Tema 41 – Las necesidades básicas en la primera infancia. La atención a las necesidades, eje metodológico en la edad de 0 a 6 años. Evolución y atención: alimentación, higiene y sueño. Las rutinas diarias. Importancia de los factores afectivos y de relación. Colaboración familia-centro. La adaptación a los centros infantiles.

Tema 41 – Las necesidades básicas en la primera infancia. La atención a las necesidades, eje metodológico en la edad de 0 a 6 años. Evolución y atención: alimentación, higiene y sueño. Las rutinas diarias. Importancia de los factores afectivos y de relación. Colaboración familia-centro. La adaptación a los centros infantiles.

El niño, frecuentemente, es objeto de nuestra ternura emocionada o de nuestra indiferencia, e incluso de nuestra irritación de adultos agobiados por los numerosos problemas urgentes que nos acosan. Sin embargo es de él, de la calidad de la infancia, de lo que depende en gran parte la sociedad futura. Por tanto merece la pensa ser tomado en serio. P. Osterrieth

Introducción

1.- Las necesidades básicas en la primera infancia.

2.- La atención a las necesidades, eje metodológico en la edad de 0 a 6 años.

3.- Evolución y atención de las necesidades de alimentación, higiene y sueño.

4.- Las rutinas diarias.

5.- Importancia de los factores afectivos y de relación.

6.- Colaboración familia-centro.

7.- La adaptación a los centros infantiles

Introducción

La atención a las necesidades de los niños durante la infancia es una labor fundamental en nuestras sociedades. Los cuidados abarcan su seguridad material pero también psicológica y afectiva. Los bebes de la raza humana son los más frágiles de todas las especies animales y generalmente transcurren muchos años hasta que son autónomos.

El cambio en los modos de producción y reproducción de nuestras sociedades desarrolladas hace que sus hijos sean escolarizados a edades cada vez más tempranas. Por otro lado, es en las escuelas donde de forma complementaria con las familias se hará la educación integral de los niños; educación que debe atenderse de forma holística y que debe ayudar a la creación de seres autónomos, responsables y saludables en el sentido más ambicioso del término. Por ello, con este tema pretendemos facilitar en cierta medida el acercamiento a los conocimientos teóricos que podrán ayudarnos en el futuro como educadores.

1.- LAS NECESIDADES BASICAS EN LA PRIMERA INFANCIA.[1]

*ALIMENTACION

* CUIDADOS PERSONALES: VESTIDO, HIGIENE, PROTECCION

* ACTIVIDAD FISICA

* ESTIMULACION SENSORIAL

* ESTIMULACION COGNITIVA Y LINGÜÍSTICA

* SOCIALIZACION

* JUEGO

* AFECTO

Las primeras de estas necesidades, especialmente en su vertiente educativa se abordan más adelante en este mismo tema. Otras están en clara relación con los ámbitos de desarrollo del niño, tratados específicamente en otros temas y que aquí, de modo muy global, describimos a continuación:

1.- Area psicomotriz

Es la que se refiere al conocimiento y aplicación del propio cuerpo en actividades propias del ser humano. El niño parte de un un conjunto de movimientos reflejos que poco a poco va dando lugar a movimientos voluntarios más complejos, para después representarse mentalmente esa actividad que culmina con la maduración motora. La objetivo conseguir el control mental por parte del niño de toda la maquinaria del cuerpo hasta sus últimos resortes motorres y simbólicos.

Para un adecuado desarrollo psicomotriz el niño necesita posibilidades variadas de ejercicio, fomento de la exploración de sus posibilidades y limitaciones, guía y estímulo por parte del adulto. En relación directa está la necesidad de estimulación sensorial.

2.- Area del desarrollo mental.

Va muy ligada a la anterior de tal manera que puede decirse que el niño con inhabilidades a nivel psicomotor va a tener problemas en su maduración a nivel mental o cuando menos esta va a ser más dificultosa.

El desarrollo mental se define como la evolución de la inteligencia desde una etapa puramente sesomotriz hasta la adquisición y el dominio de los conceptos básicos del mundo social. Se puede definir por lo tanto como el proceso de construcción de la inteligencia humana.

El progreso intelectual lo construye el niño gracias a la mediación social y los “andamios” tendidos por el adulto (Piaget, Vigotsky).

3. – Area lingüística.

Es el área que estudia las condiciones de aparición y desarrollo del lenguaje, definido éste como el medio de comunicación más específicamente humano. El lenguaje es el primer logro intelectual con intencionalidad comunicativa y posteriormente se convertirá en el vehículo de deseos, emociones y experiencias, constituyendo por fin un instrumento lógico de desarrollo mental. Lo que al principio son balbuceos, se convierten en palabras, frases, letras escritas y por fin en la capacidad de lectoescritura que caracteriza al niño de seis años.

Todo ello mediante la estimulación, el refuerzo, y la ayuda, más o menos intencional del adulto.

4.- Area de la creatividad.

Evoluciona en esta área la creatividad, la capacidad del niño para recrear situaciones, objetos y realidades nuevas a partir de hechos anteriores fuera de las normas basta entonces conocidas por él. Lo que al principio es exclusivamente imitación de la realidad adulta, se convierte en la búsqueda de nuevas formas y en descubrimiento de nuevos caminos expresivos. Los niños no se quedan en los nuevos caminos expuestos. sino que poco a poco van dominando y transformando la realidad llegando a conseguir de este modo su propia individualidad. Los vehículos utilizados para tal fin son sobre todo el juego simbólico y el dibujo.

El juego en si mismo una necesidad básica y un medio de aprendizaje.

5.- Area de la sociofectividad

El niño que nace absolutamente indefenso establece los primeros vínculos afectivos con las figuras de relación privilegiada. Descubre poco a poco a los demás y aprende a interactuar con ellos. Se inicia en el aprendizaje de normas, aprende a aceptar su rol social y acaba teniendo amigos.

El niño necesita:

– Vínculos afectivos estables (figuras de apego).

– Consistencia de normas, modelos adultos.

– Coetáneos, compañeros de juegos, amigos

2.- LA ATENCIÓN A LAS NECESIDADES COMO EJE METODOLÓGICO

La consideración de las necesidades básicas como eje metodológico arranca de Decroly y sus centros de Interés, quien las plantea como base de la globalización.

Sostiene Decroly que para que la acción globalizadora funcione, es necesario que intervenga el interés y que éste no surge si no existe esa necesidad. De esa forma deduce que determinando las necesidades fundamentales de los seres humanos, se encuentra el resorte del interés y de la necesidad de conocer de todas las personas, sean de la edad que sean.

Para Decroly existen cuatro necesidades fundamentales y en torno a cuatro necesidades agrupará inicialmente sus centros de interés.

– La necesidad de alimentarse.

– La necesidad de defenderse del frío y de las intemperie.

La necesidad de defenderse de los peligros.

– La necesidad de trabajar solidariamente, de divertirse, de descansar y de desarrollarse convenientemente.

Las orientaciones metodológicas actuales recogen fielmente el planteamiento decroliniano.

3.- ATENCION EDUCATIVA A LAS NECESIDADES DE ALIMENTACIÓN, HIGIENE Y SUEÑO.

Las necesidades básicas del niño tienen una doble vertiente de interés. Por una parte son algo de la las instituciones de atención a la infancia deben satisfacer para garantizar el desarrollo armónico y el bienestar del niño. Por otro constituyen un eje globalizador de actividades de aprendizaje, en especial de fomento de hábitos y actitudes de educación para la salud.

Los centros de atención deben estar preparadas para ofrecer un ambiente higiénico que asegure la salubridad de todas las instalaciones.

Pero no solo la instalación es el objeto de lo que se ha dado en llamar higiene escolar. El profesorado, los profesionales de la educación en sus distintas ramas deben evitar el excesivo cansancio o fatiga que pueden provocar una programación errónea, con horarios o actividades inadecuadas o mal repartidas. Igualmente atenderán solícitamente al niño enfermo y estarán alerta para descubrir los síntomas de las enfermedades infecciosas. En ese sentido es muy importante la labor de medicina preventiva y de promoción de hábitos saludables que se puede realizar desde los centros escolares.

En otros temas hemos repasado exhaustivamente la evolución de las necesidades energéticas de la alimentación, así como los patrones del sueño en sí, por ello en este apartado abordaremos de manera global las actividades de higiene y la planificación de la actividad y el descanso y las rutinas relacionadas con la alimetación.

3.1. – Higiene y Salud.

Higiene corporal es el conjunto de cuidados que necesita el cuerpo para aumentar su vitalidad y mantenerse en un estado saludable. Es un concepto que va más allá de la higiene como limpieza o aseo; comprende otra serie de aspectos como el ejercicio físico, la alimentación, el descanso, el sueño…

Pueden destacarse dos grandes funciones:

* Mejorar la salud y el bienestar del individuo y la colectividad.

* Ser un medio importante en la prevención de la enfermedad.

La higiene corporal tiene profundas implicaciones sociales que van desde las repercusiones e incidencias en la salud hasta el sentimiento de verse aceptado o rechazado por la colectividad en función del cumplimiento o no de las normas higiénicas. A la hora de abordar este tema desde la escuela se hace necesario discernir qué aspectos de la higiene se fundamentan en razones objetivas y cuáles pertenecen al mundo de la cultura.

Los objetivos a conseguir en este sentido son:

– Adquirir hábitos higiénicos respecto al propio cuerpo y al entorno.

– Considerar la higiene como un medio para sentirse bien.

Los posibles contenidos de trabajo :

* Utensilios de aseo personal: cepillo, peine; la ropa y el calzado: uso adecuado según el lugar y el tiempo. (Conceptual).

* Higiene y cuidado de la piel, el cabello, las manos y uñas, los pies, los oídos, la nariz y los dientes. (Procedimental/Hábitos).

* Utilización adecuada de los servicios y demás espacios del centro. (Procedimental/Hábitos).

* Tomar conciencia de los riesgos de no seguir determinadas medidas higiénicas. (Actitudinal).

* Gusto y disfrute por realizar las medidas higiénicas autónomamente. (Actitudinal).

Orientaciones metodológicas

El centro educativo es un marco ideal para llegar a adquirir hábitos de higiene o incluso sustituir costumbres no demasiado adecuadas que parten del entorno familiar.

Hay que tener muy en cuenta que en la etapa de Educación Infantil se adquieren los principales hábitos de salud e higiene.

Hay determinadas actividades en los primeros años, como son el cambio de pañales o el control de esfínteres, que, llevadas a cabo adecuadamente, contribuyen esencialmente a la salud y al bienestar de los niños y niñas. Igualmente hay otras acciones de la vida cotidiana que pueden ejercer una notable influencia sobre la salud, como es la necesaria limitación que deben ejercer los propios niños sobre los objetos que se llevan a la boca y la limpieza de los mismos por parte del centro.

Es importante no sólo el hecho de realizar este tipo de actividades con normalidad, sino también considerar la higiene como algo que puede realizarse en grupo, como una labor colectiva.

Son así muy aprovechables momentos como la hora de la comida, el cambio, la siesta… Otro marco de referencia que determina las actividades a realizar es el entorno que nos rodea. Así, es interesante destacar el hecho de que los alumnos deberían colaborar en la medida de sus posibilidades en la limpieza de su medio. Ésta debe ser asumida por los niños y niñas como una labor propia, encargándose de algunos aspectos significativos que lleve consigo como la asiduidad de estas tareas o el turno de personas encargadas de dicha labor. Es importante señalar aquí la importancia del grupo (medio, pequeño, grande) como célula básica de trabajo.

Junto a profesores y alumnos aparece el trabajo de otras personas de la comunidad: padres, vecinos, personal no docente… Aquí el papel de los padres destaca especialmente como continuadores en casa de lo realizado en la escuela.

Para el desarrollo del trabajo en temas de higiene se pueden aprovechar estrategias y recursos que vienen utilizándose habitualmente, como asambleas, rincones, talleres, centros de interés, proyectos… La higiene se integra así dentro del esquema de trabajo como un apartado más a tener en cuenta en nuestras técnicas habituales.

Otra idea importante a tener en cuenta es que la higiene debe ser una fuente de bienestar y de vivencias agradables y no presentarse como un deber ingrato impuesto a los niños (potenciar la higiene como actividad lúdica). Tampoco se puede convertir en una obsesión para el profesor (no se debe decir al niño que no se ensucie: es mejor enseñarle a limpiarse y proporcionarle los medios para ello). Por otra parte, este tema nunca debe ser considerado como base de posibles marginaciones.

Actividades sugeridas

Como sugerencias de actividades pueden citarse de dos tipos:

a) Las implícitas en el desarrollo de la vida cotidiana de la escuela.

b) Las que surgen del programa, de otras actividades o de propuestas del algún miembro de la clase.

Dentro del primero cabe destacar:

* La organización diaria, semanal… de las tareas de limpieza de la clase y su entorno (individual y/o colectiva).

* Disposición de tiempos y espacios de uso para los alumnos, para que éstos puedan asearse o ser aseados, ir al servicio o ver atendidas sus necesidades, y el ritmo de éstas (en el momento que se precisa y no sólo cuando sea la hora prevista para ello).

* Aseo colectivo o individual a determinadas horas: antes o después de comer y después de actividades que precisen un aseo posterior.

* Cepillado de dientes después de las comidas, habilitando tiempos, espacios y materiales apropiados para ello.

* Actividades de reconocimiento y cuidado del aspecto personal: “jugando ante el espejo”, “disfrazándose y jugar a hacer como…”, “manipulando materiales que manchan”, “atando los zapatos y limpiándolos”, “peinándose, peinando a otro”, “recibiendo atención en las necesidades fisiológicas (cambio, control de esfínteres, limpieza de nariz) o controlándolas autónomamente”.

* Estudio de los vestuarios en diferentes momentos del año o para distintas actividades.

* Simulaciones mímicas de aspectos de la higiene relativos a distintos momentos del día.

* Ordenación de viñetas entregadas o realizadas por los niños representando distintas acciones.

* Utilización de medios audiovisuales (vídeos, diapositivas…).

* Recopilar canciones en las que aparezca algún hábito higiénico.

* Visitar centros de salud.

* Actividades relacionadas con el agua y otros materiales continuos.

Salud e higiene mental

La O. M. S., después de haber realizado estudios e investigaciones sobre el tema, ha resaltado el papel de la escuela en la promoción de la salud mental; la importancia del profesor en la creación de un ambiente escolar favorable a la salud mental de los niños y niñas y en el reconocimiento precoz de problemas psicológicos que puedan ser resueltos tempranamente.

Actualmente se valoran en la escuela aspectos que tradicionalmente han sido secundarios en relación a la adquisición de conocimientos. Las relaciones socio-afectivas, la expresión de sentimientos, emociones, el buen humor y la alegría, la comunicación, etc., cobran progresivamente mayor importancia.

Los factores del ámbito escolar que influyen en la salud mental del niño pueden ir desde los que son relativos al individuo y a las relaciones que establece con su grupo social, hasta aquellos que son inherentes al contexto institucional donde se desarrollan estas relaciones y el contexto físico soporte de la institución. Normalmente estos factores son interdependientes y puede decirse que ninguno es definitivo, por lo que sería muy simple suponer que un problema de salud mental se debe a un único factor o que modificando el entorno escolar ya no van a aparecer problemas de esta índole. El profesor debe conocer qué factores del ámbito escolar inciden en la salud mental de los niños y niñas para que pueda contribuir a crear un clima favorable o al menos que no obstaculice la salud del niño.

* Factores relativos al contexto institucional. En las relaciones que se establecen entre la familia y la escuela surgen factores importantes para la salud mental. En general, puede decirse que una escuela cuyos objetivos vayan encaminados a conseguir el desarrollo integral del niño y cuya organización permita un funcionamiento y una metodología en la misma línea contribuirá, sin duda, a promocionar la salud mental de sus miembros.

Es necesario que exista una coherencia mínima entre los objetivos implícitos y explícitos, la filosofía del centro, la organización escolar, la metodología y los profesionales implicados para que la salud mental de los alumnos pueda desarrollarse positivamente.

* Factores relativos al grupo. Los factores relativos al grupo con más peso en la salud mental del niño son:

– Las creencias y los valores imperantes.

– Las normas y el funcionamiento interno.

– Los roles que asume cada niño dentro de su grupo.

– Las relaciones afectivas que se establecen entre ellos.

* Factores individuales. Los factores ligados al propio niño o niña para que exista una buena salud mental son:

– Su personalidad, sus intereses y sus motivaciones pueden facilitar o dificultar su integración, sus relaciones y su papel dentro de la clase.

– A veces, ciertas incapacidades (enfermedades crónicas, déficit personales) de los niños pueden suponer un escollo en su salud mental. La escuela debe ofrecerles la posibilidad de integrarse socialmente y “normalizar” su comportamiento.

– Los factores de tipo físico, como sueño, cansancio, hambre…, pueden estar en la base de aparición de trastornos psicológicos.

Objetivos

* Desarrollar la capacidad de comunicación con los demás tendiendo a la solidaridad y cooperación.

* Desarrollar la capacidad de expresión y canalización del mundo afectivo, así como establecer vínculos afectivos en su medio habitual.

* Desarrollar la capacidad de tomar decisiones

Contenidos

* Resolución de problemas inesperados. (Procedimental).

* Construcción de juguetes. (Procedimental).

* Actitud participativa en los grupos. (Actitudinal).

* Actitud positiva hacia sí mismo y hacia los demás. (Actitudinal).

Orientaciones metodológicas

El análisis de los factores del contexto, del grupo e individuales, que influyen en el desarrollo de la salud mental del niño, proporciona datos para el conocimiento y valoración de la realidad que nos interesa conocer.

La valoración del efecto de los diversos factores dará lugar a tres situaciones distintas:

a) Que los factores puedan estar potenciando el desarrollo que pretendemos.

b) Que los factores no potencien el desarrollo del niño, pero sí se permita su evolución espontánea.

c) Que los factores estén obstaculizando de manera clara el desarrollo.

A partir del análisis y valoración de todos los aspectos se marcarán unos objetivos, teniendo en cuenta los recursos con los que se cuenta y las posibilidades que éstos ofrecen.

El siguiente paso sería el diseño y selección de estrategias que se acerquen a los objetivos tratados anteriormente.

Algunas estrategias podrían ser la diferente organización del mobiliario, material y tiempo de la clase, la coordinación con los padres…

Actividades sugeridas

Todo tipo de actividad que el alumno realiza en la escuela es susceptible de analizarse en términos de sus efectos sobre la salud mental del individuo.

Se debe analizar la forma y los presupuestos desde los cuales se inicia y desarrolla cada actividad, desde la perspectiva de la promoción de la salud mental. Así, por ejemplo, un niño que es responsable de repartir lápices al resto del grupo para dibujar se supone que debe anticipar el número de compañeros que tiene y hacerlo corresponder con la cantidad de lápices que debe coger. El que realice o no esta anticipación, y el que lo haga de forma correcta o no, provoca una serie de interacciones entre él y la realidad, por una parte (se encontrará con la sorpresa de que no le alcanzan o le sobran), y entre él y los compañeros, por otra (aquellos que no reciban lápices se los reclamarán). Tales interacciones le harán descubrir su “error” y utilizarlo como factor de aprendizaje.

Otra situación muy común relacionada con la afectividad y socialización la proporciona un conflicto que se genera en el desarrollo de actividades en el patio de recreo: un grupo de niños están haciendo flanes en la tierra y se acerca un niño al grupo y los destruye. Instantáneamente se produce una respuesta por parte de los agredidos. El educador puede intervenir como regulador, proponiendo situaciones que ayuden a unos y a otros a descentrarse de su punto de vista, descubriendo otras opiniones diferentes de las suyas, movilizando en lo posible las actitudes egocéntricas.

Tales situaciones pueden ser la verbalización de lo sucedido por ambas partes, intentando en la medida de lo posible analizar la situación por ellos mismos, o bien cambiando el papel de agresor por agredido y viendo qué sentimientos provocan en cada caso.

Situaciones como éstas son muy ricas para que los niños se acostumbren a razonar en momentos en los que predominan afectos y sentimientos, y a valorar diferentes actitudes tanto individuales como de grupo.

En relación directa con este apartado estarían otros ámbitos de los señalados en el punto dos, que aquí sólo citamos pues son objeto de tratamiento directo de otros temas : alimentación y nutrición, educación sexual, educación para evitar las drogodependencias, educación para el consumo.

3.2.- La actividad y el descanso

La actividad física ejerce una influencia favorable en el desarrollo humano, siendo uno de los elementos que intervienen en el mantenimiento de una buena salud.

El movimiento es una experiencia elemental en el niño. Al andar percibe nuevos espacios, pero además va más allá de la mera adquisición de actividades motrices, pues ocasiona vivencias emocionales y cognitivas y desarrolla las facultades de observación, capacidad de coordinación, sentido del equilibrio, del espacio y del tiempo; adquiere conocimientos que aúnan su inteligencia, actuación lógica y el control de sí mismo. Además aprende a conocer sus propias limitaciones y posibilidades.

La actividad física constituye una parte muy importante de la vida escolar, pero debe coordinarse con otras actividades (higiénico-sanitarias, socio-culturales…), por lo que es una materia idónea a través de la cual pueden cambiarse hábitos y actitudes no deseables.

La actividad física tiene una estrecha relación con otros aspectos de la salud, ya que favorece la aceptación de uno mismo tal y como es, la descarga de conflictos emocionales, el respeto a los demás y a las reglas previamente aceptadas por todos (salud mental). Igualmente se puede decir que un buen desarrollo físico aumenta la seguridad personal (prevención de accidentes). También ayuda al conocimiento de su propio cuerpo y su desarrollo armónico; y al fomentar las relaciones con los demás puede contribuir a evitar posibles inhibiciones relacionadas con el sexo (educación sexual). Debe ir unida a un correcto aseo personal y cuidado del propio cuerpo (higiene), y de la misma manera, una dieta correcta contribuye, con el ejercicio físico, a un armónico desarrollo.

Objetivos

Con la actividad física se pretenden una serie de objetivos, entre los que podemos destacar:

* Utilizar el cuerpo como medio de expresión y vehículo de conocimiento de sí mismo y de los demás.

* Desarrollar las capacidades físicas individuales.

Contenidos

* Movimientos y posturas del cuerpo. (Conceptual).

* Control de movimientos precisos en las actividades lúdicas. (Procedimental).

* Coordinación y control dinámico general y específico en actividades que implican el ejercicio físico. (Procedimental).

* Gusto por el ejercicio físico y el riesgo controlado. (Actitudinal).

* Aceptación de las reglas que rigen los juegos físicos. (Actitudinal).

Orientaciones metodológicas

La línea metodológica en general estaría dentro de un método de educación global e interdisciplinar. Las actividades estarán condicionadas en muchos casos por las estructuras y medios de los centros, por las relaciones establecidas dentro de ellos y por el entorno.

Debe tenerse en cuenta:

* Que las actividades sean capaces de motivar al niño o niña y propicien la participación y la creatividad.

* Que las actividades procuren la participación de todos los niños y su participación en la dinámica de la clase.

* Que las actividades fomenten la preparación individualizada dentro de las necesidades de un colectivo.

Actividades sugeridas

La actividad infantil está intrínsecamente relacionada con el juego; esta función esencial en la vida del niño suele generarse espontáneamente y sin ayuda, pero también puede ser ambientada por el educador, como por ejemplo:

* Paseos para conocer la Naturaleza (siendo aconsejable que haya obstáculos como taludes, piedras, troncos…).

* Juego del escondite (para desarrollar la capacidad de observación y velocidad).

* Juego de las estatuas (control postural y respuesta rápida a un estímulo sonoro).

* Juegos de cooperación (para desarrollar la socialización).

La noción de actividad lleva inseparablemente unida la de descanso:

El descanso es una de las formas que tenemos los seres vivos para recuperar las energías perdidas con la actividad, eliminar tensiones emocionales y conquistar una mayor sensación de bienestar.

En los periodos de crecimiento, como es la infancia, el descanso a través del sueño, ejerce, además la función de proporcionar al organismo la posibilidad de poder desarrollarse y acumular energías para los periodos de vigilia.

El sueño es un estado en que el organismo inhibe todas las funciones que le relacionan con el mundo exterior, mediante una relajación casi total de los músculos. Es la parte del ciclo vital que permite la recuperación de las energías gastadas en el periodo de actividad anterior.

Algunas de las condiciones para que el sueño de los niños sea reparador son:

* inhibición de estímulos perturbadores de todo tipo.

* mobiliario adecuado.

* temperatura regulada a la época del año.

* postura corporal correcta.

* alimentación adecuada.

* higiene ambiental suficiente.

El descanso no se consigue, sin embargo, sólo a través del sueño, sino especialmente a partir de actividades relajantes y tranquilizadoras.

El tratamiento educativa del descanso, presenta una doble vertiente: por una parte hemos de considerarlo como una variable a tener en cuenta en nuestra la organización temporal diaria; por otra, es un hábito a desarrollar en los niños.

Respecto al primer aspecto hay que buscar un adecuado equilibrio entre actividad y descanso, evitando la aparición de la fatiga – aunque también tratando de aumentar progresivamente la resistencia a esta. Será necesario también considerar que cada ser humano se mueve dentro de unos umbrales de actividad que están relacionados con edad, estado de salud y en esencia sus características psicofísicas individuales.

En cuanto a la segunda, objetivos de la educación infantil relacionados con el descanso son:

* Descubrir, conocer y controlar progresivamente su propio cuerpo, valorando sus posibilidades y limitaciones y regulando en consecuencia su comportamiento.

* Identificar sus necesidades de descanso y sueño progresando en su capacidad para responder a ellas con autonomía.

En cuanto a actitudes y hábitos a desarrollar:

– Hábitos regulares de sueño y descanso

– Hábitos relacionados con acostarse y levantarse (personales y sociales)

– Respetar el descanso de los demás

– Valoración del descanso cómo una necesidad básica de los seres humanos

Nos resta en este punto una breve reseña respecto a la alimentación

La alimentación en la etapa de educación infantil no sólo es una necesidad básica que asegura componentes claves del desarrollo humano, como son el crecimiento y la maduración fisiológica y neurológica, sino que el sinnúmero de situaciones, intercambios, rituales y relaciones que rodean y están presentes en los momentos de las comidas inciden con la misma intensidad en el desarrollo cognitivo, afectivo y social de los niños y niñas.

Desde el punto de vista del centro de educación infantil, nos interesan los siguientes aspectos:

a) Colaborar en una dieta equilibrada

b) Formar hábitos alimenticios saludables. Educación para la salud

c) Desarrollar y recuperar aspectos sociales de la comida. Desde el protocolo al hambre

d) Aprovechar los momentos de la comida cómo situación de aprendizaje. Autonomía desarrollo personal

Los hábitos alimenticios deben ser cuidados desde las primeras etapas del crecimiento infantil.

Así, algunas de las normas que deben establecerse son:

* Autoalimentación por parte del niño.

* Hacerle receptivo y acostumbrarle a nuevos gustos.

* Eliminación del rechazo a los distintos sabores.

* Hábitos sociales y de limpieza durante la comida.

* Tranquilidad y sosiego durante la comida.

* Regularidad escrupulosa del horario de las comidas y de descanso si este se diera en la escuela.

Las horas de comer cómo momentos educativos.

Todas las actividades que se desarrollan en el centro de Educación Infantil tienen carácter educativo. Y en especial la hora de la comida, en los centros que disponen de comedor, proporciona un contexto muy favorable para diversos tipos de aprendizajes. La situación sería en gran parte generalizable a la hora de la comida en la familia.

La comida es uno de los actos cotidianos más importantes en la escuela infantil, y no solo por lo que significa de alimentación, sino, fundamentalmente, por lo que tiene de acto educativo. Hay que dedicarle, pues, la atención y la intencionalidad precisas para que los niños y niñas puedan disfrutar de ella, a la vez que elaborar aprendizajes. Así pues, la hora de la comida representa una rutina que puede convertirse en una unidad de programación y que en todo caso debe ser cuidadosamente planifica para aprovechar su potencial educativo.

El acto de comer debe ser contemplado desde una triple vertiente, sin dar más importancia a una que a otra: la comida como hábito alimentario, la comida como vehículo social, la comida como fuentes de aprendizaje.

La comida como hábito alimentario

Los niños y niñas de educación infantil están en la edad de iniciar y desarrollar un buen hábito alimenticio, entendiendo por tal, el que sean capaces de comer de todos los alimentos necesarios para su desarrollo y que disfruten haciéndolo.

Esto no quiere decir que no se deba respetar la individualidad de cada uno, sino que los adultos que estamos a su lado aprendamos a distinguir cuando se trata de no soportar un alimento (y sustituirlo por otro), y cuando se trata de caprichos o de la negación ante algún alimento que el pequeño no conoce por que no es usual en su dieta habitual.

No debemos olvidar que es un objetivo plenamente educativo que los niños adquieran hábitos orientados hacia una alimentación sana, variada, equilibrada, ajustada a sus necesidades y basada en lo posible en alimentos naturales, evitando precocinados, conservantes, colorantes.

Una vez más se hace preciso la estrecha colaboración entre las familias y la escuela para llegar a un acuerdo sobre el tipo de alimentación y la introducción de productos que para el niño y la niña son nuevos pero necesarios para si dieta (especialmente aplicable a ciclo 0-3).

La comida como vehículo social

La comida, además de un acto alimentario, es un acto social. Todos sabemos que es más grato comer en compañía que en solitario: al placer de los buenos alimentos se une el de estar con los demás.

En los pequeños parece producirse un mecanismo semejante. Niños inapetentes en casa, comen bien en la escuela. Además de otras razones – las hay – está la de la compañía de los demás. Debemos pretender que el momento de la comida sea un rato agradable, en un ambiente tranquilo y de comunicación con los compañeros. Las interacciones que se producen entre ellos y el adulto invitan a algo más que comer: a probar, a ser mayor, a emular al otro, a coger bien los cubiertos, a la charla e , incluso, al juego, al aspecto lúdico de la comida. Comer es un acto placentero y debemos favorecer que el niño lo viva así y no únicamente como una forma de satisfacer una necesidad orgánica.

La comida como fuentes de aprendizaje.

Si hacemos un recorrido por los grupos de edad de nuestra escuela podremos observar que hay un proceso gradual de conquista de la propia autonomía: desde el aula de 0-1 año, en la que a mitad de curso, ya se sientan en su silla para comer en compañía alrededor de una mesa e intentan coger su cuchara (aunque es la educadora la que les da de comer), hasta el comedor de 2, 3 ó más años, en el que comen solos con plena utilización de los cubiertos y mantel, retiran el servicio de la mesa y tiran los desperdicios en el lugar correspondiente.

Estos son algunos de los aprendizajes desde el punto de vista del adulto; desde las capacidades del niño o la niña son mas los mecanismos que se ponen en funcionamiento y de una forma mucho mas global, percibiéndolos con todo sus ser.

Es importante que tengamos en cuenta el aspecto de su globalidad como en cualquier tipo de aprendizaje, por que no solo va a incorporar los que están explícitos, sino también los implícitos, aquellos que formaban parte de lo que se llamaba curriculum oculto. Los aprendizajes a los que nos estamos refiriendo son los emanados de la participación del adulto a la hora de la comida y que vamos a analizar desde distintos aspectos:

Elaboración y presentación de la comida : Una buena presencia y elaboración sabrosa ayuda a valorar la comida no sólo en lo que significa de alimento, sino también en todo el tipo de aprendizajes, incluidos los estéticos. Se dice a veces que el niño no entiende de esto (y es posible que sea verdad) pero no por eso renunciaremos a enseñarle a apreciar la comida como placer sensorial, estético, social…

Preparación del ambiente: Adecuar y cuidar el espacio, decorarlo de modo agradable para los niños, uso del mantel…

Adecuación del tiempo a las necesidades de los pequeños y no a las de los adultos. Cada niño tiene su ritmo y también en esto debemos de respetarlo. Aunque fijemos una hora común para la comida, hemos de contemplar que haremos con los que acaban pronto o que hacer cuando tardan más. (Evitar prisas, forcejeos, angustias).

Adecuación de la cantidad. Dentro de límites razonables hay que admitir que unos niños comen más que otros y hemos de respetar estas cantidades personales.

Actitud de los adultos: Afrontando este momento como decisivo en las rutinas diarias y por consiguiente en la buena consolidación del hábito. Respetar la individualidad y evitar angustias y ansiedades por acabar y por que coman.

4.- RITMOS Y RUTINAS COTIDIANAS.

En educación infantil, toda actividad, y especialmente la que se desarrolla en el centro docente, tiene potencialidad educativa. Los rítmos y rutinas cotidianas no solo son una fuente de experiencias sino que a menudo se utilizan como eje de la programación. Acabamos de ver un ejemplo ilustrativo en relación a la alimentación. (Podríamos pasar aquí esos contenidos)

En general, las rutinas proporcionan regularidad, frecuencias que ordenen la vida en la escuela y lleven al niño a interiorizar ritmos y secuencias temporales, lo que les otorga una enorme potencialidad educativa.

Es necesario prestar atención a la planificación de ritmos y rutinas por que:

* Nos ayuda a estructurar nuestra acción educativa y aprovechar el potencial educativo de todas las actividades.

* Nos permite considerar la necesidad de ajuste y adaptación a las necesidades biológicas y psicopedagógicas de los niños

* Ayuda a los niños a organizar, prever su propia actividad y al dominio de la ubicación y estructuración temporal.

Momentos que merecen especial atención, más o menos en función de las características de centro y de los niños son : la llegada de los niños cada día, cuando se proyecta o elige lo que se va a hacer o con lo que se va a jugar, la limpieza y las actividades que se realizan en los servicios, las actividades de gran grupo, la comida, las actividades y juegos al aire libre, la siesta o descanso, la merienda, la recogida del material, la despedida.

La intervención educativa debe planificar estas situaciones de forma que los niños y niñas perciban en ellas una relación personal e individualizada, un ambiente cálido y afectuoso, se constituyan en protagonistas implicados en el desarrollo de una autonomía creciente, etc.

La planificación de las rutinas cobra especial relevancia en el primer ciclo – y sobre todo en el primer año – en el que la programación de unidades didácticas en sentido clásico tiene menos cabida.

Algunas rutinas que ejemplifican lo que venimos exponiendo pueden ser:

La entrada La asamblea

La comida Recoger

La limpieza del aula La salida

5.- IMPORTANCIA DE LOS FACTORES AFECTIVOS Y DE RELACIÓN

Desde el inicio del tema, al definir las necesidades básicas, hemos incluido entre ellas las de afecto y contacto social. Y a ellas nos hemos referido con cierta amplitud en el punto dos, en una concepción amplia de los conceptos de salud e higiene. No necesitamos recurrir aquí al llamado sindrome de carencia afectiva o al hospitalismo o a cómo el abandono emocional se considera uno de los maltratos por omisión de efectos más desvastadores, para justificar la importancia de estos factores.

El niño construye su experiencia personal en un proceso continuo de interacción con el medio físico, material, cultural y social. No es un ser pasivo o una mera estructura receptiva, sino un ser activo lleno de potencialidades, en continua evolución, que construye su personalidad de forma unitaria y global en contacto con dicho medio.

Este será el hecho conductor de toda la actividad constructora del mismo. El concepto de salud de la Organización Mundial de la Salud es holístico, entendiendo ésta como el pleno desarrollo del potencial físico, mental y social del ser humano, e incluyendo por tanto las capacidades de equilibrio personal, interacción interpersonal de que nos habla el DCB.

Y estas capacidades difícilmente se conseguirán sin un clima afectivo, sin un especial cuidado en el ambiente socioafectivo del centro.

Por tanto, el medio es el soporte esencial del desarrollo y crecimiento del niño; a partir de su contacto e interacción con él estructura su comportamiento social, cognitivo y emocional.

Sin embargo, para que el desarrollo se produzca, es absolutamente necesario que los adultos promuevan y estructuren un medio favorable que posibilite estas primeras experiencias y relaciones. Por otro lado, han sido muchos los psicólogos que han dejado constancia de la importancia de los factores afectivos en la capacidad de atención y por tanto de aprendizaje de los niños. Así, el desarrollo completo de estos se sustenta sin duda en una relación armónica con los seres que le rodean de tal forma que el niño adquiera la seguridad necesaria para enfrentándose al mundo exterior e iniciar y continuar su aprendizaje.

El desarrollo evolutivo del niño es potenciado sin duda por un entorno afectivo adecuado. En nuestras sociedades, la incorporación de la mujer al mundo laboral ha hecho que esta importante función recaiga en los profesionales de la educación. Por ello es necesario que se valore la importancia del componente afectivo en la educación; especialmente en las edades más tempranas de la vida. Esto va a permitir que en el niño se cumplan una serie de objetivos:

1.- Ayudará al niño a descubrirse a sí mismo como algo único e importante.

2.- Favorecer el desarrollo de sus cualidades de modo que pueda utilizarlas en provecho suyo y de los demás.

3.- Evitar que sea víctima de la automatización y la masificación para que se conserve integro y sea capaz de tomar decisiones por sí mismo y responsabilizarse de ellas.

4.- Desarrollar su capacidad de pensar críticamente.

“Aunque importantes en todas las etapas, los aspectos afectivos y de relación adquieren un relieve especial en la Educación Infantil. En esta etapa es imprescindible la creación de un ambiente cálido, acogedor y seguro, en el que el niño se sienta querido y confiado para poder afrontar los retos que le plantea el conocimiento progresivo de su medio y para adquirir los instrumentos que le permiten acceder a él. Los niños que asisten a un centro de Educación Infantil necesitan establecer con el educador una relación personal de gran calidad, relación que les transmitirá una confianza básica y la seguridad precisa para su desarrollo. El centro de Educación Infantil aporta al niño otra fuente de experiencias determinante de su desarrollo: su encuentro con los compañeros. La interacción entre los niños y niñas constituye tanto un objetivo educativo como un recurso metodológico de primer orden. Las controversias, interacciones y reajustes que se generan en el grupo facilitan el progreso intelectual, afectivo y social.” Decreto del curriculum.

6.- COLABORACIÓN FAMILIA CENTRO[2]

La escuela tiene como una de sus finalidades ser en cierta medida una prolongación del hogar familiar, ya que el papel fundamental va a ser en las primeras etapas de los padres; mientras la escuela será una entidad subsidiaria. Esta no es la realidad de todos los niños, para otros la escuela será la misma familia del niño. Además la temprana escolarización propia de los países desarrollados hace que para muchos niños el lugar más importante de relación e interacción durante gran parte de su infancia y adolescencia sea la escuela.

Por otro lado, la labor educativa no es una empresa individual, sino colectiva y por tanto, sería una profunda contradicción pensar que la escuela asume únicamente la responsabilidad en la educación del niño. Hoy en día se considera que la colaboración entre los padres y la escuela debe ser estrecha y continua. El Centro y la familia deben formar un todo referencial en el proceso educativo del niño.

Por tanto la necesidad de comunicación y cooperación familia-centro debe hacerse en base a tres presupuestos fundamentales:

1. – Influencia determinante de la familia en el desarrollo y aprendizaje del niño en esta etapa

2.- Convergencia de las diferentes acciones educativas de ambos estamentos desde que el niño ingresa en la escuela; de aquí se desprende la necesidad de intercomunicación entre los padres y la escuela, ya que ambos son protagonistas en el proceso educativo del niño.

3. – La acción educativa del Centro no es la única alternativa ni debe sustituir a la de la familia sino que por el contrario la complementa, optimiza y compensa.

La interacción entre la familia y la escuela debe hacerse en torno a los siguientes objetivos:

* Compartir responsabilidades respecto al desarrollo educativo del niño.

* Intercambiar y recoger experiencias y sugerencias educativas.

* Facilitar la coordinación de esfuerzos en la consecución de un objetivo común: la educación de los hijos.

* Favorecer una comunicación directa, continuada y comprensiva entre padres y

educadores.

Los instrumentos más utilizados para el intercambio entre la familia y el Centro son la entrevista personal y el informe escrito.

La entrevista personal es el camino más viable para el intercambio entre la familia y el centro. A la hora de programar la entrevista personal hay que tener en cuenta:

* Utilidad y relevancia de la misma.

* Claridad y brevedad en la exposición.

* Disponer de datos informativos relevantes.

* Conseguir un ambiente distendido y de comunicación.

* Mostrar interés ante las observaciones paternas.

* concluir la entrevista aportando soluciones, formulando en término positivo y evitando una excesiva preocupación familiar.

El informe escrito es la forma de comunicar periódicamente a las familias las observaciones más relevantes sobre los niños

A la hora de elaborar un informe es preciso tener en cuenta:

* Enfocar y definir adecuadamente las áreas de evaluación.

* Resaltar el contenido relevante y significativo.

* Fundar objetivamente las conclusiones en los datos.

* Utilizar un lenguaje apropiado, comprensible y útil.

* Evitar redundancias y profusión de palabras.

* Adecuar su estilo a su función y destinatario.

* Presentar conclusiones sin enmascaramientos.

* Evitar ser ofensivo, autoritario o impersonal.

7.- LA ADAPTACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS AL CENTRO EDUCATIVO.

Todo lo que se refiere a la adaptación adquiere un significado muy especial. El niño debe aprender a convivir en un entorno distinto del que le ha acogido hasta ese momento (el familiar) y a relacionarse de forma diversa a cómo lo ha hecho hasta ahora. La necesidad de compartir personas significativas, juguetes espacios, etc así como la separación de casa y de los padres se presenta en el Centro como algo inherente a su propia estructura y funcionamiento, y como exigencias que resultan novedosas. (DCB)

El periodo de adaptación es muy importante si consideramos todo el proceso que el niño ha de construir desde una situación conocida, su ambiente familiar, a una desconocida, el ambiente escolar. Ambos ambientes están constituidos por códigos de relaciones, espacios, materiales, personas y organizaciones particulares y distintas.

En el fondo, además del desconocimiento del nuevo ambiente, concurren procesos afectivos complejos en los que el niño está inmerso; nos referimos a la separación de las personas queridas, a la autoafirmación personal, a la adquisición de habilidades básicas de convivencia, todas ellas de gran trascendencia en el proceso de socialización y de construcción de la persona.

Desde esta perspectiva conviene recordar que cuando hablamos del periodo de adaptación nos estamos refiriendo al “trabajo” que el niño realiza, él es el protagonista y artífice de un proceso personal con variada duración en el tiempo, según cada niño. Un conjunto de vivencias internas de gran complejidad desde el punto de vista afectivo que implican a la persona en su conjunto y, por lo tanto, se traduce en diversas conductas de índole somática, afectiva , cognitiva, relacional, etc.

Este desequilibrio, que se produce necesariamente al inicio de la escolarización, es cualitativamente de características peculiares para cada niño, dependiendo de su manera de ser y de las circunstancias que condicionan este proceso. Es en este sentido en el que reflexionaremos, precisando la actitud de ayuda que se le ha de prestar por parte del adulto, sus familiares y educadores.

El adulto debe estar atento a todos los síntomas y manifestaciones tanto verbales como no verbales: la ansiedad, la angustia, el miedo a lo desconocido, la pena y otros sentimientos de desprotección e inseguridad, de no saber que pasará, cuando volverán a por él, el abandono, la soledad; todo esto es de muy variada y difícil expresión.

También en los padres se dan un cúmulo de sentimientos a veces contradictorios.

Mercedes Conde precisa:

“Los padres tendrán una influencia en este momento que vendrá determinada por cómo ellos mismos vivan la separación: Sus temores sus expectativas su ansiedad, su angustia, su seguridad o inseguridad, su grado de confianza en el niño y en la institución.

Todo ello es transmitido y captado por el niño. Hasta tal punto que en muchos casos por deseo de agradarles y por la necesidad que tiene de ellos responde inconscientemente a estas actitudes. Si la madre vive con dificultad el momento, el niño va a reclamarla con ansiedad y va a vivir la adaptación como algo inseguro y peligroso.

Queremos resaltar la importancia de los contactos positivos previos de la familia con el educador y la institución. Hemos constatado que hay dos tipos de confianza: aquella en la que no hay otra razón para desconfiar y otra que parte de la seguridad de lo que se conoce.”

Preponemos ahora dos modelos de organización del periodo de adaptación.

– Colegio Infantil “Miguel Hernández” de Gijón

– Escuela Infantil “Alfar” de Madrid

– Colegio Infantil “Miguel Hernández” de Gijón

Centro de Integración, en barrio obrero y con población marginal, pero bello, limpio, gracioso, con detalles que hacen pensar o sonreír

En el vestíbulo una paloma declara la paz y un gigantesco reloj pintado en el suelo nos enseña a aprender jugando, los nombre de las distintas salas son colores.

El teatro se llama “Candilejas”, el salón de actos “Villa Alegría”, los aseos paraguas de colores y todos los viernes llueve chocolate. Además, el centro se prepara para recibir a los niños: pinturas, plantas, olores, profesores disfrazados…, para que su segunda casa sea agradable.

Se comienza el curso convocando a los padres a una reunión, donde la dirección del centro presenta al equipo de profesores y hace una breve reseña de directrices: estilo formativo, forma de enseñanza, proyección comunitaria. A continuación los tutores de cada curso se reúnen con los padres de sus alumnos y se informa sobre futuras reuniones individuales.

El segundo paso es citar a cada niño con sus padres. Las aulas de tres años están ubicadas en una casita anexa al centro, la Casita de Chocolate y se llaman Menta y Limón. Los babis son verdes y amarillos. En la entrevista se pasa una encuesta como forma de conocimiento y pretexto para iniciar el diálogo, mientras el niño se familiariza con los muebles, los juguetes, la profesora…

En la entrevista averiguamos cómo transcurre la vida del niño, con quien vive, cuales son sus vivencias, sus miedos, su nivel de autonomía, cómo duerme, cómo es su casa, posibilidades de jugar con otros niños, …

Todo en un ambiente relajado, sin presiones, con café o refresco. Esto además ayuda a que el niño vea que la relación entre padres y profesores es importante y que él es importante.

El tercer paso es citar a dos o tres niños junto a sus padres para que se conozcan padres y niños que estarán juntos en el grupo. A continuación se convoca a la mitad de los niños que estarán la mitad de la jornada.

Ya por fin acuden todos los niños a la fiesta preparada, los profesores vestidos de Hamelin, y los niños de 4 y 5 años de ratones. Escuchando el sonido de la flauta mágica entramos en el colegio; los niños mayores les reciben con globos y canciones en una bella fiesta de bienvenida.

Con esto la adaptación sólo acaba de comenzar, vendrán los primeros lunes… y los pocos niños que lloren. Los primeros días son de conocimiento de nombres de los niños, visitas a otros profesores, personal del colegio, distintas dependencias: aseos, clases, salón de actos.

Los viernes hay teatro y otras actividades extraordinarias. La cocina es centro de atención para todos.

La adaptación de unos y otros no es cuestión de unos días y no se puede improvisar.

– Escuela Infantil “Alfar” de Madrid

Conscientes de la gran importancia que tiene el tiempo dedicado a la adaptación del niño en la escuela infantil para la consecución de los objetivos fundamentales, tanto a nivel individual (en cuanto a la superación del conflicto y frustración que supone en el niño la entrada, por primera vez en la escuela y su posterior seguimiento ) como a nivel de organización escolar, referente a la participación delos padres en el ámbito educativo, vemos que es necesario que esta etapa esté suficientemente pensada y organizada.

Enfocamos las acciones a llevar a cabo bajo tres aspectos:

a) Sensibilización y elaboración del plan de trabajo del educador para esta etapa.

Destacamos la necesidad de ofrecer una actitud receptiva y sensible a través del conocimiento de la problemática interna que es para el niño la entrada en un mundo totalmente extraño. No caer en la monotonía de que todos los años vienen niños nuevos y ya sabemos lo que hay que hacer.

Prepararse en grupo con nuevos textos escogidos que amplíen nuestros conocimientos sobre el niño en esta etapa.

Conocer todo lo que podamos sobre los niños que se van a incorporar

Para ello cada educador tiene una entrevista con los padres, que permitan planificar la actuación antes de la llegada de los niños.

Objetivos del educador para el periodo de adaptación:

– Mostrar actitud receptiva ante cada niño

– Establecer puntos de referencia y ubicación

– Recoger datos a través de la observación. Elaboramos una sencilla guía de observación directa para la elaboración de un informe sobre el periodo.

Los medios para la consecución son:

– El contacto físico y el diálogo personal, aprovechando cualquier momento para hablar con él y hacerle sentirse importante y único

– Ofrecerle la disponibilidad del material, que estará a su alcance.

– Darle la posibilidad de explorar toda la escuela, así como espacios para juego libre

– Programar una serie de actividades atractivas, distintas de las que realizan a lo largo del curso, que el educador elabora basándose en el primer conocimiento de las preferencias de los niños.

No existe un tiempo prefijado para dar por concluido el periodo de adaptación

Educador y padres irán valorando el proceso.

b) Conocimiento de la escuela por parte de los padres

A través de un plan previamente elaborado es fundamental el trabajo con los padres, antes de la entrada de los niños, para eliminar angustias e incertidumbres que pudiera transmitir a los hijos.

Secuencia:

Mes de julio: entrevista con la directora para comentar

Características educativas del centro, diferencia con la guardería, organización de la escuela, normas generales, cuestiones administrativas.

Conocimiento de dependencias escolares y donde se ubicará su hijo. Vida del niño en la escuela durante la jornada.

Textos para leer en vacaciones para quitar miedos y comprender mejor al niño.

Septiembre: Se reúne a todos los padres, se conocen y comentan entre sí las lecturas y se ayudan unos a otros.

Tras esta reunión el educador tomará datos individuales sobre cada niños.

En este contexto, los padres estarán en condiciones de entender la entrada escalonada de los niños durante las dos primeras semanas.

La exigencia de los padres en la escuela durante los primeros idas persigue:

– Evitar sentimientos de abandono, el niño ve que los padres participan y aceptan

– El niño se ambiente dentro de un clima de seguridad

– Que los padres conozcan de forma directa la vida en la escuela, con lo que transmitirán al niño mayor seguridad.

– Para que el educador pueda establecer una relación más personal con el niño y observe la relación del niño con sus padres.

c) Evaluación, conclusiones y replanteamientos

Se valoran aciertos y errores, posibilidades de mejora, eficacia de los instrumentos de observación. Cada educador elabora un informe donde se reflejan progresos y observaciones sobre distintos momentos y aspectos.

Resumen.- El niño. que ingresa en la escuela, especialmente silo hace en la edad infantil puede encontrarse abandonado, en una situación desconocida para él, por lo que si esta situación no se soluciona correctamente, puede afectar al estado emocional del niño. El papel de los educadores y adultos durante este periodo consistirá en la creación de un clima afectivo adecuado que ayude al niño en la superación y expresión de su propia autoafirmación. No obstante, pueden utilizarse una serie de pautas que faciliten la adaptación del niño a la escuela.

* Mantener durante este periodo una estrecha colaboración con los padres para vigilar y controlar las manifestaciones del niño en el hogar familiar.

* Reducir la estancia del niño en la escuela durante las primeras semanas.

* Proporcionarle confianza, apoyo y seguridad, pero sin caer en la sobreprotección y sin abrumarle con excesivo afecto.

* Aconsejar a los padres la tarea de inculcar al niño la extrema valoración de las actividades y relaciones que va a mantener, con el objeto de crear una inclinación positiva hacia la escuela.

* Mantener una actitud tranquila y confiada ante las posibles manifestaciones inadecuadas y conflictos del niño proporcionándole una imagen de seguridad que le permita integrarse de manera progresiva y eficaz.

* Concebir este periodo de adaptación como un proceso de distinta duración según los niños.

* Por último, considerar resuelto este periodo de adaptación cuando se den en el niño una serie de características tales como: intercambiar experiencias, habla, se relaciona, ofrece y acepta una comunicación afectiva, etc. Es decir, cuando se siente seguro para mostrar su mundo emocional y personal y es capaz de integrarse en las actividades del grupo.

BIBLIOGRAFÍA

.- Jardín de Infancia. Tecnología. Editorial Editex.1993.

.- Crecimiento y desarrollo. Actividad y descanso. Educación para la salud. Programa de Prevención de drogodependencias en los centros educativos de la comunidad de Madrid.

.- Vida y Salud. 100 Consejos básicos para mantener la salud. Consejería de la Salud. Dirección General de Prevención y Promoción de la Salud.

.- Junta de Andalucía, Consejería de Educación y Ciencia, Consejería de Salud. “Propuestas de Educación para la Salud en los Centros Docentes” 1991.

. MEC. Curriculun de la etapa de Educación Infantil.

.- ME/DGRP.- Educar a los tres años.

.- MEC Programación.

.- MEC Diseño Curricular Base de Educación Infantil.


[1] Esta parte del tema deberá revisarse y completarse con contenidos de temas sucesivos sobre desarrollo infantil.

[2] Este punto se aborda con mayor detalle en el ultimo apartado del tema 34.