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Tema 15G – La función del maestro o maestra en Educación Infantil. La intencionalidad educativa. Relaciones interactivas entre el niño y el educador. El maestro como miembro del equipo educativo y en su relación con las familias.

0. INTRODUCCIÓN.

1. LA FUNCIÓN DEL MAESTRO O MAESTRA EN EDUCACIÓN INFANTIL.

A) PERFIL DEL DOCENTE.

B) FUNCIONES.

2. LA INTENCIONALIDAD EDUCATIVA.

A) LA INTERVENCIÓN DOCENTE COMO ACTIVIDAD INTENCIONAL.

B) CONCRECIÓN.

3. RELACIONES INTERACTIVAS ENTRE EL NIÑO Y EL EDUCADOR.

A) FORMAS.

B) ACTUACIONES.

4. EL MAESTRO COMO MIEMBRO DEL EQUIPO EDUCATIVO Y EN SU RELACION CON LA FAMILIA.

A) EL MAESTRO COMO MIEMBRO DEL EQUIPO EDUCATIVO.

B) RELACIÓN DEL MAESTRO CON LA FAMILIA.

q Condiciones de eficacia.

q Actividades.

q Cauces de participación.

1. INTRODUCCIÓN.

El papel del maestro en la Educación Infantil es quizás uno de los elementos más determinantes de todo el proceso educativo ya que es él, en última instancia, quien va a guiar de forma directa el aprendizaje de un grupo de alumnos. El maestro no sólo pasa gran parte del tiempo con el niño, sino que además sus relaciones con éste tienen un carácter esencialmente educativo. El maestro organiza el tiempo, el espacio y su propia relación con el niño en función de objetivos educativos. Es por ello que las características personales de cada maestro, sus vivencias, la forma peculiar de interactuar con los niños…, marcarán todo el entramado de relaciones que se establezcan en el grupo.

Además, el maestro conforma para los niños un modelo significativo que, junto con el de sus padres y otros adultos relevantes en sus vidas, contribuyen a forjar una imagen “adulta” que, en buena medida va a incidir en su desarrollo.

2. LA FUNCIÓN DEL MAESTRO O MAESTRA EN EDUCACIÓN INFANTIL.

A) PERFIL DEL DOCENTE.

El concepto actual de docencia asigna al maestro el rol de dinamizar, orientar, coordinar y facilitar la educación del niño y de actuar como agente del cambio social. Se considera al maestro como eje de la intervención en el aula y ha de reunir unas competencias personales y profesionales. La figura del maestro de Educación Infantil está delimitada por el siguiente perfil:

F Aspecto personal: las cualidades que favorecen su interacción con los alumnos son:

¬ Mentalidad abierta, flexible y comprensiva.

¬ Capacidad de observación y sensibilidad a través de la cual captará progresos, dificultades, estados emotivos y cambios en el niño.

¬ La seguridad en sí mismo, que facilitará la confianza del niño en el docente.

¬ Firmeza, ecuanimidad y claridad en las decisiones y actuaciones.

¬ Habilidad para sugerir y orientar al niño en todas las situaciones que generan la dinámica del aula.

¬ Amabilidad y capacidad para transmitir afecto y valoraciones a cada niño y al grupo en general, de manera que todos se sientan queridos y atendidos.

¬ Capacidad para motivar y para animar a superar las dificultades que aparezcan en el proceso de aprendizaje.

¬ Estabilidad emocional y control de sí mismo y del grupo ante situaciones problemáticas.

¬ Paciencia y resistencia física que le permitan superar el desgaste que ocasiona el dinamismo y energía que tienen los niños de estas edades.

F Aspecto profesional y de la formación: las cualidades que debe reunir son:

¬ La adquisición de conocimientos científicos en los ámbitos psicológico, pedagógico, didácticos y sociológicos. Estos conocimientos le aportan los fundamentos necesarios sobre el crecimiento y desarrollo del niño, cuidados que precisa, comportamientos, proceso de aprendizaje, metodología, recursos educativos, importancia del contexto sociocultural, etc.

¬ La capacidad para coordinarse con los compañeros de ciclo y para integrarse en equipos de trabajo, ya que la LOGSE promueve la intervención conjunta del profesorado y el desarrollo de proyectos de investigación educativa que respondan a las características del centro.

¬ La actualización profesional, dentro de los programas de formación permanente, que han de orientarse hacia la adquisición de una metodología de trabajo fundamentada científicamente y que establezca una adecuada relación entre conocimiento teórico y práctico.

F En la adopción de actitudes que favorecen el cumplimiento de las funciones se incluyen:

¬ Actitud de respeto y confianza en el niño posibilitando que exprese sus opiniones, pensamientos e intereses, fomentando así la autoestima positiva.

¬ Actitud afectuosa y favorable hacia el trato con los niños favoreciendo el acercamiento, el contacto corporal y el diálogo afectivo.

¬ Actitud favorable hacia la búsqueda, el descubrimiento, el aprendizaje del niño, incitándole a que se interrogue, establezca diálogos sobre sus ideas…

¬ Actitud contraria hacia determinados estereotipos y prejuicios sociales.

B) FUNCIONES.

Las funciones pueden agruparse en las siguientes categorías:

F Función de programación educativa: la propuesta curricular abierta exige la participación del educador en el desarrollo de la misma. El maestro tiene que hacer una previsión fundada en los distintos elementos curriculares y adaptarlos a sus condiciones concretas. Esta función abarca actividades como

¬ La participación en la organización del centro.

¬ La planificación de actividades y experiencias que aprovechen al máximo los recursos y posibilidades de éste.

¬ El establecimiento de estrategias de actuación que permitan la puesta en práctica y el desarrollo curricular.

F Función de diagnóstico: está destinada a conocer las características específicas de los niños con los cuales establece la relación educativa. Implica tratar de localizar intereses y motivaciones, conceptos previos, relaciones con los compañeros…

F Función de intervención: se centra en el aula y abarca:

¬ Organizar un ambiente que estimule y oriente la actividad de los niños.

¬ Sugerir actividades, ayudar al niño a que se exprese, recoger sus iniciativas y ofrecerles medios para que pueda llevarlas a cabo.

¬ Organizar un marco en el que sean posibles interacciones verbales y no verbales. Estimular la expresión.

¬ Facilitar la integración de los alumnos en el grupo de clase y en la dinámica escolar, de manera afectiva y proporcionándoles seguridad y confianza.

¬ Desafiar intelectualmente al niño planteando problemas que pueda resolver.

F Función de investigación y evaluación: la evaluación del proceso y de los resultados tiene como fin obtener la información necesaria para planificar, intervenir, comprobar la eficacia de las decisiones adoptadas y, si es necesario, modificar las acciones desarrolladas en la escuela para mejorar la acción educativa. Por lo tanto, la evaluación sumerge al maestro en un proceso investigador sobre las teorías, valores y principios que informan su práctica educativa, sometiendo a reflexión y clarificación las nuevas ideas surgidas de las observaciones e interacciones diarias en el aula y en el centro.

F Función de relación: el maestro de E. Infantil debe relacionarse con los otros miembros de la comunidad escolar, sobre todo, con los miembros de su equipo, con los padres, con los profesores de la etapa de E. Primaria y con el maestro de apoyo a la integración. Así mismo debe establecer vinculaciones con otras instituciones del entorno en el que el centro esté enclavado.

3. LA INTENCIONALIDAD EDUCATIVA.

La intervención docente tiene en sí misma una intencionalidad educativa. La forma de canalizar dicha intencionalidad viene dada por las pautas de intervención metodológica que el maestro se marque, teniendo en cuenta las establecidas en el PCC. Así pues, la E. Infantil debe perseguir una doble finalidad: aprovechar al máximo las posibilidades de desarrollo del niño, potenciándolas y afianzándolas a través de la acción educativa, y dotar a los niños de las competencias, destrezas, hábitos y actitudes que puedan facilitar su posterior adaptación a la E. Primaria. Esta doble finalidad se concreta en metas más específicas referidas capacidades:

F En el desarrollo motor: la E. Infantil debe ajustar su intervención a las posibilidades que va abriendo la maduración, que permite al niño un progresivo control de su propio cuerpo. Se propone facilitar y afianzar esos logros en el ámbito de la acción, y al tiempo asegurar el progresivo dominio de la representación del cuerpo y de las coordenadas espacio-temporales en que su acción transcurre.

F En desarrollo cognitivo y lingüístico: la finalidad de la E. Infantil se relaciona con facilitar el acceso a una representación crecientemente objetiva, ordenada y coordinada de la realidad que el niño conoce, en lo que a cognitivo se refiere; y, en lo relativo al lenguaje, la finalidad es estimular el acceso a la convencionalidad léxica, gramatical y sintáctica, y al uso del lenguaje como instrumento de reflexión, de planificación de la acción…

F Desde el punto de vista de las relaciones interpersonales y de la actuación e inserción social: la finalidad de la E. Infantil consiste en hacer posible el desarrollo de la individualidad en el interior de un contexto que demanda ajuste y coordinación social. Deberá contribuir con su acción educativa al descubrimiento de la identidad de cada niño y al mismo tiempo constituir un contexto propicio para el aprendizaje de las reglas que rigen la vida en grupo, con sus aspectos de cooperación y competición, de comportamientos solidarios, de ayuda, así como para promover en ellos actitudes alejadas de estereotipos relacionados con el sexo, las diferencias de raza u origen…

F En lo que se refiere al equilibrio personal: la E. Infantil se propone desarrollar y afianzar en los niños sentimientos positivos respecto a los demás y en sí mismo. Deberá facilitar el acceso al conocimiento de las propias posibilidades y límites, proponiéndose como meta la mejor autoimagen posible del niño en el contexto de relaciones con los maestros de cuyo afecto y justa consideración el niño no debe dudar.

A) LA INTERVENCIÓN DOCENTE COMO ACTIVIDAD INTENCIONAL.

La educación formal es una actividad intencional y esa intencionalidad consiste en el ejercicio deliberado de propuestas educativas. Así pues, la educación se realiza de acuerdo con algunos propósitos que deben explicitarse y comunicarse.

El currículum deberá contener la especificación de las razones, las intenciones o los propósitos del por qué y del para qué de la enseñanza. La formulación de objetivos materializa la forma de explicitar esas intenciones educativas y de los presupuestos en que se asientan.

Los objetivos se convierten así en el punto inicial, el primer paso de la planificación curricular, de tal forma que sólo a partir de ellos es posible la selección de los medios que permitan alcanzarlos. En este sentido deben:

¬ Dirigirse al desarrollo de las capacidades del niño, ya sea expresado en un comportamiento, en una acción mental, un nuevo concepto, una operación lógica…

¬ Especificar las condiciones en que se evaluará la actuación del niño.

¬ Precisar su nivel de realización (tiempo, características del producto material…)

B) CONCRECIÓN.

Los Equipos Docentes determinan sus intenciones educativas en forma de proyectos y programaciones.

El currículo se desarrolla en la programación de aula y se corresponde con las respuestas a las cuestiones qué, cómo, cuándo, para qué enseñar y evaluar. Sus principios se sustentan en el Proyecto Curricular de Etapa, por lo tanto tienen presente la educación de los valores de convivencia, de coeducación, de respeto al medio, de promoción de la salud, la atención a la diversidad, la inserción de la escuela en el medio, etc.

3. RELACIONES INTERACTIVAS ENTRE EL NIÑO Y EL EDUCADOR.

El maestro de E. Infantil tiene una vinculación directa e intensa con el niño y con el grupo que da lugar a interacciones constantes.

Quien construye o no construye significados, quien aprende o no, es en definitiva el alumno, y nadie puede sustituirle en ese cometido. Pero en el contexto escolar, el niño no se encuentra solo; su actividad forma parte de una actividad interpersonal que se engarza en el marco de las interacciones que mantiene con otros alumnos y especialmente con su profesor. Son precisamente las actuaciones con éste, sus propuestas y forma de intervenir las que determinan que la actividad del alumno sea más o menos constructiva. El profesor aparece como un guía que establece puentes entre los procesos constructivos de los alumnos y el saber colectivo reflejados en los contenidos que forman parte del currículum escolar.

Es la actuación del profesor la que hace que la actividad constructiva del alumno encuentre mayor o menor margen, que se oriente más o menos en el sentido que marcan las intenciones educativas, que genere unos aprendizajes más o menos significativos. De este modo, el profesor aparece pues como un intermediario entre las aportaciones y construcciones del niño y la cultura, cuya presencia es absolutamente necesaria para lograr los fines de la educación.

El profesor que interactúa con el niño organiza su mundo en el aspecto cognitivo, afectivo y social. Esta interacción ha sido reconocida por Piaget y Vygotsky.

Piaget considera la interacción con los otros como un medio para contrastar descubrimientos ya hechos; Vygotsky afirma que no hay desarrollo sin génesis social, validando la importancia de lo social en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Las aportaciones en este sentido son:

¬ En el contexto sociocultural, el desarrollo cognoscitivo no es un proceso de acumulación gradual, sino un proceso dialéctico.

¬ La interacción social entre iguales y entre ellos y adultos es un motor de desarrollo.

¬ La imitación tiene un papel esencial en el fomento del desarrollo potencial.

¬ El lenguaje, como medio de interacción, tiene una función comunicativa a la vez que representativa como instrumento de reflexión.

A) FORMAS.

Las formas de interacción tienen su origen en el período de adaptación del niño al centro educativo, durante el cual adquiere especial importancia el ambiente de relación, los intercambios verbales, la proximidad física y la aceptación de normas por parte del alumno. Una vez terminado este proceso, las interacciones se realizan en un determinado ambiente, en unas situaciones de aprendizaje y en le reconocimiento a la individualidad de cada niño:

F La creación del ambiente, consiste en preparar un clima afectuoso, saludable y de bienestar, en el que encuentre los estímulos necesarios para que el niño se sienta cómodo, seguro, alegre, feliz y querido. Este ambiente no sobreprotegerá al niño para no limitar sus posibilidades ni el desarrollo de su autonomía, pero se ofrecerán ocasiones para establecer un contacto físico y un diálogo verbal que favorezca los aprendizajes.

F Las situaciones de aprendizaje, presentarán al niño oportunidades de acción motivadoras y fundamentadas en el juego, que despierten su interés y curiosidad por las cosas. El maestro cooperará con el niño en su aprendizaje, sin sustituirle en aquellas ocasiones que él pueda realizar a la vez, atento para ayudarle siempre en lo que necesite. Captará los distintos mensajes y demandas que le transmite por medio de palabras, gestos o manifestaciones emotivas.

F El reconocimiento de la individualidad forma parte de la atención a la diversidad y de la intervención temprana. Consiste en considerar al niño como un ser global y único, que requiere tener en cuenta sus circunstancias, su ritmo personal, sus necesidades educativas… para llevar a cabo los principios de una educación personalizada.

B) ACTUACIONES.

Las actuaciones docentes contemplarán estas propuestas:

F La ayuda al niño a desenvolverse en el entorno escolar y extraescolar, básicamente en los ámbitos físicos y sociales.

F La observación sistemática de las conductas manifestadas por el niño.

F La familiarización del niño con los materiales, objetos y espacios del aula, fundamentalmente a través del juego, la dramatización y el lenguaje.

F La adquisición de hábitos de autonomía y de auto-cuidado preferentemente a nivel de aseo, vestido y comida.

F La experimentación a través de la creación de unas conductas personales y la integración en el aula.

4. EL MAESTRO COMO MIEMBRO DEL EQUIPO EDUCATIVO Y EN SU RELACION CON LA FAMILIA.

A) EL MAESTRO COMO MIEMBRO DEL EQUIPO EDUCATIVO.

El maestro de E. Infantil no actúa de manera aislada, sino que pertenece a un centro, en el que ejercen docencia otros maestros con quienes constituye el Equipo Educativo.

La participación en el Equipo Educativo nace de la necesidad de coordinar la intervención de los distintos educadores que inciden sobre un grupo de alumnos o sobre las directrices generales del ciclo para conseguir una mayor unidad en el proceso.

Estos educadores tienen una concepción pedagógica previamente formada, una elección metodológica puesta en práctica y su propia visión de la escuela. Al participar en el equipo, cada uno de sus miembros aporta sus apreciaciones y valores individuales que se analizan y seleccionan para elaborar unas líneas comunes de intervención, consensuadas por todos, que quedan plasmadas en los documentos curriculares.

q Condiciones de eficacia.

El trabajo en equipo es enriquecedor para cada uno de sus miembros, por las distintas experiencias que pueden exponer y por la formación permanente que supone el trabajo en grupo. La actuación del grupo consiste en un proceso de búsqueda, de análisis e investigación en común, como parte de una práctica educativa que cada uno de los maestros desarrolla con su grupo de alumnos.

Para que el trabajo de un equipo sea efectivo ha de estar organizado. Esta organización supone planificarlo, realizarlo de modo ordenado y evaluarlo posteriormente. Las medidas que se proponen para conseguir la eficacia son:

F Asignación de tareas a desempeñar por cada miembro y distribución de responsabilidades.

F Creación de cauces de coordinación que permita la comunicación entre sus miembros.

F Utilización de recursos instrumentales precisos, incluyendo los Materiales Curriculares publicada por la Administración educativa.

F Actuación sobre ámbito prácticos, productivos, aplicables y concretos.

El equipo de educadores ha de configurarse de acuerdo a los siguientes rasgos:

F Participativo-democrático: las decisiones que el equipo adopta se asumen por todos sus miembros.

F Planificado: el equipo comparte los objetivos del centro recogidos en el Plan Anual.

F Autoevaluador: el equipo incluye la evaluación del funcionamiento interno del centro y de su propia dinámica.

F Coordinado: la coordinación es una constante en las actividades de Equipo.

q Actividades:

Las actividades compartidas por Equipo Educativo se pueden concretar en:

F Coordinar adecuadamente las programaciones con el grupo de alumnos, especialmente para aquellos niños con NEE y de apoyo.

F Desarrollar el Plan d Acción Tutorial que, aunque modificable, debería durar varios cursos, priorizando funciones y labores hasta su implantación general.

F Contribuir en la programación de los Objetivos Curriculares y aspectos metodológicos que se desarrollan en los distintos Ámbitos. Establecer cauces de colaboración con el resto de los tutores, en especial con los del nivel, para establecer y, en su caso, revisar objetivos, actividades y materiales, así como la temporalización y recursos necesarios.

F Recabar información, opiniones y propuestas sobre temas relacionados con el grupo o con alumnos específicos.

q Cauces de participación:

Los cauces de participación en el Equipo Educativo son:

F La celebración periódica de reuniones, que son mecanismos de coordinación.

F Los intercambios cotidianos sobre algunas cuestiones que se resuelven de inmediato.

B) RELACIÓN DEL MAESTRO CON LA FAMILIA.

La relación entre el maestro y la familia permite intercambiar criterios o pautas de actuación y compartir las dificultades que pueden surgir en el proceso educativo.

El maestro informa a los padres del desarrollo de la vida del niño en el centro y éstos comunican su actuación en casa. Con ello ambas partes amplían el conocimiento del niño y pueden decidir una intervención coordinada encaminada a crear una continua y más adecuada atención y educación.

El intercambio con los padres se lleva a cabo a través del contacto frecuente al iniciar y finalizar la jornada escolar, de informes de mayor o menor periodicidad, de los boletines de evaluación y de las entrevistas y reuniones. En las entrevistas y reuniones se pueden tratar determinados temas, que requieren el análisis más detenido y que siempre tendrán un carácter confidencial.

La participación de la familia en el centro educativo se contempla en la LODE, la LOGSE y los decretos de enseñanza. La participación puede adoptar distintas modalidades como son:

F Entrevistas: cuando los padres lo soliciten o cuando el tutor las considere necesarias.

F Reuniones: al menos una vez por trimestre y al comienzo de curso para informarles sobre las horas de visita, las normas sobre el control de asistencia, las características de la edad y el nivel escolar en que se encuentran sus hijos, así como los objetivos y actividades de las tutorías.

F Participación en actividades del centro: preparación y realización de actividades, aportación de materiales de desecho, afianzamiento de los valores educativos asumidos por el centro…

F Encuentros formativos para padres: la necesidad de formación y la necesidad de disponer de un lugar de encuentro para los padres y los temas educativos se hace cada vez más patente. Promover actividades donde los padres aborden, desde perspectivas modernas y científicas, los temas que más les interesan sobre la educación de sus hijos, es requisito para el progreso de una comunidad educativa. Estos encuentros pueden adoptar formas diversas: escuelas de padres, seminarios, reuniones informativas…

F Participación institucionalizada: en el Consejo Escolar del centro como órgano colegiado con representación de toda la comunidad escolar. Los intereses comunes se podrán defender a través de las AMPAS.

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