LA EDUCACIÓN Y EL DESARROLLO DE ACTITUDES DEMORCRÁTICAS Y COOPERATIVAS.
1. INTRODUCCIÓN
2. ÁMBITOS Y CONTENIDOS TRANSVERSALES
2.1. Los enfoques de los contenidos transversales
Ø Enfoque lineal
Ø Enfoque transversal
2.2. Contenidos transversales y educación
§ Transversales y planificación escolar
§ Transversales y currículo oculto
§ Cultura y transversales
§ Transversales y estrategias docentes
§ Transversales y áreas de conocimiento
3. LA EDUCACIÓN PARA LA CONVIVENCIA Y PARA LA PAZ
3.1. Conceptualización
3.2. Objetivos y dimensiones en la Educación para la Paz
3.3. La Educación de las actitudes democráticas
3.4. La educación para la Convivencia y la Paz
3.5. Educación para la Paz y Currículo
BIBLIOGRAFIA:
§ R. LARES, XESÚS: Educación Para la Paz, Su teoría y su práctica. Editorial Popular. 1991
1. INTRODUCCIÓN
Antes de comenzar la exposición del tema, en sentido estricto, creemos que es necesario realizar una serie de aclaraciones que sitúen el tema en el trabajo del orientador y enmarque su desarrollo.
- La importancia de los contenidos transversales en las sociedades post-industriales y altamente tecnologizadas, más aún en la edad adolescente, y por la necesidad que existe de que estos aspectos formen parte del currículo explícito en cualquier planteamiento de enseñanza.
- Este tema se relaciona directamente con todos los dedicados a los contenidos transversales: salud, sexual, no discriminación.
Es necesario precisar conceptualmente un par de términos que a la postre servirán para enmarcar el tema:
- Ámbito de experiencia: conjunto de objetivos, contenidos y metodología propios de un ámbito de la educación ciudadana: Cívica y para la Paz,, Salud, Sexual, Consumo, Moral, etc.
- Contenidos transversales: los conceptos, procedimientos, valores y actitudes que son propios de cada ámbito de experiencia
- La convivencia es la base de la cooperación, y la cooperación lo es para la paz. Por ello en el desarrollo del tema abordaremos en un primer momento la Educación para la Convivencia y la Cooperación para posteriormente tratar el tema de la Educación para la Paz.
Los antecedentes históricos de estos ámbitos educativos los podemos resumir en los siguientes:
- La ausencia de tradición de estos contenidos en nuestro Sistema Educativo: las primeras referencias legales son de la LGE de 1970, siendo la LOGSE la primera referencia clara y explicita de que dichos contenidos deben estar incluidos dentro de la enseñanza ordinaria y de una manera clara y explicita.
- A nivel internacional es preciso señalar la larga tradición que en muchos países europeos existe sobre el tema
– 1927, la Oficina Internacional de Educación plantea una conferencia bajo el título de “La paz por la Escuela”, que suponía una apuesta clara y contundente de la Escuela Nueva por una Educación para y por la Paz.
La 2ª Guerra Mundial da al traste con las intenciones de la Escuela Nueva. No obstante, dentro de las corrientes pedagógicas aparece un movimiento a favor de la Educación Para la Paz que tiene sus principales representantes en
– La Escuela Moderna de C. Freinet
– La Escuela de Sunmerhill de A.S.Neill
– La Pedagogía Liberadora de P. Freire
2. ÁMBITOS Y CONTENIDOS TRANSVERSALES
En relación con los contenidos o ejes transversales del currículo, podemos analizar dos cuestiones básicas:
– La referida al planteamiento de enseñanza que se realiza de ellos
– Las relaciones que mantiene con los diferentes aspectos de la educación
2.1. Los enfoques de los contenidos transversales
Los contenidos transversales no siempre han sido planteados de la misma manera desde el punto de vista pedagógico. Al menos podemos diferenciar dos enfoques claramente diferenciados: el lineal y el transversal
Ø Enfoque lineal:
Supone la puesta en marcha de programas educativos específicos de cada uno de estos ámbitos, de manera que los objetivos, contenidos, metodología y evaluación están referidos de manera exclusiva a uno de ellos, constituyéndose en auténticas áreas de aprendizaje o conocimiento.
Por tanto, enfocar linealmente estos contenidos supone organizar la enseñanza alrededor de ámbitos de experiencia y aprendizaje y al margen de las áreas ordinarias, constituyéndose de esta manera en auténticas áreas de conocimiento, organizándose con sus propios contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Esta forma de abordar los contenidos transversales ha recibido una gran multitud de críticas, como son:
– que de esta manera se descontextualizan los valores y actitudes de dichos ámbitos, ya que al abordarse de forma aislada respecto a las áreas tradicionales, significaría un aprendizaje bastante artificial y sesgado por parte de los alumnos.
– Este enfoque hace que el profesorado se desentienda del aprendizaje de los valores y actitudes, lo que hace que sigan centrándose de manera exclusiva en los contenidos conceptuales, y en algunos casos procedimentales
Ø Enfoque transversal:
La alternativa a constituir áreas específicas es que sus objetivos y contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales) se incorporen a las áreas de aprendizaje o conocimiento propias de cada etapa de tres maneras diferentes:
– incorporando contenidos conceptuales y procedimentales específicos de esos ámbitos a las áreas ordinarias de cada etapa.
– Informando a los objetivos de las áreas “ordinarias” de aquellos valores y actitudes que le son propios y que tienen relación con contenidos conceptuales y procedimentales de cada área.
– Incorporando los contenidos actitudinales y valorativos propios de estos ámbitos a las áreas con las que tienen una mayor relación
De esta manera los contenidos conceptuales, procedimentales y sobre todo los actitudinales propios de estos ámbitos se incorporarían a las áreas que le resultan más cercanas.
El tratamiento transversal de estos contenidos de una manera más intensa en algunas áreas no implica en modo alguno que las demás áreas del currículum no deban abordarlos, todo lo contrario, sino que todas las área deben tratar como contenidos propios los valores y normas que le son más cercanos en función de los contenidos conceptuales y procedimentales que le son más específicos.
De igual manera, lo anterior tampoco se opone a que en un determinado momento en una institución escolar se lleve a cabo un programa educativo relativo a determinados valores en relación directa con el contexto y con la situación concreta.
2.2. Contenidos transversales y educación
Existe una serie de ámbitos educativos y de contenidos que no perteneciendo a ningún área específica de aprendizaje o de conocimiento, constituyen en la educación una referencia obligada para todas las áreas de las diferentes etapas educativas, es decir, se constituyen en ámbitos y contenidos comunes para todos los procesos de E/A.
Estos son aquellos que tienen que ver directamente con los valores culturales dominantes en cada sociedad, y que contribuyen desde la escuela al proceso de socialización e inserción ciudadana de las generaciones jóvenes en la sociedad adulta, así tenemos los conceptos, procedimientos y valores referidos a la Paz, a la Convivencia y a la asunción de valores democráticos.
Estos contenidos plantean a la educación una serie de cuestiones que es preciso tratarlas para situarnos respecto al tema que nos ocupa:
§ Transversales y planificación escolar
La autonomía de los centros para planificar la acción educativa adaptada a la realidad socio-cultural en que se insertan permite que los centros organicen los aprendizajes propios del currículum, en el Proyecto Curricular de Etapa
a.) El Proyecto Educativo: el primer ámbito donde es necesario tener en cuenta los ejes transversales es éste. Así todos los ejes transversales, o al menos la mayoría, deberían tener incidencia tanto en las Finalidades Educativas que cada centro se plantea como en el Reglamento de Régimen Interior.
Entendemos que en la elaboración de las Finalidades Educativas, una vez analizadas las características del contexto en que se inserta el centro, suelen ser de especial relevancia los siguientes ejes transversales
– Educación para la Igualdad
– Educación Ambiental
– Educación para la Salud
– Educación Vial
– Educación para la Paz
En relación con el Reglamento de Régimen Interior, una vez analizado el contexto social y escolar del centro, suelen ser de especial importancia los siguientes contenidos transversales:
– Educación para la Igualdad
– Educación para la Paz
– Educación Ambiental
b.) El Proyecto Curricular: dos formas de plantear los contenidos transversales:
– Los temas transversales como ejes vertebradores de la enseñanza: es decir, los temas transversales pueden constituirse en los tópicos interdisciplinares o globalizados alrededor de los cuales se organicen los contenidos propios de cada área o materia.
– Los temas transversales en las áreas curriculares: distribución de los contenidos propios de los ámbitos transversales en el conjunto de las áreas de aprendizaje o conocimiento.
Esta distribución debería realizarse en el momento de la elaboración de los proyectos curriculares, tanto a nivel de Etapa como de Aula, procurando un cierto equilibrio en el conjunto de las áreas y estableciendo como “propios” de algunas áreas los contenidos que se encuentran más relacionados con los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que le son propios.
§ Transversales y currículo oculto
Los contenidos y enseñanzas a los que estamos haciendo referencia han constituido, y constituyen, en numerosísimas ocasiones elementos básicos de lo que se ha venido en llamar currículum oculto o latente.
A este respecto, la Reforma Educativa plantea la necesidad de que dichos aspectos (contenidos y enseñanza) se expliciten en los diferentes niveles del Diseño Curricular y por ello, los conceptos, procedimientos y valores propios de la cultura democrática deben configurar de una manera explícita y contundente el Proyecto educativo y Curricular de un Centro, por un lado y de los planteamientos interdisciplinares que puedan realizarse a nivel de Programación de Aula de cualquier profesor, por otro.
§ Cultura y transversales
Los denominados, por la Reforma, como ámbitos y contenidos transversales conectan directamente con el entorno socio-cultural en que se insertan los sistemas educativos, es decir, se encuentran siempre en función directa de los valores dominantes de cada sociedad y en cada momento.
De esta manera, los ámbitos y contenidos transversales de las sociedades democráticas europeas de finales del siglo XX, van a ser claramente diferentes a los existentes en otras sociedades actuales.
Los ámbitos de obligada referencia en nuestro Sistema Educativo son:
– Educación Medio-Ambiental
– La Educación Moral
– La Educación para la Convivencia, la Cooperación y la Paz
– La Educación para la Salud
– La Educación Sexual
– Educación para la no discriminación, la igualdad
– Educación para el Consumo…
§ Transversales y estrategias docentes
Los contenidos de las diferentes áreas pueden organizarse de dos formas diferentes:
– Disciplinar: son los más comunes y en ellos los ámbitos y contenidos transversales deberían informar a los contenidos conceptuales, procedimentales u actitudinales que son propios de la disciplina o área en cuestión.
– Interdisciplinar: los ámbitos y contenidos van a proporcionarnos el centro de interés o núcleo de interrelación de las materias o áreas así como los valores y actitudes básicos que todo proceso educativo debe tener.
§ Transversales y áreas de conocimiento
Entendemos que todas las áreas del currículo deberían estar informadas por los contenidos propios de estos ámbitos de la educación, desde las Matemáticas hasta la Música, pasando por las Ciencias Sociales, Lengua, Idioma, Tecnología, Educación Física, etc., porque desde todas ellas se está educando al mismo individuo y no tienen sentido alguno de los valores, actitudes y conceptos que tienen que ver con la convivencia, la discriminación, el medio ambiente, con la salud, con el consumo, la educación sexual, etc., sólo se “enseñen” desde determinadas áreas.
3. LA EDUCACIÓN PARA LA CONVIVENCIA Y PARA LA PAZ
Aunque algunos autores la Educación para la Convivencia y la Educación para la Paz como dos ámbitos separados, partiendo de la consideración de conceptualizar la Paz como la ausencia de conflictos armados y de desórdenes públicos, nosotros partiremos de una perspectiva diferentes.
Además, consideramos que la Educación para la Convivencia es el paso previo y necesario para impulsar una Educación para la Paz.
3.1. Conceptualización
Cuando hablamos de Paz estamos haciendo referencia no sólo a los aspectos relativos a la existencia o no de conflictos, sino que la misma ha de ser entendida de un modo más amplio refiriéndonos no sólo a la ausencia sino especialmente a la existencia de un estado de armonía, solidaridad y fraternidad entre los seres humanos de una misma sociedad o ente sociedades diferentes.
Partimos del concepto de Paz Positiva, que presupone un bajo nivel de violencia y la aspiración a la armonía social, la justicia y la igualdad. Este tipo de paz no descalifica simplemente el fenómeno de la violencia, sino que trata de reflexionar sobre él y comprenderlo.
Esta paz tendría según Xares las siguientes características:
– es un fenómeno amplio que exige una comprensión multidimensional
– Afecta a todas las dimensiones de la vida
– Constituye uno de los máximos valores de la existencia humana
– La desigualdad y el dominio por una de las partes la hacen posible, aunque no exista un conflicto abierto
– Se trata de un proceso dinámico, y no de algo estático o inmóvil
3.2. Objetivos y dimensiones en la Educación para la Paz
Los principios y metas globales de la Educación para la Paz son los siguientes:
– educación de los individuos para que adquieran actitudes responsables ante sí mismos, sus familias, la escuela y la sociedad en general
– desarrollar el respeto de los demás y la capacidad de trabajo en grupo.
– Potenciar la interrelación, comunicación y el intercambio entre iguales en detrimento de la dependencia
– Rechazar cualquier justificación o idealización de la fuerza, la violencia o la guerra.
– Destacar la ventaja de lograr resultados por medios no violentos
– Erradicar actitudes racistas, belicistas, sexistas, de agresión a la naturaleza…
– Aprender a cooperar, a compartir, comprender, tolerar
– Erradicar el autoritarismo en las relaciones con los otros
– Mantener una actitud dialogante para desarrollar hábitos democráticos
– Detectar y aprender a defenderse de los distintos tipos de manipulación
– Desarrollar el espíritu crítico
Así mismo deberíamos considerar como campos de la Educación para la Paz los siguientes:
– Educación para la comprensión internacional: fomento del reconocimiento, respeto, y valoración de la diversidad cultural, étnica, política o religiosa.
– Educación para los derechos humanos: debería abarcar la defensa de los derechos humanos básicos para el conjunto de al humanidad.
– Educación multicultural y mundialista: Educación para la No Discriminación
– Educación para el desarme
– Educación para el desarrollo: promoción de desarrollos económicos, sociales, culturales…, que atajen las raíces de los conflictos bélicos y los enfrentamientos entre los diferentes pueblos.
– Educación de las actitudes democráticas: hace referencia a la adquisición y desarrollo de las actitudes que resultan básicas para una convivencia pacífica entre los ciudadanos y que se constituyen elementos básicos en el conjunto de la Educación para la Paz.
3.3. La Educación de las actitudes democráticas
La adquisición de actitudes democráticas y cooperativas constituyen el mejor fundamento para asegurar la Educación para la Paz. Y es que resulta difícil imaginarse a un defensor de la convivencia y de la paz que no posea las actitudes básicas que son precisas para ello.
Esta educación de las actitudes que son propias de las sociedades democráticas, entran de lleno en la dimensión moral de la educación, en el sentido descriptivo de la misma: educación de “las costumbres” de una determinada cultura y sociedad.
Es preciso entender esta educación como un proceso de facilitación de la integración social de los individuos más jóvenes de nuestras sociedades que en su proceso de socialización deberían aprender las actitudes que son propias de las mismas.
Las actitudes son constructor teóricos que se suelen conceptualizar como tendencias o disposiciones adquiridas y relativamente duraderas a evaluar de un modo determinado un objeto, persona, suceso o situación y a actuar en consonancia con dicha evaluación, distinguiéndose en toda actitud tres componentes:
– cognitivo: conocimientos y creencias
– afectivo: sentimientos y preferencias
– conativo: intenciones y acciones
El conjunto de actitudes de un individuo suele presentar un cierto grado de coherencia, que en ningún caso debería llevarnos a creer que las mismas poseen un carácter estático. El cambio actitudinal tiende a producirse cuando el sujeto se encuentra ante una discrepancia entre su actitud y una nueva información, pudiendo adoptar tres formas:
– entre la propia y una nueva información
– entre la actitud propia y la de otra persona
– entre la actitud propia y la propia acción
Al respecto, la LOGSE hace una defensa de la formación de ciudadanos participativos y defensores de los valores democráticos, entre los que ocupa un lugar destacado la cooperación, y ello en un mundo dominado por la competitividad y el individualismo
§ Contenidos:
Entre las actitudes democráticas que deberían ser enseñadas es necesario considerar, además de los contenidos conceptuales y procedimentales, al menos los siguientes:
– actitud participativa y responsable
– actitud cooperativa y/o de colaboración
– actitud de tolerancia y/o respeto
– actitud de solidaridad
– actitud crítica
Estos claramente actitudinales, deben ser completados necesariamente con otros de corte claramente conceptual como son los relacionados con nuestro ordenamiento jurídico (derechos, libertades, etc.), y con los procedimentales que regulen las acciones humanas tanto a nivel general (legalidad establecida), y a nivel de las instituciones escolares: el Decreto de los Derechos y Deberes de los alumnos, y las normas de régimen interior de cada centro.
§ Metodología
La metodología no puede orientarse hacia la exposición y asimilación de los contenidos enumerados, sino que las actitudes democráticas deben estar enseñadas desde su vivencia en el día a día del aula y del centro:
– fomentando la participación a los alumnos en la organización del centro y el grupo-clase
– promoviendo la organización de los alumnos en estructuras que se impliquen en la marcha del centro y el aula: asamblea de delegados, delegados de Aula
– organizando las actividades de aprendizaje de forma cooperativa
– favoreciendo el diálogo como forma de resolución de conflictos
– impulsando actitudes críticas ante los fenómenos que ocurren en la sociedad y en la propia institución escolar.
– Impidiendo la discriminación de las personas en función del sexo, raza, religión, capacidad o cualquier otra diferencia.
La metodología a utilizar no puede ser otra que una que sea: participativa, interdisciplinar y comprometida con la acción.
3.4. La educación para la Convivencia y la Paz
La convivencia humana exige de los componentes de las sociedades el aprendizaje de un conjunto de conceptos, procedimientos y actitudes, que resultan vitales para la vida en común y la coexistencia entre los individuos de una misma sociedad y entre las diferentes sociedades y culturas que comparten unas mismas coordenadas espacio-temporales.
Este aspecto de la educación, que pretende la adquisición de una educación cívica común a todos los ciudadanos de un país, se mueve alrededor de una serie de objetivos y contenidos que fluctúan ostensiblemente de unas sociedades a otras y de unos tiempos a otros.
Independientemente de las coordenadas espacio-temporales, este ámbito de la educación se plantea como un aspecto esencial del proceso de socialización de los individuos de todas las sociedades, cualquiera que sea su estado de desarrollo socio-político.
§ Contenidos:
1.) Aspectos conceptuales: son aquellos que tienen que ver directamente con la instrucción de los alumnos en cuestiones como:
– Libertades: expresión, asociación
– Derechos humanos y básicos
– Instituciones democráticas…
2.) Aspectos procedimentales: hacen referencia al dominio y práctica de los procedimientos, que permiten la solución democrática a los conflictos entre individuos y entre sociedades, como son:
– el debate
– el diálogo
– la negociación…
3.) Aspectos actitudinales: son aquellos dirigidos directamente a la consecución de la preeminencia de los valores propios de la convivencia y la paz, como son:
– Actitudes de comprensión y tolerancia
– Hábitos de colaboración y ayuda mutua
– Actitudes de defensa de la paz y la convivencia
– Actitudes de solidaridad…
§ Metodología
No puede limitarse a proporcionar información, sino que la misma de obligado carácter participativo, debería perseguir de manera continuidad la acción comprometida de los alumnos con valores que son propios de la resolución democrática de los conflictos, lo que implica la adopción de estrategias didácticas como el trabajo cooperativo o el método de proyectos, así como el empleo de técnicas como:
– debates y discusiones
– trabajo por equipos
– simulaciones
– estudio de casos
– campañas
3.5. Educación para la Paz y Currículo
Al existir objetivos que hacen referencia expresa a la EpP, en todas las áreas en general, y de una manera muy especial en el Conocimiento del Medio de Primaria y en las Ciencias Sociales de la ESO aparecen contenidos específicos de este eje transversal. Un repaso rápido sobre los mismos nos lleva:
a.) Conceptuales
– concepto de paz
– Derechos Humanos básicos
– Organizaciones defensoras de los derechos humanos y del desarrollo del Tercer Mundo
– Situaciones que contribuyen/no contribuyen a la paz
– Factores individuales y sociales en la convivencia pacífica
– Causas y factores de las guerras y del subdesarrollo
– La diversidad humana y cultural
– Dependencia e interdependencia de individuos y pueblos
b.) Procedimentales
– diálogo
– procedimiento de resolución de conflictos personales
– procedimientos de resolución de conflictos sociales
– habilidades de autonomía personal
– trabajo colaborativo y cooperativo
c.) Actitudinales
– apreciación y respeto de la diversidad individual y grupal
– valoración positiva de los derechos humanos básicos
– coherencia personal en los comportamientos sociales e individuales
– rechazo de todo tipo de discriminaciones
– concienciación de los problemas relacionados con la paz, la convivencia y la democracia
– sensibilidad y respeto ante las aportaciones de los demás
– rechazo de las situaciones de injusticia y desigualdad
EpP y Metodología
– Interdisciplinariedad
– Estimular la participación y autonomía, el trabajo en equipo, la cooperación y especialmente el diálogo.
– Basarse en la investigación-acción sobre experiencias concretas, bien a partir de la realidad cotidiana, bien mediante situaciones provocas en el contexto educativo
Las actividades educativas que más favorecerían la EpP son:
– actividades cooperativas como puestas en común, investigaciones en equipo
– actividades que promociones habilidades sociales: discusión de casos…
– actividades relacionadas con acontecimientos sociales y conmemoraciones: campañas de sensibilidad, celebraciones del día de la Paz…
– Actividades de colaboración entre diferentes grupos sociales, centros, etc.