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Tema 53 – Intervención educativa y adaptaciones curriculares con alumnos ciegos y ambliopes.

1. INTRODUCCIÓN

2. ADAPTACIONES EN LOS ELEMENTOS DE ACCESO AL CURRÍCULO

2a.- Servicios personales

2b.- Recursos materiales

1.- Medios para facilitar el Aprove­chamiento de los Restos Visuales:

2.- Recursos para la lecto-escritu­ra Braille:

3.- Recursos para el Cálculo Aritmético

4.- Duplicaciones en Relieve

5 – Tiflotecnología

2c.- Adaptaciones en la organización escolar

c.1.- Adaptaciones de centro más frecuentes

c.2.- Las adaptaciones organi­zativas de aula

2d.- La coordinación de los servicios educativos y paraedu­cativos.

3 ADAPTACIONES EN LOS ELEMENTOS BÁSICOS DEL CURRÍCULO

3.a.- El currículo específico del niño ciego o d.v.g.

3ª1.- EI: Estimulación precoz y atención temprana (AT).

3ª2. Currículo específico en la EP del niño DVG.

3.b Adaptaciones del currículo general.

3b1.- Adaptaciones Específicas Indi­vidualizadas

3b2.-Adaptaciones de Tipo Inespecí­fico.

CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

TEMA 53. INTERVENCIÓN EDUCATIVA Y ADAPTACIONES CURRICULARES CON ALUMNOS CIEGOS Y AMBLIOPES.

1. INTRODUCCIÓN

Antes de desarrollar este tema 52 del temario oficial de Psicopedagogía hay que considerar los siguientes aspectos que sirvan de marco a su desarrollo:

Se justifica por la importancia que tiene para el trabajo del orientador escolar la atención a la diversidad de alumnos, como son los alumnos deficientes visuales.

Se relaciona con los temas referidos a los distintos déficits y sus adaptaciones curriculares.

Según el grado de la restricción visual podemos distinguir dos grupos de perso­nas:

a) Ciego o ciego total.

Generalmente se aplica este término a aquella persona que carece por completo de vista o que tiene sólo percepción de luz, un resto insuficiente para valerse de él.

Desde el punto de vista educati­vo, el sujeto ciego es el que aprende mediante el sistema Braille y que generalmente no puede usar su visión para adquirir conocimientos, pese a que la luz le ayude en sus movimientos y orientación.

b) Deficiente visual grave (DVG) o ambliope. Por deficiente visual o ambliope se entiende aquella persona que cuenta con un grado de visión aprovechable.

El alumno DVG. puede realizar muchas de las actividades es­colares, algunos pueden leer y muchos deberán complementar su aprendizaje visual con el táctil.

El tema trata de la respuesta educativa del niño ciego o D.V.G. que, como la del cualquier otro alumno, requiere de las siguientes adaptaciones:

– adaptaciones en los elementos de acceso al currículo

– adaptaciones en los elementos básicos del currículo

2. ADAPTACIONES EN LOS ELEMENTOS DE ACCESO AL CURRÍCULO

Los niños ciegos o DVG precisan de, al menos, los siguientes recursos de acceso al currículo: personales, materiales y de organización de centro y aula.

2a) Servicios personales: La educación de estos niños es un proceso complejo que requiere la colaboración de la familia, del profesorado ordinario y de espe­cialistas como:

– El orientador/a del centro.

– Psicólogos y pedagogos.

– Trabajador social.

– Técnicos en rehabilitaciones básicas (orientación, movilidad y autonomía).

– Profesores especialistas en el tratamien­to de personas ciegas y OV. graves.

2b) Recursos materiales.:

La respuesta educativa del niño ciego o DVG, también comprende tanto los recursos materiales convencionales, pero adapta­dos a su uso, como los recursos específicos siguientes:

1.- Medios para facilitar el Aprove­chamiento de los Restos Visuales:

– Acetatos.

– Papel con resalte.

– Atril.

– Lámparas de gran intensidad.

– Telelupas para aumentar el tamaño de la letra impresa.

– Etc.

2.- Recursos para la lecto-escritu­ra Braille: Aparte de los propios textos en Braille, útiles de escritura son:

Regleta amarilla: Se emplea en la instrucción inicial en Braille.

Pautas: Contiene celdillas del signo generador organiza­das en renglones.

Punzón: Permite hacer los puntos en relieve correspondientes a los signos gráficos.

Máquina Perkins: Permite escribir en Braille.

Ordenador personal: adaptado al uso de la persona ciega o DVG

3.- Recursos para el Cálculo Aritmético: Además de los recursos convencionales (ábacos, cubos multibase, etc), existen materiales especiales como:

Caja de aritmética: permite realizar operaciones matemáticas insertando en compartimentos correspondientes a cada operación unos vástagos con signos y números grabados en relieve.

Cubaco: Caja que contiene cubos giratorios cuyas caras laterales tienen inscritos los signos Braille para los números y las operaciones de cálcu­lo.

Calculadoras electrónicas y ordenado­res: Adaptados para introducir los números y las operaciones y conocer auditivamente los cálculos resultantes.

4.- Duplicaciones en Relieve: Mediante instrumentos por calor como El Thermoform y el Horno Fuser

5 – Tiflotecnología: Consiste en una gran cantidad de materiales para la lectoes­critura Braille y para que las personas ciegas o DVG accedan a la información mediante la tecnología avanzada, precisando para su manejo de un instructor tiflotecnológico.

Entre estos recursos se encuentran:

Línea Braille: Periférico del ordenador que transforma la información de panta­lla línea a línea en líneas de lecturas Braille.

Braille hablado: Pequeño aparato con teclado Braille y voz sintética que permite conectarse a un ordenador y establecer comunicación con éste.

– O.C.R.: Sistema digital de conversión de caracteres gráficos en textos editables en pantalla.

2c) Adaptaciones en la organización escolar

La respuesta educativa al niño ciego o DVG en todo centro de integración requiere de medidas organizativas generales relacionadas con los siguientes aspectos:

– Los criterios de agrupamientos de los alumnos.

– Los criterios de adscripción de los profesores.

– La incorporación de apoyos al centro.

– El establecimiento de coordinaciones.

– La clarificación de funciones y responsabilidades.

– La distribución del tiempo de los profesores, apoyos y alumnos.

– La creación de un aula de recursos en el centro.

Además son precisas las siguientes medidas específcas.

2c.1.- Adaptaciones de centro más frecuentes:

1.- Organización del espacio escolar que facilite la movilidad autónoma de los ciegos o DVG, mediante:

– Un mínimo de estabilidad en la distribución y organización de los espacios comunes.

– Eliminar los obstáculos para el alumno ciego (maceteros, vallas, etc.).

– Disponer y explotar espacios para ellos, de fácil acceso, con disminución de ruidos ambientales y con recursos técnicos especiales.

– Persona especializada, por ser complejas las técnicas de orientación y movilidad, que ayude al alumno a conocer su centro antes de asistir de ordinario a él: de­pendencias, su distribución, accesos, etc

2.- Dotación de ciertos recursos de gabinete , tales como instrumentos para la pre­paración de materiales didácticos y de apo­yo y los propios recursos didácticos adap­tados o especiales (por ej. del laboratorio de ciencias naturales).

2c.2.- Las adaptaciones organi­zativas de aula: Son precisas:

a) La eliminación de obstáculos de paso.

b) Estabilidad en los espacios dentro del aula, y cuando se precise cambiar la organización del mobiliario, ayudar al alumno DVG a reconocer la nueva situación.

c) Respecto de la ubicación del alumno D.V.G. en el aula, debe per­mitirle:

– aprovechar al máximo sus restos visuales, y no los tiene, facilitar su orientación y movilidad.

– situarse cerca del profesor y contar con espacio suficiente para trabajar en su pupitre con como­didad.

– Contar con un mueble cercano que sirva de armario para sus aparatos especiales.

D.- La coordinación de los servicios educativos y paraedu­cativos.

La normalización de la enseñanza del alumno ciego o DV.G. precisa, desde el momento de la evaluación inicial, establecer un plan de provisión de servicios educativos y éste, a su vez, debe considerar los servicios paraedu­cativos que se prestan al alumno por otras instancias.

3 ADAPTACIONES EN LOS ELEMENTOS BÁSICOS DEL CURRÍCULO

3.a.- El CURRÍCULO ESPECÍFICO DEL NIÑO CIEGO O D.V.G.

Para el desarrollo de las capacidades gene­rales previstas en el currículo de la ense­ñanza obligatoria, el niño ciego o D.V.G. deberá pasar por los períodos educativos de la Educación Infantil (EI) y el de la Educación Primaria (EP).

1.- EI: Estimulación precoz y atención temprana (AT).

El niño ciego entre los 0-3 años presenta las siguientes necesidades básicas (ESPEJO, en BUENO y TORO, 1994):

– es­tablecer vínculos de apego con la figura materna.

– de estimulación táctil y auditiva.

– de exploración activa y espontá­nea del medio.

– de manipulación de objetos.

– de habilidades de comunicación…

Satisfacer estas necesidades requiere de una programación planificada en formas de estimulación precoz o AT, cuyos objetivos básicos serían:

– la estimulación multisensorial.

– la estimulación psicomotriz.

– el desarrollo de las habilidades de comunicación efectivas.

La estimulación multisensorial es importante por ser la percepción la vía de entrada de la información y las experiencias que promueven el desarrollo. Debe incluir:

a) El adiestramiento sistemático de la percepción en cada modalidad sensorial (en especial la táctil).

b) La integración de las experiencias multisensoriales en representaciones unitarias y globales de los distintos elementos de la realidad inmediata.

c) El aprendizaje de habilidades para el desarrollo de las actividades de la vida cotidina: exploración y conocimiento de objetos y personas, orientación en el espacio, etc.

La educación psicomotriz persigue el desarrollo de habilidades prioritarias como:

– La elaboración del esquema e identidad corporales.

– La estructuración espacial.

– La conducta motriz imitativa.

– El control de las ejecuciones motrices.

El desarrollo de habilidades de comunicación efectivas, tratará de evitar el aislamiento social, la pasividad y la dependencia, fáciles de aparecer si escasean las oportunidades de experiencia social.

El acceso del niño ciego o DVG a la EP supone consolidar los aprendizajes anteriores y aprender otros nuevos.

2. Currículo específico en la EP del niño DVG. Comprende los siguientes aspectos importantes:

a) Entrenamiento Visual (EV).

b) Entrenamiento para la Orientación y Movilidad (EOM.)

c) Entrenamiento de Habilidades para la vida diaria (EVD).

d) Entrenamiento en dactilografía y mecanografía.

Respecto del EV, los progra­mas educativos han permitido comprobar que es po­sible incrementar la capacidad para obtener información a partir de los restos visuales de la personas DVG, y tanto más cuanto que:

a) más temprano se inicie la esti­mulación visual sistemática.

b) más graduadas y secuenciadas sean las experiencias visuales que se pro­porcionan.

c) más se considere al planificar las experiencias que se proporcionan al niño DVG, tanto su nivel cognitivo general, como su interés por las cosas y los sentimientos y emociones que las ex­periencias visuales despierten en él.

Además de estos programas se requiere de estrategias para mejorar las condiciones de visión y/o el incremento del tamaño de las imágenes que deben percibirse, estrategias como:

– la mejora de las condiciones de iluminación:

– el incremento del contraste.

– las ampliaciciones de la imagen.

Respecto al EOM, según HEWARD Y ORLANSKI (1991) éste debe incluirse en todo programa educativo para persona ciega o DVG.

Estos autores definen la orientación como la capacidad de una persona de establecer su posición en relación con el medio a través del uso de los sentidos y la movilidad como la capacidad de trasladarse de manera segura y eficiente de un lugar a otro,

Los programas de E.O.M, por su complejidad, han de impartirse por Técnicos en Rehabilitación Básica, especializados en ellos.

El EOM tiene tres fases (RIBERO Y RUIZ, en Bueno y Toro, 1994):

1.- Entrenamiento en habilidades y conocimientos previos, de las áreas:

Sensorial: auditiva, táctil, olfativa y cinestésica.

Cognitiva:

– Desarrollo conceptual: conceptos corporales, espaciales, medioambientales, etc

– Memoria: Resolución de problemas

– Generalización: Comprensión espacial.

Afectiva: actitudes, motivación y autoestima

Psicomotricidad: Fina y gruesa

Conductas básicas

– Atención.

– Imitación.

– Seguimiento de instrucciones.

– Conducta intraverbal.

2. Entrenamiento en habilidades formales de O-M (EOM)

Adquiridos los anteriores requisitos, el EOM se prolonga durante años, introduciendo en cada momento las técnicas necesarias para adquirir habilidades para la movilidad.

Existen técnicas de EOM con auxiliares de movilidad (guía vidente, bastón, perros guías,…) y sin ellos, tales como:

– Puntos de referencia e información para orientarse en el espacio.

– Técnicas de protección personal para un desplazamiento independiente, eficaz y seguro en un espacio determinado y en distancias más bien cortas.

– Otras: de seguimiento al tacto, localización de objetos caídos, utilización de claves sensoriales o de orientación de interiores.

3. Entrenamiento para la vida diaria (EVD)

Como en el caso del EOM se requieren los requisitos antes mencionados, antes de abordar su enseñanza.

Este entrenamiento suele hacerse metodológicamente desde un enfoque conductual con contenidos como:

– Las conductas de higiene y vestido.

– La adquisición, preparación y consumo social de alimentos.

– El cuidado del hogar.

– El uso de materiales y herramientas.

– Etc.

Caso aparte del EVD lo constituyen las denominadas habilidades sociales, cuyo entrenamiento (EHS) debe integrarse en la enseñanza general del día a día mediante estrategias de aprendizaje cooperativo en el aula y contenidos básicos como:

– Entrenamiento en conducta asertiva.

– Mejora de la expresión corporal.

– Desarrollo de habilidades de interacción social.

Técnicas de enseñanza habituales en el EHS son:

– Juego de roles (role-playing)

– Imitación.

– Modelado.

– Discusión.

– Refuerzo positivo.

– Etc.

La educa­ción del niño ciego o D.V.G. también requiere de ciertas adaptaciones (tanto específicas como inespecíficas) del currículo general.

3.b) ADAPTACIONES DEL CURRÍCULO GENERAL.

3b1.- Adaptaciones Específicas Indi­vidualizadas:

Entre las adaptaciones específicas del currículo que se dirige al niño DV.G (como ciertos prerrequisitos de O-M, las habilidades sociales…, ya comentadas) es importante la enseñanza de la lecto-escritura inicial.

La enseñanza de la lecto-escritura, requiere de adaptaciones que serán diferentes en función de que el niño pueda leer en tinta o precise del sistema Braille.

En el primer caso deben fortalecerse habilidades normalmente deficien­tes en lectura, como:

– las fijaciones ocula­res.

– las habilidades de discriminación y reconocimiento entre signos gráficos (letras y palabras).

– la exploración visual.

– la habili­dad de seguimiento visual

– la coordinación visomotriz.

– los procesos superiores de comprensión: formulación de hipótesis sobre el contenido del texto, anticipación léxica, etc., pues su buen uso facilita el procesamiento perceptivo y de unidades inferiores a las palabras (sílabas, afijos…).

Lo anterior debe com­plementarse con estrategias de aprovechamiento del resto visual: uso de auxi­liares ópticos, de ampliaciones, etc.

Cuando la lectura en tinta está impe­dida o muy limitada, la adaptación de la lecto-escritura pasa por utilizar el sistema Braille de escritura en relieve, basado en la combinación de seis puntos perceptibles al tacto.

En el sistema Braille, la lectura es más lenta y el aprendizaje de la técnica resulta más lento, en función del peso de variables determinantes como: ­

– el estímulo personal por aprender.

– la edad del inicio de la enseñanza (tan temprana como en el vidente).

– el grado de desarrollo de la percepción táctil.

– los métodos de enseñanza.

3b2.-Adaptaciones de Tipo Inespecí­fico. Serían:

a. – Adaptaciones metodológi­cas:

Los principios metodológicos generales sirven tanto para el alumno normal como para el alumno ciego o DVG, siendo específicos para éste último los basa­dos en:

– la actividad grupal, que potencien su desarrollo psicosocial.

– el aprendizaje por investigación e indagación, como son los de descubrimiento guiado o los de solución de problemas.

– el aprendizaje receptivo, respetando los principios del aprendi­zaje significativo.

b.- Adaptaciones en las diferentes áreas básicas del currículo:

Matemáticas. Suelen necesitar adaptaciones de material: calculadoras especiales: ábaco, etc, y de metodología para los aspectos topológicos, por tener los DVG mayor dificultad en su adquisición.

Dibujo. Se precisan recursos extraordinarios como:

– Líneas de relieve.

– Tablero especial con lámina de goma.

– Modelado en arcilla.

Ciencias Sociales. El ma­terial verbal presenta las mayores difi­cultades en las localiza­ciones temporales. Las localiza­ciones espaciales precisan usar ilustraciones en relieve.

Ciencias Naturales. Precisa un enfoque multisensorial con contacto directo con ob­jetos reales, materiales y organismos para “observar”. Los contenidos verbales precisan de la descripción del profesor o de un compañero.

Música. Esta área no requiere más adaptación que la del conocimiento de los códigos y signos en sistema Braille.

Lengua Extranjera. En esta área no muestran desventajas significativas con respecto a los videntes, pero es muy efectivo un método ac­tualizado de tipo “verbal-activo”, direc­to, funcional o natural”, frente a los tradi­cionales de enfoque más gramatical.

La dificultad para encontrar material en Braille debe completarse con el estudio de la cultura del país.

Educación Física. El obje­tivo básico será alcanzar la forma física, des­trezas y desarrollo psicomotor adecua­do y adquirir la orientación y la movilidad.

Los deportes han de adaptarse a las caracte­rísticas físicas y sensoriales de estos alumnos y la metodología de ense­ñanza debe combinar la descripción con la demostración táctil-kinestésica.

CONCLUSIÓN

A modo de conclusión, señalar que este tema se basa en generalizaciones sobre lo que habitualmente son las nee de un niño ciego o DVG. sin deficiencias asociadas que presenta este problema desde su nacimiento o primeros meses de vida.

De lo expresado en el contenido del tema se puede afirmar que no existen las nee del alumno DVG sino nee de cada una de estas personas cuando se enfrenta a una respuesta escolar determinada.

VI.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

– BUENO, M. Y TORO, S. (]994): Deficiencia Visual.

Aspectos psicoevolutivos y educativos. Málaga: Alji­be.

– CAID, V. (1989): Intervención educativa conniFios de baja visión. Málaga: Deleg. Prov. de la CECJA.

– FRAIBERG, S. (1987); Niños ciegos. Madrid: IN­SERSO.

– GARCIA VIDAL,J. (1993): Guia para realizar A.C.

Madrid: EOS.

– GUINEA, C. y otros (1988): La educación del niño ciego o de baja visión.

Barcelona: C.R.E. Joan Amades (ONCE).

– VV.AA. (1979): Ceguera. Orientaciones prácticas para la educación y rehabilitación del ciego.

Ma­drid: SEREM.

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