A. DESARROLLO.
1. INTRODUCCIÓN.
2. LA EDUCACIÓN LITERARIA EN EL CONTEXTO ESCOLAR.
2.1. La literatura infantil y juvenil.
3. MANIFESTACIONES LITERARIAS MÁS IMPORTANTES APLICADAS A LA EDUCACIÓN PRIMARIA.
4. TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS DE UTILIZACIÓN DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL.
5. LA BIBLIOTECA ESCOLAR Y LA BIBLIOTECA DE AULA COMO RECURSOS DIDÁCTICOS EN LA EDUCACIÓN LITERARIA.
5.1 Biblioteca Escolar.
5.2 Biblioteca de Aula.
5.3 Fomento de la Lectura.
6. CONCLUSIÓN.
B. RECURSOS.
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
8. REFERENCIAS WEB.
A. DESARROLLO.
1. INTRODUCCIÓN.
La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.
En las economías modernas el conocimiento se ha convertido en uno de los factores más importantes de la producción. Las sociedades que más han avanzado en lo económico y en lo social son las que han logrado cimentar su progreso en el conocimiento, tanto el que se transmite con la escolarización, como el que se genera a través de la investigación.
La literatura parte de la historia, y podía definirse según Sánchez (2003) como el ejercicio de crear mundos posibles con palabras. Un docente puede saber mucho de autores, de épocas y movimientos, pero si no enseña ciertas estrategias narrativas quedará en un aprendizaje muy superficial de la literatura.
En la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa (en adelante LOMCE), en su art. 17, correspondiente a los objetivos de etapas, establece un objetivo vinculado con esta temática: e) Conocer y utilizar de manera apropiada la lengua castellana y, si la hubiere, la lengua cooficial de la Comunidad Autónoma y desarrollar hábitos de lectura.
El área de lengua es el ámbito privilegiado para conseguir estas metas aunque todas las áreas, al emplear el lenguaje como medio de comunicación y de adquisición y transmisión del conocimiento, son responsables del desarrollo de la comunicación lingüística. Así pues, esta área tiene como objeto el desarrollo de las habilidades lingüísticas: escuchar, hablar y conversar, leer y escribir. También, y de manera específica, pretende acercar a la lectura y comprensión de textos literarios.
2. LA EDUCACIÓN LITERARIA EN EL CONTEXTO ESCOLAR.
En la Orden_______ recogemos que la educación literaria se entiende como un acercamiento a la literatura desde las expresiones más sencillas. La lectura, la exploración de la escritura, el recitado, las tertulias dialógicas, la práctica de juegos retóricos, las canciones, el teatro o la escucha de textos propios de la literatura oral, entre otras prácticas, deben contribuir al desarrollo de habilidades y destrezas literarias e incorporarlas a otros ámbitos como la expresión artística y al valor del patrimonio de las obras literarias, con especial atención al valor cultural de Andalucía.
La literatura posee características propias y convenciones específicas que se deben conocer para que el lector pueda crear el contexto adecuado. En esta etapa el currículo se centra en favorecer experiencias placenteras con la lectura y la recreación de textos literarios. Se acerca a niños y niñas a la representación e interpretación simbólica, tanto de la experiencia interior como de la colectiva, para crear hábito lector.
La lectura e interpretación de textos literarios requiere el uso de unas competencias específicas para cuyo desarrollo. El RD 1513/2006 ha agrupado los contenidos literarios en el bloque 3, Educación Literaria.
Del mismo modo, los contenidos que establece el Bloque 5 “Educación Literaria”, establecido por el -Real Decreto 126 – 2014, De 28 de Febrero, asume el objetivo de hacer de los alumnos y alumnas lectores cultos y competentes, implicados en un proceso de formación lectora que continúe a lo largo de toda la vida.
Para eso es necesario alternar la lectura, comprensión e interpretación de obras literarias cercanas a sus gustos personales y a su madurez cognitiva con la de textos literarios y obras completas que aporten el conocimiento básico sobre algunas obras representativas de nuestra literatura. La información y la interpretación de textos u obras no es unidireccional de profesor a alumno, sino que es este último el que debe ir adquiriendo, con la guía del docente, los recursos personales propios de un lector activo, capaz de ver en la obra literaria una ventana abierta a la realidad y a la fantasía y un espejo en que el que tomar conciencia de sí mismo y del mundo que le rodea.
Destacamos debido a su importancia el bloque de contenidos según la Orden______ en su Anexo I relacionados con la literatura del área de lengua castellana y literatura.
BLOQUE 5. Educación literaria. |
Dentro del cual se tratarán, en lugar destacado, las producciones literarias andaluzas, orales y escritas, especialmente las de proyección universal. |
La educación literaria se concibe como una aproximación a la literatura desde sus expresiones más sencillas. La lectura, la exploración de la escritura, el recitado, la práctica de juegos retóricos o la escucha de textos propios de la literatura oral, contribuyen al desarrollo de la competencia literaria como un acercamiento a la expresión artística y al valor patrimonial de las obras literarias. Además, no podemos olvidar que a través de la lectura, la educación literaria, facilita el contacto con aquellos textos en los que se hace patente uno de los aspectos fundamentales de la cultura hispánica.
2.1. La literatura infantil y juvenil.
La literatura en el contexto escolar es el reflejo de la vida misma y combina cuatro puntos: el saber, la cultura, la creencia y la moralidad. Además da cabida a la disposición poética e imaginativa de los niños/as, basándose en la fantasía. Los niños/as tras el paso de la fantasía comprenderán mejor la experiencia cotidiana.
Existe una literatura cercana a los niños y adolescentes, la literatura infantil y juvenil, que según Colomer (1999) se entiende como la iniciación de las nuevas generaciones al diálogo cultural establecido en cualquier sociedad a través de la comunicación literaria.
La literatura infantil es una modalidad de género que comienza a definirse por sus receptores. La infancia es el periodo de la vida que transcurre hasta los doce años, por tanto, serán obras literarias infantiles aquellas que generadas o transmitida por medio orales y/o escritos sean apropiadas para captar, mantener y estimular los intereses, motivaciones y capacidades de los destinatarios.
Colomer cita tres funciones presentes en la literatura:
1. Iniciar el acceso a la representación de la realidad.
2. Desarrollar el aprendizaje de las formas narrativas, poéticas y gramaticales.
3. Ofrecer una representación articulada del mundo (conectarlo con la realidad).
La práctica literaria, además de ofrecerse como un fin en sí misma, se constituye indirectamente en un instrumento privilegiado para desarrollar todas y cada una de las habilidades lingüísticas de los alumnos/as:
– Amplía sus esquemas verbales, mediante la selección de las formas más expresivas.
– Estimula el hábito de la lectura.
– Proporciona modelos y estructuras textuales.
– Procura y anima el desarrollo de la imaginación y de la creatividad.
– Contribuye al sentido estético y propicia la reflexión crítica.
– Hace posible la participación activa del destinatario, transformando al sujeto activo.
La literatura infantil y juvenil no solo es la creada expresa e intencionadamente para los niños/as, o jóvenes. Hay libros que sin haber sido creados expresamente para ellos han provocado el interés y el gusto de los niños/as y, por tanto, se han convertido también en literatura de y para los niños/as.
3. MANIFESTACIONES LITERARIAS MÁS IMPORTANTES APLICADAS A LA EDUCACIÓN PRIMARIA.
Toda manifestación literaria debe ser llevada a la Ed. Primaria de forma adecuada, atendiendo a las características y al nivel del alumnado. No se trata de que los alumnos/as aprendan teoría literaria, sino de emplear los textos de literatura infantil, tradición oral o cualquier otro tipo como recursos para la adquisición del lenguaje, incluyendo los aspectos de organización y elaboración estética.
Los géneros literarios son diversas categorías en los que se puede clasificar las obras literarias. Podemos distinguir varios grupos:
● Género Lírico: es un género en el que el autor quiere expresar todos sus sentimientos y emociones. Su máximo exponente es el poema.
● Género Épico: El autor presenta de forma objetiva hechos tradicionales y ficticios, desarrollados en tiempos y espacios determinados. Entre ellos destaca la narración, el diálogo y la descripción.
● Género Dramático: El autor plantea conflictos por medio del diálogo y algunos personajes. Su finalidad esencial es la representación ante el público.
Estos géneros se pueden trabajar en el aula a través de:
ü Taller de poesía: el primer contacto de los niños con la poesía lo experimentan con el folklore (canciones, rimas, etc…). Es importante enseñarlo de forma lúdica.
ü Los cuentos: Es una de las manifestaciones literarias más conocida por el alumnado. El cuento tiene sus raíces en el folklore. Se trata de un texto corto, de argumento sencillo. Su trabajo en el aula debe orientarse tanto a la comprensión como a la producción de cuentos.
El cuento es un medio para la formación psicopedagógica y social del niño/a y para configurar su personalidad en la sociedad actual. Las razones del por qué es esencialmente interesante para la vida del niño/a son (Trigo, 1997):
§ Desarrollo intelectual
§ Atención y memoria.
§ Desarrollo de la fantasía y creatividad.
§ Comprensión del mundo.
§ Formación estética.
§ Fomenta la lectura y creación de hábitos lectores.
ü La canción: Ésta tendría que ser como un poema en verso.
ü El teatro infantil y juvenil: Debemos distinguir entre:
– El teatro para niños/as (preparan y representan los adultos para que los niños/as sean espectadores).
– El teatro de los niños/as (piensan, escriben, dirigen e interpretan los niños/as).
– El teatro infantil y juvenil mixto (pensado, escrito y dirigido por adultos e interpretados por niños/as)
4. TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS DE UTILIZACIÓN DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL.
Generalmente se entiende por “literatura infantil” la literatura escrita por adultos pensando en el público infantil más que en el conjunto de textos literarios que la sociedad ha considerado aptos para niños pero que en origen se escribieron pensando en lectores adultos. Suele considerarse que el concepto “literatura infantil” incluye también a la literatura juvenil, escrita por o para adolescentes, pero lo más correcto es denominar al conjunto “literatura infantil y juvenil”.
El alumnado es el que aprende, siente e imagina, observa y elige, acepta o rechaza, creador de su mundo y sensible a la influencia de los diversos factores sociales. Acude a la escuela con determinadas actitudes hacia los libros, que van desde la expectativa a la indiferencia, del entusiasmo al miedo.
El profesorado es el que debe guiar y ayudar a crecer al alumnado, enseñarle el gusto por la literatura. No puede ignorar las manifestaciones literarias que pueden atraer a la infancia.
Objetivos. Los objetivos en el campo literario deben elegirse dependiendo del alumnado, del contexto en que se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje y de manera que propicien el desarrollo del alumno/a.
Contenidos. Implican la selección responsable de los mismos y respeto por los intereses del alumnado.
Métodos. Los contenidos literarios llegan al alumnado a través de métodos, de técnicas específicas como la narración o la lectura creadora.
Todos estos elementos de la acción didáctica son inseparables, deben conjugarse equilibradamente, deben conjugarse armónicamente.
A la hora de utilizar la literatura infantil y juvenil en el aula, no se trata de enseñar muchas cosas, de abrumar al estudiante con información, sino de elegir con cuidado lo que vale la pena que aprenda. El maestro/a debe priorizar, y ese es uno de los dilemas que tiene cotidianamente: ¿privilegiar lo universal, descuidando lo regional? De ahí la importancia de que el maestro cuente con algún criterio fundamentado para decidir qué vale la pena enseñar y qué dejar por fuera de una programación.
Dentro de las técnicas para su enseñanza en el aula encontramos:
– La narración: En cuanto comienza crea un mundo de maravilla, la realidad se embelleces, cobra dimensiones mágicas para el niño/ a oyente que queda como suspenso y sumergido en un sueño que le da la posibilidad de la imaginación.
– Teatro: en el teatro para niños/as hay que tener en cuenta dos aspectos: el niño/a espectador y el protagonista. En el caso del espectador/a, hay que recordar que el niño/a es el más exigente de los espectadores. En cuanto al niño/a protagonista, su inserción en el teatro, para que éste adquiera valor educativo, se dará a partir de juegos de libre expresión.
– Poesía: Es un género al que se le ha dedicado muy poco esfuerzo en el campo de la literatura infantil, causado principalmente por la forma en que los docentes ponen en contacto alumnado-poesía. Para su enseñanza hay que tener en cuenta algunos aspectos:
o Crear ambiente propicio.
o Proporcionar poemas acordes con los intereses del alumnado.
o Crear ambiente adecuado en clase.
o Leerlos con fuerza emotiva y matices de voz adecuados al tema.
o Favorecer la memorización individual y grupal.
– Comentarios de textos: A través de la lectura de textos y sus comentarios el alumnado se familiariza con el lenguaje literario, analiza sus rasgos y deduce las características esenciales de las diferentes escuelas y movimientos literarios. La efectividad de estos depende de la claridad, precisión y sistematización de la metodología que se utilice.
– Medios audiovisuales. Es necesario que el docente use los medios audiovisuales a su alcance para enriquecer la enseñanza, para hacer más vivo, dinámico, el estudio de la creación literaria; todo con el fin de hacer más completa la formación del alumnado a través de los textos literarios.
Existen otra serie de aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de enseñar la literatura infantil en primaria.
– La clase. La clase de literatura se debe intentar que sea una “clase sin clases”, es decir, que en ella el papel del maestro/a se ha de invertir al tradicional. El docente será un orientador/a, un sembrador de semillas, no un señor feuda. Enseñar aprendiendo será su lema.
– Creatividad. No se puede concebir una escuela basada en la actividad el niño/a, en su espíritu e investigación, en su creatividad, sino se coloca a la imaginación en el lugar que merece en la educación.
– Lectura. La LOMCE establece la importancia del fomento a la lectura y al uso de las bibliotecas. En 2001 se inicia el Plan de Fomento a la Lectura que son el conjunto de estrategias para incitar y promover en los niños/as el apego a los libros y el gusto por la lectura. Pretende afianzar en nuestra sociedad el hábito lector.
En la Ed. Primaria persigue los siguientes objetivos:
-Instaurar el hábito lector.
– Fomentar el uso de las bibliotecas.
– Descubrir el placer de leer.
-Conocer personajes clásicos de la literatura infantil y juvenil.
Este plan se configuró en torno a los siguientes ejes de actuación:
– Conocer la realidad de la lectura: bibliotecas y librerías en España.
– Programas de fomento del hábito lector dirigidos a la población escolar.
– Proyectos de potenciación de las bibliotecas públicas como centro de fomento a la lectura.
– Imaginación-juguete-libro. El niño/a, durante su crecimiento, atraviesa una fase en la que los objetos le sirven sobre todo como símbolos. Es la fase en la que se instituyen las funciones simbólicas del lenguaje y del juego para convertirse en componentes de la personalidad.
Sustancialmente construye objetos para el juego; es decir, juguetes, hechos de palabras, de imágenes, también de madera y plástico, pero son juguetes. Definir el libro como “un juguete” no significa en absoluto faltarle el respeto, sino sacarlo de la biblioteca para lanzarlo en medio de la vida, para que sea un objeto de vida.
5. LA BIBLIOTECA ESCOLAR Y LA BIBLIOTECA DE AULA COMO RECURSOS DIDÁCTICOS EN LA EDUCACIÓN LITERARIA.
5.1. Biblioteca escolar.
La biblioteca escolar es un recurso importante del centro educativo que debe estar integrada en el currículo. Una definición de ésta podría ser: El conjunto ordenado de todos aquellos materiales que la escuela necesita para llevar a cabo su labor docente y que pueden ser utilizados por todos los individuos que componen la comunidad escolar. La biblioteca debe considerarse un elemento básico e indispensable para la función educativa: todos, en la escuela, necesitan la información para su formación (Baró y Mañá, 1993).
La biblioteca se constituye como un lugar de aprendizaje en el que el alumnado y el profesorado tiene al alcance una gran diversidad de recursos educativos y pueden poner en práctica una metodología más activa y participativa.
La utilización de la biblioteca escolar plenamente integrada en el centro favorece la autonomía y la responsabilidad del alumnado. También proporciona competencias para el aprendizaje a lo largo de la vida, y aprendan a ser ciudadanos responsables.
Una biblioteca escolar proporciona los siguientes servicios:
– Fomentar la lectura dentro y fuera de la comunidad escolar.
– Inculcar el hábito de la lectura y la utilización de las bibliotecas a lo largo de su vida.
– Proclamar la idea de que la libertad intelectual y el acceso a la información son fundamentales para ejercer la ciudadanía y participar en una democracia con responsabilidad.
Según el plan de lectura y Bibliotecas escolares en los centros educativos públicos de Andalucía (Junta de Andalucía, 2007c), las bibliotecas escolares son un recurso imprescindible para la formación del alumnado en una sociedad que demanda ciudadanos dotados de destrezas para la consulta eficaz de las diferentes fuentes informativas, la selección crítica de las informaciones y la construcción autónoma del conocimiento.
Asimismo la LEA, recoge en su artículo 128 que:
c) La organización de los espacios, instalaciones y recursos materiales del centro, con especial referencia al uso de la biblioteca escolar, así como las normas para su uso correcto.
5.2. Biblioteca de aula (García, 1999)
En todo proyecto de fomento de la lectura y la escritura, la creación de la biblioteca de aula supone un nivel de concreción más directo, personal y autónomo de la acción animadora. También, dentro de la programación de aula, la organización de una biblioteca en la clase ofrece mayores posibilidades de sistematización de las intervenciones del maestro/a. Asimismo, garantiza cierta continuidad, acercando y ofertando a los alumnos/as la posibilidad de cubrir de forma más inmediata el deseo de leer y utilizar fuentes de información y documentación diferentes al libro de texto.
La creación de la biblioteca de aula, su óptima utilización didáctica y la relevancia que puede tener como otro medio idóneo para generar y desarrollar el hábito lector, requiere siempre de unas fases sistematizadas para su implantación. Todas las acciones deben conectar con las de carácter más global que se lleven a cabo dentro y fuera del centro escolar.
Primer trimestre (fase preparatoria).
1. Planteamiento de propuesta de trabajo para todo el curso.
2. El maestro/a debe aportar progresivamente todos los elementos motivadores que desemboquen en la creación de unas expectativas y un clima de clase favorables a la formación de una biblioteca de aula genuina y con carácter.
3. La biblioteca debe nutrirse de libros aportados voluntariamente por alumnos y alumnas.
Segundo trimestre (fase de creación y uso)
1. Creación de la biblioteca de aula con los fondos obtenidos.
2. El grupo debe establecer las normas de uso y préstamo de los recursos.
3. El sistema de organización y clasificación de los fondos bibliográficos debe ser semejante al de la biblioteca del centro.
4. El maestro/a potencia durante el tiempo dedicado a la biblioteca de aula, el desarrollo del hábito lector, mediante estrategias integradoras que consideren el gozo interdisciplinar.
5. Establecer la biblioteca de aula como un elemento metodológico más de la práctica escolar. No debe convertirse la biblioteca de aula en un medio utilizado sólo cuando el alumno/a termina la tarea escolar y dispone de un “tiempo de ocio”.
6. Plantear la colaboración de los padres.
Tercer trimestre. (Fase de uso y afianzamiento).
1. Fomentar y desarrollar la escritura, garantizar las publicaciones de textos del alunado e, incluso, difundirlos fuera del aula.
2. Los libros creados por el alumnado formarán parte del fondo de la biblioteca y aportan sentido a la labor realizada.
3. Es una fase en la que se poseen datos suficientes para orientar mejor la selección bibliográfica.
5.3. Fomento de la lectura.
El fomento de la lectura puede ser una forma de trabajar la educación literaria en la biblioteca escolar y de aula; el cual debe llevarse a cabo por el diseño de un equipo de docentes de un conjunto de estrategias, forma, técnica, modos, procedimientos (García, 1999).
Para iniciar un programa de promoción lectora, hay que tener en cuenta una serie de elementos que son (García, 1999):
– Situación de partida: conocer el contexto sociocultural, los hábitos lectores, escritores yd e trabajo de grupo del alumnado.
– Selección de fondos: la biblioteca debe dotarse con fondos bibliográficos actualizados.
– Métodos y recursos dinámicos: deben permitir que el ambiente lector sea dinámico y participativo y se aproxime a la realidad vital del alumnado.
– Estructura organizativas: organización del alumnado y profesorado.
– La familia: con la acción tutorial se hace necesario orientar a los padres.
– Formación del profesorado: desarrollo de distintas fases y niveles de formación.
– Evaluación del programa: reflexión sobre los procesos de trabajo.
La Orden________, en su artículo 4.6 nos dice: “La lectura constituye un factor fundamental para el desarrollo de las competencias clave. Las programaciones didácticas de todas las áreas incluirán actividades y tareas para el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística. Los centros, al organizar su práctica docente, deberán garantizar la incorporación de un tiempo diario, no inferior a treinta minutos, en todos los niveles de la etapa para el desarrollo de dicha competencia”.
6. COMENTARIOS FINALES.
A través de la literatura infantil y española, se pueden desarrollar valores que intenta educar en el ejercicio tolerante de la libertad; que desecha los viejos roles machistas; que postula un ideal de paz como única arma posible para ganar el futuro; que intenta establecer una relación no depredadora con el medio ambiente; que rechaza la marginación social, el racismo, el abuso indiscriminado de las minorías. Existe, en definitiva, una literatura que huye de visiones idílicas y proporciona a niños y jóvenes una lectura más certera.
La biblioteca escolar es, en el contexto metodológico del proceso educativo actual, es un instrumento fundamental para promover el auto-aprendizaje, la participación, la intervención activa, la colaboración enriquecedora, y la comparación, contraste y armonización de experiencias vitales. No cabe duda que este sólido pilar es en el que debe sustentarse la estrategia pedagógica del Sistema Educativo, a través de los Planes de Centro, ya que posibilita el logro de aprendizajes eficaces en as diversas áreas o materias, y eficientes en cuanto a las expectativas de utilidad que crean para el futuro social.
B. RECURSOS.
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
– Baró, M. y Mañá. T. (1993). Formarse para informarse. Madrid: Celeste.
– BOJA____
– BOJA_____
– BOJA____
– Colomer, T. (1999). Introducción a la literatura infantil y juvenil. Dialnet.
– Cassany, d. Luna, M. y Sanz, G. (1994). Enseñar lengua. Barcelona: Graó.
– García Jiménez, E. (1999). Metodología de la investigación cualitativa. Málaga: Aljibe.
– MEC (2013a). Ley Orgánica 8/2013 del 9 de diciembre para la Mejora de la Calidad Educativa.
– MEC (2014b). Real Decreto 126/2014 del 28 de febrero por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria.
– MEC (2006a) Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación.
– MEC (2006b) Real Decreto 1513/2006, del 7 de diciembre por el que se establecen las enseñanzas mínimas para la educación primaria
– Sanchez, L. (2003) Didáctica de la literatura. Relaciones entre el discurso y el sujeto. Madrid. Prentice Hall.
– Trigo cutiño, J. M., et al (1997). El niño de hoy ante el cuento: investigación y aplicaciones didácticas.
8. REFERENCIAS WEB.