I.- Introducción.
II.- Proyectos de intervención educativos de 0 A 6 años:
a) Criterios de elaboración.
b) Elementos de elaboración.
III.- La Programación:
a) Elementos o componentes de la programación.
– Los objetivos didácticos.
– Los contenidos de aprendizaje.
b) Las técnicas de la programación:
– Diseño y secuencia de actividades.
– Criterios metodológicos.
– Criterios de selección de materiales y recursos didácticos.
– Indicadores e instrumentos para la evaluación:
IV.- Tipos de Programación:
a) Las rutinas cotidianas
b) La organización en rincones:
c) Los Talleres:
d) Las Unidades Didácticas:
V.- El Proyecto Curricular de Centro en la Educación Infantil:
a) Fuentes para su elaboración:
– El Proyecto Educativo
– El análisis del contexto
– El currículo básico
– La experiencia del centro
b) Decisiones que se han d tomar en el Proyecto Curricular:
– Qué enseñar en Educación Infantil
– Cuándo enseñar
– Qué, cómo y cuándo evaluar
c) Medidas de individualización de la enseñanza
VI.- Evaluación de los documentos de planificación.
a) La evaluación del proceso de aplicación del proyecto
b) La evaluación de los componentes esenciales del proyecto
c) La evaluación de los acuerdos sobre la evaluación en el proyecto curricular.
VII. Referencias bibliográficas.
1.- INTRODUCCIÓN
El niño es el padre del hombre (Humboldt)
La Infancia es una etapa del ciclo vital de crucial significación en el desarrollo y configuración de la persona, puesto que durante este periodo se suceden numerosos y profundos cambios que han de ser advertidos y estimulados para propiciar el desarrollo óptimo de los niños.
Cualquier proyecto de intervención dirigido a la infancia deberá ajustarse a estos principios.
– La finalidad última de las acciones es el desarrollo armónico de niño es lo importante; el proyecto deberá ajustarse sus necesidades.
– Garantizar sus derechos cómo niño, frente a cualquier otro tipo de intereses
– Principio de normalización: actuar desde el entorno más próximo posible y desde los recursos más cercanos. (integración).
– Necesidad de la relación afectiva, no basta con cubrir las necesidades materiales ni “culturales”.
– Incardinación en la Comunidad. Apoyarse en la implicación familiar y del entorno.
– Partir de la actitud positiva y la actividad coordinada, en equipo.
En el desarrollo de este tema vamos a centrarnos en los proyectos que se desarrollan en el ámbito de la educación formal. Otros proyectos de intervención social o el campo de la educación no formal tienen su lugar en otros temas.
El actual sistema educativo toma de conciencia de la importancia y consideración de esta etapa del sistema escolar y en el Capítulo Primero de la Ley 1/1990 de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se prescribe que ha de contribuir al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los niños y comprenderá hasta los seis años de edad. Es más, hace copartícipes de esta responsabilidad educativa a los centros docentes y a los padres o tutores.
Asimismo, y el Ministerio de Educación y Ciencia con el objeto de establecer criterios homogeneizadores de esta etapa ha establecido el Currículo de Educación Infantil (Real Decreto 1333/1991, de 6 de septiembre), en el que se recogen, de manera prescriptiva, las intenciones educativas, los objetivos de etapa y ciclo, y los objetivos y contenidos de las áreas que los equipos docentes deberán desarrollar en el Proyecto curricular y las programaciones de aula. Si bien, la concreción y complexión del currículo de Educación Infantil es competencia de los centros docentes, según lo prescrito también en la LOGSE (Apartado tres, art. cuatro y octavo), y completado en la Resolución de 5 de mayo de 1992 (BOE de 23 de marzo) en la que se establecen criterios, con carácter orientativo, para realizar la secuencia de los objetivos y contenidos de los dos ciclos de la Educación Infantil. Todo ello implica una innovación curricular que contribuye a mejorar la calidad de la enseñanza.
II.- PROYECTOS EDUCATIVOS DE 0 A 6 AÑOS: CRITERIOS Y ELEMENTOS PARA SU ELABORACIÓN
El actual sistema educativo se caracteriza por ofrecer un curriculum abierto y flexible y una gran autonomía organizativa y pedagógica.
El instrumento base desde el que una comunidad educativa se organiza para planificar la actividad educativa es el llamado Proyecto Educativo.
La planificación es un aspecto esencial de cualquier actividad organizada y sistemática, y hace referencia, en general, a la previsión de unos medios para conseguir unas metas u objetivos determinados.
En lo que respecta a la planificación educativa en general, ésta es una tarea que compete a las autoridades docentes de un país. La planificación educativa no tiene, sin embargo, por qué detenerse en medios y objetivos de carácter generalista, sino que se puede hablar, asimismo, de planificación de un Centro educativo.
El proyecto es definido por algunos autores como «… un instrumento para la acción que presupone la sistematización y ordenación de una serie de actividades específicas y la acción de responsabilidades para alcanzar determinados objetivos».
Por otra parte, el concepto de plan hace referencia a la previsión racional y sistemática de las acciones que hay que realizar para la consecución adecuada de unos objetivos previamente establecidos.
En nuestro ordenamiento educativo, la tendencia que se observa es la de considerar el proyecto como algo más estable – Proyecto Educativo de Centro, Proyecto Curricular -, mientras que el plan se suele referir a actuaciones más limitadas desde el punto de vista temporal – Plan de Centro -. No obstante, también se habla de proyectos parciales, a desarrollar por equipos de profesores, alumnos, etcétera.
Desde el punto de vista conceptual entendemos que proyecto educativo y proyecto de centro quieren decir lo mismo. La expresión proyecto educativo ha sido utilizada de manera diversa. Así, algunas administraciones de comunidades autónomas hablan de Proyecto Educativo de la Comunidad. Diversos autores relacionan la expresión proyecto educativo con un Centro determinado. Quizás para evitar la confusión se ha acuñado la denominación Proyecto Educativo de Centro.
El principio de autonomía pedagógica de los centros se concreta en el Proyecto Educativo de Centro (PCE) que cada comunidad educativa debe elaborar para dar respuesta a sus intenciones educativas, de acuerdo con sus características y necesidades específicas.
El PCE es la expresión del ámbito sociocultural del Centro. Este ámbito refleja la idiosincrasia de cada comunidad educativa y le otorga identidad y personalidad propias.
Se puede definir el PCE como “el instrumento para la planificación a medio plazo que define las notas de identidad del mismo, establece el marco de referencia global y los planteamientos educativos que le definen y distinguen, formula las finalidades educativas que pretende conseguir y expresa la estructura organizativa del Centro”
Son varias las características constitutivas del Proyecto de Centro:
– Tener carácter integral, de manera que contemple aspectos formativos, curriculares, de convivencia, organización, gobierno, etcétera.
– Tener carácter prospectivo, a partir del análisis de la realidad.
– Ser coherente, en el sentido de conseguir una interrelación adecuada de los objetivos, con los modelos educativos, organizativos y de gestión.
– Ser útil, en el doble sentido de responder a las necesidades e intereses del Centro de manera global y de ser aplicable a esa realidad de manera práctica.
– Atender a la diversidad de situaciones personales y sociales que pueda presentar el conjunto de la Comunidad Educativa.
– Ser flexible, es decir, susceptible de modificaciones en función de la reflexión y el análisis sobre su práctica.
Criterios para la elaboración.
Aplicando los criterios generales expuestos en la introducción, concretaríamos para los Proyectos Educativos de Centro.
– Ajustarse a las necesidades del niño.
– Apoyarse en la implicación familiar y del entorno.
– Partir de la actitud positiva y la actividad coordinada del equipo educativo.
– Organizarse aprovechando lo mejor posible los espacios y materiales del centro educativo
Finalidades del PEC
El Proyecto Educativo de Centro que debe ser elaborado por el Consejo Escolar y ha de partir del análisis del contexto social, cultural y económico que se encuentra ubicado el centro. En él se establecerán tres cuestiones esenciales: ¿quiénes somos?, ¿qué queremos? y ¿cómo nos organizamos?. En el proceso de su desarrollo se completarán los siguientes aspectos:
* Las señas de identidad del centro.
* Los propósitos o finalidades del centro en los que se concretan estas señas de identidad.
* La adecuación de los objetivos generales del currículo de las etapas que se impartan en el centro.
* Las relaciones de colaboración entre todos los implicados en poner en funcionamiento los objetivos.
* La estructura organizativa que los hará posibles, que se concretan en el Reglamento de Régimen Interior.
De acuerdo con diversos autores, el objetivo del PC es proporcionar coherencia a la actuación conjunta de todo el profesorado, que planificará las estrategias necesarias para alcanzar los valores que la Comunidad Educativa ha decidido y consensuado.
El PCE dota de coherencia y personalidad al mismo. Su contenido se centra en los principios de identidad de la institución escolar. En su elaboración intervienen todos los miembros de la Comunidad Educativa.
Se podría definir sintéticamente el PC como la oferta educativa que el Centro realiza a la Comunidad Educativa. Dicha oferta, dentro de la flexibilidad, adaptaciones y readaptaciones necesarias, debe ser lo suficientemente estable para que se pueda realizar el proceso educativo previsto a medio plazo, y debe posibilitar al alumno que inicia una determinada etapa escolar la culminación de la misma, con la seguridad y concreción que produce un proyecto educativo coherente y bien definido.
Elementos
Los elementos del PC podemos clasificarlos en dos grupos:
· El primer grupo lo forman los elementos más estables (para la planificación a medio plazo): Finalidades Educativas del Centro (FE); Reglamento de Régimen Interior (RRI) o Reglamento de Organización y Funcionamiento del Centro (ROF).
· El segundo grupo lo forman los elementos de carácter anual (para la planificación a corto plazo): el Plan Anual del Centro (PAC) y la Memoria Final de Curso (MFC).
Vamos a tratar con más profundidad los elementos de mayor estabilidad, si bien definiremos también los de carácter anual.
Finalidades Educativas.
Definirán los fines básicos que se propone alcanzar el Centro. Deberán reflejar la posición del mismo respecto a un conjunto de principios y cuestiones de gran trascendencia en la educación de los alumnos y sobre las que habría que lograr el mayor consenso posible.
Los fines y principios básicos contenidos en la LOGSE (art. 1 y 2 del título preliminar) deben tener una traducción concreta e impregnar los objetivos y acciones que a medio y largo plazo se plantee el Centro escolar para dar respuesta a sus necesidades educativas. Las FE deben tener una formulación clara y concisa, de modo que permitan, posteriormente, diseñar y realizar estrategias precisas que se concretarán en el PCC, en el RRI, en la Programación de Aula, en la toma de decisiones sobre casos particulares, etcétera.
Una de las dificultades que plantea este tema es su terminología. Dada la estructura del Sistema Educativo español, a veces, no todas las administraciones utilizan los mismos términos para designar un mismo concepto.
Como se verá a lo largo del tema, el Proyecto Educativo se denomina en algunos ámbitos territoriales Proyecto Educativo de Centro, y en otros Proyecto de Centro; el Reglamento de Régimen Interior se denomina en algunos ámbitos Reglamento de Organización y Funcionamiento, etcétera.
Por otra parte, en el ámbito territorial del MEC, los elementos del PEC, son las Finalidades Educativas y el Reglamento de Régimen Interior, mientras que en algunas comunidades autónomas al PCC se le considera como parte del PEC o PC.
Por todo ello, recomendamos al opositor la consulta de los reales decretos promulgados al efecto por el MEC, y de los decretos de enseñanza de su comunidad, si ésta tuviere competencia en educación. Para este tema en concreto, se deberían consultar las resoluciones sobre organización y funcionamiento de los centros, bien del MEC, bien de las administraciones autonómicas, que suelen aparecer antes del inicio de cada curso. Aquellos que opositen en una Comunidad Autónoma con competencia en educación deberán utilizar la terminología adoptada por esa Comunidad.
A partir de la legislación vigente, y especialmente según los artículos de la LOGSE citados, el Centro debe:
– Concretar y priorizar los principios que aparecen en ella, en atención a su contexto, necesidades y opciones.
– Definir las señas de identidad y el tipo de persona que se quiere formar.
– Localizar aquellas otras señas de identidad que la Comunidad Educativa considere imprescindibles para el desarrollo de su proyecto.
– Formular cuantos otros valores se considere interesante incluir.
En otro orden de cosas, es necesario decir que el Centro educativo debe comprometerse a que, una vez elaboradas, las FE impregnen toda la actividad del mismo, desde las más generales a las más cotidianas.
Reglamento de Régimen Interior
El RRI es el documento que recoge el conjunto de normas que regulan la convivencia y establecen la estructura organizativa de un Centro dentro del marco jurídico vigente.
Los objetivos que debe alcanzar son:
– Establecer las medidas precisas que desarrollen posibilidades de relación óptima. en la Comunidad Educativa.
– Proporcionar fórmulas organizativas adecuadas al Proyecto de Centro.
– Activar los mecanismos necesarios para dar respuesta a las exigencias de funcionamiento del Centro escolar.
Para la consecución de estos objetivos, el RRI debe tratar de analizar y regular los aspectos básicos de la vida del Centro, como son: la participación de padres, alumnos y profesores; el gobierno y la gestión democrática del Centro; Ja convivencia; los canales de información y comunicación; los recursos y materiales didácticos; y las relaciones con el entorno.
El RRI debe ser el instrumento que facilite la consecución del clima organizativo y funcional preciso para alcanzar las FE y el desarrollo y aplicación del PCC.
Los centros educativos deberán adoptar una organización dinámica y flexible que atienda a las necesidades y requerimientos que durante el curso escolar van apareciendo sin perder de vista las intenciones generales que deberán guiar a medio y largo plazo el PCE.
La Programación General Anual
La PGA supone la concreción, para cada curso escolar, de los diversos elementos que integran el PCE, y contempla las actividades y tareas que se deben realizar, así como las personas de la Comunidad Educativa responsables de hacerlo, los recursos de que dispondrán y el tiempo necesario para realizarlas.
Los elementos fundamentales, entre otros, de la PGA serán:
– Objetivos generales: Concreción de las FE a alcanzar en un curso.
– Programación de las actividades docentes, que deberá comprender la programación de cada Equipo Docente.
– Programación de las actividades de los equipos de apoyo externo.
– Jornada escolar del Centro.
– Plan de acción tutorial de orientación y apoyo educativo.
– Plan de formación del profesorado.
– Plan de evaluación del proceso de enseñanza del PCC.
– Presupuesto del Centro.
– Plan de reuniones del Consejo Escolar.
Memoria Final de Curso.
La MFC es el fruto de la reflexión y valoración de los procesos desarrollados durante el curso escolar por todos los sectores implicados y el punto de partida para la organización y funcionamiento del siguiente.
– Es función de la MFC recoger el resultado de los procesos de gestión, verificar la consecución de los objetivos propuestos, analizar las causas que han obstaculizado el cumplimiento del PAC, así como explicitar acciones concretas que reconduzcan el proceso, formulándolas como propuestas de mejora que servirán como marco de referencia para la planificación del siguiente curso académico.
PEC y PC
Del Proyecto Curricular nos ocuparemos más tarde. Sin embargo, aclararemos ahora las relaciones con el proyecto educativo.
III.- LA PROGRAMACIÓN: ELEMENTOS Y TÉCNICAS
3.1.- La programación en el actual diseño curricular
Una vez establecido el Proyecto curricular en un centro, y en el marco de los acuerdos tomados en él por los profesores de etapa, éstos elaborarán las Programaciones de aula que deberán ajustarse, a su vez, a las decisiones tomadas para el ciclo a cada grupo concreto de alumnos.
En definitiva, la programación de aula constituye un instrumento para el profesor que es contrastado con el equipo de ciclo para establecer las decisiones sobre los distintos componentes curriculares, en el ámbito del aula, con el fin de planificar los procesos de enseñanza y aprendizaje que se realizan durante un curso o un ciclo.
Definiciones de programación
(Ayer y hoy) Evolución histórica del concepto y de las prácticas programadoras distinguiendo tres momentos:
– Epoca “precientifica”, programación por objetivos, modelos actuales. Modelo LOGSE.
Ubicación de la programación en el modelo de desarrollo curricular actual. No olvidar mencionar tercer nivel de concreción y que implica. Aclarar bien las diferencias con épocas anteriores.
3.2.- Elementos
Objetivos
La última referencia serán siempre los objetivos generales de etapa o ciclo. Ya en este nivel de concreción referencia más directa serán los objetivos de cada área.
A partir de esto y de las adecuaciones y directrices introducidas en el PCC, para cada unidad de Programación propondremos unos objetivos específicos, los llamados objetivos didácticos, que se formularán también en términos de capacidades y que representan la contribución de la Unidad de Programación a los objetivos de la etapa.
Contenidos
Los contenidos de partida son los del R.D del Curriculum organizados en Areas de Experiencia y dentro de ellas en Bloques. Cada bloque contiene contenidos de los tres tipos: conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Estos contenidos se secuencian por ciclos en el PCC.
Cada unidad de Programación podrá incluir, en mayor o menor grado contenidos las distintas áreas y debe incluir de los 3 tipos
Área de Identidad y Autonomía personal
Esta área hace referencia al conocimiento, valoración y control que los niños van adquiriendo de sí mismos y a la capacidad para utilizar los recursos personales de los que dispongan en cada momento. En este proceso resultan relevantes las interacciones del niño con el medio, el creciente control motor, la constatación de sus posibilidades y limitaciones, el difícil proceso de diferenciación de los otros y la cada vez mayor independencia con respecto a los adultos.
Bloques
I. El cuerpo y la propia imagen
II. Juego y movimiento
III. La actividad y la vida cotidiana
IV. El cuidado de uno mismo
Área del Medio físico y social
Esta área hace referencia a la ampliación progresiva de la experiencia infantil y a la construcción de un conocimiento sobre el medio físico y social cada vez más completo. Este conocimiento implica, además de una determinada representación del mundo, la existencia de sentimientos de pertenencia, respeto, interés y valoración de todos los elementos que lo integran.
El objeto de esta área es facilitar el descubrimiento, conocimiento y comprensión de aquello que configura la realidad del niño, sobre todo en aquello que está al alcance de su percepción y experiencia. Esta realidad abarca los entornos y objetos físicos, las organizaciones y relaciones sociales inmediatas, así como otros ámbitos que, a pesar de su posible lejanía física y temporal, se encuentran estrechamente ligados a los intereses del niño o niña.
Bloques de contenido
I. Los primeros grupos sociales
II. La vida en sociedad
III. Los objetos
IV Animales y plantas
Área de Comunicación y Representación
El sentido fundamental del área es el de contribuir a mejorar las relaciones entre el individuo y el medio. Las distintas formas de comunicación y representación sirven de nexo entre el mundo interior y exterior al ser instrumentos que posibilitan las interacciones, la representación y la expresión de pensamientos, sentimientos, vivencias, etc.
Bloques de contenido
I. Lenguaje oral
II. Aproximación al lenguaje escrito
III. Expresión plástica
IV. Expresión musical
V. Expresión corporal
VI. Relaciones, medida y representación
Planificación de actividades
Cada unida de programación, sea cual sea su tipo y duración estimada, incluirá una planificación de actividades detallada y sistemática.
Esta planificación incluye:
Organización espacial
Temporalización
Recursos necesarios
Colaboraciones con otros agentes
Actividades de evaluación
Criterios de evaluación, en función de los objetivos didácticos
Procedimientos en instrumentos
3.3. Técnicas de la programación
La abundante literatura al respecto recoge las siguientes técnicas:
– A partir de los objetivos: se trataría de partir de un análisis de objetivos para acabar infiriendo los contenidos y actividades. Esta técnica es útil en diseños curriculares cerrados, con objetivos muy concretados.
– En función de los contenidos: A partir de una definicíón más global de los objetivos, se toma como eje organizador los contenidos. Aquí encontraríamos múltiples variaciones: técnicas analíticas, sintéticas, disciplinares, globalizadoras.
– En función de las técnicas didácticas: El eje programador serían los procedimientos. Distinguir entre recepción, descubrimiento, trabajo en equipo , autónomo, guiado, indagación, de contacto con el medio.
Podríamos continuar con técnicas centradas en los recursos, en la temporalización, en la conexión con el medio, etc.
En el caso de la educación infantil la técnica viene condicionada por:
Las decisiones previas
Los principios de intervención didáctica:
Los modelos organizativos a que nos referimos en el punto siguiente dentro de los tipos de Programación.
IV.- TIPOS DE PROGRAMACIÓN
En función de los modelos organizativos o de los ejes organizadores tomados cómo base, y siempre además de las llamadas unidades didácticas usuales, existen distintos formatos para la elaboración y desarrollo de las unidades de programación.
Las rutinas
a) La rutina diaria. Son actividades relacionadas con la acogida, el esparcimiento y con la satisfacción de las necesidades básicas que no pueden vincularse fácilmente con ámbitos de trabajo definidos, pero su atención es de importancia trascendental en estas edades. En concreto, están relacionadas con:
– La satisfacción de las necesidades básicas de afecto o relación interpersonal (entrada, acogida,…) de actividades física y de esparcimiento (en el patio o en el jardín,…), de descanso (la siesta, la relajación,…), además de las relacionadas con la higiene, la alimentación y la autonomía.
– Estas actividades suelen tener asignados unos tiempos y unos espacios, y aunque se mantiene durante toda la etapa su significación varía desde los primeros niveles hasta los más avanzados.
– El trabajo de estos contenidos implica a veces a todo el grupo (el corro, el patio,…), y en otras ocasiones se tratan de actividades individuales en las que los niños participan según su ritmo (autonomía de las necesidades básicas,…). En cualquier de estos casos, la interacción del Maestro y del niño es una constante.
Centros de interés
A partir de un tópico por el cual los niños han mostrado su interés, se articulan los elementos del curriculum secuenciados en un tiempo determinado (2-3 semanas), con actividades que los niños realizarán en grupo o individualmente.
Los conceptos claves en esta modalidad, ya propuesta por Decrloy son: globalización, interés, actividad, individualización-socialización.
Los intereses de los niños conectan con sus necesidades, así resultan cómo típicos centros de interés:
necesidades centros de interés
Alimentación à los alimentos
Defensa, protección à los vestidos, la vivienda
Actividad à los trabajos
Descanso y ocio à el juego, los juguetes
Relación social à la familia, los compañeros
Rincones
La clase se distribuye permitiendo que distintos niños o grupos de niños puedan realizar actividades distintas simultáneamente.
Cada zona del aula se ha planificado para promover un tipo de actividad de aprendizaje en función de los materiales que allí se ofrecen.
Los niños conocen cuales son las actividades que pueden realizar en cada rincón y existen unos criterios claros y consensuados de cuando se accede a ellos. En el rincón las actividades pueden tener una propuesta definida de trabajo o prestarse mucho más a la libre actividad del niño.
Los principios básicos de esta modalidad son el juego, respeto a los distintos ritmos vitales, favorecimiento de la libre y actividad.
Típicos rincones son: rincón del juego simbólico, rincón de plástica, rincón de construcciones, rincón de experimentación…
Talleres
El término talleres alude a una particular modalidad organizativa del ámbito escolar y que se relaciona con el hábito de investigación, la observación y la experimentación.
Se pueden diferenciar al menos cuatro tipos de distribuciones:
a) Tradicional : espacio ajeno al aula de referencia al que los alumnos asisten para realizar tareas concretas turnándose con otros grupos. No conlleva cambios en la estructura del los espacios; el taller es un aula específica de uso común (laboratorio, tecnología, bilblioteca).
b) Aula distribuida en talleres : El profesor y los alumnos comparten siempre el espacio escolar cómo en los rincones, pero con unas actividades más estructuradas.
c) Aula – taller
Se combina el aula tradicional con la presencia de algún taller utilizado a tiempo parcial.
d) Talleres con agrupamientos flexibles
Se rompe totalmente la clásica asociación maestro/grupo/aula.
Los proyectos
Los proyectos en educación infantil son propuestas organizativas que surgen ante interrogantes intereses o necesidades concretas que surgen de los niños.
¿Cómo nacen los peces? ¿Como flotan los barcos? Organizamos un huerto en el patio. Preparamos una fiesta podrán ser títulos de proyectos.
A partir de la propuesta se planifica el trabajo, según estas etapas:
* Búsqueda de información
* Reparto de funciones
* Realización de actividades
Los principios que fundamentan esta modalidad es partir de los intereses e ideas previas de los niños y de su curiosidad cognoscitiva.
Propicia la significatividad y funcionalidad de los aprendizajes y su capacidad para ser utilizados en otros contextos o situaciones.
El juego
El juego constituye un principio de intervención educativa que en educación infantil tendremos siempre en cuenta, sea cual sea la modalidad organizativa que utilicemos. Pero, además, puede constituir en sí mismo un eje organizativo en torno al cual gire la actividad programadora.
Las actividades lúdicas, ya sean de juego libre o dirigido, individual, colectivo, simbólico… pueden y deben ser planificadas y programadas.
V.- EL PROYECTO CURRICULAR DE CENTRO EN LA EDUCACIÓN INFANTIL
El Proyecto curricular es el proceso de toma de decisiones por el cual los profesores de una etapa educativa determinada establecen, a partir del análisis del contexto de su centro, una serie de acuerdos acerca de las estrategias de intervención didáctica que va a utilizar, con el fin de asegurar la coherencia de su práctica educativa. En definitiva, en el Proyecto curricular se concretan y contextualizan las prescripciones de la Administración definidas en los Reales Decretos del Currículo, teniendo en cuenta las peculiaridades del centro. Esta concreción se realiza para cada una de las etapas que se impartan en el centro, de manera que los propósitos o finalidades que se definan en el Proyecto educativo irán tomando forma de manera peculiar en cada etapa a través de los acuerdos sobre estrategias didácticas a los que se lleguen en los proyectos curriculares y se concretarán aun más en las programaciones de aula.
a) Fuentes para elaborar el Proyecto curricular
Para elaborar el Proyecto Curricular se debe partir de cuatro fuentes básicas de información:
– El Proyecto Educativo que orientará en tanto en que él se han definido los rasgos de identidad del centro y los grandes principios y objetivos que se quieren que se base la práctica docente.
– El análisis del contexto, en cuanto se pretende concretar y adecuar a las necesidades peculiares de cada centro las decisiones que la Administración educativa ha establecido para todas las escuelas infantiles.
– El currículo básico que se prescribe desde la Administración debe tomarse como punto de referencia para establecer las decisiones, ya que supone la definición de las intenciones que el Sistema educativo tiene para con sus alumnos.
– La experiencia derivada de la práctica docente del centro que se integra de manera más o menos explícita en sus programaciones.
b. Decisiones que se han de tomar en el Proyecto Curricular
La decisiones que han de tomarse en el Proyecto Curricular han de hacer referencia a:
– Qué enseñar: Los objetivos generales de la etapa o ciclo han de orientar la actuación educativa de todos los profesores a lo largo de la etapa; en ellos se establecen las capacidades que se espera que desarrollen los alumnos y serán una concreción de los objetivos que se hayan establecido en el proyecto educativo de centro.
Los objetivos cumplen tres funciones que justifican su importancia: definen las metas que se pretende alcanzar, ayudan a seleccionar los contenidos y medios didácticos para alcanzarlos y constituyen el referente directo de la evaluación. En los centros que únicamente impartan el primer ciclo (0-3 años) deberán tomar como punto de referencia los objetivos generales del primer ciclo que se recogen el Real Decreto del currículo de Educación Infantil, aunque es muy importante que mantengan siempre en su análisis la etapa en su conjunto.
· Las características de los objetivos generales son:
– Están definidos en términos de capacidades y no de comportamientos.
Las capacidades se refieren al conjunto de los ámbitos de desarrollo (intelectual, motor, equilibrio personal, relación interpersonal, inserción y actuación social).
– En un mismo objetivo se recogen las capacidades de distintos ámbitos con el fin de destacar las relaciones que existen entre si.
– Cuándo enseñar: La secuencia de los objetivos y contenidos que se trabajarán en cada ciclo que estarán en dependencia de los contextos particulares.
El ciclo es una unidad curricular temporal de programación y evaluación de la Educación infantil (art. 70, apartados 3 y 4 del RD de Educación Infantil) garantizará el trabajo en equipo de los profesores de un mismo ciclo. Además, permite una planificación de la enseñanza en períodos más amplios que el curso, lo que admite ritmos de aprendizaje diferentes, aunque en el primer ciclo de esta etapa, debido a lo grandes cambios que se dan en los niños, es necesario establecer otra unidad inferior como el grupo aula.
Criterios para establecer la secuencia y la organización de contenidos del ciclo:
Las características psicoevolutivas de los niños y los aprendizajes previos.
La elección de un tipo de contenido como eje de la secuencia. Estos ejes organizadores pueden ser de distinta naturaleza (rutinas en las que se seleccionan los contenidos que están presentes en situaciones cotidianas del centro-alimentación, descanso, entradas y salidas,…) los temas transversales (por ejemplo, la educación para la salud), etc.
Las características particulares del entorno social del niño.
-La continuidad, progresión, equilibrio e interrelación de los contenidos.
– Las posibilidades, recursos y experiencia de los profesores.
– La presencia de los temas transversales.
Cómo enseñar: Las estrategias metodológicas y didácticas que se han de utilizar a lo largo de la etapa se concretan en el Proyecto curricular. Estas decisiones metodológicas hacen referencia a:
– Principios metodológicos generales: Se trata de traducir los principios metodológico a actuaciones concretas y significativas con un enfoque globalizador, y atendiendo a la importancia de las actividades, las experiencia y los procedimientos en el desarrollo educativo del niño, el clima de seguridad y confianza, la organización del espacios, materiales y tiempo, el trabajo en equipo en el centro y la relación con los padres). Estos principios una vez discutidos y asumidos, se transcriben en opciones lo más precisas y viables posibles.
– Agrupamientos en los cuales se organizan a los alumnos de un centro es una variable que influye en el proceso de enseñanza y aprendizaje, por lo cual conviene precisar cuáles son los criterios que justifican los agrupamientos y decidir el más conveniente por el conjunto del equipo decente de etapa.
– Tiempos, espacios y materiales. Las intenciones educativas precisan de la disposición concreta de unos espacios y tiempos, por ello la reflexión sobre el uso del espacio y la distribución del tiempo es esencial en el proceso de enseñanza. Las decisiones más importantes dentro de esta ámbito son las relativas a:
Qué cómo y cuando evaluar. En el proyecto curricular se toman decisiones generales sobre criterios, procedimientos en instrumentos de evaluación, tanto del aprendizaje de los alumnos como de la acción docente de los profesores.
La evaluación al inicio del ciclo que permite situar el nivel de aprendizaje del alumno y a familiarizarse con su forma de ser; a lo largo del proceso de enseñanza y de aprendizaje una evaluación formativa permitirá al profesor indagar qué cambios se producen como resultado de las diferentes intervenciones o qué objetivos conviene proponer a continuación, y una evaluación sumativa al final de cada unidad didáctica, de cada ciclo y de cada etapa.
c) Medidas de individualización de la enseñanza
En el Proyecto curricular han de incluirse decisiones relativas a las repuestas del centro a la atención a la diversidad, y en concreto aquellas que han de ponerse en práctica con niños que precisan de medidas individuales para su aprendizaje porque tienen necesidades educativas específicas.
Los implicados en planificar y llevar a la práctica las medidas de individualización de la enseñanza son:
– Los tutores que tienen que planificar lo más individualizado posible el proceso de enseñanza y aprendizaje, lo que les conlleva a organizar los recursos personales y materiales personalizado al máximo la enseñanza, ello requiere que los tutores conozcan las necesidades de cada alumno y de promover medidas educativas adecuadas en cada caso.
Entre las funciones que los tutores han de desempeñar para atender y promover medidas de atención a la individualidad son:
Medidas de carácter pedagógico:
– Facilitar la integración de los alumnos en el grupo y en el centro fomentando el desarrollo de actitudes
de cooperación y respeto a las diferencias.
– Contribuir a la personalización de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
– Efectuar un seguimiento global de los procesos de aprendizaje de los alumnos para detectar necesidades
educativas especiales.
– Adecuar las programaciones a las características específicas de cada niño.
– Contribuir a desarrollar líneas comunes de acción con los demás tutores en el marco del proyecto curricular del centro.
– Contribuir al establecimiento e relaciones positivas con las familias.
– Informar a los padres de todos aquellos asuntos que afecten a la educación de sus hijos.
Medidas de carácter organizativo
– Disponer los recursos materiales dirigidos a los alumnos con necesidades educativas especiales de manera que se adecue lo mejor posible a las carencias educativas de los niños.
– Coordinar los recursos personales del centro para que las decisiones tomadas por el equipo educativo en relación a la metodología y evaluación se haga de tal manera que los alumnos con necesidades educativas especiales se mantengan dentro del currículo ordinario y se consiga normalizar al máximo el proceso de enseñanza y aprendizaje de estos niños.
– Realizar adaptaciones curriculares en el centro cuando se elabore el proyecto curricular, y en las que se decidan la programación individualizada para los niños con necesidades educativas especiales incluyéndose a aquellos niños que tengan necesidad de integración en la comunidad escolar porque presenten dificultades de comunicación y de relacionarse con los otros niños.
– La colaboración de los apoyos externos a la escuela. Para determinar qué tipo de apoyo precisa cada alumno que tenga necesidades específicas el tutor debe buscar apoyos en:
El equipo interdisciplinar de sector, puesto que su asesoramiento puede ser especialmente valioso en el análisis de la dinámica del centro y en la elaboración de estrategias de actuación relacionadas con las medidas concretas de atención a la diversidad de los alumnos con necesidades educativas especiales.
Los asesores de formación de los Centros de Profesores (CEP) que colaborarán con los centros cuando éstos lo demanden a través de la persona encargada en el equipo docente de la coordinación de la formación. Su poyo será relativo a la elección dé opciones didácticas concretas y a las decisiones sobre la secuencia por ciclos y su adaptación a los niños con necesidades educativas especiales.
VI. EVALUACIÓN DE LOS DOCUMENTOS DE PLANIFICACIÓN
La evaluación de los documentos de planificación de los proyectos curriculares permiten verificar el grado de adecuación al proceso de aprendizaje de los alumnos los procedimientos y recursos de enseñanza. Es por consiguiente, un proceso dinámico que precisa de revisión periódica y parte de la necesidad de incorporar en él elementos de mejora de la práctica educativa.
En particular, la evaluación del Proyecto curricular de centro puede llevarse a cabo desde tres consideraciones:
a) La evaluación del proceso de aplicación del Proyecto. Esta evaluación es realizada por los órganos de gobierno del centro y básicamente ha de verificar:
– El grado en que los objetivos generales de etapa han sido conseguidos
– La calidad de los procesos formativos que determina el Proyecto curricular.
– La adecuación de los recursos disponibles en relación con los objetivos propuestos
b) La evaluación de los Componentes esenciales del Proyecto Curricular
Hacen referencia a:
– La evaluación de los elementos del Proyecto Curricular del Centro de carácter preceptivo y debe realizarse la Administración educativa.
– La evaluación de los elementos del proyecto Curricular de Centro incorporados por el Centro, esta evaluación ha de se realizada por los órganos de gobierno del centro.
c) Evaluación de los acuerdos sobre la evaluación en el proyecto curricular de Centro. En esta ámbito ha de hacerse referencia a:
– Los acuerdos sobre la evaluación de los objetivos generales de etapa.
– Los acuerdos sobre la evaluación aprendizaje de los alumnos.
– Los acuerdos sobre la planificación de medidas concretas para los alumnos educativas especiales.
– Los acuerdos sobre la relación e informaciones con los padres.
El proyecto curricular es elaborado y revisado por el equipo docente del Centro. Y también por la Administración Educativa, en concreto por el S.I.T.E. Las sucesivas revisiones se envían a este servicio como parte de la PGA para su aprobación.
En definitiva, con la evaluación de los documentos en la Educación Infantil se pretende detectar los posibles problemas que surgen en la puesta en práctica de las intenciones educativas, y buscar informaciones que permitan al equipo educativo tomar decisiones conducentes a prestar los apoyos necesarios para que los problemas se solucionen y se consiga la creación de actitudes de colaboración positivas de los profesores y el desarrollo feliz y armónico de los niños.
Menos experiencia y normativa hay sobre los proyectos educativos, en muchos casos aún en fase de elaboración, aunque, generalizando, podríamos darles un tratamiento similar a lo aquí expuesto.
Existen instrumentos estandarizados para evaluar el grado de organización y eficacia de los proyectos, cuyo ejemplo paradigmático puede ser el QUAFE 80 de José Antonio López.
VII..- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA
* FERREIROS, FRANCESC RIU,P. (1992): “Un diseño para la evaluación del proyecte curricular”. Barcelona, nº6, septiembre. Aula
* IBÁÑEZ SANDÍN,C. (1992): El proyecto de educación infantil y su práctica en el aula. Madrid. La Muralla.
* MEC (1989): Ejemplificaciones del Diseño Curricular Base de Infantil y Primaria.
* MEC (1992): Cajas Rojas. Educación Infantil. MEC/Escuela Española (1992): Propuesta de secuencia en Educación infantil.
* ROMÁN PÉREZ, M y DIEZ LÓPEZ, E. (1990): Currículum y aprendizaje. Un modelo curricular de aula en el marco de la Reforma. 2a Edición. Navarra. Itaka.
* STENHOUSE,L. (1984): Investigación y desarrollo del currículo. Madrid. Morata.
* ANTUNEZ, S. El proyecto educativo de centro. Grao. Barecelona
* ANTUNEZ, IBERNON y otros. Del Proyecto Educativo de Centro a la Programación de Aula. Grao. Barna.
* Decreto de Currículo. 1333/1991 de 6 de septiembre (BOE de 9 de septiembre).