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Tema 19 – Recursos y materiales didácticos específicos del área de Educación Física: clasificación y características que han de tener en función de la actividad física para las que se han de utilizar. Utilización de los recursos de la Comunidad.

ÍNDICE:

0. INTRODUCCIÓN

1. RECURSOS Y MATERIALES DIDÁCTICOS ESPECÍFICOS DEL ÁREA DE E.F.: CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS QUE HAN DE TENER EN FUNCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA QUE SE HAN DE UTILIZAR.

1.1 APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

1.2 CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LOS RECURSOS Y MATERIALES DIDÁCTICOS

1.3 ANÁLISIS Y DESCRIPCIÓN

1.3.1 RECURSOS ESPACIALES

1.3.2 RECURSOS MATERIALES DEL ÁREA DE E.F.

1.4 GESTIÓN DEL MATERIAL.

2. UTILIZACIÓN DE LOS RECURSOS DE LA COMUNIDAD.

3. CONCLUSIÓN.

4. BIBLIOGRAFÍA.

0. INTRODUCCIÓN

En el sistema educativo actual, además de los elementos curriculares de E.F. que nos marca la normativa, son elementos fundamentales los alumnos, el maestro y los materiales y los lugares donde suceden las relaciones entre estos componentes.

El docente debe conocer esas características y el contexto legal del currículo para elaborar la programación adaptando las recomendaciones oficiales a las particularidades de alumnos, del centro y a la disponibilidad de espacios e instalaciones.

Es raro encontrar dos centros con idénticas instalaciones deportivas y dotación de materiales, lo que hace particularmente especial al “aula” de E.F. Esto obliga al profesor, como gestor y usuario de las instalaciones y materiales del centro, al conocimiento de los aspectos que se tratan en el presente tema.

Además de la formación docente, es preciso una suficiente dotación y disponibilidad de espacios deportivos para lograr un desarrollo efectivo del programa de E.F., evitando un condicionamiento a circunstancias climatológicas. Por otro lado, la ausencia de dotación en equipamiento no debe justificar la realización de una programación en EF basada en contenidos exclusivamente tradicionales y teóricos.

Como se verá a lo largo del tema, toda la normativa educativa: LOE, LOMCE, RD 126/2014 de currículo básico, D. 54/2014, RD 132/2010 de requisitos mínimos de los centros educativos,…, otorga a las administraciones educativas las responsabilidad de dotar de los recursos educativos, humanos y materiales necesarios a los centros educativos para que éstos puedan ofrecer una enseñanza de calidad y garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación.

Este tema es imprescindible para la puesta en marcha de las sesiones de EF, ya que muchas veces se desarrollan en unas condiciones muy negativas excesivo nº de alumnos para ser una actividad práctica, coincidencia de dos o más grupos en muchas ocasiones, escasez de material, instalaciones deficientes,… Para evitar algunos de los problemas que pudieran surgir será fundamental la coordinación entre los maestros de E.F. de nuestro centro

Sería casi imposible dar una clase en condiciones si no fuera por la correcta utilización de los recursos didácticos con los que cuenta la E.F. y que nos permite aprovechar mejor el material disponible, que los alumnos puedan trabajar, etc.

Este tema se relaciona con todos los del temario, especialmente con los temas 20 y 23, donde abordamos la organización de grupos y tareas y los aspectos metodológicos.

Comenzaremos el tema definiendo los recursos y materiales didácticos, seguiremos con una posible clasificación de los mismos, así como las características y funciones que deben cumplir, y terminaremos con las posibles utilizaciones que nos ofrecen los recursos de la comunidad.

Hecha esta breve introducción, pasaremos a analizar el primer apartado del tema.

1. RECURSOS Y MATERIALES DIDÁCTICOS ESPECÍFICOS DEL ÁREA DE E.F.: CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS QUE HAN DE TENER EN FUNCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA QUE SE HAN DE UTILIZAR

Como docentes de E.F. cumplimos una doble función en lo que respecta a las instalaciones de nuestro centro educativo. Por un lado, como usuarios de ellas, donde desarrollamos la mayor parte de nuestra jornada laboral y, por otro, como gestores de las mismas debemos velar por una correcta planificación y desarrollo de las actividades a realizar. Del mismo modo, debemos sacar el máximo rendimiento al equipamiento y material del que disponemos, por lo que se hace necesario establecer unas normas de utilización y conservación

Siguiendo a García (2010), los espacios utilizados deben favorecer la máxima participación de los alumnos y, sobre todo, mantener las máximas condiciones de seguridad.

Antes de adoptar una decisión sobre los materiales y espacios deportivos a utilizar, el maestro analizará las dotaciones existentes, su cantidad, estado de conservación, calidad de los recursos y adecuación a la edad de los alumnos y contenidos de Educación Física.

1.1 APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

Los recursos y materiales didácticos son un instrumento básico a la hora de llevar a cabo la labor docente, pero, ¿qué entendemos por recursos y materiales didácticos?

Existen gran variedad de términos, pero en definitiva, los podemos definir como “todo instrumento, objeto o medio que favorece el aprendizaje de los alumnos y el desarrollo profesional de los profesores en el marco del currículo”. Con esta denominación englobamos todos los recursos: humanos, espaciales, materiales, curriculares, etc.

En general, los diferentes recursos y materiales didácticos pueden referirse a “todos los elementos que un centro educativo debe poseer, desde el propio edificio a todo aquel material de tipo mobiliario, audiovisual, bibliográfico, específico de cada área,…”

Además, podemos definir otros conceptos como el de equipamiento deportivo, que son el “conjunto de servicios necesarios para llevar a cabo la E.F. y actividades congruentes” (RAE), o el de instalaciones, que según Blández es “el lugar físico donde se realizan las actividades”.

1.2 CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LOS RECURSOS Y MATERIALES DIDÁCTICOS

Los podemos clasificar desde muchos puntos de vista y podemos distinguir: las instalaciones, los materiales, el material individual del alumno, el material soporte del profesor, el material impreso, el material audiovisual e informático y el material complementario.

Como vemos, el campo de los recursos didácticos es muy amplio por lo que para hacerlo más sencillo los clasificaremos según su naturaleza y según la función que desempeñan.

Según la naturaleza distinguimos: los recursos didácticos de carácter humano (profesores, alumnos, padres, etc), de carácter metodológico (recursos metodológicos, estrategias, etc) y los de carácter material, que a su vez se pueden dividir en materiales curriculares (dirigidos al profesor o al alumno y que se presentan en un triple soporte: impreso, audiovisual e informático) y en materiales auxiliares o de soporte de las actividades (espaciales (aula, gimnasio, etc) o materiales (pizarra, balones, etc)).

Y según la función que realizan podemos distinguir:

Material de enseñanza, que se clasifica en función de su utilización (del profesor, del alumno, etc), en función del tipo de actividad (genérico o específico), en función del objetivo con que fueron construidos (convencional, no convencional o convencional usado de forma no convencional) y en función del área de aplicación (matemáticas, música, E.F., etc).

Material de gestión y control.

Material de evaluación y calificación.

Material complementario.

En general, las características que deben cumplir todos los recursos materiales y didácticos son: deben ser seguros, rentables, duraderos y fáciles de mantener, motivantes y atractivos, polivalentes, funcionales y no deben discriminar.

1.3 ANÁLISIS Y DESCRIPCIÓN

Dentro de este apartado analizaremos los recursos espaciales y los materiales.

1.3.1 RECURSOS ESPACIALES

Blández define la instalación arquitectónica como el lugar físico donde se realizan las actividades. Por otro lado, el concepto de recursos espaciales en E.F. hace referencia a “todos aquellos lugares, recintos o construcciones donde se puedan practicar actividades físicas y deportivas”.

Haciendo repaso a las innumerables instalaciones y espacios dedicados a las actividades físicas a lo largo de la historia podemos destacar las palestras, el circo romano, el terreno para torneos medievales, los estadios olímpicos, el “plateau” de Hébert, los gimnasios de Amorós, Muths y Jahn, etc.

Tradicionalmente se ha considerado cualquier lugar apto para la actividad física escolar, aunque en los últimos años se ha impuesto el criterio de que ese espacio, durante la clase de E.F., se considera un aula, y como tal merece la consideración de planificación, proyecto, construcción y atención para su buen uso y mejor desarrollo del programa docente.

López Moya (2002) destaca 4 fases para la regulación de los espacios de E.F.:

A partir de 1979: En 1979 el CSD publica la “Normativa sobre Instalaciones Deportivas y para el Espacimiento” (Normas NIDE), la cual no establece el nº y tipo de instalaciones de un centro de Primaria, pero si las condiciones y funcionalidad que deben cumplir en general.

En 1987: Con la corriente de los JJOO de Barcelona, se realizó el primer censo nacional de instalaciones deportivas por el CSD, que reveló que el 70% de los centros no tenían instalaciones adecuadas.

En 1988: Para solucionar este problema se diseñó el Plan de Extensión de la E.F. en Centros Docentes no Universitarios (PEEF).

En 1997: El CSD concluye el II Censo de Instalaciones Deportivas, donde se aprecia un aumento de más de 22.000 instalaciones deportivas en España.

Por otro lado, la normativa legal que ha regulado la construcción de las instalaciones deportivas en los centros escolares es:

Orden ministerial de 14 de agosto de 1975: Fue la primera normativa. Establecía para los centros de BUP y COU una sala de usos múltiples de 150m2, dos pistas polideportivas de 36x18m y al menos dos vestuarios.

– El R.D. 1004/91 regía la dotación de instalaciones deportivas en centros escolares. Establecía que las instalaciones deportivas debían tener una localización independiente, así como cumplir con una serie de condiciones higiénicas, acústicas, de seguridad y de accesibilidad para alumnos con problemas físicos.

– El R.D. 1537/03, que derogaba al R.D. 1004/9, establece los requisitos mínimos de los centros escolares.

– Otras normativas legales como la LOGSE (1990), la LOCE (2002) o la LOE (2006) también trataban sobre diversos aspectos relacionados con los espacios e instalaciones de los centros escolares. Así como otros documentos y leyes, aunque con un carácter más general y recomendatorio, como por ejemplo la Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte (UNESCO, 1978), la Carta Europea del Deporte (1992) o la Ley del Deporte de 1990.

– El R.D. 132/2010, en su artículo 3, establece en la actualidad los requisitos de instalaciones comunes a todos los centros, por ejemplo un patio de recreo, parcialmente cubierto, susceptible de ser utilizado como pista polideportiva y un gimnasio con una superficie adecuada al número de puestos escolares.

Por otro lado, podemos hacer multitud de clasificaciones de las instalaciones. Desde el punto de vista de la intencionalidad con que fueran construidas podemos encontrar: instalaciones convencionales (diseñadas para realizar actividades físicas), instalaciones no convencionales (las que son susceptibles para la actividad física como parques, plazas, etc) o instalaciones singulares u ocasionales (palacio de hielo, parque temático, etc).

En cuanto a las características que los espacios deben reunir, siguiendo a Parlebás, son las de: polivalencia, adaptabilidad, seguridad e integración.

Para terminar este apartado, realizaremos un breve análisis de las instalaciones más comunes y más utilizadas en E.F.:

o Sala o pabellón cubierto: El tamaño del pabellón o sala cubierta puede oscilar entre los 15×27 metros de la llamada “sala escolar” o los 45×27 m de la “sala de barrio”.

Algunas características estructurales de estos espacios son que: el pavimento debe permitir el bote óptimo del balón, elasticidad y seguridad en la pisada, absorción acústica, impermeabilidad, etc; la altura mínima del techo debe ser 5,5 metros, la iluminación debe ser suficiente (natural y artificial) y que no produzca deslumbramientos, la acústica debe ser adecuada y la temperatura debe mantenerse, evitando los cambios bruscos y teniendo en cuenta la temperatura exterior.

En cuanto al equipamiento básico podemos destacar porterías, canastas, espacios auxiliares (vestuarios, almacén, botiquín, despacho), etc.

o Pistas polideportivas al aire libre: Son el segundo espacio que debe implantarse preferentemente en un centro escolar. Las medidas recomendadas son 44 x 22 metros. Los pavimentos que pueden usarse pueden ser impermeables o permeables. En algunos casos es recomendable el uso de cerramientos exteriores de la pista. Su orientación debe ser norte-sur y debe poseer un desnivel para evacuar el agua de lluvia.

En cuanto a su equipamiento básico podemos destacar porterías, canastas, sistemas de anclaje para colocar redes, marcaje de líneas en el pavimento, etc.

o Zona de juegos: Es utilizada como zona de recreo o descanso de los alumnos. Este espacio abierto está lleno de elementos motivadores y posibilitadores de actividades motrices, y puede ser convertido en un espacio de aventura educativo y recreativo.

o Espacios auxiliares: Son aquellos anexos al espacio deportivo y que también deben cumplir requisitos mínimos para contribuir a la máxima y correcta utilización y gestión. Podemos destacar los servicios, aseos y duchas, los vestuarios, los almacenes y el botiquín.

o Otros: Fernando de Andrés (1997) habla también del medio natural como espacio para el desarrollo de las clases de E.F., así como de dos instalaciones que pocos colegios en nuestro país pueden disponer: vaso de enseñanza (piscina) y pistas reducidas de atletismo.

Además, cabe destacar que debemos tener en cuenta una serie de aspectos importantes para que las instalaciones deportivas sean accesibles a alumnos con discapacidad física (especialmente los que se desplazan en silla de ruedas) e impedidos temporales. Por ejemplo la existencia de rampas con pendientes suaves, pasillos y puertas anchas, vestuarios y aseos adaptados, etc.

Con esto terminamos los espacios, seguiremos dentro del apartado sobre los recursos materiales y veremos el material deportivo.

1.3.2 RECURSOS MATERIALES DEL ÁREA DE E.F

Según Fernando Trujillo, son “todos aquellos utensilios, móviles o elementos que se utilizan en las sesiones de Educación Física para la realización de las actividades y como vehículo para conseguir que el alumnado alcance las competencias y objetivos propuestos a través de los contenidos”. Este material está al servicio del profesor y del alumno para la realización de las actividades y para el logro de los objetivos y competencias, y por tanto, depende de éstos y no al revés.

Mendoza (2010) establece, como una de las tareas del maestro, seleccionar el material más apropiado y organizarlo convenientemente para que cumpla su función de apoyo a la actividad del alumno:

– Debemos seleccionar el material atendiendo al objetivo propuesto, el estándar a evaluar y el más adecuado para cada actividad.

– Aprovechar al máximo el material disponible, los recursos del centro y del entorno para la realización de las distintas actividades.

– Usar excesivo material puede ser contraproducente, porque es posible la dispersión de la atención del alumno.

– Deben fomentar la iniciativa y la creatividad del alumno.

Podemos clasificar el material en función de la finalidad con la que han sido construidos, de esta manera encontramos material convencional, material convencional usado de forma no convencional, material no convencional y otros materiales complementarios, así como el material impreso y el audiovisual e informático.

* El material convencional es el material típico de E.F., cuya utilización es innata a la práctica de actividades físicas y deportivas. Blázquez (2002) lo clasifica:

– En función a la actividad a la que están ligados: gimnasio, patio, deportes, psicomotricidad.

– Según el tamaño del mismo: pequeño (aros, balones), mediano (colchonetas, bancos suecos) y grande (canastas, porterías).

– Según la movilidad: Fijo, móvil o mixto.

– Según la utilización: Individual o colectiva.

* El material convencional usado de forma no convencional son aquellos que se han venido utilizando tradicionalmente para el trabajo en E.F., pero dándoles una utilidad distinta. Por ejemplo: Poner el potro boca abajo para saltarlo, utilizar un balón de baloncesto para actividades distintas al baloncesto, etc.

* El material no convencional es aquel que no se ha venido utilizando tradicionalmente para la práctica de la E.F. (papeles, telas, periódicos, cartones,…).

El uso de material no convencional supone una serie de ventajas: Se pueden hacer actividades que habitualmente requieren material convencional, por lo que no suponen grandes gastos en material e instalaciones; también posibilita la investigación por parte del niño y les ayuda en su educación para el consumo.

Los podemos clasificar en: materiales tomados de la vida cotidiana (toallas, bolsas de basura, etc), materiales de desecho de utilización inmediata (neumáticos) o material que tiene que ser manipulado antes de ser utilizado (receptáculo para jugar al suavi-ball con un envase vacío de suavizante o similar), y materiales alternativos (balones gigantes, palas, etc.)

Con el uso de estos materiales, además de trabajar los contenidos propios de nuestra área de E.F., también podemos trabajar los de otras como la Educación Artística y los elementos transversales como la educación del consumo y la ecología.

* Material complementario: Aquí encontramos el material fungible, que es aquel que se consume y hay que reponer (globos, dorsales, etc); el material complementario del profesor y del área (cronómetro, silbato, petos); el material de soporte a la gestión de la clase por el profesor (listas de control de asistencia, cuaderno de evaluación, informes médicos, etc), y el equipamiento de los alumnos (vestimenta deportiva, útiles de aseo, mochila, cuaderno, etc).

* Los materiales impresos son aquellos que tienen un carácter globalizador y nos orientan en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Es numerosa la bibliografía existente tanto de la E.F. como en el ámbito de la educación en general. Además de libros, también existen revistas o boletines de sumarios que pueden orientaros en nuestra labor. También consideramos materiales impresos los libros de texto, cuadernos del alumno, fichas, etc.

Un buen profesional debe estar al día en lo que a su materia se refiere y eso se consigue con la propia investigación y con la lectura de libros.

* El material audiovisual e informático: En la actualidad, los avances tecnológicos han revolucionado la manera de presentar los diferentes contenidos de enseñanza a nuestros alumnos, los DVDs, la fotografía digital, las pizarras digitales, los retroproyectores, las cámaras de vídeo, etc…, facilitan la comprensión y pueden ayudar al docente en su trabajo de manera extraordinaria.

Otro elemento importante es la música, que supone un gran soporte para nuestro trabajo. Su selección estará encaminada hacia la búsqueda de músicas que sugieran al alumno movimientos y sensaciones nuevas, por ejemplo para el calentamiento se utiliza música de ritmo vivo, mientras que para la relajación se utilizan ritmos lentos.

A nivel educativo, no cabe duda del enorme potencial, a través de un uso adecuado, tiene para la educación actual Internet y los medios informáticos (TIC´s), donde ya puede encontrarse todo aquello que necesitemos, información técnica, programaciones, unidades didácticas, juegos, ejercicios, imágenes tanto estáticas como en movimiento, etc… Será un medio muy utilizado por el profesorado que quiera estar a la vanguardia en educación y por los alumnos para mejorar su autonomía, formación integral,…

1.4 GESTIÓN DEL MATERIAL

Las operaciones que se deben realizar son las de control, reposición, utilización y mantenimiento. Se trata de conseguir material en las mejores condiciones económicas, garantizar su duración y un uso lo más polivalente posible.

– El control consta de dos operaciones: el inventario (relación del material que se posee y su estado de uso) y el almacenamiento (un buen almacenamiento contribuye a su conservación, control y uso).

– La dotación y reposición tiene por objetivo equipar la instalación con el material necesario y sustituir el material extraviado o deteriorado.

En primer lugar seleccionaremos el material a adquirir teniendo en cuenta los criterios de utilidad, manejabilidad, seguridad, coste, calidad y existencias previas. Una vez seleccionados revisaremos los catálogos y listas de precios, y una vez adquirido el material deberá inspeccionarse antes de firmar el albarán y pagar. Deberemos tener en cuenta el presupuesto con el que cuenta nuestra área en el centro.

– La correcta utilización del material es uno de los principios que contribuyen a prolongar su vida útil. En todo momento se debe respetar la finalidad para la cual ha sido diseñado, de manera que si ideamos usos alternativos debe tenerse en cuenta que no sean nocivos ni para el material ni para los usuarios.

– El mantenimiento es la operación básica para alargar la vida del material. Sus principales objetivos son aumentar su duración, garantizar un mínimo de higiene, mejorar su aspecto estético y prevenir accidentes.

Las operaciones que deben realizarse son el refuerzo del material para garantizar su uso, limpieza, conservación para evitar el deterioro y la reparación por personal especializado.

Con la gestión de los materiales terminamos el primer apartado del tema y pasamos a desarrollar el segundo, que se denomina:

2. UTILIZACIÓN DE LOS RECURSOS DE LA COMUNIDAD

El maestro de E.F. no sólo debe limitarse a las instalaciones y materiales que posee en su centro, sino que puede recurrir a aquellas que se encuentren tanto cerca del recinto escolar (parques, calles,…) como a las que pueden ofertar las distintas organizaciones públicas o privadas.

Por otro lado, el trabajo en el espacio natural, y por tanto fuera del centro, adquiere gran importancia, ya que la E.F. incluye determinadas destrezas que sólo se pueden desarrollar en ese tipo de espacios y que van a favorecer la interrelación con otras áreas (campamentos, excursiones,…).

La utilización de los recursos de la comunidad la podemos clasificar:

En función de su duración: Permanente (durante todo el curso) o puntual (visita a la biblioteca, excursiones, etc).

Por la propiedad o titularidad de los recursos: Pública (MEC, ayuntamientos) o privada (clubes deportivos, casas comerciales).

Por el tipo de actividad: Escolares o extraescolares y complementarias.

Por su naturaleza: Recursos humanos (monitores, miembros AMPAS, voluntarios,…) o recursos materiales (instalaciones y materiales).

Por el tipo de acceso que tenemos a estos recursos: Préstamos, alquiler, por convenio, adquisición, etc.

En este sentido, debemos considerar la escuela también como un recurso de la comunidad, donde la orientación actual camina hacia un “centro abierto” al entorno, si bien esta apertura supone problemas prácticos (vigilancia, limpieza, mantenimiento).

Actualmente el municipio pasa a denominarse “Ciudad Educativa” y este nos dice que hay que aprender de la ciudad (educación vial, ambiental,…) y en la ciudad (orientación urbana, práctica deportiva extraescolar, etc).

Debemos fomentar que nuestros alumnos realicen actividades físicas y deportivas en su tiempo libre, no sólo para ocupar su ocio y su tiempo, sino como un modo de mejora de su salud y calidad de vida.

Así, la LOMCE en su Disposición adicional cuarta destaca que: “Las administraciones educativas adoptarán medidas para que la actividad física y la dieta equilibrada formen parte del comportamiento infantil y juvenil. A estos efectos, promoverán la práctica diaria de deporte y ejercicio por parte del alumnado durante la jornada escolar,…”.

En la actualidad, debemos tratar de crear unas normas de uso de los equipamientos escolares y municipales que permitan incorporar a todos los sectores sociales y responder a todas las demandas que hoy se manifiestan.

En este aspecto, creemos que en la mayoría de los casos falta un entendimiento mutuo entre la administración local y los centros escolares que permita responder a la demanda social en este sector. Para ello debemos crear un clima de relación entre ambas partes que permita desarrollar unos objetivos comunes en beneficio del practicante.

En cuanto a la gestión, no existe un sistema infalible y tras analizar los tres modelos de gestión (directa, indirecta y mixta) creemos que la más adecuada es la gestión directa, donde se crearía un órgano de participación conjunta formado por responsables del centro escolar y responsables municipales.

Dentro de la gestión de las instalaciones deportivas en uso escolar, el profesor puede y debe aportar su criterio respecto a la organización de la rotación de cursos por espacios deportivos, a proponer normas de utilización, a aportar los datos necesarios para la elaboración del presupuesto, etc.

Y en uso extraescolar (fuera del horario lectivo), el maestro podrá aportar datos respecto a las condiciones y normas de utilización de las instalaciones (calendario, horario, normas, etc.).

En este sentido, la LOMCE en su Disposición adicional cuarta destaca que: “Las administraciones educativas adoptarán medidas para la práctica diaria de deporte y ejercicio físico por parte de los alumnos y alumnas durante la jornada escolar,…”. Lo que justifica la necesidad de incorporar y desarrollar Proyectos Deportivos en los centros educativos, que promuevan la participación de toda la comunidad educativa con el objetivo de alcanzar el desarrollo óptimo, global e integral de nuestro alumnado y la creación de hábitos deportivos y de vida sana perdurables.

Este tipo de programas se caracteriza por la realización de gran cantidad de actividades lúdicas y deportivas tanto en horario escolar como extraescolar, y en instalaciones propias del centro y ajenas a este. Algunas de estas actividades son: “Los recreos deportivos”, “Las jornadas olímpicas intercentros”, “Los desayunos saludables”, “Las actividades acuáticas”, etc.

Con este apartado sobre la utilización de los recursos de la comunidad terminamos el desarrollo de este tema. Para finalizar realizaremos una breve conclusión sobre el mismo y daremos unas referencias bibliográficas que nos han servido para su desarrollo.

3. CONCLUSIÓN Y VALORACIÓN PERSONAL

Podemos considerar la E.F. como un área privilegiada dentro del sistema educativo, en tanto en cuanto es un área que requiere de unas instalaciones y materiales especiales, diferentes a las que puedan necesitar las demás áreas, como por ejemplo lengua o matemáticas.

Unos buenos recursos materiales pueden ayudar a mejorar nuestras clases y, como consecuencia, a mejorar el interés y motivación de los alumnos y, por tanto, a mejorar y potenciar su desarrollo integral.

Sin embargo, la ausencia o presencia de dotación en equipamiento, instalaciones y materiales no debe justificar nuestra calidad como maestros, ya que “se puede ser muy buen maestro sin tener instalaciones y materiales y viceversa”.

Podemos decir que “no es mejor aquel maestro que más tenga, sino el que mejor sepa aprovechar lo que tiene”. No obstante, debemos continuar la lucha que comenzaron gran número de autores en la búsqueda de la mejora de la E.F., por lo que nuestro objetivo girará en torno a conseguir las mejores instalaciones y materiales en todos los centros educativos (o mejorar las que ya se tienen) para mejorar la calidad de la enseñanza y conseguir el desarrollo integral de nuestros alumnos y alumnas.

4. BIBLIOGRAFÍA

Por último daremos unas referencias bibliográficas que nos han servido para el desarrollo del tema.

Entre la normativa legal destaca:

– Ley Orgánica 8/2013, (LOMCE).

– Ley Orgánica 2/2006, de Educación (LOE).

Real Decreto 126/2014, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria.

Decreto 54/2014, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

Entre los diferentes libros consultados cabe destacar:

BLÁNDEZ, J.: “La utilización del espacio y el material en E.F.” INDE, Barcelona. 1995

FERNÁNDEZ TRUHÁN, J. C.: “Los materiales didácticos de E.F.”. Wanceulen, Sevilla. 1997

NORMAS NIDE: Consejo Superior de Deportes. Madrid. 1979.

Y, por último, podemos citar algunos artículos consultados en internet:

Efdeportes.com: “Recursos y materiales en E.F.”, Fernando Trujillo Navas, 2010.

Efdeportes.com: “Posibilidad de aplicación didáctica de los materiales y recursos de Educación Física en Educación Primaria”. Mª Luisa Rivadeneyra, 2001

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