0.- INTRODUCCIÓN.
En el desarrollo de este tema, expondré fundamentalmente dos partes diferenciadas pero claramente interrelacionadas: Los conceptos básicos sobre la comunicación y el lenguaje; y la adquisición y desarrollo de la comunicación y del lenguaje y su relación con el desarrollo del pensamiento social y afectivo.
En lo que se refiere a la primera parte, tratará fundamentalmente de explicar claramente los conceptos de lenguaje y comunicación, imprescindibles para la actuación de cualquier maestro de audición y lenguaje, así como de ver las relaciones que existen entre ambos conceptos pero, teniendo en cuenta que no son sinónimos, sino que a pesar de estar muy relacionados, son cosas distintas.
La segunda parte del tema, tratará de explicar como se produce el proceso de adquisición y desarrollo de la comunicación y del lenguaje, hecho que no se produce de forma aislada, sino que se relacionará con otros procesos como el desarrollo del pensamiento, el desarrollo social y afectivo,… También se hará una consideración respecto a la adquisición del lenguaje en “casos especiales”, como por ejemplo en los niños de zonas deprimidas.
El tema terminará exponiendo cual será el papel del logopeda respecto a este tema tan importante como es la adquisición de la comunicación y del lenguaje.
1.- CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE.
1.1. ¿QUÉ ES LA COMUNICACIÓN?.
La comunicación humana es fundamentalmente un acto de acción y relación social, en el que se produce un intercambio de información entre dos sistemas intencionados y dinámicos.
Es un acto de transmisión y recepción de un mensaje, el cual está elaborado mediante un código común para quien emite y recibe dicho mensaje; éste se transmite por una determinada vía denominada canal. Todo ello se produce en una situación concreta denominada contexto.
Siempre hay que tener en cuenta que para que se produzca la comunicación, es necesario que se den las siguientes condiciones:
1. Que exista entre los interlocutores deseos de transmitir y recibir información. Que haya intencionalidad (p.e.: esto no pasa en autistas).
2. Que el locutor y el interlocutor conozcan el código en que está elaborado el mensaje. Si no es así, no hay comunicación.
1.2. ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN.
Los elementos que conforman la comunicación son:
– Emisor: fuente de información que convierte los símbolos en significados (codifica).
– Receptor: destinatario de la información, convierte en significado los símbolos recibidos (decodifica).
– Mensaje: es la información que pasa del emisor al receptor a través de un canal.
– Canal: es la vía o soporte físico por el que circula el mensaje.
– Código: el mensaje se transmite en base a un código o conjunto convencional y limitado de signos que se combinan mediante reglas conocidas por el emisor y el receptor.
– Contexto: constituido por un espacio, un tiempo y unas circunstancias socioculturales y personales. El contexto puede servir para facilitar la interacción comunicativa entre emisor y receptor.
1.3. SISTEMAS DE COMUNICACIÓN.
La comunicación se puede dar horizontal y/o verticalmente. La comunicación horizontal se produce entre elementos de igual naturaleza (animales) y la comunicación vertical elementos de distinta naturaleza (semáforo y un hombre).
Existen otras formas de comunicación, que pueden ser verbales o no verbales.
A.- Comunicación no verbal.
Un tipo de comunicación no verbal sería la comunicación de los bebés (pre-lenguaje). Spitz considera que la primera comunicación y verdadera se da cuando el niño sonríe a la madre. Es una respuesta a un estímulo positivo; cuando llora, es la respuesta a un estímulo negativo. Pero para este autor, la comunicación verdadera – total aparece cuando está en la época del no. El niño se da cuenta de que tiene opiniones distintas a los demás, pero al no hablar aún no discrimina con palabras (la comprensión va por delante de la expresión).
Según Marc Monfort la calidad de esa comunicación inicial incipiente dependerá:
– de la integridad del sistema productor (central o periférico) de dichas conductas: la ausencia o insuficiencia de éstas provocará una disminución de las respuestas del entorno y, por tanto, de las estimulaciones necesarias del organismo para progresar.
– De la integración del sistema sensorial, principalmente el auditivo, para que el niño pueda recibir y después interpretar el “feed – back” comunicativo de sus propias conductas que le llevará a pasar de una comunicación no verbal al lenguaje.
– Posiblemente, también, de unas condiciones hereditarias determinantes de algunos rasgos de personalidad que el entorno según el caso, va a potenciar o inhibir, no solamente en función de los juicios y de la valoración que hará respecto a tal o cual tipo de relación y de comunicación.
Además de este tipo de comunicación no verbal, existen otras como la comunicación gestual (propia, por ejemplo de los sordos. Lo importante es que se comuniquen, el sistema empleado para ello, es lo que menos importa), o la comunicación escrita.
B.- Comunicación verbal.
En la comunicación verbal se utiliza el elemento verbal más los factores no verbales.
Es importante que se favorezca la capacidad comunicativa en el niño, para ello hay un factor muy importante: la interacción madre e hijo; se refiere al lenguaje que la madre desarrolla con el niño pequeño.
Sinclair (1974) ve la aparición del lenguaje verbal como la consecuencia de la coincidencia evolutiva de cuatro líneas:
1.- La línea de la inteligencia sensoriomotriz que culmina en lo que Piaget llama la permanencia del objeto.
2.- La línea de la imitación que lleva a la función semiótica o simbólica, imitación en la cual toda representación tiene su raiz.
3.- La línea de comunicación desde los gritos de significación hasta los gestos, las miradas y las distintas interrelaciones.
4.- La línea de la evolución del balbuceo desde la actividad refleja de los primeros meses hacia la constitución del “feed – back” auditivo.
Dentro de la comunicación verbal, nos encontramos con varias posibilidades:
. Dialogar: El diálogo consiste en codificar – emitir – decodificar – comprender e integrar y volver a codificar una respuesta.
. Hablar: El habla es una concreción que el emisor hace de todas las posibilidades que el lenguaje pone a su disposición.
1.4. ¿QUÉ ES EL LENGUAJE?.
Entre las distintas consideraciones del término lenguaje, escojo la de Rondal (1981), que dice que el lenguaje es un instrumento de comunicación y lo entiende como una función compleja que permite expresar y percibir estados afectivos, conceptos e ideas por medio de signos auditivos o gráficos. Todo esto debido a que entre los distintos tipos de comunicación que pueden ser utilizados por el ser humano, el lenguaje es el más perfecto, tanto en signos orales como escritos.
El lenguaje tiene distintas manifestaciones en las diversas comunidades y se denominan lenguas (castellana, inglesa, sueca,…); según Saussure (1989), la lengua es la realización social del lenguaje.
Otra acepción que tenemos que considerar en el lenguaje es el habla, que constituye la parte individual de éste. Es la realización concreta y particular que cada individuo hace de la lengua.
El lenguaje oral, como sistema de comunicación característico del ser humano, tiene algunas particularidades:
1. El lenguaje verbal es aprendido en su mayor parte. Aunque hay una predisposición genética para comunicarse oralmente, sin la influencia de su medio social el hombre no podría adquirir las correspondientes habilidades lingüísticas.
2. El lenguaje verbal permite referirse a sucesos alejados en el espacio y en el tiempo.
3. El lenguaje verbal es un sistema de signos que puede referirse a otros signos. Esta función del lenguaje de hablar sobre el lenguaje, exclusivamente humana, es la llamada función metalingüística.
1.5. COMPONENTES DEL LENGUAJE.
El lenguaje verbal esta constituido por una serie de componentes que se relacionan entre si en base a unas determinadas reglas.
. Componente fonológico: un grupo reducido de fonemas o elementos sonoros. Los órganos del habla pueden producir una gran cantidad de sonidos, pero en cada lengua no se emplean sino unos treinta fonemas, es decir, elementos capaces de diferenciar los diversos sentidos de las palabras. Los fonemas a través de centenares de combinaciones producen las sílabas y los muchos millares de combinaciones de las sílabas darán lugar a diferentes tipos de palabras.
. Componente léxico – morfológico: son signos lingüísticos que se distinguen en lexemas y morfemas, y que matizan el significado de las palabras.
. Componente sintáctico: Las palabras se combinan entre sí para formar oraciones y expresar conceptos.
. Componente semántico: se refiere al significado de las palabras, sus variaciones y las relaciones que existen entre el símbolo y lo que representa.
. Componente pragmático: es la adaptación de la comunicación oral a las circunstancias ambientales y sociales.
1.6. FUNCIONES DEL LENGUAJE.
El lenguaje desde el punto de vista relacional cumple distintas funciones, según Halliday (1975) pueden ser:
– Función instrumental: se emplea para pedir, para satisfacer necesidades propias (esta es la única función del lenguaje para los autistas).
– Función reguladora: se intenta modificar la conducta de los demás; P.e.: “haz lo que te digo”.
– Función interactiva: se utiliza para establecer una mera relación social. Es la función del “yo y tú”.
– Función personal: se utiliza para hablar de sí mismo, opinar, manifestarse,…
– Función heurística: se emplea para preguntar sobre algo que queremos conocer.
– Función imaginativa o creativa: se emplea para fantasear o imaginar.
– Función informativa: se emplea para emitir cualquier tipo de información o dar respuesta a ciertos interrogantes.
2.- ADQUISICIÓN Y DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN Y DEL LENGUAJE Y SU RELACIÓN CON EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO SOCIAL Y AFECTIVO.
2.1. ADQUISICIÓN Y DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN Y DEL LENGUAJE.
* Teorías sobre el desarrollo:
Actualmente no existe ninguna teoría universalmente aceptada sobre la adquisición y desarrollo del lenguaje. Las distintas teorías las podemos agrupar o clasificar en tres grandes grupos:
1. La innatista. Noam Chomsky es su representante más conocido. Él defiende la teoría de que el ambiente sólo juega un papel de desencadenador de estructuras lingüísticas ya inscritas en el organismo del niño. El niño posee esa capacidad innata para la adquisición del lenguaje.
Esta teoría pone de manifiesto la variabilidad creativa del hablante por encima de los hábitos adquiridos, ya que el niño puede enunciar o comprender frases que previamente no le han sido enseñadas.
Bajo el punto de vista didáctico, esta teoría muestra que el niño puede adoptar ante el lenguaje una actitud inteligente, creativa y deductiva, y no de mero imitador pasivo.
2. La constructivista. Según la escuela piagetiana, el lenguaje resulta de una acción constructiva del sujeto. Para Piaget, existe un paralelismo entre las actividades de manipulación y las actividades del lenguaje. Afirma que el lenguaje debe ser considerado dentro del desarrollo cognitivo del niño como un todo.
Para él, hablar y comprender el lenguaje, así como separar y ordenar los objetos, son dos actos de naturaleza cognitiva. En el lenguaje los objetos son reemplazados por palabras y los movimientos por evocaciones, pero se trata siempre de actos mentales. Las estructuras lingüísticas aparecen cuando las demás precondiciones cognitivas y psicológicas son las apropiadas.
Las actividades motrices y manipulatorias del niño enriquecen el lenguaje, por lo cual, al favorecer las actividades con los objetos, estamos contribuyendo al desarrollo verbal. A su vez, el lenguaje permitirá extender las posibilidades de manipulación y conocimiento de los objetos.
Se ha demostrado que los niños que han tenido diversas experiencias con los objetos y se les ha explicado cómo usarlos, aprendieron los nombres de los objetos con mayor rapidez que los que no habían pasado por esas experiencias.
3. La tendencia que tiene en cuenta la comunicación y la acción del entorno sobre el desarrollo del lenguaje infantil (Vigotsky, Skinner y otros).
Para Vigotsky, la relación entre pensamiento y palabra es un proceso viviente; el pensamiento nace a través de la palabra. Una palabra sin pensamiento es una cosa muerta y un pensamiento desprovisto de palabra permanece en la sombra. La acción del entorno es la que explica los distintos niveles del lenguaje, según los ambientes socioculturales con los que se interrelacionen.
Hay corrientes psicológicas que opinan que el refuerzo y la imitación pueden explicar toda la adquisición del lenguaje. Es evidente que el reforzamiento y la imitación ayudan en la producción del lenguaje infantil, pero no toda adquisición lingüística de los niños se puede explicar por imitación y reforzamiento, pero no es menos cierto que la acción del entorno sobre el lenguaje ha preocupado incluso al propio Chomsky, que, en su obra La Langage y la Pensèe, afirma que hay que estudiar con detalle el carácter real de la estimulación y de la interacción organismo – entorno que hace funcionar los mecanismos cognitivos innatos.
La didáctica ha de tener presente la discordancia que se produce entre el nivel y modelo lingüístico que el niño lleva a la escuela, proveniente de su medio social, y el lenguaje que la escuela propone.
* Etapas evolutivas.
Aunque el desarrollo del lenguaje no se produce exactamente igual y al mismo ritmo en todos los niños, sí se puede afirmar, sin ánimo de precisión temporal, una serie de etapas o períodos con bastante similitud de un niño a otro y de una cultura a otra.
Las diferencias interindividuales en el ritmo de evolución del lenguaje están condicionadas por factores biológicos y medioambientales.
. En el aspecto biológico, hay que indicar que existen áreas específicas del cerebro que controlan la producción y comprensión del lenguaje.
Hasta que el cerebro no se ha desarrollado adecuadamente, los niños no pueden desarrollar el lenguaje. Esto se evidencia por una serie de hechos:
1. El lenguaje se desarrolla en una secuencia similar para todos los niños, independientemente del medio en el que el niño se desarrolla.
2. Los pilares en el desarrollo del lenguaje están estrechamente correlacionados con los pilares del desarrollo motor (ambos son controlados por la madurez neurológica).
3. Niños procedentes de diferentes culturas, que aprenden diferentes lenguas, comienzan su lenguaje con expresiones similares.
. Los factores medioambientales funcionan mediante la retroalimentación que reciben los niños cuando producen sonidos del lenguaje y oyen tipos de lenguaje, y pueden influenciar sobre el desarrollo del lenguaje. Si un niño es recompensado por construir frases, palabras,…, continuará haciéndolo, y al revés.
En el desarrollo del lenguaje infantil podemos distinguir tres grandes períodos o etapas:
A.- Primer período o período prelingüístico.
Se extiende desde el nacimiento hasta los 18 meses, aproximadamente. En este período aparecen los hitos siguientes:
– Primeros gritos con los que expresa su malestar o hambre. Estos gritos constituyen comunicación cuando el niño toma conciencia del poder significativo de los mismos, emitiéndolos con la intencionalidad de producir una determinada respuesta en las personas que lo rodean.
– Balbuceo (6 a 7 meses), caracterizado por la práctica de las nuevas habilidades articulatorias descubiertas por el niño. El balbuceo lo utiliza el niño a manera de juego espontáneo. Aparecen intentos de imitación de sonidos (ecolalia). Se va pasando de una modalidad de repetición a una modalidad de intercambios.
– Primeras palabras y expresiones comprendidas, seguidas de las primeras palabras expresadas (12 meses aproximadamente). Las palabras usadas inicialmente por los niños son idiosincráticas. No son palabras que los niños hayan oído de sus padres o de otros adultos, sino que tienden a ser nombres para clases de objetos o sucesos como el estado de hambre o deseos de alimentos. Es una palabra sobregeneralizada, de un carácter global y de significación múltiple.
– Aparición de la primera frase (18 meses). Aparecen dos palabras juntas para comunicar una idea. Es una especie de lenguaje telegráfico que elimina las palabras que juegan un papel menos importante en el mensaje, utilizando sólo las palabras que tienen mayor calidad de información acerca de la idea que se pretende expresar.
B.- Segundo período.
Abarcaría desde los 18 meses hasta los 3 años aproximadamente.
– El niño de 2 años y medio ha desarrollado la habilidad para discriminar y usar todos los sonidos de las vocales en su lenguaje. Sin embargo, su aprendizaje consonántico es más restringido por su mayor complejidad motórica.
– Desarrollo progresivo y rápido de su léxico. Su comprensión excede en gran manera a la producción de su lenguaje.
– Desarrollo del sintagma nominal y del sintagma verbal, aprendizaje de juegos verbales y pequeñas canciones.
– Aparece el uso de las flexiones.
– Sus emisiones durante este período se clasifican en:
a) Referentes locales: /ete/, /oto/.
b) Referentes temporales: /ahora/.
c) Referentes objetales: (objetos familiares al niño, actividades, partes del cuerpo, personas, animales,…).
d) Referentes de pertenencia: /es mío/.
e) Referentes situacionales.
f) Referentes de relación: /voy/, /adiós/, /ta luego/, de interrogación y negación.
C.- Tercer período o del lenguaje propiamente dicho.
A partir de los 3 años, el lenguaje infantil, debido al enriquecimiento rápido que experimenta, se aproxima al del adulto, adoptando el vocabulario de éste y sus estructuras lingüísticas.
El lenguaje se desprende paulatinamente de la acción inmediata, ya que el niño ha superado la etapa sensoriomotriz. Su interés por el lenguaje aumenta ostensiblemente y lo utiliza como instrumento de creación y fantasía.
Aparece el uso del “yo”, implicándose personalmente en la comunicación. Pasa, desde el monólogo de frases anteriores, al diálogo personalizado. Es la etapa de las preguntas.
Al llegar a los 5 años puede dominar de 2.000 a 2.500 palabras, según el medio. Su dominio de términos y estructuras no es completo. Se ha sugerido muchas veces que, excepto para el incremento de vocabulario, la adquisición del conocimiento del lenguaje es completo a la edad de 5 ó 6 años. Esta creencia ha sido desaprobada últimamente. Es de concepción general que el desarrollo del lenguaje adicional ocurre después de los 6 años y puede continuar, incluso, en la adolescencia. Por supuesto, el vocabulario crece extraordinariamente de los 6 a los 12 años, al ritmo de 1.000 palabras por año, aproximadamente.
También se producen cambios en el significado de las palabras. La misma palabra tiene, con frecuencia, un significado diferente al que tenía a los 8 y 12 años. Los significados concretos se van transformando en significados psicológicos con el aumento de la edad cronológica y el desarrollo mental y experiencial que ésta conlleva.
El desarrollo sintáctico consiste en:
a) Incremento de la complejidad de unidades de la frase usadas en el discurso, mediante la implicación de frases y modificaciones del sujeto.
b) Aprendizaje de las excepciones de las reglas sintácticas generales.
c) Incremento del uso de estructuras sintácticas raras veces usadas, aún en el lenguaje adulto. En este sentido, niños de temprana edad pueden entender oraciones en voz activa, pero tienen dificultades en comprender frases en voz pasiva.
Uno de los hechos más importantes, que interesa conocer al profesor, es el nivel lingüístico en que se encuentra el alumno a su ingreso en preescolar, lo que le permitirá a éste fijar un punto de partida para una actuación psicodidáctica adecuada. Los aspectos considerados son los siguientes:
1.- Permanencia de algunas dislalias fisiológicas (dificultades en la articulación de sonidos) que desaparecerá más tarde:
. Omisión de articulemas, sílabas e incluso palabras.
. Situaciones o cambios de unos articulemas por otros (d/r, r/l, s/l, e/i, z/s, g/j).
. Añadidos o agregados de articulemas.
. Metátesis o cambios de articulemas dentro de una palabra. Es la alteración de la secuencia normal de los sonidos.
Estas dislalias serán superadas siempre que no se refuercen por padres y profesores.
Asimismo, entre los 3 y los 5 años se produce con frecuencia la denominada tartamudez fisiológica. El ansia de comunicación del niño es tan grande entre los 3 y 5 años, que la facilidad de palabra y la rapidez de pensamiento no van al compás. Si los padres llaman la atención sobre el trastorno, el niño adquiere conciencia de él y un fenómeno normal se puede convertir en una patología.
2.- En cuanto al vocabulario, dimensión estructural del lenguaje, contenido de la comunicación, expresión y creatividad, se recogen los resultados de la investigación expuesta por C. Rosales.
– Los niños, a esta edad, utilizan un 50 por ciento de su léxico en forma de verbos, nombres y pronombres; un 30 por ciento en forma de determinantes de diversa índole y el 20 por ciento restante como nexos, interjecciones y onomatopeyas.
– Utilizan preferentemente los tiempos verbales presente y pasado con relación al futuro. Los tiempos compuestos son raramente usados.
– Los modos verbales más frecuentes son el indicativo (el que más), el subjuntivo y el imperativo.
– Mayor frecuencia de los adverbios y artículos que de adjetivos. Los artículos determinados con preferencia sobre los indeterminados.
– Utilizan la concordancia correcta entre género y número, presentando dificultades entre número y persona.
– Predominio de las oraciones funcionales (incompletas) y las proposiciones simples.
– Utilización preferente de la coordinación y la yuxtaposición.
– En el diálogo, utilizan el estilo directo con tiempos verbales en presente, y el estilo indirecto con tiempos verbales pasados.
– En los contenidos de los temas elegidos espontáneamente por los niños, predominan: vida familiar, el entorno inmediato del niño, la escuela, el juego, cuentos, canciones,… Se aprecia, asimismo, una gran influencia de la televisión.
– Predominio de las funciones expresivas y creativas, que se manifiesta a través de una serie de recursos, como las onomatopeyas, la entonación y la creación de palabras.
3.- Contextos de adquisición: familiar y educativo.
Desde el momento del nacimiento del niño, la madre o su “sustituto”, mantiene un diálogo gestual continuo con él. Este hablar continuado de la madre, es la primera condición indispensable para la adquisición del lenguaje. La madre, con un gran sentido pedagógico, no sólo le habla a su bebé, sino que le deja hablar. El bebé reproduce los sonidos, las entonaciones, imita melodías de los enunciados adultos, sin que aún diferencie las palabras.
Wyatt afirma: “La madre ofrece un excelente modelo verbal a su hijo. Articula claramente, usa frases cortas y sencillas, apropiadas a la edad y nivel de desarrollo del niño, emplea palabras y frases que se corresponden muy bien con las del niño, le enseña palabras nuevas, diferenciaciones entre conceptos y objetos próximos, le proporciona un feed – back verbal específico e inmediato y le enseña, sin que se aperciba, en un clima de contento y encanto recíproco”.
Así, la madre actúa normalmente a manera de psicopedagoga natural. Partir del lenguaje de los niños, los feed – back correctores expansivos de los enunciados que el niño utiliza, incitaciones extralingüísticas, extensiones semánticas,…, son procedimientos de pedagogía natural utilizados por la madre.
Hay, sin embargo, hábitos perniciosos en las relaciones comunicativas con el niño pequeño. Algunos padres y adultos, próximos al niño, se divierten con el lenguaje de éste e intentan imitarlo, pensando que el niño no los comprenderá si no adoptan un lenguaje deformado, simplificado, generalmente desprovisto de determinantes y de relaciones sintácticas. Con este proceder se retrasa el progreso de los niños y se dificulta la comprensión de su lenguaje. Tampoco es conveniente, en la comunicación con el niño pequeño, la utilización de un lenguaje excesivamente elaborado y sofisticado. Hay, pues, que partir, en un principio, del lenguaje conocido por el niño para que nuestros enunciados sean comprensivos para éste y adaptar el lenguaje adulto al niño (es lo que se llama baby – talk).
Cuando un niño ingresa en un Centro de Educación Infantil, su lenguaje entra en confrontación con el lenguaje de su educador. Esta confrontación puede revestir distintas modalidades.
A este respecto, siguiendo a L. Lentin, se puede afirmar que:
. El niño de un medio sociocultural favorecido reconoce, al oír a su profesor, el lenguaje de su madre, el lenguaje de su ambiente familiar. Esta similitud favorecerá el enriquecimiento de su propio lenguaje, al existir una armonía entre éste y el lenguaje escolar.
Los niños provenientes de este ambiente tienen un apetito de lenguaje que les facilita responder al menor estímulo o incitación. La escuela constituirá, pues, un lugar privilegiado para la germinación y el crecimiento óptimo del lenguaje en estos niños favorecidos por su ambiente natural, quienes, hay que reconocer, forman apenas una pequeña porción de la población escolar de nuestro país.
Es evidente, que estos niños manipulan un volumen mucho mayor de lenguaje, en comparación con otros más desfavorecidos y, sobre todo, están más habituados a la utilización de un lenguaje más explícito y estructurado.
El niño de un ambiente sociocultural desfavorecido, cuando ingresa en la escuela, no reconocen en el discurso de los profesores nada o casi nada de lo que ellos han oído y aprendido en su medio familiar.
A esta dificultad hay que añadir que los temas que en la escuela sirven de soporte al lenguaje, raramente se corresponden a las experiencias vividas por los alumnos de estos medios. Hay pues una discontinuidad entre el medio escolar y su medio social de origen, que dificulta la integración y el aprendizaje del alumno.
En el intento de superar, en parte, la desesperanzada conclusión de Bernstein de que la escuela no puede compensar los defectos de orden social, provenientes del código lingüístico que el alumno trae a la escuela, se proponen una serie de recomendaciones que pueden obviar relativamente esta dificultad lingüística, variable generadora esencial para una gran mayoría de tratadistas psicopedagógicos, del fracaso escolar.
Estas recomendaciones consisten en:
a) El profesor debe tomar conciencia de la cultura sociolingüística que el alumno trae a la escuela.
b) Las experiencias del niño deben estar integradas en las situaciones de aprendizaje que se generen en el aula.
c) Crear situaciones de lenguaje para cada niño individualmente considerado, organizar grupos y mezclar alumnos que provengan de distintos medios socioculturales.
d) Propiciar el habla de cada alumno, a fin de permitirle que “cree” su lenguaje.
e) Exploración, mediante el lenguaje, de todas las situaciones vitales, ya que el idioma infantil se desarrolla sólo hablando en situaciones vitales. Ni los libros ni las imágenes pueden reemplazar a las ocasiones de expresarse verbalmente.
f) Cultivo de la actividad verbal en sí y por sí misma (juegos verbales, juegos semánticos y juegos sintácticos).
2.2. RELACIÓN CON EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO.
Durante mucho tiempo no se consideró importante en psicología el papel que juega el lenguaje en la formación de los procesos mentales del niño. Actualmente, se opina que hay que hacer referencia a la influencia que la génesis del lenguaje y de los procesos cognitivos puedan tener entre sí.
Dependencia, independencia e interacción de ambos procesos, son el resumen de las posturas adoptadas dentro de las distintas corrientes psicológicas.
.En el ámbito de la psicología cognitiva, tanto en la teoría como en la investigación experimental, el estudio de las relaciones pensamiento – lenguaje se ha ido convirtiendo poco a poco en uno de sus problemas básicos.
Los planteamientos, sin embargo, son distintos según el paradigma psicológico en el que se sustentan.
La corriente conductista considera que el proceso de Adquisición del lenguaje y el desarrollo cognitivo transcurre bajo las leyes del condicionamiento, atendiendo que existe una posición de identidad entre el habla y el pensamiento.
Una posición innatista, opuesta radicalmente a la anterior cuyo principal representante es Chomsky (1965), defiende la independencia total entre el lenguaje y el pensamiento y, por tanto, entre ambos procesos de desarrollo. Según esta concepción, existe un “Dispositivo para la Adquisición del Lenguaje” (LAD), innato en el hombre, gracias al cual es posible la aparición y desarrollo del lenguaje en el niño.
Bruner (1989), desde una postura un tanto escéptica, afirma que, si es cierto que existe el LAD, por supuesto incorporado, no innato, debería haber algo parecido en los adultos que sea capaz de activarlo; él le da el nombre de “Sistema de Apoyo para la Adquisición del Lenguaje” (el SAAL de Bruner), pues ha observado que el adulto usa un tipo especial de lenguaje con los bebés, el baby talk o lenguaje infantilizado, como ayuda en su incorporación al lenguaje, y que, incluso niños de 4 años son capaces de usarlo con otros más pequeños de 2 años.
Desde una posición genetista, aunque no coincidente con la chomskiana, Piaget considera que sí existe dependencia entre ambos procesos: el desarrollo lingüístico depende del desarrollo cognitivo. El pensamiento es anterior al lenguaje y condiciona su adquisición y desarrollo.
Estas son las tesis del determinismo cognitivo.
.Frente a ellas, en el polo opuesto, se sitúan las tesis del determinismo lingüístico de Sapir – Whorf que también consideran dependientes ambos procesos, pero en sentido inverso a las teorías piagetianas: el lenguaje que adquiere un individuo condiciona su forma de pensar, su manera de comprender el mundo.
Una postura menos estricta, derivada de las tesis anteriores, La constituye el relativismo lingüístico, que propugna que la existencia de ciertas palabras o construcciones gramaticales en una lengua propicia (no condiciona) la expresión de ideas con más facilidad, frente a aquellas lenguas que no las poseen.
.En los últimos tiempos, se observa, pese a la gran diversidad de posiciones teóricas, una gran convergencia respecto a un punto: El reconocimiento de la estrecha relación que existe entre pensamiento y lenguaje, sin llegar a su identificación, y de la complejidad de esta interrelación.
Las distintas teorías se pueden agrupar, por lo tanto, en tres grupos:
a) Teorías cognitivas: que han defendido la prioridad del pensamiento sobre el lenguaje.
b) Teorías lingüísticas: que defienden la dependencia del pensamiento respecto al lenguaje.
c) Teorías interactivas: que defienden los procesos de interrelación entre los dos procesos.
A) Diferentes modelos teóricos. Será en Psicología donde se estudien, con más interés que en otras ciencias, las relaciones que pueden existir entre el lenguaje y el pensamiento. A partir de las teorías anteriores, se produce la confrontación de dos grandes escuelas o modelos en Psicología que se encargan de establecer la relación entre el desarrollo cognitivo (pensamiento) y el desarrollo lingüístico.