Esquema:
Introducción
Concepto de currículo. Las competencias básicas.
Los objetivos
Los contenidos
Evolución y desarrollo de las funciones atribuidas al movimiento como elemento formativo.
Conclusiones.
Referencias bibliográficas y documentales.
INTRODUCCIÓN.
La transferencias de las competencias en Educación a las diferentes Comunidades Autónomas por parte del Ministerio de Educación y Ciencia nos lleva a regirnos por una ley marco para todo el territorio nacional marcada por el ministerio y una ley que desarrolla y concreta en nuestra Comunidad de Madrid las particularidades que adaptarán a nuestros alumnos la prescripción ministerial.
Se hace necesario hacer un estudio y análisis de las leyes que han afectado a nuestro Sistema Educativo en los últimos años. En primer lugar y como ley de referencia en los últimos años hemos tenido la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), es necesario conocer que la LOCE a través de su RD 830/2003 incluía parte de los aspectos a estudiar en este tema, pero el RD 1318/2004 modificó el calendario de aplicación de la citada ley, quedando posteriormente derogada Ley Orgánica de Educación del 3 de mayo de 2006 (LOE). Según el calendario de implantación de la LOE, esta se incluyó en los centros en septiembre del curso 2007/2008 en el primer ciclo de Educación Primaria, y en el presente curso 2008/2009 ha entrado en vigor en el segundo ciclo.
Quedó fijado en la disposición transitoria undécima de la citada ley que hasta el completo asentamiento de la nueva ley tendría validez la anterior ley en vigor es decir la LOGSE. Por tanto y basándonos en la ley, podemos concluir que nuestra ley actual para los dos primeros ciclos de primaria será la LOE y para el tercer ciclo la LOGSE con sus reales decretos 1006/1991 y el 1344/1991.
En la primera parte de este tema de la oposición como maestros de educación física vamos a estudiar aquellos contenidos que, incluidos en la LOE (y aún para este curso en para el tercer ciclo siguiendo la LOGSE), coinciden en un “65 por ciento en las enseñanzas comunes”; esto es, aquellos contenidos que, de forma prescriptiva, todos los alumnos del territorio nacional deben aprender de forma generalizada a lo largo de la educación primaria.
A largo del tema abordaremos el estudio y análisis de la dos leyes entre las que nos encontramos (LOGSE y LOE), estableciendo comparativas entre ambas para que podamos descubrir los aspectos comunes y los que las hacen diferentes.
La importancia de nuestra área, es compartida por ambas leyes. Hoy en día el área de educación física debe proporcionar a los alumnos una formación que facilite el desarrollo de las capacidades comunicativas y motrices. Este proceso facilitará la formación de su personalidad compuesta no sólo por el desarrollo físico sino también por el desarrollo intelectual y actitudinal.
A través de esta pequeña introducción hemos intentado ofrecer una visión de la normativa que han afectado a la educación española en los últimos años y que podrían conducirnos a alguna equivocación. Al mismo tiempo incidir en el hecho de que como profesores de primaria y maestros de educación física que nuestra área no sólo debe limitarse al desarrollo físico sino a un desarrollo integral de la persona.
Dentro del primer epígrafe del tema y después del estudio del concepto de currículo, se abordará el análisis teórico de los objetivos y contenidos del área de educación física en sus diferentes niveles curriculares, para en una segunda parte analizar la evolución y el desarrollo de las funciones atribuidas al movimiento como elemento formativo.
CONCEPTO DE CURRICULO. LAS COMPETENCIAS BÁSICAS
El concepto de currículo es muy amplio pero señalaremos tres definiciones que seguro nos ayudarán a entenderlo mejor.
La Real Academia de la Lengua define currículo como: “conjunto de estadios y prácticas educativas destinados a que el alumno desarrolle plenamente sus posibilidades”. Los distintos autores consultados ofrecen una visión más completa, centrada en alguna particularidad; sírvanos como ejemplo Moreno García y Coll que hacen hincapié en su definición en el concepto de actividad “el currículo constituye la totalidad de actividades y experiencias de aprendizaje que de modo organizado y sistemático ha de realizar el alumno bajo la responsabilidad y tutela de la escuela”.
El Ministerio de Educación y Cultura en 1991, lo define como: “conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y de evaluación para cada una de las etapas, grados, ciclos y modalidades del sistema educativo” por su parte la misma institución pero en el año 2006 la LOE lo define en los mismos términos pero añadiendo al conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y de evaluación el concepto de competencias básicas que se convertirá en uno de los ejes vertebradotes de la nueva ley de educación.
El currículo se estructura en torno a áreas de conocimiento. En cada área se incluyen referencias explícitas sobre su contribución a aquellas compendias básicas a las que se orienta en mayor medida. Por otro lado, tanto los objetivos como los contenidos buscan asegurar el desarrollo de las competencias básicas. Los criterios de evaluación (cuyo estudio lo realizaremos en el tema 24) nos servirán de referencia para valorar el progreso en su adquisición.
El currículo de nuestra área va más allá de la adquisición y el perfeccionamiento de las conductas motrices. Pretende dar respuesta a las necesidades individuales y colectivas que conduzcan al bienestar personal y promover una vida saludable.
Analizando las definiciones y las reflexiones teóricas, sacamos como conclusión que este tema nos va a responder a las preguntas ¿para qué enseñar? y ¿qué enseñar? La primera tendría como respuesta la consecución de los objetivos planteados y la segunda los contenidos previstos que a continuación pasaremos a analizar.
COMPETENCIAS BÁSICAS.
La nueva ley de educación define competencias básicas como el conjunto de aprendizajes que se consideran imprescindibles para la aplicación desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los saberes adquiridos. Por ello su carácter básico. Son aquellas competencias que debe haber desarrollado un joven al finalizar la enseñanza obligatoria para poder lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporase a la vida adulta de una manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida (Anexo I RD 1315/2006).
Las competencias básicas se incluyen dentro del currículo buscando varias finalidades:
Integrar los diferentes aprendizajes formales (de la escuela) y no formales.
Permitir que esos contenidos puedan ser puestos en práctica en diferentes situaciones y contextos.
Orientar la enseñanza, marcando contenidos y criterios de evaluación considerados como imprescindibles.
Nuestra área de educación física por tanto debe incluir medidas organizativas para contribuir al desarrollo de las competencias básicas. Cobra importancia en este sentido la organización del colegio en general y de nuestra aula en particular, para buscar una participación del alumnado que favorezca el desarrollo de la comunicación, el análisis del entorno físico o la convivencia entre nuestros alumnos.
Las enseñanzas mínimas deben contribuir a garantizar el desarrollo de las competencias básicas quedando fijadas por el ministerio las siguientes:
Competencia en comunicación lingüística (incluye saber expresarse y comprender mensajes en situaciones comunicativas diversas)
Competencia matemática (dominio de medidas, elementos geométricos, puesta en práctica de procesos de razonamiento para la resolución de problemas…)
Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico (percepción del mundo físico, interactuar con él, saberse mover. Se contribuye también, mediante el conocimiento, la práctica y la valoración de la actividad física como elemento indispensable para preservar la salud)
Tratamiento de la información y la competencia digital (búsqueda, selección y análisis de la información, como elemento e trabajo, utilizando estrategias para acceder a ella).
Competencia social y ciudadana (entre las habilidades de esta competencia destacan conocerse, valorarse, comunicarse, ser capaz de ponerse en el lugar del otro y tomar decisiones valorando conjuntamente los intereses individuales y los del grupo. Además implica la valoración de las diferencias así como el reconocimiento de la igualdad. La relación la integración y el respeto, contribuyen al desarrollo de la cooperación y la solidaridad).
Competencia cultural y artística (conocer, aprecias y valorar diversas manifestaciones artísticas y culturales y utilizarlas como fuente de enriquecimiento -deportes, juegos tradicionales, danza…-)
Competencia para aprender a aprender (ser capaz de seguir aprendiendo de una manera cada vez más eficaz y autónoma. Conocer nuestras capacidades y buscar una curiosidad para plantearse preguntas para afrontar la toma de decisiones de una manera racional. Perseverancia en el aprendizaje)
Autonomía e iniciativa personal (Adquisición de un conocimiento de si mismo, autoestima, creatividad, autocrítica, asumir errores. Elegir con criterio propio. Toma de decisiones con progresiva autonomía en situaciones de autosuperación y perseverancia).
LOS OBJETIVOS.
Aclarado el concepto de currículo diremos que objetivo podemos definirlo cómo la habilidad que se pretende logren nuestros alumnos como resultado del proceso educativo planteado. Su fuente básica está en la sociedad de dónde surge una concepción reproductora de la educación.
Los objetivos están desarrollados en capacidades conceptuales, procedimentales y actitudinales pudiendo añadir, por tanto, que no atienden únicamente a metas corporales. Si estudiamos los niveles de concreción en el modelo curricular actual del Ministerio nos encontramos con unos objetivos enmarcados en lo que llamamos DISEÑO CURRICULAR PRESCRIPTIVO (primer nivel de concreción curricular). Siendo nuestro marco de referencia la LOE (2/2006 de 3 de mayo), posteriormente fue concretada por parte del Ministerio de Educación en el RD de desarrollo del currículo 1513/2006. Dentro de este primer marco legislativo no podemos dejar de analizar el Decreto 22/2007 de la Comunidad de Madrid.
MARCO LEGISLATIVO. PRIMER NIVEL DE CONCRECIÓN CURRICULAR
El currículo, y por tanto así los objetivos como parte del mismo, posee unas características como su:
Apertura respecto del contexto del centro.
Flexibilidad para los claustros y profesores.
Prescriptivo en cuanto a los mínimos a enseñar.
Y orientador en relación a la metodología a utilizar.
El Real Decreto 1006/91 de 14 de junio estableció los aspectos básicos o enseñanzas mínimas de la educación primaria en términos sumamente amplios y flexibles, que permanecieron en el Real Decreto 1344/91 de 6 de septiembre por el que el Ministerio de Educación y Cultura estableció el currículo oficial. De acuerdo a este carácter abierto y flexible antes citado los objetivos, contenidos y criterios de evaluación son fijados únicamente para la totalidad de la etapa y al término de la misma para cada una de las áreas.
A continuación expondremos los objetivos generales de etapa ya que entendemos que en nuestro área, al igual que en todas, es fundamental aplicar un enfoque globalizador encaminado a conseguir eso que los pedagogos denominan la educación integral de nuestros alumnos.
Distribuimos dos columnas en donde aparecen los objetivos reflejados en la LOGSE y los que establece la LOE. Es evidente el paralelismo intrínseco que aparece presente en el fondo de ambas leyes. De este modo el primer objetivo de la Ley de 1991 “Comprender y producir mensajes orales y escritos en castellano y, en su caso, en la lengua propia de la Comunidad Autónoma, atendiendo a diferentes intenciones y contextos de comunicación, así como comprender y producir mensajes orales y escritos sencillos y contextualizados en una lengua extranjera”, se ve simplificado en el quinto objetivo de la LOE “Conocer y utilizar de manera apropiada la lengua castellana y, si la hubiere, la lengua cooficial de la Comunidad Autónoma y desarrollar hábitos de lectura” y complementado con el sexto “Adquirir en, al menos, una lengua extranjera la competencia comunicativa básica que les permita expresar y comprender mensajes sencillos y desenvolverse en situaciones cotidianas”. Sírvanos este ejemplo para comprender el alcance de la nueva normativa en referencia a la anterior LOGSE.
Como podemos comprobar todos estos objetivos de etapa fijados poseen un carácter abierto, ya que dentro de los mismos se tienen que abordar objetivos conceptuales, procedimentales y actitudinales de todas las áreas que forman el currículo. En este punto vuelven a coincidir la vigente LOGSE y la LOE, al señalar que los objetivos de nuestra área deben estar fijados tomando como referencia los generales. Al igual que en el análisis realizado con los objetivos de la Educación Primaria, pasaremos a enumerar los objetivos de educación física que figuran en el Real Decreto 1006/1991 de 14 de junio por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la educación primaria (BOE número 152 de 26 de junio de 1991), estableciendo una comparativa con la ley que entrará en funcionamiento desde el próximo curso 2007/2008:
Estos objetivos sirven para definir aún más lo que se pretende conseguir en el área de educación física. Así descubrimos objetivos más referidos al conocimiento, objetivos a conseguir a través de la práctica y objetivos que atienden fundamentalmente al comportamiento de la persona y su relación con el medio que le rodea. En este apartado consideramos necesario establecer una comparativa entre las dos leyes en las que estamos inmersos. De este modo volvemos a comprobar las similitudes que aparecen entre ellas, sírvanos como ejemplo la idéntica redacción del primer objetivo de ambas normativas o las matizaciones que realiza la LOE al objetivo g) de la LOGSE en su objetivo nº 8 “mostrando una actitud crítica tanto de la perspectiva del participante y del espectador”. Estos objetivos de etapa y área van a suponer la referencia sobre la que nuestra CAM concretó en el citado Decreto 22/2007 los objetivos de nuestra área de educación física para la etapa de Educación Primaria. Mostramos en dos columnas ambas normas, que tienen un carácter prescriptito para los docentes.
Si realizamos una comparación entre ambas leyes podemos comprobar el Decreto 22/2007 de 10 de mayo mantiene integras los ocho objetivos del marco ministerial a los que añade el objetivo 5 que fija como objetivo a alcanzar el esfuerzo en la realización de actividades físico deportivas, 8 del desarrollo de la iniciativa y el trabajo en equipo, el 11 en el que se plasma como objetivo el trabajo en el medio natural (globalizándolo con el área de conocimiento del medio) y los objetivos 12 y 13 que hacen hincapié en el fomento de la comprensión lectora y la utilización de las nuevas tecnologías.
Una de las diferencias que aparece entre las leyes de 1991 y de 2006 lo encontramos en la concreción de los objetivos prescriptitos. Mientras que la LOGSE nos establece un segundo nivel de concreción dentro del PROYECTO CURRICULAR, la LOE hace referencia a esa concreción dentro del Proyecto Educativo (Artículo 121 de la LOE 2/2006).
El proyecto educativo del centro recogerá los valores, los objetivos y las prioridades de actuación. Asimismo, incorporará la concreción de los currículos establecidos por la Administración educativa que corresponde fijar y aprobar al Claustro, así como el tratamiento transversal en las áreas, materias o módulos de la educación en valores y otras enseñanzas.
Dicho proyecto, que deberá tener en cuenta las características del entorno social y cultural del centro, recogerá la forma de atención a la diversidad del alumnado y la acción tutorial, así como el plan de convivencia, y deberá respetar el principio de no discriminación y de inclusión educativa como valores fundamentales, así como los principios y objetivos recogidos en esta Ley y en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho
a la Educación.
Corresponde a las Administraciones educativas establecer el marco general que permita a los centros públicos y privados concertados elaborar sus proyectos educativos, que deberán hacerse públicos con objeto de facilitar su conocimiento por el conjunto de la comunidad educativa. Asimismo, corresponde a las Administraciones educativas contribuir al desarrollo del currículo favoreciendo la elaboración de modelos abiertos de programación docente y de materiales didácticos que atiendan a las distintas necesidades de los alumnos y del profesorado.
MARCO LEGISLATIVO
LOE 2/2006
+
RD 1513/2006
+
Decreto 22/2007
PROYECTO EDUCATIVO
Señas de identidad
Plan de atención a la diversidad
Plan de acción tutorial
Plan de convivencia
Proyecto Curricular
En el artículo 5 del RD 1513 aparece plasmado que los centros docentes desarrollarán y completarán el currículo establecido por las administraciones educativas, concreción que formará parte del proyecto educativo.
En su realización el conjunto de profesores deberemos tener en cuenta aspectos como el entorno del centro, el nivel del alumno respecto a su momento psicológico, nuestra experiencia anterior o los principios que rigieron la elaboración del proyecto educativo. Añadir que este proyecto curricular debe estar inmerso en un proceso de readaptación continua acorde con la evaluación del centro.
En ambas leyes este nivel pretende adecuar e interpretar los objetivos generales de etapa de acuerdo a los ciclos educativos. Así, por ejemplo, en un primer ciclo de primaria, deberemos formular objetivos y contenidos donde participe todo el cuerpo y el niño pase del movimiento global al segmentario tomando como punto de partida el conocimiento de las diferentes partes de su cuerpo.
En este primer ciclo la estructuración del esquema corporal debe convertirse en un objetivo fundamental ya que le permite aumentar progresivamente su competencia motriz pasando de ser “dominado por sus movimientos” a “dominar su motricidad”. No se nos debe pasar por alto la construcción de las nociones espaciales y temporales.
Es característico de este ciclo trabajar objetivos y contenidos relacionados con las capacidades físicas (correr, saltar, lanzar, trepar, transportar, etc…) de una manera global y a través de formas jugadas y de juegos.
El cuerpo representa también un medio de expresión para el niño por lo que se debe potenciar esa capacidad de expresión corporal en cualquier respuesta motriz dirigida al conocimiento y utilización de propio cuerpo. Es característica la espontaneidad que en esta etapa tienen los niños para utilizar la imitación y la simulación motriz en situaciones de juego.
En el segundo ciclo de primaria debemos tener en consideración al programar el proyecto curricular que el ritmo de desarrollo del niño se estabiliza siendo menores sus cambios estructurales.
Esto posibilita un mayor rendimiento corporal y unos movimientos económicos y eficaces que se observan en mejoras como la del equilibrio (relacionada con la maduración neurológica) la de percepción espacio-temporal o la dominancia lateral.
Respecto a los objetivos a plantear en el tercer ciclo del proyecto curricular debemos tener en cuenta que a estas edades debe existir un buen desarrollo de la coordinación, la habilidad y la velocidad.
Mediante el desarrollo de sus posibilidades por medio del juego llega a valorar su realidad corporal adquiriendo la concepción del tono y de la relajación muscular.
Durante esta etapa podemos observar que el alumno es capaz de apreciar correctamente trayectorias y velocidades de móviles en situaciones de juego.
Vamos a continuación, a modo de ejemplo, a plasmar objetivos de los tres ciclos de primaria que podrían ir incluidos en nuestro proyecto curricular de centro (siguiendo el decreto 22/2007 de la CAM) o dentro del Proyecto Educativo (siguiendo a la LOE), pudiendo comprobar cómo los objetivos de etapa están desarrollados con más especificidad en este segundo nivel de concreción.
OBJ. EN EL DCP 22/2007 CAM |
PRIMER CICLO |
SEGUNDO CICLO |
TERCER CICLO |
a) Conocer y valorar su cuerpo y la actividad física como medio de exploración y disfrute de sus posibilidades motrices, de relación con los demás y como recurso para organizar el tiempo libre. |
-Reconocer las diferentes partes de su cuerpo y el de los demás |
-Tomar conciencia de la movilidad del eje corporal en diferentes posiciones. |
-Localizar y controlar distintas partes del cuerpo en posturas poco habituales |
|
-Utilizar el juego como medio de actividad física |
-Valorar el juego como medio de relación con los demás. |
-Organizar y realizar juegos en su tiempo libre |
b) Apreciar la actividad física para el bienestar, manifestando una actitud responsable hacia uno mismo y las demás personas y reconociendo los efectos del ejercicio físico, de la higiene, de la alimentación y de los hábitos posturales sobre la salud. |
-Consolidar hábitos de limpieza personal de forma autónoma. |
-Consolidar hábitos de limpieza personal de forma autónoma ocasionados por la realización de la actividad física. |
-Sistematizar todos los aprendizajes conseguidos en ciclos anteriores referidos a hábitos de limpieza personal, utilización correcta del espacio y los materiales. hábitos posturales y alimenticios. |
|
-Conocer situaciones de riesgo derivadas de determinadas actividades físicas. |
-Adoptar las medidas necesarias para evitar accidentes en la actividad física. |
|
c) Utilizar sus capacidades físicas, habilidades motrices y su conocimiento de la estructura y funcionamiento del cuerpo para adaptar el movimiento a las circunstancias y condiciones de cada situación. |
-Identificar diferentes grados de complejidad en la actividad física (duración, distancia, número de participantes) |
-Valorar el grado de esfuerzo necesario en determinadas actividades físicas. |
-Dosificar el esfuerzo que debe realizarse en las diferentes actividades físicas conocidas. |
|
-Reconocer la relación existente entre las actividades físicas realizadas y los efectos inmediatos para el organismo. |
-Desarrollar la autoestima a partir de sus posibilidades de movimiento y el esfuerzo que realiza. |
-Reconocer y respetar las capacidades motoras propias y de los compañeros. |
|
-Disfrutar la actividad física independientemente de los resultados |
-Participar con agrado, sin establecer diferencias de sexo, raza y carácter con los demás compañeros, en cualquier actividad propuesta. |
-Obtener el máximo rendimiento de sí en cualquier actividad. |
d) Adquirir, elegir y aplicar principios y reglas para resolver problemas motores y actuar de forma eficaz y autónoma en la práctica de actividades físicas, deportivas y artístico-expresivas. |
-Explorar las posibilidades y limitaciones propias del movimiento en entornos conocidos. |
-Utilizar habilidades básicas en la resolución de problemas que impliquen una adecuada percepción espacio-temporal. |
-Adaptar su percepción espacio-temporal a situaciones más complejas propiciadas por la introducción de elementos nuevos. |
En el tercer nivel de concreción curricular tenemos las PROGRAMACIONES DE AULA. Aquí es donde como profesores, en nuestra clase, adecuaremos los objetivos generales de área y los del proyecto curricular a las necesidades concretas de nuestros alumnos. Este proceso debe constar de pautas de actuación para el logro de los objetivos establecidos en el ciclo atendiendo a las capacidades y habilidades de los alumnos. A modo de ejemplo, siguiendo los objetivos de ciclo y del proyecto curricular, respecto a los referidos al cuerpo imagen y percepción (objetivos del decreto 22/2007 de la CAM) a) y d) principalmente) señalamos los siguientes:
Primer ciclo:
Reconocer las nociones de izquierda y derecha respecto a si mismo.
Consolidar las relaciones topológicas básicas dentro-fuera, arriba-abajo, delante-detrás.
Controlar la respiración de diferentes maneras en situación estática.
Desarrollar el equilibrio estático y dinámico sobre objetos estables e inestables (por ejemplo, subido a un balón medicinal agarrado a un lugar firme).
Segundo ciclo:
Reconocer las nociones de izquierda y derecha respecto a los compañeros y a los objetos.
Dominar las acciones de inspiración y espiración en situaciones que impliquen movimiento.
Controlar situaciones de equilibrio estático y dinámico donde se combinen varias situaciones simples, por ejemplo, llevar una pica en equilibrio vertical subido a un banco sueco inclinado.
Tercer ciclo:
Reconocer y aceptar los cambios puberales en sí mismos y en los otros.
Explorar las posibilidades de respiración en diferentes situaciones.
Controlar el equilibrio en cualquier situación, superficie o posición en reposo o movimiento.
En un cuarto nivel de concreción, después de las programaciones de aula, nos encontraríamos con la adaptación de LAS UNIDADES DIDÁCTICAS en función de los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo. La competencia de su secuenciación, elaboración y adecuación corresponde a los profesores en colaboración con los especialistas de apoyo y el Equipo de Orientación. Tienen la máxima concreción curricular ya que intentan alcanzar la consecución de habilidades específicas concretas.
A la hora de su formulación lo haremos en términos de capacidades vinculándolos a las tareas cotidianas y teniendo en cuenta aspectos como la potencial capacidad de nuestros alumnos o el entorno en el que nos hallamos.
LOS CONTENIDOS.
Entre las muchas definiciones que encontramos de contenidos nos quedamos con la realizada por Coll (1992) “un conjunto de deberes y formas culturales cuya asimilación por los alumnos se considera esencial para su desarrollo y socialización”.
En la LOE la estructuración de los contenidos refleja cada uno de los ejes que dan sentido a la Educación física en la enseñanza primaria: el desarrollo de las capacidades cognitivas, físicas, emocionales y relacionales vinculadas a la motricidad; la adquisición de formas sociales y culturales de la motricidad; y la educación en valores y la educación para la salud.
Los contenidos en ambas leyes aparecen organizados en los llamados bloques de contenidos. La finalidad de los bloques de contenidos reside en estructurar los conocimientos de la Educación Física seleccionados para esta etapa educativa, haciéndose explícitos en cada uno de ellos conceptos, procedimientos y actitudes como tres tipos de contenidos distintos pero unificados a la hora de su puesta en práctica. “Los contenidos en el área de Educación Física requiere respetar la doble polaridad entre contenidos procedimentales y actitudinales. Los primeros permitirán a los niños sentirse competentes en el plano motor. Los segundos permitirán afrontar las numerosas y complejas situaciones que envuelven a la actividad física y deportiva, así como a la cultura corporal. Por otro lado la adquisición de conceptos, aún estando supeditada a los anteriores tipos de contenidos, facilitará la comprensión de la realidad corporal y del entorno físico y social” (Decreto 22/2007 del desarrollo del currículo en la CAM)
El desarrollo de las capacidades vinculadas a la motricidad, se emprende en los tres primeros bloques, los bloques tercero y quinto se relacionan más directamente con la adquisición de formas culturales de motricidad, mientras que la educación para la salud y la educación en valores tienen gran afinidad con los bloques cuarto y quinto.
La cuestión ahora es: ¿qué entendemos por una secuencia de contenidos? ¿Cómo se distribuyen? Entendemos por secuencia de contenidos la ordenación progresiva de los contenidos de un área a lo largo de una etapa educativa para que sean objeto del trabajo escolar en sucesivas unidades didácticas. Esta secuencia debe tener como características básicas:
la lógica interna del área, así como aquellos contenidos que sirven como base para el aprendizaje de otros contenidos (secuencia lógica).
el tener en cuenta el desarrollo psicoevolutivo y motriz de los alumnos (secuencia psicológica).
El primero de los bloques denominado en la LOGSE “el cuerpo: imagen y percepción” lo define la LOE de la misma manera y tiene un sentido especial en los primeros ciclos debido a que el esquema corporal es el punto de referencia que nos va a permitir incidir posteriormente de una manera más eficaz en su desarrollo motor. Como consecuencia de la toma de conciencia se origina en el niño el equilibrio y la actitud postural, que dependen del desarrollo del tono, la respiración, la relajación y el esfuerzo. Está especialmente dirigido a adquirir un conocimiento y un control del propio cuerpo que resulta determinante tanto para el desarrollo de la propia imagen corporal como para la adquisición de posteriores aprendizajes motores.
Los contenidos que en el segundo bloque de la LOGSE son denominados “el cuerpo: habilidades y destrezas” son los mismos que en las Habilidades motrices de la LOE.
Se engloban dentro de dos grandes categorías que corresponden al manejo del propio cuerpo (conceptos tales como saltos giros y desplazamientos) y también aquellos patrones motores derivados del manejo de objetos (lanzamientos, recepciones y golpeos). Se reúnen aquellos contenidos que permiten al alumnado moverse con eficacia. Se verán implicadas por tanto adquisiciones relativas al dominio y control motor. Destacan los contenidos que facilitan la toma de decisiones para la adaptación del movimiento a nuevas situaciones. Estas serán desarrolladas no de forma específica sino globalizada en cada una de las habilidades y destrezas.
En el tercer bloque “el cuerpo: expresión y comunicación”, denominado en la LOE “Actividades físicas artístico-expresivas”, se nos muestra cómo el cuerpo en el hombre se ha de convertir en instrumento de expresión y comunicación utilizando para ello procedimientos expresivos como el gesto y el movimiento. Como profesores debemos procurar fomentar en nuestros alumnos la creatividad como forma de expresión gestual. Así los movimientos gestuales de hechos de la vida cotidiana (levantarse, lavarse, vestirse…) pueden servirnos para “educar” el gesto.
El ritmo es la forma de expresión natural del movimiento teniendo como medida el tiempo. Nuestra propuesta, se centra en que el alumno sea capaz de realizar bailes y danzas de ejercicios sencillos. Finalizar el análisis de este bloque añadiendo que el juego será el vehículo por donde se llegue a la expresión, favoreciendo de manera indistinta tanto el trabajo grupal como el individual.
El cuarto bloque “salud corporal”, llamado “Actividad físico y salud” en la LOE incorpora al currículo los contenidos relacionados con el cuidado del cuerpo: rutinas, normas y actitudes, incluyendo una utilización adecuada de los espacios y del material deportivo como forma de prevención de accidentes para una práctica saludable de la actividad física. En un ambiente cargado de violencia como el actual nos parece vital aportar contenidos que tengan como fin el logro de hábitos de respeto hacia los demás en la participación de actividades físicas colectivas. Por ello plantearemos el juego limpio y la colaboración frente a la competición en sí. La inclusión de un bloque que reúne los contenidos relativos a la salud corporal desde la perspectiva de la actividad física pretende enfatizar la necesaria adquisición de unos aprendizajes que obviamente se incluyen transversalmente en todos los bloques (LOE).
Los efectos de la actividad física en la salud y el mantenimiento corporal producen un aumento de la capacidad respiratoria, desarrollo de la capacidad cardiovascular y del sistema nervioso central, mejorando el equilibrio postural. Como consecuencia afirmamos que la actividad física en el niño y en la niña es fuente de salud.
El quinto bloque que la LOGSE denomina “los juegos” es denominado en la LOE como “Juegos y actividades deportivas”. Incorpora este bloque al currículo contenidos como los recursos, reglas y prácticas de deportes y juegos populares, entendiendo el juego y deporte como manifestaciones culturales de la conducta humana. Conceptos como la solidaridad, la cooperación o la relación interpersonal (con el respeto a las demás personas) están presentes en este bloque de contenidos. Una de nuestras tareas se centrará en analizar los diferentes tipos de juegos, su regulación, transferencia de habilidades y la adquisición de actitudes como: valoración de uno mismo, aceptación de las normas, participación… El juego se convertirá en canalizador de los contenidos del resto de los bloques.
“Cabe destacar que establecer una prioridad de contenidos en Educación física requiere respetar la doble polarización entre contenidos procedimentales y actitudinales. Los primeros permitirán a niños y niñas sentirse competentes en el plano motor. Los segundos les permitirán afrontar, desde una perspectiva ética, las numerosas y complejas situaciones que envuelven la actividad física y deportiva, así como las relativas a la cultura corporal. Por otra parte, la adquisición de conceptos, aun estando supeditada a los anteriores tipos de contenidos, facilitará la comprensión de la realidad corporal y del entorno físico y socia”l (LOE, RD 1513/2006).
Tanto la ley de 1991 como la del 2006 establecen una secuenciación genérica de los contenidos en los tres ciclos de la Educación Primaria. Esta secuenciación deberá ser ajustada a las características del Centro en el que nos encontremos, teniendo como referencia, como establece la LOE, el proyecto educativo de nuestro Colegio.
Los contenidos marcados prescriptivamente en los diferentes bloques se contenidos serán concretados en nuestras programaciones de aula, adaptándolos (al igual que sucedía con los objetivos) a la realidad de nuestro Centro y de su Proyecto Educativo.
De esta manera sirva e siguiente ejemplo como posible modelo de concreción progresiva en el segundo y tercer nivel:
Dentro de las aportaciones que podemos realizar para el desarrollo de nuestras programaciones y la distribución de contenidos según el curso o ciclo que impartamos como maestros consideramos de utilidad las siguientes:
En primer ciclo la experimentación de posibilidades con su propio cuerpo, así como la toma de conciencia de sus posibilidades expresivas será uno de los ejes sobre el que asentaremos los aprendizajes. Propondremos actividades abiertas en las que el alumno desarrolle sus posibilidades de desplazamiento y salto de forma autónoma. Incluiremos contenidos referidos a la alimentación y al cuidado del cuerpo en relación a la práctica de actividad física, así como los posibles riesgos asociados a las prácticas.
En el segundo ciclo el núcleo sobre el que podemos organizar la distribución de contenidos en nuestra programación podrá ser la coordinación en las habilidades. Para ello presentaremos contenidos asociados a situaciones en las que los alumnos tengan que resolver problemas motores y para orientar se en el espacio. La programación de contenidos con estructuras rítmicas sencillas y secuencias expresivas completará los contenidos de habilidades motrices.
En el tercer ciclo la dificultad de los contenidos propuestos en el manejo de objetos en situaciones individuales y de equipo será la antesala adecuada para el trabajo de contenidos predeportivos. La contenidos actitudinales reflexivos sobre la práctica o sobre los posibles problemas que puedan surgir nos ayudarán en el objeto conjunto de todos los docentes de la competencia social y ciudadana.
EVOLUCIÓN Y DESARROLLO DE LAS FUNCIONES ATRIBUIDAS AL MOVIMIENTO COMO ELEMENTO FORMATIVO.
Ateniéndonos al epígrafe encontramos una referencia ministerial en el Decreto 1344/1991 del área de educación física. En él se enuncia que “las funciones del movimiento son variadas y han tenido diferente peso en el área de educación física según las intenciones educativas predominantes”.
De este modo, en primer lugar expondremos dichas funciones recogidas en el decreto antes citado, para en segundo lugar llevar a cabo una perspectiva histórica en donde veamos reflejadas dichas funciones a lo largo del tiempo.
Las funciones del movimiento según el Decreto 1344/1991 son:
Función agonística, en tanto que la persona puede demostrar su destreza, competir y superar las dificultades a través del movimiento corporal.
Función anatómico-funcional, mejorando e incrementando, mediante el movimiento, la propia capacidad motriz en diferentes situaciones y para distintos fines y actividades.
Funciones catártica y hedonista, en la medida en que las personas, a través del ejercicio físico, se liberan de tensiones, reestablecen su equilibrio psíquico, realizan actividades de ocio, y gracias a todo ello, disfrutan de su propio movimiento y de su eficacia corporal.
Función de compensación, en cuanto que el movimiento compensa las restricciones del medio y el sedentarismo habitual de la sociedad actual.
Función comunicativa y de relación, en tanto que la persona utiliza su juego y su movimiento corporal para relacionarse con otras personas, no sólo en el juego y el deporte sino en general en toda clase de actividades físicas.
Función de conocimiento, en la medida en que el movimiento es uno de los instrumentos cognitivos fundamentales de la persona, tanto para conocerse a sí misma como para explorar y estructurar su entorno inmediato. Por medio de la organización de sus percepciones sensomotrices el alumno toma conciencia de su cuerpo y del mundo que le rodea.
Función estética y expresiva, a través de las manifestaciones artísticas que se basan en la expresión corporal y en el movimiento.
Función higiénica relativa a la conservación y mejora de la salud y el estado físico así como a la prevención de determinadas enfermedades y disfunciones.
El Decreto por el que se desarrolla el currículo para nuestra Comunidad Autónoma (22/2007) plasma estas funciones en la introducción al área de Educación Física de una manera esplícita:
“Esta área se orienta, en primer lugar, al desarrollo de las capacidades vinculadas a la actividad motriz y a la adquisición de elementos de cultura corporal que contribuyan al desarrollo personal” (función anatómico funcional)
“Es importante que el alumno entienda el hecho de integrar en su vida la práctica de actividad física como método para reestablecer el equilibrio físico y psíquico” (función de compensación)
“El estrés es uno de los desencadenantes de muchos problemas sanitarios y la actividad física es uno de los mejores métodos para prevenir dicho fenómeno” (función higiénica y hedonista).
“Las relaciones interpersonales que se generan alrededor de la actividad física permiten incidir en la asunción de valores como el respeto, la aceptación o la cooperación” (función de comunicativa y de relación)
“El área (…) se orienta a sentirse bien con el propio cuerpo, lo que constituye una valiosa ayuda de la autoestima” (función de conocimiento).
“Las posibilidades expresivas del cuerpo potencian la creatividad y el uso de lenguajes corporales para transmitir sentimientos y emociones que humanizan el contacto personal”(función de comunicación y estética expresiva)
El evidente, comparando ambas leyes el paralelismo que existe entre ambas en cuanto a la importancia de las funciones atribuidas al movimiento como elemento formativo.
En cuanto al análisis histórico de dichas funciones podemos afirmar que la función agonística se encuentra presente desde la época griega donde se demuestra que el deseo de competición se veía ya patente en los antiguos juegos olímpicos. Su restauración por parte del Barón P. de Coubertin en 1896 supuso un impulso al afán de superación y de confrontación con otros rivales para comprobar sus niveles de fuerza o su destreza.
Sobre la función anatómico funcional desde el inicio de la historia ha estado vinculada a las guerras entre los distintos pueblos, ya que la actividad física se utilizaba para mejorar la capacidad motriz intentando a través de ella conseguir guerreros más fuertes y preparados (por ejemplo, las guerras entre Esparta y Atenas). Ya con Rousseau y posteriormente con las escuelas gimnásticas del siglo XIX este objetivo cambió buscando a través de la educación física una mejora en los individuos que la practicaran.
El gusto y la liberación de tensiones que justifica la función hedonista podemos verla reflejada en la motivación que movía a las clases altas de la sociedad romana, relacionado con los baños en las termas. Una de las corrientes actuales de la educación física viene vinculada a la condición física y su relación con la salud pudiéndose afirmar que la puesta en práctica de actividades físicas ayuda a la liberación de tensiones y al restablecimiento del equilibrio psíquico. Del mismo modo, en el campo de la neuro-psiquiatría se han elaborado los fundamentos de la reeducación psicomotriz mediante técnicas de relajación, psicoanálisis y psicoterapia.
La función de compensación está presente en las diferentes escuelas de los siglos XVII y XVIII, en donde se introdujo la educación física para compensar las largas horas de estudio de los alumnos. Posteriormente, en el siglo XIX P. H. Ling (creador de la escuela sueca) aplicó ejercicios sistematizados, localizados a trabajos musculares concretos para intentar compensar problemas de actitud postural. Podemos establecer hoy en día un cierto paralelismo entre este tipo de gimnasia y el que llevan a cabo en determinadas empresas europeas cuando aplican a sus empleados programas de ejercicio físico con el objetivo de compensar la actitud postural de las horas de trabajo o el que se lleva a cabo en programas de rehabilitación de enfermos.
La función comunicativa y expresiva está relacionada a lo largo de la historia a actividades como el teatro y la danza grecoromana. De este modo, en Grecia la cultura del cuerpo se inscribe en un proyecto estético e higiénico compuesto por dos partes: lucha y danza. La lucha tiene por fin la guerra, siendo la danza el elemento educativo por excelencia que establecía una relación entre cuerpo y alma. Ya más recientemente, con los grandes movimientos gimnásticos nos encontramos con el movimiento de centro con autores como Emile Jacques Dalcroce, creador de la rítmica, Isadora Duncan, iniciadora del expresionismo en la danza o Rudolf Bode, padre de la gimnasia moderna asentada en los principios de totalidad, cambio de ritmo y economía. Hoy en día la expresión corporal une todos esos conceptos comunicativos y expresivos, intentando a través de la danza, el mimo, y los bailes populares fomentar una creatividad y una espontaneidad del cuerpo, propiciando esto un conocimiento y control del mismo.
La función de conocimiento debemos asociarla en la educación física a tiempos más actuales que las anteriores ya que únicamente aparece de forma explícita en algunos documentos de Rousseau, no estando realmente presente hasta la evolución de las corrientes psicomotrices. Aquí autores como Picq y Vayer nos dicen que el acto pedagógico debe centrarse en tres elementos y en su interrelación: el “yo”, el “mundo de los objetos” y “el mundo del otro”. Es precisamente en el yo en donde se centra fundamentalmente la educación del esquema corporal. Posteriormente, Le Boulch también se apoya en la noción de “estructuración recíproca” entre el yo del niño y el mundo que le rodea de manera que el niño pueda interiorizar y tomar conciencia de su situación.
El beneficio higiénico es seguramente el más antiguo relacionado con la actividad física junto a la guerra. De este modo, podemos encontrar rastro de ella en las culturas más antiguas como India, China y Egipto donde se hacía referencia a la necesidad de práctica de ejercicios físicos para mantener la salud y combatir algunas enfermedades. La función higiénica podemos situarla en el proyecto estético e higiénico que hasta los 11-12 años llevaban a cabo los niños en el período clásico de Grecia. En dicho período Platón integró en la educación corporal toda la higiene (alimentación, reposo…) insistiendo mucho en ella. Este objetivo siguió latente en Roma donde en su período de olimpismo, culto a la belleza y a la fuerza corporal se veía incluido el rol higiénico como uno de sus beneficios. Dentro de Roma no debemos dejar de hablar de Galeno, que propagó la función higiénica de la actividad física. En el Renacimiento Rabelais comienza a dar importancia la ejercicio higiénico. También citar a Mercurialis, que en su obra “de arte gimnástica” establece una relación entre el ejercicio físico y el buen hábito corporal. En el siglo XIX George Demey cita entre las finalidades que se les atribuían a los ejercicios la higiénica (mejora de la salud). En este mismo período los problemas que tuvo Ling con su salud fueron una de las causas que le llevaron al estudio de lo que llamó gimnasia terapeútica y la función correctora del ejercicio físico. Hoy en día una de las cuatro corrientes actuales de la educación física es la de la condición física y la salud (junto al deporte, la psicomotriz y la expresión corporal), evidentemente relacionada con la preocupación de incluir la actividad física en la escuela e introducir en ella aspectos relacionados con la salud y la higiene física y mental del que la practica.
CONCLUSIONES.
Finalizado el estudio del tema algunas conclusiones que sacamos del mismo son:
El conocimiento por parte del docente del currículo oficial es fundamental a la hora de elaborar la programación del aula.
Nuestra práctica en el aula con los alumnos llegará a buen fin cuando tengamos los contenidos teóricos suficientes para poder fundamentarlos en los niveles superiores de concreción curricular.
En la educación primaria, el trabajo de los bloques de contenidos debe llevarse a cabo de una manera global dándoles un nivel de importancia a cada uno, teniendo en cuenta el desarrollo psicoevolutivo del alumno.
A través del conocimiento teórico de objetivos y contenidos observamos una estrecha relación entre ellos.
La visión histórica que nos aporta el tema ayuda a aclarar la importancia que la actividad física ha tenido con distintos fines a lo largo de la historia de la humanidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES.
ARNOLD, P.J. (1991): “Educación física: movimiento y currículum”. Madrid: editorial Morata. Centro de publicaciones del MEC.
Decreto 22/2007 de la CAM de 10 de mayo por el que se establece el currículo en la Comunidad de Madrid para la Educación Primaria.
DEVIS, J. y PEIRO, C. (1992): “Nuevas perspectivas curriculares en educación física: la salud y los juegos modificados”. Barcelona: INDE.
MEC (1992): “Cajas rojas de educación primaria. Área de educación física”. Madrid: MEC.
MEC (1992): “Propuestas de secuencia de educación física”. Madrid: Escuela Española.
MEC (2006): Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
MEC (2006) Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria.
MECD (2003) Real Decreto 830/2003 por el que se establece las enseñanzas comunes de educación primaria
MECD (2004) Real Decreto 1318/2004 que modifica el calendario de aplicación de LOCE
VAZQUEZ, B. (1989): “La educación física en la educación básica”. Madrid: Gymnos.