TEMA 23: “LA EXPRESIÓN CORPORAL”.
1. INTRODUCCIÓN.
El objetivo de la comunicación es potenciar el desarrollo de las capacidades del niño/a, favorecer las relaciones y la integración del individuo en el medio. la expresión corporal es la forma de comunicación más primaria.
El niño en interacción con el adulto irá construyendo un sistema de comunicación compartido por ambos. En este primer sistema de comunicación están comprendidas las futuras posibilidades de comunicación del niño/a.
El uso satisfactorio del lenguaje, generará en el niño el deseo y el interés por conocer otras formas de expresión.
2. LA EXPRESIÓN CORPORAL.
La comunicación juega un papel fundamental en la vida de las personas, hablar de comunicación es hacer referencia a las relaciones individuo – medio.
Los ritmos biológicos del niño/a y las reacciones a los contactos físicos con el exterior y con las personas, se convierten en códigos de expresión, al ser interpretados como señales y atendidos satisfactoriamente por los adultos que habitualmente le cuidan. Construyéndose así, todo un sistema de comunicación al ser compartido por ambos, a través del cual los niños/as van estableciendo sus primeros vínculos afectivos.
Los niños/as irán elaborando todo un sistema de signos que forman el lenguaje corporal: gestos, movimientos, miradas, sonrisas, sonidos… Este lenguaje será el primer instrumento de expresión que los niños/as utilicen intencionadamente para comunicarse con los demás.
A través de la exploración de los propios recursos expresivos y de la imitación de los recursos de los demás, los niños irán ampliando su repertorio de gestos y movimientos. Es conveniente que puedan utilizar los movimientos aprendidos en situaciones y contextos diversos, para que puedan ir consolidando su propia forma de expresión. También podrán utilizar el repertorio de gestos y movimientos aprendidos de forma simbólica en el juego. De esta manera, a través del juego simbólico, los niños/as irán explorando y asimilando los roles sociales y las pautas de relación habituales.
La Educación Infantil debe crear un ambiente de libertad en el que el niño/a pueda expresarse y aceptar diversas formas de expresión.
Según el decreto 89/1992, de 5 de junio, por el cual se establece el currículum de educación infantil en la Comunidad Autónoma de Canarias, haacemos referencia a tres áreas de conocimiento:
1. Identidad y autonomía personal.
2. Medio físico y social.
3. Comunicación y representación.
Es en este último ámbito donde más claramente se ve reflejada la expresión corporal, sin olvidarse del enfoque globalizador, debemos tener en cuenta los aspectos a trabajar dentro de este área:
– Lenguaje oral.
– Aproximación al lenguaje escrito.
– Expresión plástica.
– Expresión musical.
– Relaciones, medidas y representación en el espacio.
3. EL GESTO Y EL MOVIMIENTO
El lenguaje corporal está constituído por gestos y movimientos principalmente.
La expresión por medio del gesto es natural en el niño desde los primeros momentos de vida, en los que se siente atraído por los estímulos sociales, como la voz y el rostro, repondiendo ante ellos positivamente: mira al adulto, sonríe y vocaliza.
Poco a poco comienza a reconocer a los demás demostrando afecto u hostilidad según la persona con quién interactúe. Más tarde, responde a estímulos del rostro , a una cierta entonación de la voz, siendo su respuesta facial o vocal.
Comienza a demostrar su afecto y a diferenciar entre personas conocidas, mediante gestos que tienden como objetivo precipitar el encuentro, y personas desconocidas con gestos de inquietud: agarrarse a la madre, volver la cabeza, etc. Comienza a imitar acciones simples del adulto como una forma de identificación con él. Al mismo tiempo que empieza a cooperar, empieza a oponerse a las respuestas del adulto y a demostrar esta oposición con gestos de desagrado.
A partir del primer año de vida comprende y utiliza el nombre de cierto número de personas y continua sirviéndose de los gestos. A partir de esta edad el gesto acompañará a otras formas de comunicación, principalmente la oral.
Este lenguaje no sólo le permitirá comunicar sentimientos, emociones y necesidades, sino que a través de él, el niño/a adquiere un mayor conocimiento y control del cuerpo.
4. LA EXPRESIÓN CORPORAL COMO AYUDA EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD Y DE LA AUTONOMÍA PERSONAL.
La construcción de la propia identidad es el resultado de la continua interacción que mantienen los niños/as con el medio y con las personas que le rodean. A través de esa interacción, los niños/as deberán ir configurando su propia imagen, como individuos con características y actitudes propias, diferentes a los demás.
Las posibilidades motrices son el primer recurso que poseen los niños/as para comunicarse y relacionarse con el mundo que les rodea. A partir del propio movimiento los niños/as aprenderán a conocer su cuerpo y a utilizarlo como medio de expresión y de intervención con el medio y, sobre esta base, construirán su identidad personal.
Las personas adultas han de procurar interpretar de forma adecuada y responder satisfactoriamente a las reacciones corporales provocadas por las sensaciones internas de hambre, sueño, bienestar, equilibrio o movimiento, y las sensaciones esternas de calor, frio, olor, etc. Así se contribuirá a la creación de un sistema de señales corporales compartidos por niños y adultos que constituye un sistema de comunicación, a través del cual el niño/a establece sus primeros vínculos sociales. A partir de esos primeros vínculos sociales se podrá ayudar a los niños/as a ir vivenciando los sentimientos de seguridad y confianza que necesitan para interiorizar una imagen positiva y estable de sí mismos, a reconocer y aceptar las proias características y a asumir su identidad sexual y los rasgos físicos que comporta.
El progresivo control del movimiento le permitirá a los niños/as adquirir una mayor autonomía física y les permitirá ir ampliando las posibilidades de intervención en el medio que les rodea. La exploración del medio redundará en un mejor conocimiento de sí mismo y en una valoración de las propias posibilidades.
5. JUEGO SIMBÓLICO Y JUEGO DRAMÁTICO.
5.1. EL JUEGO SIMBÓLICO.
El juego simbólico es una manifestación de la función simbólica, y aparece alrededor de los 2 años. La evolución es muy rápida en esta edad.
Entre sus funciones se pueden citar, siguiendo a Piaget, las siguientes:
* La asimilación de la realidad. Mediante estos juegos, el niño/a revive experiencias que le han sido gratas, como las fiestas o espetáculos. Pero también, puede imaginar situaciones desagradables, difíciles o imposibles, de aquí que juegue a la guerra, simule juegos de enfermos y médicos, llegando a experimentar acciones crueles.
* La preparación y superación de situaciones. A los niños/as les gustan los papeles que entrañan realizaciones futuras que ellos esperan convertir en experiencias. Así les encanta jugar a aviadores, conductores, vendedores, enfermeras, etc. Así como también les gusta recordar imaginativamente y de forma lúdica, experiencias dolorosas recién superadas. Todos estos juegos contribuyen a la aceptación de realidades alegres, tristes o enigmáticas, y favorecen el desarrollo mental y emocional del niño/a.
* La expresión del pensamiento y de los sentimientos subjetivos. Piaget llega a concluir que el juego simbólico es la forma de pensar del niño/a. Algo así como si la dificultad de pensar sobre sus propias experiencias se compensara con la facilidad que demuestra para representarlas.
5.2. JUEGO DRAMÁTICO.
La dramatización en educación infantil tiene su fundamento en (según J. Cervera):
· La tendencia natural del niño al juego y, en concreto, al juego de representación.
· El desarrollo del proceso simbólico.
· La coordinación psicomotriz.
Por otra parte, y como consecuencia de su práctica se desarrolla:
– La expresión.
– La creatividad.
– la relación con los demás. Piaget llega a afirmar que todo lenguaje ligado a la acción, a la destreza manual y en especial al juego, tiende a socializarse. Estas condiciones se dan claramente en la dramatización.
la dramatización se define como un proceso mental de creación de las condiciones dramáticas. Su plasmación definitiva es el juego dramático, cuya base psicoafectiva se halla en el juego simbólico. Con la palabra drama pretendemos denominar una acción repetida en la que intervienen coordinadamente los distintos tipos de expresión : corporal, plástica, rítmo – musical. Como vemos en la expresión dramática intervienen distintos lenguajes.
El juego dramático no es precisamente un adorno en la escuela, sino una necesidad vital del niño, forma parte de su desarrollo psíquico y le es necesario para articular su sistema de comunicación.
6. ACTIVIDADES DRAMÁTICAS.
Las actividades dramáticas abren un amplio abanico de posibilidades en la escuela de educación infantil. Una clasificación de estas actividades puede ser:
1) Juegos a aprtir del propio cuerpo.
Si el primer instrumento de juego del niño es su propio cuerpo, es lógico que no planteemos la posibilidad de utilizarlo para el juego dramático.
Distinguimos dos tipos:
– las representaciones colectivas, que desembocan en la expresión corporal.
– las representaciones colectivas en las que, partiendo de la misma expresión corporal, permite el grupo.
2) Representación de cuentos.
Dramatizar cuentos con niños pequeños implica varias exigencias:
· Fidelidad al mismo cuento.
· Resolución de todas las dificultades que supone pasar de la narración, que se sirve sólo de la expresión oral, al drama, que acepta y exige el uso de todos los tipos de expresión.
Los pasos que podríamos seguir para dramatizar un cuento serían:
1 El educador contará el cuento elegido.
2 Dialogamos con los niños/as para asegurarnos que lo han comprendido.
3 Entre todos se contara otra vez el cuento. Si los niños son muy pequeños se les ayudará con preguntas sobre el cuento.
4 Recordaremos los personajes con el fin de repartir los papeles. Todos los niños/as intervendrán.
5 Es el momento de preparar los decorados (con papel continuo se representará los distintos escenarios) y los disfraces (con telas, pinturas, máscaras, etc).
6 Se representa el cuento, y para ello podemos utilizar toda el aula y símbolos que indiquen dónde puede situarse cada personaje (castillos, bosque,etc). También trazamos con tiza en el suelo el camino que se debe seguir para ir de un sitio a otro. El Educador hará de narrador e irá dando pie a las distintas intervenciones.
7 Representamos el cuento en el escenario. Colocaremos los decorados y les explicaremos que ahora toda nuestra acción está limitada a dicho escenario. Dibujaremos los caminos e indicaremos que en frente estará el público.
8 Por último, volveremos a representar el cuento, pero ahora con público. Al terminar, los niño/as se cogerán de las manos y saludarán.
3) Dramatización de canciones.
Dramatizar canciones se convierte en una actividad muy práxima al juego en estas edades., pues gran parte de los juegos infantiles van acompañados por canciones, como: saltar a la comba, jugar al corro, etc.
Se pueden hablar de distintos tipos de canciones que dan lugar a juegos distintos.
– Canciones seriadas.
– Canciones totalmente narradas.
– Canciones totalmente dialogadas.
– Canciones dialogadas con narrador.
4) Dramatización de poemas.
La dramatización de poemas guarda una estrecha relación con las canciones. Se distinguen dos tipos de poemas:
– Los poemas asimilables a los cuentos: pertenecen los poemas como los romances, de fuerte carácter narrativo. Esta característica y la acción que presenta nos permite considerarlos como cuentos en verso.
– Los poemas asimilables a canciones: podemos encontrarnos con poemas en los que la fuerza del ritmo, nos permita un juego rítmico reforzable con instrumentos de percusión o sencillamente con palmadas y pitos.
5) Juegos dramáticos creados por niños/as.
Para que el juego dramático sea creado por los niños/as, aunque con el apoyo y orientación del educador, habrá que crear las condiciones del proceso de dramatización que incluya la creación del argumento, aunque no se exponga de forma explícita a los alumnos/as.
Los niños/as que hayan representado cuentos, poemas y canciones tienen mucho camino andado. Les falta tan sólo inventar un cuento y aplicarle el proceso dramatizador que ya les es familiar.
Tratándose de alumnos de escuela infantil, el educador siempre adquiere el papel de estimulador, animador y coordinador de los intentos creativos de carácter colectivo. Buscará que las ideas salgan de ellos y que la aceptación sea general. Preferirá los puntos de vista de los niños/as a los suyos propios, aunque sin perder de vista que sean convencionalmente representables y conduzcan hacia el fin.