Í N D I C E
1. INTRODUCCIÓN
2. LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES EN LA ETAPA DE EDUCACIÓN INFANTIL
2.1. Las n.e.e. en Educación Infantil
2.2. La identificación de las necesidades educativas especiales
2.3. Los programas de estimulación temprana
3. LA RESPUESTA EDUCATIVA A LAS NECESIDADES EDUCATIVAS DE ESTE ALUMNADO EN EL PROYECTO CURRICULAR Y EN LAS PROGRAMACIONES
4. LAS ADAPTACIONES CURRICULARES
4.1. Organización de las adaptaciones en esta etapa
4.2. Vías en la organización de la ayuda pedagógica
4.3. Las estrategias de enseñanza-aprendizaje.
1. INTRODUCCIÓN
El término de necesidades hace referencia siempre a una relación existente en un medio determinante, ayuda, …, para acceder, cubrir, llegar, …, a una determinada finalidad.
En el ámbito educativo pues, el concepto “necesidades educativas especiales” supone el conjunto de ayuda que precisa la infancia para llegar con éxito a una determinada finalidad.
No hay un tipo de niños que presenten necesidades educativas y otro tipo que no lo precisen, sino que cada sujeto en un momento determinado de su escolarización será susceptible de otro tipo de ayuda pedagógica.
Programar las actuaciones educativas dirigidas a los niños con n.e.e. en la Educación Infantil no es diferente de las programaciones para el resto de niños y niñas ya que en las primeras edades del desarrollo el desfase todavía no es apenas considerable.
2. LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES EN LA ETAPA DE EDUCACIÓN INFANTIL
2.1. Las n.e.e. en Educación Infantil
Si establecemos una clasificación atendiendo a las causas que pueden afectar el desarrollo de los niños, se pueden agrupar en:
· Causas externas: Riesgo ambiental por pobreza, nivel económico-social muy bajo, ausencia de un progenitor, padres adolescentes, etc.
· Causas internas: Riesgo biológico por prematuridad, bajo peso, hipoxia…
Riesgo establecido que produce retrasos, minusvalías o discapacidades como las deficiencias visuales, auditivas, motrices , autismo…
En 1987 el INSERSO presentó datos sobre las patologías de los niños atendidos en sus servicios y son las siguientes:
Anomalías congénitas
prematuridad
alteración fetal u obstétrica
deficiencias motóricas
deficiencias mentales
deficiencias sensoriales
trastornos graves de la conducta
retrasos madurativos
graves faltas afectivas
enfermedades crónicas
La atención a las necesidades educativas de la infancia , en función de las diferentes problemáticas en el desarrollo, requieren la intervención rápida y temprana para potenciar al máximo sus potencialidades físicas e intelectuales.
Según Molina García (1994:412) esta atención ha de centrarse en:
· Desarrollar al máximo sus capacidades
· Corregir o paliar los efectos de la problemática presente o de posible aparición
· Evitar la aparición de problemáticas asociadas
· Ayudar a los padres a desenvolverse con eficacia y autonomía en el cuidado de su hijo.
2.2. La identificación de las necesidades educativas especiales
La identificación de las necesidades en el ámbito educativo es el resultado del análisis de las condiciones que más influyen o pueden influir en el aprendizaje de los niños.
Esas condiciones hacen referencia a diferentes ámbitos:
· Capacidades intelectuales
· Contexto escolar: estilo de comunicación en el aula, estilo de enseñanza del docente, línea y proyecto educativo de centro …
· Contexto familiar y social en que se desenvuelve
La detección de las necesidades ha de determinar preferentemente:
· Lo que se puede esperar del niño o niña y en qué condiciones, especificadas al máximo
· Los cambios de rendimiento, en las relaciones interpersonales o de grupo, que son consecuencia de las modificaciones de la organización del aula en las programaciones, en la interrelación personal …
· Los elementos de la historia escolar y situaciones de tipo personal, familiar o social que inciden.
La detección de algunas condiciones de necesidades especiales, se fundamenta a menudo en lo que se denomina como “signos de alerta”. La identificación de estos signos puede comportar diferentes grados de dificultades.
En algunos casos, por determinadas condiciones (problemas del parto, etc.), el niño ha de asistir a los servicios médicos y se dispone de un diagnóstico o de los informes correspondientes. En otros casos son los padres y madres cuyos hijos presentan determinados retrasos o faltas en su desarrollo quienes los dan. También se puede dar que sean los educadores o los maestros quienes detecten el retraso o la problemática concreta.
Sea la detección en el ámbito médico, familiar o escolar, una vez que se han descubierto signos de alerta existe la necesidad imperiosa de dirigir a los niños hacia un servicio que pueda valorar globalmente todas las variables, desde el punto de vista médico, psicológico, psicopedagógico …
Es muy importante que esta valoración se haga lo más pronto posible y se conduzca a los niños y niñas hacia una intervención rápida y adecuada. El alcance de los cambios que se producen en un período de desarrollo tan intenso como el de las edades tempranas, hace que cada momento sea importantísimo para todos los niños.
2.3. Los programas de estimulación temprana
Maria Isabel Zulueta (1991) afirma que la educación temprana “es una acción global que se aplica a los niños, desde el nacimiento hasta los seis años, afectados de un retraso en su maduración o en riesgo de tenerlo por alguna circunstancia psico-socio-ambiental”.
Los programas de estimulación temprana han de estar sustentados en una teoría, han de incluir unos contenidos que han de aprender los infantes y han de estar sustentados en una metodología que explicite cómo se ha de trabajar.
En la intervención individualizada a cada niño o niña es conveniente plantearse las siguientes cuestiones: ¿Cuáles son sus necesidades más imperiosas? ¿Qué habilidades conviene desarrollar? ¿Qué estrategias de intervención son las más adecuadas?
Los programas estandarizados ofrecen un listado de actividades organizadas, clasificadas por áreas: motora (fina y gruesa), cognitiva, afectiva, lingüística, de autocuidado, social. Los profesionales pertenecen a diferentes disciplinas: psicólogos, maestros, fisioterapeutas, médicos, psiquiatras, pedagogos, etc.
3. LA RESPUESTA EDUCATIVA A LAS NECESIDADES EDUCATIVAS DE ESTE ALUMNADO EN EL PROYECTO CURRICULAR y EN LAS PROGRAMACIONES
El Proyecto Curricular de Centro supone una primera concreción de los elementos del Diseño Curricular en la realidad de cada centro. La adecuación del currículum a la realidad escolar comporta una toma de decisiones que afectan de manera muy global a la orientación de la escuela y, por tanto, al Proyecto Educativo de Centro.
El Proyecto educativo supone una reflexión de todo el profesorado en torno a las líneas directrices del centro:
¿Qué es lo que pretende la escuela?
¿Cómo y para qué quiere educar a sus alumnos?
¿Qué incidencias puede tener la escuela en el proceso educativo y qué incidencia pueden tener los otros ámbitos?
¿Qué coordinación se puede establecer entre ellos?
En función de los aspectos anteriores, ¿qué procedimientos son los más adecuados para llegar a estas finalidades?
Estas líneas directrices no son válidas para cualquier situación o contexto; por el contrario, su concreción demanda la adecuación a las prioridades y necesidades de cada centro en particular.
La adaptación del marco curricular a la realidad de los centros comporta que la escuela concretice los principios decididos en el Proyecto Educativo en un Proyecto Curricular de Centro.
Esta tarea comporta un trabajo diferenciado por etapas y la consideración dentro de ellas de las áreas de aprendizaje del currículum. Se han de prever conjuntamente los objetivos que se deben cumplir en cada una de ellas y los procedimientos para hacerlo. Los puntos de referencia imprescindibles son el Diseño Curricular y el mencionado Proyecto Educativo. “El PCC ha de transportar aquellas propuestas a partir de las particularidades propias de la escuela” (Puigdellívol, 1992:23).
Así pues, cualquier área curricular ha de plantearse:
· ¿Qué procedimientos hemos de trabajar por área? ¿Son los más adecuados?
· ¿Qué tipo de modificaciones hay que hacer?
Los objetivos y contenidos seleccionados y secuenciados ya serán los propios de la escuela, ya no tendrán el cariz genérico del Diseño Curricular sino que estarán ajustadas a las características del alumnado del centro.
El Proyecto Curricular no puede obviar la distribución de las responsabilidades por niveles y su organización. Asimismo comporta precisar la progresión de los contenidos y objetivos y fijar los criterios organizativos y estrategias metodológicas.
4. LAS ADAPTACIONES CURRICULARES
La respuesta a las necesidades especiales de los alumnos de educación infantil demanda ajustes o adaptaciones del currículum y la intervención de servicios específicos.
Las adaptaciones han de ordenarse de menos a más significativas y se trata siempre de agotar todas las posibilidades que ofrecen las acciones ordinarias antes de optar por acciones más singulares y diferenciadas.
4.1. Organización de las adaptaciones en esta etapa
En general y, salvo situaciones excepcionales, en Educación Infantil no se elaboran adaptaciones que afecten a los elementos prescriptivos, ya que casi todos los niños pueden dar una respuesta adecuada en el marco de los componentes del currículum.
Así pues el conjunto de actuaciones se centran dentro del marco ordinario, no precisan una organización diferente a la habitual, pueden ser desarrolladas por cualquier docente y se centran en actividades comunes para todo el grupo de alumnos.
Una forma de ajustar las actividades consiste en “aumentar la cantidad de ayuda” que se proporciona a los niños en el desarrollo de las actividades. Se puede realizar a través de:
Más ayuda a través de explicaciones complementarias para desarrollar con éxito la actividad propuesta, descomponer la actividad en partes más cortas y sencillas, incorporar herramientas e instrumentos que no se han puesto al alcance de los otros niños, proponer la realización de la actividad por parejas, …
Otra manera es adaptar el grado de complejidad de la actividad a las posibilidades del niño o niña. La forma de adaptarlas consiste en categorizar las actividades y trabajarlas en un orden crítico de más sencillas a más complejas atendiendo a las necesidades que se presenten en cada momento.
Dentro de la adaptación de las estrategias didácticas se entienden los cambios en la presentación de las actividades como consecuencia de la identificación de dificultades en la realización de actividades previas o similares .
4.2. Vías en la organización de la ayuda pedagógica
En la organización del apoyo en la etapa de Educación Infantil no se considera que los niños y niñas salgan fuera del aula ordinaria para recibir apoyo del profesorado de Educación Especial. El contexto de su aula y sus compañeros y compañeras es el más indicado por la ayuda que se le puede proporcionar.
El maestro tutor y el de educación Especial realizan un trabajo simultáneo dentro de la clase. Los dos profesionales interaccionan con los niños y niñas y les ayudan en sus tareas. En el caso de que un niño necesite más ayuda, uno de los dos docentes se podrá dedicar a él y cubrir sus necesidades.
En la estimulación del lenguaje se puede realizar una tarea más individualizada e incidir en los aspectos y necesidades de cada niño y niña.
En cuanto a los servicios específicos, en algunos centros y en función de determinadas necesidades, será necesaria la intervención de:
· logopedas para la atención de los trastornos del lenguaje o las deficiencias auditivas
· educadores para facilitar el desplazamiento y control de esfínteres de los niños y niñas con deficiencias motrices
· profesorado itinerante en la atención a las deficiencias visuales
4.3. Las estrategias de enseñanza-aprendizaje
Las estrategias se basan en una concepción constructivista de la enseñanza-aprendizaje, partiendo de los aprendizajes previos de cada alumno y relacionándolos con los que va adquiriendo en su desarrollo.
Estas estrategias han de respetar la atención a las diferencias individuales, es decir, ajustar el tipo de ayuda a las características de cada niño, respetando los diferentes ritmos y niveles de aprendizaje. En general los rasgos más característicos son:
· Que favorezcan la actividad constante del niño. La observación, la manipulación, la experimentación, estimulan la actividad cognitiva con el establecimiento de relaciones entre los nuevos contenidos y los que ya disponía estructurados en sus esquemas de conocimiento.
· Considerar la estimulación de la memoria repetitiva (poemas, canciones…) y comprensiva como los procesos cognitivos básicos.
· Provocar la funcionalidad de los aprendizajes, es decir, que posibiliten el surgimiento de nuevos contenidos o la aplicación en nuevas situaciones.
Organización del espacio aula
El espacio ha de favorecer el desarrollo de los alumnos, es decir, los procesos perceptivos, motores, de relación y de cognición .
La distribución del espacio ha de considerar:
· La actividad exploratoria de los niños. Hay que facilitarles juguetes, objetos, instrumentos, materiales, …
· El trabajo individual al alcance del niño con puntos de referencia para que se pueda orientar.
Consideraciones sobre el marco temporal
La organización del tiempo para ayudar a los niños ha de estar bien estructurada. Las acciones tienen una sucesión y se enlazan formando secuencias más largas. La combinación de estas estructuras favorece la estructura temporal de los niños.
La vivencia del tiempo se aborda desde dos puntos de vista:
· el tiempo que emplean en la realización de una actividad: poco a poco, deprisa, muy rápido…
· la organización de actividades cotidianas a lo largo del día
En el momento de la organización se ha de tener en cuenta:
· · El ritmo de cada niño y niña durante la acción
· · El tiempo necesario para centrar la atención
· · El tiempo necesario para mantener la atención
Se han de propiciar también ratos para al juego motriz, manipulativo simbólico.