1. INTRODUCCIÓN.
2. EL PROCESO DE IDENTIFICACIÓN Y VALORACIÓN DE LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DE LOS ALUMNOS.
3. EN CURRICULUM ANTE LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.
3.1 DIVERSAS “MODALIDADES CURRICULARES” ANTE LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.
4. LA EVALUACIÓN DEL PROCESO EDUCATIVO.
5. TOMA DE DECISIONES DE ESCOLARIZACIÓN Y PROMOCIÓN.
5.1 DECISIONES DE ESCOLARIZACIÓN.
5.2 DECISIONES DE PROMOCIÓN.
6. BIBLIOGRAFÍA.
1. INTRODUCCIÓN.
Todo sistema educativo tiene dos constituyentes, que son:
– estructura
– curriculum
En nuestro sistema educativo, la estructura viene dada por la Ley de Orgánica, de 3 de octubre, de Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE), que en su artículo 3 establece que las enseñanzas se dividirán en:
– Enseñanzas de régimen general ( EI, EP, ES y FP )
– Enseñanzas de régimen especial ( E. De idiomas y artísticas ).
En este mismo artículo, en el punto 5 se especifica: “las enseñanzas recogidas en los apartados anteriores se adecuarán a las características de los alumnos con necesidades educativas especiales”
Para adecuar correctamente las enseñanzas, es necesario identificar y valorar previamente las nee.
A partir de la definición dada por la LOPEGCE[1], entendemos por alumnos con nee: “aquellos que requieran, en un período de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas por padecer discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, por manifestar trastornos graves de la conducta, o por estar en situaciones sociales o culturales desvaforecidas”.
Para la elaboración de este tema parto de un amplio estudio bibliográfico y de la legislación vigente, fundamentalmente la LOGSE, la Orden de 18 de Noviembre de 1996, sobre evaluación y demás legislación que quedará recogida a lo largo del tema.
2. EL PROCESO DE IDENTIFICACIÓN Y DE VALORACIÓN DE LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.
Cuando hablamos de nee, debemos valorar qué implicaciones educativas conlleva, como indica el Informe Warnock de 1978 (donde aparece por primera vez el término de nee), las nee pueden referirse a las peculiaridades del alumno en cuestión o al proceso educativo.
El análisis de la información debe servir para determinar en qué medida el contexto educativo se ajusta y responde a las características particulares del alumno y orientar hacia el tipo de modificaciones a realizar para mejorar sus condiciones de E-A, puesto que como señala Barroso (1991) identificar las nee, es identificar o reconocer las características y dimensiones de la respuesta educativa.
En este concepto de identificación y valoración se incluye:
– Propuesta curricular (modificaciones).
– Provisión de recursos educativos.
La recogida de información y la posterior identificación de las nee, han de apoyarse esencialmente en la observación del medio natural del alumno. La identificación debe formularse en términos de competencias y orientarse a la determinación de posibles ayudas.
Son muchos los procedimientos de recogida de información, aquí destacaremos los siguientes:
q Técnicas de observación: es una observación intencionada más o menos sistemática y estructurada del comportamiento del sujeto. Dentro de éstas se encuentran: registros, escalas de apreciación, códigos de conducta, etc.
q Técnicas objetivas: son procedimientos de recogida de información mediante tareas y aparatos en situaciones de laboratorio y requieren respuestas que el sujeto no controla voluntariamente. Se clasifican en: cognitivas (atención, percepción…), motoras y psicofisiológicas.
q Técnicas de autoinforme: el sujeto realiza una auto-observación de sus comportamientos motores, cognitivos o fisiológicos. Se distinguen cuatro tipos: entrevistas, cuestionarios, autorregistros y técnicas de pensamiento-en-voz-alta.
q Técnicas subjetivas: permiten la calificación o clasificación según atributos o descripciones verbales que el sujeto realiza sobre sí mismo, personas, objetos o conceptos. Entre otros: las listas de adjetivos, el REP de Kelly, etc.
q Técnicas proyectivas: son instrumentos que revelan aspectos inconscientes de la conducta. Pueden ser: estructurales, temáticas, expresivas, constructivas o asociativas.
Hay tres componentes fundamentales en los que va a basarse la respuesta educativa para acnee:
– La programación.
– Los servicios educativos.
– Los emplazamientos escolares.
Es decir, identificar las necesidades educativas, consistirá en identificar las características y dimensiones de estos tres componentes.
Este proceso conlleva la identificación y valoración de las discrepancias entre los niveles a los que denominamos “niveles de crecimiento personal conseguidos por el alumnos” y aquellos niveles que debería alcanzar.
Esto implicaría aspectos de carácter prospectivos fundamentados básicamente:
– Estimación de habilidades y/o saberes de los cuales ha de disponer.
– Estimar lo que el alumno puede aprender.
Como protagonistas del proceso de identificación y valoración encontramos en primer lugar al profesorado que desempeñan un papel básico e insustituible y además, los equipos de orientación escolar (EOE), los equipos específicos, los equipos de atención temprana, otros.
En este proceso el tutor, tiene un tiene un papel fundamental, puesto que es el más próximo al alumno y tiene carácter mediador y organizar. Sus funciones y estructuras podemos encontrarlas en la Orden de 17 de Julio de 1995.
El tutor tiene la posibilidad de introducir determinados cambios que pueden resultar adecuados para responder a las nee. Antes de buscar la colaboración de otros servicios, han de extremarse las medidas preventivas con lo que también se beneficiaría al grupo-clase.
Cuando se desbordan las posibilidades del tutor, se deberá acudir al maestro de Pedagogía Terapéutica puesto que con su colaboración va a permitir profundizar en la observación. Cuando sea necesario habrá que recurrir al Equipo Interdisciplinar Sectorizado o al Departamento de Orientación.
Es decir, el proceso de identificación de las nee se iniciaría ante determinados signos de alerta o por la información proporcionada: primero mediante la información en el medio natural y cuando sea necesaria, a través de la valoración psicopedagógica.
La valoración o evaluación psicopedagógica se entiende a partir de la Orden de 14 de Febrero de 1996 sobre la evaluación psicopedagógica y el dictamen de escolarización como un proceso de recogida, análisis y valoración de la información relevante, relativa a los distintos elementos del proceso de E-A para identificar las necesidades educativas y para fundamentar y concretar las decisiones curriculares y tipos de ayuda. Siendo competencia de los Equipos de Orientación Educativa y de los Departamentos de Orientación.
Por tanto, la identificación y valoración se puede realizar en un primer nivel por el tutor como evaluación de las nee y en un segundo nivel de evaluación psicopedagógica por parte de los EOE (a no ser que la afectación se detecte antes de la escolarización que en este caso se realizará con anterioridad a la misma).
Este proceso de identificación no deberá atender sólo a las características del sujeto sino también al contexto educativo, escolar y familiar del mismo.
Según Verdugo (1994) han de tenerse en cuenta:
§ Variables del alumno: competencia curricular, estilo de aprendizaje, historia previa del desarrollo y aprendizaje, y el nivel actual de desarrollo bio-psico-social.
§ Variables del contexto: social o comunitario, familiar y escolar.
3. EL CURRICULUM ANTE LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.
A partir del articulo 4 de la LOGSE entendemos por currículo: “Conjunto de objetivos, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada uno de los niveles, etapas, ciclos, grados y modalidades del sistema educativo que regulan la práctica docente”.
En nuestro sistema educativo se otorga de ciertas características al modelo de currículo que perseguimos, entre otras: único, abierto, flexible, descentralizado, sistémico, etc.
Si hablamos de currículo único y flexible es porque éste se adecua a las necesidades tanto del alumno como del contexto y esta adecuación se produce en los niveles de concreción curricular y en las adaptaciones curriculares (reguladas en la Orden 13 de Julio de 1994).
En primer lugar, analizaré que papel le corresponde a cada uno de los niveles de concreción del currículo en lo que constituirá la respuesta a las nee de los alumnos:
– Diseño Curricular Base: Sánchez Asín (1993) lo define como: “el marco donde se determinan las experiencias educativas que la escuela debe garantizar a todos los alumnos sin distinción, dando cumplimiento al desarrollo de los principios de normalización, integración e individualización”.
El DCB facilita la atención a los acnee puesto que:
· Dota de recursos materiales y humanos.
· Organiza el entorno.
· Es un marco obligatorio de referencia.
· Forma y perfecciona al docente.
· Aborda nuevos planteamientos técnicos.
– El Proyecto Curricular de Centro: partiendo del anterior, debe explicitar a qué alumnos se dirige y responde y cómo y cuándo estructura los recursos y opciones metodológicas.
– Las Programaciones de Aula: cuando se llevan a cabo, el profesorado debe ser consciente de la diversidad propia de la misma para asumirla como algo consustancial al trabajo docente (López y Sola, 1997).
Por otra parte, las adecuaciones curriculares se llevan a cabo a través de las adaptaciones curriculares definidas como las modificaciones necesarias para compensar las dificultades de aprendizaje de los acnee. Y pueden ir en una doble dirección:
– Adaptaciones de acceso al currículo: modificaciones o provisión de recursos espaciales, materiales o de comunicación que van a facilitar que algunos acnee puedan desarrollar el currículo ordinario o, en su caso, el currículo adaptado.
– Adaptaciones curriculares: modificaciones que se realizan desde la programación en objetivos, contenidos, metodología, actividades criterios y procedimientos de evaluación para atender las diferencias individuales.
3.1 DIVERSAS “MODALIDADES CURRICULARES” ANTE LAS NECESIDADES EDUCTIVAS ESPECIALES.
Aunque hemos caracterizado al curriculum de único, podemos hablar de cinco modalidades de curricula de acuerdo con González Manjón (1993) según las necesidades de los alumnos con nee:
1) Currículo general u ordinario (con o sin apoyo): el alumno con nee sigue los mismos programas y en los mismos grupos que sus compañeros. Suele aplicarse ante problemas motores no graves.
2) Curriculum con algunas modificaciones: el alumno realiza prácticamente el mismo trabajo que sus compañeros, pero se introducen algunos objetivos adecuados a su nee o metodologías particulares (ej: en el caso de alumnos deficientes visuales o motóricos). Permanencia en el aula ordinaria el mayor tiempo posible, saliendo sólo para recibir esa instrucción particular.
3) Currículo general con reducciones significativas: el alumno permanece parte del tiempo en el aula ordinaria, pero pasa la mayor parte del mismo, fuera de ella, siguiendo un programa específico: reforzándose los aprendizajes instrumentales con un trabajo adicional o más individualizado.
4) Curriculum especial con adiciones: en la medida en que un alumno presenta nee intensas, puede ser necesario reducir el curriculum a determinados aspectos básicos, eliminando la casi totalidad del resto y añadiendo elementos específicos. El alumno pasa casi todo el tiempo en el aula especial, vinculándose con otros niños sólo en actividades de tipo práctico con una finalidad de socialización. Suele ser preciso, asimismo, el empleo de recursos especiales.
5) Currículo especial: el alumno sigue un currículo por completo específico, en donde se suele primar el desarrollo de destrezas sociales y de autonomía social, así como los procesos más básicos del pensamiento. Los aprendizajes instrumentales aparecen sólo si es posible y en unas condiciones muy especiales. Este tipo de curriculum puede seguirse en un aula especial dentro de un centro ordinario o en un centro específico.
Sin negar que el curriculum es una de las vías más potentes para adecuar la respuesta educativa, toda la comunidad educativa tiene el deber de atender a las nee de sus alumnos, y esto ha de ser un rasgo que defina el Proyecto Educativo de todo centro escolar.
4. LA EVALUACIÓN DEL PROCESO EDUCATIVO.
Como indican Vidal y Manjón (1992) la evaluación educativa ha de ser un proceso continuo, estos autores aluden a diferentes etapas que podrían definirse como distintas modalidades de evaluación complementarias:
Þ Evaluación ordinaria: es aquella que normalmente se realiza usando métodos e instrumentos habituales.
Þ Evaluación asistida: igual que la anterior pero con el asesoramiento de otros profesionales al valorar los resultados.
Þ Evaluación compartida: los docentes cuentan además del asesoramiento con la colaboración directa de otros profesionales.
Þ Evaluación psicopedagógica: cuando otros profesionales distintos del docente introducen procedimientos e instrumentos extraordinarios.
Þ Evaluación multidisciplinar: participan especialistas externos.
A parte de los instrumentos y técnicas de evaluación que se utilizan más asiduamente, como son la observación, las pruebas objetivas, los cuestionarios, las entrevistas, existen otros estandarizados que han de servirnos para determinar qué capacidades posee el alumno con la finalidad de saber desde dónde hemos de partir.
Este proceso ha de generarse en distintos momentos permitiendo conocer la situación de partida del alumno, reconducir el aprendizaje y apreciar el grado de desarrollo de las capacidades enunciadas en los objetivos. Se configurarán así tres momentos de la evaluación:
§ Evaluación inicial: al principio del proceso educativo y posibilita el tratamiento a la diversidad y la evaluación criterial, es decir, partiendo desde el punto adecuado desde el que el alumno puede avanzar.
§ Evaluación continua: se realiza a lo largo de todo el proceso educativo con el objeto de ajustar la intervención educativa y estimular el proceso de aprendizaje. Tiene la capacidad de corrección y formación, y al igual que la evaluación inicial, su diseño va a tener lugar en el PCC.
§ Evaluación final: se realiza cuando se concluye una fase o secuencia de aprendizaje con el objetivo de la valoración de los objetivos alcanzados. Supone la valoración de los contenidos asimilados, la concreción de las dificultades encontradas y la delimitación de las medidas educativas complementarias. Llevará consigo la reflexión sobre la promoción.
Pero la evaluación no sólo implica evaluar el proceso de aprendizaje del alumno sino también del proceso de enseñanza en la que podríamos incluir estos elementos:
– Organización del aula y el clima de relaciones existentes.
– Coordinación de los órganos unipersonales y colegiados del centro.
– Regularidad y calidad de la relación con las familias.
5. TOMA DE DECISIONES DE ESCOLARIZACIÓN Y PROMOCIÓN DEL ALUMNO CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.
La identificación y valoración de las nee siempre ocasiona la toma de decisiones dirigidas a responder a dichas necesidades. Esta respuesta abarca distintas dimensiones: currículo, medios, organización escolar, medidas tutoriales y orientadoras, emplazamiento escolar. En este apartado me centraré en la escolarización y promoción del acnee.
5.1 DECISIONES DE ESCOLARIZACIÓN.
Estas decisiones están condicionados por dos principios: normalización e integración, por esta razón, siempre que sea posible se escolarizará en unidades ordinarias.
Según la LOGSE, se establece en el artículo 37.3: “la escolarización en unidades o centros de EE sólo se llevará a cabo cuando las necesidades del alumno no puedan ser atendidas por un centro ordinario. Dicha situación será revisada periódicamente, de modo que pueda favorecerse, siempre que sea posible, el acceso de los alumnos a un régimen de mayor integración”.
A la hora de escolarizar a un acnee debemos procurar:
– Perseguir la máxima integración y normalización sin que por ello se diferencie excesivamente con respeto a la edad cronológica.
– Propiciar al máximo el desarrollo de las capacidades del alumno.
Además de la propuesta de escolarización debería atender a estos aspectos generales:
* Ser escolarizado prioritariamente en centros ordinarios.
* Iniciarse cuanto antes la escolarización.
* La escolarización deberá centrarse en identificar y responder a las nee.
* Los padres (o tutores legales) podrán participar en este proceso.
* Podrán establecerse formulas de escolarización combinadas entre centros ordinarios y de EE.
Respecto a las fórmulas o modalidades de escolarización, Vidal y Manjón (1992) señalan los siguientes emplazamientos, siempre teniendo en cuenta que el entorno debe ser lo menos restrictivo posible:
Centro ordinario y aula ordinaria |
Al 100% |
Con apoyo externo |
Sin apoyo externo |
||
A tiempo parcial. |
Centro ordinario y aula de EE |
Doble emplazamiento. |
Aula de EE 100% salvo actividades extraordinarias. |
Centro específico de Educación Especial |
Otros emplazamientos |
Hospitales, residencias, domicilios, etc. |
En octubre de 1987, el MEC publicó una Circular sobre la escolarización de acnee en la que se dan una serie de instrucciones como son:
1) La modalidad educativa elegida:
– Debe favorecer una integración social.
– Debe propiciar al máximo el desarrollo de sus capacidades.
– Buscar su participación en las actividades curriculares.
– No distanciar excesivamente las edades cronológicas.
2) Los tipos y grados de deficiencias para cada modalidad educativa son:
Centros de integración |
– Sensorial (en todos sus grados). – Motórica ligera y media. – Mental ligera y media. – Problemas no graves de personalidad. |
Aulas de Educación Especial en centros ordinarios |
– Deficiencia mental media que puede estar asociada a deficiencia sensorial o motórica ligera. – D. Motórica media asociadas a mental ligera o sensorial media. – D. Sensorial severa y/o profunda asociada a mental o motórica ligera. |
Centro de Educación Especial |
– Deficiencia mental severa y profunda. – Deficiencia motora muy grave con DM media, severa o profunda. – Deficiencia sensorial muy grave con DM media, severa o profunda. – Autismo. – Problemas graves de personalidad. |
3) La escolarización de acnee está sujeta a revisión anual.
En la CC.AA andaluza, la Orden 5 de Marzo de 1990 sobre escolarización dedica un apartado para la educación especial en el que se dice:
– Los centros específicos escolarizarán acnee que por sus características requieran apoyos y servicios excepcionales.
– Las aulas de EE en centros ordinarios acogerán a acnee no recogidos en el apartado anterior.
– En los centros ordinarios de integración se podrán escolarizar preferentemente aquellos cuya minusvalía esté contemplada en el plan de integración del centro.
– La forma de escolarización se efectuará teniendo en cuenta la evaluación multiprofesional del alumno.
Rafael Bautista (1991) indica el número de alumnos con nee que puede estar escolarizado en una misma unidad en función del tipo de deficiencia:
Ø Disminución psíquica: 10-12 alumnos / unidad.
Ø Deficiencia auditiva profunda: 10-12 al/ u.
Ø Disminución física: 8-12 al/ u.
Ø Cuadros autistas y/o psicóticos: 3-5 al/ u.
Ø Plurideficientes: 6-8 al/ u.
En relación al aula ordinaria, el MEC (1992) señala que deberán reunir las siguientes condiciones:
– Un máximo de 25 alumnos en las aulas que se encuentre escolarizado algún acnee.
– No más de 2 acnee en un mismo grupo.
– Máximo 18 acnee en la totalidad del centro cuando el número de unidades sea igual o inferior a 9 unidades ( 3 de EI y 6 de EP). E independientemente del número de unidades del centro, el número de acnee no excederá de 25 a excepción de si el centro es preferente para sordos.¥
5.2 DECISIONES DE PROMOCIÓN.
La LOGSE hace referencia a la promoción en su artículo 15.2: “los alumnos accederán de un ciclo a otro siempre que hayan alcanzado los objetivos correspondientes. En el supuesto de que un alumno no haya conseguido dichos objetivos, podrá permanecer un curso más con las limitaciones y condiciones, que, de acuerdo con las CC.AA, establezca el Gobierno en función de las necesidades educativas de los alumnos”.
Así mismo, el D 105/92 en su artículo 18 se establece que la decisión de permanencia durante un año más, será una medida excepcional, tomada por el profesor tutor teniendo en cuenta la opinión del resto del profesorado del mismo grupo y la de los padres.
Esta decisión se hará al finalizar el ciclo educativo y el criterio para determinar la promoción o no será la consecución de los objetivos de ciclo. Pero además de esto, tendremos en cuenta otros factores como:
– En qué medida se va a valorar su permanencia con el grupo de compañeros.
– Quienes serán los responsables de esta decisión, que lógicamente serán aquellos que estén implicados en el proceso de E-A del acnee.
En la etapa de EI, la evaluación tiene carácter formativo, y no con carácter de promoción ni calificación. A este nivel educativo ha de ser personalizada y adaptada al ritmo, estilo de maduración, desarrollo y aprendizaje.
De manera excepcional se autoriza la permanencia del acnee durante el segundo ciclo de esta etapa siempre que esta medida permita alcanzar los objetivos generales de etapa y/o beneficie su socialización.
6. BIBLIOGRAFÍA.
– Bautista (1991): “NEE. Manual teórico-práctico”. Aljibe. Málaga.
– González Manjón (1993): “AC: guía para su elaboración”. Aljibe. Málaga.
– López y Sola (1998) en AA.VV: “Bases psicopedagógicas de la EE” Grupo Universitario Granada.
– Verdugo (1994): “Evaluación curricular”. Siglo XXI. Madrid