Tema 1N – La evolución de la educación especial en Europa en las últimas décadas: de la institucionalización y del modelo clínico a la normalización de servicios y al modelo pedagógico.

Tema 1N – La evolución de la educación especial en Europa en las últimas décadas: de la institucionalización y del modelo clínico a la normalización de servicios y al modelo pedagógico.

O) Índice

1) Introducción

2) Antecedentes

3) La institucionalización y el modelo médico

4) La normalización y el modelo pedagógico

5) Conclusión

6) Bibliografía

1) INTRODUCCIÓN

En este tema, en el que nos vamos a centrar en la evolución que el concepto de Educación Especial ha tenido hasta el momento actual, no está de más, de cara a clarificar conceptos, que definamos qué entendemos por Educación Especial.

Para algunos autores la Educación Especial no es más que la educación que está adaptada a las necesidades educativas especiales del alumnado. De aquí podría derivarse la reflexión de que la educación o es toda “especial” o bien dado que como todos somos “especiales”, lo de especial no tiene sentido. Además resulta evidente que la Educación Especial pretenda que los niños / as considerados “especiales”, sean lo menos “especiales” posible, por el que el fin último de la Educación Especial es que ella misma desaparezca a través de la normativización (Guerrero, 1995, citado en Pérez Galán, 2003).

En el presente tema, de acuerdo al título del mismo, vamos a ver la evolución de la Educación Especial en Europa en las últimas décadas, con la transición que conlleva el paso de la Institucionalización y del Modelo Médico a la Normalización y al Modelo Pedagógico.

Lo cierto es que la evolución que la Educación Especial ha vivido (y que aún continua) implica además de un cambio terminológico, una nueva filosofía como se va a intentar transmitir a lo largo de este tema.

2) ANTECEDENTES DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL EN EUROPA

En la Antigüedad Clásica la visión que se tenía con respecto a los sujetos excepcionales era de endemoniados, poseídos, embrujados, un “castigo de Dios” que atraía todos los males y que había que hacer desaparecer. Así, en las sociedades antiguas si se observaban anormalidades en los niños, lo más normal era el infanticidio.

En la Edad Media, la iglesia condena el infanticidio, pero piensa que toda anormalidad es debida a causas sobrenaturales, por lo que se les sigue considerando como endemoniados, haciéndoles pasar por rituales exorcistas. La suerte de estos niños será fundamentalmente el rechazo y la vergüenza de la familia.

Si consideramos los s. XVII y XVIII como antecedentes del nacimiento de la Educación Especial, debemos aludir a una época caracterizada por la ignorancia y el rechazo hacia estos sujetos que, por supuesto, no podían ser educados. De este modo, a los deficientes mentales se les ingresaban en orfanatos, manicomios, reformatorios y prisiones.

No obstante en esta época también se dan las primeras experiencias positivas de mano de los siguientes autores:

Ø Pedro Ponce de León (s. XVI): este fraile es el creador del método oral, educa exitosamente a doce niños con déficit auditivo y publica el libro “Doctrina para los mudos – sordos”.

Ø Juan Pablo Bonet (s. XVII): escribe “la reeducacion de las letras y el arte de enseñar a hablar a los mudos”.

Ø L´Epée (s. XVIII): funda la primera escuela pública para sordomudos e inventa la lengua de signos.

Ø Valentín Húay (s. XVIII): crea en París un instituto para niños ciegos. Uno de sus alumnos sería Luis Braille (s. XIX) que inventó el sistema Braille de lectoescritura.

3) LA INSTITUCIONALIZACIÓN Y EL MODELO MÉDICO

A la hora de clarificar qué supuso la institucionalización en Europa, creo conveniente, realizar una doble división en cuanto a la consideración, significación y el tratamiento que ha recibido la Educación Especial:

3.1. Principios del s. XIX: Los precursores de la Educación Especial

La mayor parte de autores no hablan del nacimiento de la Educación Especial, hasta finales del s. XVIII y principios del s. XIX, cuando se inicia el período de la institucionalización especializada de las personas con deficiencias.

En la sociedad de esta época surge una concienciación, más asistencial que educativa hacia los sujetos excepcionales. Pero prevalece la idea de la necesidad de proteger a la persona “normal” de la “no normal” y viceversa. Esto deriva en la separación, aislamiento, segregación y discriminación de las personas con deficiencias en centros que se construyen en las afueras de las poblaciones.

Los niños /as con deficiencias, igual que los adultos son enviados en esta época a “Hospitales Custodias” que venían a ser como hospitales psiquiátricos, alejados de las poblaciones y protegidos con verjas, en condiciones antihigiénicas y totalmente incomunicados del mundo exterior.

Desde una perspectiva histórica y teniendo en cuenta que con anterioridad se les enviaba a reformatorios o prisiones, se debe entender que tal práctica era ya un avance.

El enfoque demonológico (persona con deficiencia = persona poseída por el demonio) había dado paso al modelo médico (el cual veremos más detenidamente) que considera a la persona con deficiencia como un paciente, un enfermo sin curación, cuando no un niño permanente, al que solo se podía controlar y, a menudo, se sobreprotegía para evitar posibles riesgos por su parte.

Cabría cuestionarse hablar realmente de Educación Especial, en cuanto que la atención que reciben los sujetos excepcionales era fundamentalmente asistencial.

Sin embargo, podemos aludir a distintos autores como precursores de la Educación Especial al comienzo del s. XIX, los cuales trabajaron bajo la idea de que la persona con deficiencia podía ser educada, estos autores son:

Ø Pinel: intervino en el caso del niño salvaje de Aveyron con la opinión de que se trataba de “un ser con defecto congénito”, negando cualquier posibilidad de curación.

Ø Esquirol: establece la diferencia entre idiocia (deficientes mentales profundos o medios) y demencia (locura).

Ø Itard: trabajó en el caso del niño de Aveyron. El programa educativo que diseñó este autor plantea la educabilidad de todas las personas.

Ø Seguin: su gran contribución a la educación de los niños deficientes mentales fue la idea de que deben lograrse ciertas destrezas básicas sensoriales y motoras antes de conseguir del sujeto respuestas a otras tareas más complejas de aprendizaje.

3.2. Finales del s. XIX y Primera mitad del s. XX: La Organización de la Enseñanza y el Desarrollo de los Test de Inteligencia

en este período prevalece la idea de que la educación es un derecho de todos los ciudadanos y de que los sujetos excepcionales son educables. Esto va a hacer que muchos centros comiencen a plantearse objetivos que van más allá de la asistencia en la atención de personas con deficiencia: objetivos educativos.

Así mismo, en esta época, se da una de las aportaciones más notables en el campo de la psicología: las escalas métricas de inteligencia de Bidet – Simon para clasificar y ordenar a los niños / as. De la aplicación de las mismas, se va a inferir la necesidad de crear centros de Educación Especial para atender problemas específicos.

Por toda Europa, se empiezan a extender los Centros Específicos de Educación Especial, frecuentemente internados, especializados en el tratamiento de los tipos de déficit (monovalente).

En España, la Ley Moyano de 1857 preveía la creación de una escuela para sordos y los hermanos Pereira fundan el Instituto Psiquiátrico Pedagógico para retrasados mentales de Madrid. En 1914, se crea a nivel estatal el Patronato Nacional de Anormales.

Estos centros que han continuado hasta nuestros días, se multiplican y se diferencian en función de las distintas diferencias: ciegos, sordos, paralíticos cerebrales, deficientes mentales, espina bífida, etc., lo que conlleva la ventaja de contar (no siempre) con un profesorado más especializado y un edificio, material, transporte…, adaptados a las personas a las que iba dirigido. No obstante, los inconvenientes no tardaron en aparecer: la falta de contacto con la sociedad e incluso con su familia, hacia imposible la integración y aceptación social del sujeto excepcional y, por el contrario, acentuaba las diferencias ya existentes.

Dichos centros especiales y especializados, constituían y constituyen un subsistema de Educación Especial diferenciado dentro del Sistema Educativo General. Por esto, la mayoría de las leyes generales de educación europeas de la primera parte del s. XX consideran la Educación Especial como una modalidad educativa paralela a la modalidad ordinaria (como por ejemplo lo hace la Ley General de Educación de 1970).

En este período, es necesario mencionar a tres personalidades muy diversas que, a pesar de no haber trabajado conjuntamente, se orientaron hacia aspectos distintos y complementarios sobre el desarrollo psíquico infantil y cuyas ideas tendrían eco en toda Europa:

Ø Sante de Sanctus: plantea las deficiencias psíquicas desde una triple perspectiva: científica, psiquiátrica y psicológica.

Ø Motessori: estudió con Montesano la deficiencia infantil y los diversos métodos de tratamiento.

Ø Montesano: expresó la necesidad de una formación especial en los profesores que se dedicaran a la Educación Especial, que fue creada en Italia en 1900. en España se crea en 1977 la Diplomatura de Educación Especial en aplicación a la Ley General de Educación de 1970, pareciendo en Málaga en 1979.

El Modelo Médico o Clínico

Durante la época de la Institucionalización, el modelo teórico y terapéutico imperante era el modelo médico o clínico, que trataba las deficiencias desde la perspectiva de enfermedad y curación. Bajo esta concepción se generalizó la consideración de que el sujeto con una deficiencia era prácticamente irrecuperable. Éste es un modelo, por tanto, centrados en los déficits.

Este modelo es un modelo segregacionista que se fundamenta entre otros en los siguientes principios:

Ø Los trastornos y deficiencias son innatos y estables a lo largo del tiempo.

Ø El deficiente es un enfermo, cuya enfermedad tienes una causa orgánica y biológica.

Ø Las posibilidades educativas dependen del desarrollo, y el único tratamiento posible suele ser quirúrgico, farmacológico o rehabilitador.

Ø La diversidad es negativa y perturbadora en la escuela ordinaria, por lo que no tiene cabida más que en instituciones especializadas.

Ø Los métodos o instrumentos de evaluación se centran en las deficiencias. Son métodos esencialmente cuantitativos y psicométricos.

Ø Se centra la atención en el individuo en cuestión, considerando individualmente e independientemente del contexto.

4) LA NORMALIZACIÓN Y EL MODELO PEDAGÓGICO

Tras la II Guerra Mundial, en la década de los 60, son muchos los aspectos que cuestionan la concepción práctica y teórica de los Centros Específicos de Educación Especial, empieza a plantearse el que este tipo de Centros favorecen y mantienen la segregación y marginación, conllevan un ambiente demasiado restringido, implican pobres y cuestionables prácticas educativas, etc.

Se va produciendo un cambio de actitudes: se defienden los derechos humanos de las personas con deficiencia, y surge una actitud social en contra de la discriminación y segregación.

El rechazo iniciado por las Asociaciones de Padres hacia los Centros especializados y segregados, empieza a contar con el apoyo de la sociedad y poderes públicos. Todo esto lleva a una crítica de las instituciones especiales y a un movimiento a favor de la “normalización”.

Dinamarca (1959) es el primer país europeo que incorpora a su legislación dicho concepto, entendido como “la posibilidad de que el deficiente mental desarrolle un tipo de vida tan normal como sea posible” (Bank – Mikkelsen, citado en Mayor, 1989); a partir de aquí este término se extiende por toda Europa y América del Norte.

Pero no hablamos únicamente de un cambio terminológico, hablamos también de un cambio de actitud que en el campo educativo se va a reflejar en el paso de prácticas segregadoras a prácticas y experiencias integradoras. Decae la institucionalización en pos de integrar a las personas con deficiencia en el mismo ambiente educativo y laboral que el resto de las personas.

La mayoría de los autores defienden la nueva enseñanza integrada. No obstante, parece conveniente mantener una cierta institucionalización, sobre todo, cuando se trata de niños / as con severas o complejas deficiencias y trastornos. Por este motivo, en España, nuestro Sistema Educativo sigue contemplando tanto la atención de alumnos / as con necesidades educativas especiales en Centros ordinarios como en Centros específicos de Educación Especial, claro está, sin dejar de tener presente el principio de normalización, que conlleva que el alumno con necesidades educativas especiales desarrolle su proceso educativo lo más normalizado posible.

De acuerdo al documento “Integración escolar de los deficientes: Panorama Internacional”, publicado en 1985 por el Real Patronato de Educación y Atención a Deficientes, en el que se analizan los países de Canadá, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia y Suecia, vamos, a continuación, a hacer una breve referencia a los países que, de estos pertenecen al continente europeo:

Ø FRANCIA: la normalización y el movimiento integrador surgió en este país como una respuesta ante la evidencia de los fracasos escolares y las críticas a la atención de los alumnos / as con algún tipo de déficit en Centros asistenciales y específicos. De este modo, en 1975, la Ley de Orientación preconiza el recurrir preferentemente a la integración individual en clases ordinarias y, si esto no es posible, a soluciones de externado.

Ø INGLATERRA: en 1914, se les incluye, por primera vez, en una Ley de Educación como el primer paso hacia la normalización e integración escolar. En 1978, sale a la luz el Informa Warnock que inspiró la Ley de Educación de 1981. se dispone que las autoridades locales proporcionen la educación precisa a los niños / as con necesidades educativas especiales, requiriéndose servicios de Educación Especial para dar respuesta a dichas necesidades.

Ø ITALIA: las propuestas de soluciones a los problemas de las personas con deficiencias en este país se encuadran dentro de dos tendencias fundamentales. La primera se puso de manifiesto desde principios de siglo hasta finales de los 60, consistiendo en segregar a los individuos diferentes en hospitales e internados. Sin embargo, esta política de segregación empezó a ser cuestionada desarrollándose una segunda tendencia, esta vez integradora. Hoy en día, la legislación italiana reconoce la integración de forma generalizada.

Ø SUECIA: la promulgación de la Ley de Normalización aprobada por el Parlamento sueco en 1968, trajo como consecuencia una profunda renovación del Sistema Educativo y social de este país. Actualmente, el marco educativo de Suecia se establece sobre las bases de la normalización e integración.

En nuestro país, la evolución de la Institucionalización a la Normalización ha quedado recogida en la intensa actividad legislativa mediante la cual los poderes públicos han intentado ordenar el campo de la Educación Especial como parte integrante del Sistema Educativo ordinario, crear servicios y promover la mejora de las condiciones de vida y de la educación para sujetos excepcionales.

Teniendo en cuenta que en España las primeras experiencias de integración escolar se dan a finales de la década de los 70 podemos mencionar como bases legales que conciben un modelo educativo integracionista en nuestro país:

Ø 1970, Ley General de Educación: regula la Educación Especial fomentando la creación de aulas y centros especiales. Abre las puertas a la integración de los alumnos / as con necesidades educativas especiales en los centros ordinarios, aunque la Educación Especial sigue siendo paralela a la enseñanza ordinaria.

Ø 1978: se elabora el Plan Nacional de Educación Especial que recoge los principios de normalización e integración y los introduce en nuestro país, orientando la actuación de la Administración y la normativa legal vigente.

En este mismo año, se publica la Constitución Española que señala que “Los poderes públicos realizarán una política de prevención, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestará la atención especializada que requieran y los amparará para el disfrute de los derechos que este título otorga a todos los ciudadanos” (art. 49).

Ø 1982, Ley de Integración Social de Minusválidos (LISMI): desarrolla el artículo 49 de la Constitución Española, y atiende a los principios integradores del Plan Nacional de Educación Especial; estableciendo en los art. 23 – 31 en la educación de personas con déficit físico, sensorial o psíquico. Esta ley asume los principios de normalización, sectorización e individualización de los servicios sociales.

Ø 1985, Real Decreto de 334 / 1985 de Ordenación de la Educación Especial de 6 de marzo: establece la Educación Especial como parte integrante del sistema educativo ordinario complementándolo con centros especiales. Promueve la prevención e intervención temprana, la colaboración multiprofesional y la elaboración, aplicación y seguimiento de programas de desarrollo individual.

Ø 1990, Ley General del Sistema Educativo (LOGSE): opta por el modelo de escuela integradora y dedica el capítulo V (artículos 36 y 37) a la educación Especial.

Ø 1995, Real Decreto 696 /1995, de 28 de Abril, de ordenación de la educación de los alumnos con necesidades educativas especiales: este Real Decreto regula aquellos aspectos relativos a la ordenación, planificación de los recursos y organización de la atención educativa a los alumnos con necesidades educativas especiales temporales o permanentes, fomentando su escolarización en Centros ordinarios en las distintas etapas educativas: Educación, Secundaria, Universitaria…, realizándose las adaptaciones curriculares oportunas, quedando la opción de los centros específicos cuando las adaptaciones a realizar fuesen de grado extremo en relación a la edad de los alumnos / as y el currículum que debiesen cursar.

Ø 2002, Ley Orgánica 10 / 2002, de 23 de Diciembre, de Calidad de la Educación (LOCE): regula la atención a la diversidad en el Título I, concretamente en el Capítulo VII denominado: “De la atención a los alumnos con necesidades educativas específicas”. Establece la diferencia entre el alumnado con necesidades educativas “específicas” y “especiales”. Se alude a la escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales tanto en el Centro Ordinario como en el Centro de Educación Especial, sin que pueda permanecer en este último más allá de los veintiún años.

El Modelo Pedagógico

Este modelo se inicia en la década de los 60, con la Normalización, como respuesta a las limitaciones del modelo médico. Es un modelo integrador de la diversidad que se centra en las necesidades educativas que un alumno / a presenta en un contexto educativo determinado y no en los trastornos, déficits o características diferenciales que pueda presentar. Las características de este modelo son:

Ø No se centra en la deficiencia sino en las necesidades educativas que ésta provoca.

Ø Concepción dinámica (no innata y permanente) de los trastornos o deficiencias que presente un alumno / a en el proceso de escolarización.

Ø La diversidad es positiva y enriquecedora de la escuela ordinaria.

Ø Necesidad de atender a la diversidad en la escuela ordinaria, disponiendo de los recursos personales y materiales necesarios.

Ø El currículo no va a ser distinto pero no va a permitir la adaptación a las necesidades educativas especiales del alumno / a. es la escuela la que se adapta.

Ø Utiliza distintos y variados métodos, técnicas e instrumentos para evaluar las necesidades educativas del sujeto en un contexto determinado.

Ø El interés se centra en los procesos y situaciones de aprendizaje, en la interacción educativa (no sólo en el sujeto), teniéndose en cuenta como mínimo el contexto y el sujeto.

5) CONCLUSIÓN

Para concluir este tema, decir que hoy día podemos hablar de una escuela integradora o inclusiva, para todos / as, nos referimos a una escuela abierta a la diversidad, donde se intenta que las minorías encuentren respuesta a sus necesidades educativas especiales, si perjudicar a los demás, sino todo lo contrario, proporcionando un enriquecimiento mutuo. No obstante, ahora se abre un nuevo horizonte en la atención a la diversidad. Como señalan Cantos y Minués (1999), una vez lograda, en mayor o menor medida la integración del niño / a con necesidades educativas especiales en el Centro Ordinario, tenemos la obligación de procurar una integración de calidad, ¿cómo? Procurando una intervención integral (educativa, social, económica, cultural…) dotando de los recursos y apoyos necesarios, incidiendo en la formación del profesorado y en el trabajo en equipo e interdisciplinar de todos los miembros de la comunidad educativa, esto es, docentes, alumnos, padres, etc.

6) BIBLIOGRAFÍA

Ø Bautista Jiménez, Rafael (Coord.) (1993): Necesidades Educativas Especiales. Ed. Aljibe. Málaga.

Ø Minguez Álvarez, Constancio (1994): Historia de la Educación Especial. Material Policopiado. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

Ø Pérez Galán, Rafael (2003): Educación Especial, atención a la diversidad y LOCE: un enfoque teórico y comprensivo. Ed. Aljibe. Málaga

Ø Sola Martínez, Tomás y López Urquízar, Natividad (2000): Enfoques Didácticos y Organizativos de la Educación Especial. Editorial Grupo Universitario. Granada.