1.- Determinantes biológicos y sociales de la personalidad: La cultura
2.- El proceso de socialización
3.- Agentes de socialización
1.- DETERMINANTES BIOLÓGICOS Y SOCIALES DE LA PERSONALIDAD: LA CULTURA.
1.1. Naturaleza o cultura.
¿De qué depende el individuo, cómo se configura nuestra personalidad? ¿A partir de nuestra genética o del medio/entorno social? ¿Qué somos herencia o ambiente? ¿Naturaleza o Cultura?.
El problema está en saber hasta qué punto esas circunstancias llegan a configurar la personalidad individual. En esto no todos los autores coinciden, sino que algunos proponen incluso soluciones extremas, exclusivistas y opuestas a otra. Cabría hacer tres grupos:
– Los que opinan que todo el desarrollo personal depende de factores constitucionales, hereditarios y congénitos (de orden biológico y psicológico, como los cromosomas y el temperamento).
– Los que piensan que esos factores no cuentan en absoluto, de tal modo que sólo intervienen causas ambientales, que obran de un modo decisivo.
– Por último, hay quienes admiten la influencia conjunta de la herencia y del medio social.
A) Los autores del primer grupo son más bien escasos. Entre ellos es clásico F. Galton, para quién las facultades mentales y artísticas son heredadas, según le mostraba el estudio de los mellizos; con eso contribuyó a inaugurar el movimiento de la eugenesia. Igualmente K. Pearson (1909) piensa que los factores biológicos dominan la evolución del género humano; estos y sólo estos, pueden dar luz sobre el nacimiento y caída de las naciones, sobre el progreso racial y la degeneración nacional.
B) Más frecuente que la posición anterior es la que, colocándose en sus antípodas y extremando igualmente sus tesis, sostiene que todo el desarrollo de la personalidad, viene condicionado por las circunstancias sociales entre las cuales se efectúa. Según J. Mill, toda la diferencia existente, o que pueda llegar a existir, entre una clase de hombres y otra, se debe enteramente a la educación.
En esas mismas ideas abunda el sociologicismo. Sus fundadores Durkheim y Nartop afirmaron que, si bien la naturaleza nos hace individuos, sólo la sociedad nos hace personas, ya que exclusivamente de la sociedad recibe el individuo todo lo que constituye su mundo espiritual: lenguaje, sentimientos, cultura, religión, arte, etc. Llamando educación, de un modo global, a todo ese bagaje con el que la sociedad (de forma impositiva) equipa a sus nuevos miembros y así los socializa, nos sale la conocida frase -idéntica en ambos autores- de que el hombre es hombre sólo porque vive en sociedad y es educado en ella.
La Sociología insiste en que la personalidad así definida no es innata, sino adquirida o lograda con el tiempo está determinada por el poder condicionante de la herencia cultural y por los modelos sociales de comportamiento que los grupos crean, aprueban, defienden y transmiten a la siguiente generación. Así el sociólogo ve la personalidad como un reflejo de las situaciones sociales en medio de las cuales el individuo se ha formado y ante las cuales reacciona. El self, la esencia personal (el sí mismo, el Yo), es un espejo social.
C) Cuando dos soluciones extremas se oponen y excluyen entre sí cabe la sospecha fundada de que ambas contengan parte de verdad, con lo cual la solución auténtica sería la que trate de conciliar ambos extremos, adoptando una postura de término medio que intente explicar el fenómeno a partir de los dos principios antinómicos propuestos en aquella tesis. Tal ocurre cuando, constatados los determinantes biológicos de la personalidad por su lado y condicionantes sociales por otro, concluimos que ambos deben de actuar a la vez, aunque sea en proporciones diversas. El carácter complejo de los fenómenos vitales nos invita también a esta solución.
En suma, como dice A.K.C. Ottaway, hay siempre una interacción entre factores innatos y culturales, y cualquier determinismo total es improbable. La antigua oposición entre naturaleza y educación (nature y nurture) es un error, puesto que ambas son necesarias y están en inevitable interacción.
Cuadro 2.1. Enfoques sobre la relación entre cultura y naturaleza
GENETISTAS | AMBIENTALISTAS | SINTÉTICOS |
La personalidad en los genes | La personalidad en el ambiente social | La personalidad parte herencia y ambiente. |
F. Galton. | E. Durkheim. | Quintana Cabanas. |
Determinismo biológico | Determinismo sociológico | Acción conjunta. |
1.2. ¿Qué es la cultura?
Es evidente que cultura, que en último término es una palabra latina comenzó teniendo un sentido atributivo, funcional: cultivo de algo, agricultura, o cultura animi que para Cicerón es como sinónimo de filosofía. Es decir, en principio la cultura es un proceso, el paso de inculto a culto a través de un ejercicio más o menos metódico, la educación (pero al mismo tiempo, educar es sacar algo de dentro de un mismo, algo que ya estaba allí; desarrollar una capacidad). En todo caso, más adelante, cultura adquiere carácter sustantivo; desde el Renacimiento ya será sobre todo el resultado de un proceso más que el proceso mismo, los frutos más que el cultivo.
La clásica definición de cultura dada por Tylor tiempo ha es un tanto vaga, pero fácil de entender: cultura es, según él, “un complejo que comprende conocimiento, creencias, arte, moral, leyes, usos y otras capacidades y usanzas adquiridas por el hombre en cuanto es miembro de una sociedad“.
La cultura puede ser entendida como un sistema relativamente integrado de ideas, valores, actitudes, aserciones éticas y modos de vida, dispuestos en esquemas o patrones que poseen una cierta estabilidad dentro de una sociedad dada, de modo que influyen en su conducta y estructura. Todo aquello que el hombre y hace y que no procede únicamente de su herencia biológica queda, pues, cubierto por el campo de la cultura.
Básicamente la cultura consiste en contenidos de conocimiento y pautas de conducta que han sido socialmente aprendidos. La cultura, pues, requiere un proceso de aprendizaje, el cual es social, lo que no sólo quiere decir que nace de la interacción social, sino que la cultura consiste en patrones comunes a una colectividad. Estos patrones o pautas, no obstante, son abstractos la cultura se manifiesta en conductas concretas y en sus resultados, los cuales no son, en sí mismos cultura.
1.3. Elementos de la cultura.
La cultura tiene los siguientes elementos: los aspectos cognitivos, las creencias, los valores, las normas, los signos y los modos no normativos de conducta.
a) Toda cultura posee unos elementos cognitivos, es decir, un grado elevado de conocimientos objetivos sobre la naturaleza y la sociedad. De otro modo la colectividad no podría sobrevivir: desde los pueblos más primitivos a los más avanzados en complejidad cultural todos saben enfrentarse con la brega cotidiana, sean las que sean las creencias mágicas, religiosas, ideológicas y no objetivas.
b) Junto a estos sólidos elementos cognitivos están las creencias, de las cuales no afirmamos su verdad ni falsedad, pues son empíricamente incomprobables; las creencias son una fe sobre el cosmos y la vida, y se manifiestan también en acciones y resultados, sobre todo, la religión. Conviene señalar que existe un grado muy elevado de superimposición entre lo cognitivo y lo credencial, y que la distinción es puramente analítica. Así creer es también un modo de conocer la realidad, por muy falsas que sean las creencias de unos hombres según la opinión de otros hombres. En todo caso, el conocimiento perfecto no existe: poseemos sólo aproximaciones, más o menos profundas, a la verdad.
c) Por su parte los valores con que nos acercamos a la realidad y las normas de conducta que los enmarcan determinan nuestras actitudes. Puede decirse que los valores son juicios de deseabilidad o aceptabilidad, o de rechazo, que se atribuyen a toda clase de objetos y hechos. Los valores conllevan actitudes que superponemos a fenómenos dados, y que deben ser distinguidos cuidadosamente de los fenómenos mismos. Pronto se comprende que los valores no pueden manifestarse sin normas de conducta que los enmarquen y que tienen que ser aceptados por un número mínimo de miembros de la colectividad, y en muchos casos por todos. La desviación del valor y de la norma establecida suele implicar una reacción punitiva por parte de la colectividad en cuestión, aunque muchas sociedades complejas hayan institucionalizado un buen número de divergencias en un sistema de tolerancias aceptables.
d) Los signos culturales incluyen señales y símbolos. Los primeros indican un hecho, simplemente, como es el caso de las señales de tránsito. Los símbolos son más complejos y son parte central del sistema de comunicación que es la cultura. La red simbólica más importante es el lenguaje; sin él la estructura social se desvanecería. La sociedad humana es inconcebible sin lenguaje. Para estudiarlo desde el ángulo de mira de la sociología se ha desarrollado la disciplina de la sociolingüística, que introduce criterios demográficos, migratorios, ideológicos y políticos en la investigación de los datos referentes al lenguaje humano.
e) Finalmente, tenemos las formas de conducta no normativas, como son el estilo peculiar de las gentes de una comunidad nacional (Idiosincrasia).
2.- EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN. (Enculturación, culturalización o crianza).
2.1. Definición. ¿Qué es la socialización?
La socialización es el proceso mediante el cual el individuo es absorbido por la cultura de su sociedad. En su transcurso el individuo, ha escrito Child, “nacido con una gama de comportamiento potencial muy amplia, es conducido a desarrollar un comportamiento con límites más restringidos, consistentes en lo que es habitual y aceptable con arreglo a normas de su grupo”.
a) Fundamentalmente, la socialización es un aprendizaje; en su virtud el individuo aprende a adaptarse a sus grupos, y a sus normas, imágenes y valores. Trátase de un proceso de aprendizaje de conducta. Como proceso es permanente, pues dura toda la vida del individuo y es perenne en la sociedad. Para el individuo la socialización es particularmente intensa durante sus primeros años.
b) El tema de la interiorización y transmisión de la cultura es vasto y debe ser enfocado interdisciplinarmente, con ayuda de la psicología social, la sociología, la antropología, la ciencia política. Cuando nos adentramos en él nos encontramos con uno de los mejores ejemplos de la unidad e interdependencia íntima de las ciencias sociales. Aprendizaje e interiorización dan como resultado la adaptación del individuo al grupo y, por consecuencia, la conformidad y la cohesión e integración social.
2.2. Tipos: socialización primaria y secundaria. ¿Cómo se desarrolla?
La principal distinción es entre socialización primaria y secundaria. Para Berger y Luckmann el individuo no nace miembro de una sociedad, sino que nace con una predisposición hacia la sociedad, y luego llega a ser miembro de una sociedad. En este contexto se sitúa la mencionada distinción. La socialización primaria es la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez por medio de la cual se convierte en miembro de la sociedad. La socialización secundaria se refiere a cualquier proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de la sociedad.
a) La socialización primaria es decisiva y no sólo por la plasticidad, sensibilidad y dependencia en que se encuentra el niño. El niño no internaliza como el mundo posible, sino que lo internaliza como el mundo, el único que existe y se puede concebir. Por ello el mundo internalizado en la socialización primaria se implanta en la conciencia con mucha más firmeza que los mundos internalizados durante la socialización secundaria. Esto significa que la socialización primaria comporta algo más que un aprendizaje puramente cognoscitivo. Requiere la adhesión emocional a los otros significantes. Es así como el niño acepta los roles y actitudes de los otros significantes, los internaliza y se apropia de ellos, siendo entonces capaz de identificarse a sí mismo. La socialización primaria finaliza cuando el concepto del otro generalizado, y todo lo que comporta se ha establecido en la conciencia del individuo. Ya es miembro efectivo de la sociedad y está en posesión subjetiva de un yo y un mundo. Aquí cuenta la carga emocional.
b) La socialización secundaria consiste en el conjunto de procesos mediante los cuales el individuo internaliza submundos específicos. Posiblemente en sociedades primitivas, que cuentan con gran homogeneidad cultural y estabilidad, la socialización secundaria alcance poca relevancia. Pero éste no es el caso de sociedades complejas, con gran división del trabajo y distribución social de conocimiento. Se suele producir la socialización en contextos institucionales. Estos submundos son generalmente realidades parciales, que contrastan con el mundo base adquirido en la socialización primaria. Presupone un proceso previo de socialización primaria, pues debe tratar con un yo formado con anterioridad y con un mundo ya internalizado. Por otro lado mientras que la socialización primaria no puede efectuarse sin una identificación con carga emocional, la mayor parte de la socialización secundaria puede prescindir de esta clase de identificación.
Cuadro 2.2. Distinción entre Socialización Primaria y Socialización Secundaria
SOCIALIZACIÓN PRIMARIA | SOCIALIZACIÓN SECUNDARIA | |
ETAPA CRONOLÓGICA | Infancia | Madurez |
INTERNALIZACIÓN | Fuerte | Débil |
ADHESIÓN EMOCIONAL | Imprescindible | Prescindible |
TOMA CONCIENCIA | Mundo social/total | Submundo social/parcial |
TIPO DE SOCIEDAD | Primitiva y simple | Moderna y compleja |
Otra noción importante es la resocialización. Tiene más semejanza con la socialización primaria, aunque se realice durante la fase adulta del individuo. Pretende la sustitución de la socialización anteriormente recibida por el individuo. Si en la socialización secundaria el presente se interpreta de modo que se halle en relación continua con el pasado, con tendencia a minimizar las transformaciones que se hayan efectuado realmente, no ocurre igual en la resocialización. En ésta el pasado se interpreta con la realidad presente, con tendencia a proyectar al pasado diversos elementos que, en ese entonces, no estaban subjetivamente disponibles.
La resocialización comporta, por consiguiente, un cambio básico y rápido del pasado. El ejemplo más conocido y estudiado se refiere a la delincuencia, especialmente juvenil. Pero no siempre la resocialización no aprobada por al sociedad. Casos como la emigración a otras áreas culturales o el divorcio también lo requieren. En todo caso la resocialización es difícil de efectuarse, pues, en cierta medida, exige reproducir las condiciones de la socialización primaria pero en la época adulta. Por ello alguna de las siguientes condiciones indicadas deben producirse:
– Control total sobre el individuo.
– Supresión de status pasados.
– Negación del valor moral del viejo yo.
– Participación del individuo en su propia resocialización.
– Sanciones extremas.
– Intensificación de las presiones y apoyo del grupo de iguales.
Otro concepto importante, acuñado por Merton, alude al grupo según el cual el individuo se socializa. Se trata de la socialización anticipatoria. Es una forma de socialización que tiene lugar cuando los individuos adoptan como grupo de referencia un grupo al que no pertenecen, pero aspiran a pertenecer en el futuro, socializándose de acuerdo con lo que perciben de sus normas antes de haberse incorporado a él. Por tanto, amplia el concepto conocido ya de antiguo de la determinación grupal de la conducta. Pues bien, la socialización anticipatoria, al adoptar el individuo los valores de un grupo al cual no pertenece, puede servir a la doble función de ayudar a su elevación dentro de ese grupo y de facilitar su adaptación una vez que ha llegado a formar parte de él. El propio Merton subraya la importancia de la socialización anticipatoria en los procesos de movilización social y la diversidad de consecuencias que puede suscitar. Consecuencias que pueden ser diferentes para los individuos que la manifiestan, los grupos a que pertenecen y la estructura social más amplia. Así para el individuo la socialización anticipatoria es funcional sólo dentro de una estructura social relativamente abierta.
En definitiva, lo que aprende en el proceso de socialización es la cultura, es decir, un complejo conjunto de pautas de comportamiento recurrentes que le permiten saber a qué atenerse en cada situación, qué debe esperar de los demás, cómo debe reaccionar en cada caso concreto y qué pueden esperar los demás de él. Los nuevos miembros de la sociedad aprenden cómo deben actuar, o qué consecuencias pueden razonablemente derivarse si deciden desviarse de las pautas establecidas por el grupo. Este aprendizaje es esencial para la pervivencia de la sociedad.
Pero estas normas y pautas de comportamiento que el individuo aprende en el proceso de socialización no están aisladas y sin conexión entre sí, sino que forman complejos a los que llamaremos papeles sociales (roles) y que corresponden a las distintas posiciones (status) que los individuos pueden ocupar en sus relaciones sociales.
2.3. Concepto del rol y status. ¿Qué contenidos tiene?
a) La sociedad no es simplemente un conglomerado accidental y desordenado de seres humanos. Es un sistema estructurado en el que cada individuo ocupa una posición (status) definida. Se entiende por status social el puesto que cada individuo ocupa en la estructura social, tal como lo evalúa la propia sociedad. Una misma persona ocupa diferentes status en función del contexto en que se relacione o del grupo desde el que se defina.
b) A cada status le corresponde un repertorio de pautas y normas de comportamiento que prescriben, a la persona que lo ocupa, cómo deberá actuar en cada situación y lo que los demás pueden razonablemente esperar que haga en virtud del lugar que ocupa. Llamamos papel (rol), al conjunto de todas estas pautas de comportamiento asociadas a cada status. La importancia de los papeles sociales radica, no sólo en el grado en que regulan la conducta, sino también en el hecho de que permiten a los hombres predecir los actos de los demás, y determinar, por tanto, sus propios actos de acuerdo con aquellos. En consecuencia, las relaciones sociales existen entre los papeles desempeñados por los miembros de una sociedad.
En todo caso, los conceptos de status y rol son dos herramientas fundamentales en el análisis del comportamiento social que, como vemos, están íntimamente relacionados entre sí. Se trata de dos caras de una misma moneda. A un status se le asocia siempre un conjunto de roles y, por su parte, un rol lo es siempre del status del que deriva. El status se ocupa, los roles se desempeñan. Esta es la razón por la que algunos sociólogos asocian los status a los aspectos estáticos del sistema social, y los roles a los aspectos dinámicos. Así, status se relaciona con la estructura de la sociedad, y roles con la función:
Cuadro 2.3. Oposición entre Status y Rol
S T A T U S | R O L |
Posición social | Papeles sociales |
Se ocupa | Se desempeñan |
Estructura social | Función social. |
Valorativo (valor): – Prestigio. – Dignidad. – Categoría. | Normativo (deber de): – Pensar. – Decir. – Actuar. |
Estática social. | Dinámica social. |
2.4. Tipos de status.
Entre esa multiplicidad de status, algunos tienen un fundamento biológico. En todas las culturas, la edad o el sexo determinan alguna de las posiciones que pueden ocuparse. Pero la mayoría de ellos surgen del proceso mismo de la vida colectiva, de sus actividades económicas, políticas o religiosas. Una forma común de clasificar los status consiste en distinguir entre adscritos y adquiridos.
– Un status adscrito deriva de factores sobre los que el individuo carece de control y, por tanto, es independiente de su voluntad. El status de hijo o el de heredero a la corona pertenecen a esta clase.
– Por el contrario, el status adquirido depende de acciones positivas y, en ocasiones, del esfuerzo del propio interesado por alcanzarlo: los status de esposo, profesor, líder sindical…
En la medida en que la estructura del grupo está formada por el conjunto de status que lo integran, cada persona ocupa, al menos, tantos status como grupos a los que pertenece. Sin embargo, existe siempre uno que es el status clave porque identifica al individuo socialmente y le sitúa en la estructura social. La determinación de cuál sea ese status principal depende de la forma en que cada sociedad valore las distintas actividades institucionales. En una sociedad en la que la mayoría de las actividades se organizan en torno a las relaciones de parentesco, el status familiar ocupa el lugar preeminente. En la nuestra, en la que se concede una fuerte valoración al éxito económico, el status dominante suele ser el profesional. La profesión es; generalmente, el criterio fundamental en la valoración de la personalidad social.
3.- LOS AGENTES DE SOCIALIZACIÓN.
3.1. Enumeración de los agentes de socialización más importantes.
En sentido amplio, todos somos agentes de socialización. Medios informales difusos, en sociedades estables y sencillas, pueden resultar lo suficientemente eficaces para lograr la socialización de los nuevos miembros de la sociedad. Pero en sociedades complejas, heterogéneas y con grandes ritmos de cambio social, no basta con la socialización informal. La herencia cultural del grupo cuenta con demasiada complejidad para lograrse con procedimientos tan espontáneos. Agencias de socialización se emplea para referirse a las instancias o vías, mediante las cuales se efectúa la transmisión de conocimientos, valores, etc. Agencias que son múltiples y pueden, en teoría, reforzar sus efectos, pero también provocar discontinuidades y problemas generacionales en el proceso de socialización. En concreto la familia, el grupo de iguales, escuelas, las asociaciones de todo tipo y los medios de comunicación de masas constituyen las principales agencias de socialización.
* La familia socializa al niño, pero no crea los valores que le inculca.
Estos valores pueden tener ‑y de hecho tienen‑ las más diversas procedencias: la religión, la clase social, la nación, etc. Por esto, la familia transmite valores creados fuera de ella, es un simple agente transmisor. Davis señala la importancia de la familia en la socialización en los siguientes puntos:
i. La familia es la primera agencia que recibe al niño y en ella se inicia el proceso.
ii. La influencia de la familia es profunda también porque es el elemento persistente.
iii. Es el grupo más íntimo que actúa en la socialización.
iv. Está vinculada a la satisfacción de necesidades materiales y espirituales.
v. Proporciona relaciones autoritarias e igualitarias.
vi. La comunidad general identifica a los miembros de la familia entre sí.
* Como la familia, otros grupos primarios intervienen en el proceso de socialización. Se trata de los llamados grupos de iguales, en los cuales las relaciones son también íntimas y cara a cara.
Concretamente en la infancia, el grupo de iguales ayuda a introducir en sus miembros la noción de autoridad informal y, por tanto, a desarrollar una idea diferente de la estructura de mando con relación a la familia. Al analizar el papel de desempeña como filtro entre los medios de comunicación de masas y los receptores de la misma. Riesman ‑en “La muchedumbre solitaria”‑ quien ha destacado su importancia. Sostiene que el grupo de iguales está convirtiéndose en la más importante agencia de socialización. Distingue, en efecto, tres tipos de carácter social que denomina dirigidos por la tradición, el de dirección interna y el de dirigidos por otros:
* Dentro de los grupos secundarias destaca en especial el sistema educativo ya que constituye el ámbito formal para la transmisión cultural entre generaciones.
La socialización se efectúa en el contexto y con medios y órganos especiales. En ella actúan, además, grupos e iguales que, como se ha visto, interviene también en el proceso de socialización. Su influjo se filtra a través de múltiples vías, según Carlos Alba:
i. El currículum. A través de las asignaturas impuestas, el contenido de los programas y libros de textos.
ii. Junto al anterior, el conjunto de actos que constituyen los ritos de la escuela suponen igualmente un importante instrumento de socialización. La escuela será el primer ámbito donde los individuos experimentará la competitividad, la necesidad de productividad y rendimiento, ritmos horarios y secuencias fijos e impuestos.
iii. El propio profesor. Constituye un modelo de autoridad, apoyado en conocimientos específicos, y son quienes en definitiva transmiten unos valores determinados. No en vano todos los sistemas políticos procuran controlar cuidadosamente la selección de individuos que van a desempeñar este papel.
* Los medios de comunicación de masas.
Proporcionan informaciones juicios sobre acontecimientos, ofrecen modelos de comportamiento y, además, sus contenidos repercuten en un volumen de población superior al de cualquier otra agencia. Hasta tal punto son importantes en el proceso de socialización que pueden distinguirse dos épocas, antes y después de la aparición y difusión de estos medios, principalmente la televisión.
3.2. Clasificación de los agentes de socialización.
Mejor aún que una simple enumeración en un pseudo‑orden de importancia, será el intento de clasificar esos agentes de acuerdo con tres criterios:
a) Cabe clasificar los agentes de socialización según tengan por objetivo explícito y reconocido formar, educar, inculcar unos principios, dispensar unos conocimientos; o, por el contrario, según que los agentes socializadores ejerzan esa función de un modo solamente instrumental, con miras a otras actividades o a otros fines como objetivo explícitos.
b) Se pueden clasificar distinguiendo por formar grupos de edad heterogéneos, o por constituir grupos de edad homogéneos. Habría que completar, sin embargo, la distinción propuesta por Eisenstadt, añadiendo que ciertos grupos o instituciones pueden también caracterizarse simultáneamente por la homogeneidad y la heterogeneidad de las edades.
c) Otro criterio de clasificación sería distinguir entre grupos primarios y secundarios combinados con el criterio anterior que consistía en distinguir aquellos agentes que tienen como finalidad específica justamente la socialización, y aquellos otros que contribuyen también, aunque sin tenerlo como finalidad propia, a socializar a sus miembros. (En 1909 Charles H. Cooley elaboró el concepto de grupo primario. Según Cooley el grupo primario se caracteriza por el reducido número de miembros que lo integran, lo que permite unas relaciones cara a cara face to face entre todos sus miembros. En el grupo primario todos los miembros se conocen personalmente y mantiene relaciones directa, este hecho, unido a un clima afectivo generalmente intenso, hacen posible la expresión libre, relativamente, y espontánea de las personalidades de sus miembros. Los grupos secundarios se oponen a estas características).
Cuadro 2.4. Comparación entre grupos primarios y secundarios.
GRUPO PRIMARIO | GRUPO SECUNDARIO | |
Nº pequeño de miembros | Nº grande de miembros | |
Relaciones: – Personales (face to face) Directas– Entre todos | Relaciones: – Impersonales. – Indirectas – Entre algunos | |
Clima afectivo | Clima aséptico | |
Libre expresión de personalidad | No hay expresión de personalidad | |
Ejemplos: (Familia. Pandillas…) | Ejemplos: (Grandes empresas, Sindicatos…) |
BIBLIOGRAFÍA
ROCHER, G. (1975), Introducción a la sociología general, Herder, Barcelona.
MORALES NAVARRO, J. y ABAD MÁRQUEZ, L.V. (1996), Introducción a la sociología, Tecnos, Madrid.