0. INTRODUCCION
Comenzaré el tema destacando que la atención y consideración que por parte de la sociedad se ha prestado a las personas que presentaban algún tipo de discapacidad (física, psíquica o sensorial) ha estado en permanente cambio a lo largo de la historia, experimentando importantes y sustanciales transformaciones. Existen muchos indicadores que confirman la existencia de estos cambios.
En este sentido se puede afirmar que, al menos en la cultura occidental, se ha pasado de la era de la institucionalización, predominante desde el siglo pasado a la primera mitad del actual, a la era de la normalización propia de las dos últimas décadas de este siglo. Estas dos etapas responden a una actitud determinada que se corresponde con dos modelos: el médico y el pedagógico, respectivamente.
En el tema, expondré los antecedentes de la EE. posteriormente analizaré estas dos etapas, sus modelos y los momentos de transición, entre ambas. Terminaré, concretaremos los principios que regulan la Educación Especial en la actualidad, el principio de normalización y el de integración, así como es la EE en algunos de los países europeos y los rasgos peculiares que han caracterizado la evolución de la EE en España
1. EVOLUCION DE LA EDUCACION ESPECIAL EN EUROPA: DE LA INSTITUCIONALIZACION DE LA EDUCACION ESPECIAL A LA NORMALIZACIÓN
1.1. Un poco de historia
Si hacemos un recorrido por la historia de las civilizaciones y nos remontamos a la Antigüedad Clásica, conocemos por el tratamiento que reciben, la existencia de seres que no merecen vivir y que son arrojados por el Monte Taigeto en Esparta o la Roca Tarpeia en Roma. No obstante, ya en el Libro Santo de los judíos, el Talmud una cierta respuesta a la diversidad: “No equipareis al sordo y al mudo en la categoría de los idiotas o de aquellos individuos de irresponsabilidad moral, porque pueden ser instruidos y hechos inteligentes.”
En la Edad Media, aquellos que eran considerados anormales, eran olvidados, rechazados e incluso temidos. Se va configurando así un concepto de la anormalidad y del defecto que conduce al rechazo social, al temor y hasta la persecución, por confundirlos con locos, herejes, embrujados, delincuentes…
El paso al Renacimiento trae consigo un trato más humanitario hacia el colectivo de personas marginadas en general. Desde las órdenes religiosas se da un paso adelante al considerar a los deficientes como personas, si bien mas con los deficientes sensoriales que con los mentales.
Hasta prácticamente el siglo XVIII no podemos hablar de la existencia de una educación especial propiamente dicha. Los deficientes estaban condenados a la mendicidad, a la miseria y, en muchos casos, a la muerte. Pero esta situación generalizada no impide que aparezcan iniciativas particulares de atención educativa al niño deficiente, y así la educación de los sordos aporta las primeras iniciativas en el campo de la educación especial. Ponce de León escribe un libro sobre la educación de los sordos. Pablo Bonet es el autor de: “La reducción de las letras y el arte de enseñar a hablar a los mudos”. Ambos proponen como métodos para la educación del niño sordo los métodos orales puros. En este siglo, L’Epee funda una escuela para sordomudos, de carácter público, que posteriormente se convertiría en el Instituto Nacional de Sordomudos en Francia e inventa el lenguaje de los gestos. Su influencia fue decisiva para el cambio de la enseñanza de sordos, que pasa a ser de privada a pública.
En el siglo XVIII destacamos las siguientes iniciativas en otras áreas de la Educación Especial:
a) Valentín Hüay funda en París la primera escuela para niños ciegos. Un alumno de esta institución fue Luis Braille el inventor el alfabeto que lleva su nombre.
b) El hallazgo de un niño salvaje en el bosque de Aveyron dio lugar a que Gaspar Itard diseñara un programa educativo para este tipo de casos. Aunque Itard no logró convertir a Víctor en una persona normal, demostró que un programa sistemático de entrenamiento era efectivo en algunos aspectos. Seguin, discípulo suyo, publicó el primer tratado sobre deficiencia mental, cuyo objetivo es el desarrollo de habilidades motoras y, fundamente las manuales.
1.2. El período de la institucionalización.
La forma en que la sociedad se plantea y concibe los derechos de las personas “diferentes” condiciona el tipo de respuesta a las necesidades que aquellas planten a lo largo de su vida, ya sean sanitarias, educativas, sociales, rehabilitadoras, culturales, etc. Asimismo, en la medida en que los marcos conceptuales entran en crisis y evolucionan, se producen cambios y transformaciones en dicha respuesta.
Por otro lado, estos cambios han sido progresivamente recogidos en la legislación básica y en la normativa administrativa, que, en general, ha sido siempre reflejo de la ideología en un momento histórico determinado
A grandes rasgos se pueden identificar dos grandes etapas:
· Etapa de la Institucionalización
· Etapa de la Normalización.
Desde principios de este siglo se han venido produciendo nuevos descubrimiento, tanto en la Psicología como en las Ciencias de la Educación que han significado importantes avances en la tarea educativa y formativa. Freud, Paulov y Piaget, sus teorías, las transformaciones y cambios en el ámbito educativo han ido produciendo cambios paulatinos en pequeñas etapas en la educación. Por tanto, no es de extrañar que la Educación Especial haya seguido su mismo camino.
La nueva concepción educativa contrasta con la que se ha venido desarrollando hasta hace poco tiempo, y que tiene su origen a principios de siglo XIX.
Es durante ese siglo, el XIX, cuando nace la Educación Especial época caracterizada por la ignorancia y el rechazo hacia los sujetos excepcionales. Se inicia en este período la institucionalización especializada de las personas con deficiencias. En este momento la sociedad toma conciencia de la necesidad de atender a este tipo de personas, aunque tal atención se concibiese en un principio más con un carácter asistencial que educativo. Las ideas imperantes eran que había que proteger a la persona normal de la no normal, ya que se consideraba a ésta como un peligro para la sociedad. Por tal motivo se desarrolla la idea de hay que separar al deficiente del resto de la sociedad, y por tanto se le segrega y discrimina.
Se crean instituciones y en ellas se alojaban personas con discapacidades heterogéneas. Realmente no se distinguía a las personas con retraso mental de los enfermos mentales. Heredaban del siglo XVII la mezcla de ciegos, sordos, vagos, prostitutas, locos, retrasados mentales. Hasta primero del siglo XX, no se separaron en España los locos de los retrasados mentales
Los inicios del siglo XX se caracterizan sobre todo por la creación de instituciones. En estas instituciones, las personas sordas y ciegas recibían una atención más acorde con sus características,
A partir del ano 1900, y con la difusión y ampliación de la edad de la escolarización en la población, se va haciendo cada vez más patente la existencia de unas minorías que teman dificultades en seguir el ritmo normal de sus compañeros.
Ya no serán las grandes minusvalías que se habían detectado antes. Eran chicos con conductas anómalas, que no aprendían a leer, ni conseguían las nociones elementales de cálculo. Se les mantenía en las aulas, pero los niños que iban llegando les sobrepasaban, estos niños suspendían con frecuencia y se iban quedando fuera de las escuelas. Se empezó a comprender que incluso aquellos niños tenían capacidad de aprender dentro de sus límites y empezaron a surgir las escuelas de educación especial y con ellas, la figura del profesor de educación especial.
Esta era de la institucionalización está atravesada por una profunda ambigüedad que implican limitaciones y deficiencias:
· Por un lado, se tiende a segregar a estos sujetos de la sociedad en que viven porque se perciben como amenaza, sin que se reconozcan sus derechos, ni sus posibilidades para llevar una vida “normal”.
· Por otro lado, esa segregación se entiende como beneficiosa para los propios sujetos excepcionales, puesto que en la institución se les puede prestar más atención, asistencia.
Los hitos fundamentales de la historia de la Educación Especial en esta etapa de la institucionalización fueron:
1. Los intentos de encontrar métodos de tratamiento como los llevados a cabo por Esquirol, Itard, Seguin o por Voisin.
2. La actividad incansable de los reformadores sociales, como Dorothea Dix, de clérigos y médicos, como Howe y Wilbur, que impulsan el movimiento de institucionalización.
3. La aparición de asociaciones profesionales, como la American Association of Instructors of the Blind, la American Association of Mental Deficiency y sobre todo el Council for Exceotional Children que más tarde iniciará la publicación de una revista. “Exceptional Children”.
4. El desarrollo científico y técnico permite disponer de métodos fiables de evaluación y tratamiento médico.
Esta situación de segregación se va a prolongar hasta mediados del siglo XX, y entre los motivos que llevan a dicha segregación cabe destacar:
a) La existencia de actitudes negativas hacia los deficientes
b) EI uso y abuso de la psicometría desde comienzos del presente siglo
c) La opinión extendida de considerar al deficiente como un elemento perturbador de la sociedad.
d) La paralización del desarrollo de los servicios sociales como consecuencia de las dos Guerras Mundiales.
1.3. Momentos de transición entre las dos etapas principales: (Etapa de la educación especial en Centros específicos)
El siglo XX, se caracteriza por el inicio de la obligatoriedad y la expansión de la enseñanza elemental, detectándose que muchos alumnos, especialmente los que estaban afectados por distintas deficiencias (sensoriales, físicas, mentales…) tenían grandes dificultades para seguir el ritmo normal de clase respecto a los compañeros de su misma edad. En este momento es cuando surge la constatación de diferencias individuales surgiendo una nueva rama de estudio educativo: La Pedagogía Diferencial, centrada en los primeros momentos en una educación especial institucionalizada, basada en los niveles de capacidad intelectual y diagnosticada en términos de cociente intelectual.
En esta época se multiplican las clases especiales y las clasificaciones de los niños según etiquetas. Los centros se multiplican y se diferencian en función de las distintas etiologías: ciegos, sordos, deficientes mentales. Estos centros especiales y especializados desarrollaban programas y planes de estudio diferentes a los que se estaban impartiendo en los centros ordinarios. El currículo educativo era diferente, los programas, las técnicas y los recursos eran también diferentes. Esto conlleva a que el objetivo de los centros no sea asistencial, sino educativo. El niño deficiente puede ser educado y puede aprender. Estos centros van especializándose en función de los tipos de discapacidades que atienden (ciegos, sordos, deficientes mentales, etc…) Por ello asistimos a la proliferación de centros específicos con características diferentes, según el tipo de discapacidad. Empezaba así la educación segregada. Entre los factores que ayudan a la proliferación de este tipo de centros destacamos los siguientes:
– La aparición de la Psicología como disciplina científica.
– El desarrollo de una nueva rama de la Psicología preocupada por la medición de la inteligencia, la Psicometría.
– La excesiva individualización de la enseñanza
1.4. Normalización
Al terminar la Segunda Guerra Mundial y reemprender los programas de servicios sociales “aparcados” en las décadas anteriores, se continúo construyendo grandes centros para personas con deficiencias. Esta política era comúnmente aprobada por la comunidad, incluidos los profesionales, al considerarla como un progreso en la atención a los deficientes. España se movía también en esta dirección, sí bien con mas lentitud y algunos años de retraso. En los años sesenta se dan un conjunto de circunstancias que vienen a cuestionar la calidad de los servicios prestados a las personas con deficiencia proponiendo prácticas alternativas, basadas en los principios de normalización e integración.
Factores determinantes:
En la década de los años 60, son diversos los factores que influyen para cuestionar la práctica educativa que se venía desarrollando con los alumnos deficientes en las instituciones creadas expresamente para ellos, entre los que se destacan:
1. El desarrollo del asociacionismo de padres, asociaciones de deficientes, voluntarios en general. Estos movimientos organizativos reivindica un lugar en la sociedad para la persona con deficiencias.
2. La progresiva implantación de otros modelos de servicios dirigidos a la persona deficiente, ofrecidos por la comunidad y no en instituciones separadas.
3. Los programas de atención se plantean como servicios totales, procurando la integración de los deficientes en la comunidad, mediante sistemas de servicios personalizados, sectorizados y coordinados.
4. La toma de conciencia por parte de la sociedad de la baja calidad y la deshumanización existente en las grandes instituciones para deficientes
5. Las investigaciones sobre las actitudes negativas de la comunidad hacia los sectores sociales marginados
6. Los avances en determinadas ciencias: Biología, Psicología, Medicina, Pedagogía,… posibilitaban expectativas mas optimistas respecto a la capacidad de aprendizaje y desarrollo de las personas deficientes.
7. Las declaraciones de los derechos del hombre, del niño y del deficiente mental, en particular.
8. El reconocimiento del derecho de los deficientes a recibir una educación
financiada con fondos públicos.
9. Los nuevos principios e ideales a la hora de abordar la atención a sujetos con deficiencias: los principios de normalización, integración, sectorización e individualización.
Así a principios de los 60, Dinamarca incorpora en su legislación educativa el concepto de normalización, entendido como “la posibilidad de que el deficiente mental desarrolle un tipo de vida tan normal como sea posible”. Como consecuencia de la generalización de este principio, se produce en el campo educativo el cambio de prácticas segregadoras a prácticas integradoras.
2. DEL MODELO MEDICO-CLINICO AL MODELO PEDAGOGICO
El problema de los sujetos con necesidades educativas especiales, difícilmente podrá entenderse si se desconoce su evolución histórica, es decir, el modo en que ha ido siendo tratado en las últimas décadas. El cambio de un modelo a otro debe ser considerado dentro de la evolución que la educación, la psicología, la medicina ha experimentado en las últimas décadas.
2.1. Modelo Médico
El modelo médico, se basa en la explicación de las necesidades educativas especiales, en aquel momento denominadas “deficiencias” a causas orgánicas. Según este modelo las deficiencias tienen una causa biológica siempre innegable aunque a veces oculta. De esta manera se considera que el sujeto deficiente presenta una pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.
Al modelo medico le interesa saber las alteraciones que presenta el sujeto y de que tipo son: neurológicas, fisiológicas, psicológicas…, le interesa saber las alteraciones del desarrollo y le interesa saber la maduración que son las que hacen que un sujeto requiera una atención especial.
Desde esta perspectiva, la intervención se queda en una enumeración de alteraciones añadiendo muy poco a la labor rehabilitadora que es la que importa.
Las consecuencias del uso del modelo médico perduran hoy en día todavía. El uso de este modelo se extendía tanto a la valoración (conocida como diagnóstico) de cualquier problema de retraso en el desarrollo como a la orientación y “tratamiento”.
Desde el punto de vista de la valoración, conlleva la utilización de instrumentos estandarizados, fundamentalmente los “tests” de escasa o nula relación con el contexto donde el sujeto desarrolla su vida y su educación y conducen a alguna categoría acuñadas al efecto. La categorización en base a los déficits, el “etiquetaje” de las personas con la pretensión de dar a “conocer” el origen y las causas de los posibles transtornos, ha tenido y tienen en algunos casos aún unas profundas consecuencias en la educación especial.
El modelo médico, trataba las deficiencias desde la perspectiva de la enfermedad y la curación. Ante los limitados progresos en la recuperación de los afectados, se fue generalizando una actitud que consideraba prácticamente irrecuperable al deficiente. Las consecuencias de considerar al deficiente como un enfermo fueron:
– El enfermo cae dentro de la jerarquía médica. Los doctores y enfermeras supervisan su vida en los aspectos médicos y no médicos.
– El enfermo debe residir en un hospital. Nunca se identificará su lugar de vivienda como una casa.
– Se hablará de ellos como pacientes.
– Su biografía se entenderá como un historial clínico.
– A su programa de vida se le llamará tratamiento
– Al trabajo que realizan se le llamará terapia industrial
– Su tiempo de ocio será considerado como terapia recreativa
– La escuela se denominará terapia educacional.
– Se les protegerá como enfermos, impidiéndoles que asuman la dignidad de arriesgarse.
No solamente son tratados como enfermos sino como permanente niños. Como consecuencia de esto:
– Los muebles son más duros de los normal, los cristales son irrompibles, las puertas se cierran con llave.
– Separación absoluta por sexos.
– Las decisiones más mínimas que toman los seres humanos en sus casas, no las podrán tomar en las instituciones. La luz se apaga a una hora fija, las duchas son a la misma hora…
– Los programas que se les organiza, aunque sean para adultos y adolescentes, tendrán contenido infantil. Se pone énfasis en la diversión y no en programas educativos propiamente dichos.
2.2. El Modelo Pedagógico: La normalización de los servicios
El modelo educativo esta presidido por el principio de normalización. Esta etapa plenamente educativa, que arranca en nuestro país a mediados de los años sesenta, afirma que debe abordarse desde los principios de normalización y sectorización.
Hoy en día los países mas avanzados han abandonado la política de “lo especial” y apuestan a favor del principio de normalización en la concepción y provisión de los servicios, y entre estos la educación, para las personas con algún tipo de minusvalía.
En realidad, el modelo psicopedagógico es hacia el cual se tiende en estos momentos, presentándose como la única alternativa eficaz para la educación, rehabilitación y modificación de la conducta de los sujetos con necesidades educativas especiales.
El modelo psicopedagógico concibe a los sujetos con necesidades educativas especiales como sujetos a los cuales hay que ajustarles los tratamientos educativos para que estos puedan llegar al desarrollo máximo personal. Según este modelo todo sujeto es educable y por tanto se podrá intervenir en unas áreas y otras dependiendo de las necesidades que presente (más temporales o más permanentes)
De este modelo se desprende toda concepción nueva de la Educación Especial, del sujeto con necesidades educativas especiales y de las estrategias educativas más adecuadas a los sujetos con tales necesidades: las Adaptaciones Curriculares.
En definitiva el modelo educativo o pedagogico supone:
1. El interés del proceso educativo se pone en el contexto escolar y no solo en el alumno con deficit
2. Las necesidades educativas son valoradas por los profesionales educativos y no por los test
3. El interés se pone en la situacion de aprendizaje y no en las capacidades
4. La responsabilidad del progreso de los aprendizajes la tiene el profesor tutor en coordinacion con otros profesionales.
5. La respuesta educativa hace referencia al currículo ordinario
2.3. Cambios en el concepto de educación especial
Hace años, la educación especial se centraba en el estudio de las deficiencias específicas, en las carencias personales y su tratamiento, en la homogeneización de los centros para la educación y en función del déficit psíquico, físico, sensorial…
En estos momentos estos aspectos no se abandonan, pero quedan situados en el ámbito médico y/o psicológico, hoy la educación hace mayor hincapié en proporcionar a los diferentes sujetos los recursos de todo tipo (personales, materiales) que precisen para su desarrollo individual y social alcanzando los objetivos propuestos.
Estos cambios se reflejan en la evolución que el concepto de educación especial.
La Educación Especial se ha considerado tradicionalmente una modalidad de enseñanza al margen del sistema educativo ordinario. En ella se escolarizaban a niños con deficiencias con la creencia de que éstos tenían dificultades insalvables para incorporarse a los centros ordinarios y seguir el curriculum de todos los alumnos.
Hoy en día se entiende la educación especial como “la disposición, organización y aplicación de los recursos educativos para que todos los alumnos sean cuales fueren sus dificultades y necesidades educativas personales, lleguen a un óptimo desarrollo individual y social“.
Así la Educación Especial busca dos metas que antes no se tenían en cuenta:
1. Conseguir el entorno menos restrictivo posible al alumno con lo cual no puede quedar excluido de la participación en recursos y actividades normalizadas.
2. Diversificar todo lo preciso la respuesta escolar ante las necesidades particulares que plantea el alumnado.
Partir del concepto básico de esta definición, implica generalizar los objetivos escolares a todo el alumnado, de modo que, realizando las adaptaciones curriculares de cualquier tipo, en función de los sujetos y sus necesidades educativas especiales, lleguen a conseguir cada uno en nivel, un rendimiento satisfactorio. Se proclama por tanto una escuela abierta.
En esta nueva concepción, se supera, el concepto tradicional de Educación especial recogido en la Ley de Integración Social del Minusvalido en donde se la definía como “proceso integral, flexible y dinámico de las orientaciones, actividades y atenciones que en su aplicación individualizada, comprende los diferentes niveles y grados de sus respectivas modalidades y que se requieren para la superación de las deficiencias e inadaptaciones para conseguir la integración social”.
2.4. Principios que rigen la educación especial
Los principios que rigen los cambios que se están produciendo en la educación especial son dos fundamentalmente:
· El principio de Normalización
· El principio de Integración o Inclusion
a) Normalización
Normalizar implica regularizar todos los aspectos para conseguir de los sujetos con dificultades especiales, una forma de vida lo mas normal posible y lo mas parecida a la habitual u ordinaria de cualquier persona.
Para Bank Mikkelsen, la normalización consiste en “la posibilidad de que el deficiente mental desarrolle un tipo de vida tan normal como sea posible”.
Con posterioridad, Bengt Nirje, define el principio de normalización como “la introducción en la vida diaria del subnormal de unas pautas y condiciones lo más parecidas posible a las consideradas como habituales en la sociedad”.
El concepto de normalización es global, es un programa de vida para conseguir un objetivo: disminuir los aspectos diferenciales de las personas con discapacidad y realzar las similitudes.
Normalización significa asimismo, experiencias normales de desarrollo durante el ciclo de la vida así como el tener la posibilidad de una serie de elecciones, anhelos y deseos respetados y considerados.
Este concepto no utiliza la expresión “normalización de la persona” sino “normalización de las condiciones de vida”. En este sentido la aplicación del principio de normalización no convertirá a la persona retrasada en normal, pero hará sus condiciones de vida tan normales como sea posible. Normalizar es aceptar a las personas deficientes tal y como son, ofreciéndoles los servicios de la comunidad para que puedan alcanzar el máximo desarrollo de sus posibilidades y vivir una vida lo mas normal posible
Principios de normalización:
Para conseguir poner en marcha y desarrollar el principio de normalización se pueden seguir una serie de principios, denominados, principios de normalización. Estos son:
1. Partir de una buena base ideológica
2. Partir de una integración física
3. Contar con la existencia de servicios adecuados para atender al sujeto con necesidades educativas especiales.
4. Asegurar la posibilidad de elección de los medios y alternativas menos restrictivas
5. Contar con la suficiente flexibilidad administrativa
6. Conseguir la eliminación de todo “encasillamiento”, de toda “etiqueta”
7. Reconocer la dignidad del discapacitado como persona.
En el campo educativo las consecuencias más directas del principio de normalización afectan, por un lado, al contexto en que se desarrolla la acción educativa y, por otro, al proceso y a los propios contenidos de la educación. El principio de normalización, puede y debe aplicarse a toda persona afectada por cualquier tipo de deficiencia y también a sectores y grupos minoritarios y marginados.
La normalización significa, en primer lugar, poner al alcance de todos los deficientes unos modos de vida y unas condiciones de existencia diarias, lo más similar posible a las circunstancias normales y al tipo de vida de la sociedad a la que pertenecen. En segundo lugar, la normalización significa dar a la sociedad la ocasión de conocer y respetar a las personas con deficiencias, cuestionando mitos y reduciendo temores que, en otros tiempos, llevaron a marginarlos socialmente. En nuestro país, el principio de normalización es recogido en la Ley de Integración social del Minusválido desarrollándose en el Real Decreto de Ordenación de la Educación Especial.
El principio de normalización, introduce otro importante principio el de la integración escolar, y da pie a un nuevo concepto de educación especial.
b) Integración
Normalización e integración son conceptos estrechamente relacionados, si bien tal relación puede entenderse de formas muy diversas.
La normalización conlleva la integración de las personas con deficiencias en el medio social. Si los deficientes viven, trabajan, se educan y se divierten, exclusivamente con otros deficientes, resultara prácticamente imposible que aprendan a convivir en la sociedad. Por otra parte, tampoco la sociedad aprenderá a aceptar a estas personas como un ciudadano más, con sus derechos y obligaciones.
La integración social compete a toda la sociedad, y no solo a quienes conviven más de cerca con las personas deficientes, como familia, profesores y demás profesionales. Es necesario y urgente un cambio de actitudes en la comunidad; una forma más positiva de pensar, sentir y comportarse ante las personas con deficiencias.
Niveles de inclusión o integración:
Según el principio de normalización, se ha de procurar poner a disposición de todas las personas con deficiencias, unas condiciones y unas formas de vida que aproximen lo más posible a las circunstancias y al estilo de vida normales en la sociedad. Por tanto, en los primeros años de vida, será obligada la integración familiar, y en la edad escolar la integración escolar. Pero la integración social no se limita a la integración familiar y escolar, si bien ambas son absolutamente imprescindibles.
El Instituto de Ciencias del Hombre en 1980 señaló los siguientes niveles de integración.
· Integración física: implica cubrir las necesidades de seguridad en un medio determinado: escuela, fabrica, casa, calle…
· Integración funcional: supone que la persona, pueda utilizar los instrumentos habítales precisos para la vida en los diferentes entornos aludidos.
· Integración personal: es precisa, para satisfacer necesidad de aceptación y afecto en la relación personal dentro de la familia, la amistad los compañeros, los profesores…
· Integración social: tiende a asegurar la dignidad y el respeto que se debe a toda persona como integrante del grupo social. Igualmente, debe proporcionar posibilidades de actividad y responsabilidades para todos en la sociedad en que viven.
Integración escolar:
La integración escolar es una consecuencia obligada de los principios de normalización e integración cuando se trata de una persona con deficiencias en edad escolar. La escuela, como institución social tiene como objetivo, promover el desarrollo físico, intelectual, afectivo, moral y social de la persona, al mismo tiempo que le facilita la integración en la sociedad como miembro activo y participativo de la misma. Y estos son objetivos a lograr con todos los alumnos.
La educación del alumno con deficiencia independientemente del tipo que sea, no puede constituir un sistema al margen y separado del sistema ordinario de educación. Ello supondría mantener instituciones segregadoras. Por el contrario, se ha de ofrecer a todo el alumnado los recursos (personales, materiales, ambientales, didácticos) y ayudas que necesiten, según sus rasgos y características diferenciales.
La integración por tanto, supone un cambio radical de las condiciones en las que tiene lugar el proceso educativo de los alumnos con minusvalía respecto a las etapas anteriores. Este cambio no debe referirse únicamente al escenario, aunque si sería ya un avance, sino que abarca al conjunto de elementos que intervienen en dicho proceso: objetivos, contenidos, organización, interacción profesor-alumno y entre los compañeros, evaluación…
En consecuencia, la escuela debe ser capaz de adaptar la respuesta educativa a las características individuales, y por tanto diferenciales, de los alumnos, y entre estos las de aquellos que presentan algún tipo de problema en su desarrollo. Hasta donde sea posible, las personas con alguna alteración sensorial, física, mental… deberán compartir el proceso educativo junto con sus compañeros de barrio, ciudad o pueblo.
5. LA INTEGRACIÓN ESCOLAR EN ALGUNOS PAÍSES EUROPEOS:
La integración escolar es una práctica educativa ampliamente extendida por los piases europeos. En todos ellos existe una tendencia clara a la educación especial integrada, aunque se encuentren en distintas fases y existan grados o niveles de integración variados. Nos centraremos en los países europeos: Francia, Inglaterra, Italia y Suecia.
Francia: El movimiento integrador, surgió en Francia como una respuesta ante la evidencia de los fracasos escolares y las critica a la atención de los alumnos-deficientes en centros asistenciales. Así en 1975 la Ley de Orientación preconiza el recurrir con preferencia a la integración individual en clases ordinarias y si esto no es posible a soluciones de externado. La Ley plantea, asimismo la gratuidad de educación especial y las formas de financiación de la misma.
Su sistema educativo es flexible y articulado en una gama de soluciones algunas de las cuales son de integración. Se reconoce la importancia de los servicios y apoyos a los alumnos, con necesidades educativas especiales dentro y fuera del centro.
Inglaterra: Durante el siglo XIX la educación de los decientes tanto sensoriales como físicos y mentales, se llevaba a cabo por organismos y asociaciones voluntarias. En 1944 los deficientes fueron por primera vez incluidos en una Ley de Educación dándose el primer paso hacia la integración escolar.
En 1978, sale a la luz el informe Warnock que inspiró la Ley de Educación de 1981. En ella se dispone que las Autoridades Locales proporcionen la educación precisa a los niños con necesidades educativas, especiales, requiriendo servicios de educación especial para dar respuesta a estas necesidades.
Italia: Las propuestas de soluciones a los problemas de los deficientes se encuadran en el marco de dos tendencias fundamentales. La primera de ellas, que se puso de manifiesto desde los principios de siglo al final de los 60, consistió en identificar las diferencias en el seno de la población, segregando posteriormente a los individuos diferentes en establecimientos en régimen de internado y en hospitales. Estos internados, creados en muchas ocasiones por asociaciones privadas, han servido sobre todo para garantizar la reclusión del deficiente sin responder a sus necesidades.
Sin embargo, esta política de segregación empezó a ser cuestionada desarrollando una tendencia integradora. Con ella surge la decisión de cerrar las instituciones especializadas para deficientes. Hoy en día la legislación italiana reconoce la integración de forma generalizada.
Suecia: La promulgación de la Ley de Normalización aprobada por el Parlamento en 1968 trajo como consecuencia una profunda renovación del sistema educativo y social en este país. Se estableció una nueva toma de conciencia sobre la necesidad de hacer más normales las condiciones de vida del deficiente, el derecho a la diferencia y la integración del mismo en la sociedad.
Sobre las bases de Normalización e Integración se establece actualmente el marco educativo del deficiente en Suecia.
CONCLUSIÓN
El informe Warnock (1978) dio un giro al concepto de la educación especial con la introducción de necesidades educativas especiales. Así, la educación especial no se concibe como la educación de un tipo de alumnos, sino que se refiere al conjunto de recursos personales y materiales puestos a disposición del sistema educativo para que este pueda responder adecuadamente a las necesidades que de forma transitoria o permanente presentan algunos alumnos.
Los nuevos enfoques que vive la educación especial tratan de adoptar una serie de posiciones con relación a la diversidad humana, fundadas en una visión no marginadora ni segregadora, de respeto a esta diversidad y con la preocupación de responder adecuadamente a las diferencias personales.
Los principios educacionales fundamentales para atender a la diversidad de alumnos son los de integración, normalización, sectorización e individualización. Bajo esta óptica, la respuesta educativa al alumno con NEE he de tener en cuenta la especificidad de sus necesidades, y se facilitará en un entorno educativo lo más ordinario y lo menos restrictivo posible.
BIBLIOGRAFIA