El desarrollo infantil es un proceso de construcción global que se produce por las continuas relaciones interactivas que los más pequeños realizan de forma espontánea y sistemática en su entorno habitual.
La escuela integradora habitual se posiciona en opciones metodológicas flexibles y abiertas, donde la disposición de los materiales y la organización de los espacios mantienen relaciones de dependencia jerárquica respecto de las necesidades de los-as niños-as y no viceversa.
Escuela integradora supone:
– Organización espacio-temporal dinámica y sumamente flexible.
– El espacio y el tiempo son elementos activos que desencadenan o inhiben comportamientos y actitudes.
– Facilita las interacciones entre iguales y con los adultos-as.
– Contempla períodos de actividad libre, de reflexión individual y colectiva, así como la posibilidad de utilizar diferente materiales en tareas diversas.
– El profesor-a debe garantizar que cada cual progrese de acuerdo con sus posibilidades optimizando los recursos disponibles.
La organización del ambiente físico escolar no puede ser otra que aquélla que fomente y permita la comunicación en el trabajo en grupo desde planteamientos lúdicos.
La organización del ambiente educativo estará en función de los protagonistas en si dimensión social, económica y cultural, su edad, sus necesidades e intereses, sus valores culturales y, además habrá de propiciar su encuentro y relación.
Por ello es necesario conocer en profundidad los protagonistas concretos que componen la comunidad educativa, su desarrollo, sus intereses y necesidades: fisiológicas, afectivas, de autonomía, de socialización, de movimiento, de juego, de comunicación, de descubrimiento y conocimiento y de inserción cultural.
A continuación señalamos unos criterios que pueden ser de utilidad a la hora de analizar y planificar el ambiente escolar:
· Es importante que los-as niños-as observen en el ambiente educativo estímulos cercanos al ambiente familiar para no percibir cambios bruscos que les generen desconfianzas y recelos.
· Los niños y niñas no mantienen las mismas necesidades e intereses a lo largo de toda la etapa.
· Los elementos o instrumentos que configuran el ambiente han de ofrecer distintas posibilidades de acción e invitar al juego y a la creación.
· La organización y disposición del espacio debe facilitar las relaciones e interacciones del grupo, a la vez que permita el trabajo individual y los desplazamientos autónomos.
· Los materiales didácticos que podemos distribuir por los espacios escolares pueden tener múltiples y variadas utilidades, por lo que resulta muy aconsejable una excesiva especialización de los mismos.
· Ofertar espacios abiertos y flexibles que ofrezcan distintas posibilidades donde los niños y las niñas puedan desarrollar sus proyectos de vida.
· Una observación sistemática y continua sobre las actividades que los-as pequeños-as realizan en los distintos espacios y con diferentes materiales, nos dará las pautas necesarias para establecer las modificaciones oportunas.
· Una adecuada distribución de los espacios, selección de los materiales y organización del tiempo será aquella que tenga en cuenta los-as niños-as con NEE.
· La comunidad escolar debe ofrecer un ambiente educativo seguro y sano donde los-as niños-as puedan adquirir los primeros hábitos de salud e higiene.
· Las características psicoevolutivas de la edad tampoco deben organizarse a la hora de organizar y distribuir los espacios.
II.CRITERIOS PARA UNA ADECUADA DISTRIBUCIÓN Y ORGANIZACIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL.
II.1.- Criterios para una adecuada distribución y organización espacial.
Cada educador-a ha de buscar la organización más adecuada para las características de su grupo sus condiciones materiales concretas.
A continuación proponemos algunos criterios que pueden ayudar a analizar y planificar su propuesta en lo que se refiere a la distribución y organización del espacio, los materiales y el tiempo:
a) Los-as niños-as se relacionan mejor y aprenden más en un ambiente estimulante y a la vez ordenado.
b) Es muy importante crear un ambiente cálido y confortable, próximo al hogar, en el que los-as niños-as se sientan a gusto
c) Se debe cuidar que los elementos del ambiente ofrezcan posibilidades de manipulación e inviten al juego y a la recreación.
d) Es importante que la organización del espacio facilite el encuentro entre los miembros del grupo, a la vez que permita el aislamiento, el trabajo y juego individual.
e) La disposición del espacio debe realizarse de forma que propicie su utilización autónoma.
f) El ambiente escolar debe contemplarse en su conjunto, procurando que globalmente se aproxime a cubrir las necesidades de todos-as los-as niños-as.
g) Es necesario aprovechar al máximo todos los espacios del centro y concretar en la organización del ambiente el principio de diversidad de elección.
h) La flexibilidad es un criterio imprescindible.
i) El ambiente puede favorecer o inhibir los intercambios personales.
j) Los espacios evolucionan con las personas que los utilizan.
k) Al disponer las distintas zonas de actividad debe cuidarse especialmente la colocación de los muebles y demás equipamientos para que no haya interferencias entre unas actividades y otras.
l) Conviene observar la utilización que los-as niños-as hacen del espacio y los materiales para así introducir las modificaciones y “novedades” oportunas.
m) Cualquier organización ha de responder a una intencionalidad educativa y no a una moda.
n) El ambiente educativo no debe entrañar peligros.
II.2.- Criterios para una adecuada distribución y organización temporal.
La organización del tiempo en la Escuela Infantil responde a una concepción pedagógica determinada que concreta las coordenadas de la acción educativa. El eje espacio-tiempo y su organización es el soporte de la acción educativa.
Las necesidades biológicas son las que marcan en un principio, los ritmos y frecuencias necesarias para su orientación temporal.
Cuando el niño-a llega a la escuela, su vida se divide en dos períodos significativos: el tiempo que permanece en la escuela y el que está en el ambiente familiar.
En la organización temporal se han de contemplar los momentos cotidianos y de rutinas diarias con toda su potencialidad educativa.
Algunos momentos a considerar en el Centro de Educación Infantil: la llegada, el período de juego/taller/rincón, la recogida, la reunión de un gran grupo, el patio, el aseo, la comida y la preparación para la comida, la siesta o descanso, la merienda….
La organización temporal debe respetar la globalidad del niño-a, evitando las segmentaciones arbitrarias.
A través de la organización del tiempo el educador dispone ritmos, frecuencias y rutinas.
La vivencia y organización del tiempo es también un factor cultural.
No existe una distribución de jornada ideal válida para todos los grupos de niños y niñas.
Es necesario evitar la uniformización en la organización horaria, respetando los ritmos individuales de cada niño-a, sus gustos y aficiones, sus diferencias y aptitudes.
Los niños y niñas necesitan tiempo suficiente para jugar, realizar aquello que desean, y permanecer en ello el tiempo que necesiten.
Es conveniente que el educador:
– Converse con los niños-as acerca de lo que van a hacer a lo largo del día o sobre lo que ya han hecho.
– Mantengan los períodos de tiempo en los que haya distribuido el horario.
– Se ayude mediante símbolos o gestos.
La organización del tiempo es uno de los contenidos que el educador ha de comentar con los padres en la primera reunión del curso.
III. RITMOS Y RUTINAS COTIDIANAS.