Tema 1B – La evolución de la educación especial en Europa en las últimas décadas: de la institucionalización y del modelo clínico a la normalización de servicios y al modelo pedagógico.

Tema 1B – La evolución de la educación especial en Europa en las últimas décadas: de la institucionalización y del modelo clínico a la normalización de servicios y al modelo pedagógico.

1.- INTRODUCCIÓN.

El concepto de la educación especial ha experimentado un cambio significativo en la actualidad. Notables progresos se han observado en cuanto a la actitud de la sociedad respecto de la atención que merecen los sujetos necesitados de educación especial, así como lo que se refiere a la teoría y a los métodos de evaluación e intervención y a la organización de los servicios pertinentes. Sin embargo, debido a la complejidad y heterogeneidad del campo que exige articular (pluridimensionalidad del objeto de la educ. espec. y necesaria convergencia de las muchas disciplinas que tienen algo que aportar) la educ. esp. aparece todavía como una empresa fragmentaria y dispersa, carente de un marco suficientemente comprensivo y de una orientación bien definida.

2.- EVOLUCIÓN DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL.

Como disciplina y como praxis abarcadora de los diversos tipos de deficiencias, de enfoques teóricos y prácticos y de tratamientos, la educ. esp. es relativamente reciente. En los últimos 50 o 60 años se ha ido desarrollando un corpus teórico y una práctica generalizada que en el periodo más reciente ha empezado a dar sus frutos.

Antes de poder hablar de Educación Especial, existe un largo periodo, hasta finales del s. XVIII, el cual tanto desde el punto de vista ético como desde la perspectiva de la eficacia estuvo dominado por el pesimismo y el negativismo. Basta decir que en la Antigüedad Clásica conocemos la existencia de seres que no merecían vivir y que son arrojados por el monte Taijeto en Esparta.

Ya en la Edad Media las personas consideradas “anormales” eran olvidados, rechazados e incluso temidos.

El paso al Renacimiento trae consigo un trato más humanitario hacia este colectivo. Desde las ordenes religiosas se da un paso adelante al considerar a los deficientes como personas, si bien la atención educativa se inicia más bien con los deficientes sensoriales que con los mentales. Así en España tenemos el ejemplo de Fray Pedro Ponce de León que en el s. XVI estableció la relación causal entre sordera y mutismo, y escribe la obra ”Doctrina para los sordomudos” donde expone su método oral.

Juan Pablo Bonet en el s. XVII difundió el método oral en su libro “Reducción de las letras y arte para enseñar a hablar a los mudos”.

En Francia, el Abad de l´Epee sistematiza un lenguaje mímico que permite la comunicación manual entre los sordomudos, el cual fue una corrección del de Jacobo Rodrigo Pereira.

La aparición del método científico y el hincapié con que los autores defienden la dignidad individual y los derechos humanos van generando en el s. XVIII una actitud más comprensiva, además la sociedad empieza a tomar conciencia del deficiente.

El enfoque naturalista, basado en hipócrates, toma fuerza; se potencian los estudios de anatomía y fisiología dando más importancia a los métodos físicos.

En el s. XVIII prevalece la opinión de que el cuidado de los enfermos mentales corresponde a los médicos. Algunos médicos célebres protestaron por la falta de atención humanitaria.

Dentro de las reformas sobresale la de Pinel consiguiendo liberar de las cadenas a los pacientes de las instituciones de Bicêtre y Salpêtriére, aunque dudara de que tanto el idiota o el demente fueran sujetos susceptibles de recibir educación.

Todos estos hechos permiten empezar a hablar del resurgimiento de la educ. espec. en el s. XVIII. Se incorporan también las aportaciones de Rousseau, cuyas ideas han sido aplicadas a la educación de los retrasados y han influido de forma decisiva en Pestalozzi y Fröebel cuyos conceptos y principios ejercieron intensa influencia en los pioneros de la educucación de los retrasados mentales.

2.1.- Etapa de la institucionalización.

Pasamos ya al s. XIX, cuando los deficientes mentales van a recibir un auténtico tratamiento medicopedagógico, porque ya se les identifica como tales. En este siglo tiene lugar el nacimiento de la Educación Especial. Se inicia en este periodo la institucionalización especializada de las personas con deficiencias. Progresivamente la sociedad toma conciencia de la necesidad de atender a las personas con deficiencias pero tal atención se concibe generalmente en términos asistenciales y no como proceso educativo y de desarrollo personal.

Sin embargo, las condiciones de vida de los deficientes mentales en Europa eran muy semejantes a las del siglo anterior y la situación de las instituciones alarmantes.

En este periodo de la institucionalización o como bien lo llama José Francisco Guerrero López (1995. Pag.15) “Era de la Atención Educativa Segregada”, aparecen varios personajes que podemos considerar como algunos de los precursores de la educ. esp.: Pinel, Esquirol, Seguin, Itard…

Pinel y Esquirol realizaron un gran esfuerzo para mejorar las condiciones de las instituciones. Esquirol trata de separar los enfermos mentales de los deficientes mentales.

En esta tarea colabora Itard cuyas investigaciones educativas a partir del niño salvaje de Aveyron tuvieron gran influencia sobre los trabajos medicopedagógicos intentados a lo largo del siglo.

Las condiciones de vida de las personas deficientes mejorarían algo en la segunda mitad del siglo gracias a la obra de Seguin, el cual es el autentico reformador de las instituciones para retrasados mentales. Seguin estableció con el psiquiatra Esquirol la primera colaboración medicopedagógica.

Para Acosta Rodriguez (1988) a finales del s. XIX se va a producir un gran impulso de la educ. esp. debido a la Revolución Industrial y a la obligatoriedad de la enseñanza que hace ver el gran número de deficientes que existían realmente.

Así, se empiezan a crear importantes escuelas para la educación de niños con deficiencias sensoriales y mentales.

Realmente fue en esta época cuando se asentaron las bases de la de la educ. esp.. En muchos paises, con diferentes métodos, psiquiatras y pedagogos trabajaron conjuntamente, dando importancia a la educación sensorial y motora y propiciando la adaptación a una vida normal.

Surgió de este modo la figura del profesor de educación especial.

Esta era de la institucionalización o de la atención educativa segregada está atravesada por una profunda ambigüedad respecto del fenómeno de las diferencias individuales que implican limitaciones y deficiencias:

· Por un lado, se tiende a segregar a estos sujetos de la sociedad en que viven porque se perciben como amenaza, sin que se reconozcan sus derechos, ni sus posibilidades para llevar una vida normal.

· Por otro, esa segregación se entiende como beneficiosa para los propios sujetos excepcionales, puesto que en la institución se les puede prestar más atención, asistencia.

Dentro de este periodo de la atención educativa segregada cuatro son las claves fundamentales (Mayor, 1988):

En primer lugar, la materialización de programas de intervención que autores como Esquirol, Seguin y Itard llevaron a cabo.

En segundo lugar, la importancia de algunos reformadores sociales como Dorotea Dix y Howe.

En tercer lugar, la aparición de importantes asociaciones como la American Association of Instructors of the Blind, la American Association of Mental Deficiency y sobre todo el Council for Exceptional Children que más tarde iniciara la publicación de la revista Exceptional Children.

Por último, el desarrollo científico y tecnológico permite disponer de métodos fiables de evaluación y tratamiento.

La era de la atención educativa segregada dura demasiado tiempo. En general, llega hasta mediados del s. XX en unos paises, hasta hace algunos años en otros (p.e. España) e incluso todavía existe en algunas naciones. Esto ha sido debido a factores como:

· La existencia de actividades negativas hacia los deficientes.

· El uso y abuso de la psicometría desde el comienzo del presente siglo.

· La opinión extendida de considerar al deficiente como un elemento perturbador de la sociedad.

· La paralización del desarrollo de los servicios sociales como consecuencia de las dos guerras mundiales.

Hemos de admitir que la institucionalización supuso un gran paso con respecto a la época anterior. Pero la presión de ciertos sectores innovadores estaba empujando el advenimiento de lo que podríamos denominar “Era de la Integración”.

Los centros de educ. esp. a pesar de haber supuesto un gran avance, llega un momento en que sus planteamientos permanecían como momificados en un anacronismo aislado.

2.1. Etapa de la normalización.

Al final de la década de los cincuenta tiene lugar un cambio conceptual en cuanto a las atenciones que requieren las personas con discapacidad. Aparecen nuevos conceptos y nuevos modos de decir que determinarán nuevas formas de hacer.

Hay instituciones que se resisten a continuar con una educación especial segregada.

Los padres se cuestionan la razón por la que sus hijos están segregados del medio social y familiar.

Los profesores ponen en tela de juicio la función que están desempeñando puesto que con la educación especial segregada no se está cumpliendo el objetivo pretendido, es decir, la integración social.

En los paises Escandinavos, teóricos como Nirje proclaman el principio de normalización en virtud del cual todas las personas tienen derecho a llevar una vida lo más normalizada posible, a poder utilizar los servicios normales de la comunidad.

Los programas de atención se plantean como servicios comunitarios totales, procurando la integración de los deficientes en la comunidad, mediante sistemas de servicios personalizados, sectorizados y coordinados.

Las investigaciones sobre las actitudes negativas de la comunidad hacia los sectores sociales marginados, muestran la responsabilidad que tales comportamientos tienen en el origen y mantenimiento de la marginación misma.

Los avances en determinadas ciencias posibilitan expectativas más optimistas respecto a la capacidad de aprendizaje y desarrollo de las personas deficientes.

Las declaraciones de los derechos del hombre, el niño y el deficiente mental.

Los nuevos principios e ideales a la hora de abordar la atención a sujetos con deficiencias: los principios de normalización, integración, sectorización e individualización.

· Extracto de la Declaración de los Derechos Generales y Especiales del Deficiente Mental:

Asamblea de la Liga Internacional de Asociaciones Protectoras de Deficientes Mentales, Jerusalem, 24 de Octubre de 1996.

Considerando que la Declaración de los Derechos del Hombre adoptada por las Naciones Unidas, proclama que todas las personas de la familia humana, sin distinción de género, tiene los mismos e inalienables derechos de dignidad y libertad humana:

Considerando que la Declaración de los Derechos del Niño, adoptada por las Naciones Unidas, proclama los derechos del niño, fisica, mental o socialmente deficiente a un tratamiento especial, educación y asistencia, requerida por su peculiar condición:

AHORA EN CONSECUENCIA la Liga Internacional De Asociaciones Protectoras de Deficientes Mentales proclama los siguientes derechos:

Articulo 1. El deficiente mental tiene los mismos derechos fundamentales que los demás ciudadanos del mismo país y de la misma edad.

Articulo 2. El deficiente mental tiene derecho a una atención médica y recuperación física adecuadas, así como a una educación, adiestramiento, formación y orientación que le permitan desarrollar al máximo sus aptitudes y posibilidades, cualquiera que sea el grado de su incapacidad.

Como consecuencia de la generalización del principio de generalización, se produce en el campo educativo el cambio de prácticas segregadoras a prácticas integradoras.

En Inglaterra, el equipo presidido por Mary Warnock presenta en el año 1978 un documento conocido hoy como El informe Warnock, cuya influencia se deja sentir hasta el día de hoy. Se plantea en él que todos los niños tienen derecho a asistir a la escuela ordinaria de su localidad. Pero da un paso más al cuestionarse la identidad de las personas que se dican deficientes. En realidad son personas, niños, que tienen una deficiencia, que les ocasiona una discapacidad, pero que resuelta ést.a no tienen porque aparecer como minusválidos: sólo tienen unas necesidades educativas especiales, que exigen unas atenciones también especiales.

En España se crea en el año 1978 el Instituto Nacional de Educación Especial. Su primera actuación fue la creación del Plan Nacional de Educación Especial (1979), que introduce en nuestro país la nueva filosofía de la normalización. Este mismo año se crea el Instituto Nacional de Asuntos Sociales (Inserso) que incluye entre sus planes las prestaciones para la recuperación, la integración social y laboral y ocupacional de los minusválidos.

A pesar de aparecer en la Ley General de Educación de 1970 un capitulo referido a la educación especial, hasta la década de los ochenta no se refleja en los ordenamientos legales de la filosofía de la integración escolar. Con un claro avance conceptual la filosofía de la normalización queda plasmada en el marco legal a partir de la Ley de Integración Social de los Minusválidos del 7 de Abril de 1982.

Pero el documento definitivo en España es el Real Decreto de 6 de marzo de 1985 de Ordenación de la Educación Especial, que establece que siempre que sea posible los alumnos con necesidades educativas especiales serán escolarizados en régimen de integración en centros ordinarios.

El paso a la década de los noventa vendrá marcado por el Proyecto de Reforma del Sistema Educativo y la publicación del Libro Blanco sobre el mismo. Pero es la promulgación de la Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE), aprobada el 13 de septiembre de 1990, la que da toda su apoyatura a la filosofía de la integración escolar (capitulo 5).

Tanto el reconocimiento del derecho de los deficientes a recibir una educación como el concepto de integración proporcionan importantes temas a la investigación e innovación educativa. De esta manera, según la UNESCO, se pueden mencionar como cambios experimentados en los servicios de la educ. esp. los siguientes:

Los servicios sociales se ocupan de los niños en edad escolar, no se preocupan sólo por su bienestar físico sino también de su formación social y afectiva.

La detección y el diagnóstico precoces de los factores patológicos permiten aplicar un tratamiento tan pronto como sea posible.

La consideración de que sólo las “minusvalías primarias” retrasen el desarrollo. Toda intervención centrada en un solo aspecto del sujeto y que no tiene en cuenta las características de aprendizaje del alumno, los factores medioambientales que le rodean… corre el riesgo de ser inoperante.

Se cuestiona en estos momentos el uso y la eficacia de los test a la hora de determinar cuales son las necesidades educativas de los alumnos.

El marco en que se recibe la instrucción ejerce una profunda influencia en el alumno. Urge por tanto la necesidad de diseñar estrategias didácticas que favorezcan la integración del alumno dentro del marco escolar y a la vez que se establezcan planes para la integración de estas personas en el marco social y laboral.

Surge la necesidad de utilizar las estrategias de evaluación continua con el alumnado, a la vez de evaluar la eficacia de los propios planes educativos diseñados para ellos.

La necesidad de dotar de recursos personales, materiales, ambientales apropiados para dar respuesta a las necesidades educativas que estos alumnos demandan.

3. DEL MODELO MEDICO-CLÍNICO AL MODELO PEDAGÓGICO.

El problema de los sujetos con n.e.e., dificilmente podrá entenderse si se desconoce su evolución histórica, es decir el modo en que ha ido siendo tratado en los últimos tiempos.

Si hacemos un pequeño recorrido histórico, nos encontramos cómo ha ido evolucionando la denominación que se daba a las personas que presentaban algún tipo de alteración, al mismo tiempo que iba evolucionando la conceptualización del mismo y los modelos explicativos y de intervención que subyacen a cada una de ellas.

Podemos clasificar los modelos en dos grandes bloques:

Modelo médico que se caracteriza por centrar la atención en los déficit, problemas o deficiencias que presenta un determinado individuo.

Modelo pedagógico cuyo objetivo es determinar las necesidades que presenta una persona para alcanzar las más altas cotas de bienestar social.

De la asunción de uno u otro modelo va a depender el abordaje preventivo, diagnóstico, rehabilitador, el modelo de organización e incluso los roles profesionales que planteemos en el trabajo hacia la discapacidad.

3.1. Modelo médico.

Imperantes en la primera mitad del s. XX, se caracterizan por asumir fundamentalmente que los problemas competenciales de los individuos proceden de ellos mismos, causas orgánicas o procesos intrasíquicos, considerando la conducta como un síntoma o manifestación externa de una alteración subyacente. De esta manera se considera que el sujeto deficiente presenta una pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.

La búsqueda y estudio de esa deficiencia interna será el elemento central que guía el proceso y los instrumentos de evaluación, y que determinará el tratamiento dirigido a la eliminación de esa deficiencia. Todo ello conlleva un proceso de “inculpación a la víctima” ya que el origen del trastorno está en ella misma. Por tanto, bajo este modelo hablamos de individuos especiales, con unas características diferentes al resto, lo cual va a implicar una atención educativa especializada distinta y separada de la organización educativa ordinaria.

3.2. Modelo educativo.

Éste modelo está presidido por el principio de normalización

Esta etapa plenamente educativa no es que no se tenga en cuenta o se descuide la rehabilitación, sino que se afirma que debe abordarse desde los mismos principios de normalización y sectorización. La educación asume como objetivo propio la rehabilitación; de esta manera el proceso rehabilitador se integra en el proceso educativo, en aquellos alumnos que la precisen, de acuerdo con los objetivos contemplados en el curriculum escolar, favoreciendo así el desarrollo armónico de los alumnos.

En realidad, el modelo psicopedagógico es hacia el cual se tiende en estos momentos, presentandose como la única alternativa eficaz para la educación, rehabilitación y modificación de la conducta de los sujetos con n.e.e.

El modelo psicopedagógico concibe a los sujetos con n.e.e como sujetos a los cuales hay que ajustarles los tratamientos educativos para que estos puedan llegar al desarrollo máximo personal. Según este modelo todo sujeto es educable y por tanto se podrá intervenir en unas áreas y otras dependiendo de las necesidades que presente (temporales o permanentes).

De este modelo se desprende toda concepción nueva de la educ. esp., del sujeto con n.e.e. y de las estrategias educativas más adecuadas a los sujetos con tales necesidades: las Adaptaciones Curriculares.

4. CAMBIOS EN LA CONCEPCIÓN DE EDUCACIÓN ESPECIAL.

Durante mucho tiempo la educación especial ha sido una educación paralela, segregada de la normal u ordinaria; hoy día podemos situarla en la cultura de la integración educativa y caminando hacia la escuela inclusiva, superando todo tipo de concepciones segregacionistas.

Podemos entender la educación especial como “la disposición, organización y aplicación de los recursos educativos para que todos los alumnos sean cuales fueran sus dificultades y necesidades educativas personales, lleguen a un óptimo desarrollo individual y social”.

Así, la educ. esp. la entendemos como un servicio de apoyo a la educación, que estudia de manera global e integrada los procesos de enseñanza-aprendizaje, y que se define por los apoyos necesarios, nunca por las limitaciones de los alumnos, con el fin de lograr el máximo desarrollo personal y social de las personas en edad escolar que presentan, por diversas razones, necesidades educativas especiales.

Al analizar sus rasgos definitorios, nos encontramos con que la educación especial se ocupa de la intervención orientada a lograr la optimización de las posibilidades de los sujetos con n.e.e., lo que constituye el objeto de la disciplina. En este sentido, los temas de preocupación de la educación especial son:

· Los sujetos a los que va dirigida la intervención educativa, y en concreto los procesos de cambio que se van operando en ellos.

· Las situaciones educativas que producen esos cambios.

· El papel de los profesionales que crean esas situaciones educativas.

· el análisis del contexto (familiar, escolar, laboral, social y comunitario) en el que tiene lugar la intervención educativa.

El libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo entiende a la educación especial como “el conjunto de recursos educativos puestos a disposición de los alumnos que en algunos casos pueden necesitar de forma temporal y en otras ocasiones de forma continuada o permanente”.

5. PRINCIPIOS QUE RIGEN LA EDUCACIÓN ESPECIAL.

Los principios que rigen la educación especial son cinco:

· Normalización

· Integración social y laboral

· Integración escolar

· Individualización

· Sectorización de servicios

Los cambios producidos en la educación especial en estos últimos tiempos son debidos fundamentalmente a la incorporación en la legislación de los principios de integración y normalización; ya que al pretender normalizar la situación de las personas con handicaps se hace necesario la integración social y laboral, lo que implica una integración escolar dando una atención individualizada a cada sujeto, por lo que es necesario una serie de servicios que estén al alcance de la persona y un equipo multidisciplinar para determinar que esa persona presenta unas n.e.e.

·Principio de normalización.

El concepto de normalización es un principio de acción que surge en el ámbito de lo social y no se refiere, de manera exclusiva, a las personas que sufren deficiencias, sino a la relación entre estas personas y todas las demás. En el concepto de normalización se constatan dos fenómenos:

· Por una parte, las actitudes sociales cambiantes.

· Por otra, los conceptos de norma y normalidad.

Según Bank Mikkelsen se trata de “la posibilidad de que el deficiente mental desarrolle un tipo de vida tan normal como sea posible”.

Por otra parte, Wolfensberger lo expresa diciendo que “no se considera la normalización como la conformidad con la norma estadística establecida, hablo de las ideologías inconscientes de los profesionales que trabajan en estos servicios y de la necesidad de hacerles conscientes y crear una ideología alternativa de normalización de servicios que significaría el fin de los servicios segregados”.

Para Nirje la normalización consiste en “poner a disposición de todos los retrasados mentales unas condiciones y una forma de vida que se aproximen lo más posible a las circunstancias y al estilo de vida vigente en la sociedad, en tanto en cuanto el retrasado debe estar situado en un entorno parecido al sujeto normal impregnado en una atmósfera cálida y rica en estimulación”.

Así ve Nirje la normalización:

“Normalización significa… un ritmo normal de vida.

Normalización significa… experiencias normales de acuerdo con cada ciclo de vida

Normalización significa… tener diversas oportunidades de escoger

Normalización significa… vivir en un mundo de dos sexos

Normalización significa… vivir en una casa normal en un vecindario normal…”.

El concepto de normalización como principio de acción, viene a llamar nuestra atención sobre el hecho de que tenemos unas relaciones sociales muy diferentes con las personas deficientes. Estas relaciones están mediatizadas por obstáculos que pueden ser actitudes, prejuicios, etc. que hacen que nos comportemos de un modo extraño.

Para conseguir poner en marcha y desarrollar el principio de normalización se pueden seguir una serie de principios denominados principios de normalización. Estos son:

1. Partir de una buena base ideológica

2. Partir de una integración física

3. Contar con la existencia de servicios adecuados para atender al sujeto con n.e.e.

4. Asegurar la posibilidad de elección de los medios y alternativas meneos restrictivas

5. Contar con la suficiente flexibilidad administrativa

6. Conseguir la eliminación de todo encasillamiento, de toda etiqueta

7. reconocer la dignidad del discapacitado como persona.

En el campo educativo las consecuencias más directas del principio de normalización afectan, por un lado, al contexto en que se desarrolla la acción educativa y, por otro, al proceso y a los propios contenidos de la educación.

Normalizar no es pretender convertir en normal a una persona deficiente, sino reconocerle los mismos derechos fundamentales que los demás ciudadanos del mismo país y de la misma edad. Normalizar es aceptar a la persona deficiente tal y como es, con sus características diferenciales, y ofrecerle los servicios de la comunidad para que pueda desarrollar al máximo sus posibilidades, y vivir una vida lo más normal posible.

En España el principio de normalización es recogido en la LISMI, desarrollándose en el Real Decreto de Ordenación de la Educación Especial.

El principio de normalización se concretiza en el principio de integración.

·Principio de integración.

La integración, al igual que la normalización, surge en el ámbito de lo social.

Para Nirje “integración significa que las relaciones entre los individuos están basadas en el reconocimiento de que todos compartimos los mismos valores y derechos básicos, así como el reconocimiento de la integridad del otro”

Niveles de integración:

El Instituto de Ciencias del Hombre en 1980 señaló los siguientes niveles de integración:

· Integración física: implica cubrir las necesidades de seguridad en un medio determinado (escuela, fabrica, casa, calle…).

· Integración funcional: supone que la persona puede utilizar los instrumentos habituales para la vida en los diferentes entornos aludidos.

· Integración personal: es precisa para satisfacer la necesidad de aceptación y afecto en la relación personal dentro de la familia, la amistad, los compañeros, los profesores…

· Integración social: tiende a asegurar la dignidad y el respeto que se debe a toda persona como integrante del grupo social. Igualmente, debe proporcionar posibilidades de actividad y responsabilidades para todos en la sociedad en que viven.

· Integración escolar.

La integración escolar es una consecuencia obligada de los principios de normalización e integración.

Con este principio se pretende unificar la educación ordinaria y la especial, con la finalidad de ofrecer un conjunto de servicios a todos los niños en función de sus características especiales.

El término de “integración escolar” (Birch, “Mainstraning”) se refiere a la provisión de educación especial de alta calidad a niños excepcionales o distintos, mientras permanecen en clases ordinarias durante el mayor tiempo posible”.

La integración por tanto, supone un cambio radical de las condiciones en las que tiene lugar el proceso educativo de los alumnos con minusvalía respecto a las etapas anteriores. Este cambio no debe referirse únicamente al escenario, aunque si sería ya un avance, sino que abarca al conjunto de elementos que intervienen en dicho proceso: objetivos, contenidos, organización, interacción profesor-alumno y entre los compañeros, evaluación…

· Principio de individualización.

En consecuencia a la integración escolar, la escuela debe ser capaz de adaptar la respuesta educativa a las características individuales, y por tanto diferenciales, de los alumnos, y entre estos las de aquellos que presenten algún tipo de problema en su desarrollo. Hasta donde sea posible, las personas con alguna alteración sensorial, física, mental… deberán compartir el proceso educativo con sus compañeros de barrio, ciudad o pueblo.

· Principio de sectorización.

La sectorización consiste en la aplicación del principio de normalización en la prestación de servicios al alumno en el entorno en que vive. El sector es la unidad geográfica y de población en la que se considera posible:

· evaluar las necesidades

· programar los servicios

· coordinar las competencias

· prestar las atenciones requeridas

· y estar sujetos a controles de calidad.

Se trata de prestar servicios a quienes los necesitan donde los necesitan, en su ambiente físico, familiar y social.

El Plan Nacional de Educación Especial sectorizó las funciones de:

·Prevención

· Deteción precoz

· Diagnóstico y valoración pluridimensional

· Orientación, programación y seguimiento

· Diseño del cuadro de necesidades concretas del sector

· Servicios de educación especial, así como de apoyo a aquella y al sistema educativo general

· Evaluación sistemática de los resultados en todos los casos.

· Equipo Multidisciplinar.

Esta pluralidad de funciones comporta una pluralidad de profesiones, haciendo de la educación especial un proceso múltiple y complejo que exige coordinación. Los equipos multiprofesionales llevarán a cabo diversos servicios en torno a tres grandes ámbitos de actuación:

1. Prevención y detección

2. Estimulación temprana

3. Valoración, orientación y seguimiento.

ESQUEMA

1975. Plan Nacional De Educación Especial

1978. Constitución española, “todos los españoles somos iguales”

Informe Warnock 1979. “Plan Nacional de Educación Especial”

1972

1982. Ley de Integración Social del Minusválido”

1985. Real Decreto de ordenación de la Educación Especial.

1990. LOGSE

Antes de todo esto:

clip_image001clip_image001[1]

Diagnóstico

Modelo Médico Institucionalización

Etiquetación (S. XVI-XX)

clip_image002clip_image002[1] Normalización

Modelo Educativo Normalización (1959)

Atención a la

diversidad

Principios que rigen la educación especial:

· Normalización, que se da

· Integración social y laboral, que implica

· Integración escolar

· Con una atención Individualizada, y para eso es necesario

· Sectorización de servicios

· Y para determinar que un sujeto presenta n.e.e. hay que evaluarlo, por ello, Equipo multidisciplinar