INTRODUCCIÓN
Entre el alumnado con n.e.e. que podemos encontrar en las aulas ordinarias figuran los alumnos con deficiencia motora. Tal como recoge la LOE (2/2006, de 3 de Mayo) en el Título referido a la “Equidad en Educación”, la escuela debe dar respuesta en igualdad de condiciones a este alumnado de manera que se garantice su máximo desarrollo posible.
Se establece la atención a la diversidad como principio fundamental que debe regir toda la enseñanza, con el objetivo de proporcionar a todo el alumnado una educación adecuada a sus características y necesidades.
GUIÓN
Para una mejor comprensión del tema lo estructuraré en tres grandes epígrafes:
– En primer lugar hablaré de LAS NEE DE LOS ALUMNOS/AS CON DEFICIENCIA MENTAL, haciendo una breve referencia al concepto de n.e.e, al concepto de DM y su clasificación y a las n.e.e más frecuentes en estos alumnos.
– A continuación me centraré en ASPECTOS DIFERENCIALES EN LAS DISTINTAS ÁREAS DEL DESARROLLO.
– Y finalmente expondré LA IDENTIFICACIÓN DE LAS NEE DE ESTOS ALUMNOS.
1. LAS NEE DE LOS ALUMNOS/AS CON DEFICIENCIA MENTAL
1.1 Concepto de NEEs
La LOGSE ha sido la que ha introducido en el ordenamiento jurídico el término de NEE como alternativa, en el ámbito educativo, a los de deficiente, disminuido, inadaptado, discapacitado o minusválido (supone un cambio sustancial respecto a legislaciones anteriores). Partiendo de la concepción de que todo el alumnado precisa a lo largo de su escolaridad de diversas ayudas pedagógicas para asegurar su educación, se consideran NEE las de los alumnos que de forma complementaria, requieren otro tipo de ayudas menos usuales ya sea temporal o permanentemente.
En nuestro país el CNREE se adscribió a las aportaciones del Informe Warnock (1978) y propuso la siguiente definición:
– “Un alumno tiene NEE, si por cualquier causa, tiene dificultades de aprendizaje, mayores que el resto, para acceder a los aprendizajes que se determinan en el currículo que le corresponde por su edad, de forma que requiere, para compensar dichas dificultades, adaptaciones de acceso y/o adaptaciones significativas en varias áreas de su currículo”.
Otros autores como Vidal y Manjón (1993) propone que:
– El concepto de NEE posee un carácter interactivo ya que las causas de las dificultades no están sólo en el alumno sino que están en relación con las deficiencias del entorno. Por tanto, una necesidad educativa será especial si las necesidades educativas personales de un sujeto desbordan la planificación educativa existente.
– Las NEE tienen un carácter dinámico o cambiante, pues varían tanto con la evolución del alumno como con la modificación del programa educativo que se esté aplicando.
– Las NEE se pueden definir respecto a dos elementos: los recursos necesarios para responder a las mismas, las modificaciones necesarias en el currículo.
– El concepto de NEE no posee un carácter descriptivo ni clasificatorio, es decir, no implica la existencia de determinadas categorías de individuos que presentan NEEs o no, sino que cualquier alumno puede presentarlas en función directa del contexto educativo en que se encuentre.
– La evaluación de las NEE debe permitir analizar potenciales de aprendizaje y desarrollo y al tiempo, valorar los recursos y medios que son precisos, el emplazamiento escolar más adecuado y las adecuaciones del currículo que son necesarias.
LOCE (2002):
Añade una nueva denominación “necesidades educativas específicas” en la que se incluyen:
– Alumnado extranjero.
– Alumnado superdotado intelectualmente.
– Alumnado con necesidades educativas especiales: discapacidades físicas, psíquicas, sensoriales, graves trastornos de la personalidad o de conducta.
LOE (2006):
Sustituye el término de alumnos con necesidades educativas específicas que acuñó la LOCE por el de “alumnado con necesidad específica de apoyo educativo”. Y dice que:
“Las Admón. educativas dispondrán los medios necesarios para que todo el alumnado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional, así como los objetivos establecidos con carácter general en la presenta Ley (art. 71.1)”.
“Corresponde a las Admón. educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado (art. 71.2)”.
Incluye tres grupos de alumnos que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria:
– Alumnado que presenta NEE: son aquellos que requieren, por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados a apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta (73).
o Su escolarización se regirá por los principios de normalización e inclusión y asegurará su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y la permanencia en el sistema educativo, pudiendo introducirse medidas de flexibilización cuando sea necesario.
o Su escolarización en unidades o centros de EE podrá extenderse hasta 21 años y sólo se llevará a cabo cuando sus necesidades no puedan ser atendidas en los centros ordinarios.
o Corresponde a las administraciones educativas:
§ Promover la escolarización en la EI y desarrollar programas para su adecuada escolarización en los centros de EP y ES.
§ Favorecer que estos alumnos puedan continuar su escolarización de manera adecuada en las enseñanzas postobligatorias, así como adaptar las condiciones de realización de las pruebas establecidas para las personas que así lo requieran.
o La identificación y valoración de las necesidades educativas de estos alumnos se realizará, lo más tempranamente posible, por personal con la debida cualificación y en los términos que determinen las administraciones educativas.
o Al finalizar cada curso se evaluarán los resultados conseguidos por cada alumno en función de los objetivos propuestos a partir de la valoración inicial.
– Alumnado con altas capacidades intelectuales:
o Corresponde a las Admón. educativas adoptar las medidas necesarias para su identificación y valorar de forma temprana sus necesidades. Así mismo, les corresponde adoptar planes de actuación adecuados a dichas necesidades (76).
o El Gobierno, previa consulta a las CCAA establecerá las normas para flexibilizar la duración de las etapas del SE para los alumnos con altas capacidades intelectuales, con independencia de su edad (77).
– Alumnos con integración tardía en el sistema educativo español:
o Corresponde a las Admón. públicas favorecer la incorporación al SE de los alumnos que, por proceder de otros países o por cualquier otro motivo, se incorporen de forma tardía al SE español. Dicha incorporación se garantizará, en todo caso, en la edad de escolarización obligatoria. (78.1).
o Las Admón. educativas garantizarán que la escolarización de dicho alumnado se realice atendiendo a sus circunstancias, conocimientos, edad e historial académico, de modo que se pueda incorporar al curso más adecuado a sus características, con los apoyos oportunos y de esta forma continuar con aprovechamiento su educación (78.2).
1.2 Concepto de deficiencia mental
Existen muchas definiciones de deficiencia mental. Para su definición se pueden utilizar 4 criterios diferentes:
- Criterio psicométrico: basado en las medidas de CI mediante pruebas psicométricas.
- Criterio social: o discapacidad de la conducta adaptativa, cuando no puede asumir su independencia personal y la responsabilidad social correspondiente.
- Criterio médico (biológico): la deficiencia mental se adquiere desde el nacimiento o antes, hasta los 18 años y tiene un fundamento biológico, anatómico o fisiológico.
- Criterio pedagógico: el deficiente mental es el alumno que presenta dificultades para seguir el proceso de aprendizaje y requiere unas AC que le permitan seguir el proceso de enseñanza ordinaria. Se distinguirían los de aprendizaje lento, los educables (límites, ligeros y en ocasiones medios), entrenables (medias y severas) y asistenciales (severos muy afectados y profundos).
En la actualidad, muchas de las definiciones son similares, ya que se reconoce la necesidad de utilizar un doble criterio evaluativo referido a:
o La capacidad cognitiva.
o La adaptación social.
AAMD (Asociación Americana de Deficiencia Mental): funcionamiento intelectual inferior al promedio, que se origina durante el periodo de desarrollo (antes de los 18 años) y que está asociado con el deterioro de la conducta adaptativa (en dos o más áreas: comunicación, autocuidado, vida en el hogar, HHSS, utilización de la comunidad, autodirección, salud y seguridad, habilidades académicas funcionales, ocio y tiempo libre y trabajo).
OMS (CIE-10): desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de las funciones concretas de cada época del desarrollo y que contribuyen al nivel global de la inteligencia, tales como las funciones cognoscitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización. Se indica además que la inteligencia está configurada por un gran número de capacidades y que en el retraso mental puede darse un desarrollo armónico o bien serias discrepancias entre habilidades. Por ello, la medida del grado de afectación del nivel cognitivo debe estar basada en la evaluación de la capacidad global y la adaptación al medio sociocultural.
DSM –IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales): establece los siguientes criterios para el diagnóstico de la deficiencia mental:
– Capacidad intelectual muy por debajo del promedio: un CI de 70 o inferior obtenido mediante una prueba de inteligencia administrada de forma individual.
– Existencia de déficit o deterioros concurrentes en la capacidad adaptativa: en al menos dos de las áreas siguientes: habilidades sociales y responsabilidad personal, comunicación, habilidades para resolver problemas cotidianos, independencia personal y autosuficiencia.
– Comienzo antes de los 18 años.
1.3 Clasificación
AAMR (criterio pedagógico)
Esta asociación pone el énfasis en la intensidad de los apoyos como el foco principal del sistema de clasificación. Define apoyo como: los recursos y estrategias necesarias para promover el desarrollo, educación, intereses y bienestar personal de la persona con retraso mental. Los apoyos pueden ser administrados por un familiar, profesor, psicólogo, médico o servicio adecuado. Mediante estos apoyos se puede mejorar el funcionamiento personal, promover la autodeterminación y la integración social. Se propone un modelo de planificación y evaluación del apoyo en cuatro pasos:
- Identificar áreas relevantes de apoyo.
- Identificar para cada área actividades relevantes.
- Evaluar el nivel e intensidad de las necesidades de apoyo.
- Escribir el Plan Individualizado de Apoyos.
Se evalúan las áreas de apoyo potencial y para cada una de ellas se determina la intensidad de los apoyos necesarios, que es el criterio de clasificación fundamental para la AAMR, y que nos ayuda a comprender las repercusiones de la discapacidad para la vida del sujeto en su contexto.
Sin embargo de todas las clasificaciones, la que prima es la psicometrica que especifica que pueden encontrarse 4 grados de intensidad, de acuerdo con el nivel de insuficiencia intelectual: leve (o ligero), moderado (medio), grave (o severo) y profundo. En los últimos tiempos se ha incluido también el concepto límite o bordeline.
– Límite o bordeline (CI 70- 80): sus posibilidades son bastante grandes, por lo que no se puede decir que sean deficientes. Su retraso se manifiesta en el aprendizaje y en alguna dificultad concreta de aprendizaje. “APRENDIZAJE LENTO”. “EDUCABLE”.
– Retraso mental leve o ligero (CI de 50-55 a 70-75):
o Es equivalente a lo que se considera en la categoría pedagógica como “EDUCABLE”.
o Este grupo incluye al 85% de las personas afectadas por el trastorno.
o Estas personas suelen desarrollar habilidades sociales y de comunicación durante los años preescolares, tienen insuficiencias mínimas en las áreas sensoriomotoras y muchas veces no se distinguen de otros niños hasta años posteriores.
o Pueden llegar a adquirir conocimientos académicos hasta 6º de EP.
o Durante su vida adulta adquieren habilidades sociales adecuadas para una mínima autonomía. Contando con los apoyos adecuados pueden vivir adecuadamente en la comunidad ya sea independientemente o en establecimientos supervisados.
o Si muestran falta de madurez social o emocional, pueden presentar dificultades para integrarse en el entorno social o para responder a las exigencias de vida en pareja o la educación de los hijos.
– Retraso mental moderado o medio (CI de 35-40 a 50-55):
o Los alumnos con este retraso pueden clasificarse como “ENTRENABLES”.
o Manifiestan lentitud en la adquisición y desarrollo del lenguaje.
o Adquieren conocimientos escolares hasta un 2º de EP. Pueden beneficiarse de un entrenamiento profesional y realizar trabajos sencillos bajo supervisión.
o Se adaptan bien a la vida comunitaria y participan en actividades sociales sencillas, pero no pueden mantener una vida completamente independiente.
– Retraso mental grave o severo (CI de 20-25 a 35-40): “ENTRENABLES”.
o Los niños con este retraso presentan un desarrollo motor muy pobre y adquieren muy pocas habilidades de comunicación.
o Durante la edad escolar pueden beneficiarse de entrenamiento en los hábitos de higiene y pueden adquirir algunas habilidades de comunicación.
o En la vida adulta pueden realizar tareas sumamente sencillas con la supervisión del adulto. No pueden llevar una vida adulta.
– Retraso mental profundo (CI por debajo de 20-25): “ASISTENCIALES”
o En las primeras etapas de la vida tienen un funcionamiento sensoriomotriz mínimo.
o Necesitan supervisión continua.
o No pueden comprender instrucciones y seguirlas, la mayoría no controla esfínteres.
o Con entrenamiento se les puede ayudar a conseguir ciertas habilidades motoras, de comunicación y de autonomía muy elementales.
o No pueden valerse por sí mismos ni llevar una vida independiente.
1.4 Causas del retraso mental
Los factores que pueden provocar una disminución de las capacidades intelectuales son muchos y muy variados. La aparición del retraso mental no obedece a una única causa, ya que existen multitud de circunstancias que pueden provocar su aparición. Existen casos sin etiología conocida que no figuran por tanto en los parámetros en los que suelen agruparse sus causas. En otros casos, se conocen circunstancias que pueden aumentar las probabilidades de aparición de este déficit. La clasificación de las causas en función del momento de aparición es la más utilizada:
– Antes del nacimiento (prenatales):
o Enfermedades de la madre o del feto (diabetes mellitus), desnutrición de la madre, consumo de drogas, exposición a radiaciones, infecciones…
o Alteraciones de los cromosomas: síndrome de Down, síndrome de Turner, cromosoma X frágil….
o Alteraciones del SNC: espina bífida, hidrocefalia…
o Alteraciones del metabolismo: como la fenilcetonuria. El descubrimiento de esta alteración es relativamente reciente, diagnosticándose con una prueba sencilla poco después del nacimiento.
– Durante el nacimiento (Perinatales): estos casos han disminuido considerablemente en la actualidad debido a los avances médicos en la asistencia al parto.
o Partos prematuros.
o Traumatismos craneales.
o Hemorragia intracraneal.
o Presentación anormal del feto.
o Anoxia de parto…
– Después del nacimiento (Postnatales):
o Factores ambientales adversos: falta de estimulación, carencias alimenticias, maltrato físico…
o Traumatismos craneales: como consecuencia de golpes, caídas, accidentes…
o Consumo de determinados productos tóxicos.
o Infecciones: meningitis, encefalitis…
o Trastornos degenerativos: enfermedad de Huntington, el síndrome de Rett…
1.4 NEE
Se debe tener en cuenta que las n.e.e. se presentan siempre asociadas a condiciones personales particulares fruto de la interacción entre el individuo y su entorno social y físico. La determinación de dichas n.e.e. requiere la puesta en marcha de un proceso de evaluación psicopedagógica que tenga en cuenta las diferentes variables personales y contextuales que dan origen a la heterogeneidad:
Las n.e.e. más frecuentes en estos alumnos tiene que ver con:
– En cuanto al desarrollo cognitivo:
o Necesidad de que se prioricen aprendizajes que proporcionen mayor autonomía.
o Necesidad de ayuda: proporcionarla con frecuencia y retirarla paulatinamente.
o Necesidad de que se les suministre la información cuidadosamente estructurada.
o Necesidad de que se vaya más despacio y se utilice un lenguaje claro y conciso.
o Necesidad de retener y organizar significativamente la información recibida.
o Necesidad de que se le simplifiquen las tareas, suprimiendo pasos innecesarios.
o Necesidad de que se repitan situaciones de aprendizaje, sin ser reiterativas.
o Necesidad de realizar aprendizajes funcionales.
o Necesidad de generalizar los aprendizajes.
o Necesidad de desarrollar capacidades básicas: atención, percepción y memoria.
o Necesidad de que se les enseñe a planificar sus acciones y anticiparse a sus consecuencias.
o Necesidad de que se les de más tiempo de respuesta.
– En cuanto al desarrollo comunicativo- lingüístico:
o Necesidad de aumentar su capacidad de expresión y comprensión en distintas situaciones comunicativas.
o Necesidad de que se favorezca la comunicación verbal y no verbal.
o Necesidad de aumentar el nivel de vocabulario y el empleo del vocabulario funcional y contextualizado.
o Necesidad de generar estructuras sintácticas correctas.
o Necesidad de contar con el apoyo del maestro de AL.
– En cuanto al desarrollo psicomotor:
o Necesidad de desarrollar la coordinación dinámica general y el equilibrio.
o Necesidad de favorecer la integración del esquema corporal.
o Necesidad de establecer la dominancia lateral.
o Necesidad de desarrollar la percepción visual: coordinación viso-motora, discriminación figura-fondo, constancia de forma, reconocimiento de relaciones espaciales, memoria visual…
o Necesidad de desarrollar la percepción auditiva: discriminación, constancia e integración auditiva, memoria auditiva…
o Necesidad de desarrollar la estructuración espacio-temporal: conceptos básicos posicionales y dimensionales, estructuración rítmica y ordenación temporal.
– En cuanto al desarrollo afectivo, emocional y social:
o Necesidad de que en el entorno se muestre una actitud de aceptación.
o Necesidad de desarrollarse autoconcepto, motivación y autoestima.
o Necesidad de que se le enseñen estrategias de autocontrol de las emociones.
o Necesidad de adquirir hábitos de autonomía personal.
o Necesidad de que se favorezcan situaciones de interacción con otros alumnos.
o Necesidad de que se explique la inadecuación de conductas negativas y que se refuercen las conductas positivas y de acercamiento a los demás.
2. ASPECTOS DIFERENCIALES EN LAS DISTINTAS ÁREAS DEL DESARROLLO
Nos encontramos con una variabilidad enorme entre el alumnado con deficiencia mental. Esto se debe a diferentes situaciones relacionadas con el diagnóstico, la estimulación, educación, entorno socio- familiar…
2.1 Desarrollo cognitivo
Uno de los criterios de la definición de deficiencia mental es el funcionamiento intelectual significativamente inferior al promedio. Por tanto, este será el ámbito en el que presentan más dificultades. La persona con DM presenta problemas en los siguientes aspectos:
– Memoria: tanto a corto como a largo plazo. Algunos autores afirman que es el proceso cognitivo más afectado en estos alumnos. En gran parte esta dificultad se debe a las dificultades de atención, pero además cuando ya consiguen percibir la información e incluirla en la memoria de trabajo, surgen dificultades para transferirla a la memoria de largo plazo. Es decir, que presentan dificultades tanto en la atención como en la codificación, almacenamiento y recuperación de la información. Además se caracterizan por la incorrecta utilización de estrategias de repaso, dificultad para transferir el uso de estrategias mnemotécnicas aprendidas a situaciones de aprendizaje distintas a las de la situación experimental.
– Atención: es inestable y fatigable, sobre todo cuando esa atención precisa ser sostenida durante un periodo de tiempo extenso o cuando ha de dirigirse a ciertos estímulos en un contexto lleno de estímulos distractores o irrelevantes. Familiarizarse a los estímulos les lleva más tiempo y se desconectan fácilmente de las tareas.
– Percepción: se caracteriza por la lentitud y los déficits. Captan mejor los estímulos visuales que los auditivos, debido a que perduran más en el tiempo.
– Simbolización y abstracción: se caracterizan por un modo de pensar concreto, ligado a lo perceptual. La mayoría permanecen en el periodo de las operaciones concretas y muy difícilmente alcanzarán las operaciones formales.
– Metacognición (proceso por el que el alumno conoce y controla su propio proceso de aprendizaje): no son capaces de elaborar estrategias para aprender ni para regular este proceso. Carecen de estrategias para reorganizar la información, para integrar los datos de las informaciones y establecer relaciones entre ellas.
– Existen problemas de generalización de los aprendizajes, en la aplicación de las reglas a nuevas situaciones, de comparar o de establecer semejanzas y diferencias, en la asociación mental, en el establecimiento de categorías, en la lógica y elaboración de juicios. Presentan problemas en la elaboración de principios generales, en el pensamiento flexible y creativo y en la anticipación de consecuencias. Les cuesta mucho manejar con acierto la relación entre fines y medios, es decir, entre el fin y las necesarias medicaciones para llegar al fin. Y presentan gran dificultad para aplazar el refuerzo, para actuar movido por incentivos distantes.
– Presentan una conducta exploratoria poco sistemática e impulsiva y actúan por estrategias de ensayo-error, presentando rigidez en la resolución de problemas.
2.2 Desarrollo comunicativo-lingüístico
Este área se encuentra afectada en la mayoría de las personas con deficiencia mental, existiendo una gran oscilación en función de la gravedad del mismo. Podemos encontrar sujetos con ausencia del habla o sujetos que presentan únicamente algunas dificultades, ya sea tanto en aspectos comprensivos como expresivos.
– Fonético- fonológico: dificultades en la articulación (por problemas en el paladar, malformaciones en la lengua…), que pueden afectar a las actividades prelingüísticas: succión, deglución, masticación, soplo. Dificultades en la fluidez y en la voz. Escasa agilidad en los movimientos articulatorios, dificultades en la coordinación fono- articulatoria, hipotonía y procesos de simplificación silábica. Es frecuente que algunos niños presenten dislalias y disartrias. En algunos casos pueden presentarse disfasias.
– Semántico: se caracterizan por pobreza léxica (vocabulario pobre, concreto), por el uso frecuente de palabras estereotipadas y locuciones hechas. Presentan dificultades para comprender el sentido de preguntas, para relacionar y combinar significados y en la generalización y evocación.
– Morfosintáctico: presentan dificultades en la formación de frases por lo que utilizan construcciones gramaticales sencillas, presentan errores de concordancia, en el manejo de reglas sintácticas, en el uso de verbos auxiliares, pronombres personales e indefinidos, en el uso de los tiempos compuestos y en la inversión de los elementos de la frase. Su lenguaje está constituido por muchas frases atributivas y pocas subordinadas.
– Pragmático: dificultades en la competencia lingüística, en ocasiones no se ajustan al contexto comunicativo, dificultades para ponerse en el punto de vista del interlocutor. La longitud de las frases que produce aumenta lentamente y es difícil que las usen de manera espontánea.
Existen alumnos en los que es muy difícil desarrollar el lenguaje verbal, siendo aconsejable la utilización de algún SSAACC.
2.3 Desarrollo motor
El desarrollo motor suele seguir los mismos pasos que el de los niños normales, evolucionando a un ritmo más lento. En líneas generales y dependiendo del grado de afectación, se caracterizan por:
– Dificultades de coordinación dinámica general y coordinación de movimientos.
– Dificultades en la motricidad gruesa y fina.
– Dificultades en las destrezas manipulativas y en la coordinación visomanual.
– Dificultades en la locomoción y en el equilibrio.
– Organización del esquema corporal y dominancia lateral.
– Organización espacio-temporal.
– En ocasiones existen una serie de característica físicas, que se encuentran en estos sujetos con mayor probabilidad que en los no deficientes, sobre todo en el grupo de los deficientes severos y profundos: alteraciones morfológicas frecuentes (malformaciones), hipotonía generalizada o hiperactividad, mayor probabilidad de presentar PC, epilepsia, deficiencias visuales y auditivas que pueden llegar a ceguera o sordera.
2.4 Desarrollo socio- afectivo
Con respecto a esta área las personas con deficiencia mental pueden presentar problemas en:
– Primeras etapas: es frecuente que aparezca retraso en la aparición de conductas afectivas en general y de la sonrisa y contacto ocular en particular, aunque hay muchas diferencias individuales.
– Control y equilibrio emocional: pueden presentar una baja resistencia a la frustración, presentándose frecuentemente cuadros de ira y descontrol emocional. Es frecuente que aparezcan conductas disruptivas, rabietas, continuas llamadas de atención, conductas de evitación y escape de múltiples situaciones.
– Autocontrol y autorregulación: escaso, como consecuencia de su reducida capacidad para comprender la realidad y para anticipar las consecuencias de sus acciones. Utiliza mecanismos de defensa pobres y poco funcionales, por lo que se encuentra más desasistido para hacer frente a los conflictos. Utilizan mecanismos más inmaduros y rudimentarios como la negación o represión, en vez de los propios del adulto como la racionalización.
– Autoconcepto: suelen presentar un bajo autoconcepto y autoestima, debido en muchos casos a la larga historia de frustraciones que se producen en la interacción con los iguales y con los adultos. Todo ello se une a la falta de interiorización de su propia conducta a la motivación insuficiente y a la falta de inestabilidad emocional.
– Adaptación familiar: son importantes las primeras etapas del desarrollo en relación con la familia, pues se añaden dificultades que presentan los padres ante la aceptación de la deficiencia de su hijo, necesitando estos en muchos casos, la ayuda de un experto. Suelen mantener una gran dependencia afectiva y comportamental con respecto a sus padres y otras personas.
– Adaptación escolar: pueden presentar problemas de relación con el profesor, con los iguales y en el establecimiento de relaciones de interdependencia. En clase adoptan un comportamiento conformista, de intentar agradar y no reñir con nadie, manteniendo una actitud retraída y tímida.
– Aceptación social: presenta dificultades en las habilidades de relación y trato interpersonal. Se caracterizan por el egocentrismo y el escaso interés por juegos cooperativos. Muestran rigidez comportamental, son capaces de estar y persistir mucho más tiempo que otras personas en una tarea determinada, por repetitiva que ésta sea. Experimenta inseguridad y ansiedad ante la novedad en la situación o en la tarea.
3. IDENTIFICACIÓN DE LAS N.E.E. DE ESTOS ALUMNOS
Evaluación psicopedagógica: la identificación de las n.e.e. de los alumnos con deficiencia mental se lleva a cabo a través de la evaluación psicopedagógica que se define como:
“El proceso de recogida, análisis y valoración de la información relevante relativa a los distintos elementos que intervienen en el proceso de e-a para identificar las necesidades educativas de determinados alumnos que presentan o pueden presentar desajustes en su desarrollo personal y/o académico, y para fundamentar o concretar las decisiones respecto a la propuesta curricular y al tipo de ayudas que pueden precisar para progresar en el desarrollo de distintas capacidades” (OM 14-02-96)
Características: de la evaluación psicopedagógica:
– Se trata de un proceso compartido: junto al pedagogo- psicólogo- psicopedagogo del EOEP o DO también colaboran los maestros del alumno (incluido el PT), la familia y otros profesionales.
– Tiene carácter revisable.
– Supone una valoración no clasificatoria ya que su objetivo es proporcionar la información que permita descubrir el nivel madurativo y de aprendizaje del alumno y cómo ofrecer una respuesta educativa más ajustada a sus posibilidades y necesidades.
– Se trata de un análisis interactivo y contextual que incluye, tanto al alumno como a las condiciones educativas y socio- familiares que le rodean.
– En su realización colaborará, además de los profesionales habituales, el EOEP de la zona.
Información sobre el alumno:
– Historia educativa y escolar: servicios que recibe o ha recibido (logopedia, fisioterapia, atención temprana…), momento de escolarización, estrategias educativas utilizadas, ACI previas realizadas y evolución…
– Desarrollo general del alumno: en algunos alumnos la evaluación basada en el currículo no nos aporta todos los datos necesarios para ajustar la respuesta educativa, ya que en el currículo ordinario no se contemplan ciertos aspectos del desarrollo que en estos casos pueden estar alterados o que se supone que los niños sin n.e.e. adquieren por su proceso evolutivo normal. Es necesario señalar que el nivel de desarrollo está especialmente vinculado con las habilidades adaptativas en las que estos alumnos presentan dificultades.
o Dº biológico: informes médicos (enfermedades pasadas y actuales, medicación…). Momento de aparición, origen, posible evolución, trastornos asociados, déficit físicos, orgánicos, neurológicos….
o Dº cognitivo: es necesario conocer tanto su desarrollo global como el de las funciones mentales básicas: percepción, atención, memoria, simbolización, abstracción, generalización…
o Dº comunicativo- lingüístico: es necesario evaluar por separado las habilidades de comprensión y de expresión a través de distintos tipos de lenguaje (oral, escrito, gestual…). Aspectos fonológicos, morfosintácticos, semánticos y pragmáticos…
o Dº Psicomotor: control postural, tono muscular, equilibrio estático y dinámico, cambios posturales, control segmentario, desplazamientos, nivel de autonomía personal, destreza manual, coordinación viso-motora, lateralidad, esquema corporal, conocimiento y orientación espacial, estructuración temporal, relajación global y segmentaria.
o Dº socio-afectivo: grado de autoestima, autonomía, autocontrol y autorregulación, sentimiento de confianza hacía sí mismo y hacia los demás. Miedos, estereotipias, habilidades sociales, habilidades de resolución de problemas. Si manifiesta iniciativa, si pide ayuda cuando la necesita, si acepta la que se le ofrece, si se frustra ante sus dificultades para comunicarse, tipo de comentarios que realiza (positivos o negativos…), capacidad de adaptación o rigidez, grado de ansiedad, dependencia…
– Nivel de competencia curricular: se trata de conocer la situación del alumno en relación a los objetivos y contenidos de las distintas áreas curriculares. Se deberá prestar mayor atención a los objetivos y contenidos más funcionales y básicos para el desenvolvimiento del niño ya los relacionados con la autonomía personal. Por esta razón se evaluarán con mayor detenimiento los contenidos procedimentales.
– Estilo de aprendizaje: (observaciones sistemáticas y cuestionarios abiertos)
o Condiciones físico- ambientales: acústicas, luz, ubicación, mobiliario…
o Tipo de agrupamientos que prefiere para realizar las tareas: gran grupo, pequeño grupo, parejas, trabajo individual… compañeros con los que trabaja o se comunica mejor…
o Nivel de atención: momentos en los que está más concentrado, tiempo que permanece atento, tipo de tareas y materiales que aumentan o disminuyen su atención… En el caso de los alumnos sordos la fatiga es un componente importante.
o Ritmo de trabajo, memoria, autoconcepto y autoestima.
o Refuerzos más efectivos: materiales, sociales…
o Atribuciones que realiza de sus éxitos y fracasos.
o Motivación: áreas, contenidos y actividades que le interesan más, con cuáles tiene más seguridad y está más cómodo, qué metas persigue…
o Estilo cognitivo que le caracteriza: si es reflexivo o impulsivo, si se enfrenta a la tarea con intención de comprenderla o para salir del paso, si planifica previamente la tarea, si realiza aproximaciones sucesivas o las resuelve por ensayo- error.
o Entrada sensorial preferente: auditiva, táctil, visual o combinada…
o Tipo de ayudas que precisa.
Información del entorno del alumno:
– Contexto escolar: (entrevistas con los profesores, observación, análisis de documentos: PEC, PCC, PA, Memoria Anual, PAD…).
o Centro: valoraremos si las condiciones son favorables para atender a sus necesidades: si existen ayudas técnicas, medios y materiales adecuados, formación y sensibilización del profesorado, existencia de refuerzos y apoyos necesarios, objetivos y contenidos que tengan presentes sus necesidades…
o Aula:
§ Adecuación de la programación a las características del alumno: adecuación de los objetivos, contenidos, criterios de evaluación, estrategias y actividades, materiales, organización del espacio y mobiliario…
§ Aspectos interactivos en relación al alumno (clima social): relaciones que se favorecen, respuesta del alumno ante ellas, relaciones con los compañeros y los maestros, concepciones, expectativas y actitudes del profesorado y compañeros ante él…
– Contexto familiar: (entrevista): nivel socio-económico y cultural, estructura familiar (nº hermanos, lugar que ocupa…), dinámica interna, comportamiento comunicativo y relacional de su hijo en la familia, grado de conocimiento y aceptación de la deficiencia, expectativas, grado de autonomía que ofrecen al niño, desenvolvimiento del niño en el hogar, servicios que utiliza, relaciones con la escuela…
– Contexto social: recabar información sobre los recursos que ofrece el contexto: asociaciones, centros de estimulación, grupos de ocio… y el uso que la familia hace de ellos.
Informe psicopedagógico: finalizada la evaluación psicopedagógica, el orientador del centro recogerá los resultados obtenidos en un informe confidencial, de carácter técnico y administrativo, el informe psicopedagógico.
“Documento síntesis que recoge la situación personal y académica del alumno en el momento de la realización de la evaluación, que nos permite determinar su presenta o no n.e.e. y tomar decisiones relativas al ajuste de la respuesta educativa”(OM 14-02-96).
→ Solo se considerarán ACNEE aquellos que una vez evaluados y estudiados por los EOEP del centro así lo reflejen en el Dictamen de Escolarización de dichos alumnos.
CONCLUSIÓN
Para concluir se hace necesario destacar la idea de la gran heterogeneidad que podemos encontrar entre los sujetos con deficiencia motora por lo que es necesario realizar una evaluación psicopedagógica para identificar sus n.e.e. que serán distintas en cada individuo y que deberá centrarse en aquellos aspectos de especial importancia para este colectivo y de esta forma establecer una respuesta educativa acorde a las características y peculiaridades de cada caso en concreto.
BIBLIOGRAFÍA
Para la elaboración del presente tema he recurrido a los siguientes manuales y documentos:
– Marchesi, Coll y Palacios. “Desarrollo psicológico y educación II: necesidades especiales y aprendizaje escolar” (2000). Alianza Editorial: Madrid.
– Bautista, R “NEE” (1993). Aljibe: Málaga.
– Molina García, S. “Deficiencia mental. Aspectos psicoevolutivos y educativos” (1994). Aljibe: Málaga.
Para la elaboración del presente tema he recurrido a las siguientes referencias legislativas:
– Ley Orgánica 1/1990, de 3 de Octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo.
– RD 696/1995, de 28 de Abril, de Ordenación de la Educación de los ACNEEs.
– Órdenes de 14 de Febrero de 1996:
§ Procedimiento para la realización de la evaluación psicopedagógica y el dictamen de escolarización y se establecen los criterios para la escolarización de los ACNEEs.
§ Sobre evaluación de los ACNEEs que cursan las enseñanzas de régimen general establecidas por la LOGSE.
– Ley Orgánica 10/2002, de 23 de Diciembre de Calidad de la Educación.
– Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación.
ANEXO. Test de evaluación
Test para el diagnóstico de retraso mental: (en cursiva EI)
- Escalas de Gesell.
- Escalas de Brunet-Lezine.
- Escala de Wechsler (WIPSSI y WISC-R)
- Escala de Stanford-Binet.
- Escala McCarthy.
- Test de Cattel.
Escalas para la evaluación de la conducta adaptativa:
- Escala de conductas Adaptativas de la Asociación Americana de Retraso Mental (AAMR-ABS).
- Inventario de Desarrollo Beattelle.
- Guía Portage de Educación Preescolar.
- Escala de Madurez Social de Vienland.
- Sistema de Evaluación y Registro del Comportamiento Adaptativo en el Retraso Mental West Virginia-UAM.
Evaluación del potencial de aprendizaje:
- LPAD (Learning Potential Assesment Device) de Feuerstein.
- EPA (Evaluación del Potencial de Aprendizaje) de Fernández Ballesteros.