0. INTRODUCCIÓN.
1. PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN E.I.
2. EL ENFOQUE GLOBALIZADOR.
2.1. Características y principios de la globalización.
2.2. Actividades básicas de globalización.
2.3. Formas de abordar la globalización.
3. SENTIDO Y SIGNIFICATIVIDAD DEL APRENDIZAJE.
3.1. Características.
4. METODOLOGÍA BASADA EN LA OBSERVACIÓN Y LA EXPERIMENTACIÓN.
4.1. La observación.
4.2. La exploración.
4.3. La experimentación.
5. SU CONCRECIÓN EN EL P.C.C.
6. BIBLIOGRAFÍA.
– RD. 1330/91.
– RD. 1333/91
– M.E.C. Cajas Rojas de E.I.: P.C. y Orientaciones didácticas.
– Coll, C.: “Infancia y aprendizaje cuadernos de pedagogía nº 41.
0. INTRODUCCIÓN.
Nuestro sistema educativo contempla dos características que coexisten y se presentan a la vez como diferente. Por un lado disponemos de un Currículo abierto y flexible que permite a las AAEE intervenir adaptando a la peculiaridad de cada CE lo previsto por el MEC y además a dos docentes para establecer distintos niveles de concreción en lo legislado. Por otro lado, el currículo dispone de un margen de prescripción de tal manera que existen aspectos de obligado cumplimiento por los docentes, garantizando así la estabilidad y homogeneidad del sistema educativo.
Dentro de los elementos prescriptivos del currículo se encuentran los objetivos y contenidos, y en lo que respecta a los principios metodológicos, la Administración considera que es necesario respetarlos en EI. No es posible exigir de forma prescriptiva métodos concretos de enseñanza a los docentes, sin embargo sí es posible especificar ciertos principios, y recomendar su cumplimiento en cualquier etapa, en cualquier acción educativa, sea cual sea el método que se utilice.
Desde el punto de vista educativo, este tema es importante para el docente, entre otros aspectos, por demostrar la adecuación del método globalizado a la consecución de los aprendizajes significativos.
En este tema veremos cuales son los principios de intervención educativa más importantes en EI, dedicando especial atención a la globalización y a la significatividad, además de referirnos a la observación, exploración y experimentación como base de cualquier propuesta metodológica de intervención. Finalizaremos el tema con la materialización de los aspectos metodológicos en el PCC.
1. PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN EDUCACIÓN INFANTIL.
Los principios de intervención que deben impregnar todo el currículo son:
1. Aprendizajes significativos: el niño debe poder establecer relaciones entre sus experiencias previas y los nuevos aprendizajes. El proceso que conduce a la realización de estos aprendizajes requiere que las actividades y tareas que se lleven a cabo tengan un sentido claro para él. El profesor partiendo de la información que tienen sobre los conocimientos previos del niño, presentará actividades que atraigan su interés y que el niño pueda relacionar con sus experiencias anteriores. Es importante tener en cuenta el proceso individual de cada alumno.
2. Enfoque globalizador: el aprendizaje no se produce por la suma o acumulación de nuevos conocimientos a los que ya posee la persona que aprende,sino que es el producto del establecimiento de multitud de conexiones y relaciones entre lo nuevo y lo sabido, experimentado o vivido.
Adoptar un enfoque globalizador contribuye a poner en marcha un proceso activo de construcción de significados que parte necesariamente de la motivación y de la implicación de los pequeños.
3. Atención diferenciada: supone dirigir la atención educativa a cada uno de los niños como una persona única, ante la que hay que replantearse la intervención en función de sus necesidades particulares, de su modo de ser y de sus circunstancias concretas. Es necesario cultivar el respeto a las diferencias, a las condiciones peculiares de cada niño y sus diferentes ritmos de desarrollo. En este contexto tenemos que inscribir la integración de niños con necesidades educativas especiales.
4. Enfoque activo y experimental: la actividad tanto física como mental es una de las principales fuentes de aprendizaje y desarrollo. Esta actividad tendrá carácter constructivo en la medida en que a través del juego, la acción, la experimentación y sus propias percepciones descubra propiedades y relaciones y vaya construyendo sus propios conocimientos.
El alumno es quien construye, enriquece, modifica, diversifica y coordina sus esquemas; es el verdadero artífice del proceso de aprendizaje; de él depende, en definitiva, la construcción del conocimiento. Sin embargo, en el aprendizaje escolar, la actividad constructiva del alumno no aparece como una actitud individual sino como parte de una actividad interpersonal (profesor-alumno, alumno-alumno).
5. El aprendizaje a través del juego: el juego es la actividad propia de la etapa y en él se aúnan un fuerte carácter motivador con importantes posibilidades para que el niño lleve a cabo aprendizajes significativos y el profesor organice los contenidos con carácter global.
6. Aspectos afectivos y de relación: adquieren un relieve esencial en la E.I. Resulta
imprescindible la creación de un ambiente cálido, acogedor y seguro, en el que el niño se sienta querido y confiado para poder afrontar los retos que le plantea el conocimiento progresivo de su medio y para adquirir los instrumentos que le permitan acceder a él. La relación personal con el educador debe de ser de gran calidad, que le transmita la confianza y seguridad que necesita para su desarrollo.
Debemos crear múltiples situaciones de interacción entre iguales, estas son decisivas para la socialización. Las controversias, interacciones y reajustes que se generan en el grupo facilitan el proceso intelectual, afectivo y social.
Importante también para el éxito de nuestra función como educadores es la atención individualizada del niño/a en esta etapa educativa.
7. Criterios para el agrupamiento de alumnos: es necesario diversificar los agrupamientos para que las experiencias sean más motivadoras. Debemos conseguir que nuestros alumnos poco a poco se aproximen al diálogo respetando las normas básicas de éste: escuchar, esperar turno de palabra…
8. La socialización: la interacción entre los niños constituye un recurso metodológico de primar orden. Las controversias, interacciones y reajustes que se generan en el grupo facilitan el progreso intelectual, afectivo y social. Además favorecen la comunicación, el respeto, la cooperación y el intercambio entre los niños que poco a poco se van dando cuenta que estos valores son fundamentales para su relación con los demás.
9. La coordinación con la comunidad educativa: es necesaria una coherencia educativa tanto entre los distintos miembros del equipo docente como entre dicho equipo y los padres. Para ello es imprescindible una correcta coordinación. También es importante establecer coordinación con la comunidad educativa puesto que la educación es una responsabilidad compartida.
2. EL ENFOQUE GLOBALIZADOR.
La perspectiva globalizadora resulta imprescindible si queremos conseguir aprendizajes significativos. El RD 1330/91 por el que se establecen los aspectos básicos del Currículo de EI insiste en la necesidad de realizar actividades globalizadoras en esta etapa.
El término globalización se refiere a la forma contextualizada en que se presenta y es percibida la realidad y las estrategias que la intervención educativa propone para orientar al alumno en el aprendizaje de dicha realidad.
Esta aceptado que el iniciador más representativo del movimiento globalizador fue Decroly, perteneciente al movimiento de la “Escuela Nueva”.
Decroly concebía al niño como una unidad funcional de la que resulta imposible separar los aspectos cognitivos, afectivos y psicomotores. Propuso que, partiendo del sincretismo como principio psicológico, la didáctica debe tener en cuenta todo lo que surge del niño y se dirige a él mismo, es decir, acercar el conocimiento de la forma más parecida posible a como encuentra la realidad en la vida misma. El exponente más claro de esta concepción fueron los “centros de interés”.
2.1. Características y principios de la globalización.
(1) El aprendizaje no se produce por acumulación de conocimientos, sino que se trata de un proceso de acercamiento del alumno a la realidad. Proceso que debe posibilitar las relaciones y significados diversos, amplios y variados.
(2) El aprendizaje por globalización, debe permitir cotas de significatividad, lo cual implica establecer conexiones entre lo nuevo y lo aprendido.
(3) La globalización se debe realizar a través de proyectos que respondan a los intereses de los niños, asegurando así la motivación por el aprendizaje.
(4) No se trata de realizar actividades alrededor de un mismo tópico, forzándolas a encajar en el tema.
(5) El aprendizaje por globalización implica obligatoriamente actividad del alumno.
(6) No es preciso que el niño sea consciente de las finalidades que se persiguen, el maestro sí, debe organizar los objetivos, actividades, contenidos, espacios, medios…
2.2. Actividades básicas de globalización.
Decroly propone que las actividades básicas que han de articular todo el aprendizaje
escolar sean la observación, asociación y expresión.
(1) Observación: afinar la observación es el paso inicial para obtener el mayor número de información ante cualquier situación o fenómeno y analizar todo lo que sucede. Debemos estimular la atención y observación del niño para cimentar su lógica posterior. La observación enseña al niño a apreciar conscientemente los fenómenos que ocurren a su alrededor, haciéndole investigar las causas y confrontar los efectos, así como las manifestaciones de la vida y su evolución.
(2) Asociación: es una elaboración sistematizada de las experiencias. Su objetivo es inducir al niño a asociar los conocimientos adquiridos por la observación. Trata de relacionar hechos, conceptos, sucesos de modo espacial, temporal, causal.
La asociación no surge espontáneamente en el niño, como ocurre con la
observación y la expresión, por ello no debemos forzar demasiado a los niños de 4-5 años. para EI lo fundamental es la observación y la expresión. En estas edades los niños asocian relativamente y basados en lo inmediato, en el objeto concreto y en las percepciones.
(3) Expresión: sirve para traducir la actividad mental a través de códigos: primero, de expresión concreta como lenguaje oral, plástico, manual, corporal, musical, dramático, y segundo, de expresión abstracta como es el lenguaje escrito. Lo observado da pie a actividades de: contar, medir, cantar, dibujar, narrar, con las cuales comunicar sentimientos, afectos, juicios, sensaciones y conocimientos.
2.3. Formas de abordar la globalización.
Existen determinadas y variadas formas de abordar la globalización:
(1) Proyectos de trabajo: constituyen un plan de acción que un grupo de niños se proponen realizar. Favorecen el aprendizaje cooperativo, pues se necesita un mínimo de coordinación para alcanzar el objetivo común. El éxito está basado en la interacción entre iguales.
Se trata de crear situaciones en las que los niños puedan, partiendo de un
planteamiento inicial, buscar información, seleccionarla, comprenderla, relacionarla y aprenderla. El maestro actúa como guía y ayuda, nunca como protagonista, además puede implicarse a la propia familia.
(2) Centros de interés: conjunto de contenidos, ideas, saberes… que se agrupan en torno a un tema central. Deben ser planificados por el equipo docente de acuerdo con las características de los alumnos. El proyecto de trabajo puede plantearse a través de un centro de interés. Algunos autores los identifican y otros los diferencia del tópico: son temas puntuales que atraen la atención de los alumnos y a menudo están asociados al propio contexto del niño.
(3) Talleres: grupos de trabajo que funcionan dentro del grupo-clase; más permanentes que los proyectos y se suelen desarrollar en algún rincón o en torno a materiales determinados.
(4) Rincones: distribuciones del aula en espacios diferentes en torno a materiales, contenidos, experiencias…; los alumnos pueden trabajar individual y en grupo.
3. SENTIDO Y SIGNIFICATIVIDAD DEL APRENDIZAJE.
Para Ausubel el aprendizaje significativo es el proceso por el que se relaciona la nueva información con aspectos ya existentes en la estructura cognoscitiva del sujeto.
3.1. Características.
(1) El aprendizaje significativo debe partir de lo que el alumno sabe, de sus conocimientos previos.
(2) Está íntimamente relacionado con la relación mental que el alumno establezca entre lo que ya conoce y lo nuevo.
(3) Lo nuevo, para que resulte significativo y motivante debe responder a necesidades e intereses del niño.
(4) Debe proporcionar situaciones de aprendizaje que exijan una intensa actividad manipulativa y mental-interna del alumno. Exige un proceso de reflexión y no sólo de mero activismo.
(5) Las actividades deben partir de la que ya sabe hacer autónomamente y lo que pueden ser capaces de hacer con la ayuda del profesor o sus compañeros.
(6) El aprendizaje significativo consiste en modificar los esquemas de conocimiento, cosa que se produce al crearse una cierta contradicción con los conocimientos que el alumno posee (conflicto cognitivo) y al romperse el equilibrio inicial de sus esquemas cognitivos. Este desequilibrio debe conducir a un nuevo “reequilibrio”, el cual depende de la intervención educativa.
(7) A través del aprendizaje significativo posibilitamos que los alumnos realicen, a su vez, aprendizajes significativos por sí solos; es decir, “aprender a aprender”. Deberemos asegurar la construcción de aprendizajes significativos a través de la movilización de sus conocimientos previos y la memorización comprensiva.
(8) Los aprendizajes significativos deben poder utilizarse en la resolución de problemas en situaciones distintas a aquellas en que fueron realizadas y, especialmente, constituirse como bagaje para continuar aprendiendo por sí solos en situaciones educativas formales y no formales. Debemos partir de lo que el alumno aprende en contextos ajenos a la escuela: calle, TV, museos, cine, amigos, familia, lecturas.
4. UNA METODOLOGÍA BASADA EN LA OBSERVACIÓN Y LA EXPERIMENTACIÓN.
Los métodos de enseñanza que aseguren el tratamiento globalizado y significativo del aprendizaje, no son únicos, ni son universales, podemos afirmar que debido a las características psicoevolutivas de la etapa de infantil aconsejan que las actividades que se les presenten faciliten acciones típicas de estas edades. Así, el juego, la manipulación y exploración pueden convertirse en el referente de cualquier método de enseñanza.
Los niños de estas edades no aprenden de forma pasiva, necesitan actividad y esta actividad puede adoptar diversas formas. Entre ellas, la observación y la experimentación constituyen buenos y razonables ejemplos.
4.1. La observación.
Según Piaget el niño descubre las propiedades de los objetos actuando sobre ellos. “Nada hay en la mente que no haya pasado antes por los sentidos”, es muy importante un buen desarrollo sensorial en estas edades.
La observación es una tendencia espontánea en los niños de estas edades pero sus características psicoevolutivas, como la centración, el sincretismo o el egocentrismo, hacen que sea asistemática y por poseer una fuerte base afectiva, implicándose en aquello que está observando.
Teniendo en cuenta estas características, la EI deberá compensar estas limitaciones y carencias, contribuyendo a que el niño sea capaz de llevar a cabo una observación todo lo sistemática y objetiva, para la cual será necesario trabajar capacidades que atiendan a todos los ámbitos de la personalidad como la de lograr una percepción completa del objeto, fijar la atención en los aspectos relevantes, retener datos significativos, establecer relaciones, describir lo observado o. Por ejemplo, reflexionar sobre lo observado.
Para ello, comenzaremos por una observación general pidiendo al niño que se exprese acerca de lo observado para saber que aspectos le interesan más y cuales pasan desapercibidos. Luego le ayudaremos a analizar lo que observa, a sintetizar la observación mediante preguntas que le obliguen a centrar su atención en las distintas partes que componen el todo a observar. Por último buscaremos la generalización haciéndole preguntas en las que tenga que buscar semejanzas y diferencias entre los diversos aspectos de lo que observa, es decir, le ayudaremos a establecer comparaciones que le lleven a una posible generalización.
Todo ello teniendo en cuenta que es necesario encauzar el interés del niño en un clima de juego, preparar un plan de acción y dirigir la observación con flexibilidad, partiendo siempre del interés del niño.
4.2. La exploración.
Un paso más de la observación, en la cual el niño no se limita a observar lo que le rodea sino que se dirige a aquello que le interesa, lo manipula, lo agita para ver como suena…, es decir, utiliza todos los sentidos. El niño inicia la exploración con su propio cuerpo, descubriendo y desarrollando sus posibilidades. Más adelante, gracias al desarrollo psicomotor y a la paulatina disociación del mundo circundante, comienza a explorar los objetos, el espacio y los seres que en él se encuentran.
Por lo tanto debemos respetar y fomentar esa curiosidad del niño que le lleva a la manipulación y exploración de todo lo que le rodea; sin olvidar la importancia que tiene el desarrollo motriz deberemos fomentar su actividad, a través de la cual llega al conocimiento.
4.3. La experimentación.
Entendida como base del conocimiento científico tiene por objetivo desarrollar en el niño una serie de habilidades y destrezas que sirven para sentar las bases del conocimiento científico, adecuándolo, claro está, al momento psicoevolutivo en el que éste se encuentra. Se puede iniciar con los niños el método científico siguiendo los pasos necesarios: plantear una hipótesis, realizar el experimento y constatar los resultados.
Se trata de llevar a cabo experiencias sencillas en la que los niños tengan la oportunidad de observar ciertos fenómenos y situaciones, realizando clasificaciones, comparaciones y llegando en algunos casos a conclusiones. Por ejemplo: la necesidad de agua y de luz que tienen las plantas para su crecimiento, comparando una planta situada cerca de la ventana y con suficiente riego con otra que carezca de luz y de agua.
Es muy importante la reflexión y el intercambio de la experiencia (la verbalización) con los demás para que los conocimientos así establecidos pasen a formar parte del bagaje cognitivo del niño/a.
5. SU CONCRECIÓN EN EL PROYECTO CURRICULAR.
El RD del Currículo no prescribe una metodología concreta afirmando que no existe un método único en la etapa; por lo tanto la etapa de EI es susceptible de recibir dibferentes tratamientos. La exigencia de orientar y dar sentido inequívocamente educativo a la EI conduce a la necesidad de hacer explícitos los principios metodológicos que deben enmarcar la acción pedagógica en esta etapa.
Los principios de intervención didáctica en EI son los que sustentan la posterior tarea en clase.
Vienen expresados de algún modo en el DCB para la EI y, en cuanto a esto, son de alguna manera prescriptivos u orientativos para este nivel. Deben ser los referentes válidos y objetivos a seguir en la tarea de enseñanza-aprendizaje en las aulas.
Los acuerdos que han de tomarse en los centros educativos por los profesores se basan en estos principios. Es decir, un centro educativo ni el propio equipo de profesores, en ningún caso deben obligar para que se trabaje con los mismos métodos, o todos hacerlo por medio de Centros de Interés, o por talleres. Esto no es lo importante. Los acuerdos han de ser sobre los principios de intervención educativa. Conseguidos estos acuerdos, no tiene mayor importancia el método de trabajo que se siga en las aulas, siempre que respeten estos principios.
Las decisiones sobre estos principios se tienen que tomar por los profesores en el Proyecto Curricular de Centro.
Estos principios actúan sobre los contenidos, objetivos, metodología, organización de espacios, materiales, tiempos, evaluación.
6. BIBLIOGRAFÍA.
* Ver esquema.