0. INTRODUCCIÓN
La reforma educativa planteada a partir de la LOGSE, ha querido dar un gran protagonismo al profesorado en el proceso de desarrollo del currículo. Por eso, el DCB se caracteriza por ser abierto y flexible, permitiendo al profesorado desarrollarlo y concretarlo en función de las circunstancias particulares de su centro y alumnos, de forma crítica y contextualizada.
Son de gran importancia y necesidad las programaciones, y el hecho de que el profesor sepa planificar su intervención educativa respondiendo a una intencionalidad previamente meditada en lugar de dejar su tarea en manos de la improvisación.
El protagonismo que debe asumir el profesor en las tareas de desarrollo del currículo, tanto en equipo (PCC y PCE) como individualmente (PA) requiere una formación que le permite ese ejercicio de libertad de forma consciente y responsable.
1. LA PROGRAMACIÓN EN EL PRIMER CICLO DE LA EDUC. INFANTIL
La Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) organiza la Educación Infantil en dos ciclos, el primero para los niños de 0 a 3 años y el segundo para los niños de 3-6 años. En este primer ciclo se atenderá al:
– Desarrollo del movimiento.
– Control corporal.
– Las primeras manifestaciones de comunicación y lenguaje.
– Las pautas elementales de convivencia y relación social.
– Descubrimiento del entorno inmediato.
La incorporación del primer ciclo de Educación Infantil al Sistema Educativo, viene dada por diferentes razones:
· Las propiamente educativas, ya que durante los primeros años de vida se configuraban las bases del desarrollo de la persona.
· Los grandes cambios sociales y familiares: incorporación de la mujer al mundo laboral, la reducción del número de miembros de la familia (familias nucleares), el tipo de viviendas, la falta de espacio para los niños en las ciudades, etc.
· Razones de tipo preventivo, ya que contribuye a compensar determinadas carencias que tienen su origen en las diferencias de medios económicos y culturales.
Al recalcar la importancia educativa de esta ciclo, se intenta solucionar un problema muy extendido en nuestro país, de instituciones dedicadas a la primera infancia (guarderías, maternales, jardines de infancia, etc) que no cumplían un mínimo de condiciones en cuanto a espacio, personal especializado, higiene e instalaciones; y todas ellas con un marcado carácter asistencial.
A partir de la LOGSE, el primer ciclo de Educación Infantil se considera un periodo educativo en el que hay que alcanzar una serie de objetivos y contenidos, con una metodología adecuada, una organización y sujeto a una evaluación. Es decir, que precisa de una PROGRAMACIÓN, igual que el resto de tramos del Sistema Educativo.
La programación se puede considerar el boceto anticipado de la acción docente–discente que sintetiza todos los trazos necesarios que permitan configurar secuencialmente la marcha eficaz del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Sus FUNCIONES son las siguientes:
– integrar todos los factores del acto didáctico.
– dar coherencia y continuidad en las acciones didácticas
– ponderar y homologar los avances en la evaluación continua
– ser un instrumento dinámico en continuo ajuste a la exigencias de los alumnos.
Y las principales CARACTERÍSTICAS:
– Integra los intereses y capacidades de los alumnos, las exigencias del currículo y las condiciones de la realidad sociocultural y del centro.
– Significativa y motivadora, propiciando la participación activa
– Sus contenidos son globalizadores
– Fundamentada y secuncializada en base a criterios psicológicos, lógicos, y científicos.
Los diferentes TIPOS de programaciones:
– A largo plazo
– A corto plazo.
– Programación horizontal
– Programación vertical.
– Programación de ciclo
– Programación de aula.
– etc.
Los principales ELEMENTOS que la componen: Objetivos, contenidos, metodología, actividades y evaluación.
2. OBJETIVOS, CONTENIDOS Y METODOLOGÍA PARA LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 0 A 3 AÑOS.
2.1 OBJETIVOS DEL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL.
En el DCB de Educación Infantil además de los O.G.E. se recogen los objetivos para el primer ciclo, dichos objetivos son (9):
1- Identificar y expresar sus necesidades básicas de salud y bienestar, de juego y de relación; y resolver autónomamente algunas de ellas mediante estrategias y actitudes básicas de cuidado, alimentación e higiene.
2- Descubrir, conocer y controlar progresivamente su propio cuerpo, sus elementos básicos, sus características, valorando sus posibilidades y limitaciones, para actuar de forma cada vez más autónoma en las actividades habituales.
3- Relacionarse con los adultos y otros niños, percibiendo y aceptando las diferentes emociones y sentimientos que se le dirigen.
4- Observar y explorar activamente su entorno inmediato y los elementos que lo configuran y, con la ayuda del adulto, ir elaborando su percepción de ese entorno y, atribuyéndole alguna significación.
5- Regular paulatinamente su comportamiento en las propuestas de juego, rutinas y otras actividades que presente el adulto, disfrutando con las mismas y utilizándolas para dar cauce a sus intereses, conocimientos, sentimientos y emociones.
6- Coordinar su acción con las acciones de otros, descubriendo poco a poco que los demás tienen su propia identidad, sus pertenencias y relaciones y, aceptándolos.
7- Comprender los mensajes orales que en los contextos habituales se le dirigen, aprendiendo progresivamente a regular su comportamiento en función de ellos.
8- Comunicarse con los demás utilizando el lenguaje oral y corporal para expresar sus sentimientos, deseos y experiencias y para influir en el comportamiento de los otros.
9- Descubrir diferentes formas de comunicación y representación, utilizando sus técnicas y recursos más básicos y disfrutar con ellas.
Partiendo de estos objetivos generales, el educador formulará los objetivos didácticos en sus programaciones.
2.2 CONTENIDOS PARA EL PRIMER CICLO.
En el DCB de Educación Infantil los contenidos se organizan en torno a tres ámbitos de experiencia:
– Identidad y Autonomía Personal
– Medio Físico y Social
– Comunicación y Representación.
Además en la Resolución del 5 de Marzo de 1992 se establecen las orientaciones para la secuenciación de los contenidos de cada ámbito, por ciclos; también se añaden unas especificaciones para el primer ciclo (0-1 años). A continuación vamos a ver un resumen de estas orientaciones para el primer ciclo.
· ÁMBITO I: IDENTIDAD Y AUTONOMÍA PERSONAL
Bloque I: El cuerpo y la propia imagen
La acción educativa durante el primer ciclo se dirige a: (1) conocer y controlar su cuerpo a descubrir y utilizar sus posibilidades. Con la mediación de adulto comenzará a (2) construir su imagen positiva de sí mismo y a utilizar algunas estrategias incipientemente autónomas.
1- El niño descubre y conoce su cuerpo a partir de la exploración de distintas posturas y movimientos, así como los segmentos más destacados y visibles para él (manos, pies, cabeza, cara, etc…).
La utilización de los sentidos en esta exploración de sí mismo y de la realidad exterior es un procedimiento fundamental. Durante los 3 primeros años, el niño experimenta gran variedad de sensaciones, sentimientos y emociones, al manifestarlas y darse cuenta de los efectos que producen en los otros, el pequeño, con la ayuda del educador, irá identificando las más habituales (placer, displacer, alegría, tristeza, etc.). Al mismo tiempo, esto contribuye a que empiece a controlar su propio comportamiento, especialmente en sus manifestaciones más llamativas (rabietas, agresiones, etc).
2- Así, con la ayuda del adulto, el niño comienza a construir una imagen positiva de sí mismo a partir del conocimiento y aceptación del propio cuerpo, de sus características y posibilidades, tanto de acción de expresión.
Bloque II: Juego y movimiento
Mediante la exploración de diferentes movimientos y posturas del cuerpo el niño va ganando en coordinación y control dinámico general. A la vez, cuando explora los objetos de su entorno, resuelve los problemas que requieren encajar, rasgar, meter, sacar…, emplea herramientas, etc, está utilizando y desarrollando sus habilidades manipulativas, comienza a tener las primeras nociones de estas habilidades y desarrolla gusto e interés por ellas.
El educador debe dirigir su intervención para que el niño utilice sus habilidades perceptivo- motrices, cognitivas, afectivas y relacionales en las actividades más habituales de la vida cotidiana, como son las rutinas y el juego.
Bloque III: La actividad y la vida cotidiana
El desarrollo de sus capacidades le permite una actuación cada vez más autónoma y ajustada en las rutinas y otras actividades cotidianas. Aunque a los 3 años no se le puede pedir que sea capaz de realizarlas independientemente, sí es posible su colaboración activa en el baño, el vestido, la recogida de juguetes, la comida, etc.
Bloque IV: El cuidado de uno mismo
Aunque en el ciclo de 0-3 años el mantenimiento de la salud es responsabilidad de las personas que les cuidan, deben ir progresivamente incorporando unos hábitos que la fomenten. Así, durante el último tramo del ciclo, el niño puede realizar algunas actividades relacionadas con su higiene corporal, su alimentación y también con el mantenimiento y cuidado de los objetos y dependencias. Por otra parte, el reconocimiento del peligro en situaciones habituales, es el primer paso para que los niños adquieran una serie de hábitos y actitudes que favorezcan su salud.
· ÁMBITO II: MEDIO FÍSICO Y SOCIAL
Bloque I: Los primeros grupos de iguales
Lo característico de este ámbito en el primer ciclo es el acceso del niño al centro escolar, lo que le permitirá conocer relaciones sociales y espacios físicos diferentes a su medio familiar.
En el ámbito de las experiencias el niño aprende a desplazarse por las dependencias de la casa y la escuela, progresivamente va conociendo las distintas dependencias de estos entornos y poco a poco las relaciona con las actividades que se realizan en ellas.
En el comienzo del ciclo es importante que los niños vayan desarrollando vínculos fluidos con el educador, sin embargo, esta relación, al principio tan estrecha tiene que dar paso posteriormente, a la participación a la vida en grupo en el centro. Para el establecimiento de vínculos con los demás es necesario que el pequeño comience colaborando en actividades donde esté presente el adulto, ayudando en tareas muy sencillas. Igualmente, es importante que aprenda a discriminar los objetos de los demás y, a la vez, empiece a compartir determinados materiales de uso colectivo.
Bloque II: La vida en sociedad
Al final de este periodo, el maestro puede proponer a los niños conocer y observar nuevas formas de organización social (tiendas, los vehículos, la televisión…) y algunas de sus normas de funcionamiento, lo que le llevará a ampliar su campo de experiencias. Por otra parte, la observación de los acontecimientos de su entorno social y de las personas que forman parte de éste, contribuye a que los niños puedan discriminar comportamientos ajustados a diversas situaciones.
Bloque III: Los objetos
En el comienzo del ciclo tiene especial importancia la actividad conjunta que le niño y el maestro desarrollan alrededor de los distintos objetos, ésta contribuirá a que la observación y exploración del medio físico vayan ganando en sistematización, lo que permitirá al niño, al finalizar el ciclo, descubrir las características más precisas de los objetos y su utilidad y que sea capaz de provocar intencionadamente determinados efectos y modificaciones.
Bloques IV: Animales y plantas
El conocimiento del mundo de los animales y plantas debe ser fundamentalmente guiado por el educador para que el niño pueda establecer relaciones muy elementales con ellos.
En cuanto a la capacidad de establecer relaciones entre el medio físico y social, es muy importante que el niño observe algunas modificaciones muy evidentes que se producen en los elementos del paisaje y en la vida de las personas por el paso del tiempo, el clima o la intervención humana.
Por último, el reconocimiento del paisaje en este ciclo, debe restringirse a la forma de contacto directo con el entorno inmediato en que están insertos la casa y el centro. En esta toma de contacto es muy importante el juego al aire libre.
ÁMBITO III: COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN
En el primer ciclo se acentúa, si cabe, el carácter instrumental de los contenidos que incluye este ámbito y su estrecha relación como mediadora de loa otros ámbitos.
Bloque I: Lenguaje oral
Con el lenguaje oral, los niños descubren y experimentan la emisión de sonidos elementales, balbuceos y la imitación de los primeros sonidos elaborados, en un proceso que les lleva a utilizar progresivamente: un vocabulario ajustado a las situaciones cotidianas; las reglas morfológicas y sintácticas fundamentales que les permitan elaborar frases sencillas; y algunas formas sociales básicas de comunicación oral como las que utilizan a la entrada y salida de la clase.
Poco a poco, el dominio del lenguaje oral hacer que éste se convierta en un medio privilegiado de comunicación.
Bloque II: Aproximación al lenguaje escrito
No se desarrolla en este ciclo.
Bloque III: Expresión plástica
La experimentación y utilización de los materiales de su entorno como instrumentos de producción plástica y de las técnicas más básicas que eso le permite, será fundamental en el ciclo 0-3, siempre en estrecha relación con el desarrollo de nuevas habilidades perceptivo- motrices y con las primeras actitudes de disfrute e interés por la producciones plásticas.
Bloque IV: Expresión musical
El niño utiliza y experimenta las propiedades sonoras de su cuerpo y los objetos de su entorno, este proceso que junto con el silencio serán, al final del ciclo, una nueva forma de expresión y comprensión de algunos sentimientos y emociones.
Bloque V: Expresión corporal
Las actividades que se desarrollan en la escuela permiten que los niños descubran, experimenten y utilicen los recursos básicos de expresión de su cuerpo, los cuales serán enriquecidos paulatinamente con el desarrollo de las habilidades perceptivo- motrices, afectivas, cognitivas y relacionales. Al final de ciclo podrán expresar algunos sentimientos, emociones o deseos (enfado, alegría, sorpresa…) y también otras realidades (sonidos, animales…).
Bloque VI: Relaciones, medida y representación en el espacio
Entre los 0 y 3 años el niño experimenta con los objetos que le rodean descubrimiento algunas de sus propiedades (color, tamaño, forma…), relaciones (agrupamientos por color…) y su situación en el espacio, fundamentalmente en torno a sí mismo; y las utiliza en sus juegos y actividades cotidianas.
2.3 METODOLOGÍA PARA EL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL
La complejidad de la acción pedagógica en el primer ciclo viene dada por la exigencia de responder de una manera coherente a las necesidades cambiantes de los niños, los cuales inicialmente dependen por completo de los adultos y en muy poco tiempo se convierten en personas incipientemente autónomas.
La intervención pedagógica se sustenta en varias premisas. Por un lado la individualidad y originalidad de cada niño; y por otro lado, la consideración de que todas las actividades que con él se realizan son educativas y deben ser coherentes con la estrategia educativa de la familia y con el trabajo del equipo del centro.
Las decisiones que se refieren a los aspectos metodológicos no vienen reflejados en el DCB, es el equipo de maestros quien debe decidir las estrategias didácticas concretas, no existe un método ideal, pero estas deben estar sujetas los principios propuestos por el DCB.
La metodología se desarrolla en base a los dos ejes principales de la acción educativa durante este primer ciclo, uno son las rutinas y otro el juego.
· LAS RUTINAS
Una gran parte del tiempo en el centro se emplea en los cuidados obligatorios de rutina, como alimentación, higiene y siesta. Tales actividades son potencialmente valiosas como experiencias de aprendizaje, se pueden aprovechar para conseguir muchos de los objetivos propuestos y organizar los contenidos.
Cuando un niño de estas edades ingresa en la Escuela Infantil suele traer sus propios ritmos y sus propias rutinas, paulatinamente hay que conseguir que se adapte al ritmo general del centro, pero respetando las individualidades al máximo.
En este aspecto también es muy importante una relación fluida y sistemática con las familias. Por regla general, el que los niños reciban distintos tipos de atención no es perjudicial para ellos, pero la siesta, la comida y determinadas normas y prohibiciones son algunos de los detalles que se deben tratar de igual manera tanto en casa como en la escuela.
– La alimentación es algo que puede ser visto como una actividad obligatoria, pero que a la vez sirve para distintos objetivos. Además de satisfacer sus necesidades de nutrición, ese momento se convierte en la ocasión de descubrir nuevos sabores, texturas y colores; de aprender nombres de objetos; de realizar acciones que suponen un gran domino psicomotor cono son el manejo de la cuchara y el vaso (alcanzables al final del ciclo).
Un elemento fundamental en la alimentación es la planificación cuidadosa de ese momento, organización en cuanto a:
* Adecuación del espacio y el mobiliario.
* Horarios que respeten los ritmos individuales, sobre todo en los más pequeños.
* Tipo de menús, contemplando la introducción de nuevos alimentos.
* Establecer los principios que deben regir este momento: respeto en hábitos y gustos, la búsqueda de autonomía.
En este tema resulta imprescindible una coordinación con los padres, el educador debe saber cada mañana qué y cuánto ha comido el niño, y lo mismo ocurre con los padres al final de la jornada escolar. También se debe disponer de informaciones especiales cono gustos, rechazos, alergias, etc. La introducción de nuevos alimentos debe, hacerse en el hogar antes que en el centro; y en el caso de los más pequeños (0-1 año), la cantidad y el tipo de alimento también es decisión suya.
– La higiene es una necesidad vital, un medio de defensa contra las enfermedades, su valor no es sólo el de la limpieza, sino que representa para el niño la satisfacción de una necesidad, proporcionándole un placer. La adquisición de hábitos de higiene refuerza la autonomía en el niño y le ayuda a construirse una imagen positiva de sí mismo.
Las rutinas más importantes relacionadas con la higiene que se trabajan en este ciclo son, el cambio de pañales y el control de esfínteres.
* El cambio de pañales se puede realizar sin darle ninguna importancia o bien, como una parte más de las experiencias agradables del niño. Pueden realizarse muchas experiencias constructivas mientras se efectúa esta actividad rutinaria: motrices, sensitivas, cognitivas, de lenguaje.
* El control de esfínteres es una adquisición que necesita un determinado nivel de desarrollo madurativo. Suele darse a partir del año y medio para el control diurno y sobre los 3 años en el nocturno. En el control de estas funciones le pedimos al niño que colabore en algo que no le parece útil y solo lo hace por complacer al adulto, por tanto lo fundamental es conseguir que el niño se perciba a sí mismo como eficaz y competente. La intervención educativa es fundamental en lo relativo a un clima de afectividad, evitando los ritmos apresurados y las exigencias fuertes. También lo es la relación con la familia.
– Las siestas deben enfocarse de forma parecida a las comidas, es decir, respetando lo más posible los ritmos individuales. Enfocar adecuadamente la siesta exige del educador una gran experiencia para saber, cuándo hay que acostar al niño, qué señales nos dan esa información, cómo tratar al niño que no puede conciliar el sueño. Cómo enseñarle a coger el sueño solo, sin dependencias, etc. Además es indispensable respetar las costumbres de cada ambiente familiar, los ritos previos, la postura…
· EL JUEGO
El juego, el aprendizaje y la exploración están entremezclados en el todo que es la experiencia del niño pequeño, abarca una extensa gama de contactos con el mundo físico y social. Para el niño juego puede ser caso todo: arrastrar un objeto, subirse a una silla, buscar algo,…
Una de las características principales del juego a cualquier edad es, que en gran parte, debe ser activo, sin olvidar que también se puede aprender observando y escuchando. La calidad de las primeras experiencias lúdicas es de una vital importancia para el desarrollo posterior, ya que las habilidades más avanzadas se construyen a partir de las primarias. Las experiencias cimientan las bases para el desarrollo de la curiosidad por el mundo y la actitud positiva hacia los demás, así como los comienzos de un sentimiento de dominio y confianza en sí mismo.
El papel del educador cubre dos frentes: (1) la relación directa con el niño, iniciando el juego y respondiendo a sus propuestas; (2) y predisponiendo el entorno en que el bebé juega, proporcionándole oportunidades para la exploración y descubrimiento.
El entorno debe guardar un equilibrio entre lo rutinario y las nuevas experiencias, tiene que haber una sensación de seguridad, básica para que el niño pueda enfrentarse a las variaciones diarias que ocurren espontáneamente. El juego debe ser una combinación de la exploración de los nuevos objetos, la práctica de nuevas habilidades, con la satisfacción que produce el uso de las habilidades ya adquiridas. Repetir lo ya conocido es consolidar estas habilidades, lo que al adulto le parece aburrido y repetitivo, puede que para el niño sea muy importante para consolidar sus aprendizajes.
Frente a esto no hay que olvidar dar al niño nuevos y variados estímulos que le exijan enfrentarse a pequeños retos, que le ayuden a dª sus aptitudes motrices, cognitivas y/o sociales.
La interacción social del adulto con el niño es muy importante a estas edades, el pequeño sabe que es especial cuando se le presta atención, comienza a confiar en las personas, desarrolla una actitud positiva hacia ellas, aprende a comunicarse,… Los juegos entre adultos y niños deben ser interactivos y recíprocos, permitiendo una participación del niño y atendiendo a sus sugerencias. Este tipo de juegos debe tener una amplia gama de formas de comunicación (corporal, musical,…) pero el lenguaje juega un papel muy importante, a los más pequeños les gusta que se les hable y se les cante, ante incluso de entender una sola palabra y además, es el mejor modo de aprendizaje del propio lenguaje.
El adulto puede ayudar al niño a adquirir nuevos tipos de dominio, no sólo en el ámbito de las relaciones sociales, también en el mundo físico, con la presentación de nuevos objetos planteando retos e incluso con el aprendizaje por imitación (tan importante a estas edades).
Por último, también juega un papel muy importante la interacción entre los niños, aunque de forma muy limitada no hay que olvidar que el niño disfruta estando con otros niños incluso antes de aprender a andar. El papel del maestro es un estas edades en de favorecer los juegos de participación iniciando el juego y estando muy atento ante los excesos de energía y brusquedad que puedan surgir, pero no tiene que estar siempre encima de ellos, pues su presencia pude impedir más que facilitar el juego entre iguales.
Nunca hay que olvidar que tan indeseable como la carencia de estímulos es la “sobreestimulación” que suele provocar en los niños estados de inquietud, falta de interés en la exploración, etc. Potenciar un ambiente de seguridad y confianza es un objetivo prioritario de la intervención educativa en el primer ciclo de EI.
Sin embargo este primer ciclo (0-3 años) es un periodo lo suficientemente largo como para que pueda ser necesario establecer algunas divisiones. Se dan grandes cambios en estas edades por lo que se puede establecer una secuencia que especifica dos tramos dentro del ciclo (0-1) y (1-3).
· ESPECIFICACIONES PARA 0-1 AÑO
Atendiendo a las características de los bebés que acuden al centro de educación durante el primer año de vida, éste debe organizarse de modo que pueda dar respuesta a las necesidades básicas que presentan los más pequeños.
El concepto de necesidad básica no debe restringirse a las necesidades biológicas de alimentación, higiene y descanso; para el bebé es igualmente necesaria la seguridad, la relación y comunicación, el movimiento y exploración, el juego, el afecto y la estimulación, de ser tratado como una persona individual con sus propios ritmos y sentimientos.
A lo largo de este primer año, el niño empieza a descubrir su cuerpo y las personas y objetos de su entorno más próximo; a ajustar sus ritmos biológicos a las secuencias de la vida cotidiana; a controlar sus movimientos para gatear, caminar, coger objetos, meterlos, sacarlos…; a expresar mediante el llanto, los movimientos, los gestos y las primeras palabras, algunos de sus deseos y necesidades.
3. BIBLIOGRAFÍA
· DISEÑO CURRICULAR BASE. Educación Infantil (1989) MEC Madrid.
· R.D. 1330/1991 del 6 de septiembre (BOE del 7) sobre aspectos básicos del currículo de Educación Infantil.
· R.D. 1333/1991 del 6 de septiembre (BOE del 9) por el que se establece el currículo de Educación Infantil.
· DAVID, M. Y APPEL, G.(1986): La educación del niño de 0 a 3 años. Experiencia del instituto Loczy. Madrid Ed: Narcea.