En primer lugar debemos preguntarnos que entendemos por NEE o ACNEE. El concepto de ACNEE, hasta no hace mucho llamado NEE y popularizado por el informe Warnock en el año 1978, introduce una nueva concepción de la Educación especial. Bajo esta concepción y al denominar al alumno ACNEE, se pone énfasis en la respuesta educativa en término de necesidades y no en sus limitaciones, desechando el modelo clínico y dando la importancia que merece el modelo ecológico.
Es por esto, que se ha ampliado esta definición a situaciones con desventaja por proceder de minorías étnicas o grupos sociales desfavorecidos. El concepto es un término complejo y difuso que tiene varias lecturas, una lectura normalizadora, evita la discriminación y carga peyorativa asociada a términos negativos como (cito entre comillas) “deficiente o subnormal” y un sentido amplio pues hasta un 20% de la población escolar tienen en algún momento una D.A. Así podemos señalar que una alumno tiene NEE, si tiene DA mayores que el resto de los alumnos, las cuales le impiden alcanzar el currículo determinado según su edad, de manera que para compensar dichas dificultades necesitan adaptaciones significativas y/o de acceso, definición según el Centro nacional de recursos educación especial.
Según la LOE, título II, capítulo I, articulo 73, se entiende por alumno que tienen necesidades educativas especiales aquel que requiera por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas especificas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta.
Además recuerdo al tribunal, que el término NEE viene reconceptualizado por la LOE por el término Necesidad Especifica de Apoyo Educativo o NEAE, concretando en la sección I alumnos con necesidad educativa especial, en su sección II alumnos con altas capacidades y en la sección III de integración tardía al sistema educativo.
La consideración de que un alumno tiene NEE, empieza no sólo cuando tales dificultades son mayores que el resto de sus compañeros, sino cuando el profesorado ha agotado todos los recursos ordinarios a su alcance para responder y por tanto necesita una respuesta educativa especial, es decir, extraordinaria.
Los principios generales que implican la asunción por parte del equipo de la atención a los ACNEES son:
– Atención a la diversidad: supone contemplar la diferencia individual y ajustar la respuesta educativa a todos.
– Igualdad de oportunidades: dar a todos los alumnos diferentes recursos que les permitan alcanzar los mismos objetivos.
– Escuela comprensiva: implica ofrecer una educación común a los alumnos y de calidad.