LA IMPROVISACIÓN COMO PROCEDIMIENTO COMPOSITIVO.
RECURSOS DIDÁCTICOS PARA LA PRODUCCIÓN MUSICAL EN EL AULA.
CREATIVIDAD E IMPROVISACIÓN.
INTRODUCCIÓN.
La improvisación es una forma de expresión creativa, libre y espontánea.
Partiendo de las características del niño en cada edad y sus conocimientos y posibilidades musicales en cada momento, la improvisación deberá abordarse desde diferentes puntos de vista. Así trabajaremos tanto con las cualidades del sonido, altura, duración, intensidad y timbre, como con los elementos de la música.
Podemos pues hablar de improvisación melódica con la voz, con la flauta de pico y con los instrumentos de láminas; podemos hablar de improvisación rítmica desde la percusión corporal, los instrumentos de pequeña percusión, instrumentos caseros y todo tipo de artilugios con posibilidad sonora; podemos hablar de improvisación en el movimiento, desde la expresión corporal hasta la improvisación de danzas. La improvisación como actividad que está presente en cualquiera de los contenidos de trabajo en Primaria. La improvisación posee un gran valor pedagógico por lo que supone una expresión de vivencias y participación ate el hecho musical. Es un proceso creador y una actividad espontánea que se produce cuando se ha despertado el interés por la música como paso previo a la improvisación, oportunidad que el profesor ha de aprovechar para desarrollar la creatividad y el aprendizaje de nuevas posibilidades que a continuación pasaremos a desarrollar.
1.- LA IMPROVISACIÓN COMO FORMA DE EXPRESIÓN LIBRE Y ESPONTÁNEA.
La música se ha considerado a lo largo de la historia como una de las formas de expresión que manifiesta de un modo inigualable los sentimientos y emociones de los seres humanos. Dentro del terreno musical, podemos entender la improvisación como el acto por el que una composición se crea en el mismo momento de su ejecución, sin partir de su notación en la partitura.
Características:
No se puede concebir una educación sin la libre expresión.
Se puede afirmar que el ámbito de la improvisación es infinito.
La improvisación es un recurso de antigua existencia.
La improvisación puede ser clasificada como un acto creativo, tanto libre como espontáneo.
Cuando hablamos de improvisación, debemos tener en cuenta que en este proceso de elaboración por parte del niño, vamos a ver reflejado tanto su desarrollo intelectual, como el afectivo y el psicomotor ya que son ámbitos del niño que se encuentran relacionados.
La improvisación musical es una actividad proyectiva que puede definirse como “toda ejecución musical instantánea producida por un individuo o grupo”.
La improvisación es la creación instantánea de música o de algunos de los elementos que la componen, de manera que no es necesario recurrir a la partitura.
Los métodos pedagógicos actuales, conceden gran importancia a la improvisación, pues supone u acto de comunicación y de libertad expresiva.
A través de la práctica de la improvisación, el alumno logrará una mayor rapidez y precisión en las respuestas musicales adquiriendo una capacidad de planificar y establecer comunicación directa entre el sujeto que siente, el cerebro que imagina y coordina y los dedos, brazos, manos y ritmo respiratorio que son los encargados de la realización.
Corrientes pedagógicas:
Las actuales corrientes pedagógicas de la enseñaza musical, se caracterizan por el valor que concierne al carácter vivencial y práctico de la enseñanza de la música, dando gran valor a los aspectos más creadores a través de la improvisación.
Willems considera la improvisación como la única manera de profundizar realmente en la música, ya que el niño pasa de ser un espectador a un creador motivado.
Dalcroze valora también la improvisación, ya que según sus principios esta es una expresión que parte de lo más profundo del ser humano, y así, se puede estudiar la relación entre el orden cerebral y respuesta muscular.
Martenot, músico y pedagogo, en la década de los 40, insiste en la necesidad de impulsar al nió a expresarse espontáneamente y propone para ello gran cantidad de juegos sonoros.
Orff propone que partiendo del ritmo verbal, surgirá el ritmo musical, que podrá ser trabajado con el cuerpo, con instrumentos de percusión, a través de la interpretación e improvisación.
Murray Schaffer utiliza la improvisación como recurso del conocimiento sonoro para conocer los elementos y las cualidades de la música.
1.1.- TÉCNICAS DE IMPROVISACIÓN.
El proceso de improvisación puede ser desencadenado por dos tipos de estímulos:
Musicales (o específicos).
Los temas musicales se relacionan como los elementos de la música:
Sonido (materia prima).
Ritmo (duración).
Melodía–armonía (sucesiones y yuxtaposiciones sonoras).
Forma (organización).
Género.
Estilo,…
Extramusicales (o generales).
Los temas extramusicales se refieren tanto al:
Mundo externo: impresiones, formas, volumen, color, textura.
Mundo interno del hombre: sentimientos, ideas, imágenes, impulsos.
Toda improvisación supone un acto expresivo, de comunicación, aunque no conduzca necesariamente a un producto sonoro coherentemente estructurado.
1.2.- PARÁMETROS DE LA IMPROVISACIÓN.
Tres parámetros definen la improvisación:
Materiales de la improvisación (con qué se juega): son materiales sonoros y usicales.
Objetivo de la improvisación (para qué se juega): imitar o reproducir o copiar modelos preestablecidos o proponer, crear, inventar, reproducir modelos propios.
Técnica de la improvisación (cómo se juega): en el que debemos tener en cuenta el tiempo, carácter y la estética de la otra que vamos a desarrollar, improvisar, reproducir o imitar
1.3.- USOS DE LA IMPROVISACIÓN.
Para finalizar, podeos entender el uso de la improvisación desde tres puntos de vista:
Como recurso didáctico: nos valdremos de ella como medio de aprendizaje de determinados aspectos musicales.
Como riqueza en si misma: es decir, para la propia satisfacción y desarrollo personal que supone inventar algo nosotros mismos.
Como herramienta para conocer la personalidad del improvisador: ya que al emerger del interior de cada individuo, está impregnada de la propia vivencia, de los sentimientos, de la particular forma de ser y entender el mundo de dicho individuo.
1.4.- OBJETIVOS.
Objetivos generales:
Siendo la improvisación musical una forma de juego – actividad – ejercicio que permite proyectar y/o absorber elementos musicales en una continua retroalimentación, dice que sus objetivos generales son:
Descargar: actuar, manipular, expresar, comunicar, crear, recrear, repetir.
Incorporar y metabolizar: sensaciones, experiencias, conocimientos,…
Desarrollar: hábitos destrezas, memoria, imaginación, capacidad de observación, de imitación.
Adquirir: sensibilidad, conciencia, confianza, seguridad en sí mismo y en sus posibilidades.
Objetivos específicos:
Los objetivos específicos de la improvisación musical podrían sintetizarse en:
Aproximar y tomar contacto con el instrumento.
Desarrollar la creatividad.
Mejorar la expresividad y comunicación.
Aprendizaje y afianzamiento de los elementos del lenguaje musical.
Conocimiento técnico de los instrumentos musicales y más profundo de la voz.
Aumento del aprecio y la seguridad en sí mismo.
Desde el punto de vista pedagógico, improvisación por su valor proyectivo nos lleva a un conocimiento más profundo del alumno, permite evaluar y eventualmente desarrollar distintas aptitudes: imaginación, nivel cultural, características psicológicas y ambientales, etc.
Puede entenderse como el resultado de la completa integración musical del nió, gracias a la improvisación, técnica que necesita conocimientos, sensibilidad, y expresividad del nió, como base para su realización.
1.5.- CONTENIDOS.
A parte de esto, nos brinda otras posibilidades:
Plano sensorial y motriz:
Agiliza la respuesta con un sentido casi de espontaneidad.
También implica realizar movimientos o realizar un acompañamiento instrumental, lo que contribuye a desarrollar al coordinación.
Plano intelectual:
Desarrolla:
La imaginación, puesto que exige búsqueda de soluciones personales, basándose en su propia experiencia musical.
Aumento de la memoria, ya que se basan en esquemas rítmicos o melódicos utilizados con anterioridad.
Favorece la concentración para realizar procesos simultáneos (escucha y ejecución).
Contribuye a dar al niño mayor conciencia musical, con mayor grado de claridad y precisión en las improvisaciones.
Plano afectivo:
Permite un aumento del sentido crítico, en la capacidad de apreciación musical y su autovaloración.
1.6.- METODOLOGÍA.
La función del profesor es muy importante.
Deben saber improvisar, de lo contrario, será difícil enseñar la técnica a los alumnos.
También supone un conocimiento bastante profundo de las funciones armónicas y de su uso en instrumentos.
La flauta e instrumentos de láminas son excelentes para la improvisación.
Es importante que el profesor colabore en la improvisación, pero manteniéndose al margen.
Su labor es la de guía y no imponer ningún criterio.
1.7.- ACTIVIDADES.
Hay que hablar de la consigna de la improvisación. Se puede definir consigna como orden o estímulo que induce a realizar una acción determinada. Es una especie de “regla de juego” y generalmente contiene la clave para iniciar la acción.
Su función consiste en desencadenar, activar, canalizar, orientar, etc.
La utilidad de la consigna es para que el niño llegue a improvisar con libertad, Hay que proporcionarle modelos materiales, oportunidades, etc.
Tipos:
Hay dos grandes tipos de consignas:
Musicales:
Se refieren a materiales (sonido, ritmo, armonía, melodía).
Estructuras (formas sonoras y musicales).
Extra musicales:
Se refieren a objetos, personas, situaciones de todo tipo, o a las conductas humanas.
Según la dinámica y técnica del trabajo utilizado se pueden decir que pueden ser:
Implícita o explícita:
Implícita si se procede de un proceso interno.
Explicita si la improvisación está predeterminada.
Individual o grupal.
Abierta o cerrada: grado o alcance del control sobre el objetivo.
Simple o compuesta: cantidad de objetos: única o seriada.
Forma inducida: cuando es generada automáticamente por la consigna
Forma preestablecida: cuando hay un soporte o base formal.
En función de la actividad que implica la consigna son:
Improvisación libre.
Investigación, exploración.
Evocación.
Imitación.
Juego con reglas.
Automatismos.
2.- LA IMPROVISACIÓN COMO PROCEDIMIENTO COMPOSITIVO.
Desde siempre, la improvisación ha estado tan considerada como la propia composición. La improvisación es un procedimiento como la música misma, y se funde en uno solo.
2.1.- RECORRIDO HISTÓRICO.
El folclore muestra numerosas improvisaciones realizadas en el momento de la ejecución y recogidas posteriormente por la tradición. La tradición oral lleva implícita la improvisación ya que las melodías no se escriben.
Siglos XII al XVII.
Del siglo XII al siglo XVII se desarrolló como una forma musical y técnica, el Discanctus que era una parte vocal libre entretejida por los cantores, con otra parte fija del canto gregoriano.
En el Renacimiento hay formas musicales que eran improvisadas como la Tocata, Fantasía, Variación, etc. Era improvisación pura, sin llegar a ser escrita.
Siglos XVII al XVIII.
Durante el siglo XVII y el siglo XVIII hubo un importante elemento de improvisación como fue el bajo cifrado, medio convencional de escribir mediante cifras los acordes en clave, con la mano izquierda, tocándose la melodía con la mano derecha.
En los comienzos del siglo XVIII gran parte de la expesión del ejecutante consistía en realizar detalles, como Cadencia, que era casi un elemento de improvisación que aún persiste, pero hasta el siglo XIX era costumbre dejar al ejecutante entera libertad. Los preludios corales, improvisados en muchas iglesias alemanas como introducción al canto gregoriano, nos ofrecen otro ejemplo.
Destacan Bach, Haëndel y Mozart.
Siglos XVIII al XIX.
El siglo XVIII y los comienzos del siglo XIX pueden ser considerado como el periodo de florecimiento del arte de la improvisación al teclado. Era normal esperar que todo ejecutante fuera capaz de sacar algo “de su propia cabeza”. Bach podía improvisar sin detenerse durante dos horas sobre un solo tema de coral.
Beethoven era uno de los compositores más lentos y laboriosos que han existido nunca, pero no ocurría lo mismo cuando cogía un instrumento.
Entre los últimos improvisadores de alta escuela encontramos a Liszt, quien ya de niño era famoso improvisador.
Siglo XX.
En el siglo XX surge en EEUU el jazz, que es un movimiento que desarrollará la improvisación con grados de gran dificultad y complejidad.
2.2. Tipos de improvisación
Podemos hacer uso de diferentes tipos de improvisaciones, diferenciados por las necesidades de nuestros alumnos, los objetivos que perseguimos, los materiales y los recursos metodológicos. Así, podemos distinguir la improvisación libre y la guiada.
Improvisación libre
El objetivo es de naturaleza subconsciente, implícita. En la improvisación libre, cada niño elige el tema, un personaje, etc., la música de movimientos para su interpretación.
Improvisación guiada
Enfocado a alcanzar o trabajar ciertos aspectos preestablecidos, como desarrollar hábitos y destrezas, así como adquirir sensibilidad, confianza y seguridad, o la aproximación física a un instrumento,
la adquisición de elementos del lenguaje musical, o desarrollar la creatividad, la técnica instrumental, etc.
Dentro de esta improvisación guiada nos encontramos con diversos tipos:
Imitación simultánea
El maestro inicia una serie de movimientos rítmicos sencillos y simétricos, de acuerdo con un acompañamiento musical elegido. Cuando los niños han comprendido esta actividad realizándola, es el momento de pasar a la improvisación y cualquier niño podrá dirigir los movimientos del grupo según su propia creación.
Imitación en eco
Los niños observan y retienen los movimientos que realiza el maestro o el niño que dirige el grupo. Conviene que cada serie de movimientos tenga la misma relación, lo cual predispone a los niños para percibir la frase musical.
Improvisación sobre motivaciones propuestas
En esta actividad se pasará de la imitación a la realización de movimiento siguiendo las orientaciones o consignas que dará el maestro o el niño que dirige el grupo. Algunas motivaciones para improvisaciones orientadas son juegos de caminar de distintas maneras, correr, gatear, saltar, mover el cuerpo en distintas direcciones, velocidades, con mando metafórico, en grupos, en parejas, o solos. También realizaremos juegos en espejo. Otras motivaciones con objetos serían: cintas, aros, piedras, papel, palos, etc.
Las motivaciones y consignas para la improvisación orientada son inagotables.
No obstante es conveniente elegir aquellas que se adecuan al niño según la etapa de su maduración. Todos estos trabajos se realizarán sobre fondo musical, unas veces se seguirá su ritmo, otras se trabajará la frase musical.
2.3. Ambitos de trabajo
Dejando a un lado el tipo de improvisación que elijamos, éstas pueden trabajarse en relación con distintos ámbitos del trabajo musical:
Improvisación prosódica
Se puede experimentar sobre palabras, frases o estrofas literarias propuestas: primero se analiza su significado, su rima y se recita rítmicamente. Al recitada obtenemos el pulso, el acento y el ritmo.
Estos ejercicios los podemos repetir, utilizando ritmos distintos. Se pueden inventar palabras y decidas de forma diferente. En estas improvisaciones prosódicas también podemos trabajar otros elementos: dinámica fuerte-piano, agógica rápido-lento, etc.
Improvisación ritmica
El niño creará libremente esquemas rítmicos. También podrá responder a esquemas presentados por el maestro u otro alumno, el resto de la clase podrá ir aportando su propia creación personal, consiguiendo de esta forma un trabajo en grupo de gran importancia para la improvisación.
Improvisación instrumental
Por medio de la práctica de la improvisación instrumental iremos introduciendo al alumno en el mundo de la forma musical, el ritmo y el compás, así como en la expresión musical.
Los primeros trabajos de improvisación se deberán realizar con los llamados instrumentos corporales: palmas, pitos, voz, pies, etc., para ir pasando progresivamente a la utilización de los demás instrumentos de percusión.
El maestro deberá exponer esquemas rítmicos muy claros y perfectamente definidos.
Improvisación melódica
Cuando utilicemos instrumentos de sonido determinado para improvisaciones melódicas, la escala diatónica con cinco tonos y dos semitonos no es muy apropiada, es mejor el ámbito pentatónico: Do, re, mi, sol, la, donde el niño
se desenvolverá sin peligro alguno. Esta escala es ideal para la improvisación melódica, ya que el niño se sentirá en plena libertad para improvisar.
Improvisación armónica
Debemos tener en cuenta que algunas investigaciones realizadas en el campo de la armonía han llegado a la conclusión de que los niños hasta los doce años tienen dificultades para percibir el acompañamiento de una melodía. Pero en la Primaria sí podemos ofrecer unas bases auditivas, por medio de improvisaciones rítmicas y melódicas que establecerán las bases para futuras improvisaciones armónicas.
Improvisación corporal
Dentro de la improvisación no podemos olvidar la improvisación corporal que incorpora al movimiento como una forma más de expresión. Muchos niños ante esta exigencia pueden quedar inhibidos totalmente. Para eliminar esta inhibición, trabajaremos con ejercicios que ofrezcan un punto de apoyo hasta que los alumnos se sientan sueltos y ganen confianza en sí mismos.
Se deben respetar siempre todas las aportaciones, ya que lo importante es que haya o exista una respuesta, no que ésta sea de gran calidad.
En todos estos casos, el trabajo de la improvisación con nuestros alumnos permitirá que éstos desarrollen la creatividad.
2.4. Etapas del proceso compositivo
En el proceso compositivo podemos distinguir una serie de etapas sucesivas:
– Toma de contacto con los elementos musicales y progresivo conocimiento y dominio de los mismos.
– Observación de las experiencias musicales en el aula.
– Imitación de los esquemas trabajados.
– Interiorización de los elementos musicales, de sus posibilidades y de los caminos hacia la improvisación.
– Improvisación gradual, cada vez más compleja y completa.
– Creación musical: llegado el momento, el niño será capaz de componer auténticas obras o fragmentos musicales valiéndose de lo que ha ido aprendiendo y comprendiendo.
2.5. Metodología de trabajo
Niveles
Es importantísimo trabajar la improvisación con el niño desde Primaria. En la composición se diferenciarán 3 niveles:
Composición rítmica
Composición melódica
Composición instrumental
Esquema de trabajo
La metodología básicamente la podemos resumir en tres puntos, que son: presentación, exploración y proyección.
Presentación
En la presentación se hace una toma de conciencia de 10 que vamos a atacar, melodía, ritmo o cualquier otro elemento musical.
Exploración
En la exploración, el niño investiga el material que ha llegado a sus manos; 10 organiza o desarrolla en la medida de sus posibilidades.
Proyección
En la fase de proyección, el niño hace una toma de conciencia de todo lo que sabía y de lo que ha aprendido, presentando su trabajo creativo.
3. RECURSOS DIDÁCTICOS PARA LA PRODUCCIÓN MUSICAL EN EL AULA.
Actualmente, la producción musical en el aula responde a los principios que plantean las corrientes pedagógicas que fueron surgiendo durante el s. XX que tratan la Educación Musical desde una postura activa y práctica, donde el hacer y la improvisación juegan un papel determinante. Destacan autores como:
Émile Jaques Dalcroze, pionero en dar la importancia que se merece a la improvisación musical en la formación.
Maurice Martenot insiste en la idea de Dalcroze de la necesidad de impulsar en el niño los procesos espontáneos creadores.
Carl Orff da importancia a la improvisación instrumental, vocal y corporal.
Murria Schafer hace un planteamiento musical global, democratizando el proceso de Enseñanza-Aprendizaje. Parte de la motivación por parte del profesor para que los alumnos se cuestionen aspectos básicos de la música y así llegar a nuevos conceptos a través de la improvisación.
3.1. APLICACIÓN EN EL AULA.
La improvisación en el aula tiene diferentes aplicaciones:
Como descarga: permitirá la eliminación de tensiones al dar la oportunidad al niño de expresarse libremente.
Como forma de aprendizaje: permite la interiorización y el conocimiento de nuevos conceptos.
Como medio para desarrollar la creatividad.
3.2. La improvisación como recurso didáctico
Desarrollo evolutivo
En las primeras edades de la Educación Musical (6-8 años) al niño le encanta improvisar su música con un instrumento, casi tanto corno aprender las melodías que le atraen. A estas edades los niños son espontáneos y se muestran abiertos a la proyección.
Más adelante hacia los l0 años, notaremos una retracción de la capacidad
expresiva y de comunicación. Es sabido que en la preadolescencia el niño le cuesta proyectarse debido a la intensidad de los procesos internos que está viviendo. De aquí la importancia de ofrecer a los niños durante las etapas anteriores, suficientes oportunidades para desarrollar su expresión y dotarla de los medios necesarios para evitar la retracción.
La improvisación presenta grandes cualidades pedagógicas. En el lenguaje musical, los elementos se pueden trabajar por separado, en grupos o en su totalidad.
La utilización de la improvisación como recurso didáctico de educación en el aula, requiere una aplicación sistemática y metodológica, basada en la ausencia de la partitura y grafía, en un principio.
Secuenciación
Si bien queda claro que la improvisación no puede empezar de cero se ha de ir desarrollando de acuerdo con la evolución psicológica del niño y atendiendo a los ciclos de la Educación Primaria.
Primer ciclo
Los recursos didácticos se basarán en pequeñas improvisaciones rítmicas y corporales, pudiéndose ayudar del lenguaje.
Segundo ciclo
Se inician en el lenguaje musical, figuras, notación, y lectura entonada de algunas notas. Estos elementos se irán incorporando en sus improvisaciones.
Tercer ciclo
Se incorporarán otros elementos que se trabajarán en las partituras que manejan o a partir de obras musicales estudiadas.
Por último, la improvisación también puede ayudar a corregir deficiencias y ayudar a los niños que se muestren incapaces de expresarse musicalmente.
Orientaciones
– Hay que aprovechar todas las oportunidades para estimular y desarrollar la audición y la producción sensitiva de sonidos en todos los aspectos de las experiencias escolares y ello se consigue mediante la improvisación y la imitación.
– Hay que dar confianza al niño para que imite sonidos del medio ambiente, analizar las voces en una obra dramática y en un cuento relatado, contrastar el lenguaje hablado, y el canto en experiencias en el que participe el niño, inventar sonsonetes y efectos sonoros.
Recursos
Los recursos didácticos de los que nos podemos valer son casi siempre los mismos, aunque modificando su extensión, profundidad, o complejidad: canción, danza, juego popular, cualidades del sonido, notación musical (ritmo y melodía), estructuras y formas musicales.
Para ello nos valdremos de: objetos de uso cotidiano, juguetes sonoros, instrumentos, voz, el propio cuerpo, el movimiento, la grafía, cancioneros, CD’s y grabaciones, cintas, aros, globos, pelotas…
4. creatividad e improvisación
Globalmente la creatividad se ha entendido como la capacidad para dar respuestas, elaborar o inventar producciones originales, valiosas o de cuestiones y resolver problemas de un modo inusual.
Así como la improvisación puede ser relacionada con la educación y en tal caso, encontrarse al servicio de un proceso de crecimiento integral y equilibrado, también son importantes las relaciones estrechas que guardan estos procesos con el desarrollo artístico (creación, composición).
La improvisación es una técnica habitual en algunos compositores durante el proceso de creación.
Así, toda improvisación que aspire a tener nivel compositivo deberá prestar atención suficiente tanto en los aspectos formales como a la realidad de los contenidos.
Por tanto, en clase, nuestro deber es motivar al niño para que sea capaz de hacer pequeñas creaciones de manera que cualquier pequeña creación debe ser motivo de juicio por parte del niño y del agrado del profesor. Es preciso, además, que el niño tenga oportunidad y libertad para poner en funcionamiento su imaginación y su capacidad creativa. Para ello es conveniente el uso de consignas amplias y abiertas en el trabajo pedagógico con niños para permitirles desarrollar la máxima libertad en el uso de sus potencialidades creativas.
Etapas del proceso creativo
Las personas son, en mayor o menor medida, creativas. El proceso creativo se produce en varias etapas:
– Preparación.
– Incubación.
– Inspiración.
– Verificación y valoración del resultado.
Factores de creatividad
En las creaciones musicales hay que proponer varios factores para ponemos en marcha en la improvisación. Estos son algunos:
Fluidez: gran número de ideas. Memoria auditiva recopiladora.
Flexibilidad: cambiar una idea por otra.
Originalidad: se determina por lo raro o infrecuente de la solución.
Elaboración: la producción de implicaciones, detalles.
Penetración: desarrollo del núcleo creativo.
Redefinición: percibir un mismo problema desde otras perspectivas.
Evaluación: grado de cumplimiento de propósitos.)
Orientaciones
Con respecto a la creatividad Mooré desarrolló unos puntos:
– Realizar improvisaciones en pequeños grupos con instrumentos Orff sobre una escala determinada.
– Recrear canciones con intervalos y ritmos predeterminados.
– Estimularles con nuevos instrumentos que no sean familiares.
– Que imaginen y describan una composición y que utilizase todos los sonidos que les rodean.
– Improvisar introducciones de canciones, intermedios, etc.
– Que sean jueces de su experimentación y se evalúa.
En definitiva, el concepto de creatividad se refiere a cierta cualidad en el hacer, en el sentir, decir musical. Dicha cualidad depende al mismo tiempo de la espontaneidad y de la autenticidad de los procesos que lo originan.
CONCLUSIÓN.
A lo largo del desarrollo del tema. Hemos explicado como la improvisación forma parte de la expresión musical y por tanto de la Educación Musical que el niño ha de recibir en la escuela. Hemos analizado este recurso metodológico como un procedimiento compositivo que ha sido constante a lo largo de la historia y por último hemos dado unos recursos didácticos dentro de las corrientes pedagógico-musicales del s. XX que son las que sustentan nuestra educación musical en la actualidad.
No podemos concebir una Educación Musical, y mucho menos, una iniciación musical sin la libre expresión. Y no debemos nunca olvidar que la música le pertenece al niño y que con eLLa puede jugar y enviar mensajes personales.
Hemos visto que la improvisación es el camino que va al encuentro de la música, y está profundamente vinculado a los procesos de libre expresión: es indispensable tener la posibilidad de participar con la música propia para poder integrar mejor la música de afuera. El niño necesita un espacio de libre y espontánea expresión.
Podemos afirmar que el ámbito de la improvisación es infinito.