Tema 2 – Las capacidades como objetivo de la educación, sus distintos aspectos: valor intrínseco, valor propedéutico, carácter funcional en relación con la vida cotidiana.

Tema 2 – Las capacidades como objetivo de la educación, sus distintos aspectos: valor intrínseco, valor propedéutico, carácter funcional en relación con la vida cotidiana.

El fin esencial y último de la educación es “el pleno desarrollo de la personalidad del alumno” dentro de una concepción integral.

El planteamiento educativo que defiende la formulación de objetivos educativos en cuanto a capacidades señala la importancia de que los alumnos utilicen y pongan en juego la estructura de su conocimiento para llegar a asimilar lo que se propone como aprendizaje.

Esta concepción de un aprendizaje significativo influye sobre:

– el currículum convirtiéndose en mas importantes los objetivos que los contenidos.

– Y sobre el profesor, el cual ha de ser capaz de provocar el conflicto cognitivo que provoque en el alumno la necesidad de modificar los esquemas mentales que representan el mundo.

Las capacidades como objetivo de la educación

La formulación de objetivos en términos de capacidades es uno de los avances mas importantes en la Reforma Actual.

Ya desde 1970 los Objetivos Generales se expresaban en dichos términos, sin embargo existen importantes diferencias entre lo planteado en 1970 y lo planteado en la Reforma Actual (años 90).

En 1970 el modelo teórico es de tipo conductual cuya pretensión es fijar los niveles de concreción de los objetivos en conductas observables, medibles y cuantificables.

En los años 90, se parte desde un modelo cognitivo- contextual que fija los niveles de concreción de los objetivos y los orienta al desarrollo de destrezas observables, aunque no medibles y cuantificables.

En los años 70 el currículum en el que nos movemos es centralizado, cerrado y obligatorio en la práctica.

En los años 90, el currículum es abierto, descentralizado, y flexible.

En los años 70 se habla de técnicas metodológicas como prácticas de conductas para conseguir los objetivos.

En los años 90, hablamos de procedimientos o estrategias como medio para la consecución de los objetivos.

En los años 80 aparecen una serie de críticas al modelo conductual con lo que surgen una serie de alternativas.

– Eisner habla de objetivos expresivosàaquellos que describen un encuentro, identificando la situación en la cual el niño a de trabajar y el problema al que debe enfrentarse, sin especificar lo que ha de aprender.

– Bruner habla de principios de procedimiento o metas pedagógicas a un nivel amplio y variado. Finalidades pedagógicas centradas en torno al proceso de aprendizaje.

– Coll habla de intenciones educativas. La cuestión es como formular objetivos eficaces para la práctica pedagógica.

Este último autor habla de objetivos terminales. Los cuales estructura en torno a 3 bloques de contenidos:

– Aprendizaje de hechos, conceptos y principios:

o Aprender hechos y conceptos implica ser capaz de identificar, reconocer, clasificar, describir y comparar objetos, sucesos o ideas.

o Aprender un principio implica ser capaz de identificar, reconocer las relaciones entre conceptos o hechos a los que se refiere el principio.

– Aprendizaje de procedimientos:

o Ser capaz de utilizar los procedimientos en diversas situaciones y de diferentes maneras con el fin de resolver problemas y alcanzar metas fijadas.

– Aprendizaje de valores, normas y actitudes:

o Valoràser capaz de regular el propio comportamiento de acuerdo con el principio que dicho valor estipula.

o Normaà capaz de comportarse de acuerdo con la misma.

o Actitudà mostrar una tendencia consistente y persistente a comportarse de una manera determinada ante clases, situaciones, objetos, sucesos o personas.

Según el MEC, un objetivo terminal integraría un qué (contenido), un cómo (procedimiento) y un para qué (sentido del mismo objetivo).

La LOGSE formula los objetivos orientándolos al desarrollo de:

– Capacidades cognitivas o intelectuales

– Capacidades motrices, corporales o psicomotoras

– Capacidades afectivas o de equilibrio personal

– Capacidades sociales o de integración, relación e inserción social

– Capacidades de comunicación

Las capacidades o competencias que se recogen en los objetivos generales pueden manifestarse en conductas concretas que no pueden anticiparse en un Diseño Base. El énfasis, por tanto, se pone en el proceso de enseñanza y aprendizaje que se desarrolla a lo largo de toda la etapa que permite que al final de ella, el alumno haya desarrollado una determinada capacidad que le permitirá actuaciones muy diversas.

Desde los 0 a los 16 años se trabajará sobre la base de los objetivos, siendo los mismos para todas las edades al referirse a capacidades, aunque sus manifestaciones varían en cada edad al trabajar destrezas diferentes. Esto es una secuenciación de objetivos por edades, niveles y ciclos.

La evaluación de los objetivos puede ser doble: por un lado, las capacidades son evaluables a través de sus respectivas destrezas (al igual que los valores a través de sus actitudes); por otro lado, las evaluación por objetivos nos indica cómo los contenidos y los procedimientos y el uso que el alumno hace sobre ellos, pueden ser también indicadores del nivel de desarrollo de determinadas capacidades y valores.

Por ello, existen diversos niveles de objetivos generales:

– Los objetivos generales de etapa: capacidades globales que se trabajan desde todas las áreas.

– Los objetivos generales de ciclo

– Los objetivos generales de área: se expresan en términos de capacidades y añaden referencia a los contenidos como un conjunto de saberes que configuran las áreas curriculares.

Lo primero que debe hacerse es identificar las capacidades a desarrollar y sus respectivas destrezas, así como identificar los valores a desarrollar y sus respectivas actitudes, para posteriormente poder formular los objetivos generales. Estos objetivos generales están compuestos por:

– una capacidad y algunas destrezas

– y/o un valor (y algunas actitudes)

– un contenido general y/o un método general: facilitarán la consecución de las capacidades (y destrezas) y los valores (y actitudes).

Todo esto varia según el contexto o nivel para el que se quiere redactar un objetivo; esto es la secuenciación o jerarquización de objetivos o de capacidades- destrezas y valores- actitudes.

Para adquirir las capacidades formuladas en los objetivos generales de etapa y área, se programan por el profesor, en cada ciclo y curso, los llamados objetivos didácticos.

Según Coll, un objetivo didáctico es el tipo y grado de aprendizaje en relación con cada unidad elemental de contenido. Este autor hace una diferenciación entre los objetivos didácticos y los objetivos terminales, siendo estos últimos los que indican el tipo y el grado de aprendizaje en relación a cada bloque de contenido.

Los objetivos didácticos cumplen 2 importantes funciones en el proceso de enseñanza- aprendizaje, ya que por un lado sirven de guía a los contenidos y actividades de aprendizaje; y por otro, proporciona criterios para la evaluación de estas actividades.

La base de la actual formulación de los objetivos en términos de capacidades se encuentra , en parte, en varias raíces del modelo cognitivo contextual.

Podemos citar a Stenhouse, Elliot o McDonald como autores mas representativos del paradigma contextual donde las variables fundamentales a tener en cuenta en el aula son el contexto y la interacción didáctica. El modelo de profesor que se potencia es el reflexivo y técnico crítico. Se refuerza la metodología activa.

Por otro lado encontramos a Piaget, Bruner, Ausubel o Vigotsky como representantes del paradigma cognitivo, corriente que trata de redescubrir los procesos de aprendizaje. Los modelos que encontramos dentro de este paradigma siguen una doble vertiente; en unos casos se centran en los procesos de aprendizaje del alumno; mientras que en otros analizan las “formas didácticas del profesor”:

Es la síntesis contextual- cognitiva la que ha facilitado en España la elaboración de los Diseños Curriculares Base (DCB) y el desarrollo de la reforma.

En cada etapa de la educación (infantil, primaria, secundaria) se establecen tanto las intenciones educativas como el Plan de actuación.

Son las intenciones educativas las que se concretan en los objetivos generales de ciclo y posteriormente en los objetivos generales de área que se establecen a través de determinados contenidos.

Así, se establecen una serie de prioridades en cada etapa:

– en los niveles obligatorios (infantil y primaria) los contenidos son meros instrumentos para adquirir las capacidades que se deseen.

– En los niveles no obligatorios por su carácter propedéutico, los contenidos son finalidades en condiciones de igualdad con los restantes objetivos.

Por tanto, a medida que las áreas van teniendo un mayor peso y se convierten en disciplinas científicas, se convierten en prioritarios los contenidos. Por ello, las intenciones educativas se refieren a cuestiones psicopedagógicas y culturales. El desarrollo de las capacidades específicamente humanas no se produce naturalmente, sino que es necesaria la intervención de los otros.

Es por esto que, en resumen, cuando nos ocupamos de los objetivos generales de etapa como capacidades, los contenidos son un medio para conseguirlos, mientras que cuando nos fijamos en la necesidad de preservar nuestra cultura, los contenidos son fines. Estas dos funciones se recogen según la propuesta curricular del Ministerio como:

Objetivos generales de etapa: capacidades que en cada tramo educativo el niño debe alcanzar para conseguir su pleno desarrollo como ser humano.

Objetivos generales de área: capacidades que el niño debe adquirir en cada una de las áreas curriculares al finalizar el ciclo.

Carácter funcional en relación con la vida cotidiana de los objetivos

Román y Díez definen el aprendizaje funcional en una forma de aprendizaje para… Según los autores, los métodos son medios que ayudan al alumno a vivir como persona y ciudadano, dotándole de las habilidades necesarias para lograrlo.

Según el Diseño Curricular de Educación Primaria de Andalucía (1989), la funcionalidad se encuentra ligada a los conceptos de significatividad, generalización y construcción del aprendizaje.

El aprendizaje funcional está vinculado al aprender a aprender como una forma de aprendizaje y uso adecuado de estrategias cognitivas y metacognitivas, aprendizaje y uso adecuado de modelos conceptuales y como aprendizaje y uso adecuado de técnicas instrumentales (Román y Díez).

El aprendizaje funcional implica:

– la educación básica y obligatoria como preparatoria para la vida.

Es un nivel con sentido en si mismo y prepara para la vida al alumno creando y desarrollando en él conocimientos, procedimientos, actitudes y valores para ser usados por él como persona y como ciudadano.

– relativizar los contenidos a aprender y los métodos de aprendizaje como medios.

La teoría del aprendizaje significativo insiste en la necesidad de ir del hecho al concepto o del concepto al hecho, tratando de definir ambos. Lo importante del aprendizaje es que sea significativo, que posea sentido para el alumno. Los nuevos aprendizajes adquieren sentido cuando se parte de la experiencia del alumno y se reelabora con los nuevos aprendizajes, pero sobre todo cuando se aplican y se relacionan nuevamente con la experiencia personal y vital del alumno.

– El aprendizaje funcional como desarrollo de capacidades y creador de actitudes y valores, en el alumno, utilizables en la vida cotidiana.

o Como desarrollo de capacidades: (entendiendo capacidad como una habilidad general). Una capacidad para responder adecuadamente a una situación determinada.

o Como creador de actitudes y valores: permitirá que lo aprendido pueda ser utilizado en la vida ordinaria. Las actitudes y valores son vitales y sociales, no solo escolares.

Valor propedéutico de los objetivos

Tiene diversas finalidades (ESO):

– Finalidad formativa: que consiste en transmitir e inculcar los elementos básicos de nuestra singularidad cultural y formar ciudadanos responsables, críticos y autónomos que ejerzan democráticamente sus derechos.

– Finalidad propedéutica o preparatoria para continuar y afrontar estudios posteriores como universidad o bachiller.

– Finalidad terminal que proporciona una preparación para la vida activa y proporciona la madurez intelectual y humana así como habilidades y conocimiento que permiten desarrollar funciones sociales con responsabilidad y competencia.

Bachillerato. 3 finalidades educativas:

– Formativa: el bachillerato es una etapa terminal donde se establecen las capacidades para obtener una titulación única.

– Propedéutica: prepara al alumnado, dotándole de los conocimientos y destrezas necesarias para la incorporación a la vida activa y mundo laboral.

– Orientadora: se proporciona una orientación lo mas completa posible entre las distintas alternativas y salidas profesionales.

Bibliografía

Coll, C: Psicología y currículum. Una aproximación psicopedagógica a la elaboración del currículum escolar, Laia, Barcelona, 1987

Rey y Santamaría: El proyecto educativo en el centro, Escuela Española, Madrid, 1992

Romás y Diez: Currículum y enseñanza, EOS, Madrid, 1994