2. LA CONSTRUCCIÓN DE LA INTELIGENCIA Y DE LA PERSONALIDAD EN LA INTERACCIÓN SOCIAL. 1
2.2. LA ORGANIZACIÓN SOCIAL DE LAS ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE EN EL AULA.. 3
3. EL PAPEL DE LOS COMPAÑEROS EN LA EXPERIENCIA EDUCATIVA Y EN EL APRENDIZAJE. 5
3.1. SOLICITAR, RECIBIR Y DAR AYUDA.. 6
3.2. INTERACCIÓN ENTRE ALUMNOS Y PROCESOS COGNITIVOS. 7
1. INTRODUCCIÓN
Uno de los aspectos de la dimensión social que más ha tardado en ser revalorizado es precisamente el valor de la interacción entre iguales. Considerar la interacción entre iguales como un proceso esencial en la construcción de conocimientos ha supuesto tener que descartar la idea de que para aprender es indispensable seguir las instrucciones de una persona más competente; o la idea de que una interacción entre iguales puede ser divertida y hasta útil para entretener a los niños, pero nunca formadora y necesaria para lograr nuevas adquisiciones.
2. LA CONSTRUCCIÓN DE LA INTELIGENCIA Y DE LA PERSONALIDAD EN LA INTERACCIÓN SOCIAL
Desde los presupuestos psicopedagógicos que fundamentan las leyes que rigen la educación en nuestro país, se parte ya de la consideración de la necesidad de la interacción social de los alumnos en su desarrollo por varias razones:
El impacto favorable de la relación entre los alumnos sobre las variables mencionadas no es constante, sino que se produce únicamente en determinadas circunstancias. No basta con dejar que los alumnos interactúen o con promover la interacción entre ellos para obtener de forma automática unos efectos favorables sobre el aprendizaje, el desarrollo y la socialización. Lo importante no es la cantidad de la interacción, sino la calidad de la misma. La toma de conciencia de este hecho está en el origen de los intentos de identificar las formas de organización de las actividades de aprendizaje que dan lugar a interacciones entre los alumnos particularmente ricas y constructivas en cuanto a sus efectos.
2.1.REFERENCIAS LEGALES
Revisando los diferentes Decretos que regulan las enseñanzas en las diferentes etapas, encontramos varias alusiones a la necesidad de la interacción social, ya no como medio para la realización de otros aprendizajes sino como fin en sí misma:
G) establecer relaciones equilibradas y constructivas con las personas en situaciones sociales conocidas, comportarse de manera solidaria, reconociendo y valorando críticamente las diferencias de tipo social y rechazando cualquier discriminación basada en diferencias de sexo, clase social, creencias, raza y otras características individuales y sociales.
f) Participar de forma activa y solidaria en el desarrollo de su entorno social y espacial.
2.2. LA ORGANIZACIÓN SOCIAL DE LAS ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE EN EL AULA
Un factor clave en la organización grupal de las actividades de aprendizaje en el aula es la interdependencia entre los alumnos que participan respecto al objetivo a conseguir. Según Lewin y Johnson y su Teoría de campo, existen tres tipos de estructura de meta (goal estructure) que los enseñantes pueden inducir cuando organizan las tareas en el aula:
Las experiencias de aprendizaje cooperativo, comparadas con las de aprendizaje competitivo e individualista, favorecen el establecimiento de relaciones entre los alumnos mucho más positivas caracterizadas por la simpatía, la atención, la cortesía y el respeto mutuos, así como por sentimientos recíprocos de obligación y ayuda, contrariamente a lo que sucede en las situaciones competitivas, en las que los grupos se configuran sobre la base de una relativa homogeneidad del rendimiento académico de los participantes y suelen ser altamente coherentes y cerrados.
A la hora de conocer la influencia de estos tipos de organización social de las actividades de aprendizaje sobre el nivel de rendimiento alcanzado por los alumnos, obtenemos los siguientes resultados:
Podemos decir que la organización cooperativa de la actividades de aprendizaje muestra clara superioridad en cuanto al rendimiento y la productividad de los alumnos, aunque existen todavía un gran número de variables (mayor o menor conocimiento de los alumnos sobre el contenido, implicación, experiencias previas…) que afectan o condicionan la mayor o menor superioridad de la organización cooperativa sobre otras y que siguen siendo desconocidas.
3. EL PAPEL DE LOS COMPAÑEROS EN LA EXPERIENCIA EDUCATIVA Y EN EL APRENDIZAJE
A principios de los años 70, un grupo de investigadores de la escuela de Ginebra encabezado por Doise, Mugny y sobre todo por Pret-Clermont, iniciaron una serie de investigaciones en el marco interpretativo de la Teoría Genética de Piaget[1] con el fin de analizar el impacto de la relación entre iguales sobre el proceso de socialización y el desarrollo intelectual, obteniendo los siguientes resultados:
El hallazgo esencial es la importancia de confrontación de puntos de vista moderadamente divergentes como factor determinante del progreso intelectual. La existencia de posturas diferentes en torno a una misma tarea se traduce en un conflicto sociocognitivo que moviliza y refuerza las reestructuraciones cognitivas, provocando el progreso intelectual.
Así podemos decir que cuando se resuelven satisfactoriamente, las controversias pueden tener un efecto positivo sobre la socialización, el desarrollo intelectual y el aprendizaje escolar. Cuando no se manejan y no se resuelven adecuadamente, pueden tener efectos negativos. Según Jonson y sus colegas, las probabilidad de que se produzcan controversias en el transcurso de la actividad conjunta es tanto mayor cuanto más heterogéneos, en cuanto a personalidad, aptitudes, conocimientos previos, estrategias de razonamiento…, sean los participantes. Entre los factores que contribuyen a que las controversias puedan resolverse satisfactoriamente, cabe mencionar los siguientes:
En una controversia adecuadamente resuelta, el punto de partida es la existencia de un conflicto conceptual que genera en los oponentes sentimientos de incertidumbre y un desequilibrio cognitivo, lo que les lleva a buscar nuevas informaciones y a analizar desde perspectivas novedosas las informaciones disponibles.
3.1. SOLICITAR, RECIBIR Y DAR AYUDA
Una buena parte de los esfuerzos investigadores de Webb y colaboradores, se ha dirigido a estudiar las relaciones entre el nivel de elaboración de la ayuda recibida y dada y el nivel de rendimiento obtenido en la tarea, como vemos en esta representación de su modelo de interacción entre iguales y aprendizaje en pequeños grupos:
Los principales resultados que obtuvieron son los siguientes:
Estos resultados sugieren que el nivel de elaboración de las aportaciones de los iguales, pese a ser un factor decisivo, no basta por sí solo para comprender las experiencias que obtienen los alumnos en su participación en una actividad colaborativa ni para explicar cómo esta experiencia conduce a un mayor o menor nivel de aprendizaje y de rendimiento. Parece necesario, para que un alumno pueda beneficiarse de la ayuda recibida de sus compañeros, que se cumplan las siguientes condiciones:
El nivel de elaboración de las aportaciones es uno de los factores determinantes de la interacción que se establece entre los miembros de un grupo que realizan una actividad colaborativa y, en consecuencia, uno de los factores determinantes del aprendizaje realizado por cada unos de ellos.
3.2.INTERACCIÓN ENTRE ALUMNOS Y PROCESOS COGNITIVOS
Los trabajos descritos en el punto anterior suponen un importante cambio cualitativo en el estudio de la relación entre iguales. Su objetivo consiste en explicar el aprendizaje realizado por los alumnos en una actividad conjunta en función de los procesos interactivos que tienen lugar en la misma. El cambio reside en la articulación de dos aspectos: la interacción que se establece entre los iguales y el aprendizaje que dicha interacción posibilita. Así, además de saber que la organización cooperativa de las actividades de aprendizaje en el aula favorece la comunicación entre los alumnos y da lugar a un mejor nivel de rendimiento y de aprendizaje que la organización competitiva, de lo que se trata es de explicar por qué y cómo la interacción que se establece entre los alumnos que desarrollan cooperativamente una actividad incide favorablemente sobre el aprendizaje que llevan a cabo cada uno de ellos individualmente.
Todas estas investigaciones han puesto de relieve la necesidad de un cambio de perspectiva que ponga en relación los procesos interactivos con los procesos psicológicos.
El intento de articular estos dos aspectos en un marco explicativo integrador ha recibido un impulso considerable con la recuperación y extensión de las ideas de Vygotsky que ha tenido lugar en la psicología del desarrollo y en la psicología de la educación durante los últimos años. Para Vygotsky la interacción social es el origen y el motor del desarrollo y el aprendizaje. En la interacción social, el niño aprende a regular sus procesos cognitivos gracias a las indicaciones y directrices de los adultos y de las personas con las que interactúa. Mediante un proceso de interiorización, lo que el niño puede hacer o conocer en un principio únicamente gracias a estas indicaciones y directrices (regulación interpsicológica) se transforma progresivamente en algo que puede hacer o conocer por sí mismo sin necesidad de ayuda (regulación intrapsicológica). El estrecho vínculo existente entre los procesos de aprendizaje y desarrollo y la interacción social queda reflejado en la ley de la doble formación de las funciones psicológicas superiores: Todas las funciones psicointelectivas superiores aparecen dos veces en el curso del desarrollo del niño: la primera vez en las actividades colectivas, en las actividades sociales, o sea, como funciones interpsíquicas; la segunda, en las actividades individuales, como propiedades internas del pensamiento del niño, o sea, como funciones intrapsíquicas. (Vygotsky, 1973).
Encontramos otro concepto dentro de las teorías de Vygotsky relacionado con este tema: Zona de Desarrollo Próximo, que sirve para explicar el desfase existente entre la resolución individual y social de problemas y tareas cognitivas. A menudo las personas somos capaces de resolver problemas o de efectuar aprendizajes nuevos cuando contamos con la ayuda de otras personas, pero no conseguimos abordar con éxito estas tareas cuando disponemos únicamente de nuestros propios medios. La zona de desarrollo próximo es la diferencia existente entre lo que una persona puede hacer o aprender por sí sola, sin ayuda de nadie (nivel de desarrollo actual). Lo que en principio es sólo una potencialidad generada por la interrelación con otras personas pasa posteriormente a formar parte del nivel de desarrollo actual mediante un proceso de interiorización. Aquí Vygotsky hace intervenir al lenguaje como instrumento de mediación semiótica que juega un papel decisivo en el proceso de interiorización. El lenguaje es el instrumento regulador por excelencia de la acción y el pensamiento. Mediante el lenguaje podemos influir sobre la acción y el pensamiento de las personas con las que interactuamos, y sobre nuestras propias acciones y pensamientos. Así, este proceso de interiorización puede ser entendido como el tránsito desde una regulación externa, social, interpsicológica de los procesos cognitivos mediante el lenguaje de los demás, a una regulación interiorizada, individual, intrapsicológica de los procesos cognitivos mediante el lenguaje interno.
En la interacción entre varios alumnos que abordan colaborativamente una tarea, pueden encontrarse todos los peldaños intermedios entre la regulación interpsicológica y la regulación intrapsicológica. Debido a la simetría de las relaciones entre ellos, la colaboración entre iguales ofrece unas condiciones óptimas para que los alumnos utilicen el lenguaje propio para guiar las acciones y los procesos mentales de los compañeros, y sobre todo, los suyos propios.
4. CONCLUSIÓN
No es fácil resumir los avances que se han producido en los últimos años con respecto a la comprensión de los procesos de E/A, no obstante, un denominador común es el reconocimiento del papel central que en todo ello tienen los procesos de interacción social que se establecen tanto entre los alumnos como entre éstos y el profesor. Por ellos no es posible explicar el aprendizaje al margen de estos procesos que, por otra parte, no han de analizarse exclusivamente desde la perspectiva cognitiva, sino también desde su perspectiva relacional, social y afectiva.
5. BIBLIOGRAFÍA
[1] La teoría del psicólogo suizo Jean Piaget, que señala distintas etapas del desarrollo intelectual, postula que la capacidad intelectual es cualitativamente distinta en las diferentes edades, y que el niño necesita de la interacción con el medio para adquirir competencia intelectual. Esta teoría ha tenido una influencia esencial en la psicología de la educación y en la pedagogía, afectando al diseño de los ambientes y los planes educativos, y al desarrollo de programas adecuados para la enseñanza de las matemáticas y de las ciencias.