1. LA EDUCACIÓN PRIMARIA
1.1. CARACTERÍSTICAS DE LA ETAPA
La Educación Primaria es la primera etapa de la educación obligatoria. Comprende seis cursos académicos, acoge a los alumnos y alumnas de seis años hasta doce años de edad y se organiza en tres ciclos de dos años cada uno.
Esta etapa es un período decisivo en la formación de la persona, ya que en ella se van asentando los fundamentos para un sólido aprendizaje de las habilidades básicas, se adquieren valores y se desarrollan actitudes.
La Educación Primaria en el conjunto de la educación obligatoria
Esta etapa se propone iniciar o proseguir, según haya habido o no escolaridad previa, la acción educativa sistemática. Se integra en el marco de la educación obligatoria, que constituye una unidad temporal y organizativa del proceso de enseñanza. Por ello, y para garantizar la continuidad del proceso de formación de los alumnos, se exige una estrecha coordinación con la Educación Secundaria Obligatoria.
Además, el número creciente de alumnos que cursan Educación Infantil, etapa voluntaria en el sistema educativo, obliga a establecer también una cuidada conexión con esta etapa previa.
Durante toda la Educación Primaria es muy importante mantener la relación familia-escuela, para unificar los criterios educativos y coordinar las acciones.
La Educación Primaria y las necesidades educativas
La variedad intercultural presente en los centros, así como las distintas capacidades, intereses y aptitudes de las alumnas y los alumnos, hacen necesario en esta etapa tomar medidas para respetar los diferentes ritmos y modos de aprendizaje.
Específicamente, se han de tener en cuenta los alumnos que promocionan de ciclo con evaluación negativa, a los cuales se les han de proporcionar medidas de apoyo; los alumnos con necesidades educativas especiales y los diagnosticados como superdotados, para los que existe flexibilización en la duración de la etapa, y los alumnos extranjeros, para los cuales se han de pensar modos que contribuyan a su incorporación a la etapa.
1.2. LOS ALUMNOS Y LAS ALUMNAS DE LA ETAPA
1.2.1. EL ALUMNO Y LA ALUMNA DEL PRIMER CICLO
Los niños y niñas del primer ciclo se manifiestan activos, imaginativos y entusiastas.
Aprenden a partir de la realidad cercana y sienten una gran curiosidad por el mundo que van descubriendo.
A lo largo de este período atraviesan diferentes fases:
– En un primer momento, pueden mostrarse muy sensibles y manifestar explosiones de mal humor, sufrir hondamente por los castigos y rebelarse cuando los consideran injustos. En sus relaciones con los hermanos también suelen surgir conflictos, sobre todo con los hermanos menores.
– Después, pasan por una fase más tranquila, en la que se muestran introspectivos y algo distraídos. Les afecta mucho que se les haga daño o se les critique.
– Finalmente, llegan a un período de mayor seguridad en sí mismos y de constante comunicación con los demás. Sienten más simpatía por los hermanos, admiran a los mayores y aceptan a los más pequeños. En esta última fase pueden empezar a ser inestables en sus actividades y cansarse pronto de ellas.
Es necesario que el profesor/a siga atentamente esta evolución, para adaptar su acción educativa a los cambios que se producen en los niños y aprovechar las posibilidades formativas que le ofrecen.
Durante este primer ciclo de Educación Primaria, los alumnos experimentan un notable desarrollo psicomotor, cognitivo, personal, social y moral, así como un importante avance en la adquisición del lenguaje.
Desarrollo psicomotor
En estos momentos van fortaleciendo el control sobre su postura y su respiración (sentarse erguidos, etc.), el ajuste muscular es más preciso y están muy interesados en juegos que desarrollan la presteza física: correr, dar volteretas, saltar a la cuerda, montar en bicicleta…
Afirman definitivamente su lateralidad dominante (izquierda o derecha) y toman conciencia de las partes de su cuerpo, es decir, empiezan a dominar y manejar su cuerpo. Asimismo, han conseguido ya la coordinación entre la mano y el ojo, lo que será fundamental en los procesos de escritura.
Prestan atención de forma más sostenida y durante más tiempo, y son capaces de distribuirla de un modo más flexible, equilibrado y, por ello, más adaptado a la tarea.
Desarrollo cognitivo
Todavía necesitan organizar su pensamiento a partir de la propia experiencia y vivencia personal, por lo que precisan estar en constante relación con el entorno, aunque ya va aumentando la habilidad para observar la continuidad y la regularidad en fenómenos cotidianos.
Progresan en su análisis de la realidad a partir del estímulo y del aprendizaje de estrategias más elaboradas: establecer relaciones, ordenar, clasificar, diferenciar cambios… En estos momentos son ya capaces no sólo de clasificar, sino de añadir clases o revertir los procesos de clasificación.
Memorizan en situaciones que se repiten o que les resultan familiares, pero necesitan fortalecer la memoria significativa, que relaciona lo que aprenden con lo que ya saben.
Mejoran también en la comprensión de la causación, de la realidad y del tiempo.
La experiencia social y la interacción ayudan a reducir el egocentrismo intelectual anterior, por lo que ganan mayor libertad en los procesos de pensamiento.
Desarrollo del lenguaje
Necesitan comunicarse con el mundo exterior y con los demás; en estos momentos se esfuerzan por comunicarse con los iguales. Intentan activamente participar con ideas y conocer los puntos de vista del otro, es decir, entran en el diálogo socializado.
Ahora ya articulan correctamente todos los fonemas propios de su lengua y su interés se centra en ampliar sus posibilidades de comprensión y expresión: comparaciones y significados contrarios, semejanzas y diferencias, vocablos referidos al espacio y al tiempo.
Comienzan a asimilar las estructuras básicas de la lengua, pero éste será un proceso largo.
Desarrollo personal
Comienzan a advertir que son personas distintas de las demás (con sentimientos y pensamientos propios) y caminan hacia la clarificación de su identidad personal.
Toman conciencia de su pertenencia a un sexo determinado. Y su curiosidad en estos momentos en cuanto a la sexualidad, no va más allá de querer conocer cómo nacen los niños, lo que indica un creciente interés por la realidad.
A partir de este momento va aumentando la capacidad de realizar encargos, dar recados o hacer compras, aunque a menudo entra en discusión acerca de lo que se le ha mandado.
Desarrollo social
Sienten especial interés por lo que piensan los adultos (padres, maestros…) y todavía mantienen relaciones de estrecha dependencia con los mayores.
El trato conflictivo con los hermanos deriva en aceptación y simpatía.
Mantienen buenas relaciones, aunque inestables y pasajeras con los compañeros, por su necesidad de pertenecer a un grupo. Estos grupos tienden a ser reducidos.
Desarrollo moral y apertura a la trascendencia
Respetan las normas que los adultos les dan; en este momento confía en la autoridad y comprende que los actos buenos se basan en buenas intenciones.
Suelen actuar guiados por la consecuencia de la acción y por la importancia que tiene para ellos la persona que les manda.
La cooperación con los otros también va a contribuir al conocimiento de reglas y normas que conformarán una moralidad de pensamiento impuesta y sancionada por otros.
1.2.2. EL ALUMNO Y LA ALUMNA DEL SEGUNDO CICLO
El segundo ciclo de la Educación Primaria constituye una etapa muy interesante en el proceso de maduración de los niños y las niñas, y ofrece unas grandes posibilidades de intervención pedagógica. Las alumnas y los alumnos de entre 8 y 10 años se encuentran en un período de evolución del conocimiento subjetivo al objetivo que les lleva a contrastar sus propias representaciones mentales con la realidad, despertando en ellos unas actitudes de curiosidad e interés por la observación y explicación de los hechos y acontecimientos del entorno. Esto permite partir de una motivación natural por aprender. El profesorado tiene la oportunidad de aprovechar esta motivación adaptando los nuevos contenidos de aprendizaje a las demandas y los interrogantes de sus alumnos y alumnas.
Desarrollo psicomotor
Los niños y las niñas presentan, en términos globales, una buena coordinación general, tanto en reposo como en movimiento. Esta situación les posibilita un adecuado dominio del espacio que favorecerá su propia organización en él.
Su motricidad se hace más eficaz y precisa, permitiendo una mayor resistencia y una mejor calidad de ejecución.
La interiorización del propio esquema corporal va a evolucionar desde una concepción parcial y fragmentada del cuerpo, hacia una visión más integrada, con una mayor conciencia de su funcionamiento y sus posibilidades.
Desarrollo cognitivo
Entre los 8 y los 10 años, los alumnos consolidan los recursos intelectuales que se han ido cultivando en años anteriores. Aumentan, paulatinamente, la capacidad de elaborar respuestas más organizadas que les permitirán realizar las llamadas operaciones concretas, que se manifiestan en la comprensión lógica de la realidad:
– Percepción y conciencia de la permanencia del objeto, de sus cualidades y de sus posibles cambios.
– Conciencia de que las cualidades permanecen constantes a pesar de los cambios en su apariencia (la misma cantidad de arena cuando está en un vaso ancho o en uno estrecho).
– La captación de las relaciones lógicas de causa-efecto entre hechos y situaciones (la fuerza aplicada a un cuerpo implica un posterior movimiento).
– Ordenación y clasificación de objetos y materiales en función de criterios comunes (peso, tamaño…).
– Multiplicación de clases (el plátano es un alimento natural y dulce a la vez).
Poco a poco, los alumnos van tomando conciencia de las cosas que desconocen e intentan superar las contradicciones entre su pensamiento y el mundo real mediante la manipulación de una información concreta, directamente perceptible. Lentamente, se van alejando de las explicaciones subjetivas de los hechos y fenómenos y se van acercando a la comprensión ordenada de la realidad.
Aprenden a utilizar estrategias más elaboradas, empleando recursos de organización y agrupación para memorizar comprensivamente. Sin embargo, si el contenido de enseñanza no es significativo, tienden a retener la información de forma repetitiva y a utilizar esquemas de pensamiento propios de ciclos anteriores.
Desarrollo afectivo y social
En su maduración afectiva y social se enlazan íntimamente muchos elementos, entre los que destacan los siguientes:
Relaciones familiares
Los comportamientos de los niños y niñas de esta edad están condicionados por el adulto, que todavía es un marco de referencia importante para ellos. La búsqueda de nuevos modelos facilita su identificación con ellos; y mediante su imitación aprenden nuevas formas de comportarse. Sin embargo, se produce un desarrollo progresivo de la autonomía que favorece una paulatina independencia de los padres.
En cuanto a la maduración afectivo-sexual, los niños de estas edades continúan desarrollando su sensibilidad y sus facultades afectivas: la capacidad para adoptar el punto de vista del otro les permitirá el abandono de las tendencias egocéntricas (propias del pensamiento y la afectividad infantiles), y les ayudará a descubrir la satisfacción de establecer vínculos afectivos con los demás.
Sus intereses y curiosidades se centran en su propio sexo y en lo referente al origen de la vida.
Relaciones escolares
El grupo de compañeros y compañeras adquiere una gran importancia para los niños, pues les permite concretar sus intereses y hacerse conscientes de sus posibilidades y de las de los demás, ayudándoles a adquirir seguridad en la conquista de su autonomía.
Como resultado del hallazgo de satisfacción y semejanza en sus relaciones con los compañeros, va aumentando la confianza en sus juicios personales.
Relaciones de grupo
Los grupos se hacen más estables y producen un sentimiento de pertenencia más profundo. Algunos de sus miembros se convierten en líderes, mientras que otros pueden quedar aislados del resto del grupo.
Esto da al profesor/a la oportunidad de acompañar y estimular el proceso de socialización de cada uno de sus alumnos y alumnas.
Desarrollo moral y apertura a la trascendencia
Los niños y niñas pasan de entender la norma como un bien en sí misma, rígida, dogmática, desligada de cualquier valoración personal, a verla como el resultado de una necesidad del grupo. Sin embargo, tienden a aplicarla con poca flexibilidad: creen que deben emplearla en igualdad de condiciones para todos y no entienden la relatividad de cada situación.
Empiezan a analizar los hechos desde un punto de vista personal, a entender la justicia y las normas de forma más crítica y a disfrutar aceptando pequeñas responsabilidades. Esto permite que vayan adquiriendo una escala de valores más integrados en su personalidad.
En el aspecto religioso, tienden a adoptar los conceptos y las prácticas de su entorno. Destaca la especial influencia del ambiente familiar en el desarrollo de sus actitudes y respuestas.
Construcción de la personalidad
La construcción de su personalidad pasa por un período tranquilo que avanza hacia la afirmación de un autoconcepto menos global y más matizado. Distinguen las cualidades físicas de las psicológicas, y van consiguiendo lentamente su identificación sexual.
A esta edad, ya pueden reflexionar sobre sus propios pensamientos y sentimientos; pueden anticipar el pensamiento de los otros y comprender que son juzgados por los demás de la misma manera que ellos les juzgan.
Hay, pues, un espacio más amplio en tutoría para ir comprometiéndolos de forma más viva en su propia formación.
Los niños y niñas llegan a este ciclo con un determinado nivel de desarrollo personal y una experiencia escolar y vital previa. Su marco de referencia se amplía y, lentamente, se van independizando de su contexto. Sienten la necesidad de conducirse de forma más personal, según sus propios criterios, y resuelven los problemas que les rodean utilizando un conocimiento más objetivo de la realidad.
Este ciclo constituye, pues, un auténtico reto para los educadores. Los alumnos de estas edades presentan un potencial que ofrece grandes posibilidades de intervención educativa.
El sentido educativo del profesor/a orientará a sus alumnos y alumnas y los acompañará a buen puerto.
1.2.3. EL ALUMNO Y LA ALUMNA DEL TERCER CICLO
Los alumnos y alumnas del tercer ciclo de Educación Primaria poseen ya una considerable experiencia escolar y vital, que potencia su autonomía en el trabajo y les dota de un fondo de información que les va a facilitar la adquisición de aprendizajes más complejos.
De ordinario comienzan a aparecer en estos chicos y chicas cambios físicos y fisiológicos que anuncian la pubertad y van a influir en su maduración personal y en sus ámbitos de relación.
Sus habilidades intelectuales, aún frágiles y limitadas, van siendo cada vez más variadas y flexibles. Los profesores y profesoras, además de tomar en consideración las características del desarrollo fisiológico, psicológico y cognitivo entre los 10 y los 12 años, deberán valorar la importancia del papel socializador del grupo y la capacidad que poseen estos alumnos para integrar los puntos de vista de los demás.
Desarrollo psicomotor
Los chicos y chicas de 10 a 12 años se van haciendo capaces de llevar a cabo actividades cada vez más sistemáticas y perfectas, obteniendo un mayor rendimiento y aprovechamiento de su potencial psicomotor.
Su desarrollo físico, resistencia, velocidad, potencia muscular, flexibilidad, etc. se incrementan, se vuelven más eficaces y se aplican a diversas situaciones cotidianas lo que les hace adquirir, frecuentemente, un carácter competitivo.
Durante estas edades, los chicos y chicas toman conciencia de las articulaciones y de su movilidad, localizan los desplazamientos de las partes del cuerpo sin errores, tienen un aceptable control del tono muscular y del ritmo respiratorio, y el propio cuerpo se convierte en un importante vehículo de expresión.
Son capaces de realizar de forma coordinada acciones más complejas que exijan simultáneamente la intervención de la vista y de las manos.
Poseen un buen equilibrio en reposo y unos movimientos armónicos y seguros. Así, el perfeccionamiento y fineza de sus acciones puede constituir un apoyo para aprendizajes más ricos y variados.
Su orientación espacial les permite situarse respecto a terceros, relacionar los objetos entre sí, hacer representaciones gráficas del espacio y sus trayectorias, y anticipar movimientos.
Su estructuración temporal les facilita la ordenación de acciones en el tiempo, captar estructuras rítmicas (motrices…), simbolizarlas y resolverlas.
Desarrollo cognitivo
Entre los 10 y los 12 años se van a desarrollar plenamente las estrategias intelectuales que caracterizan el período de las operaciones concretas. Los chicos y chicas todavía necesitan un soporte concreto, directamente perceptible para realizar operaciones. No es hasta el final del ciclo cuando empiezan a distanciarse de esta realidad inmediata y a manejar conceptos, entrando en la etapa del pensamiento formal.
Van siendo capaces de realizar las operaciones más complejas, dentro de la etapa del pensamiento lógico-concreto: anticipación de criterios, conciencia de la conservación de las cualidades del peso y del volumen de los cuerpos y de la multiplicación de clases. Todo ello les facilita un acercamiento objetivo a la realidad y la elaboración de respuestas adecuadas a las exigencias del medio.
La mayor flexibilidad de su pensamiento les posibilita captar desde diferentes puntos de vista una misma situación y adoptar actitudes más abiertas y menos implicadas afectivamente.
Su capacidad de simbolización aumenta paralelamente al desarrollo del lenguaje y del razonamiento lógico-matemático, permitiéndoles una mayor comprensión de la realidad y el acceso a situaciones más distanciadas en el espacio y en el tiempo.
La comprobación de que determinadas situaciones de su entorno inmediato pueden generalizarse y aplicarse a otros conceptos les ayuda a formar conceptos e ideas generales. A medida que van estableciendo relaciones entre conceptos y realizando operaciones con ellos, irán abriéndose paso hacia el pensamiento abstracto.
Los alumnos y alumnas de este ciclo poseen una buena capacidad de atención y concentración que les resulta útil para una eficaz asimilación de los objetivos propuestos. Este potencial de trabajo puede verse entorpecido porque empiezan a producirse frecuentes interferencias de tipo psicoafectivo (conductas para llamar la atención, actitudes de oposición, desorden del material, etc.).
Su nivel de autonomía personal les ayuda a planificar y ejecutar la actividad. Tienen una buena capacidad de trabajo y resistencia a la fatiga. Se hacen más conscientes de sus razonamientos y limitaciones. A pesar de ello, pueden presentar altibajos en su rendimiento como consecuencia de que la constancia y la responsabilidad todavía no están suficientemente establecidas.
Desarrollo afectivo y social
Los chicos y chicas de 10 a 12 años van abandonando la infancia y progresivamente entran en la preadolescencia. El grupo-clase pierde su relativa homogeneidad al hacerse más evidentes las diferencias en el desarrollo individual de los alumnos y alumnas que lo integran.
Esta diferenciación en el desarrollo va a incrementar las divergencias de intereses entre los miembros del grupo. La intervención del líder tendrá un peso específico importante en la resolución de los problemas que se plantean.
Empiezan a hacer su aparición los primeros conflictos con la autoridad, fruto de la necesidad de autoafirmación. Los padres y profesores van perdiendo su papel de figuras significativas y ven cuestionada su autoridad. En su necesidad de encontrar su propio espacio y su papel dentro del grupo social al que pertenecen, estos alumnos emprenden iniciativas y pueden adoptar actitudes pseudoadultas, en muchos casos por imitación.
Experimentan sensaciones de culpa mezcladas con la necesidad de autoafirmarse y generan sentimientos de ambivalencia. Todavía necesitan la presencia del adulto para conseguir seguridad personal.
El desarrollo de su pensamiento y el aumento de sus posibilidades de comunicación les hacen capaces de adaptarse a ámbitos sociales cada vez más amplios, perfeccionando y enriqueciendo las relaciones con las personas más distanciadas de su entorno inmediato. En su interacción con los demás pueden asumir el punto de vista de una tercera persona, su pensamiento se vuelve más flexible y les permite considerar simultáneamente su propia perspectiva y la del otro.
Maduración afectivo-sexual
La evolución de su cuerpo y de sus sentimientos constituye uno de los aspectos que están en la base de los conflictos que se les plantean a los alumnos y alumnas de este ciclo.
Entre los 10 y los 12 años comienzan a aparecer los primeros indicios de la pubertad. Las chicas, por lo general, entran antes en esta nueva etapa de desarrollo.
Los cambios corporales y el despertar de la sexualidad les van a provocar unos sentimientos contradictorios respecto a su aspecto físico y a sus sensaciones: experimentan a la vez satisfacción y vergüenza sobre su propio cuerpo, en sus pensamientos se mezclan sentimientos de deseo y temor, en su comportamiento conviven actitudes exhibicionistas (preocupación por el desarrollo físico y por la estética, interés por mostrar conductas estereotipadas del propio sexo…) con un riguroso celo sobre su intimidad. Unas veces se muestran tímidos o inseguros y otras, agresivos. El educador/a necesita tino y comprensión para acompañarles en este proceso.
Desarrollo moral y apertura a la trascendencia
El desarrollo del pensamiento, la interacción entre iguales y las relaciones familiares hacen que los alumnos y alumnas vayan asimilando unos sistemas de valores y creencias. Esto les permite avanzar hacia el ejercicio de un juicio más razonado, en la medida que es justo actuar para satisfacer los intereses y las necesidades personales y las de los demás.
Entienden las normas morales de una forma más reflexiva y consciente y elaboran criterios propios para regir su comportamiento.
La propia maduración global y la imagen que de sí mismos reciben de los demás irán configurando su autoconcepto. La interacción con el grupo y la adopción de un sistema de valores construirán su autoestima. Conociéndose y aceptándose más a sí mismos, irán perfilando el crecimiento armónico de su personalidad y una adecuada integración de la afectividad.
La búsqueda de su identidad les lleva a plantearse interrogantes sobre el origen y destino del ser humano. Así pueden comprender el sentido de las convicciones religiosas, aceptar la respuesta que ofrecen y adherirse conscientemente a grupos confesionales que interpretan y viven la existencia desde perspectivas trascendentes.
DISTRIBUCIÓN DE LOS OBJETIVOS GENERALES DE LA ETAPA POR CICLOS
OBJETIVOS GENERALES DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA
A: Comprender y producir mensajes orales y escritos en castellano y, en su caso, en la lengua propia de la comunidad autónoma, atendiendo a diferentes intenciones y contextos de comunicación, así como comprender mensajes orales y escritos, sencillos y contextualizados, en una lengua extranjera.
B: Comunicarse a través de medios de expresión verbal, corporal, visual, plástica, musical y matemática, desarrollando el razonamiento lógico, verbal y matemático, así como la sensibilidad estética, la creatividad y la capacidad para disfrutar de las obras y manifestaciones artísticas.
C: Utilizar en la resolución de problemas sencillos los procedimientos oportunos para obtener la información pertinente y representarla mediante códigos, teniendo en cuenta las condiciones necesarias para su solución.
D: Identificar y plantear interrogantes y problemas a partir de la experiencia diaria, utilizando tanto los conocimientos y los recursos materiales disponibles como la colaboración de otras personas para resolverlos de forma creativa.
E: Actuar con autonomía en las actividades habituales y en las relaciones de grupo, desarrollando las posibilidades de tomar iniciativas y establecer relaciones afectivas.
F: Colaborar en la planificación y realización de actividades en grupo, aceptar las normas y reglas que democráticamente se establezcan, articular los objetivos e intereses propios con los de los otros miembros del grupo, respetando puntos de vista distintos, y asumir las responsabilidades que correspondan.
G: Establecer relaciones equilibradas y constructivas con las personas en situaciones sociales conocidas, comportarse de manera solidaria, reconociendo y valorando críticamente las diferencias de tipo social, y rechazando cualquier discriminación basada en diferencias de sexo, clase social, creencias, raza y otras características individuales y sociales.
H: Apreciar la importancia de los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana y obrar de acuerdo con ellos.
I: Comprender y establecer relaciones entre hechos y fenómenos del entorno natural y social, y contribuir activamente en lo posible a la defensa, conservación y mejora del medio ambiente.
J: Conocer el patrimonio cultural, participar en su conservación y mejora y respetar la diversidad lingüística y cultural como derecho de los pueblos e individuos, desarrollando una actitud de interés y respeto hacia el ejercicio de este derecho.
K: Conocer y apreciar el propio cuerpo y contribuir a su desarrollo, adoptando hábitos de salud y bienestar y valorando las repercusiones de determinadas conductas sobre la salud y calidad de vida.
PRIMER CICLO
A-1: Comprender y producir mensajes sencillos, orales y escritos, en lengua castellana (y en la lengua de la comunidad autónoma) referidos a su ámbito de experiencia más próximo.
A-2: Emplear los recursos de expresión y comprensión oral adecuados a la situación e intención del intercambio comunicativo.
A-3: Comprender y expresar mensajes sencillos como forma de manifestar pensamientos y sentimientos propios y ajenos.
B-1: Conocer y comprender los elementos fundamentales de expresión plástica, musical y dramática presentes en el entorno.
B-2: Manipular y explorar lúdicamente diversos materiales, y realizar producciones artísticas sencillas y significativas en las que se apliquen los elementos de los lenguajes plástico, musical y dramático.
B-3: Expresar una actitud espontánea en la manifestación de ideas, sentimientos y vivencias, mediante los códigos y formas básicas propias de los distintos lenguajes.
C-1: Utilizar los procedimientos más elementales (manipulación de objetos, códigos numéricos, símbolos matemáticos…) para obtener información y ampliar la visión de la realidad.
C-2: Utilizar estrategias memorísticas simples que permitan realizar los distintos conocimientos que se van adquiriendo.
C-3: Utilizar destrezas cognitivas e instrumentales fundamentales que favorezcan un progresivo enriquecimiento de la inteligencia.
D-1: Identificar y plantear interrogantes y problemas a partir de la experiencia diaria, utilizando procesos de manipulación, observación y experimentación.
D-2: Interesarse por el aprendizaje como elemento de desarrollo y crecimiento personal, y como medio de acercarse al propio entorno.
D-3: Abrirse a la petición de ayuda y colaboración de otras personas para resolver las situaciones conflictivas de forma creativa.
E-1: Actuar con autonomía en las actividades habituales y en la interacción con el grupo de convivencia más cercano (familia, grupo-clase).
E-2: Manifestar en las actividades diarias una progresiva consideración positiva de uno mismo como persona con rasgos propios.
E-3: Manifestar una paulatina adaptación a situaciones conocidas actuando de forma autónoma.
F-1: Colaborar en la realización de actividades de grupo, comprender las normas, actuar de forma positiva y aceptar orientaciones y rectificaciones.
F-2: Adoptar actitudes positivas de tolerancia, comprensión, respeto… hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el entorno próximo.
F-3: Mostrar responsabilidad personal y social en las actitudes diarias.
G-1: Establecer relaciones equilibradas y constructivas con el grupo social de referencia, a partir de la comprensión y aceptación de las normas básicas de convivencia y evitando cualquier tipo de discriminación.
G-2: Demostrar capacidad para dar y recibir afecto, y para relacionarse con el otro sexo sin discriminaciones.
H-1: Apreciar la importancia de las formas de actuar y las normas que se utilizan en las relaciones de convivencia de los grupos de relación más próximos, y desarrollar hábitos de actuación coherente con ellos.
H-2: Sentirse partícipes y capaces de realizar aportaciones en los grupos en que se inicia la integración social.
H-3: Identificar y comprender los valores que se encierran en determinadas formas de conducta de las personas de su ámbito de relación.
I-1: Conocer las relaciones más sencillas que se establecen entre los hechos y fenómenos del entorno natural y social más próximo a su experiencia personal.
I-2: Reconocer el paso del tiempo y utilizar aquellas nociones necesarias para situarse en el tiempo y en el espacio.
I-3: Adoptar actitudes de respeto y defensa hacia la conservación del medio ambiente.
J-1: Conocer y localizar los elementos más significativos que configuran el patrimonio cultural en el ámbito de convivencia más próximo.
J-2: Contribuir mediante la propia conducta a la conservación de los elementos que configuran el patrimonio cultural.
J-3: Conocer la existencia de diversidad de lenguas y costumbres entre las personas de su grupo de convivencia.
K-1: Conocer el propio cuerpo e iniciarse en el descubrimiento de las posibilidades sensoriales y de relación con el entorno.
K-2: Descubrir la importancia del cuidado del propio cuerpo y de adoptar hábitos de higiene, y cultivar el gusto por actividades físicas y deportivas.
K-3: Asimilar actitudes de mejora de la salud de uno mismo, de ayuda y de servicio a los demás.
SEGUNDO CICLO
A-1: Comprender mensajes orales y escritos, de contenido relacionado con los intereses de los alumnos y expresarlos con adecuada estructuración en lengua castellana (y en la lengua de la comunidad autónoma).
A-2: Iniciarse en la comprensión y expresión oral de modelos y estructuras lingüísticas sencillas referidas al entorno próximo en la lengua extranjera.
A-3: Demostrar espontaneidad en la comunicación de experiencias y respetar las normas que regulan la realización y presentación de los trabajos.
B-1: Utilizar recursos procedentes de los lenguajes musicales, corporal y plástico para desarrollar la capacidad de comunicación.
B-2: Utilizar el razonamiento lógico para conseguir un mayor grado de comprensión de la realidad y de las relaciones que se establecen entre los elementos que la configuran.
B-3: Mostrar espíritu de superación e inquietud creadora en la expresión en los distintos lenguajes artísticos.
B-4: Mostrar sensibilidad para valorar las obras y manifestaciones artísticas y culturales de su entorno, adoptando actitudes de respeto y cuidado.
C-1: Utilizar para la resolución de problemas sencillos los procedimientos obtenidos de relacionar los contenidos trabajados en el aula y las situaciones que se plantean en la experiencia diaria.
C-2: Manifestar disposición a contrastar la percepción subjetiva de la realidad con la visión más objetiva que van adquiriendo, aplicando estrategias de observación sistemática de la realidad y utilizando diferentes técnicas de codificación de la información.
C-3: Adquirir conciencia de la necesidad de poseer un conocimiento objetivo de sí mismo que fomente la construcción de la propia identidad.
D-1: Identificar y plantear interrogantes y problemas a partir de la experiencia diaria, utilizando procesos de observación, experimentación, análisis y codificación de la información.
D-2: Manifestar interés y curiosidad por conocer el entorno y descubrir el gusto por el aprendizaje como elemento de desarrollo y crecimiento personal.
D-3: Tomar conciencia de las propias capacidades y limitaciones, solicitando la ayuda de los demás para hallar soluciones creativas a las diversas situaciones cotidianas.
E-1: Actuar con autonomía en las actividades habituales y en la interacción con el grupo, adaptándose a las diferentes situaciones cotidianas y aportando sugerencias y enfoques creativos.
E-2: Desarrollar un autoconcepto positivo que potencie la autoestima y estimule la toma de iniciativas como instrumento de maduración global y de afianzamiento de la personalidad.
E-3: Contribuir al desarrollo integrado de la afectividad estableciendo relaciones de amistad con los miembros del grupo.
F-1: Colaborar en la realización de actividades de grupo, ofrecer propuestas constructivas, actuar de forma positiva y aceptar las orientaciones y valoraciones sobre la propia participación.
F-2: Adquirir compromisos y responsabilidades, mostrar interés por conseguir llevarlos a cabo, considerando el trabajo individual como parte de un proyecto común.
F-3: Flexibilizar actitudes y opiniones, estar abiertos a articular los objetivos e intereses propios con los de otros miembros del grupo.
G-1: Establecer relaciones equilibradas y constructivas con las personas, desarrollando actitudes de tolerancia, comprensión, alegría, paz, solidaridad…, evitando cualquier tipo de discriminación.
G-2: Apreciar la pertenencia a los grupos sociales más amplios (localidad, comunidad autónoma) y la integración en una determinada sociedad, valorando la importancia de las normas básicas de convivencia.
G-3: Manifestar sentimientos de afecto, respeto, aceptación, cordialidad en el trato con personas de ámbitos sociales más amplios.
H-1: Apreciar la importancia de los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana: conocerlos y saberlos identificar en su relación con el grupo social con el que se relaciona.
H-2: Adecuar la propia conducta a las normas y valores básicos que rigen la convivencia humana, siguiendo modelos establecidos.
I-1: Comprender las relaciones de causa-efecto que se manifiestan en el ámbito natural, social y cultural del entorno más próximo a su experiencia.
I-2: Aplicar las nociones temporales básicas en la explicación de la evolución de elementos próximos de su entorno.
I-3: Utilizar nociones espaciales y aplicar las técnicas convencionales para representar lugares próximos a su experiencia personal, localizando los puntos convencionales, y situarse y desplazarse en el espacio haciendo referencia a ellos.
I-4: Contribuir, mediante la propia actuación y la corrección de los demás, a la defensa, la conservación y la mejora del medio ambiente.
J-1: Conocer y localizar los elementos más significativos que configuran el patrimonio cultural de su comunidad autónoma.
J-2: Contribuir, mediante la propia actuación y la orientación a los demás, a la conservación y mejora de los elementos que configuran el patrimonio cultural de su entorno próximo.
J-3: Manifestar actitudes de respeto hacia la diversidad lingüística y cultural de las personas de su grupo de convivencia.
K-1: Conocer y apreciar el propio cuerpo, sus posibilidades sensoriales y de relación con el entorno.
K-2: Reforzar y desarrollar las capacidades y habilidades psicomotrices e intelectuales.
K-3: Apreciar y cuidar el propio cuerpo, adoptar hábitos de higiene y cultivar el gusto por actividades físicas y deportivas.
TERCER CICLO
A-1: Comprender y expresar mensajes orales y escritos en castellano (y en la lengua de la comunidad autónoma), teniendo en cuenta las diferentes intenciones y contextos de comunicación.
A-2: Comprender y producir mensajes orales y escritos referidos a aspectos de la vida cotidiana en la lengua extranjera.
A-3: Ser riguroso y preciso en la organización, elaboración y presentación de las informaciones y mensajes.
B-1: Comunicar y expresarse de forma creativa a través de lenguajes musicales, corporales y plásticos, así como experimentar su integración en las diversas situaciones del aula.
B-2: Planificar escenificaciones breves, referidas a situaciones y estados de ánimo, utilizando técnicas no verbales.
B-3: Apreciar la adquisición de conocimientos como un modo de expresión y de acercamiento a los diferentes ámbitos sociales.
B-4: Mostrar sensibilidad para disfrutar de las obras y manifestaciones artísticas, contribuyendo activamente a su conservación y defensa.
B-5: Manifestar actitudes de respeto y valoración crítica hacia las propias creaciones artísticas y las de los demás.
C-1: Utilizar en la resolución de problemas las nociones adquiridas, las técnicas de análisis y codificación de la información y la consideración de las variables que intervienen, para obtener unas producciones más reflexivas y precisas.
C-2: Elaborar y utilizar estrategias personales y convencionales que faciliten el acceso objetivo a la realidad y decidir los procedimientos más adecuados para resolver problemas cotidianos con autonomía y creatividad.
C-3: Analizar con sentido crítico la información contenida en fuentes de uso cotidiano.
D-1: Identificar y plantear interrogantes y problemas a partir de la experiencia diaria, utilizando procesos de análisis-síntesis de la información y tomando en consideración otros puntos de vista.
D-2: Ampliar el campo de intereses en su curiosidad por comprender la sociedad a la que pertenece y las relaciones que en ella se establecen.
D-3: Desarrollar habilidades para obtener información específica sobre hechos o fenómenos concretos.
E-1: Actuar con autonomía en las actividades habituales y en la interacción con el grupo, tomando iniciativas positivas propias y reconociendo el valor de hacer bien las cosas.
E-2: Ejercitar la toma de decisiones mediante el afianzamiento de un autoconcepto positivo, teniendo en consideración las propias limitaciones y las opiniones de los demás.
E-3: Establecer sinceras relaciones de amistad y colaboración, aceptando la diversidad de intereses y opiniones, valorando su contribución al desarrollo armónico de la personalidad.
F-1: Colaborar en la planificación y realización de actividades de grupo, sentirse perteneciente a un grupo social más amplio, colaborar de forma creativa, asumiendo de forma positiva las valoraciones críticas de las propias producciones.
F-2: Asumir con responsabilidad los compromisos adquiridos, valorando la responsabilidad como afirmación de la propia personalidad y de la maduración global.
F-3: Aplicar actitudes tolerantes y flexibles valorando el debate y la confrontación de intereses como aspectos que contribuyen a la consecución de posiciones más objetivas y enriquecedoras para todos los miembros del grupo.
G-1: Establecer relaciones equilibradas y constructivas con las personas, reconocer y valorar críticamente las diferencias de tipo social, desarrollando actitudes de tolerancia, solidaridad, comprensión…, evitando cualquier tipo de discriminación.
G-2: Sentirse perteneciente a una sociedad formada por personas y actuar de acuerdo a las normas básicas de convivencia.
G-3: Comportarse con amabilidad, nobleza y generosidad en las relaciones familiares, con los amigos y amigas y en grupos sociales más amplios.
H-1: Apreciar la importancia de los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana, identificarlos en su interacción con los demás y reconocer y valorar su necesidad.
H-2: Adecuar la propia conducta a las normas y valores básicos que rigen la convivencia humana y, tras un proceso de reflexión, saber rectificar cuando la forma de actuar se aparte de esas normas y valores.
I-1: Comprender, deducir y anticipar las relaciones de causa-efecto que se manifiestan en el ámbito natural, social y cultural.
I-2: Organizar la información recibida sobre la evolución histórica y establecer nuevas relaciones a partir de los cambios que se han producido a lo largo del tiempo.
I-3: Realizar representaciones e interpretaciones espaciales para orientarse y desplazarse, tanto en el entorno próximo como en el desconocido.
I-4: Practicar actitudes de compromiso, de colaboración con los demás y de participación activa en la conservación y mejora del medio ambiente.
J-1: Conocer y localizar, en el espacio físico y en el tiempo, los elementos básicos que configuran el patrimonio cultural de la comunidad autónoma y del Estado y reconocer su significación.
J-2: Practicar actitudes de compromiso, de colaboración con los demás y de participación activa en la conservación y mejora del patrimonio cultural de la comunidad autónoma y del Estado.
J-3: Valorar la diversidad lingüística y cultural como elemento enriquecedor del patrimonio de los pueblos.
K-1: Comprender el funcionamiento globalizado del cuerpo humano, alcanzar un concepto integrado de éste y anticipar sus posibilidades y limitaciones en su relación con el entorno y en la interacción entre iguales.
K-2: Cultivar y perfeccionar las capacidades y habilidades psicomotrices, promoviendo su aplicación en situaciones cotidianas y adquiriendo destrezas que faciliten la práctica deportiva.
K-3: Cuidar el cuerpo sano y contribuir a su desarrollo mediante hábitos cotidianos de orden personal, higiene y bienestar, valorando las repercusiones de determinadas conductas en la salud.
1.4. NÚCLEOS FORMATIVOS
La necesidad de asegurar un desarrollo integral de los alumnos en esta etapa y las propias expectativas de la sociedad coinciden en demandar un currículo que no se limite a la adquisición de conceptos académicos, sino que incluya otros aspectos que contribuyen al desarrollo de las personas: habilidades prácticas, actitudes y valores. La educación social y la moral constituyen un elemento fundamental del proceso educativo.
El carácter integral del currículo significa también incorporar en las diferentes áreas de la Educación Primaria estos núcleos formativos aunque, por el propio currículo, algunos están más próximos a determinadas áreas.
1.4.1. Expresión oral
La lengua es el principal vehículo de expresión, comunicación y representación de los seres humanos; con ella expresamos conceptos, vivencias, estados de ánimo, deseos…, y a través de ella se nos ofrecen y ofrecemos todo tipo de mensajes.
Los alumnos de esta etapa deben poder explicar oralmente a quienes les rodean sus ocupaciones, preocupaciones, fantasías, vivencias, ideas y opiniones No se trata de dominar por completo las estrategias de comunicación oral, sino de tomar conciencia de la importancia que tiene expresar oralmente sus ideas y vivencias con claridad y coherencia.
Al finalizar la Educación Primaria, los alumnos podrán ser capaces de comprender y producir mensajes orales y escritos en la lengua propia, atendiendo a diferentes intenciones y contextos de comunicación. Esto significa:
Participar en las múltiples situaciones comunicativas que se produzcan, siempre respetando y adoptando las normas que rigen estas situaciones para un intercambio fluido y claro.
Expresarse oralmente de manera correcta y coherente en distintas situaciones comunicativas.
Dominar las cuatro destrezas básicas de la lengua (escuchar, hablar, leer, escribir) como instrumentos de aprendizaje para recoger datos, comprender, elaborar y memorizar conceptos en todas las áreas, y saberlos expresar.
Para el desarrollo de estas capacidades, Edebé considera todas las áreas, aunque destaca Lengua, como preferente para abordar sistemáticamente, a lo largo de la etapa, los contenidos específicos de expresión oral.
1.4.2. Comprensión lectora
Leer y comprender es una actividad clave que el alumno va a necesitar para su aprendizaje. Comprender un texto implica una serie de procesos mentales que conducen a captar el mensaje de ese texto escrito. La complejidad de estos procesos mentales supone considerar y poner en marcha estrategias lectoras que permitan interpretar, relacionar y valorar la información y los mensajes recibidos. En Edebé se propone una estrategia básica de lectura basada en tres momentos:
3.1.Antes de la lectura.
3.2.Durante la lectura.
3.3.Después de la lectura.
La lectura posibilita aprender, divertirse, obtener información, comunicarse, participar… Cada lector, según sus intereses, atribuye a la lectura una finalidad u otra. Por esto es necesario dotar al alumno, desde las primeras etapas educativas, de estrategias lectoras que le permitan ajustar la finalidad de la lectura al objetivo que persigue.
De entre los muchos textos para su lectura, el cuento es la pieza clave en la formación literaria de los alumnos de las primeras etapas educativas, dada su estructura, argumento y vocabulario. A partir de él, el alumno desarrolla habilidades lingüísticas (los escucha o lee, se apropia de su vocabulario y de sus estructuras lingüísticas) que pone en práctica en otras situaciones similares.
Es necesario un tratamiento integral de la comprensión lectora desde todas las áreas y desde todos los ámbitos educativos, puesto que a lo largo de la Educación Primaria se desarrolla el aprendizaje de la lectura y de la escritura. Este aprendizaje permite a los niños y niñas descubrir las posibilidades de la lectura como fuente de placer y fantasía, de información y de saber. Así, a lo largo de la Educación Primaria los alumnos deberán:
5.1.Comprender los textos orales de su vida cotidiana (cuentos u otros relatos, instrucciones, canciones, poemas…), así como reconocer las relaciones entre sus distintos elementos (relaciones espaciales, temporales y secuencia lógica).
5.2.Comprender más allá del sentido literal del texto y realizar deducciones e inferencias sencillas.
5.3.Captar el sentido global de los textos escritos de uso habitual (informativos, literarios…) y comprender las relaciones que se establecen entre sus diferentes elementos.
5.4.Reconocer ideas principales y secundarias y elaborar un resumen con los elementos más relevantes.
5.5.Reconocer y analizar aspectos sencillos de los diferentes tipos de texto (estructura, vocabulario…).
5.6.Utilizar, en la lectura de textos, estrategias de comprensión lectora (ser consciente del propósito de la lectura, utilizar indicadores textuales y contextuales para formular y probar conjeturas) y también estrategias adecuadas para resolver dudas (avanzar y retroceder, consultar el diccionario, buscar información complementaria).
5.7.Leer textos de diverso tipo con fluidez, utilizando la pronunciación, la entonación y el ritmo adecuados a su contenido.
5.8.Apreciar el valor de los textos literarios y utilizar la lectura como fuente de disfrute e información, a la vez que de riqueza personal.
5.9.Usar diferentes recursos y fuentes de información habituales en la actividad escolar (biblioteca, folletos, libros de consulta, medios de comunicación, tecnologías de la información y de la comunicación) para buscar información y aprender y como fuente de placer.
La planificación y sistematicidad de la comprensión lectora se contempla en el área de Lengua al establecer el currículo unos objetivos, contenidos y criterios de evaluación que hacen referencia a este ámbito, siempre ajustadas a las características de los alumnos, así como a la naturaleza de la lengua en la que se va a enseñar a leer. También las actividades con diferentes tipos de textos, el vocabulario específico y el lenguaje propio de cada área serán los elementos que completan el trabajo de la comprensión lectora en las distintas áreas.
1.4.5. Tecnologías de la información y de la comunicación (TIC)
La aplicación de las tecnologías de la información y de la comunicación al trabajo del aula se convierte en una pieza clave en la educación y formación de las nuevas generaciones. Su importancia social y el lugar preferente que ocupan ya en la vida de los niños exigen su presencia en los centros educativos. Así, los alumnos pueden adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para abordar con cierto éxito su utilización en los entornos de aprendizaje, familiares y de ocio.
Las tecnologías de la información y de la comunicación van aumentando progresivamente su importancia en la forma como se accede al conocimiento, en el intercambio de información y en la metodología de los procesos de enseñanza y aprendizaje, y se utilizarán a lo largo de la Educación Primaria como instrumento con finalidades múltiples: comunicativa, informativa, lúdica e instructiva.
Entre sus múltiples beneficios cabe destacar:
· El uso de las tecnologías de la información y de la comunicación como instrumento de aprendizaje.
· La utilización adecuada de programas educativos.
· El procesador de textos como recurso para elaborar trabajos escritos.
· Internet como medio para buscar información.
· El correo electrónico para comunicarse y compartir información, con la posibilidad que conlleva de apertura al exterior.
· Interesarse por la utilización de estas tecnologías como un instrumento de trabajo más, utilizando un lenguaje correcto.
Entendidas como recurso educativo, Edebé considera las tecnologías de la información y de la comunicación a lo largo de toda la Educación Primaria en sus diferentes áreas, aunque con mayor incidencia en el área de Lengua.
1.5. LAS ENSEÑANZAS TRANSVERSALES
En una concepción integral de la educación, la educación social y la moral son fundamentales para procurar que los alumnos adquieran comportamientos responsables en la sociedad, respetando las ideas y creencias de los demás.
El carácter integral del currículo implica también la necesidad de incorporar en las diferentes áreas elementos educativos básicos, los llamados transversales, que no están sujetos a ninguna área concreta, sino que afectan a los diferentes ámbitos de la vida.
Tratamiento de las enseñanzas transversales
La incorporación de estas enseñanzas en las áreas implica darles un tratamiento sistemático, planificado y pedagógicamente graduado como a todos los demás contenidos. Consecuentemente, habrá que comenzar por su inclusión en el Proyecto Curricular, delimitando su alcance y tomando decisiones en torno a su profundidad, orientación y sentido. Para ello pueden seguirse los siguientes pasos:
1. Clarificación del alcance y significado de cada enseñanza transversal
Supone definir desde la propia línea educativa del centro la concepción que se tiene de cada enseñanza transversal. Ello conducirá a la formulación de unos objetivos, contenidos y criterios de evaluación para cada E.T.
2. Distribución por áreas de los contenidos de cada enseñanza transversal
Asignar a las diversas áreas la parte que cada una de ellas puede realizar (sin forzarla ni desnaturalizarla) en el trabajo sobre la enseñanza transversal, sea en los contenidos de concepto, procedimiento o actitud. Se constatará que algunos de éstos ya estaban inicialmente incluidos en el currículo del área.
A partir de este momento, el desarrollo y la concreción de los contenidos de la enseñanza transversal siguen paralelos a los de los contenidos propios de cada área:
· Distribución por ciclos, determinando la extensión y profundidad con que se tratará cada transversal en cada ciclo en concreto, atendiendo al momento evolutivo de los alumnos y al proceso de aprendizaje.
· Concreción y programación de las unidades didácticas. El trabajo específico y concreto se realiza durante la elaboración de unidades didácticas en que se delimitan con el resto de los contenidos del área en cuestión, y se favorece su integración progresiva en el proceso de aprendizaje.
Metodología para el desarrollo de las enseñanzas transversales
En el tratamiento de las enseñanzas transversales, y de los valores en general, es especialmente importante respetar la libertad del alumno/a y su ritmo de progreso, buscando siempre una respuesta libre y personal.
Como en todo aprendizaje, también en las enseñanzas transversales han de combinarse armónicamente conceptos, procedimientos y actitudes.
Las enseñanzas transversales suponen fundamentalmente la adquisición de contenidos de valor. La asunción de un valor como norma habitual de conducta requiere un proceso apropiado:
a) Acercamiento al valor, para conocerlo, descubrirlo como tal y apreciarlo.
b) Elección libre de las creencias y conductas entre varias alternativas, después de una consideración de las consecuencias, y seria adhesión a ellas.
c) Incorporación del valor en la conducta, hasta obrar habitualmente de acuerdo con él. La asunción de un valor es plena cuando se hace norma de actuación que la persona comprende y acepta razonadamente, cuando se convierte en conducta consistente y mantenida, que llega a caracterizar a la persona.
A continuación exponemos la interpretación que cabe hacer de cada una de las enseñanzas transversales y detallamos sus objetivos generales y los de la etapa.
EDUCACIÓN MORAL1. Sentido y alcance La Educación moral no tiene por qué ser una imposición externa de valores y normas de conducta, pero tampoco se reduce a la adquisición de habilidades personales para adoptar decisiones puramente subjetivas. La Educación moral pretende la formación de personas autónomas y dialogantes, capaces de elaborar sus propios juicios morales. Debe ser un ámbito de reflexión individual y colectiva que permita elaborar racional y autónomamente principios generales de valor y normas de conducta contextualizadas, asimismo debe capacitar a los educandos para adoptar un tipo de conductas personales coherentes con los principios y normas que hayan construido. 2. Objetivos generales Los principales objetivos que se le asignan son: · Desarrollar las estructuras universales de juicio moral que permitan la adopción de principios generales de valor tales como la justicia o la solidaridad. · Adquirir las competencias dialógicas que predisponen al acuerdo justo y a la participación democrática. · Construir una imagen de uno mismo y del tipo de vida que se desea llevar acorde con los valores personales deseados. · Formar las capacidades y adquirir los conocimientos necesarios para comprometerse en un diálogo crítico y creativo con la realidad que permita elaborar normas y proyectos contextualizados y justos. · Adquirir las habilidades necesarias para hacer coherentes el juicio y la acción moral, y para impulsar la formación de una manera de ser deseada. 3. Objetivos en la EP 3.4.Afianzar la seguridad en uno mismo para enfrentarse con autonomía a cualquier situación y para poder resolver situaciones de conflicto. 3.5.Desarrollar la autonomía personal, así como las posibilidades de tomar iniciativas y de establecer relaciones afectivas, en las actividades habituales y en las relaciones de grupo. 3.6.Comprender y valorar las características y cualidades de las personas que le rodean, estableciendo con ellas relaciones equilibradas y constructivas, y reconociendo y valorando críticamente sus diferencias. 3.7.Superar los prejuicios y las connotaciones discriminatorias respecto a las personas de grupos sociales minoritarios. 3.8.Descubrir y valorar los aspectos positivos de otras culturas a través del intercambio cultural. |
EDUCACIÓN CÍVICA1. Sentido y alcance La Educación cívica pretende la formación de personas dispuestas a comprometerse en una relación personal y en una participación social basadas en el uso crítico de la razón, la apertura a los demás y el respeto por los Derechos Humanos. 2. Objetivos generales Los principales objetivos que se le asignan son: 3.9.Potenciar el compromiso del sujeto en la comprensión crítica de la realidad personal y social y en la mejora de esta realidad. 3.10. Comprender, respetar y construir normas de convivencia justas que regulen la vida colectiva. 3. Objetivos en la EP 3.11. Mantener actitudes solidarias y colaboradoras con las personas de su entorno inmediato. 3.12. Participar en las actividades de grupo respetando los puntos de vista distintos y asumiendo las responsabilidades que correspondan; aceptando y respetando, asimismo, las normas que democráticamente se establezcan en la planificación y realización de esas actividades. Apreciar la importancia de los valores básicos que rigen la vida y la convivencia, descubriendo las razones de su existencia y obrando de acuerdo a ellos. |
EDUCACIÓN PARA LA PAZ1. Sentido y alcance La Educación para la paz debe interpretarse atendiendo a dos aspectos básicos que la sustentan: – La paz debe ser entendida como una paz positiva, no como la no guerra (paz defensiva). Si bien tras las guerras mundiales se habla de una educación para la no violencia, para el desarme…, el actual concepto de Educación para la paz se apoya en la concepción gandhiana de la paz positiva (años sesenta) que persigue la formación en valores de la persona y entiende por no violencia la búsqueda de la verdad a través del desarrollo de la autonomía y la autoafirmación personales. – La perspectiva creativa del conflicto, que entiende el conflicto como una situación natural, que debe resolverse por las vías de la no violencia y dar oportunidad de desarrollar aspectos humanitarios. 2. Objetivos generalesLos principales objetivos que se le asignan son: 3.13. Educar para la autonomía y la autoafirmación de la persona. 3.14. Educar en la solidaridad (no indiferencia, compromiso, acción pedagógica y social). 3.15. Educar en la tolerancia (aceptación de la diversidad, no discriminación, vivencia de los Derechos Humanos). 3.16. Educar en el afrontamiento no violento de los conflictos (cooperación, diálogo, técnicas de resolución y lucha no violentas). 3. Objetivos en la EP 5.10. Desarrollar y valorar las propias capacidades de modo reflexivo y positivo, para poder ponerlas al servicio de los demás. 5.11. Actuar con autonomía tanto en situaciones individuales como colectivas, desarrollando sentimientos de ternura y comprensión hacia las personas que nos rodean. 5.12. Cooperar con el grupo, dialogar y resolver los problemas que puedan plantearse con actitudes tolerantes y solidarias hacia los demás. 5.13. Interesarse por conocer alguno de los graves problemas que afectan a la paz mundial. Conocer y valorar el propio patrimonio cultural, respetando la diversidad y rechazando cualquier tipo de discriminación. |
EDUCACIÓN PARA LA SALUD1. Sentido y alcance Tradicionalmente la salud se ha considerado como la ausencia de enfermedades. Este concepto en los últimos años ha sufrido una profunda evolución. La Organización Mundial de la Salud, en 1946, la definió como un estado completo de bienestar físico, mental y social. Posteriormente, en 1985, conceptualizaba la salud como la capacidad de realizar el propio potencial personal y responder de forma positiva a los retos del ambiente. Esta segunda aproximación al concepto de salud parece la más aceptada socialmente. Reflexionemos sobre qué es y cómo se entiende la salud, y estas reflexiones nos permitirán fundamentar las bases sobre las que proyectar el programa de Educación para la salud. · La salud no es estática, es una conquista continua. No se trata de algo acabado, sino de un proceso continuo y permanente. · La salud supone un estilo o calidad de vida del que cada persona es responsable. · La salud implica un cuidado corporal tanto físico como mental, una buena alimentación e higiene, una naturaleza cuidada y limpia, unas relaciones afectivas equilibradas, autoestima, seguridad y confianza en uno mismo. · La salud es un reto y un proyecto para la solidaridad. La salud tiene una proyección de carácter social: es la conquista de la calidad de vida para todos. · La salud es adaptarse al entorno y modificarlo para hacerlo más humano y saludable. 2. Objetivos generales La Educación para la salud en la escuela tiene como objetivos: 1. Adquirir hábitos sanos, valorándolos como un aspecto de la calidad de vida. 2. Favorecer una interacción positiva con las personas. 3. Desarrollar la autoestima y la autonomía necesarias para construir un proyecto de vida saludable. 4. Contribuir a la toma de conciencia de todo lo que no conduce a un bienestar físico y mental de las personas y rechazarlo. 3. Objetivos en la EP · Conseguir la asunción de hábitos, actitudes y valores, así como conocimientos y destrezas que permitan gozar de un estado saludable. · Establecer relaciones equilibradas y constructivas con las personas de su entorno, basadas en el respeto y la solidaridad. · Actuar con autonomía en las actividades habituales y en las relaciones de grupo, asumiendo las responsabilidades que le corresponden. · Conocer y apreciar el propio cuerpo y los factores que condicionan un crecimiento sano y desarrollar hábitos de cuidado y respeto del propio cuerpo y del de los demás. · Tomar conciencia de que ciertas prácticas sociales y medioambientales entorpecen la salud y rechazar las pautas de comportamiento que no conducen a la adquisición del bienestar. · Participar en prácticas de tiempo libre que impliquen bienestar personal. |
EDUCACIÓN PARA LA IGUALDAD ENTRE SEXOS1. Sentido y alcance La acción formativa desde la perspectiva de este transversal tiene en cuenta: El desarrollo de una identidad personal y sexual como hombres y mujeres; la aceptación positiva de su propia condición y la valoración de sus capacidades y limitaciones. · La familia como núcleo de relación básico con hombres y mujeres de distintas edades. · El desarrollo de la autonomía personal que se inicia con la realización de tareas en la casa y en la escuela. · La valoración del grupo de iguales, de los adultos, y de la función complementaria entre distintos sexos. · El aprecio de la participación constructiva de hombres y mujeres en el desarrollo común (ámbito laboral, social y cultural). · La capacidad para analizar y rechazar discriminaciones en el lenguaje (verbal y no verbal). · Y una valoración crítica del papel de los medios de comunicación y la publicidad como transmisores de estereotipos sexuales. 2. Objetivos generales Los principales objetivos que se le asignan son: · Descubrirse como persona, hombre o mujer; aceptarse de forma positiva, reconociendo las propias cualidades y limitaciones. · Comprender el modelo masculino y el femenino desde la aceptación y el respeto; entendiéndolos como unidades cuya complementariedad facilita una visión unitaria de la persona. · Adquirir autonomía de forma progresiva en la realización de actividades domésticas, en la relación con los demás y en la valoración crítica de las situaciones sin dejarse influir por estereotipos limitadores. · Participar en los distintos grupos de referencia (familia, amigos…) de forma responsable, solidaria y constructiva, considerando las diferentes aportaciones y los distintos puntos de vista, con independencia de clasificaciones sexistas. · Apreciar la sensibilidad y la afectividad como dimensiones exclusivas de la persona, sin dejarse llevar por prejuicios sexistas. · Reconocer elementos discriminativos que se dan en el entorno (lenguaje, medios de comunicación, ámbito laboral, cultura…) y utilizar la capacidad crítica para analizar estas situaciones de forma objetiva. · Reflexionar sobre el propio futuro, a partir de las habilidades y limitaciones personales, tomando como referente la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. · Tomar conciencia de la riqueza de las aportaciones de los hombres y de las mujeres en los ámbitos afectivo, social, cultural y laboral para el desarrollo de un proyecto común. 3. Objetivos en la EP · Valorar las propias cualidades como persona, conocer sus limitaciones, y apreciar su pertenencia al género femenino o masculino. · Adquirir las destrezas básicas que permitan desenvolverse con autonomía en el ámbito familiar y doméstico. · Desarrollar actitudes que faciliten la relación en el grupo. · Establecer relaciones equilibradas y constructivas con las personas en la convivencia con los demás, en un marco de aprecio y valoración. · Mostrar una actitud crítica ante las manifestaciones que en cualquier ámbito supongan alguna discriminación basada en la diferencia de sexo (social, cultural, laboral…). |