ordenar.
3. Señalar caminos, en vez de imponerlos.
Lo anteriormente expresado está relacionado con la disciplina, ya que en toda actividad tanto en la escuela como en el hogar ésta debe existir y es aceptada por los niños. Sin embargo, rechazan las alineaciones impuestas arbitrariamente, las filas rigurosas, el silencio impuesto a gritos, la sumisión obligatoria; en fin, el trabajo ordenado de modo impulsivo.
Concluye expresando que siempre resulta mejor que se le dé la posibilidad al niño de escoger su trabajo, ya que de esta forma responderá a sus necesidades individuales. También señala que cuando se produzcan fenómenos de capricho circunstancial debe tratarse con mucho tacto y siempre como un problema individual.
La tarea del educador consiste, por lo tanto, en dirigir acertadamente la actividad escolar de manera que genere satisfacciones y encamine hacia el éxito.
c) Sobre las técnicas educativas: se pronuncia por el tanteo experimental, como una vía natural para el aprendizaje, frente a la simple explicación formal, monótona y aburrida.
Considera que sobre esta base el niño ejercita la memoria, se nutre de experiencias con sólidas adquisiciones y cultiva la inteligencia.